VALIDACIÓN
DEL INVENTARIO DE AUTOEFICACIA PARA INTELIGENCIAS
MÚLTIPLES REVISADO (IAMI-R) EN UNA MUESTRA DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS VENEZOLANOS
VALIDATION
OF SELF-EFFICACY INVENTORY FOR MULTIPLE INTELLIGENCE REVISED
(IAMI-R) IN A SAMPLE OF VENEZUELAN UNIVERSITY STUDENTS
Emilse Durán-Aponte1,
María Antonieta
Elvira-Valdés2, Lydia Pujol3
1
Profesora de la
Universidad Simón Bolívar. Coordinadora
de Formación General (USB). Venezuela. Licenciada en
Educación. Magíster en Psicología (USB).
Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la
Universidad Simón Bolívar. Dirección
electrónica: emilseaponte@usb.ve
2
Profesora de la
Universidad Simón Bolívar, Venezuela.
Licenciada en Educación. Especialista Consultor en
Ecología Humana. Magíster en Psicología (USB).
Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la
Universidad Simón Bolívar. Dirección
electrónica: melvira@usb.ve
3
Profesora de la
Universidad Simón Bolívar. Venezuela.
Licenciada en Psicología, Especialista en Programas de
Asesoramiento y Desarrollo Humano, Magister en Psicología.
Doctora en Educación (Nova Southeastern University, USA).
Dirección electrónica: lpujol@usb.ve
Dirección para correspondencia
Resumen
Este
artículo presenta la validación del Inventario de
Autoeficacia para Inteligencias Múltiples Revisado IAIM-R en
estudiantes universitarios venezolanos. Participaron voluntariamente
342 estudiantes de la Universidad Simón Bolívar de
Venezuela inscritos en el período septiembre-diciembre del 2012.
Se realizó el análisis factorial de componentes
principales y el análisis factorial confirmatorio para obtener
evidencias de validez de constructo. Adicionalmente, se realizó
una regresión logística binaria para obtener evidencias
de validez predictiva. Estos estudios confirmaron una
distribución de los reactivos en 7 factores del instrumento, que
resultó ser satisfactorio y parcialmente consistente con
investigaciones teóricas y empíricas relacionadas con el
constructo. Se concluye que la validación del IAIM-R permite la
medición de la autoeficacia para inteligencias múltiples,
de manera consistente, desde el punto de vista estadístico, y
posibilita la comparación de resultados entre poblaciones y
variables de interés para el desarrollo de la teoría
social cognitiva y aspectos inherentes al estudiante y su
motivación ante determinada demanda académica o carrera.
En cuanto a la validez predictiva, el instrumento es pertinente cuando
se trata de la selección de carreras técnicas de las
áreas industrial y administrativa, en especial por las
dimensiones de autoeficacia lógico-matemática,
cinestésica y emocional. Se recomienda que futuros estudios se
orienten al desarrollo de líneas de investigación
asociadas con el rendimiento académico, la motivación y
la permanencia en el sistema universitario.
Palabras clave: AUTOEFICACIA, INTELIGENCIAS
MÚLTIPLES,
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS, EDUCACIÓN SUPERIOR, VALIDEZ DE TEST,
VENEZUELA.
Abstract
This
article present the validation the Self-Efficacy Inventory For
Multiple Intelligence Revised IAMI-R in Venezuelan university students.
342 students participated voluntarily in Simon Bolivar University of
Venezuela enrolled in period September-December 2012. The principal
component factor analysis and confirmatory factor analysis was
performed to obtain evidence of construct validity. Additionally, a
binary logistic regression was performed to obtain evidence of
predictive validity. These studies confirmed a distribution of the
reactants in 7 factors of instrument, which proved to be satisfactory
and partially consistent with theoretical and empirical research
related to the construct. Is concluded that validation of IAIM-R allows
measurement of self-efficacy for multiple intelligences, consistently
from statistical point of view, and allows the comparison of results
between populations and variables of interest for development of social
cognitive theory and inherent to the student and their motivation to
demand specific academic or career issues. In items of predictive
validity, instrument is relevant when it comes to technical careers
choices of industrial and administrative areas, especially the size of
logical-mathematical, kinesthetic and emotional self-efficacy. It’s
recommended that future studies the development of research lines
related to academic performance, motivation and retention in university
system.
Key words: SELF-EFFICACY, MULTIPLE INTELLIGENCES,
COLLEGE STUDENTS,
HIGHER EDUCATION, TEST VALIDITY, VENEZUELA
1.
Introducción
El Inventario de
Autoeficacia para Inteligencias Múltiples
Revisado IAIM-R de Pérez y Cupani (2008) está
fundamentando en los elementos básicos de la autoeficacia
aportados por Bandura (2001) y en los planteamientos de la
Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner (2000).
La combinación de estos dos enfoques teóricos en este
instrumento de medición se convierte, según Olaz (2012),
en una herramienta para la orientación vocacional, debido a dos
razones fundamentales: en primer lugar, porque la Teoría de las
Inteligencias Múltiples ofrece una visión distinta a la
de una inteligencia única, y aporta la posibilidad de
identificar determinadas áreas de dominio en las que puede
desempeñarse de mejor forma un individuo y, en segundo lugar,
porque la autoeficacia se define como la creencia del individuo sobre
su capacidad para realizar con éxito determinadas actividades
académicas (Bandura, 2001), por lo cual es frecuentemente el
mejor predictor del éxito posterior de esa área,
más que las propias habilidades reales.
Se entiende que un
individuo no puede hacer todas las cosas bien, por
lo tanto, desarrolla un sentido particular de niveles de eficacia en
ámbitos de funcionamiento específico; reconocer estos
niveles en las inteligencias múltiples permite a orientadores y
a asesores vocacionales, guiar a los estudiantes hacia la
elección de una carrera, tomando en cuenta, además de los
factores contextuales e intereses muy específicos de cada
individuo, la confianza en sus capacidades para rendir adecuadamente en
ese dominio, tal como lo demuestran las investigaciones de Pérez
y Medrano (2007) y Pérez y Cupani (2008).
A simple vista, el
inventario IAIM-R podría confundirse como
solo un instrumento de medida de las Inteligencias Múltiples;
sin embargo, al detallarlo se logran identificar las
características propias de un instrumento de autoeficacia. Para
ello, es importante comenzar por diferenciar la autoeficacia de otros
constructos similares, como el autoconcepto, pues aunque los dos se
forman de creencias propias, y en parte de lo que el individuo cree que
piensan los demás, en el caso del autoconcepto un gran aporte lo
realiza aquello que le gustaría ser o poder hacer, lo cual debe
estar ausente en la autoeficacia, pues se trata de un juicio positivo
del individuo sobre sus capacidades para hacer algo en el presente y,
en este caso, capacidades sobre el dominio en las ocho inteligencias.
En segundo lugar, la
redacción de los ítems permite
distinguir la autoeficacia de la autoestima, pues la primera hace
referencia a un juicio de capacidad sobre un hecho específico, y
la última es un juicio de auto-valoración. De forma
más específica, Reina, Oliva y Agueda (2010, p. 48),
asumen que el sentimiento de autoeficacia va a “influir en el grado de
implicación y persistencia del sujeto en la realización
de tareas de cierta complejidad, lo que afectará en su
resolución, con la consiguiente repercusión sobre su
autoestima”; por ende, cuando el individuo identifica sus niveles de
autoeficacia en las inteligencias múltiples, se genera un
impacto en su autoestima.
Por último, resulta
conveniente distinguir entre el locus de
control y la autoeficacia, ya que ambos conceptos son similares, pues
se refieren a expectativas del individuo; sin embargo, en el caso de la
autoeficacia se trata de creencias de ejecución del propio “yo”,
pero el locus de control se trata del lugar donde se encuentra la
causa, específicamente cuando los resultados académicos
son producto de una motivación interna o externa. Jungert y
Gustafson (2009) clarifican esta relación al exponer que los
estilos atribucionales (locus de control) se relacionan con las
creencias de autoeficacia, ya que el individuo con un locus de control
interno puede creer que se debe a su capacidad para desempeñarse
con éxito en determinada área; es decir, con una alta
autoeficacia en una o varias inteligencias.
Unido a esta
distinción entre conceptos similares, que
caracterizan al IAIM-R como un inventario de autoeficacia, Bandura
(2001), autor de la Teoría de la Autoeficacia, plantea que este
tipo de escalas se deben adecuar al dominio particular de
funcionamiento que es objeto de interés; es decir, redactar los
ítems en atención a aspectos específicos y no en
modo general, porque de lo contrario tendría poco valor
explicativo y predictivo, ya que pueden tener poca o ninguna relevancia
para el dominio de funcionamiento.
Adicionalmente, otro de
los aspectos clave en las orientaciones, que
sugiere Bandura (2001) para el desarrollo de escalas que miden
autoeficacia, es que los ítems o reactivos se redacten en
términos de lo que se puede hacer (can do) y no de lo que se
hará (will do), lo cual
puede apreciarse en las preguntas del
IAIM-R, pues esas se refieren a capacidades en tiempo presente; p.e.:
¿Cuán seguro te sientes
de poder realizar adecuadamente
lo siguiente: interpretar un instrumento musical?
Por último, de
estas recomendaciones se destaca la cuidadosa
redacción de los reactivos, donde cada dimensión se basa
en los resultados esperados para una persona que posea una o varias
habilidades relacionadas con determinada inteligencia; por ello, se
plantean preguntas que, perteneciendo a una misma dimensión,
varían en cuanto a su ejecución, ya que obedecen a
ciertas aristas de la inteligencia, logrando medir el dominio de
funcionamiento empleando niveles de demandas de tarea, que representen
diferentes grados de desafío o impedimento para un rendimiento
exitoso; p.e.: Resolver problemas de
geometría y/o resolver
ecuaciones matemáticas.
Sin duda este instrumento
se convierte en una herramienta útil,
debido a que mide la percepción personal de realizar con
éxito actividades específicas que, a la vez, están
ligadas a ciertas áreas de conocimiento, fundamentales para la
escogencia de carreras universitarias, y representa un aporte valioso
para los procesos de admisión internos que se realizan a los
aspirantes a ingresar en las universidades, una vez que se le de
importancia a las creencias del individuo ante sus propias capacidades.
La esencia de tomar en cuenta esta variable de tipo cognitivo y
motivacional radica, entre otras cosas, en que algunos estudiantes al
elegir su carrera universitaria, sin tener en cuenta las creencias
sobre sus capacidades, son más propensos a interrumpir sus
estudios universitarios. Carrión (2002) afirma que los
principales factores que influyen en las altas tasas de
deserción universitaria se relacionan con la elección
equivocada de carrera, además de otras variables, como: el
perfil académico y las variables contextuales adversas.
Adicionalmente, Aparicio y Garzuzi (2006), a través de
entrevistas telefónicas a estudiantes desertores, encontraron
que la falta de orientación vocacional incidió de forma
importante en su deserción, expresándolo a través
de la indecisión y el bajo nivel de compromiso en la
elección de la carrera por sentirse poco capaces de terminarla
con éxito.
Evidentemente, no bastan
las creencias de autoeficacia para predecir la
elección de una carrera, pues como lo expresan Pérez,
Fundora y Palmero (2011), este es un proceso integral y también
holístico, que involucra múltiples factores contextuales
e individuales, donde la autoeficacia es solo uno de ellos, con una
explicación parcial a este fenómeno. Sin embargo, tal
como lo han demostrado Cupani y Pérez (2006), en su modelo de
las metas de elección de carrera, la autoeficacia junto a las
expectativas de resultados, actúan como co-determinantes de los
intereses vocacionales.
En su estudio, con 268
estudiantes argentinos del último
año de educación media, Cupani y Pérez (2006)
lograron identificar una importante contribución de las
dimensiones de la autoeficacia a través de un análisis de
regresión por pasos, donde se obtuvo que, en promedio, las
dimensiones de autoeficacia tienen una importante contribución
explicativa de 19% de varianza de las intenciones de elección de
carrera. De modo específico para las carreras
tecnológicas, las escalas Lógico-Matemática y
Cinestésico-Corporal presentan una contribución positiva,
y la escala Musical una contribución negativa en la
predicción. Para las carreras sociales y administrativas, Cupani
y Pérez (2006) destacaron la contribución independiente y
positiva de la escala Interpersonal.
Pérez y Medrano
(2007), en un estudio con adolescentes de
educación media para evaluar la validez de criterio del
Inventario de Inteligencias Múltiples Revisado, muestran que las
escalas Intrapersonal, Interpersonal y Lingüística
presentan una capacidad predictiva sobre la elección de carreras
del área de Ciencias Sociales.
En el caso particular de
Venezuela, en los últimos doce
años la Educación Superior ha sufrido diversos cambios a
nivel de reformas legales, entre los que resaltan la eliminación
de la Prueba Nacional de Suficiencia, aplicada por la Oficina Nacional
de Planificación del sector Universitario (OPSU),
sustituyéndola por un sistema denominado “Multivariable” que
integra elementos vocacionales y académicos, para la
asignación de cupo en universidades públicas,
orientación que posiblemente lleguen a tener las instituciones
universitarias autónomas, debido a la propuesta gubernamental de
eliminar las pruebas de exploración académica como
mecanismo de admisión al sistema universitario.
Este hecho otorga mayor
importancia a la posibilidad de contar con un
instrumento, validado en la población universitaria venezolana,
que permita identificar las creencias de autoeficacia en áreas
de conocimiento específico, el cual podría ser utilizado
como posible herramienta para la consideración de un perfil de
ingreso, caracterizado por variables de índole cognitivo y
motivacional, que tome en cuenta las creencias de autoeficacia para las
inteligencias múltiples. Por lo tanto, el objetivo del presente
estudio es obtener evidencias de validez del Inventario de Autoeficacia
para Inteligencias Múltiples Revisado IAIM-R, en una muestra de
estudiantes universitarios venezolanos.
2.
Método
Participaron de forma
voluntaria 342 estudiantes (157 mujeres y 185
hombres), que se encontraban cursando el primer período
académico universitario de carrera (trimestre
septiembre-diciembre 2012) en la Universidad Simón
Bolívar, en sus sedes de Sartenejas y Litoral, las cuales se
identifican como Carreras Largas (Ingeniería y Licenciaturas) y
Carreras Cortas (áreas Administrativa e Industrial). Sus edades
están comprendidas entre los 16 y 24 años, con una media
de 17,78 y una desviación típica de 1,287.
Se obtendrán
evidencias de validez de constructo, la cual
según Pérez-Gil, Chacón y Moreno (2000, p. 442),
“consiste en un análisis de la significación de las
puntuaciones de los instrumentos de medida expresada en términos
de los conceptos psicológicos asumidos en su medición”.
Para ello, se utilizan el análisis factorial exploratorio y el
análisis confirmatorio logrando una aproximación
inductiva o exploratoria, y una deductiva o confirmatoria,
respectivamente.
También se
realizará una validez predictiva, que consiste
en analizar la calidad del instrumento como predictor de un
fenómeno o efecto ya producido, buscando hacia atrás
posibles explicaciones a las situaciones presentes (Prieto y
Muñiz, 2000); en este caso, el fenómeno será la
selección de una carrera perteneciente a un área de
estudio determinada, según los puntajes obtenidos a
través del IAIM-R.
2.1
Instrumento
Se estructuró el
cuadernillo en dos partes; en la primera de
ellas, los estudiantes colocaron datos como: sexo, edad, carrera
actual, carrera de preferencia; y en la segunda parte, respondieron a
los reactivos del Inventario de Autoeficacia para Inteligencias
Múltiples Revisado. El instrumento original de Pérez
(2001) fue revisado por Pérez y Cupani (2008), quienes lo
adaptaron llevándolo de 64 a 48 ítems, con 6 reactivos
para 8 dimensiones. Dicha revisión contó con la
participación de 467 estudiantes argentinos del último
año de educación media, cuya varianza explicada
resultó en 57%.
La escala consta de 8
dimensiones que responden a las 8 inteligencias
sugeridas por Gardner (2000), las cuales fueron descritas por
Pérez, Beltramino y Cupani (2003) de la siguiente manera, y sus
ítems distribuidos por Pérez y Cupani (2008) así:
• Autoeficacia Lingüística: se refiere al juicio
sobre el
uso del lenguaje de forma correcta, tanto oral como escrito, y al
empleo de la lengua para alcanzar ciertos fines (ítems: 1, 2, 3,
4, 5, 6).
• Autoeficacia
Lógico-matemática: se refiere a
capacidades para el análisis lógico de problemas, y a
resolver con éxito ejercicios que requieren el cálculo
numérico y la investigación científica
(ítems: 7, 8, 9, 10, 11, 12).
• Autoeficacia Espacial:
se refiere al juicio positivo para reconocer y
manipular patrones espaciales amplios o específicos
(ítems: 13, 14, 15, 16, 17, 18).
• Autoeficacia
Cinestésica-Corporal: se refiere a las destrezas
que el individuo cree que posee, para usar el propio cuerpo o partes
del mismo, en la resolución de problemas o la creación de
productos; en específico, lo relacionado con disciplinas
deportivas (ítems: 31, 32, 33, 34, 35, 36).
• Autoeficacia Musical:
confianza para desempeñarse con
éxito en la ejecución, composición y
apreciación de patrones musicales (ítems: 19, 20, 21, 22,
23, 24).
• Autoeficacia
Interpersonal: se vincula con las creencias de poseer
habilidades para comprender la personalidad de otros seres humanos, y
trabajar efectivamente con ellos, sobre todo cuando se trata de
relaciones con profesores y alumnos (ítems: 25, 26, 27, 28, 29,
30).
• Autoeficacia
Intrapersonal: se refiere al juicio positivo sobre la
capacidad de comprensión de los propios motivos, sentimientos y
capacidades (ítems: 37, 38, 39, 40, 41, 42).
• Autoeficacia
Naturalista: se caracteriza por el juicio positivo sobre
las competencias para el reconocimiento y clasificación de
objetos del mundo natural, como por ejemplo: las especies animales, en
su ambiente (ítems: 43,44, 45, 46, 47, 48).
Los autores no mencionan,
detalladamente, la confiabilidad según
el coeficiente de alfa de Cronbach, para cada una de las subescalas;
sin embargo, refieren que en su versión original el inventario
evidenció buenas cualidades de consistencia interna con un rango
entre 0,86 y 0,94.
2.2
Procedimiento
Una vez solicitados y
recibidos los permisos de las diferentes
instancias universitarias para administrar el cuadernillo, se
realizó un muestreo de tipo no probabilístico e
intencional (Kerlinger y Lee, 2002), en las aulas administradas por
profesores y profesoras de estudiantes que cursaban el primer
período de sus carreras. Durante los horarios habituales de
clase, los estudiantes fueron informados del objetivo y alcance del
estudio, y de forma voluntaria procedieron a completar el cuadernillo
que contenía, al inicio, una hoja de Consentimiento Informado.
Una vez obtenidos los datos fueron procesados a través de los
paquetes estadísticos SPSS (PASW Statistic18) y LISREL
(versión 8.80).
En los estudios
psicométricos de validez del constructo se
aplicaron los análisis factoriales exploratorio y confirmatorio.
Adicionalmente, para los estudios de validez criterial retrospectiva y
predictiva, se utilizó la regresión logística,
cuya variable a predecir fue el área de la carrera de estudio
seleccionada. Para los análisis de confiabilidad, se
utilizó el coeficiente de alfa de Cronbach.
Las carreras
universitarias se organizaron por áreas de
conocimiento, y resultaron de la siguiente manera:
Variable a predecir
área de Conocimiento
• Administrativa: carreras Administración de Aduanas,
Comercio
Exterior, Organización Empresarial, Administración
Hotelera, Administración del Turismo.
• Industrial: carreras
Tecnología Mecánica,
Tecnología Electrónica, Tecnología
Eléctrica, Mantenimiento Aeronáutico, Ingeniería.
3.
Resultados
3.1
Estudio 1. Análisis Factorial Exploratorio
Se realizó la
validez de constructo, empleando el
análisis factorial de componentes principales (AFC). Antes de
ello, se obtuvo el índice de KMO (,872) que, por su
cercanía a la unidad, sugiere una adecuación excelente de
los datos a un modelo de análisis factorial. Mientras tanto, el
contraste de Bartlett mostró un p-valor de 0,00 (X = 10224,42; p
= 0,000), indicando la existencia de una correlación
significativa entre las variables. Estos resultados son considerados
como indicadores favorables que hacen factible la aplicación del
AFC. Adicionalmente, la muestra corresponde al número
mínimo de 5 mediciones por reactivo, criterio que también
avala la aplicación de esta técnica multivariante.
Debido a que el IAMI-R ha
sido validado previamente en una muestra de
estudiantes de secundaria, se hace necesario realizar el AFC para
identificar el comportamiento de los ítems con la muestra del
estudio. El AFC se realizó con rotación promax, de donde
se obtuvo una matriz de componentes rotados que convergen
después de 6 iteraciones, que explican el 62,06% de la varianza
total, a su vez, con reactivos cuya saturación está por
encima de 0,70 en la mayoría y ninguno por debajo de 0,40
probando así que la totalidad de los reactivos, en conjunto,
explican la covariación del instrumento, como se muestra en la
Tabla 1.
Siguiendo el criterio del Scree Plot y el porcentaje de
varianza
explicada al comparar posibles estructuras, se obtiene una estructura
factorial compuesta por 7 factores, que en conjunto explican una
varianza total de 62,06%, distribuida en: 21,56% para el Factor I
correspondiente a las Autoeficacias Intra e Interpersonal; 10,45% en el
Factor II que corresponde a la
Autoeficacia Espacial; para el Factor
III 7, 48% correspondiente a la Autoeficacia Musical; para el Factor IV
6,89% que compone la Autoeficacia Cinestésica-corporal; el
Factor V explica 6,47% y
compone la Autoeficacia
Lógico-matemática; el Factor
VI compone la Autoeficacia
Naturalista y explica 4,84%; y, por último, el Factor VII que
explica el 4,37% correspondiente a la Autoeficacia
Lingüística.
3.2
Estudio 2: Análisis Factorial Confirmatorio
Tal y como se aprecia en
los resultados obtenidos en el análisis
factorial exploratorio, las propiedades psicométricas que
presenta el instrumento pueden ser consideradas satisfactorias y
aceptables; sin embargo, la estructura obtenida difiere de la propuesta
por Pérez y Cupani (2008). Con el fin de corroborar las
relaciones entre las dimensiones, profundizar en el análisis
factorial del Inventario y confirmar esta nueva orientación de
los reactivos (Hair, Anderson, Tatham y Black, 1999; Flora y Curran,
2004; Curran y Bauer, 2007), se consideró llevar a cabo un
análisis factorial confirmatorio empleando el programa Lisrel y
los modelos de ecuaciones estructurales.
Siguiendo las
recomendaciones de Cupani (2012), en la
utilización de sistemas de ecuaciones estructurales, se
aplicó la estrategia de modelos rivales, la cual permite evaluar
el modelo estimado con modelos alternativos, con la finalidad de
proporcionar las líneas básicas para realizar una
comparación y seleccionar el más idóneo. La
validación de Pérez y Cupani (2008) contrastó dos
modelos: uno con 8 factores, y el segundo con 7 factores, uniendo en
una sola las dimensiones de Inteligencia Intra e Interpersonal; sin
embargo, este último no resultó satisfactorio con
relación al primero.
En el presente estudio se
contrastaron 3 modelos: el modelo 1, con una
estructura de 2 factores sugerida por Castejón, Pérez y
Gilar (2010); el modelo 2, que supone una estructura de 8 factores,
correspondientes con el modelo teórico que postulan Pérez
(2001) y Pérez y Cupani (2008) y, finalmente, el modelo 3 con
una estructura de 7 factores, que responde a los resultados arrojados
por el análisis factorial exploratorio.
Castejón et al.,
(2010) sugieren que las dimensiones de las
inteligencias múltiples pueden agruparse en un modelo con dos
factores: uno de tipo cognitivo (Lingüística,
Lógico-Matemática, espacial y naturalista), y otro no
cognitivo (cenestésica y musical). En su momento, este modelo
obtuvo indicadores con mejor ajuste que otros modelos rivales, aunque
no fueron considerados óptimos; sin embargo, Pérez y
Medrano (2013) señalan como una desventaja que las inteligencias
intra e interpersonal no se incluyeron en la distribución.
Debido a que los resultados de Castejón et al., (2010) no han
sido concluyentes, y por la necesidad de incluir todas las dimensiones
de la Teoría de Inteligencias Múltiples en la
distribución, se consideró necesario probarlo en este
estudio, incluyendo estas 2 inteligencias en el factor no cognitivo.
El modelo 2 corresponde al
sustento teórico y empírico
sobre el cual está basado originalmente el inventario, y
señala una distribución de 8 factores correspondientes a
la Teoría de Inteligencias Múltiples. Asimismo,
Pérez y Cupani (2008) sugieren como modelo alternativo a la
distribución anterior, la posibilidad de integración de 2
inteligencias (intra e interpersonal). Dicho modelo está
sustentado en las afirmaciones de Gardner (1995), cuando
señalaba que estas 2 inteligencias pertenecen a un constructo
que puede ser reconocido como inteligencia personal, y en los
postulados de Goleman (1995), sobre la inteligencia emocional.
Unido a esto, los
resultados obtenidos en el análisis factorial
exploratorio, que indican un mayor porcentaje de varianza explicada en
esta distribución sobre las anteriormente mencionadas, junto con
la distribución del Scree Plot, dan lugar a la inclusión
de este tercer modelo, en el que se tienen 7 factores, que será
contrastado en este estudio.
La bondad de ajuste de
cada uno de los modelos contrastados se
evaluó mediante diversos indicadores; en la Tabla 2 pueden
observarse los índices correspondientes a los Modelos 1, 2 y 3.
Una de las principales medidas utilizadas es el Chi cuadrado (X2)
dividido por los grados de libertad (gl), aunque no debe emplearse como
único indicador, ya que este valor se encuentra afectado por el
tamaño muestral (García-Cueto, Gallo y Miranda, 1998). En
este sentido, al evaluar la razón del Chi cuadrado sobre los
grados de libertad, los valores 2,25 y 2,01 se encuentran por debajo de
3, lo que indica un buen ajuste, siendo más adecuado el
correspondiente al Modelo 3 por ser el más bajo, y como una
forma de corregir el tamaño de la muestra, siguiendo los
criterios sugeridos por Ruiz, Pardo y San Martín (2010).
Otros indicadores
empleados, recomendados por diversos autores (Hair et
al., 1999; Byrne, 2001; Flora y Curran, 2004; Curran y Bauer, 2007)
fueron: el Índice de bondad de ajuste (GFI), que representa el
grado de ajuste conjunto; se muestra en 0,89 para el Modelo 3, siendo
el más cercano a 0,9 como medida aceptable y, por lo tanto,
más apropiado para un buen ajuste, en comparación con los
valores de los Modelos 1 y 2.
El error de
aproximación cuadrático medio (RMSEA), o
discrepancia por grados de libertad en términos de la
población, resultó en 0,042 para el Modelo 3, que al
estar por debajo del rango aceptable entre 0,08-0,05, según Hu y
Bentler (1998), se constituye en un muy buen ajuste, y mejor en
comparación con el resto de los Modelos. De igual manera, en el
modelo 3 el Índice de bondad de ajuste corregido 0,87 (AGFI),
una extensión del GFI, pero ajustado, se acerca al 0,90
recomendado; el Índice de bondad de ajuste no normado 0,95
(NNFI), que sirve para comparar entre modelos alternativos; el
Índice de ajuste normado 0,9 (NFI) también presenta una
comparación relativa y ambos, en el Modelo 3, superan los 0,90
recomendados (Hair et al., 1999; Byrne, 2001; Curran y Bauer, 2007).
El Índice de ajuste
normado de parsimonia (PNFI) y el
Índice de calidad de ajuste de parsimonia (PGFI), medidas que
relacionan la calidad del ajuste del modelo al número de
coeficientes estimados para conseguirlo, junto con los anteriormente
nombrados confirman que el modelo 3 (7 factores), resultante en el
análisis exploratorio, muestra resultados que indican la
superioridad del Modelo 3 sobre los otros dos; aunque su ajuste
absoluto no es óptimo, es el que lo hace de forma aceptable y
mejores índices presenta.
A partir de ahora, se
llamará esta séptima
dimensión como autoeficacia emocional. El diagrama resultante en
el análisis confirmatorio, para el Modelo 3, puede observarse en
la Figura 1.
3.3.
Validez predictiva
Se construyó un
modelo de regresión logística
binaria, que tuvo como variable a predecir el área de estudio
clasificada como 0 = área industrial y 1 = área
administrativa, agrupando las carreras que se dictan en la Universidad
de estudio. Con la finalidad de verificar aquellas variables
predictoras, que muestren asociación estadísticamente
significativa con la variable dependiente, se presentan en la Tabla 3
los resultados para la prueba T Student.
En lo que respecta a la
relación entre el área de estudio
y las dimensiones de autoeficacia, solo 3 de las dimensiones
presentaron relaciones significativas, siendo Autoeficacia
Lógico-matemática la de mayor puntaje (DM= –,350,
p<,000), lo que sugiere que los estudiantes con altos puntajes en
esta dimensión seleccionan carreras del área industrial;
en segundo lugar, sucede lo mismo con la Autoeficacia
Cinestésica (DM= –,149, p<,006). Por último, la
Autoeficacia Emocional (DM=,211, p<,050) sugiere que alumnos con
puntajes altos en esta dimensión seleccionan carreras del
área administrativa. Esta información permite comprobar
que las medias son diferentes en los grupos que establece la variable
área de estudio.
A pesar de la
recomendación de Alderete (2006), de introducir en
el modelo de regresión solo aquellas que resulten significativas
para la variable a predecir, es importante tener en cuenta que,
según Hair et al., (1999), se deben introducir aquellas
variables que se consideren importantes o influyentes para la
predicción, bajo
sospecha de que a pesar de no haber resultado
estadísticamente significativas, podrían modificar o
intervenir en los resultados, debido a evidencias en estudios previos o
el sustento teórico.
Para estimar la
regresión logística se incluyeron como
variables predictoras 6 de las 7 dimensiones del IAMI-R, escogiendo a
las que en el análisis bivariado presentaron una relación
significativa con la variable a predecir, y aquellas que según
investigaciones empíricas y teóricas podrían
aportar al modelo, y se excluyó la Autoeficacia Natural, por no
contar con respaldo teórico y empírico en estudios
predictivos anteriores.
El estadístico Wald
en la Tabla 4 es
significativo, y al tener
que B difiere significativamente de 0, se entiende que produce cambio
sobre la variable dependiente. Continuando con los análisis, la
Tabla 5 muestra -2 LL de
la verosimilitud, el cual se aleja de 0
(392,212a), indicando un bajo ajuste del modelo. En cuanto
al
coeficiente de Cox & Snell R2 (,122) se tiene que es un
valor bajo,
que indica que solo el 12,2% de la variación de la variable
área de estudio es explicada por las dimensiones de Autoeficacia
para las Inteligencias Múltiples incluida en el modelo, y en el
de Nagelkerke (,163) los puntajes se alejan de 1, lo que significa que
un bajo porcentaje de la varianza es explicada por las variables
predictoras introducidas en el modelo.
Estos resultados son
comprensibles, pues tal como lo expresan
Pérez, Fundora y Palmero (2011), la selección de una
carrera universitaria es un proceso integral y también
holístico, que involucra múltiples factores contextuales
y también individuales, donde la autoeficacia es solo uno de
ellos y, por ende, su aporte a la explicación del
fenómeno es parcial.
La Tabla 6 muestra que la
variable con mayor contribución al
modelo es la Autoeficacia Lógico-matemática (B= -,474),
resultado que apoya el sustento teórico y empírico de
Cupani y Pérez (2006), y sugiere que los puntajes bajos en esta
variable se asocian con la selección de una carrera del
área administrativa. La otra variable que aporta una
contribución al modelo es la Autoeficacia Emocional (B=,204),
indicando que puntajes altos en esta variable se asocian con las
carreras del área administrativa. Estos resultados coinciden
parcialmente con antecedentes empíricos e hipótesis
teóricas de Pérez y Medrano (2007), donde los estudiantes
que se creen autoeficaces para manejar las emociones propias y
relacionarse apropiadamente con otros, se orientan en la escogencia de
carreras administrativas, lo cual resulta comprensible.
Por último, la
Tabla No. 6
también muestra que los
alumnos con Autoeficacia Cinestésica alta (B= -,100) optan por
carreras del área industrial, lo cual coincide con lo reportado
en la validación de Pérez y Cupani (2008), y es
parcialmente explicado por la Teoría de las Inteligencias
Múltiples, ya que se trata de destrezas del individuo para usar
su cuerpo en la resolución de problemas o la creación de
productos, coincidente con el perfil de egreso de esta área de
estudios. La Tabla 6
también muestra coeficientes de odds ratio
Exp (B) los cuales, al ser positivos en las variables significativas,
aumentan la probabilidad de ocurrencia.
A diferencia de
investigaciones anteriores, la muestra de
validación estuvo constituida por estudiantes que ya
habían comenzado a cursar estudios universitarios, y al
exponerse a clases y evaluaciones, los juicios propios construidos
durante la adolescencia temprana comienzan a contrastar con las
demandas académicas de un nuevo nivel; es por ello que se
entiende que solo algunas de las dimensiones del IAIM-R resultaran
predictoras del área de estudio seleccionada.
3.3
Estudio 4. Consistencia Interna del Instrumento
Finalmente, se calcularon
los índices de confiabilidad a
través del coeficiente alfa de Cronbach, los cuales resultaron
altamente satisfactorios para cada escala, y van en un rango entre ,833
y ,930 mostrándose en la Tabla 7.
4.
Conclusiones
La confianza que poseen
los estudiantes para desempeñarse en un
área académica determinada es frecuentemente el mejor
predictor del éxito posterior en esa área y, por ello, es
importante contar con un instrumento validado adecuadamente. El IAIM-R
posee cualidades psicométricas, que han sido demostradas por
Pérez y Cupani (2008) en adolescentes de secundaria; sin
embargo, resultaba necesario un análisis psicométrico en
población universitaria. Adicionalmente, según lo
reseña Cortada (2004), el IAIM-R ha formado parte de un sistema
que evalúa las potencialidades psicológicas de los
estudiantes en transición a la Educación Superior, y de
manera exitosa ha permitido relacionarlas con carreras universitarias,
proporcionando información ocupacional adecuada, lo que
justifica su validez predictiva en cuanto a las carreras seleccionadas
por el estudiante de reciente ingreso.
Esta investigación
tuvo como objetivo analizar las evidencias de
validez de constructo y validez predictiva, esta última con
relación al área de estudio, del Inventario de
Autoeficacia para Inteligencias Múltiples Revisado (IAIM-R), en
estudiantes universitarios venezolanos de reciente ingreso. Para ello,
se realizó un análisis factorial exploratorio que
resultó en 7 factores y un análisis factorial
confirmatorio que corroboró la estructura propuesta para la
validez de constructo. Asimismo, se analizó un modelo de
regresión logística binaria para predecir de forma
retrospectiva la elección de carreras pertenecientes al
área industrial o administrativa, y se obtuvieron resultados
consistentes con la teoría y antecedentes empíricos.
Contrario a los resultados
obtenidos por Pérez y Cupani (2008),
donde una estructura de 7 factores no resultó satisfactoria, en
el presente estudio los análisis exploratorios y confirmatorios
dan evidencias de la posibilidad de integrar correctamente las 2
dimensiones de la Autoeficacia intra e interpersonal. Gardner (1995)
consideraba la integración de estos constructos como una
inteligencia que involucraba evaluar y comprender emociones, y
también la habilidad para regularlas frente a los demás,
a la cual denominó Inteligencia Personal.
Pérez y Medrano
(2013) afirmaron que estas 2 inteligencias son
asimilables al concepto de Inteligencia Emocional, definida por Goleman
(1995) como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y
los de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las
relaciones. En dicha definición se integran los aspectos
relacionados con lo externo e interno del individuo, lo que el autor
llamó Inteligencia Interpersonal y Personal, esta última
refiriéndose a la Inteligencia Intrapersonal de Gardner (1994).
Para Goleman (1995), la
Inteligencia Personal se compone de 3
competencias: conciencia de uno mismo, control de sí mismo y
automotivación; por su parte, la Inteligencia Interpersonal
involucra empatía y claras habilidades sociales. Una
revisión a la redacción de los ítems del IAIM-R en
estas 2 dimensiones permite identificar que los componentes propuestos
en la Teoría de la Inteligencia Emocional están presentes
en el inventario, y hace posible pensar en una sola Autoeficacia,
debido que no puede un individuo ser empático o mostrar
facilidad para relacionarse con otros, si antes no logra manejar sus
emociones, autorregularse y motivarse; por lo tanto, son 2 elementos
que no pueden estar separados, sobre todo cuando el individuo debe
emitir un juicio sobre su propia capacidad para manejarse
emocionalmente.
Estos resultados permiten
hacer nuevos aportes a la comprensión
de la Autoeficacia para las Inteligencias Múltiples, toda vez
que se plantea un modelo de 7 dimensiones en vez de 8, lo cual
significa una re-especificación del modelo. Esta diferencia, en
comparación con la validación de Pérez y Cupani
(2008), no puede relacionarse con las edades de la muestra, debido a
que la media en ambas investigaciones fue de 17 años; sin
embargo, la muestra en este estudio pertenece al primer año de
carreras universitarias, lo que puede significar que en la
mayoría de los casos tuvieron que iniciar relaciones con nuevas
personas, afrontar retos en la relación docente-alumno, tomar
decisiones en función de sus propias metas y aspiraciones, lo
cual demanda suficiente madurez, tanto en el manejo de emociones, como
en el manejo de las relaciones, en comparación con estar
aún en el sistema de Educación Secundaria, donde
generalmente estas experiencias son más limitadas.
A partir de ahora, la
Autoeficacia Emocional se definirá con
base en la definición de Goleman (1995) para la Inteligencia
Emocional, y significará el juicio positivo sobre la capacidad
que se tiene para reconocer los propios sentimientos y los de los
demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones. Los
hallazgos de validez del IAIM-R permiten la medición de este
constructo, de manera consistente desde el punto de vista
estadístico, y posibilita la comparación de resultados
entre poblaciones y variables de interés, para el desarrollo de
la Teoría Social Cognitiva, así como aspectos inherentes
al estudiante.
Como ya se ha dicho, esta
investigación traslada el estudio de
la Autoeficacia para las Inteligencias Múltiples a la
población de estudiantes universitarios, pues tradicionalmente
había sido trabajada en adolescentes de finales de
Educación Secundaria, y evalúa la selección de
carrera universitaria de forma retrospectiva. Aunque se conoce que
intervienen otros factores en la selección de carreras
universitarias, el constructo no deja de ser relevante.
Los resultados obtenidos
son consistentes con la teoría y los
hallazgos empíricos de Pérez y Cupani (2008) y
Pérez y Medrano (2007), y a pesar de presentar poco poder
explicativo, dejan claro que los individuos seleccionan áreas de
estudio no solo por la vocación hacia determinada
profesión, sino porque consideran que tienen las habilidades
académicas y personales necesarias para afrontar con
éxito determinadas asignaturas, actividades o profesiones.
Ortega-Pierres, Palacios y
García (2010) señalan que la
autoeficacia posee mejores características explicativas, de
forma científica y válida, cuando no se refiere a
aspectos globales, sino a características específicas de
contextos académicos, como es el caso de este inventario.
Así, un estudiante que se siente poco eficaz en la Inteligencia
Lógico-Matemática opta por carreras del área
administrativa, posiblemente para evadir el obstáculo de las
asignaturas con alta demanda de razonamiento numérico. Del mismo
modo sucede con la Autoeficacia Cinestésica y las carreras del
área administrativa: individuos que se juzgan con poco dominio
para crear productos con sus manos o cuerpo, evaden carreras
relacionadas con la mecánica, eléctrica y
electrónica. La Autoeficacia Emocional contribuye en la
predicción de la selección de carreras administrativas;
es de entender que un individuo que aspira desempeñarse en
cargos organizacionales y administrativos, evalúe positivamente
sus competencias sociales e interpersonales. En conclusión, en
cuanto a la validez predictiva, se entiende que el instrumento es
pertinente cuando se trata de la selección de carreras del
área industrial, en especial por las dimensiones de Autoeficacia
Lógico-Matemática, Cinestésica y Emocional; por lo
tanto, se recomienda su uso como aporte en la predicción de la
selección de carreras universitarias, en las áreas
administrativa e industrial.
En un futuro, al evaluar
la utilidad de un instrumento como este debe
considerarse la posibilidad de predecir resultados académicos en
las áreas de conocimiento específico a los que se hace
referencia, en particular 2 áreas que conforman el componente
básico del plan de estudios de las universidades venezolanas:
las asignaturas de Matemáticas y Lenguaje. Michalis (2008)
resaltó que la Autoeficacia Matemática es mayor predictor
del rendimiento en Matemáticas que la ansiedad ante
exámenes, el género, el autoconcepto matemático y
otras variables.
Identificar los valores de
Autoeficacia para las Inteligencias
Múltiples de los estudiantes de reciente ingreso
resultará de suma importancia, debido a la posibilidad de
moldear conductas de dominio y ejecución en áreas
específicas donde se pueda ver afectado su rendimiento.
Finalmente, el Inventario
de Autoeficacia para las Inteligencias
Múltiples Revisado IAIM-R, adaptado para estudiantes
universitarios venezolanos, muestra valores de confiabilidad aceptables
para su aplicación en este contexto, y abre el camino para
futuras investigaciones que permitan el desarrollo de líneas de
investigación asociadas con el rendimiento académico, y
otros fenómenos como la motivación, la retención y
permanencia en el sistema universitario.
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Correspondencia a:
Emilse Durán-Aponte. Profesora de la
Universidad Simón Bolívar. Coordinadora
de Formación General (USB). Venezuela. Licenciada en
Educación. Magíster en Psicología (USB).
Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la
Universidad Simón Bolívar. Dirección
electrónica: emilseaponte@usb.ve
María Antonieta
Elvira-Valdés.
Profesora de la
Universidad Simón Bolívar, Venezuela.
Licenciada en Educación. Especialista Consultor en
Ecología Humana. Magíster en Psicología (USB).
Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la
Universidad Simón Bolívar. Dirección
electrónica: melvira@usb.ve
Lydia Pujol. Profesora de la
Universidad Simón Bolívar. Venezuela.
Licenciada en Psicología, Especialista en Programas de
Asesoramiento y Desarrollo Humano, Magister en Psicología.
Doctora en Educación (Nova Southeastern University, USA).
Dirección electrónica: lpujol@usb.ve
Artículo
recibido: 20 de setiembre, 2013 Devuelto para
corrección: 17 de diciembre, 2013 Aprobado: 3 de marzo, 2014