Diálogos Revista Electrónica de Historia, 24(2): 1-27. Julio-diciembre, 2023. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica14
que crece conforme aumenta el desarrollo de los poblados y la importancia de los hatos
en la zona de Liberia y su área de inuencia hacia el oeste y el sur de Nicoya.
Con las haciendas llegaron también los pobladores, descendientes de
los hacendados y de los trabajadores de esas unidades productivas los cuales
se trasladaron al noreste del Valle del Tempisque en búsqueda de mejorar sus
posibilidades económicas y con ello la subsistencia. El ujo de población que perdió
Nicaragua con la fundación de las haciendas de campo, del poblado y como resultado
de la inestabilidad del país a partir de 1821, dejaba sin trabajadores al latifundio de
esa jurisdicción y sin población a muchos lugares de Granada y Rivas. Incluso León
denuncia sobre el perjuicio de que los naturales salgan a residir en las haciendas y
pide se devuelvan a sus respectivos poblados (A.N.C.R., 1801, Sección Histórica,
Serie Cartago, N.1091), lo cual no sucede, y más bien se establecen como residentes
permanentes de Liberia, (Rivera, 2014).
Entre 1773 y 1821, otras familias se encuentran ancadas en los alrededores
de la Ayuda de Parroquia de Guanacaste y los apellidos rivenses: Martínez, Rodrí-
guez, Rivera, Ramos, López, Cascante, Ruiz, Pastrana, Chavarría, Santos, Gómez,
Ollanarte, Bellido, De la Cruz Mairena, y Romero, se asientan en la zona como admi-
nistradores de haciendas conformando un grupo subalterno, sirviendo a las familias
Vargas, Cepeda, Evan, Argueta, Sánchez, Morales, Cuendes, Muñoz, De la Cerda,
Santos, Hurtado, Sandoval, Salvatierra, Rivera y Orozco, estos últimos apellidos
se repiten en los archivos del Cabildo como presidentes, escribanos o militares, así
como los: Albenda, Leiva, Coronado, Gamero, Villar, Delgado, Hidalgo, Carrillo,
Ladrero, Delgado, Pérez, Álvarez, Gutiérrez, Briceño, todos ellos originarios de
Rivas y Granada. (A.N.C.R., 1810, Complementario Colonial, N.2152. A.N.C.R.
1773-1821, Protocolos de Guanacaste).
Hasta 1824, algunos miembros de familias rivenses con posesiones en la
jurisdicción de Liberia tuvieron puesto de representación en el cabildo, entre los
designados estaban: Manuel y Lucas Rivas (sic), Manuel Días Ladrero, Jacinto
Alvarado, Roberto Hurtado, Pedro Martín Rivas, Sebastián Abarca, Roberto
Belmonte, Félix y Eustaquio Arburola, Benito Lardiabal, Agustín Gutiérrez,
Pedro y José Antonio Muñoz, Francisco Bolaños y Sebastián Días (A.N.C.R.,
1816, Sección Histórica Guatemala, N.1076). Asimismo, estas personas junto con
algunos de sus trabajadores más cercanos se encargaban de las milicias, arre-
glos de caminos y cuanta manda fuera expedida por las autoridades de Rivas o
Granada, aunque su vida estuviera ligada a las haciendas, más que al cuadrante
del poblado.
Aun con el proceso de incorporación jurada por los liberianos, los funciona-
rios del cabildo debieron convencer a las autoridades costarricenses, en 1827, de
enviar a la comunidad los machotes municipales que se usarían en los actos del
cabildo, pues los de Rivas se mantuvieron en uso hasta que Costa Rica respondió al
pedido, aspecto que volvió más lenta la homologación de la documentación y, con