Susan Chen Mok
Turismo, pacífico, oferta, demanda, actividades turísticas, recreación, Costa Rica.
Tourism,
Pacific, supply, demand, tourism activities, recreation, Costa Rica.
fecha de recepción: 21 de marzo de 2014 - fecha de aceptación: 25 de junio de 2014
En los últimos años, el turismo ha sido para el país una importante fuente de divisas, así como generador de ingresos para las comunidades rurales que poseen atractivos turísticos. Este trabajo presenta una descripción y análisis de la oferta y demanda turística existente en la región pacífica costarricense, que permite visualizar las fortalezas y las debilidades de la situación del sector turismo y proponer líneas de acción, así como dar algunas recomendaciones para contribuir a resolver las problemáticas encontradas o para profundizar en investigaciones más específicas. Se basa en datos obtenidos del Instituto Costarricense de Turismo, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación y de otras fuentes secundarias.
In recent years, Tourism has been an
important source of income for the country as a whole as well as the specific
rural communities that possess tourist attractions. We present a description
and analysis of the existing tourism supply and demand in the Costa Rican
Pacific region. This work permits to identify the strengths and weaknesses in
the tourism trade, and proposes a line of action and provides recommendations
to contribute to resolve the identified problems or recommendations for
specific areas for further research. This work uses data collected by the Costa
Rican Tourism Institute, the National System of Area Conservation, and other
secondary sources of data.
En la pasada
década, hubo un rápido crecimiento de hoteles de playa y casas de
vacación en el pacifico costarricense, principalmente ligados al mercado
estadounidense. Este turismo de enclave, como lo llama Cordero & Van Duynen (2002), y residencial, respectivamente, junto con el
turismo de cruceros están transformando el paisaje físico y desplazando
o compitiendo por recursos con las comunidades pesqueras, agrícolas y
ganaderas en la zona costera (Honey, Vargas, &
Durham, 2010, pág. 2).
Por otro lado,
también encontramos una turística que explota la belleza natural
del país: turismo ecológico, turismo de aventura y turismo rural
comunitario; a los que de manera general se les llama “ecoturismo”,
el cual tiene menos impacto sobre el ambiente y el paisaje físico que el
turismo de enclave y que empieza a desarrollarse centrado en una importante red
de áreas silvestres protegidas, sitios públicos y privados y una
infraestructura relativamente buena.
A partir de los
años 90, el desarrollo del turismo empieza a generar divisas superiores
a la exportación de banano y café hasta convertirse, en la
década pasada, en la primera fuente de divisas del país.
De acuerdo al Plan
Nacional de Turismo Sostenible de Costa Rica 2010-2016 (Instituto Costarricense
de Turismo, 2010) el desempeño turístico de Costa Rica ha sido
competitivo, pues se ha mantenido un flujo importante de turistas a pesar de la
crisis que se vivió en los años 2008 y 2009 y que afectó
el principal mercado emisor de Costa Rica.
La Figura 1 muestra el
comportamiento del ingreso de turistas internacionales de 1988 a 2011. Se observa
una tendencia creciente, y solamente en tres momentos se presenta un descenso:
1996, 2002 y 2009.
El porcentaje de
crecimiento anual del número de turistas internacionales que ingresaron
al país en el periodo 1988-2012 muestra un desempeño positivo, a
excepción de los años 1996, 2002 y 2009 como puede observarse en
la Figura 2.
Las tablas 1 y 2
muestran los principales indicadores turísticos de Costa Rica y su
porcentaje de variación anual, los cuales reflejan el desempeño
del país en esta materia del 2000 al 2009.
Este aumento en el
número de turistas se refleja también en el crecimiento en la
cantidad de divisas que recibe el país, con una tendencia ascendente a
partir del 2002 y una leve disminución en el 2009, como se muestra en
las Figuras 3 y 4. La caída en el 2009 se debe, entre otras razones, a
la crisis que se vivió en los años 2008 y 2009 y que
afectó de manera importante a Estados Unidos, el principal país
que aporta visitantes a Costa Rica. Pero se observa, en la Figura 3, que a
partir del 2009 hay un crecimiento constante y que en el 2012 se alcanza un
ingreso de divisas
Figura 1.
Ingreso de turistas internacionales, 1988-2012. Fuente: Elaboración
propia con datos de los anuarios (Instituto Costarricense de Turismo, 1988-2012).
Figura 2. Porcentaje
de variación anual del ingreso de turistas internacionales, 1989-2012.
Fuente: elaboración propia con los datos de los anuarios (Instituto
Costarricense de Turismo, 1988-2012).
apenas superior al del año 2008. Sin embargo, en cuanto
al número de turistas, se observa en la Figura 1, que a partir del 2010
la cantidad de visitantes empieza a superar la cifra de personas que ingresaron
en el año 2008. Lo anterior, muestra una recuperación de la
economía en el tema del turismo y un mayor número de excursionistas
que vienen al país, pero que gastan menos dinero.
Tabla 1
INDICADORES
TURÍSTICOS DE COSTA RICA, 2000-2009
INDICADOR |
2000 |
2001 |
2002 |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
Turistas (miles) |
1088 |
1131 |
1113 |
1239 |
1453 |
1679 |
1725 |
1980 |
2089 |
1923 |
Divisas (millones US$), valor nominal |
1229,2 |
1095,5 |
1078 |
1199,4 |
1358,5 |
1570,1 |
1620,9 |
1927,4 |
2174,1 |
1977,8 |
Inversión aprobada (millones US$), valor
nominal |
38,1 |
47,7 |
172,9 |
59,8 |
56,2 |
143,6 |
154,9 |
259,1 |
696,8 |
102,2 |
oferta habitaciones |
29497 |
31706 |
33126 |
35003 |
36299 |
38737 |
40811 |
41340 |
41759 |
42058 |
Cruceros (número de naves) |
199 |
195 |
146 |
202 |
215 |
192 |
237 |
216 |
238 |
253 |
Visitantes de cruceros (miles) |
190 |
189 |
222 |
276 |
318 |
280 |
346 |
322 |
320 |
366 |
Nota: Fuente: (Instituto Costarricense de
Turismo, 2010, pág. 5).
Por otro lado,
comparando los datos de Costa Rica con los otros países
centroamericanos, incluyendo Panamá, y sin contar los turistas
excursionistas que ingresan por los cruceros, Costa Rica conserva la ventaja en
atracción de turistas, desde el año 2009 al 2012 (Barquero, 2013,
pág. 29A).
Tabla 2
PORCENTAJE DE VARIACIÓN ANUAL DE
LOS INDICADORES TURÍSTICOS DE COSTA RICA, 2000-2009
INDICADoR
|
2000 |
2001 |
2002 |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
Turistas (miles) Divisas (millones US$)
Inversión aprobada (millones US$) |
5,4% 18,6% 50,6% |
4,0% -10,9% 25,2% |
-1,6% -1,6% 262,5% |
11,3% 11,3% -65,4% |
17,3% 13,3% -6,0% |
15,6% 15,6% 155,5% |
2,7% 3,2% 7,9% |
14,8% 18,9% 67,3% |
5,5% 12,8% 168,9% |
-7,9% -9,0% -85,3% |
oferta habitaciones |
2,3% |
7,5% |
4,5% |
5,7% |
3,7% |
6,7% |
5,4% |
1,3% |
1,0% |
0,7% |
Cruceros (número de naves) Visitantes de
cruceros (miles) |
-21,3% -19,1% |
-2,0% -0,5% |
-25,1% 17,5% |
38,4% 24,3% |
6,4% 15,2% |
-10,7% -11,9% |
23,4% 23,6% |
-8,9% -6,9% |
10,2% -0,6% |
6,3% 14,4% |
Nota: Fuente: (Instituto Costarricense de Turismo, 2010, pág. 5).
Figura 3.
Divisas por turismo en millones US$, 1991-2012. Fuente: elaboración
propia con datos de los Anuarios (Instituto
Costarricense de Turismo, 1991-2012).
Datos en valor nominal.
Figura
4. Ingreso de Divisas vs Ingreso de turistas, 2000-2009.
Fuente: Elaboración propia con
datos del Instituto Costarricense de Turismo (2010). Datos en valor nominal.
El Estado Costarricense
ha realizado grandes esfuerzos para fomentar el turismo internacional del
país, es así como a pesar de la crisis vivida en los años
2008 y 2009 a nivel mundial, que hizo caer los indicadores de turismo de Costa
Rica, se observa claramente un repunte a partir del año 2010.
Entre las actividades
que se realizan para ello está el convenio entre los cinco países
centroamericanos para atraer turismo internacional y movilizar entre
éstos a los centroamericanos.
En el año 2012
se inicia una campaña de promoción de turismo intrarregional, en
la que participan Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica,
Panamá y Belice. Es una campaña conjunta promovida por los
Gobiernos y TACA Airlines que incluye promociones en tarifas aéreas y
paquetes vacacionales (Summa, 2012). El 18 de abril
del 2013 se anuncia que la aerolínea TACA, los ministerios de Turismo de
cinco países centroamericanos, las cámaras de Turismo agrupadas
en Fedecatur, la SICA (Secretaría de
Integración Centroamericana), mayoristas de turismo y proveedores de
servicios turísticos de la región impulsan el programa
“Descubre Centroamérica”, con una inversión de
$200.000 (La Nación, 2013).
Por otro lado, el
Instituto Costarricense de Turismo ha llevado a cabo la campaña
promocional “Costa Rica sin ingredientes artificiales” para
promocionar al país como un destino de bellezas naturales
paisajísticas y atraer a los amantes de la naturaleza, así como
ofrecer destinos naturales para la recreación y descanso en
armonía con el ambiente.
Además, este
organismo gubernamental ha venido promoviendo, desde el año 2012, el
turismo nacional con una campaña muy fuerte denominada “Vamos a
Turistear” para que los residentes salgan a visitar los lugares
turísticos del país en cualquier época del año, con
ofertas especiales de las empresas hoteleras. Esta campaña es una
iniciativa del Instituto en conjunto con la Cámara Nacional de Turismo
Rural, la Cámara Costarricense de Hoteles y la Asociación de
operadores Turísticos (Brenes, 2013). De acuerdo con Brenes (2013), el
turismo local es realizado por 2,3 millones de personas de acuerdo con datos
del ICT. En promedio, cada familia realiza dos vacaciones y en cada
ocasión gasta unos doscientos cincuenta mil colones.
De acuerdo con el
estudio de Honey, Vargas & Durham (2010,
pág. 19), la Costa Pacífica se caracterizó, en la primera
mitad del siglo XX, por estar conformada de pueblos rurales dedicados a la
agricultura, ganadería y pesca. Las comunidades estaban aisladas, con
comunicaciones pobres a los principales caminos u otros pueblos. Las
exportaciones de banano se hacían a través de los puertos de
Golfito y Quepos; y Puntarenas era el principal
puerto de exportación e importación de otros productos. Se
llegaba a Puntarenas por medio del ferrocarril y después por
vehículos a través de caminos.
El ferrocarril
había potenciado el turismo puntarenense de 1910 a 1940 y la
finalización de la carretera Interamericana en 1946 lo fomentó
aún más (Marín y Viales, 2012, pág. 185), (Chen y García, 2010, pág. 28). Entre los
años 60 y 70 algunos costarricenses construyeron casas para vacacionar
en la costa pacífica, aunque en ese entonces el acceso a esta zona era
todavía muy limitado. Algunos pueblos solo se podían acceder por
ferry, por la falta de puentes sobre algunos ríos (Honey,
Vargas, y Durham, 2010, pág. 19). No obstante, ya desde 1840 las
élites comerciales extranjeras fundamentales para el puerto y
también nacionales comenzaron a levantar casas de ostentación.
Veintitrés estructuras consideradas patrimonio en la ciudad de
Puntarenas, se construyeron entre 1901 y 1950 (Marín y Viales, 2012,
pág. 179)
Además, a
finales de los años 60, la creación del Sistema Nacional de
Áreas de Conservación colocó grandes porciones de
territorio bajo protección, que incluyeron regiones extensas de la Costa
Pacífica: Parque Nacional Santa Rosa, Parque Marino Las Baulas, Refugio de Vida Silvestre Tamarindo, Refugio de
Vida Silvestre Camaronal, Refugio de Vida Silvestre ostional, Parque Nacional Carara,
Reserva Absoluta Cabo Blanco, Parque Nacional Manuel Antonio, Parque Marino
Ballena y Parque Nacional Corcovado.
A partir de los
años 70, la carretera Interamericana y mejores caminos comunicaron
comunidades de la zona costera Guanacasteca, como playas del Coco, Conchal,
Hermosa y Brasilito. En 1978 la primera
sección de la construcción de la Costanera Sur abrió el
acceso a jacó y Quepos.
Se continuó con la construcción de caminos y puentes hasta
conectar Quepos con Dominical y la zona Sur, dando un
mejor acceso a estas regiones, lo que favoreció el desarrollo
turístico e inmobiliario de la zona (TT Argos, 2013, págs.
VI-10). En el Pacífico Norte, a finales de los 70, el proyecto Polo
Turístico Golfo de Papagayo junto con el aeropuerto Daniel oduber en Liberia fueron parte de una estrategia
gubernamental para llevar beneficios económicos a Guanacaste, mediante
el turismo internacional de “resorts” (Honey,
Vargas, y Durham, 2010, pág. 19) o turismo de enclave, como lo denominan
Cordero y Van Duynen (2002).
En 1984, la
Compañía Bananera United Fruit Company se retiró de Golfito y abandonó
la producción bananera en el Pacífico, lo que dejó muchas
familias sin empleo y provocó una crisis en la zona, de la cual no ha
logrado recuperarse (Clare, 2005, pág. 341). En la actualidad, la
población se ocupa principalmente en los sectores de agricultura y
ganadería, turismo y comercio (TT Argos, 2013, págs. VI-27).
De acuerdo con Blanco
(2012, pág. 289), a partir de la primera mitad de la década de
1980, el país incorpora como políticas de Estado toda una serie
de medidas neoliberales impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional. Estas medidas significaron la reestructuración del
aparato estatal y del sistema económico-productivo e implicaron la
reducción de la planilla estatal y la privatización de empresas
públicas, así como el aumento del apoyo al sector terciario,
reestructurando el sector agrícola e iniciando la apertura de la
economía.
La
reestructuración productiva cambió el destino de los incentivos a
la producción, dando prioridad al sector agroexportador de productos no
tradicionales y disminuyendo recursos a los sectores de productos
tradicionales, como los granos básicos y alimentos de consumo local.
Esto estimuló la incursión de muchos de estos productores en
otras actividades, como las de carácter turístico, para mejorar
sus ingresos y asegurar la subsistencia de sus familias. Dado lo anterior, a
finales del siglo XX Guanacaste sufrió una rápida
transición de una economía basada en el agro a una centrada en
servicios para el turismo.
La Tabla 3 y la Figura
5 muestran el desarrollo infraestructural de 12 localidades en 5 unidades de
planeamiento turístico, seleccionadas sobre la base de su desarrollo
turístico y residencial, a la fecha del estudio, o según el
crecimiento esperado.
Tabla
3. Territorio dedicado a asentamientos humanos y turismo, costa
Pacífico, 1980-2005. |
||||
Unidad
de planeamiento turístico |
Ubicación
de los estudios de caso |
1980 (Ha) |
1998 (Ha) |
2005 (Ha) |
Guanacaste
Norte |
Papagayo-El Coco |
62,38 |
434,85 |
726,79 |
Potrero-Flamingo-Brasilito |
31,05 |
266,67 |
418,24 |
|
Playa Grande-Tamarindo |
22,47 |
246,85 |
837,61 |
|
Guanacaste
Sur |
Sámara-Punta
Islita |
56,94 |
224,77 |
544,34 |
Malpaís-Montezuma |
13,15 |
7,52 |
32,24 |
|
Paquera |
12,77 |
11,23 |
23,16 |
|
Puntarenas e
islas del Golfo |
Puntarenas-Caldera |
726,38 |
1291,03 |
1724,84 |
Pacífico
Central |
Herradura-Jacó |
78,98 |
268,34 |
415,92 |
Quepos-Manuel
Antonio |
190,98 |
301,5 |
297,46 |
|
Pacífico
Sur |
Dominical-Tortuga |
10,56 |
50,05 |
43,98 |
Golfito |
184,43 |
200,05 |
215,52 |
|
Puerto
Jiménez |
25,67 |
88,54 |
101,96 |
Fuente: Elaboración propia
con datos TT Argos 2009 citado por Honey, Vargas y
Durham (2010, pág. 22).
Figura 5. Porcentaje de cambio en el uso del suelo
para asentamiento humano y turismo.
Fuente: Elaboración propia con
datos TT Argos 2009 citado por Honey, Vargas y Durham
(2010, pág. 22).
Los datos de la Tabla 3
y Figura 5 muestran el crecimiento en el cambio del uso del suelo de las
localidades Playa Grande-Tamarindo, Puntarenas-Caldera y Herradura-Jacó, lugares donde se ha visto un desarrollo
significativo de infraestructura turística, así como de vivienda,
este último por el aumento de residenciales producto del desarrollo
turístico de la zona.
Se observa cómo
Playa Grande-Tamarino pasa de menos del 1% del uso de suelo dedicado a
asentamientos humanos y turismo en 1980 a un 27,5%, en el 2005. Esto se
debió al crecimiento de inversiones en hoteles, casas de
vacación, condominios y negocios turísticos. Lo mismo se observa
en Puntarenas-Caldera y Herradura-jacó,
así como en el resto de las localidades de la costa de Guanacaste, donde
en el año 1980 el porcentaje de uso de suelo para asentamientos humanos
y turismo es muy bajo y luego aumenta para en el año 2005.
Este desarrollo
contrasta con las localidades de Malpaís-Montezuma,
Paquera, Dominical-Tortuga, Golfito y Puerto jiménez, donde el cambio en el uso de suelo es muy
bajo. En los casos de las zonas del Pacífico Sur (Dominical-Tortuga,
Golfito y Puerto jiménez), este poco
incremento se debe a que grandes territorios están bajo
protección, además de carecer de infraestructura (caminos pavimentados,
aeropuerto internacional, electrificación rural, etc.) requeridos para
un turismo de gran escala y la implementación de proyectos residenciales.
Del 2005 al 2007, 26 de
los 48 distritos a lo largo de la Costa Pacífica representaron el 92,3%
de las nuevas construcciones costeras. En Liberia, Tamarindo, Sardinal y jacó la construcción se incrementó el
12,2%, con respecto al porcentaje de todas las nuevas construcciones a nivel
nacional, y el 49,8% del total de construcciones de la Costa Pacífica.
Aparte de las áreas protegidas, pocas zonas de la Costa Pacífica
permanecen intactas, sin verse afectadas por este desarrollo de las bienes
raíces (Honey, Vargas, y Durham, 2010,
pág. 50).
Los distritos del
Pacífico Central y Norte son los que recibieron mayor inversión
extranjera en bienes raíces a nivel nacional, entre los años del
2004 al 2007, entre ellos encontramos: Santa Cruz, Puntarenas, Carrillo,
Golfito, Nicoya, Tilarán, Garabito, Aguirre,
Pérez Zeledón y Bagaces, en ese orden
de mayor a menor. Se aclara que estas inversiones extranjeras no sólo
corresponden al desarrollo de hoteles costeros como: Los Sueños Marriott, Reserva Conchal, Hacienda Pinilla, jW Marriott, Four
Season, Hilton y Hyatt; hay también una
tendencia creciente hacia la compra por parte de extranjeros de propiedades
para uso de viviendas, tierras, condominios, villas, establecimientos
comerciales, entre otros.
Adicionalmente, datos del 2006 y 2007 informan que los cantones de osa y Golfito, pertenecientes al Pacífico Sur se encuentran entre de mayor incremento en la construcción de obras nuevas de infraestructura (TT Argos, 2013, págs. VI-11) durante estos años.
El siguiente
gráfico muestra la visitación a las áreas silvestres
protegidas del país, desagregados por región. Como se puede
observar, las áreas del Pacífico tienen un crecimiento constante,
con una caída en el número de visitas en el año 2005, pero
que se recupera y continúa a la alza. A diferencia de las otras regiones
que muestran varios años con bajas en el nivel de visitación. Se
observa que el Valle Central tiene cuatro bajas en el período que
corresponde a los años 2003, 2006, 2008 y 2009. El Caribe tiene dos
bajas en los años 2005 y 2009 y el Norte presenta un decrecimiento en la
visitación en los años 2006, 2007 y 2009. Lo anterior, demuestra
un aumento del gusto de los turistas por visitar zonas de la región
Pacífica, superando al Valle Central a partir del año 2006.
Es importante notar
que, a partir del año 2010, el Sistema Nacional de Áreas de
Conservación cambió la forma de administración de las
áreas silvestres protegidas de Unidades de Planeamiento a Áreas
de Conservación. En la Figura 6 se muestran cuatros grandes regiones. Se
estableció para el estudio que el Pacífico correspondía a
las unidades de planeamiento de Guanacaste Norte, Guanacaste Sur,
Pacífico Medio, Pacífico Sur, Puntarenas e islas del Golfo y
Monteverde. El Caribe corresponde a las unidades de Planeamiento Caribe Norte y
Caribe Sur. La región Norte corresponde a las Llanuras del Norte, y por
último el Valle Central es la unidad de planeamiento del mismo nombre.
Figura 6. Visitas
a áreas silvestres protegidas, 2002-2009. Fuente: elaboración
propia con datos del Sistema Nacional de Áreas de Conservación
(2011).
Figura 7. Visitación a las áreas
silvestres protegidas de Costa Rica, 2010-2012.
Fuente:
Elaboración propia con datos de Pavlotzky y
Rojas (2010), (2011) y (2012).
La Figura 7 corresponde
al periodo que abarcan los años del 2010 al 2012, durante el cual se
modificó la denominación de las zonas indicada. En este caso, la
región Pacífico corresponde a las áreas de
conservación que se listan en la Tabla 7.
La Figura 7 muestra la
visitación a las áreas silvestres protegidas de los 2010 al 2012
y claramente se observa que la del Pacífico y la del Valle Central van
en aumento, esta última siempre por debajo de la cifra presentada en el
Pacífico. La visitación de las otras dos regiones Caribe y Huetar
Norte aumenta en el 2011 y vuelve a disminuir en el 2012.
Hay que hacer notar en este punto que la región Pacífico cubre una mayor área del territorio costarricense, por lo que la comparación tal vez no sea justa. Pero lo que sí se puede decir es que hay un mayor gusto de los turistas por visitar las zonas del Pacífico, y entre éstas se demuestra una preferencia por las áreas del Pacífico Central, como se muestra en la Figura 8.
Figura 8. Visitación a las áreas protegidas
del Pacífico de Costa Rica por área de conservación,
2010-2012.
Fuente:
Elaboración propia con datos de Pavlotzky y
Rojas (2010), (2011) y (2012).
Los acrónimos
utilizados en la Figura 8 se encuentran detallados en la Tabla 7 en el que se
lista las áreas silvestres protegidas de las áreas de
conservación de la región pacífica.
Sin embargo, la baja
visitación a la región del Pacífico Sur no es sólo
a las áreas silvestres protegidas, sino también a toda la zona en
general, como lo manifiestan los líderes comunales y actores locales del
sector Sur del país.
Para los costarricenses
(TT Argos, 2013, págs. VI-46), el Pacífico Sur se percibe como un
lugar inhóspito, con sólo dos centros de atracción
conocidos: Paso Canoas (frontera con Panamá) y el puerto bananero de
Golfito. Los viajes al Pacífico Sur fueron motivados por la oportunidad
de comprar productos de consumo a menor precio en Paso Canoas y el puerto
bananero de Golfito. Las visitas a éste último lugar se
promovieron aún más con la creación del Depósito
Libre de Golfito, permitiendo a las familias costarricenses comprar
artículos sin pagar los impuestos nacionales. No fue sino hasta que se
mejoró la carretera costanera y el se
aumentó el turismo basado en la naturaleza, que se potenció el
Pacífico Sur como destino ecoturístico, y actualmente se ofrecen
nuevas actividades como la observación de ballenas, delfines y el buceo.
A pesar de este nuevo
auge en actividades ecoturísticas en la zona, los líderes y
actores locales manifiestan que la zona del Pacífico Sur tiene poca
afluencia de turistas por las limitaciones en infraestructura y servicios,
además de que el acceso a los parques nacionales es restringido (jara,
2012). Para ello, el ICT presentó el Plan Nacional de Desarrollo
Turístico para el Pacífico Sur, con el objetivo de diagnosticar
las condiciones de la región en materia turística y promover el
turismo vivencial, buscando que el visitante interactúe con las
costumbres locales.
La Figura 9 muestra el ingreso de excursionistas de cruceros a los puertos del Pacífico. Se observa que de 1997 al 2000 hay un crecimiento del número de visitantes. A partir del 2001 hay una disminución considerable que coincide con el repunte de ingreso de excursionistas en el Caribe. A partir del 2002 en adelante hay una tendencia creciente, la cual siempre es inferior al número que ingresa en el Caribe (Chen, 2013, pág. 71), y en el 2012 la cifra supera el número de turistas que ingresaron en el año 1997 a estos puertos, además de sobrepasar las visitas al Caribe, como puede verse en la Figura 10.
Figura 9.
Ingreso de excursionistas por los puertos: Puntarenas, Caldera y Golfito.
Fuente: elaboración propia con datos de los Anuarios del Instituto
Costarricense de Turismo (Instituto
Costarricense de Turismo, 1988-2012).
Fuente:
elaboración propia con datos de los Anuarios del (Instituto
Costarricense de Turismo,
1988-2012).
(Instituto Costarricense de Turismo, 1988-2012)
La Figura 11 muestra el
número de cruceros que atracan en los puertos de Puntarenas, Caldera y
Golfito. Se observa una tendencia creciente hasta el año 2000, a partir
del cual se disminuye hasta el año 2004, durante el cual la cifra
alcanza los 62 cruceros. Luego inicia nuevamente la tendencia a la alza,
aumentando el número de cruceros que atracan en los puertos del
Pacífico de 62 en el año 2004 a 123 en el año 2011. Este
crecimiento del número de cruceros también se refleja en el
aumento de los excursionistas que llegan a estos puertos, como se puede
observar en el gráfico anterior, sin embargo, al año 2011, la
cantidad de cruceros no supera la cantidad que ingresó en el año
1997.
Sin embargo, a pesar de
los datos de ingresos de excursionistas de cruceros a los puertos del
Pacífico, la mayoría de ellos vienen con paquetes de tours
comprados a bordo, los cuales son manejados por grandes operadores, y con
contratos adquiridos mediante las líneas de cruceros, los cuales reciben
un gran porcentaje de los honorarios (Honey, Vargas y
Durham, 2010, pág. 62). Estos paquetes de tours incluyen otros sitios
fuera de Puntarenas, por lo que el beneficio mayor de este turismo no se queda
en la ciudad portuaria, ni sus alrededores (Mora, 2013, pág. 109). A
pesar de esto, los pequeños comerciantes del puerto (restaurantes,
artesanías, vendedores ambulantes, etc.) consideran que sus ingresos
aumentan moderadamente y que lo que más se venden son productos de
licor, tabaco y artesanías como recuerdo del viaje. Los productos
alimenticios no se venden debido a que el crucero incluye la
alimentación (Mora, 2013, pág. 101).
Caldera ha sido un
puerto utilizado, principalmente, para carga, pero también ha servido
para el atraco de cruceros. Sin embargo, la zona se encuentra un poco alejada
de centros de poblado que ofrezcan los servicios necesarios requeridos por los
turistas. Los cruceros llegan y sus ocupantes ingresan inmediatamente a los
buses que los conducirán a los tours previamente comprados (Honey, Vargas y Durham, 2010, pág. 62).
El puerto Golfito no
está dentro del último Plan Nacional de Desarrollo para la
Región del Pacífico, como destino para turismo de cruceros. No
obstante, Golfito ha recibido cruceros, pero no ha sido un destino importante
para estos (Honey, Vargas y Durham, 2010, pág.
62).
De acuerdo con Honey, Vargas y Durham (2010, pág. 63), el turismo de cruceros ha tenido un impacto económico positivo muy bajo para Puntarenas y Caldera y para Costa Rica en general.
De acuerdo con el Plan Nacional
de Turismo Sostenible, las actividades que realizan los turistas durante la
estadía en el país se muestran en la Tabla 4.
Es importante observar
en este cuadro la diversificación de los gustos de los turistas, al considerar
una amplia gama de actividades turísticas no solo de sol y playa. Esto a
diferencia del período que va de 1950 a 1970, en el cual Puntarenas se
consolida como un destino turístico para el visitante nacional e
internacional (condición que se mantuvo por un período corto, al
mejorar el acceso a otros sitios poco intervenidos por el hombre como jacó y Playas del Coco), época durante la
cual los gustos de los turistas estaban orientados al sol y las playas, y que
el Gobierno aprovechó para fomentar el crecimiento económico con
pocas inversiones mediante el diseño de estrategias de
comercialización más eficientes, con poca diversificación
de la oferta turística. De 1970 a 1995 el desarrollo del turismo se basó
en el crecimiento de la actividad, pero no en la diversificación
(Marín y Viales, 2012, pág. 188).
Tabla 4
ACTIVIDADES QUE REALIZAN LOS TURISTAS,
2006-2010
Actividad turística |
Promedio 2006-2010 |
Sol y playa |
77% |
Observación de flora y fauna |
52% |
Caminatas |
45% |
Compras |
37% |
Observación
de aves |
35% |
Canopy |
32% |
Aguas termales |
26% |
Visita a volcanes |
25% |
Surf |
20% |
Snorkel |
16% |
Visita a
familiares |
12% |
Aprender
español |
11.6% |
Cabalgatas |
11% |
Museos y teatros |
11% |
Rápidos |
9% |
Kayak |
6% |
Buceo |
5% |
Pesca |
5% |
Puentes colgantes |
5% |
Delfines y
ballenas |
5% |
Luna de miel |
5% |
Cuadraciclos |
3% |
Visita comunidad
rural |
3% |
Ciclismo de
montaña |
2% |
Nota: Fuente: (Instituto Costarricense de
Turismo, 2010, pág. 14)
Según Vargas
(2003, pág. 5), durante este período el turismo se
concentró en el Valle Central con destinos específicos en el
centro del país, como los volcanes Irazú y Poás;
y el Pacífico Central, hacia Puntarenas, y en menor medida, jacó. Entre las razones de estas preferencias se
indica la inexistencia de una distribución vial adecuada, escasa
cobertura de infraestructura de servicios para atender al turista en zonas con
potencial turístico, carencia de visión empresarial e
inexistencia de políticas gubernamentales bien planificadas para
considerar el desarrollo de la actividad.
En el período
indicado en el cuadro, 2006-2010, se observa que el visitante actual demanda
nuevas actividades turísticas, siempre relacionadas con la naturaleza,
pero ya no sólo “el sol y la playa”.
Villalobos, Galdeano y Tolón (2009,
pág. 76) realizan un análisis de la intención de demanda
del turista internacional por “turismo naturaleza”, según
variables socio-demográficas y condición de viaje. El estudio del
Instituto Costarricense de Turismo se sustenta en datos de la Encuesta
Aérea del primer trimestre del año 2007, aplicada a turistas no
residentes mayores de 18 años que salieron del aeropuerto juan
Santamaría y comprende las modalidades: caminata por senderos, visita a
volcanes, observación de flora y fauna, observación de aves y canopy. Se encontró que las condiciones: viajar con
familia, en pareja y procedencia del turista tienen potencial influencia
favorable en la intención de demanda en la mayor parte de esas
actividades. Los resultados permiten esbozar una estrategia que orienta las
políticas y acciones en materia de turismo naturaleza en el país.
Entre sus conclusiones y recomendaciones se encuentran las siguientes (p.97):
·
Los atributos de la naturaleza nacional no parecen ser
suficientes para el posicionamiento
turístico del país.
·
El canopy, la observación de
aves, la visita a volcanes y la caminata por senderos conforman el conjunto de
actividades de turismo naturaleza, con más alta probabilidad de ser
demandadas por los turistas que arriban al país en familia, en pareja o
con estudios superiores a maestría. A pesar del significativo porcentaje de tales tipos de turistas, el
país requiere de una estrategia que posicione en esos segmentos del
mercado al turismo naturaleza nacional.
·
Los turistas de Latinoamérica y el Caribe muestran un elevado
designio por los volcanes, el de Europa aspira a observar flora y fauna en
general, y aves en particular. Una estrategia de las empresas vinculadas a
tales actividades, sería informarse acerca de las preferencias de dichos
turistas, para ofrecerles paquetes a la medida.
·
Entre otros factores que podrían estar repercutiendo
negativamente en las ventajas del turismo naturaleza, están: distancia,
tarifas, manejo del ambiente y la biodiversidad, seguridad, información,
infraestructura, transporte y atención al turista. Si se tratara de
parques y reservas naturales, se refuerza tal tendencia.
·
Para visitantes de 50 o más años, el país
ha de gestar una oferta de tales actividades
apropiadas en términos de espacios, condiciones y oportunidades.
·
Se requiere una estrategia que incite en el segmento femenino la
realización de al menos una actividad de turismo naturaleza, impulsa de
manera directa la intención de demanda por flora/fauna y volcanes,
mientras influye favorablemente en la
demanda de caminata por senderos, canopy y
observación de aves a través de las familias, las parejas, los
casados (as) y amigos (as). La mujer constituye un eje generador de efectos
multiplicadores a través de tales núcleos de mercado.
·
Se requiere mejorar las condiciones y oportunidades de oferta,
en los diferentes ámbitos donde
esta se genera. Tal es el caso de las reservas y parques nacionales, donde es
posible para el turista realizar al menos una de las actividades en cuestión. El 33% de los
entrevistados apuntó no visitar esas áreas, de manera que existe
un potencial para favorecer el desarrollo de tales actividades. Además, el 34,5% de los turistas que
´ya han estado´ en el país, podría darse la
oportunidad de realizar al menos una actividad de turismo naturaleza;
quizá aquella que no había hecho en su viaje precedente.
En los gráficos
siguientes se puede observar la evolución de la cantidad de empresas con
declaratoria turística en Puntarenas y Guanacaste, considerando que
estas dos provincias cubren el Pacífico costarricense.
En el siguiente cuadro se muestra la cantidad de habitaciones con declaratoria turística que se ofrece en estas dos provincias, no aparecen los datos de los años 2006 al 2008 debido a que no se encontraban desagregados por provincia, como en el resto de los años. Se puede observar que hay una tendencia de aumento con pequeñas bajas en los años 1998, 2002 y 2011 para Puntarenas. Para Guanacaste la tendencia es creciente con una alza significativa de la oferta habitacional a partir
Fuente:
Elaboración propia con datos de los Anuarios del (Instituto
Costarricense de Turismo, 1988-2012).
del año 2005. En el caso de San José, la
capital, a partir del año 1997 y hasta el año 2000 la tendencia
es decreciente, a partir de este año inicia un incremento leve pero
constante hasta el año 2012.
Solo se grafican los
datos para estas tres provincias, Puntarenas y Guanacaste, que constituyen
entre ambas las zonas del Pacífico costarricense, y se contrastan con la
capital San José, para comparar su evolución. Estas tres provincias
contienen el mayor número de oferta habitacional del país para el
período de estudio. y se observa que la oferta habitacional de
Guanacaste es superior a la oferta de Puntarenas a partir del año 2001,
la cual además supera a la oferta de San José a partir del
año 2009, según la Figura 12.
Aquí podemos
hacer una desagregación muy general de tal forma que se consideren los
datos de Guanacaste como los datos para el Pacífico Norte y los datos de
Puntarenas para el Pacífico Central y Sur.
Además de la
oferta habitacional, se puede observar el comportamiento a lo largo de los
años de la oferta de otros servicios, con declaratoria turística,
como: agencias de viajes, transporte acuático, empresas
gastronómicas, alquiler de vehículos y empresas de hospedaje. Se
demuestra que las empresas de hospedaje presentan la mayor oferta, de acuerdo
con la Figura 14 (se separa en un gráfico aparte para poder observar
mejor los datos de las otras ofertas de servicios turísticos) y las de
alquiler de vehículos, la menor, según la Figura 13.
También se observa en la Figura 13, que la oferta de transporte acuático tiene una tendencia a la baja desde el año 1997 hasta el 2011. La oferta de empresas
gastronómicas tiene una tendencia creciente hasta el año 2008,
a partir del cual inicia el descenso. El número de agencias de viajes
tiene una tendencia creciente en todo el período de estudio.
En el caso de la oferta
de empresas de hospedaje, Figura 14, desde el año 1999 al 2001 la
tendencia es hacia la baja, a partir de este año y hasta el año
2010 tiene un crecimiento constante y sostenido. A partir del año 2010
vuelve a disminuir.
De acuerdo con las
Figuras 13 y 14, prácticamente y de manera general, el número de
empresas turísticas (hospedaje, alimentación, transporte
acuático, alquiler de vehículos) tienen una tendencia a la baja o
de estabilidad, en los últimos años, excepto las agencias de
viajes. Esto no ha afectado el ingreso de turistas extranjeros, pues
contrariamente éste ha aumentado en los últimos años,
según los datos representados en la Figura 1. Lo anterior está
muy relacionado con el aumento de agencias de viajes.
La oferta
turística de Costa Rica se ha incrementado enormemente en los
últimos años a través de una gran diversidad de
actividades y formas de hacer turismo. Otra clasificación que podemos
asociar es la distinción de la oferta de acuerdo a las siguientes
definiciones de turismo: enclave, rural comunitario, aventura y
ecológico.
Las siguientes
secciones detallan la oferta de actividades turísticas existentes en la
región del Pacífico Costarricense, según la
clasificación anterior.
Cabe observar que las
actividades turísticas no se pueden encasillar en una categoría
específica, es decir, se encuentra actividades que se practican en dos o
más categorías de turismo de forma indistinta, por ejemplo: ecológico
y turismo rural o en turismo de enclave y turismo de aventura; o en
turismo de enclave, turismo ecológico y turismo rural, de manera
combinada.
El turismo rural
comunitario se compone de experiencias turísticas planificadas e
integradas sosteniblemente al medio rural y desarrolladas por los pobladores
locales, organizadas para beneficio de la comunidad (Actuar, 2013).
Las seis características que lo definen son:
1.
Integra las riquezas naturales y la vida cotidiana de la
comunidad rural.
2.
Promueve las prácticas productivas sostenibles dentro de
la oferta turística.
3.
La experiencia turística se adapta a la dinámica
rural y preserva la peculiaridad, rusticidad, así como el ambiente
acogedor y confortable que caracterizan la ruralidad del país.
4.
Se sustenta en la gestión y participación local y
fortalece la organización en la que participan varias familias o toda la
comunidad.
5.
Integra a la población local en esta actividad
empresarial, distribuye equitativamente
los beneficios y complementa los ingresos de las familias rurales.
6.
Promueve la tenencia de la tierra por parte de los pobladores
locales (Actuar, 2013).
Dentro de esta
definición de turismo rural y observando las actividades
turísticas que se ofrecen, se encuentra una mezcla de actividades que
también se practican en el turismo ecológico y en el turismo de
aventura. Lo que hace la diferencia es que este tipo de actividades son
ofrecidas por organizaciones comunales y locales, en las que participan varias
familias o toda la comunidad.
En este sentido se
encuentran ofertas de actividades como las siguientes:
•
Observación de aves
•
Observación de flora y fauna
•
Observación de delfines y ballenas
·
Buceo
y snorkeling
·
Baño en cataratas
·
Transporte a caballo
·
Transporte en bote
·
Caminatas
·
Paseo en bicicleta
·
Visita a los manglares
·
Spa natural con barro
·
Observación y práctica de procesos
artesanales: pesca con cuerda, extracción de moluscos, trapiche,
agricultura orgánica, plantas medicinales, proceso del café
·
Talleres de educación ambiental y conservación,
historia y tradición
·
Disfrute de alimentos tradicionales y cultura local
·
Recorridos en comunidades indígenas
Se pueden encontrar ofertas de turismo rural en las tres regiones del Pacífico.
Turismo aventura es
definido por el Decreto Ejecutivo 31095 MEIC-TUR del 31 de marzo del 2003 como
“aquellas actividades recreativas que involucren un nivel de habilidades
físico-deportivas con riesgo identificado y en contacto directo con la
naturaleza” (Ministerio de Economía Industria y Comercio, 2003,
pág. 1). Las siguientes actividades están dentro de esta
categoría: “Canopy” (deslizamiento
entre árboles sobre cables), “sky walk” o “sky trek” (caminata por puentes colgantes), “bungee jumping” (salto al vacío sujeto por una
cuerda), “while water
rafting” (balsas en ríos), buceo, “rapel” (descenso
con cuerdas), escalar, ciclismo de montaña, navegación en kayak
en río o mar, cabalgatas, caminatas (de uno o varios días por
montañas, cuevas, cañones).
Este tipo de turismo
supone un cierto riesgo, requiere de un entrenamiento o preparación
mínima y un equipo apropiado para la práctica de la actividad.
El turismo de aventura
tiene como objetivo principal el fomento de las actividades de aventura en la
naturaleza. Consiste en visitar o alojarse en zonas donde se pueden desarrollar
los llamados deportes de aventura o turismo activo.
También el
turismo de aventura puede clasificarse según su dificultad: baja,
moderada o alta. En los viajes de turismo de aventura se encuentra
implícito el conocer lugares, su gente y su cultura de manera activa y
participativa.
En la Tabla 5 se
presenta un recuento de las actividades de turismo de aventura que pueden
encontrarse en la región del Pacífico costarricense.
Tabla
5. Actividades turismo de aventura |
|||
Actividad |
Pacífico
Norte |
Pacifico
central |
Pacifico
Sur |
Canopy |
x |
x |
x |
Buceo |
x |
x |
x |
Pared escalada |
x |
x |
|
Snorkeling |
x |
x |
x |
rafting |
x |
x |
x |
Surf |
x |
x |
x |
Kayak |
|
x |
x |
Descenso de
barrancos o cavernas |
x |
|
x |
Escalada de
árboles |
|
|
x |
rapel |
|
x |
x |
Parapentiun |
|
x |
|
Bungee |
|
x |
|
Canoas |
x |
x |
x |
Safary |
x |
|
|
Puentes colgantes |
|
x |
|
Bicicletas |
x |
x |
|
Pesca |
x |
x |
x |
Cabalgata |
x |
x |
x |
Teleférico |
|
x |
|
Caminatas |
x |
x |
x |
Nota:
Fuente: Elaboración propia con datos de la investigación.
De acuerdo con Rojas
(2006), el turismo ecológico o ecoturismo es “aquella modalidad
turística ambientalmente responsable consistente en viajar a, o visitar
áreas naturales relativamente sin disturbar; con el fin de disfrutar,
apreciar y estudiar los atractivos naturales de dichas áreas, así
como cualquier manifestación cultural (del presente y del pasado) que
pueda encontrarse ahí”.
La Sociedad
Internacional de Ecoturismo (1990) define ecoturismo como “un viaje
responsable a áreas naturales que conservan el ambiente y mejoran el
bienestar de la población local”. De acuerdo con (Honey, 1999, pág. 22) el ecoturismo debe seguir los
siguientes siete principios, tanto para quienes operan los servicios como para
quienes participan:
1.
Minimizar los impactos negativos, para el ambiente y para la
comunidad, que genera la actividad.
2.
Construir respeto y conciencia ambiental y cultural.
3.
Proporcionar experiencias positivas, tanto para los visitantes
como para los anfitriones.
4.
Proporcionar beneficios financieros directos para la
conservación.
5.
Proporcionar beneficios financieros y fortalecer la
participación en la toma de decisiones de la comunidad local.
6.
Crear sensibilidad hacia el clima político, ambiental y
social de los países anfitriones.
7.
Apoyar los derechos humanos universales y las leyes laborales.
En la Tabla 6 se
muestran las actividades de turismo ecológico que se ofrecen en las tres
regiones del Pacífico.
Este tipo de
experiencia turística tiene la virtud de ser “un proceso que
promueve la conservación, tiene bajo impacto negativo ambiental y
cultural, y propicia un involucramiento activo y socioeconómicamente
benéfico de las poblaciones locales” (Rojas, 2006).
Se pueden practicar en
las áreas del Sistema Nacional de Conservación, las cuales se
clasifican en: reservas biológicas, parques nacionales, reservas
forestales, refugios de vida silvestre, zonas protectoras y humedales. Pero
también se llevan a cabo en otras zonas públicas como playas,
ríos y cataratas; o en territorios de inversión y
organización privada. Además, como se puede observar, estas
actividades son prácticamente las mismas que ofrecen las organizaciones
que promueven el turismo rural comunitario, esto debido a que los principios y
objetivos de este turismo tienen muchas coincidencias con el objetivo del
turismo ecológico.
Por otro lado, es
importante hacer notar que las áreas protegidas no solo son aptas para
el turismo ecológico, sino que muchas actividades de turismo aventura
también se dan dentro de estas zonas, tales como: surfing,
snorkeling y cabalgatas en algunas playas, descenso y
caminatas dentro de cavernas, entre otras.
Tabla
6. Actividades de turismo ecológico* |
|||
Actividad |
Pacífico
Norte |
Pacifico
central |
Pacifico
Sur |
Observación
de sitios arquitectónicos e históricos |
x |
x |
x |
Degustación
de comidas |
x |
x |
x |
Observación
de aves |
x |
x |
x |
Buceo |
x |
x |
x |
Compra de
artesanías |
x |
x |
x |
Observación
de flora y fauna |
x |
x |
x |
Aguas termales |
x |
x |
|
Observación
de ballenas y delfines |
x |
x |
|
Caminatas |
x |
x |
x |
Playas,
ríos, cataratas |
x |
x |
x |
Campamento |
x |
x |
x |
Snorkeling |
x |
x |
x |
Tour a caballo |
x |
x |
x |
Bicicleta |
x |
x |
x |
*Actividades de
bajo impacto en la naturaleza y ambiente |
Nota: Fuente:
Elaboración propia con datos de la investigación.
El modelo de
“enclave” se caracteriza por el emplazamiento turístico de
gran escala, dominado especialmente por el capital trasnacional
turístico. Este tipo de desarrollo turístico genera una
considerable cantidad de empleo, al mismo tiempo que se le atribuyen
consecuencias culturales importantes como la anulación de las
identidades locales. y, en lo que respecta a sus
consecuencias ambientales se le ha imputado grandes alteraciones, debido a las
modificaciones en el medio natural y las altas demandas energéticas y de
agua (Cordero y Van Duynen, 2002).
Costa Rica no ha
escapado a este tipo de desarrollo turístico, principalmente se ha
desarrollado en la zona de Guanacaste y se caracteriza por los grandes
complejos turísticos o megaproyectos con enormes inversiones en
infraestructura física y un diseño artificial del destino
turístico (Lizano, 1998).
Este tipo de desarrollo
concentra al visitante dentro de las instalaciones del hotel, se le ofrecen
múltiples actividades de diversión y descanso y se le provee de
todos los servicios que pueda desear o necesitar. Se ha desarrollado
fuertemente en la región del Pacífico Norte, en donde se pueden
contabilizar más de trece grandes proyectos de infraestructura hotelera
en toda la zona de Guanacaste. En el Pacífico Central se pueden
contabilizar al menos once proyectos de este tipo, sin ser exhaustivo. Estos
complejos hoteleros son la base del turismo de enclave. En el Pacífico
Sur los desarrollos hoteleros existentes son de menor escala y más bien
solo ofrecen el servicio de alojamiento y algunos otros servicios
básicos para el turista que viaja a esa zona, por lo que no se puede
clasificar dentro de la oferta para el turismo de enclave, de acuerdo con la
definición dada por Cordero y Van Duynen
(2002).
Algunos desarrollos que
favorecen el turismo de enclave se muestran en la Tabla 7.
Dentro de estos
complejos turísticos, se ofrecen actividades turísticas como:
kayak, cabalgata, tour en lanchas, caminatas en senderos artificiales, pesca
recreativa, buceo, yet ski,
etc. Es decir, se pueden encontrar las mismas ofertas de actividades dentro del
complejo turístico, sin tener que salir de este espacio para
contratarlas.
A diferencia del Pacífico Norte y Central, el desarrollo inmobiliario de la zona del Pacífico Sur, resultado del despertar turístico que provocó la apertura de la costanera Sur, no ha causado mayores impactos en la naturaleza, pues desde sus inicios, la mayor parte de los proyectos tenían el objetivo de ofrecer confort en armonía con el ambiente, por lo que los desarrollos fueron pequeños y no violentaron el paisaje ni el ambiente, a diferencia de los grandes proyectos del Pacífico Norte y Central (TT Argos, 2013, págs. VI-11).
Tabla 7. Hoteles que favorecen el Turismo
de enclave |
|
Pacífico
Norte |
Pacífico
Central |
Riu Guanacaste Barceló Tambor Barceló Langosta Hilton Papagayo Resorte & Spa Occidental Allegro Papagayo Riu Palace Western Playa Conchal Willas Sol Villas Playa Sámara Allegro Papagayo Tamarindo Diriá Flamingo Beach
Resort & Spa Barceló Tamarindo Beach |
Doble Tree Resorte Hilton Puntarenas Terraza del Pacífico Best Western Jaco Beach Villa Caletas Villa Lapas Punta Leona Los Sueños de Marriott Issimo Boutique Hotel & Spa Arenas del Mar Hotel The Preserve en Los Altos Hotel San Bada |
Fuente: Elaboración propia con datos de la investigación.
Por otro lado, la costa
Pacífica de Costa Rica posee muchas playas, las cuales son consideradas,
a nivel internacional, lugares de gran belleza escénica y han sido
consideradas uno de los principales atractivos turísticos del
país.
Como lo analizan
Marín y Viales (2012, pág. 190), el crecimiento y desarrollo del
turismo en la Costa Pacífica trajo a la par consecuencias negativas,
entre ellas, la contaminación de las aguas de los ríos, mares y
esteros, situación que no fue sopesada por las autoridades gubernamentales
en los primeros años de desarrollo de la actividad turística.
La toma de conciencia
sobre este problema llegó a partir de 1995, cuando Costa Rica inicia con
el programa denominado Bandera Azul Ecológica, que consiste en otorgar
certificaciones a las comunidades que logran satisfacer aspectos de la calidad
del agua de mar, calidad de las playas, acceso a agua potable, tratamiento de
aguas residuales, educación ambiental, seguridad y
administración. Anualmente se realizan evaluaciones y
diagnósticos sanitarios para mantener la certificación de las
playas.
La Bandera Azul
Ecológica se establece como un galardón a los hoteles,
cámaras de turismo y comunidades costeras para proteger de manera
integral las playas de Costa Rica (Programa de Bandera Azul Ecológica,
2013).
Se certificaron 59 y 60
playas, en el año 2009 y 2010, respectivamente (Honey,
Vargas y Durham, 2010, pág. 59). Durante el 2012, de 115 playas, un
total de 90 obtuvieron Bandera Azul Ecológica. Las siguientes playas
obtuvieron el certificado de Bandera Azul Ecológica en el 2012 (Soto,
2013):
5 estrellas |
Blanca (Garabito, Puntarenas) y Punta El Madero (Santa Cruz, Guanacaste) |
4 estrellas |
Matapalo |
3 estrellas |
bahía junquillal y Manuel Antonio |
2 estrellas |
Arenilla, Conchal y Guiones |
1 estrella |
82 playas (puede encontrar el listado en (Instituto Costarricense de Turismo, 2013, pág. 23A) (Instituto Costarricense de Turismo, 2013, pág. 23A) |
De estas 90 playas
galardonadas 71 pertenecen a la costa del Pacífico y 19 a la costa del
Caribe.
Este programa se considera importante para la atracción del turista que busca el sol y la playa, pues los resultados del galardón se publican en los medios de comunicación masiva del país y se constituye en un factor determinante para que los posibles visitantes decidan ir o no a una playa determinada.
El artículo 22
de la Ley de Biodiversidad Nº 7788, publicada en La Gaceta Nº 101 del
27 de mayo de 1998 crea el Sistema Nacional de Áreas de
Conservación, por sus siglas SINAC (Gaceta, 1998), como un sistema de
gestión y coordinación institucional, desconcentrado y
participativo, con personalidad jurídica instrumental, que integra las
competencias en materia forestal, vida silvestre, áreas protegidas y la
protección y conservación del uso de cuencas hidrográficas
y sistemas hídricos. Los objetivos primordiales de este organismo son
dictar políticas, planificar y ejecutar procesos dirigidos a lograr la
sostenibilidad en el manejo de los recursos naturales de Costa Rica. Para esto,
dividió el territorio nacional en áreas de conservación
dentro de los cuales se designaron áreas de protección. En la
Tabla 8 se muestra la lista de áreas protegidas de la región
Pacífica de Costa Rica.
Tabla 8. Lista de áreas protegidas de las Áreas de conservación de la región Pacífica
Área de conservación |
Áreas protegidas |
Área de Conservación de Guanacaste (ACG) |
Estación experimental Horizontes Parque Nacional Rincón de la Vieja Parque Nacional Santa Rosa Refugio Nacional de Vida Silvestre Junquillal Parque
Nacional Guanacaste |
Área de Conservación Arenal Tempisque (ACAT) |
Parque Nacional Palo Verde Parque Nacional Volcán Tenorio Refugio de Vida Silvestre Cipancí Reserva biológica Lomas Barbudal |
Área de Conservación Tempisque (ACT) |
Humedal Lacustrino Río Cañas Humedal Palustrino Corral de Piedra Parque Nacional Barra Honda Parque Nacional Diriá Parque Nacional Marino Las Baulas Refugio Nacional de Vida Silvestre Camaronal Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional Refugio Nacional de Vida Silvestre Caletas Arío Refugio Nacional de Vida Silvestre Cipancí Refugio Nacional de Vida Silvestre Hacienda El Viejo Refugio Nacional de Vida Silvestre Iguanita Refugio Nacional de Vida Silvestre Langosta Refugio Nacional de Vida Silvestre Mata Redonda Refugio Nacional de Vida Silvestre Mixto Conchal Reserva Natural Absoluta Cabo Blanco Zona Protectora Montealto Refugio Natural
Vida Silvestre Tamarindo |
Área de Conservación La Amistad-Pacífico (ACLAP) |
Parque Nacional Chirripó Parque Nacional Tapantí Macizo de la
Muerte Parque Internacional La Amistad Reserva Forestal Río Macho Zona Protectora Las Tablas Zona Protectora Río Navarro-Río Sombrero |
Área de Conservación Marina Isla del Coco (ACMIC) |
Parque Nacional Isla del Coco Área Marina de Manejo de Montes Submarinos |
Área de Conservación Pacífico Central (ACOPAC) |
Parque Nacional Carara Parque Nacional La Cangreja Parque Nacional Manuel Antonio Parque Nacional Los Quetzales Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla San Lucas Refugio de Vida Silvestre Playa Hermosa Punta Mala |
Área de Conservación OSA (ACOSA) |
Humedal Nacional Térraba Sierpe Parque Nacional Corcovado Parque Nacional Marino Ballena Parque Nacional Piedras Blancas Refugio Nacional de Fauna Silvestre Golfito Reserva Biológica Isla del Caño Reserva Forestal Golfo Dulce |
Fuente: Elaboración propia con datos del (Sistema Nacional de Áreas de Conservación, 2013).
Las áreas
protegidas corresponden a un total de 1.354.488 hectáreas del territorio
nacional, y abarcan el 26,54% (Pavlotzky y Rojas,
2012, pág. 4). El territorio nacional está dividido en 11
áreas de conservación de las cuales 7 se encuentran en el
Pacífico costarricense. La Tabla 8 muestra el detalle de las
áreas protegidas de acuerdo con las áreas de conservación
a las que pertenecen.
En la Figura 15 se
muestra la distribución de áreas silvestres protegidas que se
encuentran en el Pacífico costarricense, por categoría de manejo.
En el gráfico se representa el predominio de los parques nacionales y
los refugios nacionales de vida silvestre. La extensión total de estas
áreas protegidas en el Pacífico suma 429.182,91 hectáreas
del territorio nacional, que corresponden al 36% del total de las áreas
protegidas a nivel nacional. En esta suma no se contabilizan las áreas
del territorio marino protegido, el cual corresponde a 1.501.485
hectáreas que equivale al 49,54% de las aguas territoriales del
país (Pavlotzky y Rojas, 2012, pág. 55).
Todas estas áreas
protegidas conforman un conjunto de oferta basada en la biodiversidad del
país, que es aprovechado por las diversas empresas turísticas
para fomentar el turismo ecológico, el turismo rural y el turismo de
aventura, como se mencionó en apartados anteriores.
Por otro lado, y como
se puede observar en las Figuras 6 y 7, la afluencia de visitantes a las
áreas de conservación del Pacífico tiene un comportamiento
creciente en el período que va del 2002 al 2012, con solo una disminución
en el año 2005, pero superando incluso a las áreas del Valle
Central a partir del año 2006. Lo anterior demuestra el cambio de los
gustos de los turistas hacia zonas con bellezas naturales, y ya no solo la
tendencia a los destinos de “sol y playa” como ocurría en
las primeras décadas del siglo XX.
A pesar de lo anterior, las distintas regiones del Pacífico tienen diferencias en el número de visitantes que reciben, como se muestra en la Figura 8, en el cual se evidencia que las áreas más visitadas son las del Pacífico Central.
Fuente: Elaboración propia con datos del (Sistema Nacional de Áreas de Conservación, 2013)(Sistema Nacional de Áreas de Conservación, 2013).
En este recorrido a lo
largo del Pacífico costarricense se observan gran cantidad y variedad de
ofertas de actividades turísticas, así como de servicios
turísticos, que proporcionan al turista las condiciones necesarias para
el disfrute, el descanso y la recreación.
Los datos registrados
de 1997 al 2012 para el Pacífico (Guanacaste y Puntarenas) informan de
manera general y para todo el período, que el número de empresas
turísticas de hospedaje, alimentación, agencias de viaje y
empresas gastronómicas tienen una tendencia a la alza, aunque registran
una leve baja en algunos años. Solamente la oferta de transporte
acuático y alquiler de vehículos tienen una disminución en
el período de estudio. Es importante tomar en cuenta que esta
información sólo se refiere a empresas con declaratoria
turística.
De la
clasificación de las actividades turísticas que se analizaron, a
saber, enclave, ecológico, aventura y rural comunitario, se destaca que
dichas actividades no pueden ser encasilladas únicamente en una
categoría de éstas. Encontramos actividades que se ofrecen en
varias de las categorías de turismo establecidas. Por otro lado, la
oferta de este tipo de programas es similar a lo largo de la costa
Pacífica, a excepción del Pacífico Sur, donde no se pueden
catalogar comercios dentro del turismo de enclave.
El país ha
realizado grandes esfuerzos para conservar extensos territorios en su medio
natural. De las regiones en que está dividido el país,
según el Sistema Nacional de Conservación, la del Pacífico
registra un crecimiento constante de la afluencia de visitantes desde al
año 2005 al 2012, superando, incluso, la del Valle Central (segunda en
nivel de visitas), que para el 2008 cae drásticamente. Lo que muestra
que hay un mayor gusto por recorrer las zonas naturales fuera de la Meseta
Central.
Los datos
también muestran que la mayoría de los visitantes extranjeros
buscan la recreación en zonas con belleza natural y que el principal
atractivo son las playas del país. Sin embargo, se puede observar un
aumento de otras actividades turísticas como: observación de
flora y fauna, caminatas, canopy, aguas termales,
visita a volcanes, entre otras.
La extensión e
irregularidad de la costa Pacífica favorece la biodiversidad y los
espacios naturales para ser disfrutados por el turista; esto ha sido una gran
ventaja que posee el país y que se ha constituido en el sello de
distinción que el Gobierno ha explotado para promover el desarrollo del
turismo.
Se reconoce el
desarrollo vertiginoso que ha tenido el turismo en el Pacífico
costarricense durante la última mitad del siglo XX y principios del
siglo XXI, el cual es producto de la política estatal que ha incentivado
y promovido las inversiones en la región, principalmente en la zona del
Pacífico Norte y Central.
Como puede observarse
en el estudio, también en la zona norte del Pacífico,
principalmente, se encuentran grandes inversiones infraestructurales hoteleras
que se enmarcan dentro del turismo enclave, el cual ha sido muy criticado
debido a los altos impactos en el ambiente y la cultura local. El Estado debe
controlar este tipo de proyectos, con el fin de minimizar estos impactos y
más bien convertirlos en ejemplos de turismo sostenible, socialmente
responsable y basado en las fortalezas del país (como recursos,
capacidades y atracciones naturales locales); y que tiene mayores posibilidades
de una mejor distribución de ingresos a sectores vulnerables; a
diferencia de las propuestas para el establecimiento de turismo de enclave, que
depende grandemente del turismo extranjero, altamente vulnerable a la
recesión económica global, con altos impactos ambientales y poco
derrame económico a sectores vulnerables.
Sin embargo, el
desarrollo de un turismo sostenible presenta retos importantes para que haya un
impacto positivo en las comunidades, en aspectos como: educación,
organización comunal, apoyo económico, técnico y
financiero de instituciones públicas, mejora de infraestructura, entre otros.
Blanco (2012) documenta la experiencia desarrollada en dos comunidades del
norte de Guanacaste, en las que hubo reconversión productiva de la
agricultura hacia el turismo, experiencia no ha sido tan exitosa como se
esperaba.
En uno de los apartados
de este trabajo se mostró el progreso infraestructural para
asentamientos humanos y turísticos de algunas localidades, en tres
momentos distintos: 1980,1998 y 2005, cuyo resultado demuestra que
Puntarenas-Caldera, Playa Grande-Tamarindo y Herradura-jacó
son las zonas que tienen mayor número de hectáreas desarrolladas
durante el período en estudio. Sin embargo, para los años 2006 y
2007 las mayores inversiones extranjeras se concentraron en Golfito y osa. Por
otra parte, durante los años 2005 al 2007, las inversiones extranjeras
de bienes raíces se concentraron mayormente en la costa Pacífica,
las cuales no necesariamente correspondían a proyectos hoteleros, sino a
la construcción de casas para vacacionar, condominios y villas, sitios
que compiten con la oferta hotelera y además luchan por recursos con las
comunidades locales.
El Programa Bandera
Azul Ecológica es una importante propuesta que se debe promover de
manera más fuerte y efectiva, de tal manera que pueda incluir a
más comunidades para su certificación.
El estudio de
Villalobos, Galdeano y Tolón
(2009) concluye con recomendaciones, las cuales fueron mencionadas en este
estudio, para impulsar una estrategia que permita incentivar el turismo
naturaleza.
En cuanto al turismo de
cruceros, observamos que el ingreso de turistas por el puerto del
Pacífico ha disminuido, al mismo tiempo que ha aumentado en el Caribe.
Esto ocurre a partir del año 2001. Sin embargo, a partir del 2011, el
ingreso de turistas al puerto del Pacífico supera al puerto del Caribe.
Esto último puede ser producto de la problemática generada por
las propuestas del Gobierno de construir un nuevo puerto en el Caribe,
situación que ha generado mucha controversia entre los grupos de
trabajadores y fuerzas vivas de la comunidad de Limón.
Por otro lado, el
ingreso de turistas al puerto del Pacífico, provenientes de cruceros, no
ha generado los beneficios económicos esperados para los pobladores de
las comunidades cercanas, debido a que los visitantes llegan con paquetes turísticos
comprados previamente, que los llevan a destinos fuera de la ciudad. A pesar de
ello, y de acuerdo con Mora (2013, pág. 109) hay un incremento moderado
de ingreso para los pequeños comerciantes, principalmente para los que
venden productos como licores, tabaco y recuerdos de viaje.
De acuerdo con Honey, Vargas y Durham (2010, pág. 101) no es
recomendable expandir el turismo de cruceros de alto volumen en Puntarenas y
Caldera, pues no está brindando los beneficios a estas regiones, ni al
país como un todo. Ellos recomiendan dejar el turismo de masa de
cruceros en la zona Caribe, como parte de un producto turístico general
del país, y en el Pacífico enfocarse a cruceros pequeños
(de menos de 250 pasajeros) que proporcionan más beneficios por pasajero
a la región y tienen un menor impacto social y ambiental. Además,
recomiendan que se negocie un importe más alto por pasajero y otras
tarifas y servicios; así como dar un mayor acceso a vendedores y
negocios locales para ofrecer bienes y servicios en tierra a los usuarios de
los cruceros.
A pesar del aumento de
turistas que visitan las zonas del Pacífico, se encuentran
todavía zonas rurales con bajos índices de desarrollo humano,
principalmente en las regiones del Pacífico Norte y Pacífico Sur
del país, lo que muestra todavía la falta de un ordenamiento y
una mejor distribución, planeación o encadenamiento de las
actividades turísticas que permitan irradiar los beneficios a toda la
población rural de las costas. De acuerdo con Honey,
Vargas y Durham (2010, pág. 103), el turismo de enclave (como lo hemos
llamado en este estudio) y de cruceros ha traído beneficios
económicos inferiores al país, en contraste con el turismo
relacionado con actividades naturales y culturales que tiene impactos
más positivos en la economía local, por lo que el país
debería fomentar este último.
Por otro lado, cabe
mencionar que los turistas pueden estar motivados por atractivos concretos,
pero que han de desplazarse a otros lugares donde existen otros sitios de
interés, así como condiciones de alojamiento, accesibilidad y
ofertas complementarias, etc., que pueden, en su caso, llegar a frustrar la
elección, si estos otros factores actúan negativamente en el
destino elegido (Lepe y Pardellas, 2008, pág.
162). Dado lo anterior, el desarrollo de la oferta de actividades
turísticas debe ir paralela al mejoramiento de las condiciones adecuadas
para la atención del turista, esto es: vías de
comunicación vial, servicios de transporte, hospedaje,
alimentación, seguridad, ornato, etc. En el caso de la región
Pacífica, se observan grandes diferencias en la oferta de servicios al
turista entre el Pacífico Norte y Central con respecto al
Pacífico Sur, lo que puede influir en la baja demanda que se presenta en
esta última.
Finalmente, las
campañas promocionales que ha realizado el Instituto Costarricense de
Turismo en los últimos años, para posicionar internacionalmente
la imagen de una Costa Rica “verde” y promover el turismo
naturaleza, el ecológico o sostenible, requieren un enfoque diferenciado
para las distintas regiones, de acuerdo a sus singularidades, según lo
indican Lepe y Pardellas (2008, pág. 165),
para atraer visitantes que buscan esas particularidades, considerando
además que la mayoría de los turistas internacionales llegan al
país por razones de ocio y recreación.
Es importante mencionar
otros factores que pueden entrar en juego como: niveles de educación,
fuerza institucional y gastos sociales que limitan la retribución del
desarrollo del turismo (Croes, 2012, pág. 58), por lo que el Estado debe
revisar su política pública y su estrategia en materia turismo,
pues ha sido exitoso en la reducción de la pobreza, pero no ha sido
capaz de convertir las mejoras en los indicadores de educación y salud
en ganancias productivas, incluyendo las generadas por el turismo. “Los
niveles de desigualdad en Costa Rica se han incrementado desde la década
de los noventas y los índices de pobreza se han estancado a pesar del
crecimiento económico en general y desempeño turístico en
particular” (Croes, 2012, pág. 56).
La oferta que se ha
descrito se basa principalmente en el potencial aprovechamiento de la
naturaleza y la biodiversidad que posee la Costa Pacífica, que como se
describió, incluye espacios naturales como las playas, montañas,
ríos, cavernas, bosques, áreas protegidas de conservación;
en los cuales se ofrecen diferentes actividades como cabalgatas, caminatas,
observación, pesca, buceo, canopy, etc. Sin
embargo, en este estudio no se ha considerado la oferta de tipo cultural y de
costumbres locales, ni otras como el turismo salud y turismo negocio, conceptos
nuevos que han surgido recientemente. Aunque de alguna forma, el turismo rural
comunitario propone actividades de tipo cultural comunitario, existen otras que
forman parte de la oferta periódica anual de las propias comunidades, la
cual incluye actividades relacionadas a celebraciones específicas, como
los festejos cívicos, las ferias y festivales, entre otras. En el caso
concreto de Puntarenas Centro se encuentran: los carnavales, las fiestas de la
Virgen del Mar, la maratón Sol y Arena, la Feria Gastronómica, la
elección de la Señorita del Pacífico, y en los
últimos años, las actividades deportivas competitivas como competencias de volibol de playa, ciclismo,
futbol, etc. (Chen & García, 2007,
pág. 126). Todas estos eventos representan esfuerzos comunitarios y de
actores locales para mantener o reactivar la economía de la
región, pero que actualmente solo atraen al turismo nacional,
principalmente.
Por último,
queda pendiente el análisis de los impactos sociales, ambientales y
económicos de las inversiones de los desarrollos turísticos, que
incluyen los asociados a la construcción de infraestructura, los empleos
generados de calidad y a largo plazo, el desarrollo del comercio afín en
las comunidades, los trabajos informales (venta de artesanías, frutas,
etc.), educación, la presión sobre los recursos requeridos, el
manejo de desechos y la contaminación, entre otros.
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ACERCA DE LA AUTORA
Susan Chen Mok:
Profesora, investigadora, catedrática de la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica. Puntarenas. Email: susan.chen@ucr.ac.cr.
Miembros del Consejo
Editorial:
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Dr. David Díaz Arias: Catedrático. Historia Política, Director del posgrado de Historia y Docente de la Escuela de Historia, Universidad de Costa Rica, Costa Rica. david.diaz@ucr.ac.cr
MSc. Francisco Enríquez. Historia Social. Universidad de Costa Rica. Costa Rica. francisco.enriquez@ucr. ac.cr
Dra. Ana María Botey. Historia de los movimientos sociales. Universidad de Costa Rica. Costa Rica. abotey@gmail.com
Miembros del Consejo Asesor
Internacional:
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