Reseñas

Puentes, no muros. Contribuciones para una política progresista en migraciones. Carlos Sandoval García (Ed.) (2020) y Centroamérica desgarrada. Demandas y expectativas de jóvenes residentes en colonias empobrecidas. Carlos Sandoval García (2020)

Jorge Rovira Mas
Universidad de Costa Rica, Costa Rica, Costa Rica

Puentes, no muros. Contribuciones para una política progresista en migraciones. Carlos Sandoval García (Ed.) (2020) y Centroamérica desgarrada. Demandas y expectativas de jóvenes residentes en colonias empobrecidas. Carlos Sandoval García (2020)

Anuario de Estudios Centroamericanos, vol. 47, 1-11, 2021

Universidad de Costa Rica

Sandoval García Carlos. Puentes, no muros. Contribuciones para una política progresista en migraciones. 2020. Argentina. Clacso. 220pp.

Recepción: 11 Julio 2021

Aprobación: 24 Julio 2021

Introducción

Carlos Sandoval García (1964) cuenta con una intensa y muy fructífera trayectoria académica en el marco de la Universidad de Costa Rica (UCR). Obtuvo su doctorado en la Universidad de Birmingham (Reino Unido) en Estudios Culturales (1997-2000). Es docente en la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva e investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales, del cual fue su director (2005-2009). A lo largo de ocho años (2010-2018) dirigió el Anuario de Estudios Centroamericanos (AECA) de la UCR, hasta convertirlo en una revista divisa de la institución en su proyección y mirada regional.1

Se ha hecho acreedor de varios reconocimientos y premios importantes, entre los cuales merece destacarse el de Catedrático Humboldt 2017, el cual otorga la UCR en asocio con el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). En la actualidad, es el fundador y director del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central (PDCSAC),2 cuya primera promoción inició en este 2021.

Su obra y producción académica ha estado centrada principalmente en el tema de las migraciones y los migrantes de Centroamérica y en Centroamérica. Entre sus libros hay que mencionar los siguientes: Otros amenazantes. Los nicaragüenses y la formación de identidades nacionales en Costa Rica (2002);3El mito roto. Inmigración y emigración en Costa Rica, editor (2007);4La dignidad vale mucho. Mujeres nicaragüenses forjan derechos en Costa Rica, junto con Mónica Brenes y Laura Paniagua (2012);5No más muros. Exclusión y migración forzada en Centroamérica (2015),6 libro que fue la base también del documental Casa en Tierra Ajena (2016);7 y Migraciones en América Central. Políticas, territorios y actores, editor (2016).8

Su labor profesional se encuentra inscrita dentro de una concepción de las ciencias sociales en la cual su trabajo científico está al servicio también de una incidencia fundada en el conocimiento riguroso de la realidad, pero igualmente acotada, que no difusa, en pro de causas particulares y políticas públicas que posibiliten mejorar las condiciones de vida de los migrantes y que contribuyan a empoderarlos en la defensa de sus derechos.

Ahora bien, las dos obras que son objeto de esta reseña crítica constituyen el fruto de un año de trabajo como Catedrático Humboldt 2017 de la UCR y el DAAD, con el apoyo también de la Oficina Regional para México, Centroamérica y Cuba de la Fundación Rosa Luxemburgo de Alemania. La primera de ellas, Puentes, no muros. Contribuciones para una política progresista en migraciones, devino en producto del coloquio “La politización de la migración. Desafíos para el pensamiento crítico y la política progresista”, que tuvo lugar en noviembre de ese año en la UCR.

La segunda, Centroamérica desgarrada. Demandas y expectativas de jóvenes residentes en colonias empobrecidas, es el resultado de una cuidadosa investigación de campo sobre la situación en la que viven las personas jóvenes de los barrios populares de las principales ciudades de Centroamérica. Su elaboración escrita se benefició también de una licencia sabática que le otorgó al autor la Universidad de Costa Rica durante parte del año 2019.

Ambas producciones se enmarcan dentro de un contexto político regional y norteamericano específico: por un lado, la situación socioeconómica que experimenta la población de Centroamérica, con proporciones muy elevadas de ella sumidas en la pobreza, la insuficiencia de oportunidades de empleo, la falta de acceso a servicios básicos de salud y educación entre otros, y los graves problemas derivados del control territorial de las pandillas junto con el narcomenudeo en las principales poblaciones, así como el narcotráfico internacional que transita por la región. Por otro, la Administración Trump (2017-2021) en Estados Unidos y su política migratoria. Por entonces, además, las caravanas de migrantes centroamericanos (2018 en adelante) estaban por iniciarse y los autores de los textos tomaron nota de ellas.

Puentes, no muros. Contribuciones para una política progresista en migraciones agrupa ocho colaboraciones que trascienden la perspectiva regional centroamericana y ofrecen una mirada más amplia sobre algunas de las características de los procesos migratorios en estas primeras décadas del siglo XXI.

“La construcción social de la persona migrante como enemigo”, del psicólogo social hondureño Mauricio Gaborit, postula como sustento o base fundamental para tal construcción, apoyándose en la obra del psicólogo jesuita asesinado en El Salvador (1989), Ignacio Martín Baró, el proceso de polarización social que aqueja a las sociedades contemporáneas. Pero una polarización social que tiene a su vez como sustrato las crecientes desigualdades en oportunidades de vida en ellas y a escala internacional, las que, a su vez, en ambos planos refuerzan dicha polarización y la traducen en discriminación y violencia. La representación social del otro como enemigo, la xenofobia con sus distintos recursos (el discurso entre ellos), los muros internos, la militarización de las fronteras y su desiderátum máximo, la construcción de muros físicos externos, forman parte de esta dinámica social global cada día más extendida.

“Reflexiones sobre el apartheid global y la migración” de la costarricense Yajaira Ceciliano-Navarro y la estadounidense Tanya Golash-Boza, sociólogas ambas, parte de una interpretación del orden internacional vigente en el que un componente constitutivo suyo y también definitorio es la existencia de hecho de un “apartheid global”. Este es su planteamiento central. La evolución-transformación –podría decirse– del sistema-mundo a partir del siglo XV, es decir, de la economía y sociedad capitalista a escala mundial, caracterizado por el control de la riqueza, los privilegios, las oportunidades y el poder por una minoría blanca en perspectiva planetaria, cobra ahora la forma-contenido, mejor perfilados que nunca, de un “apartheid global”. Si el resultado final que se busca es preservar dichos activos en manos de una minoría blanca en Europa y Estados Unidos, las poblaciones del Sur Global experimentan, cuando emigran en busca de mejores condiciones de vida, la puesta en práctica de múltiples recursos defensivos y explotadores. Se trata de la segregación racial, la criminalización de los migrantes, la generación de una vulnerabilidad organizada y acentuada durante los procesos migratorios, las deportaciones masivas y la producción de una fuerza de trabajo abundante y barata, ansiosa por conseguir ingresos y por ello disponible para ser explotada.

“Las migraciones de Centroamérica y el mito securitario de Occidente: ¿un nuevo-viejo acontecimiento?” fue preparado por los mexicanos María del Carmen García Aguilar y Daniel Villafuerte Solís, desde el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Argumentan que el fenómeno migratorio desde el Sur Global hacia el Norte constituye y constituirá, al menos en esta primera etapa del siglo XXI, un fenómeno definitorio capital de la vida socio política en los países del Norte. Si bien los datos de migrantes centroamericanos en Estados Unidos en la segunda década del presente siglo, en comparación con el número más elevado de migrantes de Asia, por ejemplo, no aportan sustento empírico objetivo para las proclamas anti inmigratorias contra la población originaria de Centro América, lo acontecido en Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001 ha conducido a una redefinición del Sur, y más aún del Sur inmediato, este con mayor presencia reciente de su población en ese país, como “otros amenazantes”, particularmente por los grupos políticos y las élites de derecha.

“Documentar a las personas migrantes en México: ¿Protegiendo a los vulnerables o disciplinando a los ingobernables?” fue elaborado por Tanya Basok, socióloga canadiense. Esta contribución da cuenta de las nuevas modalidades que se han venido instituyendo en escala internacional desde hace unos 30 años, en México también en periodos recientes, para conseguir en la práctica el objetivo de ordenar y controlar mejor los flujos migratorios. Se trata de la expedición de los permisos temporales de estadía (cortos en general) y la entrega de la documentación correspondiente que los acredita, para lo cual las autoridades estatales obtienen una amplia gama de información personal. Sin embargo, para los migrantes, la inestabilidad, la inseguridad y las limitaciones de variado tipo no cesan por completo, por lo que muchos procuran soslayar esta opción. Para aquellos que regularizan su situación, una vez transcurrido el tiempo de estadía permitido, una de sus consecuencias es el retorno a la ilegalidad y sus implicaciones. La autora concluye que estos procedimientos suponen y conllevan una prerrogativa preferencial para las autoridades estatales, pero mucho menos beneficiosa a la postre para los propios migrantes.

Otro texto es “Política social y la politización de la migración en América Latina” del holandés-costarricense Koen Voorend y la canadiense-costarricense Megan Rivers-Moore, socióloga ella y especialista en estudios del desarrollo el primero. Aunque el alcance de sus reflexiones se extiende a América Latina, el caso de Costa Rica es un punto de referencia principal. Esta es una sociedad singular en el contexto latinoamericano, con un porcentaje de población migrante elevado (alrededor de un 9 % de la población total, del cual, a su vez, cerca de un 75 % proviene de una sola nacionalidad de origen, la nicaragüense, dato este último en verdad notable). Dado el alcance –una relativa universalización– de los servicios de salud ofrecidos por el país, de larga trayectoria, e igualmente por su vocación histórica de respeto a los derechos humanos, el texto en cuestión aborda algunas manifestaciones que surgen desde las acciones y la retórica de algunos partidos políticos. Estos aprovechan prejuicios, mitos y temores subyacentes en la población en general, acerca del supuesto abuso que realizarían dichos migrantes en el aprovechamiento de esos servicios públicos nacionales. Esta politización de la migración, sesgada en perjuicio de los nicaragüenses y no de todos los migrantes, obstaculiza y agrega dificultades a dicha población en su capacidad de acceder a los beneficios dentro de un régimen de bienestar como el costarricense, muy progresista.

“¿Por qué la migración se convierte en la bandera de las derechas? Consideraciones para una política progresista” fue preparado por el editor del libro, Carlos Sandoval García. Dos cuestiones convocan la atención del autor: la creciente relevancia que tiene el tema migratorio para los partidos políticos y organizaciones de derecha a escala internacional, la primera; y los elementos que podrían formar parte de una política progresista en materia migratoria, la segunda. Bien podría afirmarse –según el autor pero sin acudir, en parte, al uso de sus palabras textuales– que un nuevo fantasma recorre Europa y más acá, el de “una retórica nacionalista, xenófoba, racista y antisemita, también claramente antifeminista” (Sandoval acudiendo a Ruth Wodak, p. 126). A partir de ella, se articula una propuesta discursiva conducente a distinguir a los nacionales respecto de los extranjeros, a crear identidad entre aquellos y a imputar a estos los malestares y las dislocaciones que la globalización engendra en ambos grupos dentro de esas sociedades.

En todo caso, ello da pie a fórmulas políticas en auge como las que –según el autor– alguna vez Stuart Hall denominó autoritarismo populista. Entre las ideas del autor para reivindicar una política progresista en torno a las migraciones, para construir un nuevo sentido común respecto de ellas, en perspectiva de un “cosmopolitismo desde abajo” (p. 135), se encuentran estas: la reivindicación, en otro nivel ahora, del valor y principio de la libertad de movimiento (derecho a migrar y entonces, como nuevo, el derecho a inmigrar en un mundo globalizado); y el derecho también a no tener que emigrar, vista la migración como algo que se torna forzado para la supervivencia de enormes contingentes de población en el mundo. Acaso urgente se convierte entonces la emergencia de una nueva sensibilidad, inexistente hoy, de parte de las izquierdas, que adopte y reivindique algunas de estas perspectivas y que no ceda este espacio de disputa ideológica y política al discurso excluyente de las derechas.

Stefanie Kron y Henrik Lebuhn, alemanes ambos, socióloga y politólogo, dan cuenta del texto “Construyendo ciudades solidarias: de la protesta a la política”, con el cual procuran introducir y explorar algunas características y contradicciones de estos procesos recientes poco conocidos. En medio de una diversidad de principios y sobre todo de prácticas concretas, presentes en el movimiento europeo de “Ciudades Solidarias” y en el de “Ciudades Santuarios” de Estados Unidos y Canadá, en ambos casos hay un posicionamiento novedoso, crítico y defensivo frente a las autoridades centrales, de acogida de migrantes y refugiados. Esto incluye a organismos de base, autoridades locales y otras entidades. Se trata de nuevas formas de ciudadanía urbana y regional que buscan practicar plenamente la libertad de movimiento, amparada en los llamados Derechos Sociales Globales, en el marco de estos territorios. Como bien lo resaltan estas personas autoras, no se trata simplemente en dichas ciudades de las políticas de reconocimiento de la diversidad y su eventual integración, sino de planteos que procuran avanzar en la democratización con una perspectiva de ciudadanía global.

Juan Carlos Velasco, español, investigador en el campo de la filosofía social, se hizo cargo del trabajo “Desafiando el discurso securitario. La propuesta de las fronteras abiertas”. Tras la construcción del fenómeno migratorio, tanto en Estados Unidos como en Europa, como amenazador en variados sentidos y del temor suscitado ante él, su hiper politización en la agenda pública y la creciente deriva hacia la securitización, la cuestión que aquí plantea su autor es el de las fronteras abiertas. Recuerda Velasco que, en rigor histórico, no se trata de algo nuevo, mas sí de un proceso clausurado a lo largo de la gestación y afianzamiento de los Estados nacionales. Ahora bien, apelando a Zapata-Barbero, apunta que “el mero hecho de formular hoy en día esta propuesta supone ya ensanchar el ámbito de lo pensable, que es la función que tradicionalmente se le ha asignado al pensamiento utópico” (p. 177).

Esta es una obra, en suma, que ofrece una mirada a temas y aristas de creciente importancia en materia de las migraciones y los migrantes, en este inicio de la tercera década del siglo XXI. Una mirada actual pero con una escala internacional, más allá del horizonte centroamericano que le sirvió en su origen de inspiración y de convocatoria.

El enfoque es el de una reflexión cualitativa, fundamentada eso sí, pero que prescinde de las comunes perspectivas cuantitativas que a menudo abruman la analítica de las migraciones. Cabe agregar que podría haberse esperado un poco más de lo que también promete la obra, valga decir, de las contribuciones para una política progresista en migraciones. En esta materia, los aportes, si bien de interés, son limitados.

Por su parte, la obra Centroamérica desgarrada. Demandas y expectativas de jóvenes residentes en colonias empobrecidas es una contribución singular, importante y de indudable pertinencia en esta hora que lacera a la región a la altura de la conmemoración del bicentenario de su independencia de España en el 2021. Hay que comprenderla estrechamente vinculada al trabajo de investigación ya aludido de Sandoval García respecto de las migraciones y los migrantes.

Tras dos décadas y media de haberse alcanzado el último de los Acuerdos de Paz luego de lo negociado y pactado inicialmente en Esquipulas en 1987 –ese último precisamente el de Guatemala, entre el Gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG, en diciembre de 1996–, las cuestiones fundamentales para la inmensa mayoría de los centroamericanos se tornan las siguientes. ¿Por qué, a fin de cuentas, las nuevas generaciones, los jóvenes de los sectores populares, quieren migrar?, ¿cuáles son las condiciones de vida, estructurales y subjetivas, que los empujan a salir de su país?, ¿qué esperan, con cuáles mínimos en verdad desearían contar para que la imagen de la migración pudiera reducir su fuerza de convocatoria?

Este investigador social insiste cada vez más –y con mayor fuerza y convicción– en que a Centroamérica “hay que estudiarla de a pie, con profundidad y sin perder nunca la perspectiva regional”. Como prueba de ello, entre otras ocasiones ha experimentado por sí las travesías de los migrantes desde sus países hasta el norte de México (fundamento de su documental arriba mencionado: Casa en Tierra Ajena, 2016). Pero esta vez su indagatoria se asentó en las ciudades capitales de la región: las colonias populares El Limón, en Ciudad de Guatemala; Popotlán, en San Salvador; Nueva Capital, en Tegucigalpa; Jorge Dimitrov, en Managua; y La Carpio, en San José, una comunidad bien conocida por Sandoval debido a varios estudios previos suyos allí. Un breve resumen de la historia de dichas colonias se aporta en las páginas XVII-XX. Fueron 300 las encuestas concretadas en cada colonia, según sexo y por grupos etarios de 14 a 17 años, uno, y de 18 a 24 años, otro, tomándose en cuenta asimismo la variable de si estudiaban o trabajaban.

El pequeño pero sustancioso libro se distribuye en cuatro capítulos: el “I. En vísperas del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica”; el “II. Las condiciones del auge neopentecostal”; el “III. Demandan empleo, estudios y seguridad”; y el “IV. Migrar es una obligación”, al que suceden unas breves “conclusiones generales”. La obra dispone de un anexo metodológico de rigor. Cada capítulo cuenta con algunos recuadros los cuales, acompañados de testimonios, que suelen ser breves, resumen un “estado de la situación” –por denominarlo de cierta manera–, el cual es informativo al mismo tiempo que sintetizador de una sensibilidad extrema frente a los problemas abordados y padecidos por las personas jóvenes centroamericanas.

En el primero de ellos, “I. En vísperas del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica”, el autor argumenta alrededor de dos perspectivas entre las que inspiran la obra. La primera es factual-histórica: “las promesas de la transición política que se abren con los Acuerdos de Esquipulas II se acaban con el golpe de Estado en Honduras en el año 2009 y se confirman con la crisis política e institucional de Nicaragua de abril del 2018” (p. 1). Y acude a Hernández Pico para parafrasear el título de una obra suya que sintetiza el desamparo en el cual ha caído la región: “en Centroamérica terminamos la guerra y traicionamos la paz” (p. 1). Aquí se aporta un pequeño conjunto de datos fundamentales que patentizan dicho abandono. La segunda perspectiva, que trasunta la plena maduración de Sandoval como investigador, es de índole metodológica: no solo invita a “una ciencia social de a pie” (p. 11) que reivindique la mirada regional, sino que se coloca en la trascendencia de la división de los estudios, a menudo inútil y empobrecedora, en aquellos de índole cuantitativa y cualitativa. El autor se declara tributario de tres científicos sociales muy influyentes: uno de Francia, Pierre Bourdieu, otro de América Latina, el alemán-chileno, Norbert Lechner, y el tercero, el norteamericano Charles Wrigth Mills. Se trata en definitiva en este libro de “explorar la vivencia de la política desde la exclusión social” (p. 10).

En el segundo de sus capítulos, “Las condiciones del auge neopentecostal”, se centra en conocer las condiciones fundamentales de vida material de los pobladores de las colonias investigadas, valga decir, el empleo, las oportunidades de estudio y la seguridad social, con un destaque especial respecto de lo que sucede con las féminas. También aborda cómo se percibe el entorno en las colonias y aquí dos rasgos sobresalen: “la violencia criminal y la ausencia de servicios caracterizan en buena medida la vida en las comunidades” (p. 32). Un acápite de mucho interés es el dedicado a la “pérdida de legitimidad de las instituciones”, lo que contribuye a comprender el ascenso observable de las iglesias neopentecostales y los partidos políticos de dicha filiación en los distintos países, Costa Rica incluida especialmente desde las elecciones del 2018.

El capítulo III, “Demandan empleo, estudios y seguridad”, se aboca a indagar lo que solicitan los pobladores y cómo perciben la consecución de dichas demandas en el ámbito personal, local y nacional a lo largo de cierto periodo. Los resultados obtenidos evidencian las distancias entre aquello por lo cual aspiran las personas jóvenes de Centroamérica, de un lado, y la debilidad de dichos temas en su presencia en las agendas políticas de los partidos y las competencias electorales. Una de las resultantes es un horizonte de futuro muy poco halagüeño.

El Capítulo IV, “Migrar es una obligación”, evidencia el desiderátum de esta realidad descrita en sus aristas más prominentes: “Los resultados no dejan dudas sobre la condición estructural y forzada de la migración en Centroamérica: un 61 % dejaría la colonia y un 57 % dejaría su país, ello a pesar de las dificultades que se acarrean cuando se intenta cruzar a México e ingresar a los Estados Unidos” (p. 78). En este capítulo también se indaga sobre el significado del poder para estos ciudadanos, la cuestión de la democracia y la dificultad que tienen para asumir una autonomía que propicie la movilización y la creación de nuevas organizaciones más acordes con sus necesidades.

El libro cierra con unas páginas dedicadas a “conclusiones generales”, cuidadosas y discretas en sus pretensiones, habida cuenta de los límites que el propio autor reconoce en este intento indagatorio primerizo sobre estos temas.

La producción de este científico social patentiza, a lo largo ya de más de dos décadas, una sólida consistencia en términos temáticos y también en cuanto al estilo de su práctica investigativa. Esta obra no es sino -por decirlo de una cierta manera- la que tenía que seguir. Ciertamente, porque ha entregado una primera exploración, empíricamente bien fundamentada, para aprehender el porqué, para los jóvenes centroamericanos, la perspectiva de la migración ha calado tanto hasta llegar a convertirse en una suerte de “desplazamiento forzado”.

Es además esta obra un buen ejemplo de referencia para la modalidad de trabajo científico que se busca estimular desde el Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central, cuya primera promoción ha dado sus primeros pasos en este 2021 bajo la dirección de este académico. Valga decir: temas de elevada pertinencia y significación para el conocimiento de la región; investigación empírica sólida, teóricamente sustentada; trabajo de campo en los países centroamericanos; perspectiva regional comparativa.

Tal como lo escribí en la contraportada de la obra, párrafo que ratifico aquí: “Con esta contribución, de lectura obligatoria en esta hora, Sandoval arroja luz sobre una dimensión de Centroamérica pobremente estudiada con rigor e indispensable de conocerse si es que se quiere pensar nuestro futuro y aportar en su transformación”.

Referencias

Sandoval García, C. (Ed.). (2020). Puentes, no muros. Contribuciones para una política progresista en migraciones. Fundación Rosa Luxemburg–CLACSO. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20200327054129/Puentes-no-muros.pdf

Sandoval García, C. (2020). Centroamérica desgarrada. Demandas y expectativas de jóvenes residentes en colonias empobrecidas. Fundación Rosa Luxemburg–CLACSO. https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana-cm/libro_detalle_resultado.php?id_libro=2433&campo=titulo&texto=centroamerica

Notas

1 https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario
2 https://www.sep.ucr.ac.cr/index.php?option=com_sppagebuilder&view=page&id=970
3 Descarga gratuita: http://www.editorial.ucr.ac.cr/ciencias-sociales/item/2196-otros-amenazantes-los-nicaragueenses-y-la-formacion-de-identidades-nacionales-en-costa-rica.html
4 Descarga gratuita: http://www.editorial.ucr.ac.cr/ciencias-sociales/item/1824-el-mito-roto-inmigracion-y-emigracion-en-costa-rica.html
5 Descarga gratuita: http://www.editorial.ucr.ac.cr/ciencias-sociales/item/2024-la-dignidad-vale-mucho-mujeres-nicaragueenses-forjan-derechos-en-costa-rica.html
6 Descarga gratuita: http://www.editorial.ucr.ac.cr/ciencias-sociales/item/2452-no-m%C3%A1s-muros-exclusi%C3%B3n-y-migraci%C3%B3n-forzada-en-centroam%C3%A9rica.html
7 Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=AkrZIumTRjI
8 http://www.editorial.ucr.ac.cr/ciencias-sociales/item/2162-migraciones-en-america-central-politicas-territorios-y-actores.html
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