Contribución al desarrollo de la educación farmacéutica costarricense: Perfil Académico Profesional de la persona farmacéutica asistencial
Contribution to the development of pharmaceutical education in Costa Rica: Professional academic profile of Costa Rican assistencial pharmacist
Volumen 18,Número 3
Setiembre-Diciembre
1-30
Este número se publica el 1 de setiembre de 2018
DOI: https://doi.org/10.15517/aie.v18i3.34421
Beatriz Badilla Baltodano
Nuria Montero Chinchilla
Ana Isabel Mora Vargas
Yajaira Quesada Rojas
Ginette Castro Murillo
María Monge Monge
Revista indizada en REDALYC, SCIELO
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LATINDEX, DOAJ, REDIB, IRESIE, CLASE, DIALNET, SHERPA/ROMEO,
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ULRICH’S, REDIE, RINACE, OEI, MAESTROTECA, PREAL, CLACSO
Contribución al desarrollo de la educación farmacéutica costarricense: Perfil Académico Profesional de la persona farmacéutica asistencial
Contribution to the development of pharmaceutical education in Costa Rica: Professional academic profile of Costa Rican assistencial pharmacist
Resumen: Se contribuye al desarrollo de la educación farmacéutica en Costa Rica, mediante el desarrollo de un proyecto de investigación, que culmina con una propuesta de perfil académico profesional (PAP) de la persona farmacéutica costarricense que ejerce en el área de la farmacia asistencial. Es concebido como la caracterización del tipo de profesional en farmacia que pretenden formar las instituciones de educación superior, considerando además de los intereses académicos de las universidades, también el compromiso laboral en el sector social y de salud. Cinco personas farmacéuticas y la asesoría del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES constituyeron el equipo de trabajo. Metodológicamente, la propuesta de perfil fue sometida a tres procesos de validación. El PAP presentado integra tres áreas: cognitiva, actitudinal y laboral. Los conocimientos del área cognitiva se clasifican según las categorías establecidas por la Conferencia Iberoamericana de Facultades de Farmacia y los desempeños profesionales fueron enunciados según las funciones, actividades y tareas establecidas para los farmacéuticos por la Federación Internacional Farmacéutica y la Organización Mundial de la Salud. El PAP propuesto engloba la necesaria vinculación entre el diseño curricular del plan de estudios y el ejercicio profesional esperado. Se recomienda que las universidades que ofrecen la carrera de Farmacia consideren la inclusión de los criterios que se desprenden de la propuesta como imprescindibles para la calidad de las carreras. Se resalta la recomendación del SINAES, expuesta en la guía para modificaciones de planes de estudio de carreras acreditadas y el documento de referente conceptual.
Palabras clave: persona farmacéutica asistencial, área cognitiva, área actitudinal, área laboral, perfil académico profesional.
Abstract: A contribution is made to the development of pharmaceutical education in Costa Rica, through the development of a research project, which culminates with a proposal of professional academic profile (PAP) of the Costa Rican pharmacist who practices in healthcare pharmacy. This is conceived as the characterization of the type of pharmacy professional that is intended to form higher education institutions, considering not only the academic interests of the universities, but also the labor commitment in the social and health sector. Five pharmacists and curricular advice provided for the National System of Accreditation of Higher Education made up the work team. Methodologicaly the proposal was submitted to three validation processes. The PAP is presented in three areas: cognitive, attitudinal and work. Knowledge of the cognitive area is classified according to the categories established by the Ibero-American Conferences of Faculties of Pharmacy and the Pan American Conference of Pharmaceutical Education. The professional performances were stated according to the functions, activities and tasks established for pharmacists by the International Pharmaceutical Federation, the World Health Organization, the Pan American Health Organization and the Pan American Conference on Pharmaceutical Education. The PAP encompasses the necessary link between the curricular design of the curriculum and the expected professional practice. It is recommended that the universities that offer the pharmacy career consider the inclusion of the criteria from the proposal of PAP as essential for the quality of careers. The recommendation of the National System for the Accreditation of Higher Education is highlighted, as set out in the guide for modifications of accredited careers study plans and the conceptual reference document.
Key words: pharmaceutical education, healthcare pharmacy, pharmaceutical person, professional academic profile
1 Información de las autoras al final del artículo
Dirección electrónica de contacto: bbadillabal@gmail.com
Artículo recibido: 17 de abirl, 2018
Enviado a corrección: 27 de julio, 2018
Aprobado: 27 de agosto, 2018
La práctica farmacéutica asistencial gira en torno a la gestión de la atención al paciente y a garantizar que se alcancen resultados terapéuticos apropiados cuando se utilizan medicamentos. Gestionar el uso de una medicación segura, eficaz y de calidad para optimizar los resultados en salud, incluyendo la mejora en la calidad de vida del grupo de pacientes, es el propósito principal de la profesión farmacéutica, que debe reflejarse desde a formación en las aulas universitarias.
Para alcanzar el objetivo señalado, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha establecido que las personas farmacéuticas deben cumplir funciones relacionadas con las políticas públicas; la organización y gestión de los servicios farmacéuticos; la atención farmacéutica del conglomerado de pacientes, la familia y la comunidad, tanto a nivel intra como extramuros; la investigación y gestión del conocimiento, así como con su desempeño profesional (OPS, 2011).
Igualmente, la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifestaron que existen cuatro funciones esenciales de las personas profesionales en farmacia en las que la sociedad y la ciudadanía para la que trabajan, esperan su participación o supervisión (FIP y OMS, 2011):
Según la Encuesta nacional diagnóstica para determinar el estado de las Buenas Prácticas en Farmacia en Costa Rica, realizada en los meses de mayo y junio de 2012 por el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica (ColFar, 2012), el 68% de las personas profesionales en farmacia laboraban en el área asistencial que engloba a la farmacia de comunidad y a la farmacia de hospital, donde el ejercicio profesional está centrado en el área clínica en función de grupo formado por el paciente, la familia y la comunidad como punto medular, con un fuerte componente de salud pública. Datos preliminares derivados de la Encuesta sobre remuneración y condiciones laborales de los profesionales farmacéuticos en Costa Rica, ejecutada del 30 noviembre 2015 al 15 enero 2016 por el ColFar (2016), ratificaron esos resultados, señalando en esa oportunidad, que el 62% de las personas especialistas en farmacia activas trabajaban en el área asistencial.
La Alianza Mundial de la Fuerza de Trabajo de Salud (Global Health Workforce Alliance) y la OMS (2013) han establecido que no hay salud sin equipo sanitario y es también claro que no hay equipo sanitario sin una formación académica sólida que responda a las necesidades de la sociedad. Esto impacta notablemente la educación farmacéutica. Datos de esta misma organización muestran que cerca del 50% del grupo de pacientes tiene una inadecuada adherencia a su tratamiento medicamentoso y alrededor de un 50% de los medicamentos son incorrectamente despachados (Holloway y van Dijk, 2011). En Costa Rica en el año 2016, solo en la Caja Costarricense de Seguro Social se despacharon 82 millones de recetas de medicamentos (CCSS, 2016). En un sistema de salud profundamente medicalizado es necesario tener personas farmacéuticas competentes que los suplan adecuadamente.
La calidad de la formación del personal farmacéutico está directamente asociada a la mejoría de los servicios de salud (Anderson y Futter, 2009), (Anderson, Bates, Bruno, Futter, Rouse y Whitmarsh, 2009), (Zurn et al., 2005). Tener personal farmacéutico competente y capaz depende de la capacidad de la formación académica y la docencia de quien enseña y entrena al estudiantado (Anderson, 2017).
El presente documento tiene como objetivo presentar la sistematización de una propuesta de Perfil Académico Profesional (PAP) de la persona farmacéutica costarricense que ejerce en el área de la farmacia asistencial, concebido como la caracterización del tipo de profesional en farmacia que pretenden formar las instituciones de educación superior, tomando en cuenta no solo los intereses académicos de la institución educativa, sino también el compromiso laboral del farmacéutico asistencial en el sector social y de salud.
El objetivo más importante de la educación superior es dar al estudiantado la posibilidad de desarrollar el pensamiento y el razonamiento propio de su disciplina. (Kaartinen-Koutaniemi y Katajavuori, 2006) y en un ambiente de aprendizaje ideal, el cuerpo docente reta a sus estudiantes a adoptar su propio acercamiento al aprendizaje y más profundamente a desarrollar su personal epistemología (Hager,2004).
El PAP se percibe como la caracterización académica, personal y laboral del tipo de profesional que desea formar una institución educativa para que responda a las necesidades, intereses y expectativas (sociales, políticas, culturales, tecnológicas y laborales), tanto de la población profesional como de la sociedad (Mora Vargas y Herrera Peña, 1998), (Mora Vargas,1996).
El PAP es el punto de partida, el eje orientador del diseño curricular de un plan de formación profesional (Mora Vargas y Herrera Peña, 1998). Dicho perfil, de acuerdo con los lineamientos reseñados por Mora Vargas (1998), se presenta integrado en tres áreas: cognitiva, actitudinal y laboral, en el que se reconocen las interrelaciones necesarias. Dado su carácter integral, guarda coherencia entre la formación conceptual, el fortalecimiento de actitudes y valores y las funciones distintivas de la profesión; su construcción requiere de un proceso participativo que involucra a la población de académicos, estudiantes, profesionales en servicio, representantes del colegio profesional y representantes de los principales entes empleadores en el ámbito asistencial (OPS, 2016).
El área cognitiva incluye los conocimientos, las habilidades y las destrezas que requiere la persona farmacéutica asistencial para su óptimo desempeño. El conocimiento suele entenderse como la información o los hechos adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica y práctica de un asunto referente a la realidad (Mora Vargas, 2001). Es lo que se adquiere como contenido intelectual relativo a un campo determinado (en este caso, la farmacia asistencial) o a la totalidad del universo (en este caso, la farmacia como profesión). Los conocimientos que debe tener la persona farmacéutica asistencial fueron clasificados, principalmente, según las categorías establecidas por la Conferencia Iberoamericana de Facultades de Farmacia (COIFFA, 1998). Una habilidad es la capacidad que tiene una persona para hacer una tarea correctamente y con facilidad. Asimismo, una destreza es la habilidad y la experiencia en la realización de una actividad determinada.
El área actitudinal involucra los valores y actitudes que se deben estimular en la persona farmacéutica asistencial, guardan relación con el modelo de sociedad en que el grupo profesional está inmerso y con las características específicas de la disciplina. Los valores son principios que permiten orientar el comportamiento en función de lo que se realiza como persona. Son creencias fundamentales que ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud. La actitud es la manera en que la persona está dispuesta a comportarse u obrar. Se trata de una capacidad propia de los seres humanos con la que enfrentan el mundo y las circunstancias que se presentan en la vida real.
El área laboral incluye los desempeños profesionales y las responsabilidades de la persona farmacéutica asistencial de acuerdo con los requerimientos de la disciplina, la sociedad y el mercado; los desempeños de este personal asistencial de Costa Rica fueron clasificados por áreas, integrando las funciones establecidas por la FIP (FIP-OPS, 2011) y la OPS (2011).
3. Metodología
La investigación es de corte cualitativa, epistemológicamente se abordó el tema desde la reflexión profunda del deber ser del farmacéutico y la percepción de que el farmacéutico asistencial es aquel profesional que aplica sus conocimientos teóricos a la solución de problemas prácticos; esto requiere que cada uno use sus valores, ideas y ética acerca de la naturaleza del mundo, de tal forma que individualmente e íntimamente adopte una filosofía de la práctica que le permita ejercer su función profesional. Fue considerada la ontología de la profesión como la suma del conocimiento necesario para su práctica en el ámbito asistencial y las suposiciones que subyacen este conocimiento (Hepler, 1996). Desde este enfoque se pretende describir e interpretar la información recopilada, mediante un proceso participativo. La Figura 1, muestra el diseño metodológico en el cual se destaca el proceso de construcción, validación y definición del Perfil Académico Profesional (PAP). El denominado grupo gestor estuvo constituido por las investigadoras (cinco profesionales en el área de farmacia y una en el área curricular) y los grupos participantes por profesionales en el campo de la salud, especialmente en farmacia y medicina.
Diseño metodológico para definir PAP
Fuente: Elaboración propia, 2018.
3.1 Proceso participativo
El plan de ejecución de este proyecto incluyó la conformación de un grupo ejecutor de expertas, constituido por las investigadoras. También se contó con el acompañamiento del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), quien recomendó una asesora curricular, especialista en el diseño curricular de carreras universitarias y en la metodología para elaborar el perfil académico profesional. Igualmente, se contó con el apoyo del Foro Farmacéutico de las Américas (FFA), institución enmarcada en las políticas, objetivos y declaraciones de la OMS y la FIP, por medio de fondos concursables, así como del ColFar.
Se destacan las siguientes responsabilidades para el grupo gestor:
Se establecieron los siguientes criterios para selección de las personas informantes o participantes en los procesos de construcción y validación del perfil:
3.2 Construcción del Perfil Base (PB)
Luego de la cavilación acerca de la filosofía que subyace al nuevo quehacer farmacéutico, anudada a una exhaustiva revisión y análisis bibliográfico, fue elaborado un documento de trabajo denominado PB, el cual fue organizado en tres grandes áreas: cognitiva, identificando los conocimientos, habilidades y destrezas; actitudinal, estableciendo los valores y actitudes; y laboral, señalando las actividades que ejecuta el personal farmacéutico asistencial en los campos de la gestión del suministro de medicamentos y los servicios farmacéuticos asistenciales; la gestión de los tratamientos farmacológicos de pacientes; la información y educación sobre medicamentos al grupo de pacientes y la comunidad; la promoción de la mejora continua del sistema sanitario y de salud pública y la gestión del conocimiento y la investigación.
La necesaria participación de las personas líderes y referentes en el campo de estudio llevó a la realización de tres procesos de ratificación o validación a los que se les dio, con un mes de anticipación el documento de trabajo junto con una carta de presentación y motivación, así como una matriz para facilitar la revisión, el análisis y la consignación de los aportes. Para la primera de ellas se identificaron personas farmacéuticas líderes o referentes del ejercicio profesional en las áreas asistencial y docente, tanto en el ámbito privado como público, a quienes se les envió, vía correo electrónico, el escrito en documento de texto. La Comisión de Decanos del ColFar, grupo que, por su participación, responsabilidad y repercusión en la formación profesional de los farmacéuticos, fue convocada a dar sus aportes sobre el documento de trabajo como segundo grupo de validación. Esta Comisión se encuentra integrada por los decanos, decanas y directores de las cinco instituciones de educación superior que imparten la carrera de Farmacia en Costa Rica.
Los aportes realizados por los dos grupos anteriores produjeron un enriquecimiento sustancial al documento de trabajo que se llevó a la validación final realizada en el formato de taller, con la participación de personas farmacéuticas referentes del ejercicio profesional en las áreas asistenciales, de regulación y normalización, así como docentes, tanto del ámbito privado y como público. Las personas participantes fueron escogidas por el grupo citado, con base en la experiencia y calidades profesionales en el desempeño en su área laboral y su compromiso con la profesión farmacéutica. El objetivo del taller fue crear un espacio de análisis, reflexión e intercambio de conocimientos, experiencias, criterios y estrategias que permitiera la validación del PAP de la persona farmacéutica que ejerce en el área de la farmacia asistencial en Costa Rica. El documento fue enviado de previo a las personas participantes del taller.
Posterior al taller de validación, el grupo gestor analizó todos los aportes de los diferentes grupos de trabajo y se incluyeron aquellos en los cuales hubo consenso y que fueron aprobados por la mayoría del grupo participante, obteniéndose así la versión final del PAP de la persona farmacéutica que ejerce en el área asistencial en Costa Rica.
El espacio creado en esta sistematización permitió que el grupo de actores construyera sentido alrededor de su experiencia laboral y transformara el discurso instituido en el colectivo, en una acción de intervención en la formación de farmacéuticos que se trasladarán a prácticas educativas y pedagógicas concretas en beneficio de la salud pública.
3.3 Definición del Perfil Académico Profesional (PAP)
El PB, producto de la reflexión, discusión y sistematización de la información del grupo gestor, se somete a un proceso de validación con diferentes grupos, en diferentes momentos, finalmente se valoran las observaciones de los grupos participantes, concluyendo el proceso con la definición del PAP.
Como resultado del proceso investigativo y de consulta, además del PAP para la persona farmacéutica asistencial que ejerce en Costa Rica, que se incluye a continuación, se produce un grupo de trabajo consolidado en esta temática y una importante sensibilización en los actores educativos y profesionales farmacéuticos asistenciales.
4. Resultados
Una vez concluido el proceso descrito anteriormente, el cual tomó alrededor año y medio, con sesiones semanales de trabajo individual y grupal, se obtiene como producto de la investigación el perfil académico profesional del profesional de la persona farmacéutica asistencial en Costa Rica, el cual se presenta a continuación como una propuesta para la educación superior encargada de la formación profesional en Farmacia.
4.1 Propuesta
4.1.1 Perfil académico profesional de la persona farmacéutica asistencial en Costa Rica
El PAP es producto de un proceso investigativo llevado a cabo por el ColFar y que contó con la asesoría del SINAES. El PAP se concibe como la caracterización del tipo de profesional en farmacia asistencial que pretenden formar las instituciones de educación superior, tomando en cuenta no solo los intereses académicos de la institución educativa, sino también el compromiso laboral del farmacéutico asistencial en el sector social y de salud. El propósito es ofrecer un insumo a la educación superior costarricense en la formación de profesionales en el área de la salud y específicamente en Farmacia. Con este aporte el ColFar espera que las universidades formadoras de este tipo de profesional en farmacia lo tomen en cuenta en el diseño o rediseño de planes de estudio, en aras de ofrecer a la sociedad costarricense un profesional acorde con las necesidades de este tipo de profesional.
El perfil se presenta organizado en tres áreas: cognitiva, actitudinal y laboral (Mora Vargas y Herrera Peña, 1998); dado que un profesional se debe formar integralmente, con los conocimientos culturales, educativo, sociales y científicos que correspondan, y con las habilidades y destrezas que se requieren fomentar; lo anterior aunado al fortalecimiento de valores y actitudes personales y profesionales que lo distinguen. El área laboral marca las pautas del país no solo en cuanto a las necesidades de este profesional en el mercado laboral público y privado, sino también en cuanto a los requerimientos establecidos en las políticas nacionales e internacionales para el ejercicio de la profesión.
Durante el proceso investigativo se asentó especial atención a la correlación entre el área cognitiva y el área laboral, así como entre el área cognitiva y el área actitudinal.
Para una mejor comprensión del perfil se presenta el esquema de la Figura 2.
Áreas del perfil académico profesional
Fuente: Elaboración propia, 2018.
El perfil académico profesional lo constituyen tres áreas (cognitiva, actitudinal y laboral), como puede observarse la formación del profesional en farmacia es multidisciplinaria, se presenta en listados de rasgos en cada una de las áreas, ningún rasgo tiene supremacía sobre otro; en este sentido, se señala que el perfil constituye el punto de partida para un eventual diseño o rediseño curricular de una carrera de formación universitaria en farmacia.
El área cognitiva incluye los conocimientos, las habilidades y las destrezas que requiere el farmacéutico asistencial para su óptimo desempeño.
El conocimiento suele entenderse como la información o los hechos adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la realidad. Es lo que se adquiere como contenido intelectual relativo a un campo determinado (en este caso, la farmacia asistencial) o a la totalidad del universo (en este caso, la farmacia como profesión).
Los conocimientos que debe tener el farmacéutico asistencial fueron clasificados por áreas, según las categorías establecidas por la Conferencia Iberoamericana de Facultades de Farmacia (COIFFA). Se han tomado libertades de clasificación en algunos contenidos que no se encuentran en las categorías citadas.
Biología, química, física, matemática y estadística
Anatomía, fisiología, bioquímica
Microbiología
Farmacología
Fisiopatología
Farmacoterapia
Toxicología
Medicina Alternativa
III. Ciencias farmacéuticas
Biofarmacia
Emergencias
Farmacovigilancia
Farmacognosia
Tecnología farmacéutica industrial
VI Práctica Farmacéutica
Atención farmacéutica
89 Consulta farmacéutica: metodología y protocolos.
Comunicación
Salud pública
Educación sanitaria
Farmacia de comunidad
Farmacia hospitalaria
Farmacia clínica
Farmacia veterinaria
Farmacoepidemiología y farmacoeconomía
Gestión y administración de establecimientos farmacéuticos asistenciales
Legislación
Ética
Investigación
Una habilidad es la capacidad que tiene una persona para hacer una tarea correctamente y con facilidad. Así mismo, una destreza es la habilidad y la experiencia en la realización de una actividad determinada.
Se considera que el farmacéutico debe tener las siguientes habilidades y destrezas para que se desempeñe en el área asistencial:
El área actitudinal involucra los valores y actitudes que se deben estimular en el farmacéutico asistencial, guardan relación con el modelo de sociedad en que el profesional está inmerso y con las características específicas de la disciplina.
Los valores son principios que permiten orientar el comportamiento en función de lo que se realiza como persona. Son creencias fundamentales que ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
La persona farmacéutica que se desempeña en el área asistencial debe tener los siguientes valores:
La actitud es la manera en que la persona está dispuesta a comportarse u obrar. Se trata de una capacidad propia de los seres humanos con la que enfrentan el mundo y las circunstancias que se presentan en la vida real.
Se espera que la persona farmacéutica asistencial tenga las siguientes actitudes en el desempeño de sus funciones:
III. ÁREA LABORAL
El área laboral incluye los desempeños profesionales y las responsabilidades del farmacéutico asistencial, de acuerdo con los requerimientos de la disciplina, la sociedad y el mercado. Los desempeños del farmacéutico asistencial de Costa Rica fueron clasificados por gestiones, integrando las funciones establecidas por la Federación Internacional Farmacéutica y la Organización Mundial de la Salud en el documento Buenas Prácticas de Farmacia. Directrices conjuntas FIP/OMS sobre Buenas Prácticas de Farmacia: Estándares de calidad para los servicios farmacéuticos y las funciones establecidas por la Organización Panamericana de la Salud en el documento de posición Servicios farmacéuticos basados en la atención primaria de salud.
La elaboración de un perfil académico profesional es un trabajo investigativo arduo y exhaustivo, debe ser un proceso participativo de construcción conjunta entre las partes interesadas, donde el análisis y la reflexión permiten la comprensión del tipo de profesional que el país requiere, razón por la cual es necesario partir de este para diseñar o rediseñar una oferta educativa en la formación de un profesional.
En el diseño de planes de estudio de la carrera de Farmacia y en especial para la persona farmacéutica asistencial, se debe proponer el desarrollo de la persona y, por lo tanto, el PAP debe abarcar valores y actitudes en consonancia con los contenidos curriculares requeridos para mejorar la salud del individuo, la familia y la comunidad en el contexto social costarricense.
El sistema educativo universitario farmacéutico debe asumir el reto de la autorreflexión dinámica que permita realizar los cambios necesarios para ofrecer a la población estudiantil y a la sociedad, una persona farmacéutica que resuelva los problemas relacionados con medicamentos que se dan en nuestra sociedad y mejore la práctica profesional llevándola hacia la gestión del talento humano en beneficio de los servicios farmacéuticos y del equipo de salud.
La formación de esos profesionales debe ir aparejada con prácticas tuteadas que articulen la capacitación formal universitaria con las exigencias ocupacionales profesionales. Esta concepción engloba la necesaria vinculación entre el proyecto pedagógico y el ejercicio profesional esperado. En el trabajo realizado se ha construido el PAP marco o general para la formación de la persona profesional farmacéutica asistencial, como elemento aspiracional de todas las prácticas tuteladas, consideradas estas como un espacio, aunque limitado, que permita la unificación de los demás elementos curriculares y la exhibición de las capacidades desarrolladas como formas de comprobación de que el estudiante posee los conocimientos, habilidades y destrezas para su titulación (Delgado, 2012). El desarrollo y la implementación de estas prácticas ha sido abordada por las autoras y serán sujeto de publicación posterior.
El PAP propuesto engloba la necesaria vinculación entre la oferta académica y el ejercicio profesional esperado. La metodología empleada en la elaboración del perfil fue participativa y se asumió un enfoque constructivista, en donde el ser humano adquiere el conocimiento a través de un proceso de construcción individual y subjetiva de manera tal que son nuestras teorías las que determinan nuestra percepción del mundo (Badilla-Baltodano, 2008).
La calidad en la formación de los profesionales es una necesidad no solo para lograr los estándares de calidad y la acreditación, sino también para ofrecer un mejor servicio a la sociedad costarricense en el área de la salud. El ColFar ofrece este perfil académico profesional de la persona profesional farmacéutica asistencial, como un aporte a las instituciones de educación superior y al país en general.
Los sistemas de acreditación de la educación universitaria deben considerar la inclusión de los criterios que se desprenden del presente documento como imprescindibles para la calidad de las carreras. El trabajo conjunto con el SINAES es concordante con esta propuesta (Mora Vargas, Peralta Monge, Zúñiga Arrieta y Camacho Calvo, 2017a, 2017b).
Las autoras agradecen el interés del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica y del Foro Farmacéutico de las Américas por mejorar la formación del farmacéutico, plasmado en el apoyo a la ejecución de este proyecto. Igualmente dan las gracias a las personas profesionales que participaron en la validación de los documentos elaborados.
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Información de las autoras
Beatriz Badilla Baltodano: Catedrática jubilada, Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica: bbadillabal@gmail.com
Nuria Montero Chinchilla: Jubilada Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica: nuriamch@hotmail.com
Ana Isabel Mora Vargas: Jubilada Universidad de Costa Rica. Dirección electrónoica: aimora1991@gmail.com
Yajaira Quesada Rojas: Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica. Dirección electrónica: educacioncontinua@colfar.com
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María Monge Monge: Jubilada Universidad de Costa Rica. Dirección electrónica: mmonge@gmail.com