Diálogos Revista Electrónica de Historia, 23(2): 1-23. Julio -diciembre, 2022. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica18
observa que, a pesar de hallarse una mayor cantidad de compañías (más del doble
que en 1960), el impacto en el volumen de capital fue reducido (no llegó a superar
en el doble como sí sucedió en otros subgrupos). Con respecto a las ramas a donde
se volcaron, es claro que la diversicación fue mayor en comparación a la década
pasada en actividades como cosméticos, relojes, maderas y tintas, además de las
predominantes manufacturas pesadas. Las más pequeñas de los años de 1970, por
su parte, también asistieron a una gran cantidad de empresas de reciente crea-
ción durante los años 1960, respondiendo a una tendencia de perl similar a las
descriptas anteriormente. Por último, el capital alemán asociado, que a comienzos
de 1960 no registraba importantes proyectos más allá de campeones históricos
como Dreyfus, asistió a un cambio en los años de 1970. Si bien este cambio no se
explicó en una mayor cantidad de rmas, como pudo verse en la mayoría de los
grupos de 1970, fue muy signicativo en volumen de capital que, desde pocos
proyectos, se multiplicó en por lo menos tres veces.
Otras consideraciones sobre el capital alemán permiten ver cómo se dife-
renciaron de las estrategias de los años sesenta, donde entre los rubros preferidos
de las empresas extranjeras habían estado los sectores tradicionales de alimentos y
bebidas, además de la industria química, farmacéutica, y los dinámicos de metales
y maquinaria. Por el contrario, si bien los capitales alemanes mostraron cierta
tendencia hacia las industrias más dinámicas como la automotriz, la química y la
metalúrgica, presentaron una diversicación en sectores especícos desde capitales
menores sumando otras ramas como comercio, nanzas y cosmética. Respecto a la
creación de las empresas, los capitales alemanes parecieron mostrar una tendencia
contraria a la media. Especialmente si se tiene en cuenta que en la década de 1960
la estrategia de entrada de las 100 mayores empresas extranjeras no fue mediante
la creación de nuevas rmas (Lluch y Lanciotti, 2018: 88), sino mediante fusiones
y adquisiciones. Por el contrario, los capitales alemanes mostraban un dinamismo
importante en el sentido contrario, ya que apuntaron una cantidad importante de
creación de empresas en más del doble entre 1960-1970. Por otro lado, si bien las
autoras señalan que, entre las 100 mayores empresas extranjeras, el capital alemán
se encontraba en uno de los lugares más signicativos hacia 1970, aunque muy
por debajo de Norteamérica y levemente de Gran Bretaña, el crecimiento de las
empresas consideradas pequeñas da cuenta de una estrategia de entrada en sectores
pujantes como el químico y la metalúrgica.
En términos globales y comparativos, Alemania avanzó con el total de unas 60
empresas desde 1960, y sumó un capital de casi 31.000.000 USD. El capital nortea-
mericano presentaba el doble este monto, solo en las empresas que sumaban más
de un volumen de 1.000.000 de USD, que eran poco más de 30. Muy por debajo se
encontraban los capitales españoles, que en la etapa habían sumado 19 empresas y
un capital signicativamente menor (destacándose en otros sectores como editorial,
comercio y obra pública). En el caso de los capitales franceses, estos superaban en
más del doble a los alemanes, aunque la cantidad de empresas que se habían radicado