Diálogos Revista Electrónica de Historia, 22(1): 134-155. Enero-junio, 2021. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica140
asunto a través de la supresión de su término presidencial, con la ayuda de autoridades
panameñas. La importancia de Panamá para Estados Unidos no solamente estribaba por
la defensa del Canal, la cual era la piedra angular del sistema defensivo transoceánico de
dicho país, sino también servía de espejo ante Latinoamérica de las políticas de “Buen
Vecino” implementadas por la administración de F.D. Roosevelt (Maingot, 2005).
Del mismo modo, el Caribe insular no estuvo ajeno de aliaciones ciudadanas
y políticas con el Tercer Reich y con el resto de los países que eran miembros de
la Quinta Columna. Para combatir la amenaza el gobierno de los Estados Unidos de
Norteamérica rmó tratados bilaterales relacionados a lo militar y económico, tanto
con la Republica Dominicana como con Haití y Cuba. Uno de los objetivos era estan-
darizar las fuerzas armadas del hemisferio occidental bajo la supervisión y educación
de las fuerzas armadas estadounidenses (García y Vega, 2002). En Cuba, la llegada al
poder de Fulgencio Batista en 1940 permitió extender pistas de aterrizaje en diferentes
partes de la isla, así como proporcionar el suministro de agua a la Base Naval de Guan-
tánamo. Al mismo tiempo, la inteligencia cubana se destacó por perseguir a personas
pro-falanges, prohibieron las aliaciones políticas al partido Nazi alemán, encarce-
laron a italianos y alemanes, llegando a ejecutar a uno de sus agentes en el Caribe
(Maingot, 2005). En República Dominicana fueron menos radicales que el gobierno
cubano. Incluso, el gobierno dominicano liderado por Rafael Leónidas Trujillo llegó a
coquetear en diferentes ocasiones con establecer lazos diplomáticos permanentes con el
Tercer Reich. Como evidencia de esto, envió a su propia hija como embajada quisque-
yana a Berlín en 1936 y le exigió que el gobierno alemán elevara a nivel de “ministro”
al embajador Nazi en dominicana (Vega, 2015). Por si fuera poco, el generalísimo
Trujillo, permitió la visita de varios buques de guerra a la bahía de Samaná, entre ellos
el Karlsruhe en el 1934, el Emden en 1936 y el Schleslem en 1938. Sin embargo, el
punto culminante fue cuando Trujillo permitió el establecimiento del Instituto Cien-
tíco Dominicano Alemán (ICDA), el cual comenzó a recibir cientícos alemanes a
partir de 1937 y 1938. Las investigaciones se llevaron a cabo en el valle de Constanza,
en la bahía de Samaná, el lago Enriquillo y la región del Cibao, y tenían como n
investigar aspectos geofísicos, oceanográcos, geológicos y geográcos (Vega, 2015).
Ante tanta simpatía entre ambas naciones, los estadounidenses respondieron
enviando un buque militar y revelando información de espionaje al gobierno domi-
nicano. Las autoridades norteamericanas conrmaron que el ICDA era un centro de
espionaje nazi y presionó al gobierno para que los expulsara. En 1939, el dictador
Trujillo realizó una serie de viaje ociales a nivel internacional. Su primera escala fue
en Washigton D.C. donde se reunió a puerta cerrada con el presidente F.D. Roosevelt.
Luego de la visita relámpago a los Estados Unidos de Norteamérica, visitó el conti-
nente europeo donde la declaración de guerra de Alemania a Francia e Inglaterra
hicieron adelantar el viaje de regreso a América. De vuelta, hizo escala nuevamente en
la capital estadounidense donde se reunió con altos ociales y todo parece indicar que
comenzaron las negociaciones para eliminar la recaudación de aranceles de repago de
la deuda externa con el n de mantener a los dominicanos como aliados (Vega, 2015).