Diálogos Revista Electrónica de Historia, 23(1): 1-5. Enero-junio, 2022. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica22
administración supervisó un proceso de desarrollo económico que produjo grandes
tensiones sociales—tanto en la población en general como en los sectores de la élite.
En el siguiente capítulo, Carmen Fallas explica cómo el caudillismo autoritario de
Mora produjo la más intensa polarización política que el país había experimentado
entonces. Así que no fueron sólo las políticas socio-económicas de Mora, sino también
su autoritarismo lo que lo convirtió en creador de la discordia.
El ensayo de Iván Molina, a su vez, tiene un enfoque historiográco que revela
cómo Mora se convirtió en un héroe de la discordia de dos maneras diferentes: primero,
al demostrar cómo la profesionalización de la disciplina de historia a lo largo del siglo
XX reveló cada vez más las tensiones políticas y sociales que marcaron la gestión de
Mora; y segundo, al mostrar cómo la gura de Mora fue clave para la discordia que
marcó la lucha por la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2006 y 2007.
Este último punto es desarrollado con mayor profundidad por David Díaz, ya
que su ensayo analiza cómo la lucha contra el TLC, que coincidió con el sesquicen-
tenario de la guerra anti-libustera, desencadenó un feroz debate historiográco que
reforzó el estatus de Mora como una gura histórica sumamente divisiva.
Pasando al campo de la literatura, Verónica Ríos muestra cómo la gura polarizadora
de Mora le impidió ocupar un lugar central en el imaginario nacionalista, lo que hizo que
su memorialización fuera muy diferente a la de los héroes independistas latinoamericanos.
En el capítulo nal, Vicente Gómez se centra en la Academia Morista Costa-
rricense para mostrar cómo el nacionalismo que valoriza la gura de Mora adquirió
una dimensión institucional a raíz de la fallida campaña contra el TLC. En muchos
sentidos, su capítulo vuelve a la primera parte del libro, ya que argumenta que, al
utilizar los recursos estatales, la Academia Morista reforzó el estatus de Mora como
héroe oligárquico de forma muy similar a lo que el propio Mora intentó hacer tras el
nal de la guerra anti-libustera.
Como sugiere mi breve resumen, este libro ofrece mucho material para comentar.
Pero dada la limitación de tiempo, me gustaría tocar sólo dos temas. El primero tiene
que ver con la polémica del sesquicentenario en el contexto de la lucha por el TLC.
Dado que la guerra anti-libustera es considerada por muchos costarricenses como su
verdadera guerra de independencia, no es casualidad que la lucha por el TLC provo-
cara un debate sobre la identidad nacional en un mundo globalizante. Por tanto, esta
polémica tocó un tema de gran interés para la gente de todo el mundo, es decir, cómo
contar la historia de los orígenes de su nación—o lo que los historiadores estadouni-
denses llaman “historias de origen.”
Los debates sobre estas historias suelen ser intensos. Por ejemplo, en los Estados
Unidos estamos viviendo ahora una gran polémica sobre el llamado Proyecto 1619,
que es el año de la primera llegada de esclavos africanos a suelo estadounidense. Por
tanto, este proyecto pretende situar las consecuencias de la esclavitud y las contri-
buciones de los afro-americanos en el centro de los orígenes del país. Y al igual que
en Costa Rica, esta polémica implica no sólo a los historiadores profesionales, sino