Diálogos Revista Electrónica de Historia, 23(1): 1-4. Enero-junio, 2022. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica2
procedente de los grupos populares. Cabe resaltar que, dentro de los modelos heroicos
desarrollados en la América hispánica durante el siglo XIX, Santamaría es quizás la
única gura que surge de las clases trabajadoras y no de las élites. Ambos personajes,
sin embargo, encarnan el mito fundacional de Costa Rica: la guerra contra William
Walker en 1856-1857, episodio considerado como la verdadera guerra de indepen-
dencia, la cual se obtuvo sin conictos armados contra la corona española.
Para investigar la gura de Juan Rafael Mora, en vida y después de su muerte,
el libro está organizado en tres partes.
La primera parte trata de la historia, con dos capítulos sobre el contexto
histórico en el cual actuó Mora como presidente, es decir la década de 1850. Por
un lado, Eugenia Rodríguez Sáenz resalta la relación entre la economía y la política
durante el gobierno de Mora, quien quería dirigir el país como si fuera su hacienda
personal. La autora explica que el fusilamiento del expresidente se debió a su afán
de poder y a causa de la división interna entre la élite cafetalera, agudizada con el
proyecto de creación del Banco Nacional de Costa Rica. Mas allá de los discursos
ociales de modernización y progreso, Rodríguez destaca los procesos de expropia-
ción llevados a cabo por Mora y concluye que, de ninguna manera, su administración
favoreció a las clases subalternas.
Por otro lado, Carmen María Fallas Santana analiza el perl de caudillo auto-
ritario de Mora, declarado Benemérito de la patria en 1850, y a quien la victoria en la
guerra contra los libusteros le permitió adquirir un aura militar que no tenía antes.
El propio personaje histórico puso en marcha un culto a su personalidad en cuanto
arquitecto del orden y salvador de la patria, en desfase con la realidad de los costar-
ricenses que contraían matrimonio o huían a los montes para escapar del servicio
militar. Cabe subrayar las tres renuncias al cargo de presidente que presentó Mora
en momentos diferentes, todas ellas rechazadas por el Congreso en una puesta en
escena, metódicamente planeada, para aanzar su posición política. Pero la falta de
apoyo popular a su gura se conrmó con el fracaso de su retorno al poder en 1860.
La segunda parte aborda la historiografía con dos capítulos que explican la
evolución del tratamiento de la gura de Mora por parte de historiadores profesio-
nales y de otros escritores. En su capítulo, Molina destaca tres periodos: en primer
lugar, los pasos iniciales de una reivindicación a nales del siglo XIX, realizados,
entre otros, por el historiador y diplomático liberal guatemalteco Lorenzo Montúfar;
en segundo lugar, una profundización del conocimiento de su gura a lo largo del
siglo XX con la profesionalización de la historia, sobre todo a partir de 1940 con la
creación de la UCR y de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica; y nal-
mente, una desprofesionalización de carácter nacionalista en el contexto de la lucha
contra el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Costa Rica y República
Dominicana (TLC) entre 2006 y 2007.
Díaz Arias retoma esta periodización marcada por el centenario del nacimiento
de Mora en 1914, la develización de su estatua en 1929 y la celebración del sesqui-
centenario de la guerra contra los libusteros en 1956-1957. El autor examina la