LA
CONSTRUCCIÓN SOCIOHISTÓRICA DE LA CALIDAD DEL CAFÉ Y DEL
BANANO DE COSTA RICA. UN ANÁLISIS COMPARADO 1890-1950
BOOK REVIEW
Carlos Daniel Izquierdo Vázquez
En el año 2010, un novedoso libro escrito por dos
historiadores, Ronny Viales y Andrea
Montero, apareció en las bibliotecas y librerías: La construcción sociohistórica de la calidad del café y del
banano de Costa Rica. Un análisis comparado 1890-1950.
El primer capítulo del libro: “El cultivo
del café y del banano: Una aproximación
a algunas de las prácticas agrícolas y su relación con la
calidad”, estudia cómo se
valoraba la calidad del café y el banano con base en la apariencia y
características
organolépticas, si bien algunas condiciones agroecológicas
permitían obtener un producto
de mejor apariencia y gusto. Las percepciones diversas, que forman parte de la subjetividad, hicieron que los actores
tuvieran posiciones variadas y divergentes,
en ocasiones, con respecto a la calidad.
El segundo capítulo se titula “La
producción del café y del banano: Una aproximación a algunas de sus
prácticas agrícolas y su relación con la calidad”.
Estas prácticas son estudiadas
desde su dimensión cultural, tomando en cuenta que eran realizadas por actores muy diversos, y que forman
parte de las estructuras mentales. Dichas
técnicas no mutaron fácilmente, y en este caso, fueron
influenciadas por las percepciones de
la calidad de los productos. Los criterios para la aplicación de ciertos
métodos de cultivo, como
drenajes, presencia de árboles, poda y siembra fueron divergentes en numerosas ocasiones, lo cual
originó convergencias y discrepancias entre
las prácticas, los discursos técnicos y científicos, y los
resultados obtenidos.
Posteriormente se analiza “El procesamiento del
café y del banano y su relación
con la calidad”. El procesamiento se consideró importante en
relación con el aspecto del
café y se traducía en mayores cotizaciones internacionales. De
igual manera, el
“beneficio” del café se consideró crucial para la
calidad del producto, especialmente
los procesos relacionados con la fermentación y el secado, lo cual produjo una amplia gama de criterios con respecto a
la calidad y a ciertas prácticas que
no siempre iban de la mano con las aseveraciones científicas y
técnicas. En el banano, el
procesamiento consistía en varias etapas para proteger el producto desde la cosecha hasta su embarque. La forma en que
se llevaban a cabo estas fases podía
influir en la apariencia de la fruta, por lo que había un vínculo
procesamiento calidad, así como una diversidad de opiniones sobre esta
última.
Titulado “El mercado del café y del banano y
su relación con la calidad”, el cuarto
apartado estudia las estrategias coyunturales de mercadeo del café a
nivel internacional, tomando en cuenta
el vínculo calidad del producto-mercado, la búsqueda de nuevos clientes y las
campañas de propaganda educativa realizadas en Estados Unidos a favor del consumo de café.
Las estrategias comerciales de la fruta tropical
fueron propuestas por la UFCo, particularmente basadas en las ventajas nutritivas de la fruta, mientras que, a diferencia
del café, el vínculo mercado-calidad fue enfatizado desde la década de 1960.
Finalmente, “Una aproximación a la
incidencia de la calidad en los precios del
café y del banano (1890-1950)” explica, para el caso del
café, los esfuerzos realizados
para ofrecer un producto de calidad, cuando el mercado principal era Europa; y como las coyunturas críticas que
atravesaba el país, hacían que su calidad desmejorara. Esta, a la vez, fue diferenciada
según el destino del grano. Los bananos producidos
en Costa Rica adquirieron tempranamente fama mundial, debido a su calidad, pero con el paso del tiempo, el
agotamiento de los suelos y las enfermedades
provocaron una disminución de la producción de la fruta demandada.
Con respecto a las fuentes utilizadas se destaca su
variedad. En el caso de aquellas de
archivo, abundan las institucionales y las del fondo de la Northern Railway Company. También son importantes los censos
y anuarios estadísticos, las memorias,
las leyes y los decretos. También fueron consultados diferentes
periódicos, tanto nacionales
como internacionales, lo cual se complementa con la información que ofrecen las revistas sobre temáticas
agrícolas, junto con una abundante bibliografía.
La colaboración de diversas instituciones y sedes
universitarias fue clave para la
exitosa culminación de la labor propuesta, fruto de varios proyectos de
investigación. Además,
el libro es un estudio sobre una dimensión trabajada tradicionalmente desde las ópticas de mercado,
agroecológicas y técnicas: la construcción de la calidad de dos productos cuya
elaboración, históricamente, ha tenido altos costos ecológicos y sociales; y que
además, su exportación ha estado en manos de élites, las cuales no han tributado
proporcionalmente a sus ingresos económicos.
En la investigación histórica, y más
específicamente en el caso costarricense,
no es frecuente encontrar obras colectivas, sino que han primado aquellas de corte individual. El presente libro se enmarca
dentro del desarrollo de nuevas áreas
de investigación histórica –como la historia ambiental y la
historia social de la salud
pública–, la formación de nuevos investigadores
jóvenes, así como reinterpretaciones,
construcciones y propuestas de modelos de análisis novedosos, a partir de trabajos finales de graduación
desarrollados en el Posgrado de Historia de
la Universidad de Costa Rica, y de proyectos de investigación del Centro
de Investigaciones Históricas
de América Central –CIHAC–.
En permanente diálogo con estudios previos sobre
el banano y el café, realizados
por los mismos autores, así como por otros investigadores, el libro
contribuye teórica y
metodológicamente a una reinterpretación de la historia regional,
económica, agraria y social del
país, pero también trasciende las categorías
tópicas tradicionales.
La continuidad y el interés temáticos han
sido fundamentales para complementar y
ampliar los valiosos hallazgos del libro de Andrea Montero y Ronny Viales. Ello se puede ver en dos publicaciones de los
mismos autores1 sobre el impacto ambiental del cultivo de banano en la región
Atlántico/Caribe, considerado en un largo
plazo. Se enfatiza en una situación de interés no sólo
regional, sino también nacional,
enfocada hacia los graves problemas de contaminación producidos por las compañías fruteras en diversas
fuentes de agua, fenómeno presente en numerosas
comunidades del país, con la complicidad institucional y altos costos
sociales, ambientales y de salud
pública. Dichas problemáticas no son recientes, sino que tienen una larga trayectoria, de ahí la
importancia de propiciar un diálogo entre el presente y el pasado.
Un significativo logro radica en que la producción
e industrialización de los
productos se estudió a nivel nacional, mientras que a nivel
transnacional, se examinó la
comercialización, publicidad, demanda y consumo de la fruta tropical y de la bebida. Para ello, fue clave el uso de
escalas comparativas, no sólo debido a las
particularidades históricas en torno a estos aspectos, sino porque los
autores se toparon con una dificultad
típica para el investigador de la Historia: la escasez de fuentes de información sobre una
temática particular.
En este caso, gran parte de las fuentes que
ofrecían información sobre la compañía
bananera no se encontraron en los archivos del país, pero ello no
impidió una
reconstrucción exhaustiva, a partir de la comparación con Jamaica;
debido a que la UFCo intentó
estandarizar el modelo de plantación. En este sentido, otro importante logro obtenido fue el análisis de
los aportes de la prensa escrita estadounidense,
los cuales sirvieron para comprender las estrategias de comercialización y difusión de ambos productos,
así como al público meta al que iban dirigidos los anuncios.
A partir de lo anterior, se efectúa una
revisión del uso de la palabra “americanos”, que podría haber sido
sustituida por aquella que especifica la nacionalidad: estadounidenses. En relación con este
último punto, en el caso del banano, se ofrece poco detalle sobre la calidad esperada, una vez
concluido el proceso de transporte
hacia el mercado estadounidense. Si bien los autores señalan que la
dulzura fue clave, surge el
interrogante sobre qué escala fue utilizada para evaluar esta característica, así como otros
aspectos –textura y dureza de la fruta–.
Si bien, a través de la publicidad bananera hay un
acercamiento al público meta,
al considerar las diferenciaciones de género y clase, queda la duda
sobre el papel que jugaban las
particularidades y diversidades étnicas del país comprador, con respecto al público consumidor de
bananos, aunque pareciera que las poblaciones
de origen africano, asiático y latinoamericano no aparecían en
este tipo de publicidad, o al menos,
que lo hacían en calidad de subordinados y bajo múltiples estereotipos.
Lamentablemente, y como se ha demostrado en
investigaciones posteriores sobre el
banano, esta vez hechas desde la historia ambiental, al menos en el caso costarricense, ha habido amplia reticencia por
parte de las empresas bananeras para apoyar
el estudio profesional del pasado y por otra parte, se evidencia un temor ante la desmitificación de uno de los motores de
la economía costarricense desde finales del
siglo XIX y prácticamente todo el siglo XX. Además, los
cuestionamientos hacia los graves
impactos de la actividad bananera en el medio ambiente y en la salud pública, han hecho que las empresas
prácticamente cierren sus puertas al escrutinio
y a la rendición de cuentas.
Dentro de los aspectos de forma, pese a que los diversos
índices denotan la exhaustiva
investigación y el uso de diversos mecanismos de apoyo al texto y
guía para el lector, es
necesario incorporar una lista de siglas. En el caso de las imágenes y fotografías, hubiese sido deseable que
estas fueran mencionadas y explicadas en el
texto, en aras de ir más allá del uso ilustrativo que muchas
veces se le hace en la disciplina
histórica a tan valiosas fuentes. Debido al acertado énfasis
transnacional, principalmente en el
caso de los afiches publicitarios, –los cuales, debe reconocerse, recibieron un amplio análisis en el
texto–, estos son insertados, pero no son legibles
en su totalidad, específicamente en los textos escritos que contienen.
Este es un libro que va más allá de la
clásica historia económica con un fuerte
énfasis cuantitativo, ya que considera dos importantes variables pocas
veces incorporadas en los estudios
económicos de historia y que a la vez, constituyen una de las mayores fortalezas del libro de Montero y
Viales: las prácticas culturales y las
estructuras mentales, a partir de su larga duración temporal. La
construcción sociohistórica
de la calidad del café y el banano reflexiona sobre la calidad como un proceso dinámico y como un concepto
relativo, en el tiempo y en el espacio.
Si bien, la publicación se ha hecho desde la
historia económica, se partió de que
no sólo los procesos técnicos y tecnológicos incidieron
–y continúan haciéndolo–,
sino que, no se puede comprender esto sin tomar en cuenta el papel fundamental de las percepciones y construcciones
subjetivas, o sea, el entorno y las prácticas
culturales realizadas por diversos actores.
Los autores demostraron lo anterior mediante, por
ejemplo, el caso de la opinión
científica ignorada por diversos productores de café con respecto
a la sombra y la poda, así como
las polémicas en torno a las implicaciones de la siembra de árboles dentro de los cafetales, al uso
del beneficiado húmedo, entre otros. Así, la construcción de un nuevo enfoque: la
calidad como una construcción sociohistórica, en este caso, del banano y del café;
se estudia, como lo indica la contraportada del
libro, mediante una trayectoria de carácter transnacional, sin dejar de
lado la diversidad de factores,
actores, instituciones y tecnologías. O sea, hay una retroalimentación entre lo económico y lo
social, lo cultural y lo agrario; y por último, lo local y lo empresarial.
Queda demostrado que hubo discursos, técnicas,
tecnologías y prácticas que
reñían con las visiones científicas y con aquellas
consideradas objetivas en diversas
fases de la producción de la fruta y el grano. También hubo
prácticas que persistieron,
pese a la inexistencia de evidencias que comprobaran su veracidad y eficiencia, lo que señala la complejidad
entre el discurso y la práctica, la tradición y la innovación; y finalmente, lo subjetivo y
lo técnico-tecnológico.
Ante esto, surgen varias inquietudes que trascienden los
objetivos de este trabajo,
–cumplidos satisfactoriamente–, y que podrían ser
temáticas para futuras investigaciones.
Si el comercio del café modificó gran parte de los hábitos
y costumbres de las élites,
¿Por qué hubo diversos sectores sociales –considerando sus variantes de clase–, reacios a
interiorizar y adoptar prácticas, técnicas y tecnologías que claramente dejaban en entredicho
las tradicionales? ¿Qué estrategias de diferenciación, a lo interno de los
diversos eslabones productivos, fomentaron cambios
y continuidades a lo interno de cada sector? ¿Qué factores,
más allá de los económicos
incidieron en lo anterior? ¿Cómo se explica que prácticas
poco efectivas y obsoletas continuaran
utilizándose en un periodo en que el saber racional y científico iba de la mano con el liberalismo
económico? ¿En qué otros aspectos, lo tradicional y lo que no era símbolo de
vanguardia sugieren, que en algunos casos, ciertas
clases no populares no estaban tan europeizadas? ¿Por qué hay
prácticas socioculturales que
prevalecen históricamente, pese a la existencia de argumentos y/o evidencias que demuestran lo contrario?
¿Los criterios para vender café de menor
calidad al mercado de Estados Unidos fueron meramente económicos? o ¿tuvieron un componente subjetivo y
político?
En futuras investigaciones sobre las trayectorias de
diversas prácticas socioculturales
–en torno a aspectos como abono de la tierra, uso de plaguicidas, quema y tala de vegetación y
representaciones sociales sobre el cultivo, la
exportación y comercialización, tanto de estos dos productos,
históricamente considerados
“emblema”, como de otros cultivos–, se podrán
determinar otras visiones
científicas que han sido ignoradas, rechazadas, aceptadas o negociadas por los actores involucrados en la
construcción sociohistórica de la calidad del café y el banano.
Mediante lo anterior, y en complemento con la
invitación realizada por los autores
para una futura comprensión integral de la construcción
sociohistórica de la calidad de
un alimento, a través de investigaciones sobre la amplia gama
temática al respecto;
también será posible establecer el papel que jugaron las
distintas comunidades
científicas y médicas en la difusión del consumo de
diferentes productos y cómo han
sido los procesos de producción, procesamiento, comercialización,
demanda, publicidad y consumo de
alimentos y complementos alimenticios, tanto a
nivel de Costa Rica como a nivel transnacional,.
Sin duda alguna, esta publicación merece ser
leída no sólo por quienes se interesan
por la disciplina histórica, sino también por aquellos estudiosos
y profesionales de otras disciplinas y
ciencias naturales y exactas.
CITAS Y
NOTAS
1 Viales, R.J. y Montero, A. (2011). Una
aproximación al impacto ambiental del cultivo del banano en el Atlántico/Caribe de Costa Rica
(1870-1930). En R.J. Viales y A. Goebel. (Eds.). Costa Rica: cuatro ensayos de historia ambiental. (pp. 83-124).
San José: Sociedad Editora Alquimia 2000. Montero, A. y Viales, R.J. (2013).
El impacto ambiental del cultivo del banano
en la región Atlántico/Caribe de Costa Rica. Limón durante
su segundo ciclo bananero (1960-2010).
En R.J. Viales (Ed.). La
conformación histórica de la región Atlántico/Caribe costarricense: (Re) interpretaciones sobre
su trayectoria entre el siglo XVI y el siglo XXI)
(pp. 475-521). San José:
Editorial Nuevas Perspectivas.
ACERCA
DEL AUTOR
Carlos
Daniel Izquierdo Vázquez: Costarricense. Bachiller en Historia,
Universidad de Costa Rica. Egresado de
la Maestría en Historia, Universidad de Costa Rica. Direcciones
electrónicas: carlosiv4@hotmail.com;
carlos.izquierdo@ucr.ac.cr