Resumen
En la actualidad del turismo internacional las diversas regiones del planeta se dividen en clústeres de mercado especializados para la atracción del consumo de la experiencia que implica, esto a través de la constitución de “marcas-país”. Es en este marco contextual que se realiza el presente análisis del discurso sobre la Responsabilidad Social Empresarial, los Certificados de Sostenibilidad Ambiental y la campaña oficial del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) en el año 2012, en los cuáles los estereotipos de la imagen del trópico, del turismo de naturaleza, sol y playa se articulan con el aprovechamiento retórico de la imagen de la población local de Costa Rica como la del “país más feliz del mundo”, hacia el maquillar las contradicciones sociales, laborales, culturales y ecológicas internas, siguiendo mitos sobre el excepcionalismo costarricense. Este proceso refleja una división global del sistema mundo (Wallerstein, 2005), en la cual los centros mundiales conforman “periferias del placer” (Ash y Turner, 1999), donde algunas se encuentran dentro del circuito geográfico tropical del planeta bajo imaginarios de exotismo (Beltrán, 2008) específicos, los cuales podríamos denominar como “tropicalismo”. A la par de esto, siguiendo la lógica del “colonialismo interno” (Amin, 2009), las élites del Estado-Nación de estas regiones tropicales conforman el “auto tropicalismo”, que es el construir la imagen local a semejanza de los deseos de ocio y fantasía que los centros globales conforman.