Diálogos Revista Electrónica de Historia, 21(2): 38-65. Julio-diciembre, 2020. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica40
INTRODUCCIÓN
Los escenarios de conictividad socioambiental por el agua han estado
históricamente presentes en América Latina, de ahí que se hayan desarrollado
amplios esfuerzos de investigación sobre estos, muchos de los cuales han sido
englobados en redes como WATERLAT-GOBACIT. De estas es posible señalar
dos vertientes: por un lado, aquellas investigaciones que estudian la temática con
un enfoque en los Derechos Humanos y, más específicamente, el derecho humano
al agua potable y las prácticas de gestión de este recurso (Foronda, 2008; Caba-
llero, 2008; Ávila, 2008; Viñuales, 2008; Vallejo, 2011; Mar, 2012; Pare, 2012;
Collado, 2012; Galindo, 2012; Hidalgo, 2012; Sánchez-García, 2015; Echeverría,
2017; Mora, 2017); y por otro lado, aquellas que se centran en estudiarlos a partir
de criterios políticos como la desigualdad en el acceso al agua y la ecología polí-
tica (García, 1999; Pérez, Santamaría & Piña, 2006; Castro, 2008; Peña, 2008;
Castro, 2012; Castro, Kloster & Torregrosa, 2004; Bazán, 2012; Bottaro, Latta &
Sola, 2014; Latta & Gómez, 2014; Bautista, 2016).
Esta presencia de conictividad también ha sido una realidad de nuestro país.
En Costa Rica, desde la década de los años 80 hasta el 2017, es posible contabilizar
441 contiendas políticas por agua que han llegado a ser abordadas por medios de
comunicación escrita, de las cuales el tipo más recurrente es por el acceso a agua
potable, seguido por la protección de cuerpos de agua y, por último, reclamos por
un inadecuado saneamiento (Alpízar, 2019, p. 27). Si bien, de acuerdo con Alpízar
(2019), no es posible hablar de un crecimiento sostenido de la ocurrencia de estas
contiendas (pp. 25-27), es claro que se puede armar que han estado presentes a lo
largo de los años en el escenario político nacional.
Estos conictos, sin embargo, pueden ser cada vez más frecuentes frente a
realidades que apuntan hacia una potencial escasez del agua a raíz de sequías ahora
más recurrentes y prolongadas, articulando consigo luchas entre grupos con intereses
contrapuestos en diferentes niveles (local, regional, nacional y mundial) por el su
control y empleo (Segrelles, 2007). Sobre las cuales tienen un papel muy relevante
la movilización de los recursos hídricos de un lugar a otro para sus distintos usos en
lugares distintos (Swygendouw, 2019, pp. 48-49).
Este es precisamente el caso del conicto socioambiental por las fuentes de
agua del parque Los Chorros, donde en el 2011 el Instituto Costarricense de Acue-
ductos y Alcantarillados (AyA) buscó desarrollar el proyecto de Mejoras al Sistema
de Abastecimiento de Atenas, con el cual buscaba tomar agua del acueducto ubicado
en esta área para solucionar las demandas por abastecimiento del cantón vecino,
tras haber sido declarado en emergencia sanitaria por la escasez que enfrentaba. Sin
embargo, lo que parecía ser una no muy complicada inversión en mejorar la infraes-
tructura terminó por articular un conicto que se extendió por cerca de ocho años y
enfrentó a dos comunidades vecinas entre sí
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y con el Estado.