¿QUIÉNES SON LOS ALUMNOS CON APTITUD SOBRESALIENTE?
ANáLISIS DE
DIVERSAS VARIABLES PARA SU IDENTIFICACIÓN
WHO ARE
STUDENTS WITH OUTSTANDING ABILITY? ANALYSIS OF DIFFERENT
VARIABLES FOR IDENTIFICATION
Blanca Ivet Chávez
Soto1, Fabiola Zacatelco
Ramírez2, Guadalupe Acle
Tomasini3
1
Docente de la maestría en Educación Especial, Facultad de
Estudios
Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de
México. Maestría
en Educación Especial y actualmente estudiante del doctorado en
Psicología en el área de Educación y Desarrollo en
la Universidad
Nacional Autónoma de México. Dirección
electrónica:
mil_chavez@hotmail.com
2
Profesor Titular “C” de la maestría en Educación
Especial, Facultad
de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma
de
México. Doctorada en Psicología en el área de
Educación y Desarrollo,
Maestría en Educación Especial por la Universidad
Nacional Autónoma de
México. Dirección electrónica: fabyzacatelc@yahoo.com.mx
3
Profesor Titular “C” de la maestría en Educación
Especial, Facultad
de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma
de
México. Doctorada en Antropología Social por la
Universidad
Iberoamericana. Especialización en Logopedia en la Universidad
Católica
de Lovaina, Bélgica. Dirección electrónica: gaclet@unam.mx
Dirección para correspondencia
Resumen
El
artículo tuvo como objetivo caracterizar las aptitudes
sobresalientes en alumnos de tercero a quinto grado de primaria con
relación a la edad, sexo y variables asociadas. Se
trabajó en tres
escuelas públicas del Distrito Federal, México. Se
utilizó un muestreo
no probabilístico, intencional, participaron 670 niños
(Medad = 9.18,
DE = .997), 356 mujeres y 314 hombres. También, colaboraron 24
docentes, 21 mujeres y 3 hombres (Medad = 43 años). Se aplicaron
el
Test de Matrices Progresivas Raven, Prueba de Pensamiento Creativo de
Torrance, Escala de Compromiso con la Tarea, Prueba de Autoconcepto
Académico y Lista de Nominación. Se identificaron 34
niños con perfil
sobresaliente, quienes obtuvieron puntuaciones por encima del percentil
75 en por lo menos tres de las cinco pruebas, los cuales se
distribuyeron en tres grupos de acuerdo con la cantidad de variables
con estimaciones superiores. La U de Mann Whitney mostró que no
había
diferencia entre las variables con respecto al sexo, se observó
que los
niños de mayor edad eran más creativos. La prueba
Kruskal-Wallis
reportó diferencias significativas entre los tres grupos en la
creatividad, compromiso con la tarea, autoconcepto académico y
en la
nominación del maestro. La correlación de Spearman
mostró asociaciones
positivas y significativas, entre la edad y la creatividad; y el
compromiso con la tarea con el autoconcepto académico. Se
concluye que
los alumnos sobresalientes forman parte de un grupo heterogéneo,
por lo
que es necesario considerar diferentes variables para evaluarlos y
determinar sus necesidades educativas.
Palabras clave: INTELIGENCIA, ESTUDIANTES SOBRESALIENTES,
EDUCACIÓN
PRIMARIA, MÉXICO.
Abstract
The
purpose of the study was to determine the characteristics of the
outstanding skills students in third through fifth grade in relation to
age, sex and associated variables. The research was performed in three
public schools in Mexico City, Mexico. We used an intentional
non-probability sample, the trial included 670 children (Medad = 9.18,
DE = .997), 356 women and 314 men; 24 teachers, 21 women and 3 men
(Medad = 43 years). We applied the Raven Progressive Matrices Test,
Torrance Test of Creative Thinking, Task Commitment Scale, Academic
Self-concept Test and Nomination List. 34 children were identified with
outstanding profile, because they obtained scores above the 75th
percentile in at least three of the five tests, which were divided into
three groups according to the number of variables with higher
estimates. The Mann Whitney U test showed no differences between
variables with respect to sex, we observed older children were more
creative. The Kruskal -Wallis test reported significant differences
amongst the three groups in creativity, task commitment, academic
self-concept and teacher nomination. The Spearman correlation showed
significant positive associations between age and creativity; and task
commitment to academic self-concept. We conclude outstanding students
are part of heterogeneous group, so it is necessary to evaluate them
with different variables to determine their educational needs.
Keywords: INTELLIGENCE, OUTSTANDING STUDENTS,
PRIMARY EDUCATION, MEXICO.
1.
Introducción
En las escuelas existen
niños y niñas con diferentes características
individuales y grupales, derivadas de factores sociales,
económicos,
culturales, geográficos, étnicos, religiosos y
personales, a esto es lo
que generalmente se le conoce como diversidad. Se debe mencionar que en
los centros educativos existen profesores y estudiantes con realidades
y características que los hacen diferentes e irrepetibles,
entonces,
existe una gran heterogeneidad al interior de las aulas. Lo anterior,
se ha reflejado en los cambios en la forma de entender a la
educación,
así como en la manera de dar respuestas a las necesidades
especiales de
la población.
Además, se debe
señalar que a partir de 1975, en los Estados Unidos se
creó de forma oficial la Educación Especial (EE) y su
principal
objetivo ha sido crear estrategias de aprendizaje para favorecer las
capacidades de aquellos individuos considerados como la
excepción a la
regla, que puede manifestarse por una ejecución académica
inferior o
superior con relación al promedio (Acle, 1995; Deutsch, 2006).
Al respecto, Frola (2004)
indicó que los niños y niñas con necesidades
educativas especiales no forman parte de un grupo homogéneo, de
acuerdo
a sus características se enfrentan a distintas barreras
físicas y
sociales. En este sentido, en las escuelas existen alumnos y alumnas
que demuestran una capacidad superior al promedio en una o varias
áreas, como la intelectual, liderazgo, desempeño
académico,
creatividad, rendimiento deportivo, artes visuales o dramáticas,
solo
por mencionar algunas a los que se les ha denominado “sobresalientes”
(Friend y Bursuck, 1999). Asimismo, autores como, Gerson y Carracedo
(2007) consideraron que estos estudiantes requieren adaptaciones
curriculares específicas para evitar que se aburran en la
escuela y
presenten problemas en su motivación, bajo rendimiento escolar o
trastornos emocionales.
En los Estados Unidos
aproximadamente 2 millones de niños y niñas se
encuentran en programas especiales para sobresalientes, lo que
sitúa a
la categoría como la segunda con una mayor cantidad de casos
atendidos
(Heward, 2004). Lo anterior coincide con los estudios internacionales
que reportan una incidencia de entre un 5% a un 20% de esta
población
en edad escolar (Renzulli, 1986, 2011; Strong y Delgado, 2005;
Vondráková, 2011; Wu, 2005; Zamora, 2008). En cuanto a
los y las
estudiantes con coeficientes intelectuales (C.I.) superiores a 130 se
ha encontrado que este porcentaje oscila de un 2% a un 3% (Davis, Rimm
y Siegle, 2010; Gargiulio, 2010; Jiménez, Artiles,
Ramírez y álvarez,
2004). Mientras tanto, las investigaciones realizadas en México
reportaron que hay entre un 5% a un 15% de alumnos y alumnas con
aptitud sobresalientes en las escuelas primarias (Cervantes et al.,
2011; Chávez, 2008, Chávez, Zacatelco y Acle, 2009; Ordaz
y Acle, 2012;
Zacatelco, 2005; y Zavala, 2004). Sin embargo, es preciso
señalar que
las diferencias en las cifras se deben principalmente al modelo y a las
estrategias que se han empleado para identificarlos.
Por su parte, la
Secretaria de Educación Pública (SEP, 2009)
también ha
proporcionado datos estadísticos en los que se observó
que durante el
año de 1997 se brindó atención a un total de 8,386
alumnos y alumnas
con aptitud sobresaliente y para el 2008 esta cifra disminuyó a
2,863.
A través de distintas acciones diseñadas para detectar a
esta
población, en el año 2011 se obtuvo un incremento a 110
mil 478 niños y
niñas (Díaz, 2011), pero en el 2012 la cantidad
nuevamente se reduce a
104,968 estudiantes (SEP, 2012).
Al hacer una
revisión más precisa de este último dato, en el
reporte
del Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la
Integración Educativa se encontró que en el Distrito
Federal se
detectaron a 3,168 niños y niñas de una matrícula
de 942,442
estudiantes, lo que refleja que se identificó a menos del 1% con
aptitud sobresaliente. Al respecto, autores como Armenta (2008)
indicaron que es conveniente revisar la definición que se
utiliza y las
estrategias empleadas a fin de crear acciones o procedimientos
más
flexibles que permitan seleccionar a los niños y niñas de
acuerdo a su
propio contexto y características, debido a que la evidencia
empírica
ha mostrado una incidencia entre 5% y 15% de población
sobresalientes
en edad escolar (Cervantes et al., 2011; Chávez et al., 2009;
Ordaz y
Acle, 2012; Renzulli, 2011; Strong y Delgado 2005;
Vondráková, 2011;
Wu, 2005; Zacatelco, 2005; Zamora, 2008; y Zavala, 2004).
Frente a tal escenario, si
bien en México se han dado pautas para la
identificación de niños y niñas con aptitudes
sobresalientes de
Educación Primaria, aún falta mucho por realizar, de
ahí que sean
necesarias acciones que consideren los aspectos teóricos y la
evidencia
empírica para conocer las características de esta
población, a fin de
crear instrumentos y procedimientos que cumplan con los requisitos
psicométricos y que sean capaces de detectar y determinar las
necesidades educativas de estos estudiantes.
2.
Referente teórico
Entrando en materia, Moska
(2004) ha destacado que el primer paso para
ofrecer el apoyo que requieren los alumnos y alumnas con aptitud
sobresaliente es su identificación y la evaluación de sus
capacidades,
por lo que es indispensable contar con sistemas de detección
flexibles
en los que se retomen distintas variables asociadas con esta
categoría,
con el propósito de evaluar sus características
intelectuales,
motivacionales, afectivas y complementar la información a
través de las
observaciones realizadas por los maestros. A partir de lo anterior es
importante hacer una revisión de algunos de los principales
modelos
teóricos que se han desarrollado para definir a esta
categoría.
2.1.
Modelos teóricos conceptuales
A largo de la historia se
han diseñado propuestas sobre los aspectos a
evaluar en los niños y niñas sobresalientes. En este
sentido, los
primeros modelos fueron los orientados a lo innato o genético y
su
principal representante fue Terman, quien definió dicha
capacidad a
través del concepto de superdotados para referirse a aquellos
individuos que presentaban un nivel intelectual superior, es decir,
Coeficiente Intelectual, C.I., por arriba de 130 en la prueba de
Stanford-Binet, en una amplia gama de aptitudes y que aprendían
con
facilidad cualquier área o materia. Se debe indicar que este
autor al
final de su vida tuvo dudas con respecto a su forma de detectar y
llegó
a afirmar que el éxito académico de estas personas se
debía a variables
emocionales e interpersonales y no solo a la presencia de un C.I.
elevado (De Zubiria, 2009).
Otro de los modelos
más sugestivos es el propuesto por Renzulli (2011),
quien ofreció una alternativa amplia y flexible para definir a
los
alumnos y alumnas con aptitud sobresaliente como “aquellos que poseen
un conjunto relativamente bien definido de tres grupos de cualidades:
habilidad arriba de promedio, creatividad y compromiso con la tarea”
(p.152). Por lo tanto, consiste en comportamientos que reflejan su
interacción entre estas cualidades humanas que se aplican a
cualquier
área de desempeño como las Artes, Literatura,
Matemáticas y Deportes.
El mérito de esta propuesta se debe a que incluyó otros
aspectos
vinculados a las personas sobresalientes, tales como la
motivación,
además, la habilidad intelectual se definió de forma
distinta, ya no es
solo un factor, sino que existe una serie de capacidades en los
individuos que los hacen que destaquen en distintas disciplinas, por lo
que la visión se vuelve más compleja.
En cuanto a los modelos
socioculturales representaron una perspectiva
más amplia para explicar esta categoría, en los cuales se
establece que
los factores externos influyen de forma directa en el desarrollo de los
niños y niñas. Tal como lo afirmaron Gagné (2010),
Heller y Hany
(2004), Mönks y Van Boxtell (1992), Piirto (1999), Tannenbaum
(1991),
quienes han considerado que los logros destacados están
determinados
por la interrelación de los siguientes factores (Benavides, Maz,
Castro
y Blanco, 2004):
• Habilidad general: definida como el factor “g” en el que se
denota la
abstracción del pensamiento y una variedad de componentes
específicos
que se pueden conocer con el empleo de pruebas de inteligencia general.
• Habilidades
específicas: hacen referencia a ciertas aptitudes en
áreas como las Artes, Matemáticas, Ciencia, Literatura.
Aquí también se
consideran las capacidades que se emplean en la resolución de
problemas
como las propuestas por Guilford (1977) en el cubo del intelecto
humano, en las que destaca la creatividad.
• Motivacionales:
relacionadas con la capacidad que tiene el individuo
para orientarse de manera autónoma, con los factores
intrínsecos que lo
dirigen a terminar determinadas tareas o actividades.
• Personalidad: en este
rubro se encuentran agrupadas una serie de
características individuales que en ocasiones están
presentes en dicha
población como: la imaginación, conocimiento,
intuición, apertura o
sentido de ingenuidad, liderazgo, perspicacia, perfeccionismo,
persistencia, resiliencia, autodisciplina, autoeficacia, autoconcepto,
tolerancia a la ambigüedad y voluntad.
• Ambientales: los alumnos
sobresalientes se desenvuelven en los
contextos sociales: familia, escuela y comunidad que les permiten
favorecer o inhibir sus capacidades
• Oportunidad: es un
fenómeno que se relacionó con un simple golpe de
suerte, un evento al azar que ayuda de forma individual y total al
desarrollo de las habilidades de los niños y niñas.
Como se puede observar,
las definiciones y los modelos conceptuales
respecto a los alumnos y alumnas con aptitud sobresaliente han
cambiado; en un primer momento solo se consideraba a la inteligencia,
pero con las investigaciones realizadas por Guilford (1977) se
incluyó
a la creatividad como otro aspecto importante, también se
determinó que
habían factores personales vinculados con el éxito
académico y
profesional como la motivación y el autoconcepto
académico, más
recientemente se ha destacado que el ambiente social conjuntamente con
las otras variables antes señaladas favorece el desarrollo
cognoscitivo
del individuo.
2.2.
Caracterización del alumno y alumna sobresaliente
Las características
de los alumnos y alumnas con aptitud sobresaliente
se han abordado en los distintos modelos teóricos
diseñados para
definirlos. Al realizar un análisis sobre las variables que los
autores
consideran en la identificación y estudio de esta
población se observó
que incluyen aspectos cognoscitivos, motivacionales, personales y en
los factores externos se encuentran la percepción de los
docentes como
elemento clave en la selección.
2.2.1.
Habilidades cognoscitivas generales y específicas
Para Gagné (2010),
Mönks y Van Boxtell (1992) y Renzulli (1986) es
evidente que los alumnos y alumnas sobresalientes presentan elevada
capacidad de memorización para recordar sucesos con detalle, les
gusta
inspeccionar y experimentar de forma continua, por lo general comienzan
hablar antes de tiempo, algunos incluso leen en edades muy tempranas.
También, se ha observado que muestran precocidad para escribir y
amplios intereses por distintos temas. La capacidad intelectual general
se relaciona con altos niveles de pensamiento abstracto, razonamiento
verbal y numérico, relaciones espaciales, memoria, fluidez de
palabras,
procesamiento y recuperación selectiva de la información
(Lorenzo,
2006), es decir, consiste en la capacidad de procesar e integrar
experiencias que tienen como resultado respuestas apropiadas y que se
adaptan a nuevas situaciones. Estas habilidades se miden normalmente
mediante las pruebas de aptitud general o de inteligencia y son
aplicables a una gran variedad de situaciones de aprendizaje (Benito,
1996).
En cuanto a las
habilidades cognoscitivas específicas, estas consisten
en la capacidad de adquirir conocimientos, patrones, o estrategias para
realizar una o más actividades de tipo especializado y dentro de
una
gama restringida. Son las destrezas que los seres humanos expresan en
campos particulares, como la Química, el Ballet, las
Matemáticas, el
Ajedrez, Música, Escultura, Fotografía, solo por
mencionar algunas
(Benito, 1996; Renzulli, 1986). Autores como Blanco (2001) y Gargiulo
(2012) indicaron que los factores intelectuales específicos se
observan
a través de logros importantes y profundo conocimiento en
determinadas
áreas como las académicas (verbal, matemática,
ciencias, tecnología),
deportes, artes, idiomas y relaciones sociales.
Para evaluar las
capacidades cognoscitivas específicas, Regadera y
Sánchez (2002) reconocieron que existen algunos instrumentos que
permiten apreciar en qué aptitudes intelectuales destacan los
niños y
las niñas, tales como las pruebas para evaluar el razonamiento
verbal,
numérico, matemático, lógico, habilidad espacial y
memoria. De tal
forma que se puede emplear la Batería de Aptitudes Diferenciales
y
Generales de Yuste o la Prueba de Aptitudes Mentales Primarias de
Thurstone (Benavides, et al., 2004).
2.2.2.
Creatividad
Otro de los factores
cognoscitivos a los que se le ha dado importancia
es a la creatividad (Renzulli, 2011). Las investigaciones sobre este
tema comenzaron a desarrollarse a partir de 1950, y algunos autores,
como Chacón (2005) Núñez (2004) y Sefchovich y
Waisburd (1996),
indicaron que Guilford fue el pionero en establecer las
características
del pensamiento creador y esto se consideró un estímulo
clave para
promover el interés de los psicólogos en dicho constructo.
Posteriormente, uno de los
autores que se vio influido por estas ideas
fue Torrance (1977), quien mencionó que la época espacial
provocó una
serie de cambios en la visión de la creatividad, comenzaron a
proliferar las opiniones de los impugnadores de la educación
norteamericana, que expresaron que para comportarse con eficacia en el
universo, el hombre debía mejorar, siempre que le fuera posible,
de tal
forma que se exigiría más la capacidad creativa de los
niños y niñas.
Para Torrance (1977, 2008)
la creatividad es un proceso que se expresa
en los cambios que se descubren, en los nuevos elementos y relaciones,
además la operacionalizó a través de los
siguientes indicadores:
fluidez (capacidad para producir un gran número de ideas),
flexibilidad
(aptitud para cambiar de una línea de pensamiento a otra),
originalidad
(habilidad para aportar ideas o soluciones que están lejos de lo
obvio,
común o establecido) y elaboración (destreza para llenar
de detalles
los dibujos), cabe señalar que en el caso de los y las
estudiantes
sobresalientes generalmente obtienen puntuaciones elevadas en estos
aspectos. Por su parte, Prieto (1999) indicó que la creatividad
es una
habilidad que requiere cierto estado mental caracterizado por una
aptitud abierta y entusiasmo, dentro de sus investigaciones sobre dicha
variable en niños y niñas sobresalientes ha encontrado
que son
curiosos, les gusta asumir riesgos, comprenden ideas complejas y
demuestran altos niveles de imaginación.
2.2.3.
Compromiso con la tarea
La noción de
compromiso con la tarea es compleja, autores como Botías,
Higuera y Sánchez (1998) y Rayo (2001) indicaron que esta se ha
relacionado con la tenacidad de un sujeto para permanecer con
dedicación durante un tiempo prolongado en una tarea o meta de
trabajo.
Renzulli (2011) hizo referencia a que es una característica que
se
vincula con la habilidad para comprometerse totalmente en un problema o
un área de ejecución específica. Los
términos que más frecuentemente se
han empleado para describir al compromiso con la tarea son
perseverancia, resistencia, trabajo duro, dedicación y
autoconfianza.
Por su parte, Schunk
(1997) señaló que en el compromiso con la tarea se
resalta que el aprendizaje es una meta, los alumnos y alumnas que se
comprometen, se olvidan de sí mismos y se concentran en las
exigencias
de la actividad. Al respecto, Renzulli (1986) indicó que en los
estudios realizados con estudiantes sobresalientes una
característica
en común era el interés persistente hacia el logro de las
actividades y
la gran dedicación hacía las áreas que les
gustaban. En este sentido,
los niños y niñas destacaron por ser perseverantes, lo
cual se observa
en la intensidad y devoción con la que realizan sus actividades
(Rayo,
2001). Por tanto, es un componente esencial en esta categoría
que se
origina en la infancia, por lo que se presenta a edades tempranas desde
el primer ciclo escolar (Pomar, 2001; Zacatelco, 2005).
Finalmente, los estudios
realizados por Pomar (2001) revelaron que los
alumnos y alumnas sobresalientes obtienen mejores resultados en su
aprendizaje cuando tienen un alto compromiso con la tarea, de
ahí la
importancia de mantener este interés a lo largo del tiempo.
Además,
consideró que para alcanzar logros a nivel excepcional se debe
dar una
combinación tanto de los intereses como de la motivación,
de manera que
la persistencia, la tenacidad y el disfrutar de la actividad son los
mejores indicadores de una confluencia significativa entre el
estudiante y su ámbito educativo.
2.3.4.
Autoconcepto Académico
El autoconcepto en la vida
cotidiana es muy importante, ya que es la
forma en que la persona se percibe y esto influye en la manera en
cómo
se relaciona con su medio. En el caso de los niños y
niñas juega un
papel fundamental en la adquisición del conocimiento, debido a
que se
desarrolla y estabiliza durante la etapa escolar. Autores como Piers y
Harris (1984) indicaron que la autoevaluación de las capacidades
puede
predecir la conducta futura.
Al respecto, Zavala (2004)
señaló que existen vínculos entre la
motivación y el autoconcepto, los cuales, a su vez, influyen en
el
rendimiento académico en los diferentes niveles educativos, por
lo que
son catalizadores del desarrollo del potencial sobresaliente de los
alumnos y alumnas.
Mientras tanto, Renzulli
(2011) ha incluido al autoconcepto entre los
factores personales que permite lograr éxitos en las distintas
áreas
académicas de los y las estudiantes con aptitud sobresaliente.
En este
sentido, Tannembaum (1991) indicó que la percepción
positiva o negativa
de sí mismo influye en que se facilite o inhiba el desarrollo de
las
habilidades. Por eso, Mönks (1999) señaló que los
niños y niñas
sobresalientes con un autoconcepto bajo comúnmente fracasan en
sus
estudios, ya que sus percepciones se relacionan con sentimientos
negativos sobre sus capacidades y muestran poca motivación. Por
su
parte, Moritz, Read, Clark, Callahan y Albaugh (2009), Hoge y Renzulli
(2007) en sus investigaciones encontraron que el autoconcepto positivo
facilita el logro y el éxito académico de los y las
estudiantes.
Cabe resaltar que los
alumnos y alumnas pueden tener un autoconcepto
positivo o negativo independientemente de sus habilidades
cognoscitivas, es decir, existen niños y niñas con un
C.I. alto y
presentan un autoconcepto bajo o por el contrario. Al respecto, Pomar,
(2001); Preckel, Goetz, Pekrun y Kleine (2008) han mencionado que el
autoconcepto académico es uno de los principales predictores del
rendimiento y del aprendizaje, de tal forma que la combinación
de esta
variable, con la motivación y con la capacidad intelectual
favorece la
predisposición al éxito o al logro en distintas
áreas.
2.2.5.
La participación del docente
En este tema, autores como
Ferrando, Prieto, Ferrándiz y Sánchez
(2005), Valadez, Pérez y Beltrán (2010), Zacatelco,
Chávez, Lemus,
Tapia y Ortiz (2010), Zavala, (2004) indicaron que los y las docentes
proveen información útil sobre los alumnos y alumnas con
aptitud
sobresaliente, debido a que al interactuar por largos períodos
en
actividades académicas poseen datos privilegiados sobre sus
habilidades, intereses, inquietudes y estilos de aprendizaje. De
ahí
que se considere a la nominación del profesor como una
herramienta más
de identificación que complementa los datos obtenidos en las
otras
pruebas de evaluación.
En tal caso, Rayo (2001)
señaló que se debe investigar sobre las
actitudes e ideas que tienen los profesores y profesoras respecto a los
niños y niñas sobresalientes, porque estas influyen en el
proceso de
identificación. Dado que son una fuente indispensable de
información,
ya que a través de sus observaciones conocen el rendimiento
escolar,
conductas y características de sus estudiantes lo que les provee
de
indicios relacionados con los niveles de inteligencia, creatividad y
motivación. Asimismo, pueden hacer modificaciones en sus
estrategias
educativas y en los recursos didácticos para favorecer sus
capacidades
(Endepohls-Ulpe y Ruf, 2005).
Por su lado, la
aportación del docente no está exenta de problemas,
pero si se le brindan los apoyos necesarios e instrumentos adecuados es
de gran ayuda en el proceso de selección (Blanco, 2001). En este
sentido, Genovard (2006) señaló que se les debe
proporcionar una
preparación especial para que reconozcan las
características, mitos,
estereotipos y estrategias de intervención con relación a
esta
categoría.
Las variables mencionadas
son importantes en la detección de los y las
estudiantes con aptitud sobresaliente, por lo que en los distintos
modelos teóricos se retoman y con base en los estudios se
reconozcan
como características presentes en esta población. Se ha
hecho hincapié
en que los factores cognoscitivos, motivacionales y afectivos
interactúan y cada uno es necesario e insustituible; así
mismo, se
reconoce que el profesor es una fuente de información
fundamental que
complementa los procesos de selección. De aquí que sea
importante
contar con sistemas mixtos de identificación en los que se
evalúen
distintos factores con el propósito de caracterizar a los
niños y niñas
con aptitud sobresaliente de nivel primaria, tal y como
señaló Armenta
(2008), debido a que ellos comparten ciertas habilidades, pero cada uno
es diferente.
2.4
Situación en México
La atención
brindada de manera oficial a los alumnos y alumnas
sobresalientes de educación primaria comenzó en
México en 1982 a partir
de la estandarización de la escala de inteligencia Wechsler para
nivel
primaria (WISC-RM), a través de la cual, por un lado, se
lograron
identificar en el Distrito Federal a los y las estudiantes con un
Coeficiente Intelectual igual o superior a 130 y, por otro, brindar
atención a sus necesidades educativas, de tal modo que en 1989
surgió
el Programa Capacidades y Aptitudes Sobresalientes (CAS) desarrollado
por la SEP.
Posteriormente, con la
implantación del Programa de Integración
Educativa en 1993, la identificación y atención a este
tipo de
estudiantes disminuyó, debido a la manera en cómo se
reorganizaron los
servicios de educación especial en las escuelas (López,
2008). Esto dio
pauta al desarrollo de diversas investigaciones, cuyo propósito
era
caracterizarlos e identificarlos (Benavides et al., 2004; López,
2008;
Zacatelco, 2005; Zavala, 2004). No fue sino hasta el año 2001
que en el
Programa Nacional de Educación se planteó nuevamente el
interés por los
y las estudiantes sobresalientes y se propuso, como acción
importante,
establecer los lineamientos para identificar y crear acciones
educativas para dicha población; sin embargo, hasta el
año 2004, aún no
se presentaban los avances con respecto a las estrategias marcadas
(Benavides et al., 2004).
Es de resaltar que en el
año de 2006, la SEP realizó una propuesta de
intervención y atención educativa para alumnos y alumnas
con aptitudes
sobresalientes donde se estableció la definición que
actualmente se
emplea dentro del sistema educativo mexicano; en ella se
estableció que
“los niños, niñas y jóvenes con aptitudes
sobresalientes son aquellos
capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al
que pertenecen en uno o más de los siguientes campos del
quehacer
humano: científico-tecnológico,
humanístico-social, artístico y/o
deportivo” (p. 59). Aun cuando esto ha representado un avance, Armenta
(2008) indicó que el concepto es ambiguo, porque que el
término
“destacar significativamente” no da la pauta para reconocer claramente
a los niños y niñas que cumplan con este criterio y,
más aún, si no se
sabe quiénes son las personas encargadas de realizar la
evaluación ni
cómo la llevan a cabo, por lo tanto, no solo se dificulta la
identificación, sino la atención.
Es de mencionar que
distintas instituciones educativas en México,
también se interesaron en el estudio de los niños y
niñas con aptitud
sobresaliente. En un primer momento fue la Universidad de las
Américas
donde se diseñaron cursos y diplomados para los profesionales
interesados en la temática (López, 2008). De forma casi
paralela, en el
programa de Maestría de la Universidad Nacional Autónoma
de México
(UNAM), en particular, en la Residencia de Educación Especial en
la
sede de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, se iniciaron los
estudios encaminados a reconocer las características de los
niños y
niñas con altos niveles de creatividad. Un trabajo relevante de
este
programa fue la propuesta de identificación para estudiantes
sobresalientes de zonas marginales desarrollada por Zacatelco (2005),
con base en el modelo de Renzulli (1986); la autora validó
psicométricamente dos instrumentos la Escala de Compromiso con
la Tarea
y la Prueba Farrens de Creatividad que han demostrado su utilidad para
la detección de esta población. Se inició
así la línea de investigación
referente a la aptitud sobresaliente, de tal manera que a lo largo de
diez años se validó el modelo de identificación
(Zacatelco y Acle,
2009) con él se han evaluado a un total de 1,706 estudiantes de
escuelas primarias públicas, y se han identificado al 7% de
ellos con
aptitud sobresaliente (Zacatelco, en prensa); así mismo, con
base en la
estrategia de enriquecimiento se han diseñado e instrumentado
diferentes programas para favorecer las capacidades de los individuos
identificados (Chávez et al., 2009; Lemus, 2011; Zacatelco y
Chávez,
2013).
Con la experiencia
recabada, se observó la necesidad de complementar el
proceso de identificación previamente validado por Zacatelco
(2005) con
la incorporación de otras variables asociadas con esta
categoría. En
este sentido, se trabajó con el análisis
psicométrico del Test de
Matrices Progresivas Raven (Raven, Court y Raven, 1993) y se crearon
dos instrumentos más, uno para evaluar Autoconcepto
Académico (Chávez,
Zacatelo y Acle, 2011) y una Lista de Nominación para el Maestro
(Zacatelco, Chávez y González, 2013). De ahí que
en el presente trabajo
se considera pertinente partir del Modelo Multifactorial del Talento
desarrollado por Mönks y Van Boxtell (1992) donde se han retomado
las
características propuestas por Renzulli (capacidad superior,
creatividad y compromiso con la tarea), los aspectos de personalidad
como el autoconcepto académico y la participación del
docente como
elementos clave en la identificación.
Un aspecto relevante que
justifica esta investigación es el hecho de
que en México hay pocos estudios en relación con esta
categoría, tal y
como lo reportaron Valdés y Vera (2012). Otra aportación
importante es
el incluir al autoconcepto académico como parte de la
evaluación en
población infantil, debido a que este se ha considerado en sus
distintas dimensiones en los adolescentes y adultos. De igual forma, la
inclusión del docente como parte complementaria en el proceso de
identificación al reconocerlo como un actor importante, es otra
de las
contribuciones de esta propuesta.
3.
Objetivo
El objetivo del estudio
fue caracterizar las aptitudes sobresalientes
en alumnos y alumnas de tercero a quinto grado de primaria con
relación
a la edad, sexo y variables asociadas.
4.
Metodología
4.1.
Tipo de estudio
Es un estudio cuantitativo
de tipo transversal, dado que los
instrumentos se aplicaron en un momento determinado, en un tiempo
único. Es descriptivo y correlacional (Kerlinger y Lee, 2001),
porque
tiene como propósito describir y analizar la relación
entre un grupo de
variables que forman parte de las características de los
niños y niñas
con aptitudes sobresalientes: inteligencia, creatividad, compromiso con
la tarea, autoconcepto académico y una lista de
nominación para el
maestro.
4.2.
Contexto
Se trabajó en tres
escuelas primarias ubicadas al oriente del Distrito
Federal México, en una zona urbana marginal de la
delegación
Iztapalapa. Esta demarcación tiene como características
sociodemográficas ser la más poblada del país, con
asentamientos
irregulares, en los que se carece de algunos servicios básicos,
como
agua, luz y drenaje. También, es el lugar donde están
concentradas la
mayor cantidad de adultos jóvenes y personas inmigrantes que
provienen
de distintos estados de la república (Instituto Nacional de
Estadísticas y Geografía en Informática, 2013).
4.3.
Participantes
Se utilizó un
muestreo no probabilístico de tipo intencional. Se invitó
a los directores de tres escuelas primarias públicas para
colaborar en
la investigación (periodos escolares 2012 y 2013), participaron
24
grupos (ocho de tercero, ocho de cuarto grado y ocho de quinto) en los
cuales estaban inscritos un total de 670 estudiantes, 356 mujeres (60%)
y 314 hombres (40%) con un rango de edad de siete a 11 años (Medad
=
9.18, DE = .997) ver Tabla 1.
Además, colaboraron
los 24 maestros a cargo de los grupos (21 mujeres y
3 hombres) con un rango de edad de 23 a 63 años (Medad=
43 años). Por
cada grado escolar había ocho profesores, en promedio
tenían 18 años de
experiencia docente. En cuanto a su formación profesional, 10
eran
Normalistas, 13 con Licenciatura en Educación Primaria. Solo uno
contaba con el estímulo de carrera magisterial y todos
refirieron no
haber tomado cursos ni tener experiencia en trabajar con alumnos
sobresalientes.
4.4.
Herramientas
Test de Matrices
Progresivas de Raven Forma Coloreada Versión Adaptada
(Raven et al.,1993), instrumento que mide la capacidad intelectual a
través del factor “g” de inteligencia, desde la propuesta de
Spearman;
consta de 36 problemas de completamiento ordenados de menor a mayor
dificultad, distribuidos en tres series A-AB-B. Para emplear el
instrumento se realizó una confiabilidad mediante un test-retest
y se
obtuvo una r = .774, también se encontró un Alpha de
Cronbach de 0.88,
lo cual apoya la consistencia interna del instrumento.
Prueba de Pensamiento
Creativo Versión Figural A (Torrance, 2008),
tiene como propósito evaluar las producciones creativas de las
personas
con tres actividades (componer un dibujo, acabar un dibujo y
líneas
paralelas), las cuales se califican con los indicadores de fluidez,
originalidad, elaboración, títulos y resistencia al
cierre prematuro.
Esta prueba cuenta con una validez de constructo realizada en
niños y
niñas de primaria de la delegación Iztapalapa y
mostró un índice de
confiabilidad de 0.90 obtenido por el Alfa de Cronbach.
Escala de Compromiso con
la Tarea (Zacatelco, 2005) para identificar
los niveles de motivación intrínseca a través de
los diferentes
factores que la integran que son interés, persistencia y
esfuerzo, así
como su incidencia tanto en áreas curriculares, es decir,
actividades
en el salón de clase, tareas y exámenes, como extra
curriculares, o
sea,deporte, lectura y música. Consta de 18 reactivos tipo
likert, con
seis intervalos de respuesta que van de “nunca” marcado con el
número
uno, a “siempre” que corresponde el número seis. Se considera
que un
sujeto tiene alto compromiso con la tarea cuando responde de manera
afirmativa a los enunciados, por el contrario, si contesta de forma
negativa tendrá manifestaciones bajas o casi nulas de esta
variable.
Asimismo, el instrumento fue validado en tres escuelas de la
delegación
Iztapalapa con una confiabilidad de 0.79 obtenida por un Alfa de
Cronbach.
Prueba de Autoconcepto
Académico (Chávez et al., 2011) para conocer la
percepción que tienen los niños y niñas sobre su
rendimiento en las
materias escolares: Matemáticas, Español, Historia,
Ciencias Naturales,
Educación Física y Artística. El instrumento
está distribuido en dos
partes: la primera corresponde a los datos personales de los alumnos,
nombre, edad, grado escolar, nombre de la escuela, número de
lista, así
como las instrucciones para responder las preguntas y un ejemplo. En la
segunda se encuentran un total de 31 ítems, que tienen un
formato tipo
likert con siete opciones de respuesta. La prueba obtuvo una
confiabilidad de 0.848 a través de un Alfa de Cronbach.
Lista de Nominación
de Maestros para Identificar Potencial
Sobresaliente (Zacatelco et al., 2013) que tiene como objetivo conocer
la percepción de los maestros a partir de los factores
propuestos por
Renzulli (creatividad, compromiso con la tarea, capacidad superior y
aspectos socioafectivos). El instrumento consta de dos partes, en la
primera están los datos del profesor y del alumno, en la segunda
hay 37
ítems dicotómicos que el docente responde para nominar a
los niños y
niñas que consideran con características sobresalientes.
La
confiabilidad total de la prueba fue de 0.934 obtenida por un Alfa de
Cronbach.
4.5.
Procedimiento
Para llevar a cabo el
estudio se acudió a cada una de las escuelas
primarias y se solicitó permiso al director/a, profesores/as, el
consentimiento informado de los padres de familia y el asentimiento de
los niños y niñas para la aplicación de los
instrumentos. Para el
proceso de evaluación se asistió a cada uno de los
salones, se platicó
con los profesores y profesoras sobre las actividades que se iban a
realizar y se solicitó su ayuda para contestar la Lista de
Nominación
del Maestro, una por cada estudiante que estuviera inscrito en su aula,
se les comentó que tendrían aproximadamente un mes para
entregarla. La
aplicación de los instrumentos se hizo durante cinco semanas
para cada
escuela, a continuación se describe el procedimiento general
desarrollado en cada una de ellas.
En la primera semana, se
solicitó al profesor permiso para aplicar la
Prueba de Pensamiento Creativo Versión Figural A. Se
proporcionó un
cuadernillo a cada uno de los alumnos y alumnas, se les indicó
que en
la primera hoja colocaran sus datos personales, se comentó que
se
realizarían tres actividades y que contaban con diez minutos
para cada
una. Se dieron las instrucciones de la primer tarea denominada
“diseñar
un dibujo”, se explicó que en la hoja había una mancha de
tinta y que a
partir de esta tenían que hacer un dibujo que fuera original y
que le
escribieran un nombre. Después se hizo el segundo trabajo
llamado
“terminar los dibujos”, se les mencionó que había diez
figuras
incompletas que tenían que utilizar que realizar dibujos
originales,
que pensaran en algo que a nadie se le hubiera ocurrido, después
tenían
que colocaron un nombre a su creación. La última
actividad recibe el
nombre de “líneas paralelas”, se señaló que
tenían diez minutos para
hacer dibujos diferentes y novedosos con los pares de líneas
rectas que
estaban impresas en las hojas, se solicitó que agregaran un
título a
cada uno de sus diseños.
Durante la segunda semana
se aplicó de manera grupal la Prueba de
Compromiso con la Tarea, para ello, se colocaron dos ejemplos en el
pizarrón y se les proporcionó el instrumento a cada
niño y niña. Se
comentaron las indicaciones para contestarla, se resolvieron dos
ejemplos frente al grupo y, se solicitó que respondieran las dos
primeras preguntas para determinar si las instrucciones se
habían
entendido. Se solicitó que contestaran los reactivos y que si
había
dudas levantaran la mano para pasar a sus lugares a resolverlas; de
igual forma, al terminar de responder tenían que alzar la mano
para que
el aplicador acudiera a su lugar y entregaran la prueba, este proceso
se realizó en cada salón en un tiempo aproximado de 30
minutos.
En la tercera, se
asistió nuevamente al grupo y se dieron las
indicaciones para resolver el Test de Matrices Progresiva Raven de
forma grupal, cuando se entendió la explicación se
solicitó a los
alumnos y alumnas que contestaran la prueba; se indicó que si
tenían
alguna duda y que cuando terminaran la actividad levantaran la mano y
el aplicador asistiría a su lugar.
En la cuarta semana, se
aplicó la Prueba de Autoconcepto Académico para
lo cual se proporcionó a cada estudiante un cuadernillo, se
leyeron las
instrucciones de forma grupal, se contestó el ejemplo, se
preguntó si
se había entendido la forma de responder, se explicó que
si tenían
alguna duda lo señalaran para resolvérselas y al terminar
la actividad
levantaran la mano para que se recogiera el instrumento. Durante la
quinta semana se acordaron varios días para asistir a la escuela
con el
propósito de recoger las listas de nominación del maestro
y para
aplicar los instrumentos a aquellos niños y niñas que les
faltara
alguno.
Se diseñó
una base de datos en el programa estadístico SPSS versión
20
y se capturaron los nombres, edades, sexo y los puntajes obtenidos en
los instrumentos por cada uno de los alumnos y alumnas. Se encontraron
las estimaciones mínimas, máximas, medias, la
desviación estándar y el
percentil 75 que, de acuerdo con diversos autores como Renzulli (1986;
2011), Prieto (1999), Valadez, Meda y Zambrano (2006), Manzano, Arranz
y Sánchez de Miguel (2010), Zacatelco (2005) y Zacatelco y
Chávez
(2010), es la puntuación que indica un claro perfil
sobresaliente. Por
lo tanto, en este estudio para la identificación de los y las
estudiantes sobresalientes se consideraron aquellos que obtuvieran
percentiles iguales o por encima del percentil 75 en tres de las cinco
pruebas aplicadas.
Además, con base en
la evidencia empírica se estableció que era
indispensable considerar para todos los niños y niñas con
aptitud
sobresaliente las puntuaciones de percentil 75 en las variables de
inteligencia y creatividad (Espinoza y Reyes Fiz, 2008; Gagné,
2010,
Heller y Hany, 2004; Manzano et al., 2010; Mönks y Van Boxtell,
1992;
Liu, 2007; Piirto, 1999; Renzulli, 2011; Sternberg, 1990; Valadez et
al., 2006; Zacatelco, 2005). Y por lo menos este mismo nivel en alguno
de los otros tres factores: compromiso con la tarea (Gottfried,
Gottfied, Cook y Morris, 2005; Moritz et al., 2009; Zacatelco y
Chávez,
2010), autoconcepto académico (Heller y Hany, 2004; Mönks y
Van
Boxtell, 1992; Piirto, 1999; Renzulli, 2011) y/o nominación del
maestro
(Mönks y Van Boxtell, 1992; Valadez et al., 2006; Zacatelco, 2005;
Zacatelco, Chávez y Acle, 2010).
5.
Análisis de datos
Los resultados se
organizaron de la siguiente manera: primero, se
obtuvieron los datos descriptivos, a fin de identificar a los alumnos y
alumnas que cumplieron con el perfil sobresaliente; posteriormente,
estos se distribuyeron en tres grupos de acuerdo a la cantidad de
instrumentos (cinco, cuatro y tres respectivamente) en los que
obtuvieron puntuaciones iguales o por encima del percentil 75.
Después, se
realizaron tres pruebas no paramétricas; la U de Mann
Whitney para conocer las diferencias en las variables de acuerdo al
sexo y edad, la prueba Kruskal Wallis para determinar si había
diferencias entre los tres grupos de estudiantes sobresalientes.
Finalmente, una correlación de Spearman para determinar las
relaciones
entre las variables.
6.
Resultados y su análisis
Para caracterizar el
perfil sobresaliente de los niños y niñas
identificadas, se obtuvieron las puntuaciones mínimas y
máximas, la
media, desviación estándar y percentil 75 de los
instrumentos
empleados: Test de Matrices Progresivas, Prueba de Pensamiento Creativo
Versión Figural A, Prueba de Compromiso con la Tarea, Prueba de
Autoconcepto Académico y Lista de Nominación del Maestro (Tabla 2).
El análisis de los
datos permitió observar que de los 670 alumnos y
alumnas de la muestra, 34 se ubicaron con perfil sobresaliente, lo que
corresponde al 6% de la población. Esta cifra concuerda con lo
reportado por autores como Armenta (2008), Cervantes et al., (2011);
Chávez et al., (2009), Davis et al., (2010), Espinoza y Reyes
Fiz
(2008), Gargiulo (2012), Jiménez et al., (2004), Renzulli,
(2011),
Pérez, López y González (2008); Zacatelco (2005),
Zacatelco y Chávez
(2013), Zacatelco et al., (2010), quienes señalaron en sus
estudios una
prevalencia que se ubica entre 3% y 20% de niños y niñas
sobresalientes
en educación básica.
Cabe indicar que con estos
estudiantes identificados se conformaron
tres grupos (Tabla 3) de
acuerdo al número de pruebas en las que
obtuvieron percentil 75. De esta forma, 12 lo lograron en cinco (grupo
1); 12 en cuatro (grupo 2); y, 10 en tres (grupo 3). Se observó
que las
características de los alumnos y alumnas sobresalientes son
heterogéneas. En este sentido, el grupo 1 se conformó por
cinco
estudiantes (cuatro mujeres y un hombre) de cuarto grado y siete (seis
mujeres y un hombre) de quinto, quienes presentaron altos niveles de
inteligencia y creatividad; asimismo, se esfuerzan en sus actividades
académicas, se perciben como buenos estudiantes y sus profesores
los
nominaron.
En el grupo 2, se
encontraron a dos estudiantes (una mujer y un hombre)
de tercero, dos (dos mujeres) de cuarto y ocho (cinco mujer y tres
hombres) de quinto. Se observó que once de estos niños y
niñas se
perciben como buenos estudiantes, siete mostraron alto compromiso con
la tarea y seis fueron nominados por sus maestros. Como un dato
interesante, resultó que el autoconcepto académico
permitió incluir a
un mayor número de estudiantes, lo cual confirma lo reportado
por Hoge
y Renzulli (2007), Mönks (1999), Moritz et al., (2009), Pomar,
(2001),
Preckel et al., (2008), Renzulli (2011), Tannembaum (1991), Zavala
(2004), quienes indicaron que dicha variable es un catalizador
importante que facilita el desarrollo de las habilidades cognoscitivas
de los y las estudiantes y es uno de los principales predictores del
rendimiento y del aprendizaje.
Con respecto al grupo 3,
se constituyó con cuatro estudiantes (dos
mujeres y dos hombres) de cuarto grado y seis (cuatro mujeres y dos
hombres) de quinto. En este caso, la variable que ayudó a
incluir a
siete alumnos fue la nominación del docente, lo cual revela que
la
opinión del profesor provee información útil,
porque conoce sobre las
habilidades, intereses, inquietudes y estilos de aprendizaje de los
niños y niñas. Al respecto, Elice y Palazuelo (2006),
Endepohls-Ulpe y
Ruf (2005), Geake y Groos (2008), Lemus, Tapia, Chávez y
Zacatelco
(2010) Valadez et al., (2006), Wu (2005) señalaron que es
importante
considerar la nominación del maestro como una herramienta
más de
identificación de los niños y niñas con aptitud
sobresaliente, ya que
sirve como complemento de lo obtenido en las otras pruebas de
evaluación.
Otro dato interesante fue
que el 70% de los participantes identificados
eran mujeres y el 30% hombres, lo que resulta de particular importancia
dado que en otras investigaciones como las realizadas por Flanagan y
Arancibia (2005), Pérez y González (2011), Pfeiffer y
Jarosewich,
(2007) no se encontraron diferencias en la variable sexo en la
manifestación de la aptitud sobresaliente en los alumnos y
alumnas de
primaria. Así mismo, los autores señalaron que esta
proporción puede
variar de acuerdo a la edad. En este sentido, sus hallazgos han
indicado que entre los 6 y 12 años hay un 48% de niñas y
un 52% de
niños que cumplen con las características y que en el
rango de 13 a 17
años el porcentaje cambia de un 27% de niñas y un 73% de
niños, lo cual
hace suponer que disminuye la incidencia en las mujeres conforme se
acerca la adolescencia, la explicación que se ha dado a esta
situación
se basa en la idea de que ellas tienen miedo de manifestar su
potencial, porque pueden sufrir aislamiento o ser rechazadas por su
grupo de compañeros (Ministerio de Educación
Políticas Social y
Deporte, 2008).
Los resultados en esta
población mostraron que no existen diferencias
estadísticamente significativas entre las mujeres y los hombres
en los
niveles de inteligencia (U= 0.956 p < 0.05), creatividad (U=
0.867 p < 0.05), compromiso con la tarea (U= 0.926 p <
0.05), autoconcepto académico (U= 0.491 p < 0.05), y la
nominación del maestro (U= 0.940 p < 0.05). Lo anterior,
coincide con los datos de otros estudios que han encontrado que son
similares los niveles de creatividad e inteligencia entre niños
y niñas
de educación básica (Artola et al., 2010; Ayyildiz y
Barkul, 2009;
Espinosa, 2005; Matud, Rodríguez y Grande, 2007; Pfeiffer y
Jarosewich,
2007; Sarouphim y Maker, 2010; Stoltzfus, Leigh, Vredenburg y Thyrum,
2011). Con respecto al autoconcepto académico y la
motivación, autores
como Mortiz et al., (2009) y Preckel et al., (2008) encontraron que los
hombres tienen puntuaciones más elevadas en dichas variables,
pero no
representan cambios importantes con relación a las mujeres.
En cuanto a las
diferencias por edad, los niños y niñas se agruparon en
dos rangos: aquellos de ocho a nueve años y de diez a 11
años. Con el
análisis estadístico se encontró que las variables
inteligencia (U=
0.304 p < 0.05), compromiso con la tarea (U= 0.669 p <
0.05), autoconcepto académico (U= 0.838 p < 0.05) y
nominación
del maestro (U= 0.317 p < 0.05) se distribuyeron de forma
uniforme entre los dos grupos, lo que concuerda con los hallazgos de
algunos autores como Pfeiffer y Jarosewich (2007). Respecto a la
creatividad se observó que existen diferencias
estadísticamente
significativas (U= 0.031 p < 0.05) a favor de los niños y
niñas
de mayor edad. En este sentido, Chávez, Zacatelco y Acle (2013),
Rogoff
(2002), Wei y Dezeng (2013), Zacatelco et al., (2010), Zacatelco,
Chávez, Hernández y Acle (2007), Zacatelco,
García, Martínez y Chávez,
(2013) observaron en sus estudios que los dibujos diseñados por
alumnos
y alumnas de once años mostraban más detalles, eran
originales y
poseían mayor riqueza.
Para ilustrar este
resultado, en la Figura 1
se presentan dos dibujos,
de un niño de 8 años y de una niña de once, Y se
observa que la
creación desarrollada por la estudiante posee más
elementos, colores,
sombreados, originalidad, elaboración y con ideas diferentes. el
título
se distingue por ser imaginativo, donde el modificador va más
allá de
lo concreto o de la descripción física, pues revelan
sentimientos y
expresa pensamientos.
Lo anterior permite
afirmar que la creatividad es un aspecto importante
a desarrollar en la infancia, pues como señalaron Guilford
(1977) y
Torrance (1977) forma parte de las operaciones intelectuales
relacionadas con desarrollo del pensamiento divergente. Por su parte,
Betancourt y Valadez (2005) indicaron que esta capacidad es relevante
en la vida actual, debido a que permite que las personas se enfrenten a
los problemas que se encuentran de manera cotidiana y que se puede
favorecer conforme avanza la edad y el grado escolar a través de
las
distintas experiencias educativas y del contexto en el que se
desenvuelven los niños y las niñas.
Posteriormente, se
analizaron las puntuaciones medias de los tres
grupos de alumnos y alumnas con aptitud sobresaliente y se observaron
que existen diferencias significativas en la creatividad (f (2, 31) =
0.039, p < 0.05), compromiso con la tarea (f (2, 31) = 0.006, p
< 0.05), autoconcepto académico (f (2, 31) = 0.000, p <
0.05) y en la nominación del maestro (f (2, 31) = 0.013, p <
0.05). En relación con la inteligencia (f (2, 31) = 0.818 p <
0.05), las puntuaciones se distribuyeron de forma similar entre los
grupos.
Se encontró que los
estudiantes del grupo 1 obtuvieron puntuaciones
medias más altas en el compromiso con la tarea, autoconcepto
académico
y en la nominación del maestro. El grupo 2 alcanzó los
niveles más
elevados en la creatividad. Se debe destacar que las estimaciones en la
inteligencia en los tres grupos se distribuyeron de forma uniforme
(Tabla 4).
Los resultados anteriores
se relacionan con lo reportado por Armenta
(2008), Barraca y Artola (2004), Gentry y Knight (2011), Manzano et
al., (2010) Ordaz y Acle (2012), quienes indicaron que los alumnos y
alumnas con aptitud sobresaliente pertenecen a un grupo
heterogéneo,
con distintos tipos de habilidades, talentos o capacidades, de
ahí la
necesidad de considerar diversas variables en su evaluación para
lograr
una identificación adecuada y conocer sus características.
Finalmente, con el
propósito de conocer la asociación entre las
variables del estudio se realizó una correlación de
Spearman, se obtuvo
una asociación positiva y significativa entre la edad de los
niños y
niñas con la creatividad (r = 0.463**), lo que corrobora el
resultado
antes señalado. Además, se encontró que el
compromiso con la tarea y el
autoconcepto académico (r =0.607**) se relacionan de forma
positiva y
significativa; en este caso, los alumnos y alumnas que se perciben como
buenos estudiantes son aquellos que se muestran más interesados,
se
esfuerzan y son persistentes en sus actividades escolares. En este
sentido, Chávez et al., (2013), Díaz Barriga y
Hernández (2010), Flores
y Gómez (2010), Gottfried et al., (2005), Núñez
(2004), Schick y
Phillipson (2009) indicaron que si los niños y niñas
evalúan su
desempeño como positivo se favorece su motivación
intrínseca lo cual, a
su vez, se relaciona con el éxito en la escuela. Al respecto,
autores
como Pomar (2001) y Rush (2012) han señalado que la presencia de
niveles altos en el compromiso con la tarea ayuda a que los y las
estudiantes alcancen logros a nivel excepcional y esto se debe a la
combinación de diversos factores que confluyen para que los
niños y
niñas tengan un mejor desempeño en el ámbito
educativo.
6.
Conclusiones
Los resultados en esta
investigación mostraron que los modelos
multidimensionales, en los cuales se incluyen distintas variables
cognoscitivas, motivacionales, personales y factores externos como la
nominación del docente, son una estrategia útil y
permiten identificar
a los y las estudiantes con aptitud sobresaliente de escuelas primarias
públicas. Asimismo, aporta información relevante para
conocer sus
características, las cuales sirven para diseñar e
instrumentar
programas de atención adecuados a sus necesidades.
De los 34 estudiantes
identificados, se observó que comparten algunas
características en común, como los niveles superiores al
percentil 75
en las variables inteligencia y creatividad, esto indica que ellos y
ellas presentan altas habilidades en el razonamiento lógico,
discriminación de detalles esenciales, abstracción y
pensamiento
divergente. Lo que demuestra que estos factores son los que se
encuentran con mayor frecuencia en esta población. En cuanto al
compromiso con la tarea y el autoconcepto académico, se
encontró que
dichos aspectos pueden estar o no presentes en los alumnos y alumnas
con aptitud sobresaliente, lo cual lleva a reflexionar sobre la
heterogeneidad de esta categoría, y pone de manifiesto que cada
individuo es distinto, debido a que los factores personales y
contextuales interaccionan para favorecer o inhibir su potencial.
Por otro lado, se
encontró que la evaluación proporcionada por el
docente representó una herramienta eficaz en la
detección, ya que
gracias a esta se nominó correctamente a un 75% de los
niños y niñas
con aptitud sobresaliente. Lo anterior es de suma relevancia, dado que
los maestros que participaron en esta investigación indicaron no
haber
tomado cursos referentes a las características de las aptitudes
sobresalientes, lo que lleva a considerar que, a pesar de ello, sus
observaciones diarias les ayuda a tener indicios de las habilidades
intelectuales, creativas y motivacionales de sus estudiantes. En este
sentido, es importante contar con instrumentos claros y precisos que
faciliten el proceso de identificación, y que los profesores
expresen
sus juicios y su información para complementar la
evaluación.
En otros estudios se ha
hecho referencia a la interacción favorable
entre las variables compromiso con la tarea y autoconcepto
académico,
tal y como se encontró en esta población, lo cual hace
referencia a que
las esferas afectiva y motivacional actúan como moderadoras de
los
logros intelectuales al permitir que los niños y niñas
demuestren
abiertamente sus habilidades intelectuales y creativas, lo cual
favorece el desarrollo de su potencial y el éxito en el
aprendizaje.
Por último, estas
diferencias encontradas en las variables
cognoscitivas, motivacionales y de personalidad deben considerarse
primero para reconocer que aun cuando los y las estudiantes con aptitud
sobresaliente comparten habilidades, hay diferencias en otras
características, las cuales hay que tomar en cuenta para
proveerles de
ambientes educativos flexibles, en lo que se realicen actividades
variadas, motivantes, que propongan retos, desafíos con
materiales
atractivos y diversos, lo cual, a su vez, les ayudará a
favorecer sus
capacidades y lograr una mejor calidad de vida.
7.
Agradecimientos
Se agradece el apoyo en
este estudio al CONACYT, al proyecto
UNAM-PAPIIT clave IN304713 y la colaboración en la
aplicación y captura
de los datos a la Mtra. Aurora González Granados, Mtra. Genis
Jiménez
Ramírez, Mtra. Jeaneth Bello Sánchez, Lic. Fátima
Tepetla Sánchez,
Psic. Ana Karen García Chávez y Psic. Francisco Javier
Martínez Ortiz.
8.
Referencias
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Facultad de Estudios Superiores
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México.
Correspondencia a:
Blanca Ivet Chávez Soto. Docente de la maestría
en Educación Especial, Facultad de Estudios
Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de
México. Maestría
en Educación Especial y actualmente estudiante del doctorado en
Psicología en el área de Educación y Desarrollo en
la Universidad
Nacional Autónoma de México. Dirección
electrónica:
mil_chavez@hotmail.com
Fabiola Zacatelco
Ramírez.
Profesor Titular “C” de la maestría en Educación
Especial, Facultad
de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma
de
México. Doctorada en Psicología en el área de
Educación y Desarrollo,
Maestría en Educación Especial por la Universidad
Nacional Autónoma de
México. Dirección electrónica: fabyzacatelc@yahoo.com.mx
Guadalupe Acle
Tomasini. Profesor
Titular “C” de la maestría en Educación Especial,
Facultad
de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma
de
México. Doctorada en Antropología Social por la
Universidad
Iberoamericana. Especialización en Logopedia en la Universidad
Católica
de Lovaina, Bélgica. Dirección electrónica: gaclet@unam.mx
Artículo
recibido: 7 de noviembre, 2013 Devuelto para corrección: 20 de
marzo, 2014 Aprobado: 15 de mayo, 2014