Programas Educativos de Buena Calidad. Valoración de Estudiantes vs.
Expectativa de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en México
Quality Educational Programs. Students Assessment vs. Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla Expectation, México
Jaesy Alhelí Corona Zapata1
1 Coordinación de Evaluación y Acreditación en la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (México), Docente de Maestría de
Ciencias del Aprendizaje en Instituto de Estudios Superiores del Estado
Tehuacán (México). Dirección Electrónica: jaesy186@hotmail.com
Dirección para correspondencia
Resumen
El presente artículo se refiere a una investigación que tiene como uno
de sus objetivos principales, determinar la percepción y satisfacción
de los estudiantes respecto a la calidad de sus programas educativos en
la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en México. La
investigación se realizó bajo un enfoque cuantitativo, aplicando un
instrumento de 86 ítemes a 293 estudiantes; los datos obtenidos se
analizaron mediante un algoritmo de reacción positiva, teniendo como
resultado la existencia de una amplia brecha entre la opinión
estudiantil y los resultados de acreditaciones y evaluaciones de los
organismos evaluadores externos. Se concluyó que, a pesar de que las
licenciaturas están reconocidas por su calidad cumpliendo con todos los
indicadores externos, los alumnos manifiestan que existen áreas de
oportunidad significativas en el rubro de calidad educativa que no
satisfacen totalmente su formación académica, por ello la importancia
de incorporar el referente de valoración estudiantil en el sistema de
gestión universitaria.
Palabras clave: Evaluación, calidad, programa de buena calidad,
satisfacción estudiantil México.
Abstract
This work discloses advances about a research which has as a primary
objective, to determine the perception and satisfaction from students,
related to the quality of the academic programs at Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla in México. This research was conducted
under a quantitative approach; a poll consisting in 86 items was
applied to 293 students, the information gathered came into inspection
over a positive reaction algorithm, the outcome provided from the
analysis was a huge gap among student’s opinions and results evaluated
from third part institutions. The students manifest significant areas
of opportunity in the field of educational quality because it is not
fully meeting their education; therefore the importance to consider as
a reference factor the student rating in the university management
system.
Key words: Assesment, quality, evaluation, quality education program,
satisfaction. México.
1. Introducción
Las instituciones de educación superior (IES) tienen la encomienda de
formar profesionales capaces de enfrentarse, adaptarse e incidir
eficazmente en la sociedad. En la constante búsqueda por mejorar la
formación profesional de los estudiantes, asegurar la calidad de la
oferta educativa desempeña un papel fundamental en la competitividad
académica, por ello las universidades y los actores que participan en
ella, han adoptado la evaluación de programas educativos como un
mecanismo de mejora.
De acuerdo con Pérez (1996, p. 7), la evaluación de programas
educativos es una práctica relativamente reciente. Desde hace dos
décadas, en México la función de calificación y acreditación, que
tradicionalmente ha tenido la evaluación de programas, también es
objeto de una revisión crítica. Por una parte, porque se ha constatado
que la metodología utilizada difiere mucho de garantizar un
conocimiento sólido acerca del buen desempeño del programa educativo.
Por ello se cuestiona si el cotejo de las características del objeto
evaluado contra un conjunto de parámetros predeterminados, es garantía
de la eficiencia del programa.
Para que la evaluación y acreditación de programas educativos
contribuya realmente al mejoramiento de la educación superior, es
necesario reconocer que son igualmente necesarios otros tipos de
evaluación y ponerlos en marcha; contar con reconocimiento de calidad
no debería limitar a la instituciones de educación superior a seguir
analizando desde distintas aristas, la calidad que dice ser ofertada en
sus programas. Conforme este punto de vista, el presente artículo se
enfoca en analizar la percepción de los estudiantes como una fuente de
información, lo que permitirá contrastar los principales indicadores de
calidad y satisfacción, con los resultados obtenidos de la evaluación
externa.
2. Calidad educativa en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) es reconocida a
nivel nacional e internacional, como una de las macrouniversidades de
calidad más importantes de América Latina y El Caribe; dentro de su
visión declara ser una universidad líder entre las instituciones de
educación superior del país, que se distingue por integrar sus procesos
académicos y de gestión en un sistema de calidad eficiente, eficaz y
transparente, por poner al estudiante en el centro de su atención, e
impactar en el entorno en favor del desarrollo humano y social (2013).
Dentro del Plan de Desarrollo Institucional (2010, p. 18) existen dos
directrices que guían el rumbo de la institución: la responsabilidad
social y el aseguramiento de la calidad. La cultura de la calidad es
parte de la vida universitaria, por tanto, la ratificación y
sostenimiento de los reconocimientos externos son parte de la
consecución de los objetivos. En la BUAP, la calidad está en función de
los receptores del servicio, que son los estudiantes y la sociedad.
En consecuencia con esta directriz, la BUAP ha conseguido que el 100%
de sus programas educativos de licenciatura evaluables, se encuentren
dentro del Padrón de Programas de Buena Calidad, publicado por la
Subsecretaría de Educación Superior (SES), desde hace 5 años
(Subsecretaria de Educación Superior, 2013).
2.1 Programa Educativo de Buena Calidad en México (PEBC)
De acuerdo con los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de
la Educación Superior (CIEES), un programa de calidad es aquel que ha
sido evaluado por uno o varios organismos externos, y cumple con los
criterios establecidos en un marco conceptual o referente de manera que
puede asegurarse con la comunidad la competencia de sus egresados
(CIEES, 2013).
La Secretaría de Educación Pública (SEP) en el Programa Integral de
Fortalecimiento Institucional (PIFI), como estrategia para apoyar a las
instituciones de educación superior en alcanzar mejores niveles de
calidad en sus programas educativos y servicios que ofrecen, define el
PEBC a partir de 9 elementos (SES, 2009):
1. Una amplia aceptación social por la sólida formación de los
egresados
2. Altas tasas de titulación o graduación
3. Profesores competentes en la generación, aplicación y transmisión
del conocimiento, organizados en cuerpos académicos
4. Currículum actualizado y pertinente
5. Procesos e instrumentos apropiados y confiables para la evaluación
de los aprendizajes
6. Servicios oportunos para atención individual y en grupo de los
estudiantes
7. Infraestructura moderna y suficiente para apoyar el trabajo
académico de profesores y alumnos
8. Sistemas eficientes de gestión y administración
9. Servicio social articulado con los objetivos del programa educativo
Estos 9 elementos están enfocados a ofrecer una formación idónea a los
alumnos, de manera que si la verdadera justificación de estos procesos
son los estudiantes, ellos también deberían tener la facultad de emitir
un juicio de valor que fuera tomado en cuenta por la institución.
Desde el punto de vista de Astin (1997, p. 3), los universitarios deben
estar dispuestos a revisar los conceptos acerca de la medición de la
calidad; argumenta que la forma más directa de evaluar la calidad de
una universidad es a través de un consenso de las opiniones, y así la
calidad de la educación superior radica en el valor agregado que
ofrecen las instituciones de educación superior (IES). Este argumento
se apoya en que la verdadera calidad consiste en: la capacidad de la
institución de influir favorablemente en sus alumnos, es decir, de
establecer diferencias positivas en su desarrollo intelectual y
personal. De acuerdo con esto, las instituciones de mayor calidad son
las que producen los más grandes efectos en los estudiantes, o les
agregan el mayor valor en cuanto a conocimientos, personalidad y
desarrollo profesional.
Se podría pensar ¿para qué evaluar lo que ya han avalado pares
expertos? Esta valoración interna servirá para contar con un nuevo
panorama de indicadores con miras a desarrollar estrategias
institucionales que permitan tener un conocimiento de la percepción
estudiantil para cerrar brechas de calidad internas y externas.
“La información proveniente de los alumnos y los profesores es la clave
para que una institución conozca y mejore sus contribuciones al
desarrollo del estudiante”. (Astin, 1997, p. 7)
De la misma manera, afirman Leite, Santiago, Sarrico y Polidori (2006,
p. 625), que los estudiantes no son vistos tradicionalmente como
actores con capacidad de evaluar la evaluación, y que sus opiniones
podrían haber sido ignoradas simplemente debido a su interferencia en
la experiencia profesional de los académicos. En la gran mayoría de los
procesos de evaluación, los estudiantes son considerados como una
fuente de información externa. Esto denota una limitación importante
para el concepto de evaluación orientado hacia el cambio y la
participación de la institución en su conjunto.
La percepción y la satisfacción estudiantil pueden ser consideradas
como una realidad de la evaluación institucional; posiblemente no sea
una realidad objetiva, pero estos puntos de vista comunes emergen como
una realidad compartida. Concluyen Leiteet al. (2006, p. 625), que se
debe permitir a los estudiantes reconocer y compartir sus propias
experiencias y actuar sobre ellas.
Analizar de qué manera perciben los alumnos la calidad de los programas
educativos que oferta la BUAP, así como conocer y analizar la
satisfacción en cuanto a los servicios que reciben, son los objetivos
de esta investigación, la cual a través de sus resultados, permitirá
mejorar los indicadores de insumo, los procesos y los resultados para
mantener los estándares de calidad reconocidos o establecidos por
organismos externos, influyendo así en los procesos estratégicos
académico-administrativos que mejoren la institución.
3. Fundamentos teóricos
La calidad se ha convertido en un término de uso común; en opinión de
Udaondo (1991, p. 21), este es el gran fenómeno del fin de siglo, dada
su vinculación con un alto número actividades humanas, y en el ámbito
educativo, la calidad y su evaluación se han ido transformando y
adquiriendo nuevos elementos para su significación.
3.1 Calidad educativa en la educación superior
Una de las definiciones más sencillas de calidad es la propuesta por
Juran (1990, pp. 55-64), quien la define como la aptitud para el uso,
lo que quiere decir que las características del producto o servicio han
sido reconocidas como beneficiosas por los usuarios.
En el ámbito educativo, la multidimensionalidad del constructo calidad
educativa, en el que confluyen múltiples intereses y perspectivas, ha
propiciado que surjan diversas posturas. Por ejemplo, De la Orden
(1995) dice que la calidad educativa está definida por un conjunto de
relaciones de coherencia entre los componentes de un modelo sistémico
de universidad o de plan de estudios universitario conducente a un
título, o la postura de Frigerio, Poggi y Tiramonti (1994), que la
definen como la integración dinámica entre la organización
institucional, los recursos humanos y fiscales del programa curricular,
y la didáctica de los procesos educativos y sus resultados en términos
de aprendizaje.
La postura en esta investigación define la calidad educativa como el
resultado efectivo, satisfactorio y cohesionado entre los elementos de
un programa educativo (alumnos, profesores, directivos, plan de
estudios, recursos, investigación, procesos de difusión y gestión,
etc.), ofreciendo ventajas competitivas ante las demandas sociales.
3.2 Evaluación educativa y currículum
El JointCommitteeonStandardsforEducationalEvaluation (1981) enuncia que
la evaluación es el enjuiciamiento sistemático de la validez o mérito
de un objeto. Es un proceso complejo pero inevitable que reflejará una
fuerza positiva, la cual servirá al progreso, ya que identifica puntos
débiles y fuertes de lo que se evalúa (Stufflebeam y Shinkfield, 1995).
Dentro de la propuesta de Stufflebeam y Shinkfield (1995), con miras a
evaluar la educación en una sociedad moderna, se indica que se deben
tomar en cuenta 4 puntos clave:
• Necesidades educativas
• Equidad
• Factibilidad
• Excelencia como objetivo permanente de búsqueda.
Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2007), define la evaluación
en la educación superior como el proceso de reunir, cuantificar y usar
sistemáticamente información, con la perspectiva de juzgar la
efectividad formativa y la pertinencia curricular de una institución de
educación superior como un todo (evaluación institucional), o de sus
programas educacionales (evaluación de programas). Implica la revisión
de las actividades centrales de una institución de educación superior,
incluyendo evidencia cualitativa y cuantitativa de las actividades
educacionales y los productos de la investigación científica.
Para esta investigación, el concepto de evaluación de calidad educativa
en educación superior, se refiere a la valoración que se hace de un
programa a partir de modelos e instrumentos estratégicos, evaluando
sistemáticamente el funcionamiento y resultados, permitiendo
identificar la situación actual del programa, con el fin de mejorar la
gestión y la calidad educativa de sus alumnos y egresados.
El objeto del proceso evaluativo es determinar el cambio ocurrido en
los alumnos, pero su función es más amplia que hacer explícito este
cambio a los propios alumnos, padres y profesores; es también un medio
para informar sobre la eficacia del programa educacional (Escudero,
2003, pp. 11-43). Por su parte, Zeithaml, Parasuraman y Berry (1993)
afirman que la calidad del servicio percibido es el resultado de
comparar el servicio esperado y el servicio percibido.
Dice Gimeno (1991), con respecto a la evaluación del currículum, que
este es el elemento nuclear de referencia para analizar lo que la
escuela es como institución cultural. Robledo, Cordero y Kunkel opinan
que “Son todas las intenciones, objetivos que toman lugar en una
escuela con la finalidad de alcanzar las metas de aprendizaje en el
alumno que la misión de la institución busca” (2001, p.15). Por lo
tanto, se consideran como parte del currículum: las intenciones
educativas, los objetivos académicos, las actividades de aprendizaje,
los medios de socialización, misión y filosofía de la institución, las
normas de disciplina, el plan de estudios y todo aquello que acontece a
los alumnos dentro de la misma institución, y que les es significativo
en su aprendizaje.
En el caso particular de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
(BUAP, 2006, p. 16), dentro de su Modelo Universitario Minerva concibe
al currículo como:
La formulación de objetivos, contenidos y actividades que se
desarrollan en la Institución escolar para un nivel, curso o materia,
designa el programa detallado de una disciplina o relación de materias
para un ciclo.... Es el plan que norma y conduce, explícitamente, un
proceso concreto y determinado de enseñanza-aprendizaje que se
desarrolla en una institución educativa en el que la evaluación
retroalimentará los procesos educativos.
3.3 Satisfacción estudiantil
Satisfacción es el juicio evaluativo de carácter positivo que realiza
un individuo, en relación con la totalidad de necesidades cubiertas de
un servicio o producto (Salinas, 2007, p. 7). Pero en cuanto a la
satisfacción estudiantil, Salinas (2007, p. 41) dice que el concepto
proviene, como tantas otras cosas en Educación, del campo de la gestión
de las empresas económicas de producción y servicios, donde se
constituyó, bajo la denominación de satisfacción del cliente, en una de
las principales metas para el logro del éxito en la competitividad por
el mercado.
Alves y Raposo (2004, pp. 73-88) indican que la satisfacción
estudiantil no se encuentra únicamente influenciada por la calidad
percibida, por el valor y por las expectativas; sino que también lo
está por la imagen de las diferentes instituciones.
Mientras que Carilli (2000) señala que la satisfacción del estudiante
con la institución es uno de los indicadores más importantes de la
eficacia institucional.
4. Enfoque metodológico
El enfoque seleccionado para esta investigación es de carácter
cuantitativo, utiliza la recolección de datos para probar hipótesis con
base en la medición numérica y el análisis estadístico, para establecer
patrones de comportamiento y probar teorías.
El alcance de la investigación consiste en un estudio
explicativo-correlacional, que abarca también el área descriptiva, ya
que se busca especificar las características de distintos grupos de
estudiantes. En la fase descriptiva se definen y visualizan los
conceptos y variables que se medirán. Es un estudio correlacional por
que permitirá conocer la relación existente entre las variables
dependientes e independientes del estudio.
Este artículo presenta únicamente la primera parte del análisis
valorativo, de los 3 propuestos para realizar en la metodología
planteada (análisis descriptivo, análisis valorativo, análisis
factorial).
Las variables dependientes e independiente que se analizan, se
definieron a partir de dos rubros: las preguntas de investigación
planteadas (¿Cuál es la percepción de los estudiantes de la DES
Económico-administrativa y de la DES de Ciencias Naturales de la BUAP
acerca de la calidad del PE Evaluado y Acreditado al que pertenecen y
qué impacto tiene en su formación profesional ?, ¿Cuál es el nivel de
conocimiento de los alumnos acerca de los procesos de evaluación
externa a los que se someten sus PE (PE de DES Económico-administrativa
y de la DES de Ciencias Naturales de la BUAP)?, ¿De qué manera perciben
la calidad de un PE los alumnos de la DES Económico-administrativa y de
la DES de Ciencias Naturales de la BUAP? y ¿Cuál es el nivel de
satisfacción de los alumnos respecto a su PE, de la DES
Económico-administrativa y de la DES de Ciencias Naturales?) y los
núcleos temáticos retomados del sustento teórico; estos núcleos se
muestra en la Tabla 1.
Una vez definidos los núcleos temáticos, se determinó el tipo de
variables clasificándolas en dependientes e independientes, expresadas
en la Tabla 2.
4.1 Definición y selección de la muestra
Sujetos y población. La población hace referencia a los estudiantes de
la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla que pertenecen a programas
de buena calidad, de las Divisiones de Educación Superior (DES)
Económico-Administrativo y de la DES de Ciencias Naturales.
La muestra es probabilística intencionada, ya que los requisitos de
inclusión se basan en ciertas características respecto a las prácticas
evaluativas en los programas educativos de las DES mencionadas, así
como la antigüedad de oferta de cada programa; por tal motivo se
eligieron los siguientes programas: uno de reciente creación, de
mediana creación y de antigua creación, con un arraigo cultural de la
evaluación externa: por lo tanto, de la DES Económico-Administrativo se
tomaron dos programas educativos: Ciencias de la Comunicación y
Contaduría Pública.
El programa de Contaduría Pública, una de las primeras licenciaturas
ofertadas en la BUAP desde 1937, es considerado como el mejor programa
educativo consolidado en la cultura de la evaluación de la calidad en
la BUAP, lo que se refleja en sus resultados: obtención de Nivel 1 de
CIEES en 2000, acreditado por el Consejo de Acreditación en la
Enseñanza de la Contaduría y Administración A.C (CACECA) en 2008, y en
2010 asegura su calidad nuevamente a través de los CIEES; es la primera
licenciatura de la BUAP que se evalúa internacionalmente por CACSLA, en
2013. En el caso del programa de Ciencias de la Comunicación, es un
programa relativamente joven (se oferta en la institución desde 1997),
su primer reconocimiento de calidad lo obtiene en 2002 por parte del
Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias
de la Comunicación (CONEICC), que otorga la acreditación a la
licenciatura. Para 2008, el programaeducativo se somete a evaluación
por pares académicos de los CIEES, y obtiene el nivel 1, y en 2010
ratifica su calidad por medio del Consejo de Acreditación de
Comunicación (CONAC).
Para el caso de la DES de Ciencias Naturales, el Programa Educativo
Químico Farmacobiólogo, ofertado por la Facultad de Ciencias Químicas,
cuenta con el nivel 1 de CIEES, y es acreditado por COMAEF (Consejo
Mexicano para la Acreditación de Educación Farmacéutica A. C) en 2007.
Ofertado desde 1965, se eligió por el adecuado seguimiento y atención
que brinda a las recomendaciones por parte de los organismos externos.
Su modelo se retomó para todas las demás licenciaturas, en procura de
implementar el seguimiento y atención a las recomendaciones, de manera
institucional y sistematizada. El tamaño del universo entre los tres
programas educativos es de 1200 alumnos; la muestra proporcional al
número de estudiantes para la investigación fue de 293 alumnos, al 95%
de confianza, con un margen de error del 5% y un nivel de
heterogeneidad del 50%.
4.2 Diseño, construcción, validación y aplicación del instrumento
El diseño del instrumento se basó en el llamado estado del arte a
partir del cual se rescataron y analizaron diversas investigaciones de
calidad educativa y su evaluación, que coincidieran con el
planteamiento del problema propuesto en esta investigación. Por
ejemplo, el trabajo doctoral que realiza Salinas (2007), quien propone
la satisfacción estudiantil como una manera de hacer tangible la
calidad educativa, o el caso de Holgado (2002), quien desarrolla un
sistema de indicadores medibles para un mejor sistema de calidad en las
universidades, con la participación de alumnos y profesores.
Paralelamente, se realizó un análisis de las variables analizadas con
mayor frecuencia en investigaciones similares. Una vez identificadas en
los núcleos temáticos de la investigación, se integró una matriz de
congruencia, en la cual se plasmaron las siguientes categorías:
preguntas de investigación, objetivo general y objetivos específicos,
núcleos temáticos, hipótesis, operacionalización de variables y,
finalmente, los ítems propuestos.
A partir de los últimos mencionados, se diseñó un cuestionario tipo
encuesta, con 86 ítems distribuidos de la siguiente manera (Tabla 3).
La estructura del instrumento se basó en afirmaciones y las opciones de
respuesta en Escala Likert: 1) Totalmente en desacuerdo, 2) En
desacuerdo, 3) Ni acuerdo ni en desacuerdo, 4) De acuerdo y 5)
Totalmente de acuerdo.
Una vez obtenido el primer borrador del instrumento, se solicitó una
revisión por expertos del área (3 profesores), y posteriormente se
aplicó en dos grupos de 15 estudiantes ajenos a los programas
educativos que se evalúan; una vez detectadas las áreas de oportunidad,
entre las más importantes se señaló que los ítems no se entendían
planteados en forma de pregunta, por lo cual se propuso que la
redacción fuera a modo de afirmación, con el fin de hacerlos más
entendibles. Para la versión final del instrumento utilizando el
software estadístico SPSS, se aplicó un Alfa de Cronbach, el cual
indica el promedio de correlaciones entre los ítems, calculando así la
consistencia interna del instrumento; cuanto más cerca se encuentre el
valor de alfa a 1, mayor será la consistencia interna del instrumento;
en general, 0,80 se considera un valor aceptable; al someter el
instrumento a esta prueba se obtuvo un valor de: ,967, lo que demuestra
la consistencia de los ítems planteados.
5. Análisis de resultados
Los datos obtenidos de los 293 alumnos se analizaron utilizando un
algoritmo matemático que extrae el porcentaje de la frecuencia relativa
de las respuestas positivas,2 a los resultados emitidos por los
estudiantes; para emitir un juicio de evaluación se diseñóuna escala
tipo rúbrica analítica,3 que determina la fase de desarrollo que han
alcanzado las variables dependientes, de acuerdo con la percepción de
los alumnos.
Para determinar los resultados alcanzados en este primer análisis, se
realizaron tablas que describen las medias y los porcentajes de
respuesta positiva obtenida en cada uno de los ítems de cada variable
dependiente, y posteriormente se graficó para su interpretación. Es
preciso mencionar que a continuación se describen los resultados
obtenidos por cada variable, pero la Tabla 4 y el Gráfico 1 únicamente
muestran el conjunto de promedios para cada variable.
De acuerdo con la valoración realizada por los estudiantes de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, a continuación se muestran
los resultados obtenidos en las variables independientes.
5.1 Evaluación externa
En los ítems correspondientes a esta variable se midió el conocimiento
y participación activa de los estudiantes en los procesos de evaluación
externa que se llevan a cabo en la universidad, en la facultad y,
específicamente, en su programa educativo, así como la difusión de
resultados obtenidos en las evaluaciones o acreditaciones, planteando
el supuesto de que los estudiantes se involucran y conocen los procesos
de evaluación externa a los cuales se somete su programa educativo.
Se encontró que el valor más alto obtenido en esta variable, es el
conocimiento que los estudiantes tienen acerca de que los programas
educativos de la BUAP gozan de reconocimiento y prestigio a nivel
nacional, con un 80% de respuesta positiva; posicionándose en fase
fundamentada, este ítem fue el que obtuvo mayor porcentaje de reacción
positiva de los 86 divididos en las demás variables. Por otra parte, el
involucramiento en los procesos de evaluación externa de los alumnos es
mínimo, con el 35% de respuesta positiva. Esto indica la desinformación
estudiantil de estos procesos evaluativos; si bien es cierto que no se
involucra a los estudiantes, la difusión de estos es aceptable, al
contar con el 69% de reacción positiva.
Es necesario trabajar en el involucramiento de los estudiantes en los
procesos de evaluación, antes, durante y pasadas las evaluaciones. Esto
limita el conocimiento y aportaciones que ellos pueden realizar, lo que
también se refleja en la valoración que hacen los estudiantes acerca de
si la comunicación entre la facultad y ellos beneficia su formación,
con un 44% de reacción positiva; de igual manera la difusión de la
información de los procesos de evaluación y acreditación, con un 47% de
respuesta positiva, en una aproximación reactiva.
5.2 Percepción de calidad educativa
En esta variable se analizaron los puntos concernientes a la percepción
de los estudiantes relacionada con la calidad que les ofrece la BUAP en
su formación profesional. Esta primera variable concentró un 64% de
respuesta positiva, planteando la misma pregunta, pero ahora en
relación con las facultades, con lo que el resultado cambió en un 5%.
La calidad percibida por parte de los alumnos en cuanto a las
licenciaturas que ofrece su facultad, obtuvo un 69% de respuesta
positiva.
Dentro de esta variable se analizaron los 9 elementos que integran un
PEBC y la percepción que tienen los alumnos respecto a estos; ninguno
sobrepasó el 61% de respuesta positiva, lo que indica que desde su
punto de vista, ninguno se encuentra en fase de excelencia, aunque así
debería reflejarse al ser programas educativos de buena calidad. De
manera global, esta variable cuenta con un 57% de reacción positiva, lo
cual indica que la percepción de los estudiantes respecto a la calidad
educativa de su programa, se encuentra en una aproximación reactiva.
5.3 Gestión institucional
En la variable de gestión institucional se valoraron aquellas
actividades académicas y complementarias que realmente logren una
formación integral en el alumno, como lo menciona el modelo educativo
de la institución. Se detectó que las actividades complementarias a las
académicas, como es el caso de viajes de estudio, convenios de
movilidad, programas de responsabilidad social, así como la difusión de
tales servicios, se encuentran en una fase de desarrollo, al no rebasar
el 35% de reacción positiva. Sin embargo, la promoción y apoyo en
actividades académicas como seminarios y congresos, se encuentra en una
fase de aproximación fundamentada, con un 73% de respuesta positiva; el
mantenimiento preventivo y la conservación de las instalaciones en
condiciones adecuadas, fueron de las variables con más alto porcentaje,
al igual que la pasada, en este caso con un 60% de reacción positiva.
El promedio global de la gestión institucional se encuentra en
aproximación reactiva, con un 45%.
5.4 Currículo
El porcentaje de respuesta positiva global para la variable de
currículo es del 54%, lo que indica una aproximación reactiva; de
acuerdo con la percepción estudiantil, un rubro que debe fortalecerse
es el programa de tutorías, pues desde la percepción de los alumnos,
las tutorías sí contribuyen en la trayectoria de su formación
profesional; por otra parte, esto se relaciona con incrementar la
oferta en las materias optativas que complementan su conocimiento
profesional. En una aproximación fundamentada, se encuentra la
seriación horizontal y vertical de las materias con un 61% de respuesta
positiva; para esta variable el ítem mejor valorado por los alumnos con
una aproximación fundamentada, tiene que ver con el balance crediticio
de sus programas para finalizar en tiempo y forma sus estudios.
5.5 Función docente
De acuerdo con el Modelo Universitario Minerva de la BUAP, los
profesores fungen como guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje; en
este, el trato, el respeto y la tolerancia con la cual tratan a los
estudiantes, se refleja como una fortaleza desde el punto de vista de
los estudiantes, y de acuerdo con su respuesta positiva del 73%,
correspondiente a una aproximación fundamentada; con el mismo
porcentaje se encuentra la utilización de trabajos de investigación en
equipo, como mecanismo de enseñanza-aprendizaje que fomenta el trabajo
colaborativo; estos dos ítems son los de mayor respuesta positiva. El
ítem con menor respuesta positiva, con un 48%, corresponde a la
suficiencia y pertinencia de las asesorías; en un modelo donde el plan
de estudios se rige por objetivos, los programas de asesorías y
tutorías deberían estar consolidados. De manera global, esta variable
obtuvo un 62% de reacción positiva; de las 6 variables que se
analizaron, esta obtuvo el mayor porcentaje de respuesta positiva, lo
que indica que los profesores y su desempeño son una fortaleza en la
BUAP.
5.6 Satisfacción en el servicio
En la variable de satisfacción en el servicio, dos de los ítems con
mayor porcentaje de reacción positiva fueron: si recomendarían estudiar
en la BUAP, y si teniendo la oportunidad de estudiar de nuevo,
elegirían la BUAP; la reacción positiva fue del 73% y el 75%,
respectivamente, teniendo entonces una aproximación fundamentada, lo
cual indica una favorable preferencia por la institución; sin embargo,
es importante no perder de vista uno de los ítems con menor respuesta
positiva, con un 41% referente a las autoridades preocupadas por las
necesidades estudiantiles. Existe una diferencia aún de los alumnos
hacia sus autoridades, aunada al interés que tiene el personal
administrativo para resolver problemas de los estudiantes, con una
respuesta positiva del 48%. El total de la variable cuenta con apenas
una aproximación reactiva.
De manera global, las 6 variables obtuvieron un 55% de respuesta
positiva, alcanzando una aproximación reactiva de acuerdo con el
criterio de evaluación. Esto indica que existe una diferencia de
calidad entre la percepción estudiantil y la expectativa que tiene la
Universidad. Los resultados descritos se observan en el Gráfico 1 y la
Tabla 4, en donde se describen los valores promedio por variable,
obtenidos y comparados al 100%, que sería la expectativa que tiene la
BUAP en cuanto a sus programas educativos.
6. Conclusiones
Se puede concluir que a pesar de que los programas educativos evaluados
son reconocidos como de buena calidad, la brecha que existe desde el
punto de vista de los estudiantes es medianamente alcanzable, en
comparación con la expectativa que tiene la Universidad.
La falta de involucramiento de los estudiantes en los procesos de
evaluación a los que se someten los programas educativos, es un factor
que está incidiendo en la forma en que los alumnos valoran la calidad
de su programa educativo; es necesario que la difusión y la
comunicación sea efectiva entre autoridades y estudiantes. Por otro
lado, la percepción estudiantil respecto al impacto que tiene en su
formación profesional no está incidiendo lo suficiente al valorar el
currículo como una variable medianamente alcanzable, en comparación con
la expectativa de la BUAP, convirtiéndose en una tarea urgente por
atender.
Se concluye entonces que es de fundamental importancia tomar en cuenta
la opinión de los estudiantes, no solo porque aportan información
valiosa de los indicadores medibles de calidad, sino para conocer sus
necesidades en el cumplimiento de la misión institucional en la
formación profesional.
La calidad educativa que perciben de sus programas y facultades no está
siendo la suficiente, de acuerdo con las expectativas estudiantiles, a
pesar de que reconocen que la BUAP cuenta con un alto prestigio a nivel
nacional.
La calidad educativa en la actualidad se ha desvirtuado, utilizándola
como estandarte de prestigio y publicidad; sin embargo, es necesario
que la calidad educativa que ofrece la Universidad sea palpable para
todos, no solo para los organismos externos. La verdadera calidad
educativa se brindará a partir de que las diferentes valoraciones que
se haga de esta, presenten mínimas diferencias en su percepción o
resultados. Así se corroborará que todos los actores que la han
evaluado, la perciben de forma similar.
Notas y Citas
2 % de respuesta positiva= Por cada ítem se realiza la siguiente
operación: No. de respuestas de totalmente de acuerdo multiplicado por
(5)+No. de respuesta de acuerdo x (4)+ No. total de ni acuerdo ni
desacuerdo x (3)/2, tomando en cuenta que el valor esperado seria (293
x 5=1465)
3 Escala para el diseño de la rúbrica utilizada
80-100% Fase de excelencia
60-79% Fase de aproximación fundamentada: resultados muy buenos
40-59% Fase de aproximación reactiva: acercamiento bueno a lo planeado
20-39% Fase en desarrollo de los procesos de servicios educativos para
alcanzar las metas
0-19% Etapa inicial de implementación de los cambios necesarios en el
PE
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Correspondencia a:
Jaesy Alhelí Corona Zapata. Coordinación de Evaluación y Acreditación en la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla (México), Docente de Maestría de
Ciencias del Aprendizaje en Instituto de Estudios Superiores del Estado
Tehuacán (México). Dirección Electrónica: jaesy186@hotmail.com
Artículo recibido: 2 de enero, 2014 Devuelto para corrección: 25 de
abril, 2014 Aprobado: 31 de julio, 2014