Desarrollo Personal y Profesional de Maestras de Educación Primaria:
Aportes de la Orientación
Primary School Teachers' Personal and Professional Development:
Contributions from Counseling
Ericka Isabel Jiménez Espinoza1
1 Docente de la Escuela de Orientación y Educación Especial de la
Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica:
ericka.iimenez@ucr.ac.cr
Dirección para correspondencia
Resumen
Este documento rescata algunos de los resultados más importantes de una
experiencia investigativa de tipo cualitativa, con un método
fenomenológico. Se llevó a cabo con un grupo de maestras de Educación
Primaria de una institución educativa subvencionada, perteneciente a la
Dirección Regional de Educación de San José Norte, Costa Rica. La
técnica, acorde con los propósitos y naturaleza del estudio que
facilitó la recolección de la información, fue la entrevista en
profundidad y se plantearon preguntas claves que dirigieron el proceso
de estudio. La validación de la información se realizó mediante la
técnica de discusión grupal. Un hallazgo importante, giró en torno al
traslado que se hace de elementos del desarrollo personal hacia el
desarrollo profesional de mujeres docentes en una cultura patriarcal.
Finalmente, se presentan aportes relevantes de la disciplina de
Orientación sobre esta temática.
Palabras clave: desarrollo personal, desarrollo profesional, docencia,
género, orientación
Abstract
This paper refers to the main findings of a qualitative research
experience in which a phenomenological method was used. The study was
undertaken with primary school teachers from one of the
state-subsidised institutions of the North San José Educational Region.
Several key questions guided the research process, such as: What
personal and professional self-concept do the primary school teachers
in the group have? What do the teachers consider is needed to enhance
their own personal and professional development? What can Counseling
provide to promote personal and professional development of primary
school teachers? The technique, according to the purpose and nature of
the study the best suited for information gathering was the in-depth
interview. Group discussion was the technique used for validation of
the data. An important finding is that in a patriarchal culture, women
teachers transfer elements of their personal development to the area of
their professional development. Finally, it was presented the
Counseling discipline's relevance related to these situations.
Key words: personal development, professional development, teaching,
gender and counseling
1. Introducción
Las personas poseen múltiples habilidades que les permiten
desenvolverse en los diferentes ambientes, sean estos sociales,
laborales u otros. La sociedad genera cambios constantes y demandas,
que les exigen a las personas hacerles frente. Algunas desarrollan sus
habilidades personales con seguridad y creatividad, otras lo hacen con
mayor dificultad, por lo que han de requerir apoyo e intervención de
profesionales de distintas disciplinas, como lo hace la Orientación
ante esta y otras situaciones relacionadas con el desarrollo personal y
social.
Con el propósito de atender las necesidades en los contextos educativo
y empresarial, se han diseñado diversos programas y entrenamientos para
docentes, personal de salud mental, gerentes y en general, hacia
personas cuyo trabajo requiere de un variado y buen manejo de
habilidades personales y sociales. Para ejemplificar, se han impulsado
intervenciones de carácter preventivo en instituciones que albergan
poblaciones susceptibles de presentar dificultades interpersonales
(Hidalgo y Abarca, 2000).
Resulta importante enfocar esfuerzos hacia el fortalecimiento de los
recursos personales y así afrontar las demandas sociales. Tonon (2003)
indica que para toda persona profesional de ayuda, las cargas laborales
suelen ser muy altas, producto de las mismas características de sus
funciones que son dirigidas por lo general, hacia el servicio y el
apoyo, aspectos que en ocasiones les impiden alcanzar las expectativas
depositadas en su trabajo. Esta autora cita a Maslach (1976), quien
diera a conocer el término "bournout" como un síndrome que afecta la
calidad de vida, el cual perturba especialmente a profesionales de
ayuda, tanto en el área de salud como de la educación.
Por su parte, Aron y Milicic (2004) argumentan que el desarrollo
personal ha demostrado ser una de las variables de mayor significado
para el mejoramiento de la calidad de la educación. Igualmente, ha
mostrado su utilidad en la prevención de problemas de salud mental de
docentes y de estudiantes. También se le postula como un factor
predictivo de logros y satisfacciones en la vida de las personas.
Lo anterior se relaciona con el favorecimiento del desarrollo personal
y laboral de mujeres profesionales que trabajan en el sistema educativo
costarricense, lo que repercute directamente en el mejoramiento de la
calidad de vida; máxime, porque no existen estudios dirigidos a
poblaciones adultas con el tema en cuestión. Al ser la persona docente
un paradigma para las niñas y los niños, es necesario propiciar estilos
de vida saludables en el contexto educativo. Al educador le corresponde
la formación no sólo académica, sino también la socio-emocional, porque
las y los estudiantes se encuentran en una etapa esencial de su
desarrollo, lo que implica, de parte de la persona profesional, un
compromiso complejo, demandante y de constante introspección de sus
propias capacidades y condiciones personales y profesionales.
Para la disciplina de la Orientación, es fundamental trabajar con las
personas en el proyecto y sentido de sus vidas, tomando en cuenta su
entorno social y laboral desde la condición femenina. Por ello, es
necesario trabajar de forma preventiva para favorecer el desarrollo
personal y las relaciones interpersonales en grupos de docentes, de
manera que puedan hacer frente a sus propios ajustes personales y
profesionales, producto de los cambios constantes en el entorno, como
también para prevenir posibles situaciones que provoquen desajustes en
su desarrollo personal y social.
Este artículo, recoge algunos aportes que son resultado de una
experiencia investigativa de tipo cualitativa, efectuada con un grupo
de maestras de educación primaria durante el año 2007, cuyo propósito
general, es promover el desarrollo personal y profesional de maestras
de educación primaria, mediante el aporte de la disciplina de la
Orientación. Además, en esta oportunidad y valiéndose de algunos de los
aportes de esta investigación, se pretende ofrecer posibles respuestas
a interrogantes como las siguientes:
•
¿Qué concepto personal y profesional de sí mismas, poseen un grupo de
maestras de educación primaria?
• ¿Qué aspectos son requeridos según las maestras, para favorecer el
propio desarrollo personal y profesional?
• ¿Qué aportes puede brindar la Orientación para el desarrollo personal y
profesional de maestras de educación primaria?
2. Acercamiento teórico
2.1 La mujer en la adultez
Algunos estudios argumentan que a la edad adulta no se le atribuye la
importancia que merece. Autores como Smelzer y Erikson (1983)
consideran que esta etapa ha sido considerada, erróneamente, como un
paso caracterizado por la quietud con cambios ocasionales, cuando en
realidad es lo contrario, es una época en la que el cambio es continuo,
con pequeñas pausas de quietud y con una sobrecarga de tareas que
requieren de mucha energía de la persona, es un paso de gran
productividad que necesita trabajo en distintos aspectos de la vida.
Según Bonilla (1992) existen ciertas tareas que son definidas de
acuerdo con el tipo de cultura de la sociedad a la que se pertenezca, a
la edad y al género, una vez que son cumplidas, la persona entra en
otro período o fase de la vida. La importancia de las labores en la
etapa adulta, se encauzan a señalar una guía hacia la cual cada persona
se dirige en un momento de su vida, de acuerdo con la forma en que
utiliza e integra las destrezas que previamente ha adquirido.
Por su parte, Bustamante (1997) argumenta, a partir de su enfoque en
las relaciones genéricas en la cultura patriarcal, que la condición de
la mujer, históricamente, puede ser descrita desde la palabra crisis,
debido a que se caracteriza por el cambio, el conflicto y la tensión.
Según esta autora, la crisis ha sido compañera inseparable de la mujer
en la búsqueda de su propia identidad. La evolución de su condición se
ha caracterizado por una constante lucha contra estereotipos y
prejuicios sociales que han tratado de sojuzgarla sin tregua.
Al tomar en cuenta los aspectos psicosociales, existen diferencias
biológicas entre hombres y mujeres, que repercuten, sin duda, en el
comportamiento. La socialización, influye en buena medida en el modo de
actuar, pensar y sentir de cada quien. Rodríguez (2009) argumenta que
como producto de esas diferencias, en ocasiones, a la mujer se le
percibe como un ser subordinado, el hecho de que su cuerpo sea más
débil físicamente que el del hombre y que, por su naturaleza esté
destinado a la procreación, ha sido siempre el argumento para
justificar su dominación.
Es necesario que tanto hombres como mujeres, sean conscientes de la
forma en que socialmente han sido definidos, consecuencia de las
diferencias y con ello, de la necesidad de favorecer cambios en sus
propios procesos de vida a partir del reconocimiento de posibles
desigualdades, más importante aún del redescubrimiento de sus
fortalezas personales. Es preciso que las mujeres adultas partan de
reconocerse a sí mismas, mediante la comprensión de sus propias vidas,
de su realidad genérica y etapa vital, lo que les permitirá desarrollar
o fortalecer habilidades que favorezcan el desarrollo personal para
enfrentar los múltiples retos experimentados por las mujeres encargadas
de la docencia y por ende, les puedan proporcionar una mejor calidad de
vida.
2.2 Conceptualización del desarrollo personal femenino
El área personal constituye un espacio de aprendizaje constante y
continuo que se experimenta durante la vida de cada persona. Si bien es
muy individual, se alimenta de las distintas áreas en que las personas
se desenvuelven. Existen diversos conceptos de desarrollo personal; a
continuación, se destacan aquellas visiones relacionadas con los
propósitos que se pretenden aclarar, además se muestran sus distintos
componentes y las implicaciones para la construcción de la identidad de
la mujer adulta en la sociedad patriarcal.
En un estudio realizado, se conceptualiza el desarrollo personal de la
siguiente manera:
El desarrollo personal es un concepto que se refiere a la actualización
de todas las potencialidades afectivas e intelectuales de una persona,
así como al desarrollo de sus talentos específicos. Es un concepto
integrador, que supone el conocimiento de la persona acerca de sí misma
y de su unicidad, el planteamiento de metas personales, el
reconocimiento de los propios talentos y la formulación de objetivos
coherentes con su sistema de valores. En este sentido, el desarrollo
personal está íntimamente ligado al concepto de formación afectiva y
valórica y al de inteligencia emocional. (Aron y Milicic
2004, p. 17)
A este concepto se le puede agregar, que se encuentra marcado por la
cultura, clase social, género, etapa de vida, condición socioeconómica,
entre otras variables importantes. Se desprende de lo anterior, que el
desarrollo personal se divide en varias áreas, tales como:
-socio-afectiva, cognoscitiva y psicomotora. En el área
socio-afectiva-, se circunscribe la dimensión vocacional que, a su vez,
incluye los intereses, aptitudes, valores, toma de decisiones, elección
vocacional, proyecto de vida y metas. En el ámbito emocional, se toman
en cuenta la identidad, autoconcepto, autoimagen, autonomía,
autoestima, iniciativa, creatividad y flexibilidad. En la parte social,
las habilidades para la comunicación interpersonal, solidaridad,
cooperación, respeto, tolerancia, organización y participación. Por
último en el aspecto ético-espiritual; los valores personales, morales,
laborales, familiares y espirituales, (Campos et al., 2002).
Es importante destacar, que existen también diferencias genéricas en
torno a la conformación del desarrollo personal para hombres y para
mujeres. Delgadillo (1996) explica que entre las paradojas del sistema
genérico patriarcal, el hombre es considerado "ser independiente", este
siempre depende de los cuidados maternos de la mujer, sea esta madre,
hermana, hija, esposa, compañera. La mujer por el contrario,
considerada "dependiente" es la encargada de prodigar cuidado y
atención a la familia. Por esto motivo, aunque tenga la posibilidad de
un desarrollo más allá de las fronteras de la esfera doméstica,
continúa ligada a ésta.
En síntesis, el desarrollo personal, es un proceso de construcción
continuo que toda persona experimenta, en el cual la identidad
genérica, juega un papel importante para la conformación personal, ya
que afecta todas las áreas de vida. El desarrollo personal está,
igualmente muy relacionado, con fuerzas constructivas internas poseídas
por cada persona de ahí que encierra el crecimiento emocional y social.
Para enriquecerse, requiere, especialmente, de la habilidad de la
comunicación.
2.3 Desarrollo Profesional de la mujer en la docencia
El ámbito laboral resulta muy importante en la vida adulta, este ocupa
una porción significativa de las tareas diarias, constituye parte
central de los ámbitos de acción para el ejercicio de los conocimientos
propios del trabajo, así como para la práctica de distintas habilidades
y capacidades personales. De acuerdo con los intereses del presente
artículo, es importante retomar la labor profesional y caracterizar a
las maestras de educación primaria como profesionales de la docencia.
El desarrollo profesional es descrito por Alfaro, Montoya, Rodríguez,
Solano y Solano (2003) como un proceso amplio y flexible, compuesto por
una serie de fases de maduración vividas en el transcurso de la vida
profesional y que se enfrentan de manera personal. Según este aporte,
esa formación de la persona docente se concibe como un proceso
continuo, sistemático y organizado, que abarca la totalidad de la
carrera docente.
El proceso de enseñanza requiere que la población profesional docente,
ejecute toda una gama de habilidades de diversa índole, puesto que las
exigencias son altas en su labor diaria, lo que a su vez implica que
experimente distintas etapas. Cornejo (1998) identifica tres etapas
relevantes en el desarrollo profesional:
•
Formación básica y socialización profesional (preparación en la
Universidad): Aquí se produce una primera transformación y eventuales
cambios de las actividades, valores y funciones que la población
estudiantil como futuras o futuros profesionales en educación atribuye
a la profesión docente y la generación de determinados hábitos que
influirán en su ejercicio docente posterior.
• Inducción profesional y socialización en la práctica (tres primeros
años en el ejercicio profesional): Corresponde a los primeros años del
ejercicio docente, en que la persona profesional debutante, aún en
proceso formativo, tendrá ciertas características especiales.
• Perfeccionamiento (mejoramiento a lo largo de toda la vida como
docente): En esta etapa, relucirán actividades propias de la formación
permanente, tales como reflexión, comprensión e intervención a partir
de la propia práctica, intercambio de la experiencia y actualización
constante.
La última etapa, correspondiente al perfeccionamiento, concuerda con
las docentes participantes, debido a que se ubican en ésta. Conocer las
características de estas etapas permite comprender la forma en que las
docentes utilizan sus distintas habilidades y conocimientos, y, como
éstos les favorecen en su desarrollo personal y por ende, profesional.
Es importante retomar la condición femenina profesional en la sociedad
actual, caracterizada por una parte, por cambios hacia relaciones cada
vez más equitativas entre hombres y mujeres en comparación con las
sociedades antiguas; por otra parte, ese cambio positivo entre las
personas de distintos géneros, etnias y clases sociales, depende en
buena medida de las oportunidades que el mismo entorno social ofrece
para replantear y construir una nueva convivencia, por ello se hace
necesario destacar algunos aspectos enlazados con la mujer y la
docencia como ámbito de acción profesional.
En Costa Rica, de acuerdo con Delgadillo (1996), las tendencias
sugieren que el hecho de pertenecer a uno u otro género, parece ser una
variable fundamental en la escogencia de una carrera profesional
universitaria. De esta forma, las mujeres escogerían carreras que
prolonguen en el trabajo su rol fundamental, el doméstico; con
funciones propias del espacio otorgado a lo femenino desde el
patriarcado. Por consiguiente, con tendencia a elegir aquellas que
poseen en sí mismas un rol educativo y afectivo, tales como educación,
enfermería, psicología, trabajo social, entre otras.
Aunque según lo anterior, a las mujeres se les ha limitado socialmente
debido a una división del trabajo basada en el sexo, esta misma
división sexual, también, ha favorecido habilidades relacionadas con
los sentimientos. La responsabilidad de cuidar a otras personas en las
familias, exige una atención, dedicación, interés y una conciencia
social respecto del bienestar de otra persona. Como gestoras del ámbito
doméstico, personal y emocional, las mujeres conservan una gran
capacidad para el contacto humano (Orbach y Eichenbaum, 1989).
No obstante, al estar socializadas en una cultura patriarcal, también
suelen asumir patrones masculinos negativos avalados por la sociedad
para conseguir éxito. Igualmente, suelen hacer mal uso de las
anteriores habilidades, lo cual se traduce en consecuencias nocivas
para su propio desarrollo personal, al entrar en contradicción con
ciertas habilidades que se poseen. Lo anterior, es necesario retomar
para comprender la condición de las mujeres profesionales en la
docencia, inmersas en un ambiente social educativo, que les exige
responder a diversas tareas tanto en el ámbito personal como
profesional y para los cuales, la Orientación facilita y acompaña en
los distintos procesos del desarrollo humano, como el autoconocimiento,
la identidad, el conocimiento del medio, la toma de decisiones y
proyecto de vida.
2.4 Orientación a la mujer adulta
La Orientación como disciplina dirigida a favorecer procesos de
crecimiento a todas las personas durante el ciclo vital, y en este
caso, en la etapa adulta, permite construir con las participantes, una
nueva perspectiva de afrontar la vida con mayor esperanza, a partir del
descubrir, fortalecer o bien, potencializar las habilidades propias, en
una relación de responsabilidad compartida entre la persona orientada y
el profesional en Orientación.
Como se ha descrito, uno de los propósitos del presente estudio es
ofrecer aportes desde la Orientación para propiciar estilos de vida
saludables en el ambiente educativo, dirigido a personal docente de
educación primaria por erigirse como modelos para niñas y niños,
basándose primero en el desarrollo personal, con el propósito de que
mediante el desarrollo y confianza de sus propias fortalezas
personales, puedan también fortalecer sus relaciones sociales y por
ello, laborales, previniendo posibles conflictos o transformando la
propia visión de mundo mediante un manejo adecuado de sus habilidades
personales y profesionales.
En consideración de Gordillo (1988), la Orientación facilita procesos
para lograr el desarrollo personal, en este se acompaña a la persona,
de manera que pueda tomar sus propias decisiones con libertad y de
acuerdo con su realidad particular. Es importante rescatar, que la
persona posibilita su desarrollo personal mediante la influencia de
valores de sentido, tales como la libertad, la responsabilidad, la
autenticidad, el amor, entre otros. Estos a su vez, son los que suponen
un mayor desarrollo personal al haber trascendido la fase del yo
individual y que permiten una comprensión del mundo que rodea a la
persona, enriqueciendo y configurando una imagen de su ser. Gordillo
(1998) enfatiza también, que al orientar a una persona adulta, es
necesario conocer las crisis normales de la etapa del desarrollo,
teoría del desarrollo humano, patrones sociales de aprendizaje y la
conducta social, sesgo de la propia edad e intereses y necesidades, con
el propósito de comprenderla y brindar estrategias acordes con la
realidad en que las personas se desarrollan, como en el caso de las
mujeres docentes.
Lo anterior, se relaciona con la perspectiva teórica del presente
artículo, acorde con el modelo de desarrollo humano contrapuesto al
modelo médico o remedial, acercándose a modelos educativos recientes
que buscan comprender a las personas y se interesan por desarrollar las
potencialidades que cada persona lleva dentro de sí misma (Jaramillo,
1997).
El concepto de Orientación, con base en el modelo de desarrollo humano,
busca promover el desarrollo saludable de las personas, mediante el
equilibrio entre todas las dimensiones de la vida: física, mental,
social, vocacional y espiritual, cada una de ellas influenciada por las
otras y por el ambiente. En síntesis, de acuerdo con esta posición,
cada persona tiene el control de sí misma, de su propia vida y por lo
tanto, posee el poder de cambiar aquellos aspectos que no son
confortables con sus vidas; por ejemplo cuando la persona desarrolla
respuestas mal adaptadas en cualquiera de las cuatro áreas esenciales
del funcionamiento humano, (Hershenson y Power, 1987).
Es importante resaltar que para trabajar con mujeres desde la labor
orientadora, se ha de promover en ellas el empoderamiento, el cual tal
y como lo aporta León (1997), es un proceso en el que las mujeres
incrementan su capacidad de configurar sus propias vidas y su entorno,
una evolución en la conciencia de las mujeres sobre sí mismas, en su
estatus y en su eficacia en las interacciones sociales. Para poder
llegar al empoderamiento, se necesita tomar conciencia de los propios
recursos personales, mediante un examen crítico de los paradigmas
definidos culturalmente y asimilados por la socialización. Tiene que
estar dirigido a romper la cultura del silencio entre las mujeres, como
por ejemplo con la dicotomía entre la esfera pública versus privada, de
una ideología sostenida por el derecho, la religión y la cultura, para
justificar el control de la movilidad, la sexualidad y las capacidades
productivas de las mujeres.
Por su parte, Rogers (1989) aporta que para el trabajo con personas
adultas, en grupos de Orientación, es necesario trabajar elementos que
enriquezcan la comunicación, como la habilidad sensible de escuchar, la
autenticidad, que a su vez estimula la autenticidad de las demás
personas y una mayor libertad para dar y recibir amor.
En este sentido, es importante fomentar en las féminas docentes, desde
la labor orientadora como mediadora de procesos de crecimiento personal
y por ende profesional, una revisión crítica, pero sensible, de sus
recursos personales, con el propósito que puedan implementarlas en sus
vidas y que a su vez, éstas traigan beneficios para las distintas
personas con las que ellas se desenvuelven, tomando en cuenta, la
necesidad que la persona, se encuentre bien consigo misma y así después
pueda proyectarse hacia la sociedad en general.
3. Acercamiento Metodológicos
La naturaleza de las interrogantes planteadas, privilegió la elección
del paradigma naturalista, el cual presentó valores fundamentales para
el desarrollo de la investigación, ubicándola al servicio de las
personas.
Se utilizó un proceso de investigación cualitativo, que, para Tamayo
(2002), es de naturaleza progresiva y obedece a una modalidad de diseño
semi-estructurado y flexible, esto quiere decir que los supuestos no
son fijos a lo largo del proceso de investigación, sino que se trabaja
con un enfoque heurístico o generativo, debido a que cada
descubrimiento en relación con este se convierte en el punto de partida
de un nuevo ciclo investigativo inmerso en un mismo proceso de
investigación.
Se optó por la postura teórica de Orientación del desarrollo humano,
que englobó de forma consistente y coherente tanto el propio pensar,
sentir y actuar de la persona investigadora, como de los propósitos del
estudio. Esta postura se enfatizó en las fortalezas y no en las
debilidades de las personas, se dirigió hacia las necesidades de
desarrollo más que a las necesidades remediales; se asumió una relación
simétrica entre la persona investigadora y las personas participantes y
concibió, como logros apropiados en la Orientación, que las personas
orientadas lograran expresar sus percepciones sobre el propio
desarrollo personal y profesional, con el propósito de mejorar en esas
áreas e incrementar su dominio personal en las tareas de vida.
Para acercarse a las informantes, se optó por aproximarse con el método
fenomenológico y después profundizar con las entrevistas, debido a la
profundidad de este método, por esto se refiere a una aproximación al
método. La persona investigadora adscrita a la fenomenología, encierra
una profunda necesidad de comprender la naturaleza humana inmersa en el
mundo social. Utiliza métodos que también responden a un acercamiento
ético que trata de rescatar de forma científica la subjetividad para la
comprender las intenciones humanas. El acercarse con la fenomenología,
permitió no centrarse solamente en el contexto como con otros métodos,
como el etnográfico, sino en las personas participantes, sino más bien,
comprender cómo el contexto educativo les ha aportado o no, en ese
desarrollo personal y laboral.
Se utilizó la técnica de la entrevista en profundidad para enfocarse en
aquellas cualidades y habilidades señaladas por las participantes como
más significativas, que pudieran favorecer el propio desarrollo
personal y profesional de la persona docente. Posteriormente se realizó
una devolución de la información mediante el grupo de discusión como
técnica que permitió validar los datos obtenidos con la entrevista. Con
el propósito de organizar el proceso de investigación, se siguieron
diferentes momentos. Se describen brevemente a continuación:
3.1 Primer momento: selección de las personas participantes y
descripción del contexto
Se valora el apoyo institucional y el interés personal de las personas
participantes del estudio. Se elige una institución de educación formal
de tipo semi privada subvencionada por el Estado, para realizar el
estudio, debido a la anuencia tanto de la institución como de las
informantes, la conveniencia y el interés de la propia investigadora.
Se eligieron cuatro maestras que laboran en el primer ciclo de
educación primaria, que imparten asignaturas básicas dentro de esta
institución, por ser las que poseen mayor experiencia profesional de
acuerdo con el tiempo servido en la docencia, con un mínimo de cuatro
años. Este requisito se fundamenta en el aporte de Cornejo (1998) sobre
las etapas del desarrollo profesional, que para el caso de las maestras
participantes estarían ubicadas, en la etapa de "Perfeccionamiento"
(mejoramiento a lo largo de toda la vida como docente). Se caracteriza
esta etapa, por actitudes de reflexión, comprensión e intervención a
partir de la propia práctica, intercambio de la experiencia y
actualización constante, lo que calzó perfectamente con la realidad
profesional de estas mujeres y ofreció elementos importantes para el
estudio, en cuanto a sus experiencias profesionales.
Se justifica esta cantidad de participantes, debido a que el número de
casos en la investigación cualitativa carece relativamente de
importancia, sino que se enfoca en el potencial de cada caso como medio
para la comprensión de las preguntas formuladas en el presente estudio
(Taylor y Bogdan 1996).
Fue del interés investigativo que fueran maestras del primer ciclo, por
la relación y el contacto con la población infantil, sus madres, padres
y otros colegas docentes y las mismas autoridades institucionales, que
podrían implicar atender una serie de demandas de índoles social,
emocional y cognitivo, sin descuidar el propio desarrollo personal. Las
edades de las mujeres participantes oscilaron entre los treinta y
cuatro y cuarenta años. Sus lugares de residencia están ubicados en
zona urbana, cercanas a Guadalupe y Tibás; pertenecen a sectores medios
de la estratificación socioeconómica. Todas ellas con título de
bachillerato universitario en Educación General Básica para I y II
ciclos. En cuanto al estado civil, una de ellas es soltera, una
divorciada y dos casadas. Para hacer referencia a las mujeres
participantes, se hizo uso del anonimato. Se utilizó la definición de
Participante #..." para garantizar la confidencialidad de la identidad
y de la información suministrada.
3.2 Segundo momento: Descripción de la entrevista en profundidad
Se eligió la entrevista en profundidad, por la ventaja tanto para los
propósitos del estudio como por la realidad de las maestras
participantes. Sus múltiples tareas, requirieron de espacios flexibles
que les permitiesen sentirse cómodas y a la vez facilitar la
recolección de la información, de manera que las participantes se
pudieron expresar libremente en cuanto a sus pensamientos y
sentimientos. La investigadora realizó los ajustes necesarios a la
realidad de ellas y no al contrario.
La entrevista en profundidad de acuerdo con Valles (1997) es una de las
técnicas preferidas en la investigación naturalista que adopta la forma
de un diálogo o una interacción. Posee la ventaja de intercambiar
información y establecer una relación de apoyo de manera que ambas
partes se favorecen.
Se hizo uso de la entrevista basada en un guión que permitió libertad,
ordenar y formular preguntas a lo largo del encuentro. Según López
(2002) en las entrevistas en profundidad no debe faltar una
planificación por parte de la persona investigadora, que incluya el
guión; que es un sencillo escrito en el que se diseña el proceso
esperado de la conversación, mediante la reseña de los hitos que deben
marcar la secuencia temática. Al realizar la entrevista cara a cara,
proporcionó mayor intimidad entre investigadora y persona entrevistada.
Brindó un espacio de clarificación de sus propias situaciones de vida
que para efectos del estudio con las maestras participantes, fue
oportuno y acorde con el tema. Se hicieron ocho acercamientos con las
informantes con un promedio de tres horas por conversación.
3.3 Tercer momento: Ejes temáticos del guión por desarrollar en la
entrevista en profundidad
Para seleccionar los ejes temáticos, se revisó la información referente
al tema de investigación de interés que se encontró existe en Costa
Rica, así como una consulta con personas expertas en el campo, que
permitió realimentación y enriqueció ese momento investigativo.
Posterior a esto, se revisaron los propósitos del estudio para que
fueran compatibles con las interrogantes formuladas, los intereses de
la investigadora, el contexto, el modelo de Orientación y del paradigma
de investigación naturalista.
Los ejes temáticos fueron sugerentes y en absoluto se tomaron como
únicos o rígidos, debido a que estaría en contra de los principios
mismos de la investigación cualitativa. Para efectos de realizar las
entrevistas en profundidad, se elaboraron los siguientes temas por
explorar relacionados con el desarrollo personal: percepción del propio
desarrollo personal, vivencia del desarrollo personal, cualidades más
importantes para ellas en el ámbito personal, su condición de mujer en
el ámbito personal, recomendaciones para el desarrollo personal de
maestras. Los ejes temáticos del desarrollo profesional fueron:
percepción del propio desarrollo profesional, vivencia del desarrollo
profesional, habilidades más importantes para ellas en el ámbito
profesional educativo, su condición de mujer en el ámbito profesional
educativo y recomendaciones para el desarrollo profesional de maestras.
3.4 Cuarto momento: tipo de análisis y validación de la información
Se utilizó el análisis en progreso, por el tipo de información
recolectada y por respeto a la confidencialidad de las participantes.
Este permitió la recolección de los datos y análisis de forma paralela,
de manera que se pudo desarrollar una mejor comprensión de las personas
que se estudiaron.
De acuerdo con Taylor y Bogdan (1996) implica ciertas etapas
diferenciadas, las que se aplicaron de la siguiente forma:
•
La primera es una fase de descubrimiento en progreso. Se identificaron
los temas y se desarrollaron conceptos y proposiciones. Se leyeron y
releyeron las transcripciones de las entrevistas en profundidad, se
volvió al campo para ampliar y aclarar la información. Se hizo una
primera organización de los datos más importantes. Fue un ir y venir,
que permite la familiarización con los datos, para empezar a ordenarlos.
•
La segunda fase que se produce cuando los datos ya se han recogido. Se
inició la codificación de los datos y se refinó la comprensión del tema
en estudio, se elaboró un cuadro con categorías y subcategorías, que
incluye, expresiones de las participantes que ejemplifican el
contenido. Una vez realizada cada entrevista, se transcribe completa,
se ordena su contenido según las expresiones de las participantes en
categorías y subcategorías, las que se estructuran según los ejes
temáticos y las preguntas de investigación. La creación de las
categorías y subcategorías implicó una clasificación de temas
semejantes, diferentes, contradicciones, pero también puntos de
confluencia; se usaron diferentes colores para elaborar esa
clasificación y poder clarificar.
• En la fase final, la investigadora relativizó los descubrimientos, es
decir, comprender los datos en el contexto en que fueron recogidos. En
esta parte, se utilizó la teoría respecto con los resultados y la
elaboración de la investigadora, se identificaron los alcances de las
preguntas de investigación. Se incluyó en esta parte la validación de
la información.
3.5 Validación
En la fase final del análisis de la relativización de los
descubrimientos, se incluyó la validación de la información. Se hizo
uso de la triangulación, que se construyó con las expresiones de las
participantes en las entrevistas en profundidad y en el grupo de
discusión al devolver la información recopilada, las aproximaciones
teóricas e interpretación crítica que la investigadora hace de todo lo
anterior.
No se utilizó un programa informático de análisis de datos, sino que lo
realizó de forma manual la investigadora del presente estudio. Después
de realizadas las entrevistas en profundidad, se hizo uso de la técnica
del grupo de discusión, con el total de maestras participantes; que
permitió aclarar dudas y ampliar la información obtenida. Según Delgado
y Gutiérrez (1998) el grupo de discusión es un tipo de entrevista
grupal, en la cual el discurso social se encuentra distribuido en lo
social mismo, en ese proceso el discurso reordena para el grupo y el
grupo a su vez, ordena según criterios de pertenencia.
Se discutió con las participantes los hallazgos más importantes
referentes a los propósitos del estudio, que permitieron validar la
información obtenida, es decir, se aclararon y ampliaron aspectos que
no fueron abordados en las entrevistas en profundidad respecto con las
interrogantes de interés.
La dinámica del grupo de discusión, se hizo siguiendo los siguientes
aspectos que aportan Delgado y Gutiérrez (1998):
•
Para la ejecución del grupo de discusión, se utilizó un aula del centro
educativo al que pertenecen las maestras participantes del estudio y se
llevó a cabo el día negociado con ellas, en el horario establecido.
•
El tema se enunció de forma general. Se delimitó por un lado el ámbito
de discusión, pero se dejó abierto por otro lado, la discusión. Para
este caso, el tema se formuló en torno a posibles aspectos por ampliar
respecto de las preguntas del estudio y para corroborar la información
obtenida.
•
El discurso se grabó mediante cintas de audio, respetando la
confidencialidad y familiaridad de las participantes al no utilizar
otros medios. La facilitadora tomó notas cuando lo consideró necesario
y señaló puntos clave de consenso en el discurso.
•
La técnica se explicó de forma concisa, sin complicar a las
participantes, no se implicó al grupo en exceso en sus razones o
procedimientos.
•
La investigadora facilitó la discusión, de manera que no se divagara
por otros caminos ajenos al encuadre.
•
La investigadora, con sus intervenciones hizo enunciados tratando de
tener especial cuidado con las interpretaciones.
•
Se les agradeció al grupo tanto al iniciar la reunión, como al
terminar; recalcando la importancia de sus opiniones para el buen curso
de la investigación. Al finalizar la discusión, se compartió un
refrigerio con las participantes.
Esta estrategia permitió por un lado, proteger los resultados obtenidos
con el estudio, mediante la combinación de distintos métodos o fuentes
de datos, para confrontar y someter a control recíprocos las
narraciones de las informantes (Taylor y Bogdan, 1996). Y por otro
lado, facilitó que las participantes compartieran sus pensamientos y
sentimientos respecto al tema de forma grupal, como una manera de
complementar su desarrollo personal, mostrándoles el uso que se hizo de
la información, recibir recomendaciones, obtener información adicional
y la posibilidad de revisar lo ya existente para modificar aquello que
lo requirió.
4. Análisis
4.1 Relativización de los descubrimientos
Esta sección corresponde a la fase de análisis, que como se explicó
anteriormente se elabora mediante una relativización de los
descubrimientos. Se presenta el alcance de las preguntas de
investigación en relación con las maestras participantes del estudio,
las aproximaciones teóricas, los hallazgos importantes, así como los
aportes de las participantes emitidos durante la devolución de la
información, este último proceso con el propósito de realizar la
validación de los datos.
La primera pregunta que se planteó fue: ¿Qué concepto personal y
profesional de sí mismas, poseen un grupo de maestras de educación
primaria? De esta interrogante surge la primera categoría que se titula
"Condición de mujer en el ámbito personal" y corresponde a la
percepción que tienen de sí mismas como personas, las mujeres adultas
participantes.
Las participantes se definen personalmente como mujeres analíticas, que
tienden a pensar y ejecutar las metas que se han propuesto, mediante la
responsabilidad que las caracteriza, caracterización que rescata
elementos similares al concepto de desarrollo personal, descrito por
Aron y Milicic (2004), en cuanto al planteamiento y ejecución de metas
personales. Y por otra parte, se evidencia necesidad de fortalecer ese
desarrollo personal, ya que se caracterizan como personas reservadas en
cuanto a expresión de sus pensamientos y sentimientos, siendo
conscientes de que los poseen, pero con una tendencia a guardarlos
debido a sus propias experiencias pasadas y presentes, que al parecer
las han motivado a no comunicarlos abiertamente. Esto podría denotar
inseguridad por parte de ellas y una necesidad hasta cierto punto de
ser aceptadas por las personas, pero con el temor latente de que al
expresarse, se reconozcan en ellas características que les ocasionen
rechazo, al ser aspectos posiblemente no integrados o reconocidos de sí
mismas.
Las mujeres docentes comparten la existencia de cualidades que según
sus percepciones, son muy propias de las mujeres; tales como las
relacionadas con el servir a las demás personas, que son estipuladas
desde la cultura patriarcal y que las ponen en práctica en sus labores
docentes, mediante el cuidado hacia quienes las rodean, implementando
la comprensión, el cariño y la sensibilidad, visualizándose todas como
madres, pese a que esta condición solo la experimenta una de ellas.
Además, esto podría denotar también una caracterización estereotipada
hacia la figura materna, que de acuerdo con sus constructos personales,
ha de manifestarse cariñosa, sensible y siempre dispuesta para atender
las necesidades de quienes conviven con ella. La imagen de madre
estereotipada socialmente, se relaciona con el aporte de León (1997) y
Delgadillo (1996); quienes explican que como la mujer es la que pare
las hijas y los hijos, ella debe ser la encargada de estas personas y
del hogar, se le ve como madre o como seductora, esta última es la mala
mujer, símbolo de destrucción y esterilidad, en cambio, la madre es la
venerable, la abnegada y la dispuesta al sacrificio.
Las cualidades que ellas señalan como femeninas afirman poseerlas y
tenerlas muy desarrolladas. Dar, servir y proteger a quienes formen
parte de sus vidas, es una constante importante, de acuerdo con las
descripciones que de sí mismas elaboran, lo que denota estereotipos de
género que indican un comportamiento y formas de subjetividad
determinadas dependiendo de si se posee un cuerpo sexuado femenino o
masculino.
"... Cualidades femeninas verdad, que es ser uno maternal, ser
comprensiva, generalmente las mujeres son mas emocionales, menos se
dejan llevar por la razón, hay que comprender los sentimientos de los
demás, todo eso (...) yo siento que las cualidades propias de una mujer
yo las tengo muy desarrolladas". Participante #2
Podría explicarse también, desde esta perspectiva que al centrarse en
las necesidades y mundos de las demás personas, les quede poca energía
para redirigirla hacia sus propias vivencias, haciendo difícil un
crecimiento personal de la identidad y a su vez, la expresión de sus
propios sentimientos y pensamientos que denoten ese quiénes son, es
decir, especialistas en atender las necesidades de otras y otros, pero
con dificultades para identificar y por tanto atender las propias. Lo
anterior se relaciona con el aporte de Bustamante (1997) al afirmar que
la condición de la mujer a lo largo de la historia, puede ser descrita
desde la palabra crisis, debido a que se caracteriza por el cambio, el
conflicto y la tensión. La crisis ha sido la compañera inseparable de
la mujer en la búsqueda de su propia identidad, debido a que la
evolución de su condición ha sido una constante lucha contra
estereotipos y prejuicios sociales que la han sojuzgado.
Resulta interesante destacar, que existe conciencia en una de las
participantes, al criticar la condición estereotipada de ser mujer en
la sociedad costarricense, tal y como lo ha percibido de acuerdo con su
propia historia de vida, que obliga a que ellas mantengan una posición
de subordinación ante el cónyuge en contraposición a una relación más
equitativa entre hombre y mujer, lo cual desde su perspectiva, al
implementar un comportamiento distinto, lleva al fracaso en la relación
de pareja.
"La situación social te dice que la mujer sigue al hombre y yo luché
porque él me siguiera a mí (risa), entonces ahí hubo un desbalance,
bueno al menos aunque no me siguiera a mí, hubiera un equilibrio como
es lo que debe ser y como no se logró por el machismo y todo ese
asunto, entonces fracasé..." Participante #4
Es interesante percibir que para las participantes es importante
mantener una relación de pareja, la maternidad o funciones asociadas a
ellas, para lograr la realización como mujeres desde la condición
personal, debido a que si no es de esta forma, existen sanciones
sociales por las cuales es mejor elegir ciertos sustitutos aceptados
socialmente como las anteriores funciones, lo que podría responder a
las necesidades manifiestas por estas mujeres.
La realización personal de estas mujeres se asocia con características
estipuladas socialmente que deben poseer las mujeres, haciendo una
comparación con las supuestas tareas señaladas como propias para las
mujeres y la forma en que estas están presentes o no en sus vidas. Se
evidencia en ellas, ante estas tareas una cierta resignación al
asumirlas, pero también insatisfacción si no logran cumplir con el
mandato de ser madres o esposas y ser las especialistas en el mundo
privado, más que en el mundo público fuera del hogar, aunque tengan
logros en el mundo profesional, son opacados por un mandato social de
perfección, lo que concuerda con lo señalado por Bustamante (1997).
"Me siento orgullosa de mí misma, de mis metas, de donde he llegado, de
donde he logrado colocarme, de las cosas que he hecho como mamá me
siento súper orgullosa, súper satisfecha, como mujer no mucho, porque
no he logrado entablar, no logré establecer una relación de pareja, un
hogar firme sí, pero una relación de pareja buena no la tuve..."
Participante #4
Pese a que estas mujeres señalan logros personales, no son reconocidos
en su totalidad para tener realización personal. Se percibe como
consecuencia, que las docentes manifiestan una división de sí mismas,
es decir, por una parte mujeres con sus vidas privadas y por otro lado
mujeres profesionales docentes, quienes a pesar de sus logros no logran
integrar todo ello para realizar una evaluación positiva de sí mismas.
Aspecto interesante de resaltar, acorde con el aporte de León (1997)
quien señala que la dicotomía que favorece la sociedad patriarcal de
esfera pública versus esfera privada, fragmenta la vida de las
personas, en especial de las mujeres, quienes históricamente han sido
conformadas para funcionar y transmitir la cultura de desde esa visión,
lo que les ocasiona sentimientos y pensamientos de inferioridad, que
por supuesto repercute en las distintas esferas en que se desenvuelvan.
En síntesis, la condición de ser mujer en el ámbito personal de las
participantes, se ve impregnada de estereotipos de género, tales como
estar al servicio siempre de las demás personas por encima de sus
propias necesidades, cuestionamientos y contradicciones, lo cual lleva
a pensar en la construcción permanente de estas mujeres respecto de sus
propias identidades y los momentos críticos que enfrentan en la
implementación de decisiones que les permitan transformar sus vidas.
Este último aspecto, denota fortalezas internas, que pueden ser
aprovechas para potencializarlas tanto desde el modelo de desarrollo de
fortalezas de Orientación descrito por Jaramillo (1997), como también
mediante el empoderamiento, de acuerdo con León (1997). Pero, también
se destacan condicionantes sociales que las juzgan, cuando tratan de
moverse de ciertas tareas impuestas e implementar distintas habilidades
que quizás no son señaladas desde el patriarcado como propias de las
mujeres, pero que por la presión social son asumidas por ellas, como
una características natural y por tanto no cuestionable.
La segunda interrogante que se planteó fue: ¿Qué aspectos considera el
grupo de maestras se requieren para favorecer el propio desarrollo
personal y profesional?
De esta surge una segunda categoría se titula "Condición de mujer en el
ámbito profesional", corresponde a la percepción que tienen de sí
mismas como mujeres profesionales de la docencia, las adultas
participantes.
Un hallazgo importante es que se señala por una parte, que las mujeres
profesionales de la docencia, poseen ciertas habilidades muy propias de
ellas y una especie de instinto para deducir y comprender fácilmente
los sentimientos de las demás personas, en especial de la población
infantil. Pero, por otra parte, al acercarse a la experiencia personal,
se distingue como recomendación no involucrarse afectivamente con niñas
y niñas, debido a que esto ocasiona dificultades de distanciamiento
emocional posterior entre la docente y el grupo de estudiantes con las
consecuencias negativas para ambos, es decir, podría reflejarse un
discurso social que es necesario mantener, pero por otra parte, una
identificación de posibles descontentos ante esos mandatos personales
reflejados en el propio desarrollo personal y profesional.
"Bueno sobre todo, un.... digamos, yo lo que... es que son como cosas
que uno tiene, que uno nace con eso como mujer, verdad? Porque no es
porque uno las haya cultivado, ni nada por el estilo, lo principal que
yo veo que tengo, es una habilidad grande en eso, para entender a los
demás, para como saber que piensan, o. un don o no sé qué será,
simplemente yo veo que soy así." Participante #2
"Mi relación con ellos sí es un poco distante... porque no puedo
apegarme tanto a los chiquillos, porque el bombazo a final de año es
muy grande, ya lo experimenté un año y fue fatal, y tampoco uno tiene
el tiempo. como para acercarse un poco más a ellos, porque yo siento
que no es saludable para ninguno de los dos, ni para uno ni para ellos,
porque después viene el cambio de docente y hay muchos problemas, trato
de, de diay de ofrecerles mi ayuda en todo lo que yo pueda, pero
siempre sí, manteniendo distancia" Participante #3
Esta posición es compartida por el resto de participantes, al enfatizar
que resulta saludable en el ámbito emocional, evitar contacto cercano
con niñas y niñas, como anticipación de posibles consecuencias
emocionales negativas ante la separación. Pero por otro lado y en
oposición a lo anterior, se destaca en algunas de las docentes
participantes, una mejor relación con niñas y niños, a partir de la
identificación de ciertas características personales que comparten con
la población infantil, lo que les facilita la interacción con ellas y
ellos, a diferencia que con las personas adultas.
"Bueno, pues que no dejé de ser niña, yo siento que para mí es muy
fácil hacerme una niña como ellos y ver las cosas como ellos las ven y
bromear... ponerme a jugar con ellos y todas esas cosas a mi no me
cuesta, entonces, no sé, es como esa… esa, facilidad que tengo."
Participante #2
"Sí con ellos tengo que ser un poquito más hábil socialmente (...) Tal
vez yo digo que esa forma de tratar de usar un poquito la psicología
inversa, verdad?... porque con los papás ya te digo, hay papás que yo
sé que me estiman, que me aprecian como soy, pero hay otros que no me
soportan... verdad? seguro desean como matarme y cortarme la yugular,
pero no me afecta y yo soy feliz con los chiquillos, dentro del
aula. Participante #4
Se podría interpretar que la profesión docente les proporciona a estas
mujeres un espacio de protección al relacionarse con la población
infantil, para la cual se sienten capacitadas, debido a que no reciben
de ellas y ellos críticas que les afecten, es decir, no son juzgadas.
No así de las personas adultas, que es con quienes expresan ciertas
resistencias para relacionarse, al manifestar desconfianza, temor y
hasta rechazo; que podrían ser percibidas por estas mujeres, como
posibles jueces de sus debilidades, pero en realidad, podría estar
detrás de sí mismas, una persona no aceptada, primero por ellas mismas
y después por las demás, que constantemente hace que se juzguen a sí
mismas y que no permite que se comporten de forma espontánea,
disfrutando y aprendiendo de las mujeres que realmente son, con
debilidades por superar, pero también con muchas fortalezas importantes.
Por otra parte, señalan a la profesión docente como muy femenina y que
los hombres que la desempeñen deben poseer igualmente cualidades que
desde la cultura patriarcal, se atribuyen a las mujeres, como la
comprensión y las relacionadas con la maternidad. Hacen una división y
reconocen que ciertas características les pertenecen solo a las mujeres
y existen otras, que son competencia de los varones. Se denota
aceptación y satisfacción de las participantes porque sea un campo
exclusivamente de las mujeres y hasta rechazo y desconfianza hacia los
hombres que ejercen la docencia; resaltan ventajas de su condición
femenina al relacionarse con madres y padres de familia, a diferencia
de sus colegas docentes varones. Esta crítica que se evidencia en sus
comentarios, fue compartido por todas las informantes.
"A un hombre siempre le tienen la muralla de que es hombre, puede...
suceder algo más como sea, con todos los mitos que han sucedido,
entonces esos pobres ¡diay! los tiene como tachados, no digo que con
mujeres no se ha dado, verdad? Pero es menos.el susto para los padres
de familia que puede suceder algo más... para el hombre es más difícil
en el sentido de acercamiento a los niños.
Participante #1
De acuerdo con Delgadillo (1996) en Costa Rica las tendencias sociales
sugieren que el hecho de pertenecer a uno y otro género, parece ser una
variable fundamental en la escogencia de una carrera profesional
universitaria. De esta forma las mujeres escogerían carreras que
prolonguen en el trabajo su rol fundamental, el doméstico, con una
tendencia a elegir profesiones que tengan en sí mismas un papel
educativo y afectivo, tales como las del área educativa, o psicología,
enfermería o trabajo social entre otras.
Se destacan algunos prejuicios o diferencias latentes en la relación
laboral con los varones docentes. Señalan que los hombres son
competitivos y que existe mucha rivalidad cuando están presentes, que
incluso tienden a menos preciar el trabajo que realizan las mujeres. De
acuerdo con sus experiencias, los compañeros varones que laboran en
secundaria que constituyen mayoría, manifiestan indiferencia ante los
aportes que se hacen por parte de las docentes de primaria, aunque
ellas son mayoría en primaria.
"Los hombres tienden a ver a la mujer por debajo de ellos, tiene como
un complejo de superioridad. Participante #3
"Aquí inclusive se da que muchas veces en secundaria, tratan de pasar
por alto lo que proponemos las de primaria y en secundaria trabajan más
hombres que mujeres" Participante #1
En esta comparación entre hombres y mujeres docentes que denota ciertos
mitos, también se visualiza el deseo de poseer la practicidad, cualidad
que le atribuyen al género masculino, así como el hecho de no
involucrarse emocionalmente con las personas con quienes trabajan, lo
que les trae más beneficios, pese a que ellas describen por otro lado,
lo aparentemente deseable que son las cualidades maternales trasladada
a su labor.
"Los hombres son más tranquilos, más pragmáticos, son como más. o sea,
ellos dicen: -yo hago lo que tengo que hacer, si no responden, no es mi
problema-; ¡ellos son felices!, en cambio uno se afecta más, uno se
involucra más emocionalmente, el hombre maestro no, ¡el hombre va a lo
de él y ya está!" Participante #4
De acuerdo con los aportes anteriores, se rescata que la condición de
la mujer en el ámbito profesional docente, se evidencia muy similar
desde la perspectiva personal, caracterizada por demandas sociales
desde el género que las obligan a actuar de determinadas formas si son
mujeres u hombres, incluso, para la labor profesional que realizan,
señalan ventajas al ejercer la docencia porque de acuerdo con sus
percepciones, es muy femenina. En este punto se encuentra relación con
el aporte de Orbach y Eichenbaum (1989) quienes afirman que las mujeres
al ser designadas como gestoras y especialistas en lo doméstico del
mundo privado, personal y emocional, conservan una gran capacidad para
el contacto humano y son capaces de desarrollar cualidades y
habilidades que les proporciona ventajas. Pero por otra parte, se
vuelve un mandato social incuestionable presente en el desarrollo
profesional de estas mujeres docentes, con procesos importantes para su
conformación personal, a los cuales la Orientación aporta reflexión,
análisis y nuevas alternativas ante las situaciones que se experimentan.
La tercera interrogante planteada fue: ¿Qué aportes puede brindar la
Orientación para el desarrollo personal y profesional de maestras de
educación primaria?
En este punto, las maestras se enfocan en la necesidad de favorecer un
mayor conocimiento de sus fortalezas, de ser escuchadas y de obtener
espacios para relacionarse con las personas. Sobresale que la labor que
deberían realizar profesionales en Orientación, debe rescatar el
trabajo coordinado con las mujeres docentes, debido a que en ocasiones,
estas personas especialistas en el cambo, no toman en cuenta sus
recomendaciones y optan por asumir una posición autoritaria al tratar
de solucionar un conflicto de forma unilateral.
"El hecho también de poder trabajar en conjunto con los padres de
familia, cosa que no se hace, por ejemplo, Orientación por aquí y yo
soy Orientación, usted es la maestra, pero yo soy Orientación, no hablo
solo de esta institución, pero como que el orientador se hace, como que
tiende a hacerse el problema como propio, se le olvidó que fue el
docente el que refirió el problema." Participante #3
Aspectos compatibles con tomar en cuenta la cooperación de todos los
agentes educativos (persona profesional en Orientación, docente, equipo
directivo, madres y padres, comunidad) con el propósito de ofrecer un
servicio integral, que tome en cuenta la comunidad educativa,
respetuoso de las funciones y los aportes que cada parte pueda ofrecer,
(Gordillo, 1988).
Existe la necesidad, entre las participantes de ser escuchas y
validadas, por parte de los distintos miembros educativos y muy
importante, la escucha respetuosa de la persona profesional en
Orientación, que rescate no solo las debilidades, sino que les haga
saber sus fortalezas en la labor diaria que realizan, lo que se dirige
nuevamente a la necesidad de no ser juzgadas.
Situación que respalda Rogers (1989) para el trabajo con personas
adultas en grupos de Orientación, al señalar un énfasis en elementos
que realzan la comunicación, como una habilidad sensible para escuchar,
una profunda satisfacción al ser escuchado, habilidad para ser
auténtico, que a su vez estimula la autenticidad de las demás personas
y una mayor libertad para dar y recibir afecto.
Tanto desde las entrevistas en profundidad como durante la devolución
de la información, ellas enfatizan en la importancia de trabajar en
Orientación individual para lograr un mayor conocimiento de sí mismas,
pero sobre todo la Orientación grupal, ya que les permitiría
enriquecerse con la experiencia de otras mujeres docentes, que les
brinden ejemplos concretos de cómo enfrentar situaciones de difícil
manejo en la parte social, por ejemplo al atender a madres y padres de
familia o cómo dirigirse a grupos grandes de personas, de manera que
puedan superar inseguridades al interrelacionarse y fortalecer otros
aspectos positivos de sí mismas en esa interrelación.
"Yo creo que un tanto importante son los talleres, verdad?... o algún
tipo de actividad que permita como el intercambio de experiencias...
porque a pesar que sea algo que a uno no le ha pasado, no se está
exento, entonces yo creo que son cosas muy bonitas. Por ejemplo aquí
cuando hacemos algún taller o tenemos algún espacio para compartir y
entonces uno se queda a veces como analizando todo eso y dice: -bueno
que dicha que lo hicimos- porque a veces eso sirve para limar alguna
aspereza que haya quedado por ahí y eso te ayuda también a crecer...
cuando no se dan esos espacios, uno se queda con muchas cosas ahí
adentro... por el corre, corre o por la falta de valor, no las afronta
y no las trata de resolver, pero si te dan esos espacios, por lo menos
se puedan dar pasos importantes." Participante #3
"Qué curioso, porque no me imaginaba que mis compañeras, también se
sintieran así como inseguras, yo pensé que sólo yo era así..."
Participante #2
Esto se relaciona con lo aportado por Gordillo (1984) quien afirma que
la Orientación de forma general es entendida como la ayuda ofrecida
para lograr el desarrollo personal, en la que existe la intención de
promover un mayor crecimiento, desarrollo, madurez y capacidad de
afrontar la vida, dirigida a las personas de forma individual o grupal.
Para hablar de las dificultades que sienten las mujeres y de la
percepción de la otra persona, es fundamental emplear un lenguaje
sensible que pueda ayudar tanto a la mujer orientada en este caso, como
a la facilitadora del proceso, apuesto que ambas mujeres, comparten esa
realidad que las une históricamente, para lo cual es importante
encontrar formas de comunicarse que no suscite culpabilidad en la otra,
ni imponga exigencias imposibles de satisfacer por su misma esencia.
Tal y como lo apunta León (1998), se debe facilitar el empoderamiento,
muy relacionado también con el enfoque de desarrollo desde la
Orientación según Jaramillo (1997), aspectos que deben contemplarse en
los procesos de Orientación en los cuales se trabaje con mujeres.
Desde los hallazgos encontrados en el presente estudio, la Orientación
debe propiciar espacios para el desarrollo personal y profesional, ya
que como lo confirman las expresiones de las docentes, existe una
interrelación entre el desarrollo personal y el desarrollo profesional
y por lo tanto, se hace necesario un traslado importante de lo que se
es como persona y como profesional. Es importante, destacar según la
perspectiva de Orbach y Eichenbaum (1989), que para el trabajo con
mujeres, es importante un trabajo sensible y que se ajuste a ellas, ya
que enfatiza que las mujeres profesionales y en sus relaciones con
otras personas, han de tener la valentía de examinar dificultades que
surgen entre ellas y abordarlas sin rodeos, pues no son insuperables,
poniendo en relieve la capacidad para enriquecerse mutuamente y el
sincero cariño que une a cada mujer en una sociedad patriarcal, lo cual
le ayudará a progresar en sus relaciones y profesiones.
5. Conclusiones
El estudio permitió conocer elementos importantes relacionados con el
concepto personal y profesional de un grupo de maestras de educación
primaria, así como los aportes que puede brindar la Orientación para
ese desarrollo personal y profesional. Si bien se ofrece información
que no puede generalizarse para otras personas, sí podría ser utilizada
para favorecer el proyecto de vida en las mismas maestras participantes
o bien, proporcionar insumos para estudios similares.
Se brinda a continuación lo que se concluye a partir de las
interrogantes planteadas, que fueron guía importante en el estudio:
Las mujeres adultas participantes tienden a centrarse en las
necesidades y mundos de las demás personas, esto les resta energía para
redirigirla hacia sus propias vivencias, haciendo difícil una
construcción personal de la identidad. Las maestras se convierten en
especialistas en la atención de las necesidades de otras personas, pero
con dificultades para identificar y por tanto atender las propias. Por
tanto, la condición femenina en el ámbito personal, se percibe
impregnada de estereotipos de género, cuestionamientos y
contradicciones, esto lleva a pensar en la construcción permanente de
estas mujeres respecto a su propia identidad y los momentos críticos
que enfrentan en la implementación de decisiones que les permitan
transformar sus vidas. Aspecto que denota fortalezas internas, pero
también contradicciones sociales que las juzgan, cuando tratan de
moverse de ciertas tareas impuestas e implementar otras habilidades que
quizás no son señaladas como propias de las mujeres, pero por la
presión social, son asumidas de forma natural y por lo tanto no
cuestionables.
Es importante también según estas mujeres, darse a sí mismas espacios
personales que reflejen sus intereses mediante actividades que las
hagan sentirse satisfechas, que les permita sencillamente estar con
ellas mismas, aspecto interesante, que refleja un contraste ante ese
siempre anteponer las necesidades personales por las de las demás
personas y que visualiza la importancia de reconocer esos aspectos
personales para fortalecer el desarrollo personal y hacerle frente a
las múltiples tareas que les demanda su medio.
Las mujeres docentes dentro de su desarrollo personal, señalan poseer
ciertas habilidades de tipo social, muy propias de su género y una
especie de don para deducir y comprender con más facilidad los
sentimientos de las demás personas, especialmente con la población
infantil. Pero por otra parte, al acercarse a la experiencia personal,
ellas recomiendan no involucrarse afectivamente con niñas y niños,
debido a que esto les ocasiona dificultades en el ámbito emocional, al
tener que distanciarse posteriormente del grupo de estudiantes. Aspecto
que podría reflejar un doble discurso social que es necesario mantener,
pero por otra parte, una identificación de inconformidad ante esos
mandatos personales, que se reflejan en el propio desarrollo personal y
profesional.
Consideran para que fortalecer el desarrollo personal, requieren
fortalecer la seguridad en sí mismas, debido a los rasgos de timidez
con que se definen en las relaciones sociales, hacer respetar sus
propios espacios personales, poder relacionarse con mayor seguridad con
madres, padres de familia y con los colegas varones docentes y aprender
a poner límites, debido a que esto en ocasiones causa una sobrecarga de
funciones, producto también de esa necesidad de sentirse útiles y de
ser valoradas por quienes les rodean, pero también por sí mismas, lo
que les demanda un mayor autoconocimiento.
Señalan la profesión docente como muy femenina y que por lo tanto los
hombres que la desempeñen, deben poseer igualmente cualidades femeninas
según la cultura patriarcal, tales como la comprensión y las propias de
la maternidad. Posición que resalta que las participantes reconocen
cualidades que les pertenecen solamente a las mujeres y otras que les
competen únicamente a los varones por una parte y por otra parte, que
la maternidad se desempeña de cierta manera ligada a la docencia y que
además es innata también en las mujeres.
Las participantes afirman por una parte, sentirse satisfechas con su
labor docente y logran identificar el significado que para ellas tiene,
el ser maestras, que se enfoca en convertirse en amigas de la población
infantil, pero siempre manteniendo cierta distancia, marcando límites
en el ámbito emocional y dando prioridad a la enseñanza de valores
positivos, porque es como un construir o destruir, dependiendo de la
labor que realicen. Pero por otra parte, manifiestan poca claridad ante
la elección de la docencia como carrera profesional y señalan eventos
externos que las motivaron a su escogencia, es decir no existió una
posición reflexiva en torno a la elección. Indican motivaciones de tipo
social, como de reconocimiento por parte de las personas de la labor
que realizan, es decir, se convierten hasta cierto punto en figuras de
tipo públicas, así también otras motivaciones importantes como la
comodidad en cuanto a horario diurno, que les facilita dedicarse a
otras actividades tanto del hogar como de otra índole.
En todos y cada uno de los puntos que se concluyen, la Orientación
puede aportar en el desarrollo personal y profesional, es este caso, de
mujeres docentes. Es necesario enfocarse en trabajar procesos de
Orientación con perspectiva de género, para el autoconocimiento de
habilidades, intereses, aptitudes y actitudes tanto en el ámbito
personal, como profesional. Sobre este último ámbito, es esencial la
reflexión y el fortalecimiento de la elección vocacional, que pese a
que se manifiestan satisfechas con la labor docente, es importante
clarificar cómo y por qué están en la docencia, esto les podría
proporcionar insumos valiosos en sus prácticas docentes, partiendo de
la etapa del desarrollo profesional en que se encuentran y del
cuestionamiento de mandatos sociales genéricos ya que por ejemplo, como
ellas mismas lo identifican, muchas veces se hace un traslado de los
aspectos de tipo personal al profesional y viceversa, por lo que esos
espacios de reflexión como los que proporciona la disciplina de
Orientación, vendría a enriquecer y hasta replantear, algunos elementos
de sus proyectos de vida.
Sobresale que la labor que podría realizar una persona profesional en
Orientación, de acuerdo con las experiencias de estas mujeres, debe
girar en torno a favorecer el conocimiento de sí mismas, la escucha
activa y respetuosa, promover espacios para relacionarse con las
personas, donde pueden practicar habilidades de tipo social que
consideran débiles en sus interacciones. La labor profesional en
Orientación con docentes de educación primaria, debe posicionarse desde
un enfoque de desarrollo de fortalezas, para rescatar el trabajo
coordinado con las mujeres docentes, validar los aportes y sugerencias
que ellas realizan y no optar por una posición autoritaria (de tipo
patriarcal) al tratar de solucionar las distintas situaciones
escolares, de manera unilateral y desde una única postura.
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Correspondencia a:
Ericka Isabel Jiménez Espinoza. Docente de la Escuela de Orientación y Educación Especial de la
Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica:
ericka.iimenez@ucr.ac.cr
Documento recibido: 2 de junio, 2014 Enviado a corrección: 21 de
agosto, 2014 Aprobado: 8 de diciembre, 2014