Estudiantes de ingeniería y sus percepciones sobre la enseñanza de calidad

Engineering students and their perceptions of good teaching

 

 

 

 

Volumen 17, Número 3

Setiembre-Diciembre

1-19

 

 

 

 

Este número se publica el de setiembre de 2017

DOI: http://dx.doi.org/10.15517/aie.v17i3.29961

 

 

 

Denise Vaillant

Vania Siqueira

 

 

 

 

Revista indizada en REDALYC, SCIELO

 

 

 

Revista distribuida en las bases de datos:

 

 

LATINDEX, DOAJ, REDIB, IRESIE, CLASE, DIALNET, SHERPA/ROMEO,

QUALIS-CAPES, MIAR

 

 

 

Revista registrada en los directorios:

 

ULRICH’S, REDIE, RINACE, OEI, MAESTROTECA, PREAL, CLACSO

 


Estudiantes de ingeniería y sus percepciones sobre la enseñanza de calidad

Engineering students and their perceptions of good teaching

 

Denise Vaillant1

Vania Siqueira2

 

Resumen: Este artículo busca profundizar en el conocimiento de las características del buen profesorado universitario a partir de la visión de sus estudiantes. Para lograr tal propósito, se realizó una investigación que tuvo por objetivo conocer y analizar las opiniones y percepciones de los estudiantes inscritos en el 1er y 2do semestre de la Carrera de Ingeniería de Sistemas de una Universidad privada en Montevideo, Uruguay. El trabajo de campo tuvo lugar durante el año lectivo 2014-2015 a partir de un enfoque mixto que integró, metodologías cuantitativas y cualitativas para lograr una mayor comprensión acerca del objeto de estudio. La primera etapa de la investigación estuvo signada por el análisis de una base de datos con 658 encuestas de satisfacción; en un segundo momento, se aplicó un cuestionario a una muestra de 59 estudiantes y, en tercer lugar, se realizaron 6 entrevistas en profundidad. Los principales hallazgos evidencian que el estudiantado considera que el buen profesorado es aquel que desarrolla una mediación pedagógica basada en estrategias didácticas participativas que propician aprendizajes significativos y que incorpora de manera exhaustiva los conocimientos profesionales. El estudiantado espera que el buen personal docente despierte en ellos la curiosidad por aprender y desarrolle saberes que se integren de manera perceptible en las tareas profesionales. Según la visión del estudiantado, las estrategias de enseñanza utilizadas por el buen personal docente universitario tienen directa incidencia en los resultados de aprendizaje y se integran al saber profesional en las actividades teóricas y prácticas contextualizadas. Parecería que el buen profesorado es aquel que conjuga saber profesional, saber metodológico y aptitudes personales. La motivación y la pasión del buen profesorado facilitarán la incorporación del conocimiento por parte del estudiantado, e incidirán positivamente en el futuro ejercicio de la profesión.

 

Palabras clave: docentes universitarios, estudiantes universitarios, método de enseñanza, investigación pedagógica.

 

Abstract: This article seeks to deepen the knowledge of the characteristics of the good university teaching staff from the vision of its students. To achieve this purpose, an investigation was carried out to study and analyze the opinions and perceptions of students enrolled in the 1st and 2nd semester of the Systems Engineering Career of a private university in Montevideo, Uruguay. The field work took place during the 2014-2015 school year from a mixed approach that integrated quantitative and qualitative methodologies to achieve a greater understanding about the object of study. The first stage of the research was marked by the analysis of a database with 658 Satisfaction Surveys; In a second moment, a questionnaire was applied to a sample of 59 students and, in the third place, 6 interviews were carried out in depth. The main findings show that the students consider that the good teaching staff is one who provides an agile, participative and practical teaching and develops pedagogical mediation based on participatory didactic strategies that promote meaningful learning and that comprehensively incorporates professional knowledge. The students expect the good teaching staff to awaken in them the curiosity to learn and develop knowledge that is perceptibly integrated into the professional tasks. According to the vision of the students, the teaching strategies used by the good university teaching staff have a direct impact on the learning outcomes and are integrated into the professional knowledge in the contextualized theoretical and practical activities. It would seem that good teachers are those who combine professional knowledge, methodological knowledge and personal skills. The motivation and passion of the good teaching staff will facilitate the incorporation of the knowledge on the part of the students, and will positively influence in the future exercise of the profession.

 

Key words: academic teaching personnel, university students, teaching methods, educational research.

 


1 Investigadora y Directora del Programa de Doctorado en Educación de la Universidad ORT Uruguay. Dirección electrónica: vaillant@ort.edu.uy

 

2 Investigadora con experiencia profesional en dirección académica de instituciones educativas. Dirección electrónica: siqueirakruegerv@gmail.com

 

Artículo recibido: 1° de octubre, 2016

Enviado a corrección: 26 de abril, 2017

Aprobado: 3 de julio, 2017


1. Introducción

El ámbito universitario constituye un espacio privilegiado para investigar cuáles son las percepciones del estudiantado con respecto a la enseñanza impartida por sus docentes. Entre los autores que han estudiado la temática se encuentra Day (2006), quien ha investigado acerca de la buena enseñanza y la necesidad de “escuchar lo que dicen los alumnos, para estar cerca de ellos” (p. 28). El mismo autor entiende que la comprensión de las expectativas de los estudiantes acerca de la actividad de enseñanza, estimula al profesorado universitario en su desarrollo personal y profesional, y al mismo tiempo favorece el análisis de procesos de aprendizaje. Bain (2007), por su parte, ha identificado en sus escritos cuáles son las características del buen profesorado, entre las cuales se destaca la preocupación por la mejora y el perfeccionamiento de las estrategias de enseñanza. Esas características también fueron presentadas en las publicaciones de Longworth (2005) quien afirma que los buenos profesores son aquellos que “dan ánimo: estimulan, alientan, dirigen e ilustran…” (p. 109) a sus estudiantes. Prieto Navarro (2007) por su parte, se interesa en las relaciones interpersonales y en la dimensión humana del cuerpo docente como un componente esencial en la tarea de enseñar.

En los párrafos siguientes se examinan, con mayor profundidad, los resultados de la investigación realizada con estudiantes pertenecientes a la educación superior, quienes cursan el primer año de la Facultad de Ingeniería de una Universidad privada de Montevideo, Uruguay[3].

 

2. Algunos referentes teóricos

Una primera conceptualización en la que se apoya esta investigación refiere al campo de las representaciones sociales y de la psicología social. La representación social fue definida por Moscovici (1984, p. 399) como “la tendencia de los sujetos […] en explicar el comportamiento de los demás a través de la posesión de características estables”. Concepto reafirmado por Castorina (2007, p. 181), que lo delimita como “la producción colectiva” y “concordancia entre las manifestaciones de distintas personas, sin referencia a la objetividad del mundo”.

El segundo concepto clave en el que se fundamenta el estudio se relaciona con lo que se entiende como buen profesorado universitario. El tema que ha sido estudiado por numerosos autores entre los cuales destacamos a Bain, (2007), Day (2006), Finkel, (2008), Prieto Navarro (2007), Tardif (2004), Vaillant (2010), Vaillant y Marcelo (2015) y Zabalza (2009).

Bain (2007) señala que los buenos profesores son aquellos que logran resultados educativos significativos porque estimulan el interés intelectual de los estudiantes y promueven la curiosidad por aprender. Este concepto vincula la excelencia educativa con la buena docencia. Indica que los y las docentes que inspiran en sus estudiantes capacidades intelectuales y personales superiores, fomentan la comprensión y logran que avancen con rapidez y tengan confianza en sí mismos. El contexto universitario demanda del profesor “afecto, sensibilidad, integridad y honestidad” (Day, 2006, p. 82), elementos favorecedores de la buena enseñanza y de los cambios e innovaciones en prácticas y estrategias docentes.

La buena enseñanza despierta pasión en el estudiantado, “la enseñanza es una profesión creativa y audaz, y la pasión no es una mera posibilidad, es esencial para la enseñanza de alta calidad” (Day, 2006, p. 17). A su vez, “el sentimiento y la emoción tienen un papel vital en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje” (Bain, 2007, p. 67). Así, el buen profesorado es el que reconoce y enfatiza el papel de la pasión y del sistema emocional al apoyar a los estudiantes y provocar resultados más positivos en sus aprendizajes.

En particular, la buena docencia influye perceptiblemente en quien estudia; “incluir las emociones, hacer que el aprendizaje sea personalmente interesante y profundamente sentido, es esencial para una buena enseñanza” (Day, 2006, p. 67), y estimula la autoeficacia que motiva a alcanzar nuevos niveles de compromiso en el aprendizaje, producto de la adquisición de la autoconfianza.

Por su parte, Finkel (2008) vincula al buen personal docente con aquel que logra potenciar el diálogo del estudiante con el conocimiento. Además, el buen profesorado es quien estimula la interlocución entre pares y favorece el auto aprendizaje mediante las TIC. La persona docente aparece como facilitadora, una guía que inspira la práctica profesional futura. Las “habilidades creativas y estratégicas enriquecidas con el uso de tecnologías” (Cobo, 2016, pp. 42-43) deben estar presentes en las prácticas educativas de calidad, lo que “posibilita integrar juegos, trabajo en equipo, racionamiento, científico, exploración y resolución de problemas reales o simulados […] que articulan el pensamiento computacional, lógico y matemático con prácticas sociales, lúdicas y experimentales” (Cobo, 2016, p.42).

Entre las investigaciones acerca de las competencias y capacidades necesarias para un desempeño de calidad del profesor universitario, se destaca el trabajo de Tardif (2004) quien prioriza los saberes experienciales del docente y la idoneidad técnica en un contexto pragmático, el cual expone la pericia profesional en acción. La práctica profesional es revelar estos saberes, comprender cómo se integran en concreto en las tareas de los profesionales (Tardif, 2004).

Algunas investigaciones (Prieto Navarro, 2007) relacionan los diversos conceptos que caracterizan a una buena docencia con base en seis características principales: conocimiento sobre la materia que enseña; habilidades pedagógicas; manejo de relaciones interpersonales; vínculo de docencia-investigación; empatía y liderazgo; reflexión sobre la práctica. Por su parte, Vaillant (2010) señala que el desarrollo empírico acerca de qué cuestiones prácticas nos permitirían distinguir a un docente eficaz (de otro que no lo es tanto) es todavía escaso, aunque la bibliografía parecería confirmar que los buenos docentes tienen una serie de características comunes entre las que se destacan compromiso y actitud positiva hacia el estudiantado y su aprendizaje.

Zabalza (2009) sostiene que el buen profesorado tiene la capacidad de aplicar el conocimiento y de actuar eficazmente para alcanzar un objetivo cognitivo superior. El buen conocimiento teórico del que enseña se transforma en una práctica que incide en el aprendizaje de sus estudiantes.

En síntesis, la revisión de la literatura y, en particular, los trabajos de Bain (2007) y de Day (2006) dan soporte al concepto de buen profesorado que sustenta este artículo y que refiere a aquellos docentes que logran resultados educativos significativos porque inspiran en los estudiantes capacidades intelectuales y personales superiores y logran que estos tengan confianza en sí mismos. La buena enseñanza es aquella que despierta pasión por aprender en el estudiantado. Según el concepto de buen profesorado, los autores de este artículo investigaron lo que los estudiantes universitarios entienden por la buena docencia universitaria.

 

3. El encuadre metodológico

La investigación realizada se basa en una metodología mixta que combina enfoque cuantitativo y cualitativo. La primera etapa del diseño metodológico estuvo signada por el análisis de 658 Encuestas de Satisfacción suministradas por la Universidad estudiada. Esta encuesta se aplicó al estudiantado que finalizaba y aprobaba asignaturas del primer semestre de la carrera de Ingeniería en Sistemas de la Facultad de Ingeniería en el período comprendido entre marzo y julio del año 2014 (Siqueira, 2015). En esta primera fase de la investigación, la información fue transformada en matriz de datos secundarios a partir de la codificación y cuantificación de los antecedentes proporcionados. La encuesta brindó también información cualitativa mediante una pregunta abierta.

En un segundo momento, se diseñó y aplicó un cuestionario elaborado por los investigadores para conocer la opinión de los estudiantes sobre el buen profesorado universitario. El cuestionario fue aplicado a una muestra de 59 estudiantes que integraban el universo inicial de discentes. Se trató de una muestra intencional, aleatoria y no probabilística. Se aplicó los estudiantes que cursaban el segundo semestre de la carrera; representaban un universo total de 95 personas. Los 59 cuestionarios fueron completados por los estudiantes que concurrieron a clases en el día de su aplicación, cantidad que significa el 62% del total de inscritos en el 2do semestre. Cabe señalar que la asistencia a clases no es obligatoria en esta Universidad.

En el cuestionario se solicitaron datos biográficos, sociales e información acerca de “el qué” y el “cómo” se estudia. Sin embargo, el énfasis estuvo en la percepción de los estudiantes sobre las características personales, metodológicas y profesionales del buen personal docente, entre ellas se destacan: la metodología de enseñanza, las competencias didácticas, el uso de materiales y recursos didácticos y las características de las evaluaciones realizadas. Finalmente, se incluyó una pregunta abierta acerca de lo que el estudiante considera como buen personal docente.

En tercer lugar, se realizaron seis entrevistas en profundidad. La muestra fue también intencional y de ella participaron seis estudiantes seleccionados según su rendimiento académico, edad y sexo. Las entrevistas brindaron información acerca de las percepciones del estudiantado referidas a las estrategias de enseñanza, las competencias profesionales, los rasgos personales, el rol docente, el papel de la tecnología en la enseñanza universitaria y la incidencia de las características docentes en el aprendizaje estudiantil..

El análisis de datos se realizó a partir de dos matrices en MS Excel con la información proveniente de la encuesta de satisfacción y del cuestionario. La información fue codificada y luego se procedió a categorizaciones y sub-categorizaciones. Los datos cuantitativos fueron examinados por medio de estadísticas descriptivas, apropiadas para visualizar las tendencias de rangos máximos y mínimos. El análisis de entrevistas se realizó a partir de diagrama de análisis basado en categorizaciones temáticas.

Todas las medidas y los procedimientos de investigación fueron realizados según la normativa vigente en el Uruguay referida a cuestiones éticas de la investigación. Los datos de la encuesta de satisfacción, tanto del cuestionario como de las entrevistas, fueron utilizados con el consentimiento firmado de los estudiantes antes de la colecta de datos. Además, antes de la aplicación de las técnicas de investigación, los estudiantes recibieron, por escrito, una explicación acerca del uso que se haría de los resultados del estudio.

 

4. Análisis de resultados

El análisis de la información proveniente de la encuesta de satisfacción, así como los datos del cuestionario y entrevistas evidencian que los estudiantes reconocen y valoran la figura del docente. La encuesta de satisfacción muestra que un 86% de los estudiantes considera de manera positiva al profesor, tal como ilustra la Figura 1.

 

Figura 1. Evaluación global del profesorado (en porcentajes) por parte de estudiantes de la carrera de Ingeniería en Sistemas de una Facultad de Ingeniería de Montevideo, Uruguay, marzo y julio del año 2014

1 

Fuente: Elaboración propia a partir de la encuesta de satisfacción, 2014

 

 

Un alto porcentaje de estudiantes evaluó positivamente a sus profesores ya que un 86% los puntuó en un nivel de excelencia, muy bueno o bueno. Los datos referidos a la apreciación global que hace el estudiante del profesor expresan la satisfacción percibida por el que estudia en relación con las distintas áreas de actuación del que enseña. Dichos resultados pueden apreciarse en la tabla 1.

 

Tabla 1. Áreas de competencia del profesorado (en porcentajes) según los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Sistemas de una Facultad de Ingeniería de Montevideo, Uruguay, marzo y julio del año 2014

2 

            Significado nc/ns/ = no contestan/no saben-

Fuente: Elaboración propia a partir de la encuesta de satisfacción analizada, 2014

 

 

De acuerdo con la tabla 1, más de la mitad de los estudiantes evalúan el dominio de la asignatura, la puntualidad y el trato personal de manera excelente. Sin embargo, parecería que los y las estudiantes tienen algunas dificultades en consultar y en acceder a sus profesores ya que 14% considera que su desempeño se sitúa entre malo y regular en esa dimensión, a lo que se suma un 14% que no responde.

Por otra parte, la encuesta de satisfacción brinda información acerca de las capacidades docentes que más atraen a los jóvenes universitarios referidas al ámbito metodológico, personal y profesional, tal como evidencia la Figura 2.

 

Figura 2. Áreas de competencia de buen profesorado universitario (en porcentajes) según los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Sistemas de una Facultad de Ingeniería de Montevideo, Uruguay, marzo y julio del año 2014

 2

Fuente: Elaboración propia a partir de la encuesta de satisfacción, 2014.

 

 

Un 14% de los estudiantes que participaron en la muestra de satisfacción aprecia las capacidades profesionales específicas de los equipos docentes, mientras que un 86% de los encuestados dividen sus preferencias entre las aptitudes personales y metodológicas de los docentes. Según ese resultado, los estudiantes consideraron como buenos docentes aquellos que denotaron capacidades metodológicas y personales. Por consiguiente, el buen profesorado universitario es valorado como un individuo que sabe y conoce su profesión, reconoce y cumple con tres demandas básicas: conocimiento profesional, entrega personal, estrategias de enseñanza.

 

La información recabada indica que para muchos estudiantes quien enseña puede predisponer a quien aprende. Parecería que el acercamiento y el interés por aprender se impulsan desde el docente hacia el estudiante. Los estudiantes destacan en la encuesta de satisfacción, en el cuestionario y en las entrevistas, las características de lo que ellos consideran un buen profesorado. Así un estudiante declara:

Las características que se presentan a continuación serían la clave para distinguir a un buen profesorado a la hora de acercar la enseñanza a la futura práctica profesional. En palabras de los estudiantes:

 

Los estudiantes destacan la amabilidad, el humor, la buena comunicación, la interacción, la contención, el interés, la influencia ejercida, el buen trato, la conducción y la acción práctica que provoca un cambio en el estudiantado, lo cual induce a una nueva actitud. Como afirman Vaillant y Marcelo (2015, pp. 26) al indicar el alcance de las acciones docentes, que seguramente dejan “marcas en la memoria y la biografía de las personas”.

Un estudiante define al buen profesorado y afirma:

 

En alguna de las entrevistas surge el elemento de comparación entre profesores, así un estudiante afirma:

 

Las percepciones de los estudiantes son coincidentes con lo que sostiene la literatura. Así Day (2006) menciona que el profesor logra que el aprendizaje sea interesante. Finkel (2008), por su parte, afirma que la buena docencia es crear aquellas circunstancias que conducen al aprendizaje relevante en terceras personas.

Los estudiantes, a su vez, perciben claramente el significado de la influencia docente, pues declaran que:

 

Uno de los entrevistados es muy elocuente en sus afirmaciones:

 

La percepción del estudiante universitario ubica al docente y su modo de enseñar en un rol protagónico, él es responsable por el desarrollo cognitivo de quienes aprenden. Esta influencia estimula el desarrollo de la autoconfianza y el pensamiento, acción y sentimientos del que aprende. Bain (2007, p. 28), entre otros, coincide con el grupo estudiantil al afirmar que los y las docentes que consiguen resultados educativos muy buenos son aquellos que estimulan el interés intelectual e incentivan al estudiante.

 

4.2    El apoyo que brinda el buen profesorado

El análisis de los datos evidencia que los y las estudiantes valoran enormemente el apoyo que da la persona docente. Parecería que el sostén que brinda el docente conlleva una actitud positiva del estudiante hacia el aprendizaje y provoca una “fuga hacia adelante”.

Para ilustrar lo que el grupo de estudiantes percibe como apoyo clave de la persona docente, se mencionan a continuación algunas declaraciones que surgen de la encuesta de satisfacción:

El análisis del cuestionario aplicado durante la investigación corrobora los resultados de la encuesta de satisfacción, de allí surgen, entre otros, los siguientes fragmentos:

Las entrevistas realizadas a seis estudiantes permitieron profundizar los aspectos destacados en párrafos anteriores. Así, los entrevistados afirman que un buen profesorado:

 

Desde la óptica del estudiante, se identifica el profesor como el que hace la materia, transforma lo difícil en fácil, provoca la acción inicial en el proceso de aprendizaje, enciende la chispa que pone en marcha el motor del proceso cognitivo y despierta la autoconfianza. Concretamente, la actitud del docente hace la diferencia, condiciona la materia, motiva el aprendizaje, cambia la perspectiva del que aprende, favorece la formación de un buen estudiante y lo lleva a un nivel superior.

En síntesis, los resultados evidencian que los estudiantes reconocen al buen profesorado en aquel que influye en el estudiante desde una motivación constante y con pasión por enseñar, lo que podría producir un cambio de perspectiva en la forma de aprender. La actitud positiva de la persona que enseña favorecería el proceso cognitivo de quien aprende.

 

4.3    Las estrategias de enseñanza y el saber profesional

La información recabada muestra que los estudiantes identifican, con frecuencia, la buena enseñanza con las estrategias que facilitan la adquisición del saber profesional. El estudiante espera una formación profesional con bases científicas, unida a las exigencias de la práctica del mundo real. Demanda encontrarse con una racionalidad técnica.

La visión de los estudiantes, confirma la efectividad del saber vinculado a la acción y del conocimiento interconectado a la práctica. La clave está en la actividad contextualizada en la acción y en la ejecución de ejercicios prácticos.

En las entrevistas, un estudiante declara:

 

Parecería que los y las estudiantes tienen la necesidad de encontrar un guía en el profesor para encaminarse muy tempranamente hacia el saber profesional. En palabras de un estudiante:

 

 Los estudiantes perciben las oportunidades de crecimiento que sus profesores ofrecen en el ámbito profesional, tal como ilustra la declaración que sigue:

 

Desde este enfoque se aprecian las actividades colaborativas presentes en el desarrollo del saber hacer en la interacción entre estudiantes y profesores, que produce una reflexión activa del conocimiento aplicado, a través de un aprendizaje práctico que favorece la autonomía profesional.

 

Los testimonios expuestos mencionan expresiones significativas tales como: “vida real”, “experiencia personal y profesional”, “lo necesario para el futuro”. Se trata de demandas que relacionan el mundo actual y el futuro, al mismo tiempo evidencian la valoración atribuida por el estudiantado sobre lo que significa conocer en la actualidad.

Un buen número de estudiantes enfatiza en la articulación entre teoría y la acción profesional, así, un estudiante afirma:

El estudiante vincula al buen profesorado con aquel que sabe relacionar la enseñanza con las situaciones profesionales:

 

Existe un reclamo generalizado por una enseñanza que prepare para el ejercicio de la profesión. Los estudiantes esperan que el profesor facilite una práctica técnica que demuestre el “saber hacer”, basada en ejemplos de la vida cotidiana que apoyen un aprendizaje autorregulado. La preocupación en conocer y entender la profesión se menciona en las citas que siguen:

 

El deseo de saber hacer, de poder ejercer rápidamente la profesión, se destaca continuamente, y se une a una realidad requerida y expresada por los estudiantes en argumentos relacionados con la necesidad de contar con docentes que ofrezcan una práctica docente dinámica y activa. Los estudiantes identifican al buen profesorado con aquella persona que da ejemplos de aplicaciones de la vida profesional.

Según lo afirmado por Cobo (2016), “La clave está en un proceso de aprendizaje ampliado que se enriquece con experiencias contextuales y estímulos que se enlazan con otros tipos de saberes, destrezas y habilidades que permitan analizar, planear y crear desde la complejidad” (p. 110).

 

4.4    El buen profesorado y sus respuestas

Entre las características del buen profesorado aparece la empatía frente a las “dudas” y cuestionamientos estudiantiles. Según lo afirmado por Perkins (2010, p. 24), la educación siempre debe preguntarse qué puede hacerse para volver accesible el conocimiento y las prácticas estimulantes”, por lo que el buen profesorado es quien responde a las inquietudes del estudiante y brinda adecuados insumos para el conocimiento profesional.

El profesor necesita estimular la autonomía del estudiante al asimilar teoría e identificar su aplicación. Según Schön (1998) nuestro conocimiento se da desde nuestra acción. La universidad forma a los estudiantes en el plano profesional y en conocimientos y destrezas intelectuales mediante el interés que saben suscitar algunas personas docentes (Ariño, 2008).

Los datos de la encuesta de satisfacción, del cuestionario y de las entrevistas muestran que los estudiantes identifican el buen profesorado con quien apoya la resolución de problemas y responde a dudas. Así, varios son los testimonios que señalan que:

 

La resolución de dudas por parte del profesor se encuentra unida con la percepción de los estudiantes acerca de las actividades formativas que apoyan la búsqueda de respuestas reflexivas. Así, un número importante de estudiantes refiere la importancia de la ejercitación en el aula y fuera de ella: “Para resolver dudas lo mejor son los…ejercicios obligatorios, trabajos y pruebas cortas. Además de participación en clase”

Un estudiante explicita claramente el sentir con respecto a la importancia de la ejercitación cuando afirma:

 

Los testimonios hacen referencia a la tarea realizada, a las pruebas cortas, a la actividad dinámica, como insumos importantes para despejar dudas y avanzar en el conocimiento. El estudiante asume un rol activo y espera del profesor un apoyo que acompañe la actividad educativa.

Para muchos estudiantes no solo es necesaria la ejercitación, sino que el buen profesorado es quien brinda una explicación en detalle del proceso, quien va paso a paso. El buen profesorado es quien apoya los diversos tipos de estudiantes y estimula el desarrollo personal y colectivo. Así en palabras de un estudiante:

 

 

Figura 3. Valoración de Materiales de Apoyo que utiliza el buen profesorado (en porcentajes) por parte del estudiantes de la Carrera de Ingeniería de Sistemas de una Facultad de Ingeniería de Montevideo, Uruguay

3 

Fuente: Elaboración propia a partir del cuestionario analizado en la investigación, octubre 2014

 

La figura 3 ilustra las respuestas de los estudiantes acerca de los recursos y materiales didácticos empleados por el buen profesorado. Los ejercicios ocupan un lugar sobresaliente ya que el 80% de los participantes señalan su papel fundamental como actividad de aprendizaje, lo que se acompaña de materiales (repartidos) que sean claros y posibiliten la ejercitación.

Parecería que un alto porcentaje de estudiantes no percibe al buen profesorado como aquel que usa medios audiovisuales, esto debido a que solamente un 20% de estudiantes valora esa modalidad de apoyo. Por otra parte, llama la atención la baja valoración del uso de las referencias bibliográficas y de los medios escritos.

Según la percepción del estudiantado, parecería que el buen profesorado es aquel que se apoya en la ejercitación, el que plantea ejercicios paso a paso y realiza proyectos prácticos. Este aspecto podría explicarse además por la especificidad del lugar de la investigación. En los estudios de ingeniería es fundamental la relación de la teoría con ejercicios concretos de aplicación real. El buen profesorado es aquel que indica el camino para trasladar los conceptos teóricos a la ejercitación práctica profesional.

 

5. A modo de conclusión

La investigación realizada se propuso conocer y analizar las opiniones y percepciones de los estudiantes de educación superior acerca de lo que significa ser un buen profesorado universitario. Además, se buscó descubrir la visión de esa la comunidad estudiantil en relación con las estrategias de enseñanza de los buenos profesores y con sus capacidades personales y profesionales.

El proceso investigativo logró cumplir con los objetivos y las metas planteadas, y permitió profundizar en el conocimiento acerca de la buena enseñanza universitaria. Sin embargo, el estudio tuvo una serie de limitaciones vinculadas fundamentalmente con el diseño mixto adoptado. La propuesta metodológica y conceptual de unir dos tipos de métodos en una investigación presentó una cierta dificultad en el análisis al fusionar los datos cuantitativos y cualitativos.

Los resultados de la investigación muestran, entre otros aspectos, que los estudiantes consideran que el buen profesorado es quien facilita el ejercicio profesional futuro. Tal apreciación es consistente con las observaciones de Bain (2007) y de Zabalza (2009), quienes revelan que los estudiantes universitarios valoran al profesor que facilita la aplicación del conocimiento profesional. Por su parte, Tardif (2004) indica que el saber profesional no puede separarse de las otras dimensiones de la enseñanza”, pues no se encuentra exclusivamente en los procesos mentales, ya que son incorporados en la práctica colectiva por ser “un saber siempre ligado a una situación de trabajo con otros” (pp. 10-21). Los estudiantes aprecian al docente que motiva el aprendizaje en un contexto profesional a través de ejercicios vinculados con la labor del ingeniero. La experimentación profesional es valorada y, por tanto, lo es el profesor que la facilita.

Cobo (2016) afirma: “Antes la aplicación del conocimiento significaba trabajar en tareas o resolver problemas para demostrar el dominio de los conceptos. Pero las soluciones estaban limitadas a los libros de texto, aulas y escuelas” (p. 100). Los resultados de esta investigación van en el mismo sentido de lo afirmado por Cobo ya que los estudiantes se vinculan de manera distinta hoy con el conocimiento. La buena enseñanza, desde esta perspectiva, es concebida a partir del hacer. Un saber implícito que participa del conocimiento tácito. Desde la perspectiva estudiantil, un tema debe ser enseñado en conexión con la producción científica experimental, un conocimiento integrador de saberes variados y compartidos.

La percepción de que el buen profesorado es aquel que facilita el nexo entre perspectiva teórica y ejercicio profesional es congruente con las características que los estudiantes señalan como principales en un buen profesorado: capacidad comunicativa y saber profesional. El estudiante espera recibir de sus profesores una enseñanza ágil, heurística, participativa y práctica para incorporar de manera exhaustiva los conocimientos ligados al área laboral. Los estudiantes esperan del buen profesorado herramientas para saber, para hacer y para interactuar.

El resultado de la investigación evidencia que los estudiantes aprecian la pasión y el entusiasmo de la persona que enseña a través del uso de metodologías motivadoras. Esas características del profesor importan mucho para incentivar una actitud positiva en el que aprende. Un buen profesorado universitario es aquel que apoya el proceso de aprendizaje, pero, al mismo tiempo, fortalece el aprendizaje autorregulado mediante materiales y recursos. El acompañamiento parecería ser clave, pues permite al estudiante adquirir seguridad en sí mismo y avanzar hacia la independencia profesional.

Parecería entonces que el buen profesorado es aquel que conjuga saber profesional, saber metodológico y aptitudes personales. La motivación y la pasión del buen profesorado facilitarían la incorporación del conocimiento por parte del estudiante y el futuro ejercicio de la profesión. El buen profesorado es aquel que se compromete con los estudiantes, conoce su profesión, interactúa con el discente, le enseña a aprender y a reflexionar.


 

6. Referencias

Ariño Villarroya, Antonio. (2008). El oficio de Estudiar en la Universidad: compromisos flexibles. Valencia: Publicaciones de la Universitat de Valéncia.

 

Bain, Ken. (2007). Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Valencia: Publicacions de la Universitat de Valencia.

 

Castorina, José. A. (2007). Cultura y conocimientos sociales. Desafíos a la psicología del desarrollo. Buenos Aires: Aique Ediciones.

 

Cobo, Cristobal. (2016). La innovación pendiente. Reflexiones (y provocaciones) sobre educación, tecnología y conocimiento. Montevideo: Debate.

 

Day, Christopher. (2006). Pasión por enseñar. La identidad personal y profesional del docente y sus valores. Madrid: Narcea.

 

Finkel, Don. (2008). Dar clase con la boca cerrada. Valencia: Publicación de la Universidad de Valencia.

 

Longworth, Norman. (2005). El aprendizaje a lo largo de la vida en la práctica. Transformar la educación en el siglo XXI. Buenos Aires: Paidós.

 

Moscovici, Serge. (1984). Psicología Social II. Barcelona: Paidós.

 

Perkins, David. (2010). El aprendizaje pleno. Principios de la enseñanza para transformar la educación. Buenos Aires: Paidós.

 

Prieto Navarro, Leonor. (2007). Autoeficacia del profesor universitario. Eficacia percibida y práctica docente. Madrid: Narcea S.A.

 

Schön, Donald. (1998). El profesional reflexivo. Cómo piensan los profesionales cuando actúan. Buenos Aires: Paidós.

 

Siqueira, Vania. (11 de Diciembre de 2015). El buen profesor universitario desde las perspectivas del estudiante (Tesis inédita de Maestría). Universidad ORT Uruguay, Montevideo, Uruguay. Recuperada de https://bibliotecas.ort.edu.uy/bibid/82503

 

Tardif, Maurice. (2004). Los saberes del docente y su desarrollo profesional. Madrid: Narcea S.A.

 

Vaillant, Denise. (2010). Capacidades docentes para la educación del mañana. Pensamiento Iberoamericano, (7), 113-126. Recuperado de https://www.fundacioncarolina.es/comunicacion/archivo-de-publicaciones/pensamiento-iberoamericano/

 

Vaillant, Denise y Marcelo, Carlos. (2015). El A, B, C, D de la Formación Docente. Madrid: Narcea S.A.

 

Zabalza, Miguel Ángel. (2009). Competencias docentes del profesorado universitario. Calidad y desarrollo profesional. Madrid: Narcea S.A.

 


[3] Los resultados se inscriben en un proyecto de investigación de cinco años, coordinado por una de las autoras. Entre los casos examinados, se encuentra el de la Facultad de Ingeniería y cuyo avance de resultados figura en la tesis de Maestría de una de las integrantes del equipo de investigación (Ver Siqueira, 2015).


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