EDUCACIÓN
CONTINUA EN PROMOCIÓN DE LA SALUD, DESDE UNA ACCIÓN
INTERINSTITUCIONAL
CONTINUING
EDUCATION IN PROMOTING HEALTH FROM AN
INTERINSTITUTIONAL ACTION
Ana Cristina Quesada Monge
Lidia Isabel Picado Herrera
Palabras
clave
Historia
local, metodología histórica, historia local académica,
historia local no académica.
Keywords
Local history, historical methods,
academic local history, nonacademic local history.
Fecha
de recepción: 7 de febrero, 2014 - Fecha de aceptación: 1 de
junio, 2014
Resumen
Si
bien existe consenso en cuanto a la definición de promoción de la
salud, no sucede lo mismo sobre su
enfoque, pues varios autores han identificado diferencias en cuanto a la forma
de visualizar su implementación
o abordaje. En consecuencia, pese a que se ha reconocido su trascendencia, han existido dificultades para que su forma de operar
no se centre en los paradigmas de corte biologista-médico-asistencialista en las instituciones
y organizaciones que proveen servicios en salud, dado que esto genera que las acciones sigan
orientándose a la prevención de la enfermedad. Mediante este artículo se pretende exponer los
referentes teóricos generales y regionales, que motivaron la generación de dos proyectos de
extensión docente ejecutados, así como las metodologías y
los alcances obtenidos en el
desarrollo de estos.
Abstrac
There is a consensus about the
definition of promoting health but not about its approach since many authors have identified differences with regard to
its implementation and how to address it. As a consequence,
there have appeared difficulties for it to operate not only focusing on the
biologist-medical-welfare paradigms
because this makes actions to be guided only to the prevention of disease. In this paper, we present the general and regional
theoretical references that produced two projects of teaching extension and the methodologies and
results of these projects.
ASPECTOS
TEÓRICOS QUE FUNDAMENTAN LA CREACIÓN DE UNA NUEVA LÓGICA
DE ACTUACIÓN CON EL ENFOQUE EN PROMOCIÓN DE LA SALUD
Para poder comprender el enfoque citado, es necesario
hacer primeramente una referencia muy
general respecto a ciertas conceptualizaciones sobre salud y en especial al proceso salud-enfermedad donde cobra
relevancia.
Evolución histórica del
abordaje de la salud-enfermedad
El concepto de salud-enfermedad ha sido objeto de estudio
e interpretaciones desde diversos
enfoques teóricos, pasando a lo largo de la historia de conceptos o visiones mágico, religioso, biologista y psicológicas a posiciones más de
índole social. Para efectos de
este artículo, se centrará el estudio en dos posiciones
teóricas sobre la
salud-enfermedad, a saber: la biologista y la
sociológica.
Según Carmona, Rozo y Mogollón (2005), el
enfoque biologista concentra su interés de intervención en el
cuerpo. Es decir, el cuerpo es considerado como un aparato mecánico y un ente receptor de
acciones y sustancias que pueden modificar su
estado de salud y enfermedad. En tal sentido, el ser humano es reducido a la suma de órganos, dado que a este enfoque le
interesa trabajar solo con las personas que
manifiesten problemas físicos. Por otra parte, este enfoque considera la
salud como estado de equilibrio,
mientras que la enfermedad es vista como desequilibrio y anormalidad. De igual forma, abandona todo tipo
de visiones humanistas en los procesos
de intervención y actuación con el ser humano.
A raíz de esta debilidad que presenta el enfoque
en mención, surge en los últimos
años, la propuesta de valorar la salud desde las posturas Sociológicas, lo cual
está cobrando fuerza e importancia en el contexto actual. En este caso,
se determina que “la salud no es
sencillamente la ausencia de enfermedad, es algo positivo,
una actitud alegre hacia la vida y la aceptación entusiasta de la
responsabilidad que la vida impone a
la persona” (Carmona, Rozo y Mogollón, 2005, p. 67).
A la luz de este enfoque, diversas entidades
internacionales empiezan a construir
nuevos conceptos de salud. Una de estas instancias es la Organización
Mundial de la Salud, que la define
como: “completo estado de bienestar físico, mental y social y no solamente como ausencia de
enfermedad” (Carmona, Rozo y Mogollón,
2005, p. 67). No obstante, según las investigadoras citadas
anteriormente, este concepto presenta
dos importantes limitaciones: la concepción de ver la salud como un estado tautológico, ideal,
utópico, estático y ahistórico,
donde su acepción sigue centrada
en los individuos y no en problemas que se manifiestan en la colectividad. A pesar de que se trabaja el componente social,
este sigue confundiéndose con los factores
ambientales, que influyen en las condiciones de vida del ser humano.
Ante la carencia de conceptos y respuestas más
efectivas para el abordaje del proceso
salud-enfermedad, surge en los últimos años la necesidad de visibilizar e integrar los vínculos sociales y los
procesos de producción social en dicho abordaje.
Es decir, la salud y la enfermedad son manifestaciones de los vínculos y
relaciones sociales que construye el
ser humano con su entorno; por consiguiente, la
salud se valora de la siguiente manera (Carmona, Rozo y Mogollón, 2005,
p. 68):
·
No como una expresión
antagónica, sino como la manifestación de los determinantes contextuales y personales que influyen en
el sujeto a lo largo de la vida.
·
Como un proceso continuo de
actualización de las necesidades y posibilidades de desarrollo de los sujetos, en un contexto
específico, lo que denota un
proceso de permanente movimiento y cambio.
·
Se teje en lugares y contextos
específicos. Tiene un carácter histórico.
·
La enfermedad debe ser
abordada no como una situación individual del ser humano, sino como un proceso colectivo. Es decir,
lo biológico está condicionado
por lo social.
·
La persona es vista de manera
integral, es la integración de factores biológicos, psicológicos y sociales.
·
La salud no puede ser vista
como un fin en sí misma, sino como un recurso de la vida cotidiana, que capacita a las personas
para alcanzar las aspiraciones individuales,
sus necesidades estratégicas y cambiar el ambiente. Por tal motivo, no se puede apartar el componente cultural
de la salud, donde se da la
actualización permanente de dos estadios, el bienestar y la enfermedad,
y su coexistencia está
determinada por las condiciones de vida de las personas, pero también de las sociedades en su
totalidad.
Esta perspectiva teórica del proceso
salud-enfermedad que proponen Carmona,
Rozo y Mogollón (2005), tiene grandes coincidencias con la propuesta que establece Breilh
(1994). Este autor concibe la salud como un proceso y no como un estado asignado, dado que las
responsabilidades en la construcción de la salud y del mejoramiento de las condiciones de
vida, no solo está en las personas de
manera individual, sino en la sociedad en su forma de organización
colectiva.
Para Breilh (1994), la salud
incluye todas las áreas de la vida de las personas y su bienestar está en función de la
adecuada satisfacción de las necesidades individuales y sociales e induce abordarla de manera
sectorial e intersectorial y mediante el
compromiso social integrado al desarrollo de la sociedad; ello por cuanto la misma depende del esfuerzo coordinado de los
sectores, de equipos interdisciplinarios,
intersectoriales e interorganizacionales, que avancen
hacia la efectiva construcción
y aplicación de un modelo de salud. Por este motivo, la salud se ve como
el resultado de una
construcción colectiva.
En concordancia con lo antes planteado, el Ministerio de
Salud de Costa Rica, ha construido un
modelo de la producción social de la salud, el cual incorpora cuatro factores básicos de acción, a
saber:
·
Factores biológicos: se
refiere a todos aquellos elementos de salud, tanto física como mental, que se desarrollan
dentro del cuerpo humano como consecuencia
de la biología básica y de aspectos orgánicos del
individuo. Por ejemplo: la carga
genética, el proceso de envejecimiento, los sistemas internos del organismo, entre otros.
·
Factores ambientales: incluye
los relacionados con el hábitat humano. Se considera en este grupo las condiciones de
saneamiento básico y de vivienda, el
medio laboral, el escolar y otros.
·
Factores
socioeconómicos y culturales: incluye los estilos de vida, las decisiones, los hábitos, el ingreso
económico, el nivel educativo, los aspectos culturales, el empleo, la recreación y la
participación política.
·
Factores relacionados con
servicios de salud de atención a las personas: aspectos vinculados con el acceso, la cantidad, la
calidad, la oportunidad y la organización
de estos servicios de salud. (Dirección General de Salud, Ministerio de Salud, 2006, pp. 7-8)
En el marco del proceso salud-enfermedad en
mención, se determinan tres escenarios
de actuación: salud, riesgo e intervención o atención. De
los tres escenarios, el primero es
donde se posiciona la actuación del enfoque de promoción de la salud, mientras que en el segundo se ubica la
prevención de la enfermedad.
Cuando se estudia la promoción de la salud, es
posible identificar también varias
acepciones en la forma de cómo hacerla efectiva. Para efectos
prácticos se hará
mención general de las principales perspectivas con las que se ha
trabajado al respecto, para luego
enfatizar en el enfoque que las autoras de este artículo han venido impulsando como parte de su quehacer
institucional, en procura no solo de clarificar
sus diferencias con el de prevención de la enfermedad, sino
también de generar un cambio en
el paradigma sobre la forma de cómo actuar desde, por y para la salud, a partir del enfoque de promoción
de la salud con el fin de construir y dar prioridad
a la cultura salutogénica.
Los enfoques teóricos que se
han construido alrededor del tema de la promoción de la salud
Al igual que del concepto de salud, alrededor de su
promoción se han construido
diversos enfoques, que han sido identificados por varios autores; no obstante, para efectos de este trabajo, se resaltarán
los enunciados por Carmona, Rozo y Mogollón
(2005), así como de Eslava (2006).
Según Carmona, Roza y Mogollón (2005), en
la actualidad es posible identificar
dos enfoques teóricos y metodológicos referentes a promover la
salud. El primer enfoque es denominado
“Estilos de vida
saludables”, que se
vincula con las condiciones o formas
de vida, actitudes o comportamientos del ser humano, de igual forma con el autocuidado, por lo que la
responsabilidad de promover estos estilos
de vida queda en manos de las instituciones prestadoras de los servicios en salud.
Otro enfoque que surge sobre el tema en cuestión,
es denominado como “La capacidad de potenciar el Desarrollo Humano”. Este enfoque pretende favorecer la equidad, la participación
comunitaria y el trabajo intersectorial. En este sentido,
las acciones de promoción de la salud se constituyen en procesos
políticos y sociales, que
buscan incidir en las condiciones ambientales, sociales y económicas; por tal motivo pretende: promover la
responsabilidad social de la salud, incrementar
la inversión para el desarrollo de la salud, consolidar y expandir
nuevas alianzas para la salud,
aumentar la capacidad de la comunidad, crear poder de los individuos (empoderamiento social) y asegurar una
infraestructura para la promoción
de la salud; en consecuencia, la promoción de la salud (PS) es
considerada como un conjunto de
acciones, con el fin de que el bienestar se convierta en la tarea social más importante, no solo del
individuo, sino de la sociedad (Carmona, Rozo y
Mogollón, 2005, p. 72).
Por su parte, el investigador Juan Carlos Eslava (2006,
p. 108) considera que la
promoción de la salud ha sido caracterizada desde tres acepciones
diferentes, pero complementarias:
1. Como una orientación de política
sanitaria a nivel internacional, que busca intervenir
sobre el entorno y modificar los estilos de vida, posibilitando con ello que las opciones más saludables sean
las más fáciles de elegir.
2. Como un conjunto de acciones y procesos encaminados a
que las comunidades y los individuos
estén en condiciones de ejercer un mayor control sobre los determinantes de la salud, manteniendo o
mejorando, de ese modo, su estado de
salud.
3. Como una dimensión del trabajo, que toma como
eje la salud en sentido positivo
–y no la enfermedad– y tiene por objeto mantener las condiciones y garantizar condiciones de bienestar de los
individuos y las poblaciones.
Con base en estas acepciones, Eslava (2006) considera que
es entendible por qué la
promoción de la salud (PS) se ha planteado, a veces indiscriminadamente
y sin una coherencia interna, como:
una dimensión, estrategia, proceso y conjunto de acciones (pp. 7-9). Por tal razón, este
autor menciona que en la actualidad la visión que tiene más peso es aquella que entiende a
la PS como un referente general para las
políticas de salud y estrategia fundamental de la acción
sanitaria; pero al mismo tiempo, como
estrategia, dado que se dirige a proporcionar a los pueblos los medios necesarios y suficientes para mejorar su salud y
ejercer un efectivo control sobre esta.
De acuerdo a los planteamientos de los autores citados,
existe una coincidencia entre el
enfoque de la capacidad de potencializar el desarrollo humano y el señalado por Juan Carlos Eslava, dado que
ambos se orientan a realizar acciones para
el empoderamiento de las personas y las comunidades, a fin de potencializar lo positivo y ejercer control sobre los
determinantes de la salud.
LA
NUEVA LÓGICA DE PROMOCIÓN DE LA SALUD, DESDE EL ÁMBITO
SOCIAL
Según lo anotado anteriormente, existen diferentes
enfoques de promoción de la
salud; sin embargo, en cuanto a su conceptualización, prevalece el
establecido en la Carta de Otawa, en 1986, citado por Picado y Quesada (2010), donde
se define como “proporcionar a
los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Trasciende
la idea de formas de vidas sanas para
incluir las condiciones y requisitos para la salud que son: paz, vivienda, educación, alimentación, renta,
ecosistema estable, recursos sostenibles, justicia social y equidad”. Constituye un proceso
político y social global que abarca no solamente
las acciones orientadas a fortalecer las habilidades y capacidades de los individuos, sino también las dirigidas a
fortalecer las condiciones sociales, ambientales
y económicas requeridas para impactar positivamente en la salud
colectiva e individual.
Busca generar procesos de educación y acción
social que procuran estimular la
conciencia pública sobre el valor de la salud. A su vez, promueve el
desarrollo de condiciones y estilos de
vida saludables y fomenta la participación organizada de la comunidad e instituciones públicas y
privadas.
Para orientar y direccionar las actuaciones de las
instituciones vinculadas a la promoción
de la salud como parte de sus responsabilidades en la producción de la salud, se establecen las siguientes cinco
líneas de acción (ver Tabla 1).
De igual forma, se definieron una serie de componentes y
herramientas básicas de
actuación. Entre las herramientas se tiene: educación para la
salud (formal e informal),
comunicación social, la intersectorialidad,
las alianzas estratégicas, las redes
de apoyo social, la abogacía de la salud y la investigación
(Ministerio de Salud, 1999, p. 170).
Pese a que se ha reconocido la trascendencia del enfoque
de promoción de la salud, han
existido dificultades para hacerlo operativo, dado que este término se asocia con diversas formas de entenderlo,
además del predominio del paradigma biologista-médico-asistencialista de
las instituciones y organizaciones que producen servicios
en salud; es decir, las acciones siguen orientándose a la
prevención de la enfermedad.
Para una mejor comprensión en relación con las diferencias entre ambos enfoques se presenta la Tabla 2, que permite
distinguir las diferencias en ambos
enfoques.
De acuerdo a la Tabla 2, se puede observar que la
Promoción de la Salud, representa
un modelo social que, mediante sus métodos e instrumentos, busca innovar la forma de trabajar de sectores y actores
sociales, a fin de abordar los determinantes
generadores de salud y fomentar el cambio hacia una verdadera cultura de salud. De igual forma, propicia el
diseño de estrategias dirigidas a establecer
criterios de funcionabilidad en la evaluación del impacto de las
acciones. Por el contrario, la
Prevención de la Enfermedad limita su actuación sobre los
factores y grupos de riesgo, por lo
que su acción es focalizada y excluyente con escasos productos y resultados. El primero integra los
derechos en general, mientras que el segundo
solo para algunos grupos específicos.
En correspondencia con lo mencionado, el investigador
Juan Carlos Eslava propone una nueva e
innovadora lógica para abordaje del enfoque en promoción de la salud. Su propuesta se dirige a hacer un
desplazamiento de la manera como se identifica
en ¿Qué hacer?, en un Programa, Proyecto, Servicio o Actividad;
es decir, en lugar de plantearse un
problema en salud, definido como enfermedad, el discurso de la PS procura formular objetivos de
satisfacción (o satisfactores) a alcanzar y no se dirige a identificar factores de riesgo, sino
busca identificar las condiciones necesarias
para alcanzar estos objetivos (o satisfactores) (Eslava, 2002).
Como se visualiza en la Figura 1, se establecen una serie
de preguntas generadoras que permiten
guiar y organizar las acciones en promoción de la salud. Se parte de la interrogante ¿Qué se
desea hacer?, esto para tener mayor claridad sobre
lo que se quiere alcanzar; es decir, permite definir los objetivos
óptimos de la salud, que buscan
identificar, desarrollar y fortalecer los factores o aspectos positivos existentes, para posteriormente definir
las condiciones necesarias para realizar
acciones que permitan su alcance. Con la tercera pregunta, se concretan las actividades necesarias a realizar, tanto a nivel
individual como colectivo. El cuarto momento
corresponde a la metodología a utilizar.
En congruencia con estos planteamientos, las autoras del
presente artículo han
considerado la importancia de proponer la integración de los enfoques
citados para darle la integralidad y
efectividad a las actuaciones desde la perspectiva de promoción de la salud; es decir, los de
políticas públicas y desarrollo humano, a partir de la nueva lógica de trabajo
más positiva, proactiva, propositiva e innovadora para impactar favorablemente en las
condiciones, calidad y estilos de vida y sus
diversos determinantes desde el escenario de salud.
¿Por qué
promoción de la Salud con enfoque positivo, proactivo, propositivo e
innovador?
Para dar respuesta a esta pregunta, se dará una
justificación a cada uno de los aspectos
integrados en ella.
Positivo: parte de la identificación, priorización
de factores protectores de la salud,
según determinantes sociales, económicos, ambientales,
culturales, políticos, entre
otros. Es mirar, planificar y actuar a partir de lo que está bien,
trabajar potenciando y desarrollando
procesos vistos desde las posibilidades y no carencias, desde las fortalezas y oportunidades en los
ámbitos personales, grupales y de sociedad
civil en general.
Propositivo: revisión y diseño de propuestas,
alternativas o iniciativas que contribuyan
a la toma de decisiones en cuanto al posicionamiento del nuevo paradigma de salud, del enfoque de interés de
este artículo y generación de la cultura de salud desde la lógica positiva.
Constituye procesos que deben estar acordes a los constantes cambios.
Proactivo: al actuar sobre lo positivo, sobre lo que está
bien, implica la capacidad de
anticiparse y desarrollar procesos necesarios para contribuir a que dichas condiciones positivas se mantengan y fortalezcan.
Incluye iniciativa, emprendedurismo
y perseverancia, lectura constante del entorno, hacer proyecciones y tomar decisiones previas, es decir: antes de.
Innovador: las innovaciones sociales deben ser sociales, tanto en
sus medios como en sus fines y se
definen como nuevas ideas (productos, servicios y modelos) que simultáneamente dan respuesta a las
necesidades sociales y crean nuevas relaciones
sociales o colaboraciones generando bienestar en la sociedad y al mismo tiempo produciendo mejora en su capacidad para
actuar (Agnès Hubert,
citado en Edwards, 2012).
Con la fundamentación teórica expuesta
anteriormente, se construyeron y se ejecutan
dos proyectos de extensión docente que fomentan un proceso de educación continua, con diversos actores sociales
de diversos sectores e instituciones (públicas
y privadas) de la Región de Occidente de Costa Rica. El proceso de estos
dos proyectos se presenta a
continuación.
EL PROCESO DE EDUCACIÓN CONTINUA EJECUTADO PARA LA
EFECTIVA APLICACIÓN DEL ENFOQUE EN PROMOCIÓN DE LA SALUD
¿Cuál fue la realidad
regional que motivó generar el proceso de educación continua?
Como parte de un proceso internacional, nacional y luego
regional, en el año 2004 se
realizó, en la Región de Occidente de Costa Rica, la
medición de las funciones
esenciales de salud pública, cuya conducción estuvo a cargo del Ministerio de Salud con el apoyo de la
Organización Panamericana de Salud. Los resultados
obtenidos en esta primera medición representaron un insumo básico
para determinar el proceso de
planificación y acciones tendientes a mantener las funciones en salud.
La medición abarcó 11 funciones esenciales,
pero dos de ellas fueron de vital interés
para las autoras de este artículo, dado que hacían referencia a
la manera como se estaba integrando el
enfoque de promoción de la salud en el contexto regional y local. Estas funciones fueron:
promoción de la salud y desarrollo de recursos
humanos y capacitación en salud pública.
Con respecto a la función en promoción de la salud, los resultados demostraron que son evidentes los esfuerzos desarrollados por
la autoridad sanitaria regional de
Occidente, para avanzar en los procesos con este enfoque, sobre todo en lo correspondiente a reorientar los servicios hacia la
adopción de una nueva cultura de
salud, donde se potencializan y maximizan los factores protectores de la salud,
que procura fomentar conductas y
ambientes saludables; sin embargo, también se reconoció que algunas instituciones, si
bien indicaban impulsar acciones de promoción
de la salud, al ejemplarlas, se determinaba confusión pues realmente
eran de prevención de la
enfermedad. Por ejemplo: desarrollar actividades relacionadas con estilos de vida saludable dirigidas a grupos de
crónicos; es decir, grupos de riesgo para
prevenir enfermedades crónicas no trasmisibles, hallazgo que
lógicamente ameritaba
clarificación conceptual y de enfoque. En este contexto se han
facilitado: capacitaciones,
asesorías, normas, intervenciones, así como el establecimiento de
alianzas estratégicas y
planificación intersectorial hacia la unificación de criterios y consecución de metas en pro de la salud
pública. La función del desarrollo
de recursos humanos y
capacitación en salud pública
fue el de menor desarrollo, específicamente con el indicador que midió el perfeccionamiento
de los recursos humanos.
A raíz de los resultados emitidos en esta
medición, se conformó la Comisión Interinstitucional de Promoción
de la Salud de la Región (CRIPS),
la cual elaboró un Primer Plan
Estratégico de Promoción de la Salud, 2005-2007 y luego otro plan para el periodo 2008-2011. En el
marco de estos planes se realizaron
diversas actividades, tales como: a) El 23 de noviembre de 2004 se realizó un Taller Inter-organizacional;
b) Para el año 2007, la Comisión programó
un taller sobre “Las políticas
públicas locales en salud con enfoque de
género y promoción social”, coordinado por el Ministerio de
Salud, el Instituto Nacional de la Mujer, la Sede Regional de
Occidente de la Universidad de Costa
Rica y Federación (FEDOMA); c) El 4 de noviembre de 2008 se ejecutó un Foro Regional titulado
“Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedad: dos enfoques distintos pero
complementarios”.
Producto de dichas actividades, los participantes
expusieron como recomendaciones para
la Comisión Intersectorial: 1) Redireccionar
el enfoque de prevención vs. promoción, de los profesionales de la salud; 2) Dotar
de talento humano necesario a las
Áreas de Salud de la CCSS, para implementar la promoción de salud; 3) Continuar realizando este tipo de
actividades, para que exista más conocimiento
alrededor del tema, y 4) Sensibilizar a funcionarios, estudiantes y personas de la comunidad, acerca de la
especificidad de la promoción de la salud.
Al tomar en consideración estas recomendaciones,
la Región Rectora de Salud y la
carrera de Trabajo Social de la Sede de Occidente, Universidad de Costa Rica, realizaron dos actividades sustantivas:
un proyecto de investigación
titulado “La Promoción de la Salud en el contexto de las
instituciones públicas de la
Región Central Occidental de Costa Rica” (N° 540-A9-018) y un proceso de educación continua que se
manifestó en dos proyectos de extensión
docente. Seguidamente, se expone las características principales de los proyectos de extensión docente.
Primer proyecto: “Fortaleciendo
las capacidades humanas y técnicas de los actores sociales de la
Región Central Occidente, para la efectiva aplicación del Enfoque
en Promoción de la Salud”.
El primer proyecto se planteó como meta para el
año 2009-2010 ejecutar un proceso
de educación continua dirigido al personal de las Áreas Rectoras
de Salud del Ministerio de Salud, de
las Áreas de Salud de la CCSS, docentes y estudiantes universitarios de la Sede de Occidente, Universidad
de Costa Rica (recintos de San Ramón
y Tacares), funcionarios de instituciones de otros sectores y actores comunales de la región.
Este proceso de educación continua tenía
como objetivo general: “Propiciar las
condiciones necesarias para el fortalecimiento de las capacidades humanas y técnicas de los actores sociales de la
Región de Occidente, con el propósito de avanzar hacia la efectiva aplicación del
Enfoque de Promoción de la Salud”; el cual se ejecutó de setiembre de 2009 a junio
de 2010, se contó con la participación de los siguientes actores sociales: Ministerio de Salud: Áreas Rectoras de
Salud, Sarchí,
Zarcero, Naranjo, San Ramón y Atenas; Ministerio de Educación:
Región Educativa Occidente;
Caja Costarricense de Seguro Social: Áreas de Salud San Ramón, Naranjo, Clínica Clorito
Picado; Universidad de Costa Rica, Sede Occidente:
carrera de Trabajo Social y Consultorio Social; Municipalidades: Naranjo y Atenas; ONG: Mujeres Unidas en Salud y Desarrollo
(MUSADE) y Comité Cantonal de
Deportes San Ramón.
El proceso de capacitación se ejecutó con
una metodología constructivista, pues
los actores trabajaron aspectos teóricos y metodológicos del
enfoque en promoción de la
salud, a la luz de las experiencias e iniciativas de los escenarios que representaba cada actor participante. Cabe
destacar que se ejecutaron actividades
educativas de forma sincrónica (presenciales) y asincrónicas (a
distancia).
Las actividades de capacitación se realizaron en
cinco momentos, complementarios entre
sí:
·
Primer
momento: “Curso-Taller sobre fundamentos
teóricos-metodológicos para formular proyectos con enfoque de
promoción de la salud”
Este curso inició en la Sede de Occidente,
Universidad de Costa Rica, el 3 y 4 de
setiembre de 2009, el cual fue dirigido a un grupo conformado por 30 personas representantes de diferentes instituciones.
Durante los dos días se efectuaron
actividades de trabajo grupal, que permitieron el intercambio de conocimientos y experiencias sobre el tema, entre las
personas participantes, a fin de que lograran
identificar las prioridades de promoción de la salud en sus escenarios
de actuación y con base en esto
formularan una idea de proyecto con enfoque.
Para efectos del curso, las facilitadoras ajustaron una
metodología de identificación
y formulación de proyectos, acorde a la nueva lógica de trabajo del enfoque en cuestión.
En este momento, se identificaron 12 ideas de proyectos,
propuestos por equipos de trabajo
inter-institucionales.
·
Segundo
momento: “Intercambio a distancia de los avances y
retroalimentación de los proyectos formulados”
Este momento consistió en habilitar espacios de
intercambio presenciales y a
distancia, con el objetivo de que las personas participantes compartieran el proceso de formulación de sus proyectos
con enfoque en promoción de la salud.
Se contó con la asistencia e involucramiento continuo y
sistemático de 27 personas.
Entre los logros, destacan el análisis del marco legal internacional, nacional e institucional que da sustento a las
acciones de promoción de la salud, de
igual manera, la formulación de 10 perfiles de proyectos de promoción
de la salud de índole
intersectorial.
·
Tercer
momento: “Curso-Taller sobre los fundamentos
teóricos-metodológicos para la evaluación de los proyectos
con enfoque de promoción de la salud”
Este momento consistió en el desarrollo de un
taller de tres días, que tuvo como
objetivo “Facilitar fundamentos teóricos-metodológicos,
para la evaluación de los
proyectos con enfoque de promoción de la salud, implementados por los actores sociales participantes, en la
Región de Occidente”.
Con dichas actividades educativas, se logró
diseñar matrices para la evaluación
de los respectivos proyectos en promoción de la salud.
·
Cuarto
momento: “Jornada de presentación de resultados de proyectos
implementados por los actores sociales”
Como última actividad educativa, se ejecutó
una jornada de presentación de
resultados de proyectos, a fin de proyectar y validar los logros y alcances del
proceso de capacitación,
así como retroalimentar la experiencia a otros actores sociales, no solo de la Región de Occidente,
sino también a otras regiones del país.
Al final del proceso se pudieron contabilizar los
siguientes productos generales: 27
personas capacitadas, 8 instituciones participantes, 10 proyectos de promoción de la salud.
·
Quinto
momento: “Sistematización del proceso de educación
continua”
Este momento consiste en la elaboración
de un informe de sistematización de la experiencia vivida, a fin de
realimentar futuros proyectos de esta naturaleza.
Segundo proyecto: “Fomentando la cultura
de Salud desde el enfoque de Promoción de la Salud: Una acción hacia la
integración de actores y redes sociales”
Este segundo proyecto inició el 3 de junio y
finalizó la primera semana de diciembre de
2011. El objetivo general: “Fomentar procesos de asesoría técnica, capacitación y comunicación social sobre el
Enfoque en Promoción de la Salud para la
creación de una red de actores sociales de la Región Central
Occidental, así como en otras regiones de Costa
Rica, a fin de posicionar la cultura de la salud desde el
enfoque de promoción de la salud”. Dos de los objetivos
específicos fueron: “Establecer espacios de
capacitación para actores sociales intersectoriales, que permitan la adquisición y actualización de
conocimientos relativos al enfoque de
promoción de la salud desde la perspectiva proactiva, positiva e innovadora,para el desarrollo de sus habilidades
individuales y grupales que les faciliten la aplicación
del enfoque en cuestión” y “Facilitar la integración
de redes sociales en la Región Central Occidental, para la
consolidación y continuidad de los procesos de promoción de la salud desarrollados tanto a nivel
institucional como intersectorialmente en la Región”.
Originalmente, este proyecto se delimitó geográficamente
en la provincia de Alajuela; sin embargo, se extendió a
otras provincias (San José, Heredia y Puntarenas), por demanda de
actores sociales de instituciones de dichos lugares.
Las instituciones participantes en este segundo proceso fueron:
·
Ministerio de Salud: Encargadas de Mercadoctenia de la Salud/RCO
·
Universidad de Costa Rica, representante de la
carrera de Trabajo Social
·
Municipalidades: Zarcero y Atenas de la
Región Central de Occidente
·
Caja Costarricense de Seguro Social
·
Instituto Nacional de Aprendizaje
·
Se contó con la participación de 32 actores.
·
Este proyecto se ejecutó, también, con una
metodología constructivista, donde los
actores sociales involucrados se constituyeron en protagonistas del desarrollo
de las diferentes etapas del proyecto.
·
Primer
momento: Promoción y divulgación del proyecto con actores
sociales a involucrar
Para iniciar el proyecto se realizaron actividades de
divulgación e información con actores sociales egresados del I
Proyecto de Extensión Docente, así como con otros actores que mostraron interés en integrarse.
·
Segundo
momento: Capacitación de los actores sociales sobre el Enfoque en
Promoción de la Salud
Después de haber realizado un proceso de
inscripción, se empezó a impartir un curso de
capacitación a distancia, por medio de la plataforma de Mediación Virtual de la Universidad de Costa Rica; inició con una
sesión presencial que permitió
exponer las bases conceptuales del curso y brindar las indicaciones para el uso de esta herramienta informática.
·
Tercer
momento: Asesoría a actores sociales sobre el Enfoque en
Promoción de la Salud
Como parte del proceso de capacitación se brinda
asesoría individual y grupal, ante
inquietudes y demandas específicas de las personas participantes.
·
Cuarto
momento: Consolidación de una red de actores sociales
Para este momento, se motivó e impulsó la
integración de actores sociales mediante una
red, que defina un plan de trabajo en conjunto, que facilite la continuidad de
planes, programas, proyectos y actividades regionales con enfoque en promoción de la salud.
CONCLUSIONES
El siguiente
artículo nos permite concluir lo siguiente:
Considerando el
desarrollo teórico del concepto de salud-enfermedad, es imprescindible fomentar espacios de análisis colectivo
sobre el significado de salud que emerge en
los servicios de salud, a fin de generar las herramientas necesarias a los actores sociales, para que logren trascender el paradigma biologista, pues contradictoriamente
abordan la salud desde la enfermedad, dejando de lado las condiciones salutogénicas. De
igual forma, se visibiliza el enfoque de promoción de la salud, a partir de una visión positiva, proactiva e
innovadora, como uno de los ejes centrales
en la construcción social de la salud.
Para que haya
un efectivo posicionamiento de la promoción de la salud desde la visión positiva, proactiva e innovadora, se requiere
no solamente identificar sus diferencias con
respecto a la prevención de la enfermedad, sino también mantener claridad teórico-metodológica y operativa respecto
a este enfoque. Se necesita fomentar un
proceso permanente de lectura y análisis del entorno local, regional, nacional e internacional, identificando con ello los
determinantes y factores protectores de la salud, para definir las estrategias,
los objetivos de satisfacción y planificar acciones colectivas que
actúen sobre aquellos y así impactar favorablemente como ya se ha señalado, sobre las condiciones y calidad
de vida en la población, integrando las
propuestas del enfoque, específicamente las políticas
públicas, el desarrollo humano y la nueva lógica de
trabajo de promoción de la salud expuestas en este
artículo.
Las
experiencias desarrolladas en la Región Central Occidental de Costa
Rica, demuestran la factibilidad de articular
esfuerzos, recursos y talentos entre Universidades e Instituciones
Públicas, para generar procesos de educación continua, que contribuyan a llenar los vacíos, fortalecer debilidades y
atender los intereses que presentan los actores sociales. Por otra
parte, las experiencias son una contribución de cómo hacer efectivas las intensiones
técnico-políticas en el caso particular de la promoción de la salud, aprovechando el predominio de
múltiples factores protectores, la respuesta positiva y los procesos de
participación social existentes en la región
que posibilitan su implementación. Todo lo cual ha permitido dar
continuidad a los procesos de posicionamiento del enfoque señalado,
sobre todo con gobiernos locales, Ministerio de
Educación y Caja Costarricense de Seguro Social, especialmente en la Región Central Norte, los cuales se
orientan a la construcción de una
verdadera cultura de salud.
Como
principales desafíos de trabajo en el campo de la promoción de la salud, se pueden considerar los siguientes:
·
Trascender los paradigmas prevalentes sobre salud-enfermedad en
autoridades políticas y técnicas, así como en los
servicios sociales y la sociedad en general,
quienes privilegian con sus políticas y planificación las
actuaciones institucionales y comunidades que fomentan acciones focalizadas en factores de riesgos y problemas; al tiempo que excluyen las
poblaciones y condiciones positivas y salutogénicas
existentes, que también deben servisibilizadas
en los procesos de planificación estratégica en salud, en todas sus etapas metodológicas, para mantener y fortalecer
dicha condición.Esto posibilita que se invierta en salud y no solo se gaste en la
atención de la enfermedad, que se trabaje realmente con
enfoque de derechos, de género e
inclusión. En este caso, es fundamental que a nivel país se
impulse con claridad el abordaje del proceso
salud-enfermedad desde la visión social, donde se
dé prioridad a la implementación del enfoque de promoción
de lasalud ya planteado.
·
Definir mecanismos y estrategias que permitan mantener el
proceso continuo y sostenido de la promoción de la
salud, para formar adecuadamente a los y las
profesionales en este ámbito.
·
Definir un perfil para los profesionales que desempeñan
funciones y desarrollen las correspondientes acciones.
·
Además, evaluar las intervenciones, acciones y
componentes que realizan las instituciones
con respecto al enfoque, a fin de que los resultados permitan un fortalecimiento de su aplicación.
Se visualiza
que en futuros proyectos de educación continua se generen talleres de estrategias de comunicación social para el
desarrollo en promoción de la salud, ya
que busca darle mayor contenido a la comunicación ubicándola en
los procesos culturales, sociales y
políticos, recuperando su sentido educativo-participativo, apostando por
una comunicación ciudadana vinculada a gestar procesos de desarrollo que se articulen a la vida cotidiana de la gente, y
que orienten la acción ciudadana hacia
el cambio social.
Asimismo,
facilitar tecnologías para el intercambio de información, capaces de generar realimentación y el fortalecimiento de
actitudes, prácticas y hábitos orientados
hacia una verdadera cultura en salud.
REFERENCIAS
Breilh,
J. (1994). Nuevos
conceptos y técnicas de investigación guía
pedagógica para un taller de metodología. Serie Epidemiología Crítica
Número 3. (1° ed.). Ecuador: Ediciones CEAS.
Carmona, L., Rozo, C. y Mogollón, A.
(2005). La Salud y la Promoción de la Salud: una aproximación a
su desarrollo histórico y social. Revista
Ciencias de la Salud, 3(1), 62-77. Recuperado de
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Eslava, J.C. (2002). Promoción y
Prevención en el Sistema de Salud en Colombia. Revista de Salud
Pública, 4(1), 1-12. Recuperado de
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-00642002000100001&lng=en&tlng=es/
Eslava, J.C. (2006). Repensando la
promoción de la salud. Revista
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Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=4220990/
Ministerio de Salud. (1999). Plan Nacional de Promoción de la Salud
1999-2004. Costa Rica: Ministerio de Salud.
Ministerio de Salud. (2004). Medición Regional de las Funciones
Esenciales de Salud Pública en la
Región Central Occidente. Costa
Rica: Unidad Regional de Desarrollo de la Salud, Ministerio de Salud.
Edwards, M. (2012, setiembre 7).
¿Qué es innovación social?.
[Registro web]. Recuperado de
http://www.tendencias21.net/innovacion/Que-es-la-innovacion-social_a45.html/
Picado, L. y Quesada, A. (2009). Propuesta de capacitación continua:
“Fortaleciendo las capacidades humanas y técnicas de los actores
sociales de la Región de Occidente hacia la efectiva aplicación
del Enfoque de Promoción de la Salud”. [Proyecto de Extensión Docente]. Región Rectora de la Salud Occidente y
Universidad de Costa Rica, Sede de Occidente.
Picado, L. y Quesada, A. (2010).
“Aclarando las posiciones teóricas sobre el Enfoque en
Promoción de la Salud: en
busca de su efectiva implementación en el contexto actual”. Revista Trabajo Social, (12),
73-90.
SOBRE LAS AUTORAS
Ana Cristina
Quesada Monge: Trabajadora Social, docente universitaria.
Máster en Trabajo Social, énfasis en Gerencia
Social. Carrera de Trabajo Social, Sede de Occidente,
Universidad de Costa Rica. Correo electrónico: cristina.quesada@ucr.ac.cr
Lidia Isabel
Picado Herrera: Trabajadora Social. Máster en Salud
Pública, énfasis en
Políticas de Salud. Promoción de la Salud, Unidad de
Rectoría de la Salud,Región
Rectora de la Salud de Occidente, Ministerio de Salud. Correo
electrónico: lpicadoherrera@gmail.com / lidiai5@yahoo.es
Tabla 1
LAS
LÍNEAS DE ACCIÓN DEL ENFOQUE EN PROMOCIÓN DE LA SALUD
LÍNEAS DE ACCIÓN |
CONCEPTO |
Elaboración de políticas públicassaludables |
Se refiere al conjunto de políticas
públicas como las leyes, decretos, reglamentos o normas establecidas
desde los sectores públicos con repercusiones relevantes a corto y
largo plazo en el estado de salud de la población. |
Fortalecimiento de la participaciónsocial |
Se refiere al proceso de construcción
y producción de la salud, en el cual intervienen tanto las instituciones y
órganos del sector de la salud como los demás sectores relacionados con
él, en los ámbitos público y privado. Permite a las
personas, grupos organizados e instituciones tener los conocimientos,
la capacidad, la información y el poder suficientes para garantizarle
a la colectividad condiciones para una vida sana y el acceso equitativo a
bienes y servicios. |
Fortalecimiento de habilidades y potencialidades individuales y colectivas |
Proceso que promueve la habilidad para tomar
decisiones y ganar control sobre la vida personal, lo cual tiene que ver con la
percepción de la competencia y eficacia. Para ello, se debe empoderar
a las personas y a las colectividades para que tomen decisiones informadas acerca de
su salud, asimismo requiere de la socialización del conocimiento
técnico científico en salud. |
Creación de ambientes saludables |
Proceso que promueve las acciones que
consideren todos aquellos aspectos identificables del entorno: físico,
social, emocional, económico, ecológico y político
saludable que influencian la salud. La salud humana se construye según la
forma en que tratamos a la naturaleza y a nuestro propio ambiente (educativo,
laboral, familiar, social-natural). |
Reorientación de los servicios de salud |
Priorizar la actuación de los
servicios sobre los determinantes de la salud (conciencia y conducta,
económico-ecológico, biológico), más que sobre los
daños que estos ocasionan. Proceso de adaptación de sus
estructuras y funciones a las nuevas demandas de salud. Implica alianzas
con otros sectores para influenciar en la atención integral de
factores que condicionan la salud. |
Fuente:
Elaboración propia con base en (Ministerio de Salud, 1999).
Tabla 2
PRINCIPALES
DIFERENCIAS ENTRE PROMOCIÓN DE LA SALUD Y
PREVENCIÓN
DE LA ENFERMEDAD
PROMOCIÓN DE LA SALUD |
PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD |
Visión
salutogénica |
Visión
patogénica |
Modelo social |
Modelo
biomédico-enfoque asistencial |
Actuación
sobre determinantes y factores protectores de la salud |
Actuación
sobre factores de riesgo |
Aplicación
de métodos, técnicas y estrategias para favorecer las
condiciones salutogénicas |
Aplicación
de técnicas para reducir los factores de riesgo y enfermedad o
daño |
Se dirige a
población en general como comunidades o grupos específicos (niñez,
adolescentes, adultos, mujeres, entre otros) |
Primaria: se
dirige a personas y grupos de riesgo Secundaria:
personas o grupos posiblemente enfermos (tamizajes) Terciaria:
enfermos en riesgo de complicaciones y muerte |
Enfoque de
derechos |
Privilegia
solo grupos de riesgo |
Busca
proteger y fortalecer la salud |
Disminuir
complicaciones de enfermedad |
Fortalecimiento
de procesos de participación social intersectorial-política |
Débil
participación en escenarios políticos e intersectoriales, centrada en
comunidades de riesgo. Acciones puntuales |
Amplia
cobertura y beneficia a mayor número de personas o población |
Cobertura
limitada, se centra en personas afectadas. Es focalizada |
Busca
desarrollar potencia, potencialidades positivas y fortalezas individuales y colectivas
(grupos-comunidad-nacional) |
Aplicación
de técnicas para evitar la aparición o avance de una
enfermedad o daño |
Acciones de
educación e información en salud hacia el
reforzamiento de comportamientos para el logro de condiciones y
estilos de vida saludables |
Acciones de
educación e información hacia la protección de los
individuos de los factores de riesgo o problemas y sus posibles
causas, busca modificación de conductas de riesgo |
Busca mejorar
las condiciones y calidad de vida de la población. Sus resultados son de
largo plazo |
Busca
disminuir riesgos por lo que su protección es específica.
Resultados limitados a corto plazo |
Fuente:
Elaboración propia y ajustada al enfoque positivo, a partir de diversas
fuentes documentales internacionales y nacionales
consultadas, referentes al tema de promoción de la salud (Picado y
Quesada, 2010).
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