Diálogos Revista Electrónica de Historia, 24(1): 1-10. Enero-junio, 2023. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica66
que nos permitan relacionar esas estructura interna con la estructura social,
histórica y cultural. (Solano y Ramírez, 2017, p.87)
Una vez realizado un análisis centrífugo del objeto de estudio, como siguiente
paso, es necesario analizar los mediadores discursivos que se encuentran entre el
texto y su contexto. Según el tratamiento que el escrito dé a estos elementos, se
determina la relación de la producción literaria con la realidad que representa.
Pues, los académicos arman que “Lo social se hace presente en el texto por
medio del signo, de manera que no es posible leer literatura desgajada o separada
de su función social e ideológica” (Solano y Ramírez, 2017, p.89). Mientras,
indican que la literatura no reeja una realidad, sino que la representa y se víncula
mediante los recursos indicados, convirtiéndose de esta manera en promotora de
ideales, estereotipos, creencias, deconstrucciones, reivindicaciones, etc., según sea
el tratamiento de los aspectos.
En la tercer etapa metodológica, los expertos detallan que el tratamiento de
los mediadores coloca al texto en el macrotexto y hace determinar la manera en que
este dialoga con las demás perspectivas culturales, lo anterior puede evidenciarse
mediante: “el punto de vista, tono y posición del texto sobre le mundo representado”
(Solano y Ramírez, 2017, p.90), del cual es responsable el narrador. La posición
desde la que se aproxima la voz narrativa evidencia la ideología de la que parte el
texto, su actitud con el otro, etc.
Así mismo, mediante la posición del narrador y la descripción de las prácticas
sociales es posible reconocer el origen de las lias y fobias del texto y lo que atañe
a ellas. De esta identicación resultan las ideologías presentes en la obra, el tipo de
aparato social y las ideas promovidas.
Luego de cubrir las etapas metodológicas sugeridas, los estudiosos
proporcionan dos maneras más de acercamiento con el texto, la primera atendiendo
los aspectos macroestructurales, abarcando desde el retrato del personaje, su ocio,
costumbres, lenguaje, actitudes, conductas, imagen histórica y espacio habitados.
Seguidos de elementos microestructurales, como lo son la sintaxis, la morfología, el
humor, las guras literarias como la ironía o eufemismos y la retórica.
De esta manera, en orden y con una amplia explicación de cada aspecto, los
estudiosos desglosan un proceso de análisis exhaustivo que va desde los aspectos
formales hasta el contenido. Es así como el objetivo de ofrecer una herramienta para la
población educativa se hace posible y la oportunidad de mostrar las manifestaciones
racistas, xenófobas, misóginas y otras, también.
En consecuencia, lo indicado puede señalarse como un acierto, responder a
una necesidad educativa y proporcionar un recurso a un gremio de tanta relevancia
para la formación de un país, es incuestionable. Aún más, si esta logra plantearse con
un nivel de sencillez que pocos académicos logran o procuran, haciendo asequible la
teoría para un grupo más amplio y no tan exclusivo como el especializado.
Sin embargo, es relevante mencionar que, pese a ser un acercamiento minucioso
del texto, y tener un mérito innegable al contribuir a la visibilización de este tipo de