Resumen
A partir del análisis comparativo de dos comunidades emberá en Panamá basado en el trabajo de campo etnográfico, se pretende reflexionar sobre la capacidad del turismo para propiciar una puesta en escena de la “tradicionalidad” que no es solo una adecuación pasiva a la demanda de autenticidad y exotismo, sino sobre todo un aprovechamiento de la oportunidad que brinda el turismo de preservar la cultura. Esta dimensión performativa de salvaguarda patrimonial, que responde a la voluntad de afirmación de un grupo preocupado por su supervivencia, contribuye al carácter sustentable de un desarrollo turístico limitado, no obstante, por la falta de control sobre el recurso principal: los turistas.