.
Leoncio Jiménez Morales
Historia
nacional, identificación nacional, numismática, monumentos,
iconografía.
National
history, national identification, numismatics, sights, iconography.
fecha de recepción: 1
de diciembre, 2013 - fecha de aceptación: 12 de junio 2014
El presente artículo estudia la visión y
percepciones trasmitidas sobre las esculturas monumentales existentes en Costa
Rica, que se representan en las estampillas postales, monedas y billetes
emitidos en el país. De esta manera se analizan los posibles mensajes
que el Estado costarricense difundía y promocionaba al vincular con la
escultura monumental, que constituye un instrumento de propaganda estatal por
sí misma, con otros medios de impacto masivo contralados por el
Gobierno.
abstract
This article
explores the vision and perceptions transmitted on existing monumental
sculptures in Costa Rica, which is represented on postage stamps, coins and
banknotes made in the same Republic. This will analyze the possible messages
that the Costa Rican government spread and promoted, by linking to monumental
sculpture of state propaganda instrument itself, with other means of massive
impact control for him.
En el proceso de construcción del Estado Nacional, el gobierno de
dicha Nación busca transmitir mensajes que le permitan influir en la
población base de su nación. De esta forma, existen maneras
privilegiadas que utilizan los gobiernos para comunicar a las masas sus ideales
y propuestas de vida. Uno de estos medios son los monumentos
escultóricos cívicos, los cuales son creados para exaltar a los
grandes ciudadanos, las gestas patrióticas y los valores cívicos
que el Estado considera indispensables para la consolidación de la
ciudadanía y formación de la identidad nacional. Debido a que los
monumentos están evidentemente limitados por su incapacidad de movilidad, el mensaje
puede ser potencializado por otros medios, que lleguen masivamente a la
población de otros emplazamientos de la República. Muchos de esos
medios a disposición del Estado no son creados propiamente con del propósito de ser canales de comunicación
ideológica, sino más bien con fines utilitarios, tal es el caso
de las estampillas y las monedas. Sin embargo, estas conjuntamente llegan a
toda la población del país y se proyectan a nivel internacional.
Las estampillas postales al
estar ligadas al correo, uno de los medios de comunicación más
utilizados, son en sí mismas un instrumento para la transmisión
de ideales nacionales y sus emblemas. Así mismo, las monedas y billetes
no son solo una herramienta para el intercambio comercial, sino que se han
manifestado como una forma de expresión de mensajes sobre los emisores y
dan gran información sobre la sociedad de la época, sobre todo de
los gobernantes y los símbolos de prosperidad y poder. Las
imágenes que muestran las estampillas, monedas y billetes no son
casuales; y en este caso, que nos interesa en particular, la presencia de
monumentos escultóricos refuerza los ideales de la identidad nacional y
de sus principales manifestaciones plásticas-culturales. En esta
investigación se estudian dichas representaciones en cada entorno
comunicativo.
Más allá de su uso utilitario, las estampillas o timbres
postales, poseen un valor simbólico y comunicativo muy influyente en las
poblaciones. Lo anterior es particularmente cierto antes de 1950 cuando el bajo
costo del correo frente al telégrafo y la dificultad de acceso al teléfono,
lo hacían el medio preferente para las comunicaciones a distancia,
haciendo de la estampilla objeto obligado y por lo tanto, visto y manejado por
un público amplio. Posterior a esa fecha, la popularización del
teléfono y de las formas digitales de comunicación han hecho que
el correo físico sea desplazado y utilizado muy puntualmente, sin
embargo, las estampillas comienzan a cotizarse como elementos coleccionables,
aumentando su poder simbólico como comunicadoras de ideales.
Tras su aparición en 1840,
en Inglaterra, la estampilla o sello postal se constituyó en un mecanismo para garantizar el
pago apropiado de los envíos mediante un sistema moderno de correo, cuyo
uso se difundió con gran rapidez por el planeta. Ya desde este momento, el
sello postal presentaba similitudes con la numismática, no solo en el
hecho de que ambos eran productos fiduciarios (el sello confirma un pago previo
y la moneda es medio de pago), sino en su utilización para trasmitir
ideas y en este caso particular, a partir de su diseño. El Penny Black,utilizó la
imagen que se mostraba en las monedas inglesas en un momento de
expansión comercial: la efigie de la Reina Victoria, de perfil
izquierdo. (Hidalgo, 2009, p. 15).
En Costa Rica, al ser
producidas y reguladas por el Estado desde 1863 (Dirección de Correo y
telégrafos, 2011), las estampillas muestran imágenes que el
Estado, no solo considera “representativas” de la nación
costarricense, sino que además, apoyan sus discursos e intereses
temporales a corto o mediano plazo. De esta forma, los personajes ilustres,
paisajes geográficos relevantes, expresiones culturales u “objetos
representativos” del país son utilizados en los timbres, en un
elemento que, a la vez, se muestra como producto cultural y expresión
del discurso oficial (Hidalgo, 2009, p. 113). La propaganda a las esculturas
monumentales no solo pone en evidencia, sino que también alardea del
poder económico, técnico y plástico para desarrollar la
obra como tal, sino al ideal que se le rinde pleitesía y unifica el
sentimiento cívico o estético del país.
De esta forma, las estampillas postales que muestran esculturas
monumentales cumplen una doble función ideológica para el Estado.
En primer lugar, difunden en amplias masas de la población nacional, y
en el público internacional que puede llegar a contactar, una
iconografía sobre el arte y sobre obras cúlmenes de la
estética nacional. En segundo lugar, propaga ideales y valores
(correlacionados al motivo de la obra escultórica) como valores del
Estado Nacional. Por tal razón, el análisis de estas estampillas
da razón de los intereses estatales en cuando a su agenda
política-cultural.
Desde la aparición de
la primera estampilla nacional hasta la fecha, se registran 21 de ellas con diferentes diseños que
muestran una escultura monumental ubicada en el territorio costarricense. Como
muestra la Figura 1, la representación más frecuente es la del
Monumento Nacional, con 11 estampillas, le sigue muy por detrás el
Monumento a Juan Santamaría, con 5, el Monumento al Agricultor, con 2;
así como el Monumento a la Madre, la Estatua de Juan Mora
Fernández y la Estatua de Juan Mora Porras, con un ejemplar cada uno.
Figura 1. Esculturas
públicas representadas en estampillas costarricenses. Fuente: Standard postage Stamp Catalogue Scoot, 2010. Elaboración propia.
Del total de los 21 diseños,
17 de ellos conmemoran la Campaña Nacional de 1856-1857, o a uno de sus
protagonistas, lo que refiere la importancia simbólica que se asigna a
este acontecimiento histórico como elemento identitario
del costarricense. Así mismo, del total de diseños, solo las
estampillas en que se representan el Monumento a la Madre y el Monumento a Juan
Santamaría, de 1981 y el Monumento Nacional, de 1989, utilizan la
fotografía para reproducir la imagen; en el resto se confeccionan con
fotograbados, lo que implica una distorsión artística de la
estructura de la obra, en función del interés expresivo del
artista, como se puede ver en la Tabla 1.
En cuanto a los años
de edición, en 1901, 1907, 1910, 1923 a 1926 y 1931 se imprimió
solo una estampilla por año, con diversos diseños entre
sí. El timbre producido en el año de 1923 se dedicó al
Monumento Nacional (visualizándose todo el conjunto monumental desde su
costado sur), el de 1931 al Monumento Juan Mora Porras (solo la escultura de
forma frontal); mientras que las otras cuatro representaban la escultura a Juan
Santamaría (mostrándose en las dos primeras desde la base y la
última solo la escultura, todas de tres cuartos del perfil sur). En 1955
y 1974 se emitieron 3 y 4 estampillas respectivamente, en cuyo diseño
figuraba el Monumento Nacional, las que se distinguen entre sí por la
combinación cromática. A partir de un diseño principal
existente en cada edición, todas representaban el Monumento completo
desde su costado sur. En 1979 se emitió una estampilla que mostraba el
Monumento a la Madre, desde un contrapicado de su figura central. La estampilla
producida en 1981 representaba solamente la escultura del Monumento a Juan
Santamaría y en ella se utilizó por primera vez una
fotografía para ilustrar la obra, la cual se presentaba desde el costado
sur. En 1984 se emitieron dos diseños de estampillas que mostraban
únicamente las esculturas (sin la base ni el pedestal) del Monumento a
Juan Mora Fernández y el Monumento Nacional, de frente la primera y de
tres cuarto de frente desde el costado sur, la segunda; con motivo de la X
Exposición Filatélica Nacional realizada del 10 al 16 de
setiembre de ese año.
Tabla 1
ESTAMPILLAS
COSTARRICENSE QUE REPRESENTAN ESCULTURAS PÚBLICAS
VALOR
FRACCIONAL |
COLORES |
AÑO |
OBRA |
RE
O SOBRE IMPRESIÓN |
¢ 0,01 |
Verde y negro |
1901 |
Estatua a Juan Santamaría |
1(1911) |
¢ 0,01 |
Rojas café e índigo |
1907 |
Estatua a Juan Santamaría |
2(1908, 1921) |
¢ 0,01 |
Café |
1910 |
Estatua a Juan Santamaría |
0 |
¢ 0,01 |
Violeta |
1923 -1926 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 0,13 |
Rosa carmesí |
1931 |
Estatua a Juan Rafael Mora |
1(1941) |
¢ 0,05 en ¢ 0,02 |
Esmeralda sobre marca en rojo |
1955 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 0,15 en ¢ 0,02 |
Esmeralda |
1955 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 0,15 en ¢ 0,02 |
Esmeralda |
1955 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 0,50 |
Café sobre impreso en negro |
1974 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 1 |
Violeta sobre impreso en negro |
1974 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 2 |
Naranja sobre impreso en negro |
1974 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 5 |
oliva sobre impreso en negro |
1974 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 20 |
Multicolor |
1979 |
Maternidad |
|
¢ 1 |
Multicolor |
1981 |
Estatua a Juan Santamaría |
0 |
¢ 10 |
Rojo y dorado |
1984 |
Juan Mora Fernández |
|
¢ 10 |
Azul y dorado |
1984 |
Monumento Nacional |
|
¢ 6 |
Negro y púrpura |
1985 |
Monumento al Agricultor |
0 |
¢ 1 |
Multicolor |
1985 |
Monumento al agricultor |
|
¢ 30 |
Multicolor |
1989 |
Monumento Nacional |
|
¢ 85 |
Café y ocre |
2006 |
Monumento Nacional |
0 |
¢ 85 |
Café y ocre |
2006 |
Estatua a Juan Santamaría |
0 |
Nota: Fuente: Standard postage Stamp Catalogue Scoot, 2010.
En 1985 se emiten 2 estampillas dedicadas al Monumento al Agricultor, cada
una con diseños totalmente diferentes, ya que la primera enfocaba solamente
la escultura y la segunda todo el monumento, las dos vistas desde el frente de
las obras. En 1989 se confeccionó una estampilla en homenaje a la
Revolución Francesa en la cual se muestran, junto con el mapa coloreado
y la bandera de Francia, la escultura principal del Monumento Nacional, vista
desde un contrapicado desde el noroeste de la estatua.
En el 2006,
se editaron 2 estampillas con diseños muy distintos entre sí, que
ilustran monumentos escultóricos completos distintos. Las dos de las
estampillas son parte de una hoja filatélica conmemorativa al 150
aniversario de la Campaña Nacional. Representan el Monumento Nacional
(desde el suroeste) y el Monumento a
Juan Santamaría (desde el noroeste), junto a las imágenes de Juan
Rafael Mora Porras y el Mesón de Guerra, respectivamente. Toda la
producción filatélica por años se resume en la Figura 2.
Además de las
estampillas ya mencionadas, existen los casos de las sobre-impresiones.
Se trata de estampillas que eran reutilizadas al remarcarles algunos elementos
que las validaran para la circulación. En algunos casos las sobreimpresiones
buscaban validar una función específica del timbre (fiscal,
internacional o aéreo), años de validez o revaloración el
precio original mostrado en el impreso. Existen 4 diseños que muestran
esculturas monumentales que fueron sobreimpresos: una con tres sobreimpresiones
y el resto solo un remarcaje, cada una. En los casos
estudiados, dos de las sobreimpresiones revaloraban la estampilla y otras cinco
le especificaban el uso o años. De todas las estampillas sobreimpresas,
el monumento a Juan Santamaría se representaba en tres ocasiones,
mientras que en la restante se consignaba la estatua a Juan Rafael Mora Porras
(Figura 3). Todas estas reimpresiones se realizaron entre 1907 y 1941.
Existen dos casos especiales
en cuanto a la utilización de las sobreimpresiones. En los años de 1955 y 1974 se
emitieron estampillas con la imagen del Monumento Nacional sobreimpresa, que a
diferencia de las otras ya estudiadas, nunca salieron al mercado sin la
sobreimpresión. Por tal razón, en este estudio se analizaron como
un diseño completo y no como un sobreimpreso (Ver Tabla 1).
Al relacionar los valores de
las estampillas con las tarifas establecidas en los momentos de
circulación, las que tenían como motivo alguno de los monumentos
mencionados consignaban los valores más bajos, por lo tanto, eran de uso
más frecuente en el gravamen del correo; lo que significa que circulaban
en gran cantidad, lo que implica que podían ser potencialmente vistas
por una gran parte de la población.
Las estampillas con precios de 85 colones fueron puestas en circulación
en el 2006, pero el resto marca precios menores a 30 colones. El precio
específico de estas estampillas en el momento de su puesta en
circulación se muestra en la Figura 4.
Al considerar todo lo
anterior, se puede decir que el Estado costarricense exaltó los valores
patrióticos (honor y sacrificio) al enfatizar la reproducción de
obras escultóricas relacionadas con la Campaña Nacional, promovió
además los
Figura 2. Año
de emisión de estampillas costarricense que representaban esculturas
públicas. Fuente: Standard postage Stamp Catalogue Scoot 2010.
Elaboración propia.
Figura 3. Estampillas
con diseños de esculturas públicas costarricenses que fueron
sobreimpresas. Fuente: Standard postage Stamp Catalogue Scoot 2010.
Elaboración propia.
valores del trabajo, el esfuerzo y
la paz, al reproducir el Monumento al Trabajador. Lo anterior, confirma
diversas investigaciones que demuestran el papel cumplido por algunas
esculturas nacionales en la exaltación de ciertos hechos
históricos, en concreto de la Campaña Nacional, como los trabajos
elaborados por oscar Aguilar bulgarelli
(1991), Patricia Fumero Vargas (1998), Annie Lemistre Pujol (1988),
Iván Molina Jiménez y Steven Palmer (1992) y David Díaz
Arias (2010). Por tanto, se puede afirmar que la filatelia costarricense
enalteció y promovió el bronce de la patria, como imagen de la
identidad nacional costarricense.
Figura 4. Valores faccionales y cantidad estampillas costarricenses que
representan esculturas públicas. Fuente: Standard postage
Stamp Catalogue Scoot 2010.
Elaboración propia.
Más que un mero medio de intercambio económico,
cronológicamente, las monedas primero y los billetes después son un
medio de trasmisión de ideas de los estados o entes emisores de los
mismos. Esto debido, en gran parte, a que desde la antigüedad los
gobernantes deseaban evidenciar su control hasta el último rincón
de sus dominios, y de esta manera llegaban a los lugares donde una moneda o un
billete sirven como medio de intercambio de mercancías (Hidalgo, 2009,
p. 7). De esta manera, se han desarrollado estudios que permiten conocer, por
ejemplo, la prosperidad económica, el impulso artístico, el
desarrollo de ideas teológicas y el perfeccionamiento metalúrgico
del imperio bizantino, con solo estudiar de forma “superficial” las
monedas de dicha cultura (Foos y Maggadino,
1996, pp. 91-96). En el caso de que una moneda o billete muestre un monumento
escultórico, en esta imagen se hace evidente un sesgo, una
modificación y una reinterpretación del mensaje original de la
obra, ya que esta puede ser distorsionada al eliminar o agregar elementos
adicionales.
Un aspecto interesante al estudiar la numismática de Costa Rica, como
medio de remisión de conceptos o mensajes, es el hecho de que por
algunos años (1885-1897),la emisión de monedas y billetes
corrió por cuenta de bancos privados (Carranza, 2012, p. 159), (Murillo,
2005 p. 87). De esta forma, el mensaje transmitido en diversos medios de
intercambio no representaba, necesariamente, una visión estatal, sino la
posición de las clases dominantes o una mercadotecnia sobre lo que
deseaban comunicar en ellos.
En la numismática
nacional no se ha producido ninguna moneda con la imagen de alguna escultura
patria impresa. Esto sucede en parte por la dificultad en la producción
de metálico (llegando hasta al resello), por lo que las complejidades de
los diseños fueron mínimas. Con la asignación del banco
Central para la producción
de la moneda se da un aumento de la calidad de la producción y
número de emisiones, pero eso no significó la emisión de
monedas de circulación con iconografías de monumentos
escultóricos.
Por el contrario, se
elaboraron cuatro monedas conmemorativas que aludían a monumentos
cívicos: tres se dedicaron al Monumento a Juan Santamaría y la
cuarta, al Monumento a la Madre. En cuanto a la imagen representada, las
monedas de 1970 mostraban la figura de Juan Santamaría sin incluir el
pedestal y con un cañón de época al frente de la estatua.
En el caso de la escultura a la maternidad de Francisco Zúñiga,
se representa sin pedestal. Las monedas diseñadas en 1981, utilizan la
misma imagen de Juan Santamaría: se consigna la escultura sola, sin base
o pedestal.
Por su valor nominal se dio
una clara segregación entre los monumento representados. Mientras el
Monumento a la Madre se cotizaba en 25 colones, los billetes con
iconografía de Juan Santamaría tenían valores entre los
200 y 300 colones, hasta la exorbitante suma de 5000 colones. De hecho este
valor solo será igualado o superado por 6 monedas conmemorativas,
y es importante considerar que en su momento de acuñación estos
precios eran realmente poco vistos y usados en la cotidianidad, superando por
mucho las denominaciones que circulaban en esa época (la moneda de mayor
denominación en circulación era de 2 colones y el billete de 1000
colones). Igualmente, el material utilizado para representar a Juan
Santamaría fue dos veces oro, y en una ocasión, plata; mientras
que en el caso del monumento a la maternidad se usó solamente la plata
(Tabla 2).
Debido a
que la numismática también estudia medallas conmemorativas, es
digno mencionar la medalla confeccionada con motivo de la inauguración
del Monumento Nacional en 1895, que se
entregó a los excombatientes de la guerra de 18561857. En el anverso
dice: “Monumento Nacional/ 15 de setiembre / 1895”, mientras que al
reverso se lee: “A / los soldados / de la campaña / de 1856 y
1857/ la patria Reconocida”. Esta medalla tiene un valor excepcional, ya
que no solo reproduce la escultura de forma frontal para su fecha de
inauguración, sino que es, en sí misma, una aceptación
conceptual al mensaje del monumento (Murillo, 2005, p. 132).
Por otro lado, desde 1858 se emitieron billetes para Costa Rica, aunque
desde la década de 1870 se han impreso prácticamente en el
extranjero, debido a la
Tabla 2.
Monedas conmemorativas que representan monumentos escultóricos
públicos
Leyenda frente |
Monumento de imagen |
Año |
Denominación |
Metal |
Peso |
Diámetro |
Acuñación |
Juan Santamaría héroe nacional 1856/ 200 colones |
Juan Santamaría |
1970 |
200 |
900oro100 cobre |
29,8g |
40mm |
3507piezas proof |
25 de legislación social/25 colones |
Monumento a la Madre |
1970 |
25 |
999plata |
53,9g |
60mm |
6800 piezas proof |
125 aniversario/ 1856-1981/juan Santamaría |
Juan Santamaría |
1981 |
300 |
925 plata , 0,75 cobre |
11g |
27mm |
10 000 piezas prof con pulido en mate |
125 aniversario/ 1856-1981/juan Santamaría |
Juan Santamaría |
1981 |
500 |
9oo oro y 100 cobre |
15g |
27mm |
2000 piezas prof con pulido en mate |
Fuente:
Murillo Rivera, 2005.
búsqueda de técnicas de seguridad contra falsificaciones.
Esto implica altos costos de elaboración, y por tanto cuidadoso proceso
en todo lo relacionado con el diseño de los billetes, los cuales no
eran, en absoluto, aleatorios. El esbozo de las imágenes era sumamente
meticuloso y se les encargaba a artistas y creadores profesionales. Debido a
que por varios años, como ya se mencionó, no existió un
único emisor de papel moneda, y cuando el Estado tuvo un ente emisor,
este no fue el mismo, se generó una amplitud en la variedad de la
iconografía y los temas que ilustraban los billetes nacionales. De todos
los billetes que han circulado en el país, solamente 9 han mostrado, ya
sea en su anverso o reverso, un monumento escultórico de este
país. Como se muestra en la Figura 5, tres se dedicaron al Monumento
Nacional, cuatro al Monumento a Juan Santamaría y solamente uno al
Monumento a Juan Mora Porras.
Entre 1908 y 1912 el banco de Costa Rica emitió un billete cuyo anverso mostraba el monumento a Juan Santamaría, en dicho billete la escultura se muestra desde una vista de tres cuartos de frente, sin que se visualice la base del monumento. Pocos años después, se representa el Monumento Nacional gracias al banco Anglo Costarricense, entre 1909 y 1917, mediante un grabado de todo el conjunto monumental desde su costado norte, junto en su base, que sirven para mostrar la escala de la obra. Entre 1931 y 1936 el banco Internacional de Costa Rica emite un billete en el cual se representa el pedestal y la escultura del monumento a Juan Mora Porras, visto desde su costado sur. El mismo banco emite, entre 1933 y 1934 un billete que representa al Monumento Nacional, desde su costado sureste. Al crearse el banco Nacional de Costa Rica con la base del banco Internacional, se retoma el diseño de 1933-1934, con el nombre del nuevo banco, entre 1941 y 1942. Con la instauración del banco Central de Costa Rica como único ente emisor del país, este elaborará tres billetes con un diseño muy similar, entre 1952 y 1969, en los cuales se representaba todo el Monumento a Juan Santamaría, desde el suroeste del mismo. Véase la Tabla 3.
Figura 5. Esculturas
públicas representadas en los billetes costarricenses. Fuente: Murillo,
2005. Elaboración propia.
En cuanto a las
imágenes que acompañaban a las de los monumentos
escultóricos patrios pueden denotarse algunos patrones. Los billetes
emitidos por el banco Central entre 1952 y 1969, se relacionaron con el
Monumento a Juan Santamaría
Tabla 3
Billetes de circulación nacional
que representan monumentos escultóricos públicos
Anverso |
Reverso |
Emisor |
Año |
Valor |
Dimensiones |
Emisión |
Monumento a Juan
Santamaría |
Edificio del Banco de Costa
Rica |
Banco de Costa Rica |
1908-1912 |
₡20 |
18,7 x 8,0cm |
59999 |
Retrato de Percy G Harrison |
Monumento Nacional |
Banco Anglo Costarricense |
1909-1917 |
₡20 |
18,9 x 8,7 |
13000 |
Monumento a Juan Mora Porras |
Fotografía Cogedoras
de café |
Banco Internacional de Costa
Rica |
1931-1936 |
₡5 |
18,5x8,5 |
600000 |
Cogedora de Café |
Monumento Nacional |
Banco Internacional de Costa
Rica |
1933-1934 |
₡50 |
18,5x8,4cm |
80500 |
Cogedora de Café |
Monumento Nacional |
Banco Nacional de Costa Rica |
1941-1942 |
₡50 |
18,5x8,4 |
69500 |
Retrato de Juan Rafael Mora
Porras |
Monumento a Juan
Santamaría |
Banco Central de Costa Rica |
1952-1960 |
₡100 |
15,6x6,7 |
1000000 |
Retrato de Juan Rafael Mora
Porras |
Monumento a Juan
Santamaría |
Banco Central de Costa Rica |
1961-1966 |
₡100 |
15,6x6,7 |
1500000 |
Retrato de Juan Rafael Mora
Porras |
Monumento a Juan
Santamaría |
Banco Central de Costa Rica |
1966-1969 |
₡100 |
15,6x6,7 |
1500000 |
Fuente Carranza Astúa 2012
y con el retrato
del presidente Juan Rafael Mora Porras. Por otra parte, los billetes emitidos
entre 1931 y 1942, por el banco Internacional y el banco Nacional concernieron
al Monumento Nacional y al Monumento de Juan Mora Porras con la imagen de las
“Cogedoras de Café”. Dado lo anterior, estos billetes
mostraban imágenes “típicas” o
“tradicionales” del país. Los otros dos diseños
elaborados en la primera década del siglo XX presentan el Monumento
mezclado con representaciones pictóricas del banco emisor, como
institución. Ver Figura 6.
En el caso de los billetes impresos con diseños que incluían
monumentos escultóricos, la denominación que representaban
tenía valores medios altos, generalmente el penúltimo de los
valores representados en los billetes en circulación. Por esta
razón dichos diseños no solamente fueron de alta
circulación, sino que, socialmente, se vincularon con una elevada
cotización y un valor superior. Los valores nominales de ¢ 100 se
muestran en tres emisiones, mientras que los de ¢ 50 y ¢ 20 se
presenta en 2 cada uno y solo un billete se valoró en ¢ 5, como se
muestra en la Figura 7.
Figura 6.
Imágenes acompañantes a los monumentos escultóricos
costarricenses. Fuente: Carranza Astúa, 2012.
Elaboración propia.
Por otro lado, del total de
las emisiones realizadas con diseños donde se muestran monumentos
escultóricos costarricenses, según el volumen de emisión,
los diseños donde se expone el Monumento a Juan Santamaría son
los más representados, con una producción de billetes de un poco
más de cuatro millones. El Monumento Nacional aparece en un poco
más de un millón seiscientos mil billetes y el Monumento a Juan
Rafael Mora solo en unos seiscientos mil. Estas cifras deben considerarse en el
marco de la cantidad de emisiones diferentes que se elaboraron con cada boceto.
De esta forma, del Monumento a Juan Santamaría se editaron cuatro
diseños y del Monumento Nacional, tres; mientras que con la imagen del
Monumento a Juan Mora solo uno; esto explica los datos que se evidencian en la
Figura 8.
Debido a las circunstancias
históricas, las entidades que emitieron billetes bajo su nombre en Costa
Rica fueron muchas: El banco Nacional de Costa Rica (1858-1859), el banco Anglo
Costarricense (1864-1912), el banco Nacional (1867-1877), el banco de Emisión
(1876-1881), el banco Herediano (1879-1881), el banco Nacional (1877-1889), el
banco de Costa Rica (1891-1914), el banco Comercial (1907-1915), el banco
Mercantil de Costa Rica (1910- 1925), el banco Internacional de Costa Rica
(1914-1936), la República de Costa Rica (1865-1921), las Municipalidades
nacionales (1917-1918), el banco Nacional (1937-1949) y el banco Central (desde
1950). De todas estas entidades solamente el banco de Costa Rica, el banco
Anglo Costarricense, el banco Internacional de Costa Rica, el banco Nacional de
Costa Rica y el banco Central han emitido billetes donde monumentos
escultóricos nacionales sean parte del diseño del papel moneda,
como se nota en la Figura 9.
Figura 7. Valor
nominal de los billetes que representan a monumentos escultóricos
costarricenses. Fuente: Carranza Astúa, 2012.
Elaboración propia.
Figura 8.
Emisión de total de billetes según el monumento
escultórico representado. Fuente: Carranza Astúa,
2012. Elaboración propia.
Figura 9. Entes
emisores de billetes con imágenes de esculturas monumentales. Fuente:
Carranza Astúa, 2012. Elaboración propia.
La interpretación
sobre el mensaje de los diseños trasmitidos en las monedas y billetes se
asemeja al de la filatería, donde queda clara la intención del
Estado de rescatar la Campaña Nacional como una constante. Sin embargo,
en este caso particular, es evidente un cambio marcado con respecto a la
utilización de la imagen de Juan Mora, en comparación con la
Campaña Nacional y posteriormente, con la iconografía
correspondiente al Monumento a Juan Santamaría. Esto se debe, sobretodo, a la fuerza que tomó, cada vez
más, la celebración de la festividad del 11 de abril o del
“Día de Juan Santamaría” en el calendario patrio,
así como su referencialidad en el discurso nacionalista costarricense.
Es evidente que tanto las monedas, los billetes y los sellos postales son
más que simples objetos fiduciarios, son textos de difusión
ideológica, que tienen esta función claramente definida. Si bien,
por sí mismas son obras artísticas en pequeño formato, su
intencionalidad comunicativa expresa una esmerada realización en las artes
gráficas, la cual declara la necesidad de que el mensaje predeterminado
sea perfectamente legible. (Hidalgo, 2009, p. 51)
Tanto en la numismática como en la filatería nacional se
siguieron patrones similares para su producción general. En primer lugar,
la escultura de Juan Santa-maría es el monumento más reproducido,
seguido por la figura de Juan Mora Porras, sobre todo en la primera mitad del
siglo XX. Se reprodujo en menor medida el Monumento al Agricultor,
representante claro de la escultórica cívica de la segunda mitad
del siglo XX.
Pareciera que en cuanto
más se fortalecían las festividades cívicas del 11 de
abril y se conformaba la figura de Juan Santamaría como héroe
nacional, cada vez fue más común su reproducción. Esta imagen
se reprodujo con gran dedicación y esmero técnico, y
además con mayor variedad en los diseños. Por otro lado, a
inicios del siglo XX, cuando la conmemoración de la Campaña
Nacional se enfocaba
en la figura de Juan Mora Porras, la figura es este prócer es
representada con más frecuencia, siendo posteriormente
prácticamente nula. En la mayoría de las imágenes sobre la
Campaña Nacional se reprodujo el monumento con el pedestal o
parte de él, lo que trasmite una sensación de monumentalidad e
importancia del evento, monumentalidad de la obra escultórica que es
análoga a la monumentalidad historia del acontecimiento.
Por
su parte, cuando la fama de Francisco Zúñiga se elevó en
el país al recibir el Premio Nacional de Cultura Magón en 1973 y
el de Escultura en 1979 (Ferrero, 1990, p. 21) y las condecoraciones en el
extranjero lo visibilizaron como artista nacional, se cambió la
perspectiva sobre el arte monumental nacional y los creadores locales 1.
De esta forma, se le adjudicará a Zúñiga, no solo la
construcción del Monumento al Trabajo y la exhibición con grandes
honores del Monumento a la Madre 2, sino que también se le
encargó la reproducción de sus obran en estampillas
o monedas nacionales. En
estos diseños normalmente se reprodujeron las obras sin pedestal, y se
enfocó en la transmisión de la escultura principal, con lo cual
se produjo una reducción el mensaje visual a su mínima
expresión, lo cual estaba orientado a un deseo de magnificar el
sentimiento expresado en cada una de ellas: el amor maternal y la laboriosidad
agrícola.
De esta manera, es claro que básicamente se promovieron dos ideales
en la filatería y la numismática. Por un lado se tomó la
Campaña Nacional como el hito creador de la patria costarricense,
reproduciendo su significado en la patria grande, el gobernante necesario y el
esfuerzo del pueblo llano. Por otro lado, en la producción de las obras de Francisco
Zúñiga, donde se alaba la actividad económica, los valores
sociales y el desarrollo social promovidos por el Estado Gestor, en manos del
creador plástico más famoso hasta ese momento en la
escultórica costarricense. En otras palabras, la representación
de monumentos patrios en la numismática y filatería nacional
remarca el hito creador de la identidad nacional costarricense y el fruto de
sus políticas sociales en las manos de su artista más afamado.
Aguilar, o. (1991).
El pedestal de Santamaría. Serie Cuadernos de Cultura Museo
Histórico Juan Santamaría, (11). 40.
Carranza,
J. (2012). Historia de los billetes de Costa Rica, 1858-2012. Costa Rica: J.
Carranza A.
Díaz, D.
(2004). Fiesta e imaginería cívica: La memoria de la estatuaria
de las celebraciones patrias costarricenses, 1876-1921. Revista de Historia
Escuela de Historia Universidad Nacional/ Centro de Investigaciones
Históricas, (49-50), 111-154.
Díaz, D.
(2002). Invención de una tradición: La fiesta de la independencia
durante la construcción del estado costarricense, 1821-1874. Revista de
Historia Escuela de Historia Universidad Nacional/Centro de Investigaciones Históricas
(45), 105-162.
Díaz, D.
(2003). Reforma sin alianza, discursos transformados, interés electoral,
triunfos dudosos. La nueva interpretación histórica de la
década de 1940 (Serie de Historia de las Instituciones de Costa Rica
N°7). Costa Rica: EUCR.
Dirección de
Correo y Telégrafos. (2011). La Filatelia en Guatemala 1871-2011.
Guatemala: Dirección
General de Correos y Telégrafos.
Ferrero, L. (1985a)
Zúñiga Costa Rica Colección Daniel Yankelewitz.
Costa Rica: Editorial Costa Rica. Ferrero, L. (1985b). Zúñiga: Costa
Rica. Costa Rica: Museo de Arte Costarricense. Ferrero, L. (1986). Sociedad y
arte en la Costa Rica del siglo XIX. Costa Rica: EUNED. Ferrero, L. (1991).
Escultores costarricenses (1973-1990). Costa Rica: Editorial de Costa Rica.
Ferrero, L. (1991). La Escultura en Costa Rica (4º reimp).
Costa Rica: Editorial Costa Rica. Ferrero, L. (1998) Juan Ramón bonilla. Un escultor costarricense de principios del siglo
XX. Costa Rica: Editorial Mesén. Ferrero, L. (2001). Guía
interpretada del Salón Dorado. Costa Rica: Museo de Arte Costarricense. Foss, C. y Magdalino, P. Roma y bizancio II. España: Folio, SA. Fumero,
P. (1998). El Monumento Nacional, Fiesta y develación, septiembre de
1895. Costa Rica: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría.
Hidalgo, E. (2009). Antecedentes del Diseño Filatélico en Costa
Rica. (Tesis de grado) Universidad de Costa Rica. Costa Rica. Lemistre, A. (1988). bronces
conmemorativos y una gesta heroica: la Estatua de Juan Santamaría y el
Monumento Nacional. Costa Rica: Museo Histórico Cultural Juan
Santamaría. Molina, I. y Palmer, S. (Eds.). (1992). Héroes al
gusto y libros de moda: sociedad y cambio cultural en Costa Rica, 1750-1900.
Costa Rica: Porvenir-Plumsock Mesoamericana Studies. Murillo, J. (2005). Historia de las monedas de
Costa Rica. Costa Rica. EUNED.
1 Después de
1975, el Estado costarricense asignara exclusivamente a nacionales para la
realización de monumentos escultóricos.
2 Aunque creada en 1935, no fue exhibida en el lugar
asignado en el Hospital Carit, hasta 1955 y tratado
como una “obra de Zúñiga” hasta la década 1970
(Ferrero, 1985. .p. 87).
Leoncio
Jiménez Morales: Costarricense.
Máster en Historia Aplicada de la Universidad Nacional de Costa Rica.
Enfocado en el estudio de la escultórica costarricense. Docente del MEP
y de la UACA. leonciojm@gmail.com
Dr. Juan José Marín Hernández,
Catedrático. Director del Centro de Investigaciones Históricas de
América Central. Universidad de Costa Rica. Costa Rica. juan. marin@ucr.ac.cr
Dr. Ronny Viales Hurtado.
Catedrático. Historia Económica y Social. Universidad de Costa
Rica. Director de la Escuela de Historia. Costa Rica. ronny. viales@ucr.ac.cr
Dr. David Díaz Arias: Catedrático. Historia
Política, Director del posgrado de Historia y Docente de la Escuela de
Historia, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. david.diaz@ucr.ac.cr
MSc. Francisco Enríquez. Historia Social. Universidad
de Costa Rica. Costa Rica. francisco.enriquez@ucr.
ac.cr
Dra. Ana María Botey.
Historia de los movimientos sociales. Universidad de Costa Rica. Costa Rica.
abotey@gmail.com
Dr. José Cal Montoya. Universidad de San Carlos de
Guatemala. Guatemala. jecalm@correo.url.edu.gt
Dr. Juan Manuel Palacio. Universidad Nacional de San
Martín. Argentina. jpalacio@unsam.edu.ar
Dr. Eduardo Rey. Universidad de Santiago de Compostela.
España. ereyt@usc.es
Dr. Heriberto Cairo Carou.
Departamento de Ciencia Política y de la Administración III -
Universidad Complutense de Madrid. España. hcairoca@cps.ucm.es
Dra. Rosa de la Fuente. Departamento de Ciencia
Política y de la Administración III Universidad Complutense de
Madrid. España. rdelafuente@cps. ucm.es
Dr. Javier Franzé.
Departamento de Ciencia Política y de la Administración III
Universidad Complutense de Madrid. España. javier.franze@cps.ucm.es
Dr. Jaime Preciado Coronado Departamento de Estudios
Ibéricos y Latinoamericanos. Universidad de Guadalajara. México.
japreco@hotmail.com
Dr. Gerónimo de Sierra. Vicerrector de la Universidade Federal da Integração
Latino-Americana (UNILA) y Departamento de Sociología, Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Uruguay.
geronimo@fcs.edu.uy
Dr. Antonio Palazuelos.
Departamento de Ciencia Política y de la Administración III -
Universidad Complutense de Madrid. España. palazuelosa@cps.
ucm.es
Dr. Werner Mackenbach.
Universidad Potsdam. Alemania. werner.mackenbach@uni-potsdam.de
Dr. Guillermo Castro. Ciudad del Saber Panamá.
Panamá. gcastro@cdspanama.org
Dra. Natalia Milanesio.
University of Houston. Estados Unidos.
nmilane2@Central.UH.EDU
Dr. Ricardo González Leandri.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas - España.
España. rgleandri@gmail.com
Dra. Mayra Espina. Centro de Estudios Psicológicos
y Sociológicos, La Habana. Cuba. mjdcips@ceniai.inf.cu
Dra. Montserrat Llonch.
Departamento de Economía e Historia Económica Universidad
Autónoma de Barcelona. España. montserrat.llonch@uab.es
Dra. Estela Grassi. Universidad
de Buenos Aires. Argentina. estelagrassi@gmail.com
Dra. Yolanda Blasco. Universidad de Barcelona.
España. yolandablasco@ub.edu
Dr. Alfredo Falero. Departamento de Sociología. Universidad de
la República. Uruguay. alfredof@adinet. com.uy
Fotografía:
“Jardín del Edén: una modesta hondureña se esconde
detrás de una hoja gigante de banano con forma de remo”. Tomada
del artículo: Una óptica igualitaria: Autorretratos,
construcción del ser y encuentro homo-social en una plantación
bananera en Honduras de Kevin Coleman. Volumen 15.2. Año 2014- 2015.
Fuente: Colección Propiedad de Getty Images.
Editora
Técnica: M.Sc. Marcela Quirós Garita.
marcela.quiros@ucr.ac.cr
Diagramación: Cindy Chaves Uribe Soporte técnico: Pablo Hurtado
Granados Revisión filológica: Lic. Ana Lenny
Garro
“Diálogos
Revista Electrónica de Historia” se publica desde octubre de 1999.
Diálogos está en los
siguientes repositorios:
Dialnet
http://dialnet.unirioja.es/servlet/ revista?tipo_busqueda=CODIGO&clave_revista=3325
Latindex
http://www.latindex.unam.mx/larga.php?opcion=1&folio=12995;
UCRindex
http://www.revistas.ucr.ac.cr/
Scielo
http://www.scielo.cl/
eRevistas
http://www.erevistas.csic.es/
REDALYC
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/FrmBusRevs2.jsp?iEdoRev=2&cvepai=11;
LANIC
http://lanic.utexas.edu/la/ca/cr/indexesp.html;
Repositorio de Revistas Universidad de
Costa Rica
http://www.latindex.ucr.ac.cr/
Directorio y recolector de recursos digitales del
Ministerio de Cultura de España
http://roai.mcu.es/es/inicio/inicio.cmd
DOAJ Directory of open access &
Hybrid journals
http://www.doaj.org/doaj?func=byTitle&hybrid=1&query=D
Biblioteca de
Georgetown
http://library.georgetown.edu/newjour/d/msg02735.html
Asociación para el Fomento de los Estudios
Históricos en Centroamérica
http://afehc.apinc.org/index.php?action=fi_aff&id=1774
Universidad
de Saskatchewan, Canadá
https://library.usask.ca/ejournals/view/1000000000397982
Monografias
http://www.monografias.com/Links/Historia/more12.shtml
Hispanianova
http://hispanianova.rediris.es/general/enlaces/hn0708.htm
Universidad del
Norte, Colombia
http://www.uninorte.edu.co/publicaciones/memorias/enlaces.html
Universidad Autónoma de Barcelona
http://seneca.uab.es/historia/hn0708.htm
Repositorio Invenia
- Gestión del Conocimiento
http://www.invenia.es/oai:dialnet.unirioja.es:ART0000086144
Enlace
Académico
http://www.enlaceacademico.org/biblioteca/ revistas-en-formato-digital-centroamerica/
Electronic
Resources
http://sunzi1.lib.hku.hk/ER/detail/hkul/3987318
Revistas académicas en texto
completo
http://web.prw.net/~vtorres/
Diálogos se anuncia en las
siguientes instituciones y sitios académicos:
Maestroteca
http://www.maestroteca.com/detail/553/dialogos-revista-electronica-de-historia.html
Biblioteca de
Georgetown
http://library.georgetown.edu/newjour/d/msg02735.html
Asociación para el Fomento de los Estudios
Históricos en Centroamérica
http://afehc.apinc.org/index.php?action=fi_aff&id=1774
Universidad
de Saskatchewan, Canadá
https://library.usask.ca/ejournals/view/1000000000397982
Monografias
http://www.monografias.com/Links/Historia/more12.shtml
Hispanianova
http://hispanianova.rediris.es/general/enlaces/hn0708.htm
Universidad del
Norte, Colombia
http://www.uninorte.edu.co/publicaciones/memorias/enlaces.html
Universidad Autónoma de Barcelona
http://seneca.uab.es/historia/hn0708.htm
Repositorio Invenia
- Gestión del Conocimiento
http://www.invenia.es/oai:dialnet.unirioja.es:ART0000086144
Enlace
Académico
http://www.enlaceacademico.org/biblioteca/
revistas-en-formato-digital-centroamerica/
Electronic
Resources
http://sunzi1.lib.hku.hk/ER/detail/hkul/3987318
Revistas académicas en texto
completo
http://web.prw.net/~vtorres/
Diálogos Revista de Historia está
catalogada por Sherpa Romeo como una revista verde.
La revista electrónica Diálogos
es financiada por Vicerrectoría de Investigación de la
Universidad de Costa Rica