Comunidades de Aprendizaje: Una Opción Educativa para la Población
Costarricense en Desventaja Social y en Condición de Vulnerabilidad
Learning Communities: An Option for the Costa Rican Socially Challenged
and Under Vulnerable Condition Population
Florlenis Chévez Ponce1
1 Màster en Planificación Curricular, candidata a Doctora del Programa
Latinoamericano de Doctorado en Educación de la Universidad de Costa
Rica, actualmente, Asesora Nacional en Estudios Sociales del Ministerio
de Educación Pública de Costa Rica. Dirección electrónica:
florlenis@gmail.com
Dirección para correspondencia
Resumen
Este ensayo ofrece elementos fundamentales para brindar una respuesta a
los requerimientos, intereses y necesidades de una población en rezago
educativo y en desventaja social, que las ubica en condiciones de
vulnerabilidad, para lo cual se plantea el concepto de comunidades de
aprendizaje, a partir del proyecto educativo del Centro Especial en
Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades (CREA) de la
Universidad de Barcelona, España. La base de esta propuesta es la
actuación exitosa de la formación de familias, la cual se enfoca en la
transformación social y educativa, mediante el aprendizaje dialógico,
supuesto en el que se comunican las personas que integran esas
comunidades sin que medien relaciones de poder de unos sobre otros.
Aunque se enmarca en el sistema educativo costarricense, las
conclusiones son transferibles a otros contextos sociales, en las que
sea preciso acercar a las familias para trabajar de manera coherente
entre la comunicación que reciben en sus hogares y en la escuela y con
ello incorporar los núcleos familiares a los procesos educativos.
Palabras clave: comunidades de aprendizaje, desventaja social,
vulnerabilidad, aprendizaje dialógico, formación de familias, Costa Rica
Abstract
This essay presents fundamental elements in order to provide an answer
to the requirements, interests, and needs of a lagged and socially
challenged population which place this population in conditions of
vulnerability for which the concept of learning communities is
presented taking as reference the educative project of the Special
Center in Theories and Overcoming Practices of Inequalities (CREA) of
the University of Barcelona, Spain. The basis of this proposal is the
successful performance at shaping families, which focuses on the social
and educative transformation through dialogic learning; it takes for
granted that people that form these communities communicate with no
presence whatsoever of power among others. Although it is conceived
within the Costa Rican educational system, the conclusions are
transferable to other social contexts, in which approaching families is
necessary in order to work in a proper way between the communication
that they have at home and at school aiming to incorporate the family
nucleus to the educational processes.
Key words: learning communities, social disadvantage, vulnerability,
dialogic learning, family training, Costa Rica
1. Introducción
En Costa Rica, las políticas educativas y la distribución
presupuestaria para ejecutarlas se enfocan al cumplimiento de las
denominadas políticas públicas inclusivas, definidas como las acciones
que se gestan en los ámbitos social, económico y ambiental. En su
diseño, ejecución y evaluación se contempla el impacto que se presenta
en el entramado de la sociedad, por lo cual se intenta incorporar a los
colectivos o grupos en riesgo social y vulnerabilidad (Barahona, 2006).
Con las políticas públicas establecidas en el país, se espera asegurar
el acceso de las poblaciones en desventaja social y en condición de
vulnerabilidad a los servicios sociales básicos, entre ellos la
educación. Se evidencia que estas políticas buscan promover
responsabilidad en las instituciones públicas y privadas, procurando el
beneficio de los grupos de población vulnerable. Al respecto, se
proponen las comunidades de aprendizaje para un trabajo con los grupos
de personas que están en desventaja social y en situación de
vulnerabilidad.
En este ensayo se analizan las características de las poblaciones en
desventaja social y en condición de vulnerabilidad en el ámbito
educativo, y se plantea las comunidades de aprendizaje como una opción
educativa, ya que:
El Proyecto de Comunidades de Aprendizaje va en esta línea, al recoger
los enfoques teóricos -desde la educación, sociología y psicología- y
las prácticas educativas inclusivas, de reconocido prestigio que están
dando mejores resultados desde la conexión de un aumento de aprendizaje
con una mejora de la convivencia. (Flecha y Larena, 2008, p. 22)
Flecha y Larena afirman que para transformar la desigualdad social, se
debe partir de las capacidades universales como la interacción, el
diálogo y la acción. Por tal motivo, se presentan las comunidades de
aprendizaje como una opción educativa para favorecer a la población en
desventaja social.
El ensayo se inicia con una introducción, seguido de la
contextualización de la realidad del país en el ámbito socioeconómico,
se muestra la situación de las poblaciones en desventaja social y
condiciones de vulnerabilidad, en cuanto al acceso a la educación para
el desarrollo. Por otra parte, se enfocan los desafíos de la educación
costarricense ante las poblaciones vulnerables y, finalmente, la
función de las comunidades de aprendizaje como alternativa para
poblaciones en desventaja y en situación de vulnerabilidad.
Este trabajo es relevante, ya que parte de la realidad de las
poblaciones que se encuentran en estado de vulnerabilidad y en
desventaja sociales. Al referirse a la vulnerabilidad:
En términos generales no es, por otra parte, cuestión de situación
personal sino de circunstancia social, de fenómeno que se ubica en la
estructura misma de una sociedad. No se trata de un asunto que puede
ser resuelto por el ser humano aislado, por medio solamente de su
empeño personal individual, sino que se trata de un fenómeno
estructural. La combinación de algunas características sociales
biológicas, así como de ciertos contextos estructurales, da origen a
grupos poblacionales que son socialmente vulnerables. (Acevedo, López y
Trujillo 2012, p. 11)
En Costa Rica, la evolución y realidad de la población ha tenido un
proceso histórico en el cual se evidencia que:
Por varias décadas, disfrutó de estabilidad política, progreso social y
crecimiento económico, pero su modelo de desarrollo empezó a dar
señales de agotamiento en la década de los setenta, colapsando
finalmente con la crisis internacional del decenio siguiente. La
reforma económica emprendida con posterioridad no logró restablecer el
ritmo de crecimiento económico deseado. Los niveles de pobreza se han
estancado desde mediados de los noventa y se han ampliado las brechas
de equidad y las asimetrías económicas y social. (Centro
Latinoamericano y Caribeño de Demografía, 2007, p. 2)
Así, la desigualdad social es un aspecto que se ahonda y se visualiza
en mayor medida en las poblaciones en desventaja social y en condición
de vulnerabilidad, entendida esta como las condiciones que experimenta
una sociedad en los ámbitos sociales, económicos, culturales e
institucionales, de manera que hay un deterioro en aspectos como la
salud, la vivienda y la educación; en consecuencia, en diversos
componentes de la vida de las personas, es decir, el aspecto de
vulnerabilidad tiende a mostrar los niveles de dificultad y las
capacidades que tendrá cada grupo social para enfrentar íntegramente
las amenazas específicas.
Al respecto, Damman (2006) manifiesta que la vulnerabilidad está
asociada con ciertos grupos etarios (como los niños menores de 5 años
de edad, o las personas mayores), con el género, con afecciones o
impedimentos mentales o físicos, con el embarazo, con la orientación
sexual, con la geografía (por ejemplo urbana/rural) con la economía
(niveles socio económicos y salud), o la etnicidad, en fin, todos
aquellos grupos que sufren un rezago en la sociedad. Además, este autor
indica que para romper con el elemento de la vulnerabilidad es
necesario desarrollar un enfoque basado en los derechos humanos, que se
concentre en la no discriminación, en el respeto, en la equidad, en la
rendición de cuentas, en la transparencia, en la participación y en los
elementos que posibilitan la integración de estos grupos a la sociedad.
El estudio de las poblaciones que se encuentran en desventaja social y
que viven en condición de vulnerabilidad es de suma relevancia, por lo
que resulta preciso, tener presente el sector educativo, en tanto es
fundamental considerar los desafíos pendientes para darle respuestas a
los grupos vulnerables y las acciones que se pueden implementar para su
acceso a la educación.
2. Contextualización
El sistema educativo costarricense está amparado por un marco legal que
parte, desde la Constitución Política, hasta leyes que regulan la
educación nacional. Por ejemplo: la Ley Fundamental de Educación, de
1957, la cual se define como la ley marco del sistema educativo,
después de la Constitución Política.
La estructura del sistema educativo tiene como finalidad favorecer el
eficaz y dinámico cumplimiento del proceso educativo, coordinando todas
las partes que lo integran y organizando los recursos humanos y
materiales de los que se dispone. La enseñanza se encuentra
estructurada de la siguiente forma: la educación inicial, compuesta por
el ciclo materno-infantil y el ciclo de transición; la Educación
General Básica (EGB), la cual comprende los 2 primeros ciclos de 3 años
cada uno; la educación secundaria, donde se ubica el tercer ciclo de la
EGB que consta de un periodo de 3 años, y una vez alcanzado este ciclo,
se continúa con la educación diversificada con una duración de 2 años.
Finalmente, la educación superior que se ofrece en las universidades,
colegios universitarios e institutos de educación superior (Ramírez,
1997).
En 1994 se dicta la Política Educativa hacia el Siglo XXI, un innovador
esfuerzo por establecer un marco de largo plazo para el desarrollo del
Sistema Educativo Costarricense que permite adecuar el mandato
constitucional a la realidad específica de la actualidad. Uno de sus
propósitos es cerrar las brechas existentes entre la calidad de la
educación que reciben los estudiantes de las áreas urbanas y rurales, y
la eliminación de las diferencias entre las instituciones educativas de
las áreas urbanas marginales y no marginales.
3. Poblaciones en desventaja social y en condición de vulnerabilidad
En relación con las personas que se encuentran en estados de
vulnerabilidad, en el Informe de la Junta Ejecutiva del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo y del Fondo de Población de las
Naciones Unidas 2007, se indica que viven problemas tales como una
brecha entre las regiones rural y urbana, diferencias entre la calidad
educativa y los rendimientos menores en colegios públicos en
comparación con centros educativos privados.
Al respecto, Blanco y Cusato (2010) afirman que estos elementos de
vulnerabilidad generan desigualdades sociales, entre ellas: tasas de
empleo menores, salarios más bajos, segregación y segmentación del
mercado laboral. Por otra parte, la población en situación de
desventaja social y vulnerabilidad, suele asentarse en las zonas
marginales y de mayor pobreza de las grandes ciudades, por lo cual en
la zona urbana también hay situación de desigualdad.
En cuanto a estos aspectos "La desigualdad es una de las principales
características que definen la historia de América Latina y el Caribe.
Una muy alta y persistente desigualdad que, acompañada de una baja
movilidad social, han llevado a la región a caer en una trampa de
desigualdad". (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
2010, p. 6)
Los problemas que conlleva la desigualdad social cobran relevancia,
pues se observan en ámbitos como la educación, la salud y el bienestar
social, que afectan en mayor grado a las poblaciones que se encuentran
en desventaja social, entendida como las condiciones sociales que
afectan negativamente el desempeño de comunidades, hogares y personas
con menor acceso a los recursos y a las oportunidades que la sociedad
entrega para el desarrollo de sus miembros (Rodríguez, 2000). Por
tanto, estas poblaciones se encuentran en condiciones de
vulnerabilidad, al reproducir las desigualdades entre generaciones.
Se debe considerar que al existir desigualdad, esta restringe las
capacidades de amplios fragmentos de la población, lo cual dificulta la
formación de capital humano y sus posibilidades de inversión en
actividades productivas, lo que provoca una reducción en la capacidad
de crecimiento de los países de la región latinoamericana. En el ámbito
educativo ante las desigualdades sociales, se debe considerar que los
procesos de enseñanza y aprendizaje tienen lugar en un contexto donde
intervienen factores sociales, políticos, culturales y económicos, los
cuales influyen directamente en la población estudiantil en general.
De acuerdo con Ñopo (2013), un aspecto que ahonda esta problemática son
las evaluaciones regionales e internacionales, las cuales presentan
algunas limitaciones, como no contemplar las diferencias en los
currículos y problemas en la comparación entre países, pues el contexto
socioeconómico y académico varía, y las muestras que se eligen para la
prueba son heterogéneas. Al respecto, Soto (2012) indica que en la
lucha contra la desigualdad, Costa Rica nada contra la corriente
dominante en América Latina y se ahoga. Mientras que en otros países de
la región el ingreso tendió a nivelarse entre 2000 y 2010, en la
situación costarricense la brecha que separa a ricos de pobres se
profundizó.
En este horizonte, la vulnerabilidad que tienen las poblaciones en
desventaja social en el ámbito educativo, debe reflexionarse, y desde
ella analizar la problemática que viven y las acciones que pueden
convertirse en oportunidades educativas. En coherencia con este
planteamiento, se hacen esfuerzos por solventar esta problemática, sin
embargo, quedan grupos en situación de vulnerabilidad y desventaja
social, que requieren una respuesta oportuna para continuar e
insertarse en el sistema educativo de forma adecuada, y una de estas
respuestas la constituyen las comunidades de aprendizaje.
4. Desafíos de la educación para las poblaciones en desventaja y
condiciones de vulnerabilidad
La educación es un factor clave para el crecimiento de las personas y,
en general, de la sociedad, por ello, debe buscar que el estudiantado
desarrolle todas sus capacidades para desenvolverse en la sociedad. El
proceso que conlleva la educación debe tener como meta fundamental el
crecimiento integral del estudiantado en cada una de las etapas en las
cuales se encuentre, para que la formación responda a sus necesidades
en el contexto escolar.
En relación con los desafíos que enfrenta el sistema educativo, Blanco
(2009) señala que un desafío pendiente es la búsqueda de sistemas
educativos flexibles que incorporen diversas opciones de continuidad de
la trayectoria educativa, y que cuenten con ofertas pertinentes y
suficientes para atender las necesidades educativas de quienes,
habiendo interrumpido su proceso educativo, desean y requieren
completarlo. En el Informe sobre Desarrollo Humano 2013, uno de los
grandes desafíos que se indica es la búsqueda de:
Una mayor equidad, entre hombres y mujeres, y entre grupos (religiosos,
raciales y otros), no solo es valiosa en sí misma, sino que también es
esencial para promover el desarrollo humano. Uno de los instrumentos
más poderosos para el avance de la equidad y del desarrollo humano es
la educación, que acrecienta las capacidades de las personas y expande
su libertad de elección. (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, 2013, p. 88)
En Costa Rica, se evidencian algunos avances, sin embargo, aún queda
mucho por hacer. Uno de los desafíos para las poblaciones en desventaja
social, es la ausencia de una educación inclusiva, la cual, de acuerdo
con Quijano (2008), debe considerarse una forma de atender las
necesidades educativas del estudiantado, y que sea un medio capaz de
garantizar quienes presentan alguna discapacidad los mismos derechos
que el resto de sus compañeras y compañeros escolarizados en una
escuela regular. Así, los desafíos que enfrenta la educación con
respecto a las poblaciones en desventaja son ineludibles. Por ello, es
necesario retomar aspectos filosóficos, técnicos y legales del marco
actual de la educación costarricense, los cuales deben reformarse para
continuar abriendo el camino del éxito que se desea en educación.
En el Tercer Informe del Estado de la Educación (2011) se exponen
algunos desafíos referidos a la reformulación de las políticas, de
manera que permitan en primera instancia, la inclusión educativa del
estudiantado en todas sus manifestaciones, el fortalecimiento de una
cultura de prevención del riesgo, la adecuación del currículo, según el
contexto educativo, la permanecía del estudiantado en las aulas y la
conclusión de secundaria completa, el fortalecimiento de políticas
educativas que favorezcan el emprendedurismo, el manejo de las
herramientas tecnológicas para toda la población estudiantil, el acceso
de la población estudiantil al aprendizaje de un segundo idioma, la
propuesta e implementación de ofertas curriculares significativas para
la juventud y acuerdos sostenibles para la educación superior.
El Primer Informe de Seguimiento al cumplimiento del Plan de Acción de
Educación 2003-2015 - COSTA RICA, expone la necesidad de incorporar los
desafíos anteriores con el propósito de reducir las barreras al
aprendizaje y escuelas capaces de atender las necesidades de toda la
población estudiantil. Por ello, para reducir estas barreras, se
propone a las oficinas especializadas del Ministerio de Educación
Pública, como lo son la Dirección de Gestión y Evaluación de la
Calidad, el Instituto de Desarrollo Profesional y otras dependencias
claves en la formulación de propuestas de políticas educativas y
curriculares, así como de lineamientos y procedimientos para su
implementación, plantear acciones que propicien la consecución de
propuestas que respondan a los desafíos que enfrenta la educación.
5. Comunidades de aprendizaje: opción educativa para estudiantes en
desventaja y en condición de vulnerabilidad
En respuesta a la población costarricense que se encuentra en
desventaja social y en situación de vulnerabilidad, se plantean las
comunidades de aprendizaje como una opción para responder a los
problemas del sector en el aspecto educativo. Se proponen las
comunidades de aprendizaje como una opción, pues:
Deben abrir vías para la participación de todos y todas. Para ello, se
hace imprescindible transformar las relaciones de poder que
habitualmente se mantienen en la escuela por una nueva estructura más
abierta, participativa e igualitaria. Esto no implica perder de vista
que existen distintas funciones y responsabilidades dentro de la
comunidad, es decir, que es diferente ser familiar, que profesor,
profesora, colaborador o colaboradora. (Flecha, Padrós y Puigdellívol,
2003, p. 5)
En relación con el tema de las poblaciones en desventaja social y
vulnerabilidad cabe destacar lo que indican Flecha y Larena (2008), al
exteriorizar la necesidad de visualizar a una comunidad de aprendizaje
como un centro educativo en donde se decide sustituir actuaciones
tradicionales, por actuaciones que la comunidad científica
internacional muestra como exitosas en los procesos de aprendizaje y el
mantener la convivencia. Por tanto, se trata entonces de que se alcance
el éxito y la igualdad, para ello se propone la incorporación de la
comunidad. Al respecto, Elboj, Puigdellivol, Soler y Valls (2009),
manifiestan que no se busca una educación compensatoria para quienes se
encuentren en desventaja social, sino que se prevé la mejora de la
educación que reciben.
En coherencia con este planteamiento, se proponen las comunidades de
aprendizaje como una opción educativa para la población costarricense
que se encuentra en desventaja social y en condición de vulnerabilidad,
de manera que se implemente un proyecto de transformación social y
cultural que impacte en la sociedad. Por consiguiente, se podrá
integrar en el centro a las personas que, desde el punto de vista
socioeconómico, no han tenido la oportunidad de insertarse a los
procesos educativos, que de alguna forma pueden ser parte de una
concepción de educación participativa de la comunidad.
5.1 Aprendizaje dialógico: base fundamental de las comunidades de
aprendizaje
Al plantear las comunidades de aprendizaje como una opción educativa
para las personas en desventaja social y condición de vulnerabilidad,
se debe partir del aprendizaje dialógico documentado en 7 principios
que:
Pretenden aportar una guía para la reflexión sobre el aprendizaje
dialógico y su puesta en práctica. Todos ellos conjugan teorías
sociales, conocimientos culturales y sentimientos; aspectos académicos
dentro de procesos de transformación que recorren las relaciones
laborales, sociales, familiares y afectivas de las personas que
participan en él. (Aubert, Flecha, Flecha, García y Racionero, 2008, p.
167)
Así se busca un diálogo igualitario, una inteligencia cultural, una
transformación, una dimensión instrumental, la creación de sentido, la
solidaridad y la igualdad de diferencias. Con respecto al diálogo
igualitario, este se visualiza al dar valor a lo que cada miembro
aporta, y se traslada el poder a la argumentación que debe ser
"entendida como presentación de razones con pretensiones de validez, de
forma que cada uno de los participantes aporta la claridad de sus
intenciones" (Elboj et al., 2009, p. 95). Por consiguiente, dar
participación a las poblaciones en desventaja social y vulnerabilidad,
permitirá considerar desde sus vivencias las necesidades particulares
que se deben gestar en la comunidad de aprendizaje.
En relación con la inteligencia cultural, estos autores señalan que
esta "presupone una interacción donde diferentes personas entablan
comunicación y consiguen llegar a entendimientos en los ámbitos
cognitivo, ético, estético y afectivo" (p. 98). Así, al plantear una
opción educativa desde la comunidad de aprendizaje, este principio se
torna relevante, pues su orientación pretende un entendimiento de la
situación particular y grupal de quienes participen en esta interacción.
Con respecto al principio de transformación, es preciso considerar que
busca transformar la realidad y no la adaptación a ella, por lo cual se
plantea la urgencia de que, para garantizar una educación de calidad,
el profesorado necesita un trabajo estrecho con la participación de las
familias, de profesionales, de instituciones y voluntarios, para lograr
mejores resultados de manera que la educación cumpla una de sus
funciones, a saber, la superación de las desigualdades sociales (Aubert
et al., 2008).
Estos autores continúan indicando que otro de los principios del
diálogo igualitario, es la dimensión instrumental, la cual se convierte
en un pilar fundamental para que las personas con menores desventajas
sociales y vulnerables, se interesen por asistir a un centro educativo,
y que la educación los prepare para ser incluidos con éxito en la
sociedad de la información.
En la perspectiva de la base de las comunidades de aprendizaje, de
acuerdo con el diálogo igualitario, se tiene el principio de creación
de sentido, orientado a que "la creación de sentido implica dar una
determinada orientación vital a nuestra existencia, soñar y sentir un
proyecto por el que luchar, implica sentirse protagonista de la propia
existencia" (Elboj et al., 2009, p. 105).
En coherencia con este principio, la comunidad de aprendizaje como una
opción educativa para las personas en desventaja social y condición de
vulnerabilidad, se obliga a encontrar acciones que hagan que esta
población, se sienta parte fundamental de la educación propia y de sus
hijos. Asimismo, estos autores indican que dentro de la concepción del
aprendizaje dialógico "se tiene como constituyente, como objetivo la
solidaridad entre todas las personas participantes en las comunidades
de aprendizaje" (Elboj et al., 2009, p. 106). Por tanto, tener como
principio la solidaridad, permite que quienes participen de ella
aporten al proyecto educativo, lo cual posibilita una visión de hablar
y no callar.
El último principio del diálogo igualitario que señalan Aubert et al.,
(2008), es la igualdad de diferencias, y se basa en reconocer que hay
diferencia, pero que este reconocimiento no genera igualdad, por tanto,
se requiere el planteamiento de objetivos igualitarios para que en las
aulas se piense en una diversificación desde el valor de la igualdad.
Las comunidades de aprendizaje se convierten desde los principios del
diálogo igualitario, en una opción educativa que puede responder a la
situación que condiciona a las personas en desventaja social y
vulnerabilidad, a incorporar a sus hijos y a ellos mismos en la
intención de terminar los estudios, además de aportar desde sus
necesidades e intereses, de forma que la educación logre una
trasformación social en esta población.
5.2 Hacia una comunidad de aprendizaje: fases de transformación
Para encaminar un centro educativo hacia su transformación, Elboj et
al. (2009) proponen una serie de fases que permiten obtener un panorama
de cómo hacen y qué se hace en una comunidad de aprendizaje. Cada una
de las fases tiene una implicación directa con la siguiente, de manera
que no se puede abandonar ninguna, pues esto no permitiría alcanzar el
objetivo propuesto.
La primera fase se refiere a la sensibilización, en esta se definirá el
trabajo de 30 minutos intensivos, quiénes asistirán y participarán en
la sesión de trabajo, así como una figura de coordinación. Cada persona
cumplirá un papel fundamental para llevar a cabo la sensibilización.
Durante este tiempo, se trabajará en el conocimiento de las líneas
básicas del proyecto de comunidades de aprendizaje, las aportaciones
científicas de investigaciones que evidencian las actuaciones de
excelencia que han demostrado promover el éxito escolar y la mejora de
la convivencia para la niñez en contextos plurales y diversos y el
trabajo conjunto, la reflexión y análisis de los nuevos retos que se
plantean en la sociedad, y los retos que afronta el centro. A partir de
esta fase, lo fundamental es la incorporación de familias que vivan en
un contexto de desventaja social y vulnerabilidad, de forma que desde
un inicio se consideren las necesidades e intereses de esta población.
La segunda fase se referirá a la toma de decisión, se deberá realizar
un debate entre todas las personas de la comunidad educativa acerca de
lo que implica la transformación de su escuela en comunidad de
aprendizaje. Esta fase tiene una implicación directa con tomar la
decisión o no de iniciar la transformación, por lo que se debe
visualizar la interiorización de toda la formación-información
recibida. Es preciso que esta decisión responda a los requerimientos
planteados en la fase inicial. La tercera fase se denomina fase del
sueño, en esta se soñará el ideal de escuela olvidando contextos que
limiten al estudiantado; por consiguiente, se requiere la participación
del cuerpo docente y las familias. Tiene 3 apartados: reuniones en
grupos para idear el centro que se desea, acuerdo sobre el modelo de
centro que se desea alcanzar y contextualización de los principios
básicos de la comunidad de aprendizaje en el centro educativo.
La cuarta fase es la selección de prioridades, en esta se dará a
conocer la realidad y los medios con los que se cuenta, de manera que
ello permita analizar y establecer las prioridades del sueño. La quinta
fase es la planificación, aquí se establecerá la activación del plan
transformador y, con base en las prioridades, se conforman comisiones
para trabajar en alguna de ellas. Es necesario indicar que en las
comisiones debe haber representación de profesores, familiares,
estudiantes, asociaciones locales y miembros del cuerpo de asesores.
En la sexta fase se indicará la necesidad de efectuar una investigación
en relación con los cambios generados en el centro educativo, producto
del desarrollo de una comunidad de aprendizaje; entre estos: la
ampliación de horario de apertura de la escuela, el papel de las
personas colaboradoras en el aula, el trabajo conjunto de docentes y
toda la red de interacciones que se establezcan en las escuelas.
En la séptima fase se realiza el proceso de formación, y debe
conformarse una comisión que se encargará de programas de actividades
que se realicen durante todo el año. La última fase se refiere a la
evaluación, la cual deberá entenderse como un proceso de valoración
permanente, del proceso de transformación producto de la implementación
de una comunidad de aprendizaje.
Se retoman estas fases, pues ellas constituyen el fundamento en el cual
se deben basar las comunidades de aprendizaje y desde ellas llevar a la
práctica las actuaciones que han demostrado ser exitosas y
fundamentadas en evidencias científicas. Además, en cada una de estas
fases se considera la participación de diferentes miembros para la
implementación de este tipo de comunidades como una opción educativa,
ya que la incorporación de diferentes actores es relevante por el
aporte que cada uno de ellos brinde en esta experiencia, lo que se
convertirá en un apoyo para quienes participen en estas comunidades.
5.3 Actuaciones de éxito: la formación de familias
Al hablar de comunidades de aprendizaje, además, de considerar las
bases del aprendizaje dialógico con sus principios y las fases que se
encaminan hacia una transformación, se requiere reflexionar sobre las
actuaciones de éxito -pues estas responden- a actuaciones que la
comunidad científica internacional ha demostrado que contribuyen a
mejorar en el aprendizaje del alumnado y la mejora de la convivencia en
el centro educativo.
Tal y como lo señala el CREA, las actuaciones de éxito se dirigen a la
transformación social y educativa, y para ello han desarrollado y
puesto a funcionar los grupos interactivos, las tertulias dialógicas,
la formación de familiares, la participación educativa de la comunidad,
el modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos y
formación dialógica del profesorado.
Para el caso de la temática que considera a las poblaciones en
desventaja social y en condición de vulnerabilidad en Costa Rica, se
enfatiza lo que podría aportar la actuación de éxito en relación con la
formación de familias, al ver la comunidad de aprendizaje como una
opción educativa para este tipo de población, se trabajaría en su
formación, de manera que considere los intereses y necesidades de las
familias, para influir directamente en el rendimiento escolar de sus
hijos y en su propia formación. Por ello:
Estas actividades dirigidas a las familias tienen relevancia no solo
por el aprendizaje instrumental que se desarrolla en estos espacios
educativos, sino porque también significa mucho para el alumnado, sobre
todo para el perteneciente a minorías y grupos desfavorecidos, poder
compartir actividades y entornos de aprendizaje con sus familias,
dentro del propio centro escolar y después en sus casas. (Flecha, 2011,
p. 74)
Desde una perspectiva dialógica, la formación de familiares se
visualiza como una "relación entre culturas y como camino a la
superación de las desigualdades y exclusiones actuales" (Aubert, Duque,
Fisas y Valls, 2010, p. 84), por lo que la búsqueda del diálogo entre
las diversas culturas que representan las poblaciones en desventaja
social, mediante su participación en la comunidad de aprendizaje,
tendrá repercusiones positivas en sus familias y en la sociedad.
En la formación de familiares, una de las actuaciones de éxito son las
tertulias literarias dialógicas, en las que tal como lo exponen Flecha,
García, Ortega y Racionero (2012), quienes participan manifiestan que
se aprende: vocabulario, a leer, expresiones y el diálogo como elemento
fundamental. Por su parte, el CREA indica que estas se llevan a cabo
con familiares del estudiantado, personas de la comunidad de diversas
culturas, practicantes de diferente religión, edades, ideología y
procedencia, entre otros aspectos; lo relevante de esta actuación es
que, sin importar estas diferencias, se comparten diálogos, se
desarrollan reflexiones críticas y se construyen conocimientos en torno
a una obra de la literatura clásica universal. De acuerdo con lo
anterior, en esta actuación de éxito se señala que:
Se ha puesto de manifiesto que la formación de familiares responde a
las necesidades de las familias y se organiza de acuerdo con sus
demandas. Las personas participantes son protagonistas de su propio
aprendizaje. Esta formación aumenta la motivación del alumnado por el
aprendizaje y las posibilidades formativas de las familias. (Flecha et
al., 2009, p. 195)
En relación con lo que proponen estos autores y la situación de las
poblaciones en desventaja social y en condición de vulnerabilidad, en
el ámbito educativo se deben generar opciones que permitan la inclusión
de todos para que se genere una verdadera transformación de las
instituciones educativas en una comunidad de aprendizaje; en la que en
la práctica se refleje una verdadera participación, por lo que se debe
tener en cuenta todas las culturas en igualdad de condiciones, y se
debe convertir el contexto escolar en un espacio de diálogo y consenso
entre culturas (Ramis, 2006). Por tanto, la comunidad debe establecer
un objetivo que permita el acercamiento de las familias a los procesos
educativos en los que participan sus hijos y de esta forma, buscar un
trabajo orientado en la unidad de la comunicación que reciben en los
hogares y en la escuela.
6. Consideraciones finales
Las comunidades de aprendizaje propuestas como una opción educativa
para las poblaciones en desventaja social y en condición de
vulnerabilidad, se convierten en un espacio de reflexión al considerar
los requerimientos que aun se conciben en la realidad educativa
costarricense. Los fundamentos básicos de las comunidades de
aprendizaje buscan la incorporación de diversos participantes en la
educación, así que esta propuesta espera una transformación de la
escuela, la cual debe gestarse desde los intereses y necesidades de las
personas involucradas.
La perspectiva de participación se enfoca desde la formación de las
familias, de manera que con ello, quienes estén en desventaja social o
viven en condición de vulnerabilidad, puedan ser parte fundamental en
el proceso de incorporación para su propia superación y la de sus
hijos, y que las nuevas generaciones que podrían abandonar la escuela,
rompan con el patrón reproducido en sus familias. Por consiguiente, la
educación desde las comunidades de aprendizaje se convierte en una
posibilidad que contribuye en una transformación del contexto social.
En referencia al aporte que se puede vivenciar desde las comunidades de
aprendizaje, para las personas que están en desventaja social o
vulnerabilidad, es que al crear espacios de participación de las
familias en un diálogo igualitario, se permitirá que las personas
participantes estén en el mismo nivel, lo cual generaría la cohesión
social. Así, la participación de la familia en las escuelas es un tema
fundamental, que cobra relevancia en el contexto de las comunidades de
aprendizaje, ya que la búsqueda de una educación que responda a la
población estudiantil vulnerable y en desventaja social, requiere de
forma urgente la participación de madres y padres de familia preparados
para colaborar en los procesos de enseñanza y aprendizaje de sus hijos.
Finalmente, la propuesta de mantener las comunidades de aprendizaje
como una opción educativa en el ámbito costarricense, podría permitir
ofrecer una respuesta a los requerimientos, intereses y necesidades de
una población en rezago educativo y en desventaja social; por ende, es
preciso gestar acciones que se enfoquen a un trabajo educativo que
procure la equidad, la igualdad y la incorporación de todos los grupos
que viven en condición de vulnerabilidad.
Referencias
Acevedo Jesús, López, María de la Luz y Trujillo María de los Ángeles.
(2012). La problemática de los grupos vulnerables: Visiones de la
realidad. Recuperado de:
http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/libros/libros-000023.pdf.
Aubert, Adriana, Duque, Elena, Fisas, Monserrat y Valls, Rosa. (2010).
Dialogar y transformar. Pedagogía crítica del siglo XXI. España:
Editorial GRAO.
Aubert, Adriana, Flecha, Ainhoa, Flecha, Ramón, García, Carme y
Racionero, Sandra. (2008). Aprendizaje dialógico en la Sociedad de la
Información. Barcelona: Hipatia Editorial.
Barahona, Manuel. (2006). Paradigmas Económicos y Políticas Sociales de
combate a la pobreza en América Latina. IICA, Tercer Foro Técnico.
Blanco Rosa y Cusato, Sandra. (2010). Desigualdades educativas en
América Latina: todos somos responsables. UNESCO-Santiago de Chile.
Blanco, Rosa. (2009). Experiencias educativas de segunda oportunidad:
Lecciones desde la práctica innovadora en América Latina. OREALC-UNESCO
Santiago, Chile y la organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación de la Ciencia y la Cultura, OEI Chile.
Costa Rica, Ministerio de Educación Pública (2006). Primer Informe de
Seguimiento al cumplimiento del Plan de Acción de Educación
2003-2015-COSTA RICA. San José, Costa Rica: MEP.
Damman, Siri. (2006). Vulnerabilidad nutricional de los niños indígenas
de América. Una cuestión de derechos humanos. Buenos Aires, Argentina.
Programa CLACSO-CROP. Recuperado de
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/crop/indige/S1C3Damman.pdf
Elboj, Carmen, Puigdellivol, Ignasi, Soler, Marta y Valls, Rosa.
(2009). Comunidades de aprendizaje Transformar la educación. España:
Editorial GRAO.
Flecha, Ainhoa, García, Rocío, Gómez, Aitor y Latorre, Antonio, (2009).
Participación en escuelas de éxito: una investigación comunicativa del
proyecto Includ-ed. Revista: Cultura y Educación, 21(2), pp. 183-196.
Flecha, Ramón. (2011). Proyecto IN-CLUDED. Actuaciones de éxitos en las
escuelas europeas (N° 9). España: Colección Estudios CREADE.
Flecha, Ramón y Larena, Rosa. (2008). Comunidades de Aprendizaje.
España: FUNDACIÓN ECOEM.
Flecha, Ramón, García, Rocío, Ortega, Sara y Racionero, Sandra. (2012).
Aprendiendo contigo. Barcelona: Hipatia EDITORIAL.
Flecha, Ramón, Padrós, María, Puigdellívol, Ignasi. (2003). Comunidades
de Aprendizaje: transformar la organización escolar al servicio de la
comunidad. Organización y gestión educativa, n° 5 septiembre-octubre
2003, pp.4-8. Bilbao: Fórum Europeo de Administradores de la Educación
y CISSPRAXIS, S.A.
Ñopo, Hugo. (2013). Mejores prácticas en la evaluación del logro
educativo. BID-EDUCACIÓN.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2007). Informe de
la Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para El
Desarrollo y del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Nueva York:
Naciones Unidas. Recuperado de
http://www.unfpa.org/exbrd/2007/annualsession/dpfpa_2007_8_spa.pdf
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2010). Informe
Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010:
Actuar sobre el futuro: romper la transmisión intergeneracional de la
desigualdad. San José, Costa Rica: Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD). Recuperado de
http://hdr.undp.org/sites/default/files/rhdr-2010-rblac.pdf
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2013). Informe
sobre Desarrollo Humano 2013. El ascenso del Sur: Progreso humano en un
mundo diverso. Estados Unidos. Recuperado
de http://www.undp.org/content/dam/venezuela/docs/undp_ve_IDH_2013.pdf
Programa Estado de la Nación. (2011). Tercer Informe del Estado de la
Educación. San José, Costa Rica.
Quijano, Grettel. (2008). La inclusión: un reto para el sistema
educativo costarricense. En: Revista Educación 32(1) ,139-155, 2008.
Ramírez, Olman. (1997). Sistema Educativo Nacional de Costa Rica.
Madrid, España: Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Recuperado de http://www.oei.org.co/quipu/costrica/
Ramis, Mimar. (2006). Transformando la Escuela: Comunidades de
aprendizaje. España. Editorial GRAO.
Rodríguez, Jorge. (2000). Vulnerabilidad demográfica: una faceta de las
desventajas sociales población y desarrollo. Santiago: Proyecto
Regional de CELADE-FNUAP.
Soto, Eugenia. (2012). Ingreso se concentra en Costa Rica: Desigualdad
subió en Costa Rica desde el 2000, contrario a la tendencia de la
región a reducirla. http://wvw.elfinancierocr.com/ef_archivo/2012/enero/15/economi
Correspondencia a:
Florlenis Chévez Ponce. Màster en Planificación Curricular, candidata a Doctora del Programa
Latinoamericano de Doctorado en Educación de la Universidad de Costa
Rica, actualmente, Asesora Nacional en Estudios Sociales del Ministerio
de Educación Pública de Costa Rica. Dirección electrónica:
florlenis@gmail.com
Ensayo recibido: 29 de mayo, 2014 Enviado a corrección: 29 de julio,
2014 Aprobado: 20 de octubre, 2014