Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
11Diálogos Revista Electrónica de Historia, 25(1): 1-18. Enero-junio, 2024. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica
25.1
ISSN: 1409-469X
Enero-junio 2024
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Centro de Investigaciones Históricas de América Central. Universidad de Costa Rica
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11Diálogos Revista Electrónica de Historia, 25(1): 1-18. Enero-junio, 2024. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica
DOI: 10.15517/dre.v25i1.53700
EL CHILAMATAL: HISTORIA DE LAS
MOVILIZACIONES SOCIALES POR EL RECURSO
TIERRA EN EL VALLE DE ZAPOTITÁN 1913-1936
Dennis Sevillano Payes
Resumen
Este articulo explica cómo las comunidades distantes de las zonas de café en los
contextos de implementación del Estado agroexportador, crisis y reforma agraria,
se movilizaron por el recurso tierra en El Salvador. Para responder a esta incógnita,
se expone, desde la perspectiva local, el impacto por el uso de este recurso en las
movilizaciones de campesinos que se desarrollaron en el Chilamatal- Ciudad Arce
entre 1913-1936, localidad ubicada en el Valle de Zapotitán, que para la época en
cuestión era conformada por el latifundio como unidad predominante de tenencia
de la tierra.
Palabras clave: latifundio, movilización, recursos, campesinos, tierra.
Fecha de recepción: 12 de enero de 2023 Fecha de aceptación: 23 de octubre de 2023
Dennis Sevillano Payes • Universidad de El Salvador, Facultad Multidisciplinaria de
Occidente, Santa Ana, El Salvador.
Contactos: dennis.sevillano@ues.edu.sv dennis.sevillano@ucr.ac.cr
ORCID: 0000-0002-5658-7088
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EL CHILAMATAL: HISTORY OF SOCIAL
MOBILIZATIONS FOR LAND RESOURCE IN THE
VALLEY OF ZAPOTITÁN 1913-1936
Summary
This article explains how communities distant from coffee areas in the contexts of
implementation of the agro-export State, crisis and agrarian reform, mobilized for
the land resource in El Salvador. To answer this question, they are presented from
the local perspective, the impact of the use of the land resource on the peasant
mobilizations that took place in Chilamatal-Ciudad Arce between 1913-1936, a
town located in the Zapotitán Valley, which at the time in question was made up of
the latifundium as the predominant unit. of land tenure.
Keywords: latifundio, mobilization, resources, peasants, land
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 33
INTRODUCCIÓN
La perspectiva metodológica que sirve como marco de referencia en esta
pesquisa se inserta en la propuesta de Mauricio Folchi, quien propone la idea
de conictos de contenido ambiental, entendidos a partir de la disputa por un
recurso o impacto que genera un determinado uso, sin cuestionar la forma en
que se explota o existir un propósito evidente de conservar o hacer un uso soste-
nible (Folchi, 2001, pp.79-100). Partiendo de lo anterior, la propuesta de Folchi
permite comprender las movilizaciones de los campesinos del Chilamatal por la
tierra a partir de la tensión que ocasionó el uso y apropiación en forma de lati-
fundio, amenazando la economía y habitabilidad de los colonos de la hacienda
Zapotitán.
La tensión como concepto en el marco de los conictos de contenido ambiental
explica no solo los daños sobre el ambiente que fueron percibidos por los colonos
del Chilamatal, sino todo el conjunto de antagonismos que se presentan entre actores
interesados por la tierra. Desde esta perspectiva se entienden a las movilizaciones de
campesinos del Chilamatal a partir de variables económicas y sociales de contenido
ambiental en torno a la apropiación de este recurso. Esta misma línea metodológica
explica que las movilizaciones por la tierra en el Chilamatal no solo fueron moti-
vadas por colonos o campesinos pobres sin propiedad, también por distintos actores,
cuyo n no fue la defensa ambiental, sino los intereses económicos y sociales contra-
puesto con el latifundio que se implementa como política nacional en los contextos
de privatización de las tierras comunales y ejidales dentro del Estado- liberal agroex-
portador salvadoreño.
ESTADO AGROEXPORTADOR, PRIVATIZACIÓN
DE TIERRAS Y LATIFUNDIO
Con la consolidación del Estado agroexportador, a nales del siglo XIX, se
expande y consolida el latifundio como forma principal de tenencia de la tierra en
El Salvador. Esta forma de explotación se especializará en la producción de agro
cultivos de exportación, teniendo como principal producto el café. Este grano
reconcentrará propiedades ejidales y comunales en las zonas de mayor altitud. No
obstante, la acumulación de propiedades irá más allá de las franjas agrícolas cacul-
toras, concentrándose en áreas lejanas y de menor altitud en las cuales la producción
se dedicará en la caña de azúcar, granos básicos y ganado.
Los efectos sociales causados por las movilizaciones en torno a la tensión generada
por la explotación de la tierra dieren en la ubicación geográca de los latifundios. Si
bien la mayoría de los campesinos ejidatarios y comunales se convirtieron en colonos
y estacionarios en las plantaciones de café y haciendas, las movilizaciones en las ncas
fueron mínimas hasta la crisis de 1929, en tanto que los nqueros contaron con mayores
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recursos económicos y apoyo de parte del gobierno central en el control social de la
mano de obra, por ser la apuesta principal de la economía nacional (Browning, 1975,
pp.349-480). A diferencia de las haciendas alejadas de las zonas cafetaleras, dedicadas
a suplir al mercado agrícola interno que carecieron del respaldo gubernamental y fuerza
económica para menguar las movilizaciones. Esto generó mayor participación de
distintos actores en pro de la tierra, tal como lo fue en el Chilamatal.
EL CHILAMATAL 1913-1936, ¿LA TENSIÓN
POR EL RECURSO TIRRRA?
El Chilamatal, hoy Ciudad Arce, era una aldea ubicada en la hacienda Zapo-
titán del valle del mismo nombre, perteneciente a la jurisdicción del distrito de San
Juan Opico, cuya forma latifundista de tenencia de la propiedad era la de mayor
prevalencia (Arteaga, 2007, pp.13-19). Para 1913, el Chilamatal, junto a otras aldeas,
conformaban el distrito de Opico perteneciente al recién creado departamento de la
Libertad.
TABLA 1
Haciendas, aldeas o cantones del distrito de Opico 1913
ALDEAS O CANTONES CANTIDAD DE HABITANTES
Caña de Tarro 140
Las Cruces 130
El Chilamatal 1,800
La Esperanzas Sin datos
El Espino 175
San Andrés 300
Santa Rosa 240
Hacienda Zapotitán Sin datos.
Nota: El Chilamatal para 1913 era el cantón o aldea que más población poseía del Distrito de Opico.
Tomado de: “Monografía del departamento de La Libertad”, Fonseca, Pedro, 1913, p. 41-51.
El Chilamatal era la aldea o cantón que más población poseía dentro del distrito
de Opico y del valle, propiciado por la composición volcánica de la tierra, ubicación
topográca y geográca entre las haciendas Zapotitan, La Joya, Los Limones,
Santa Rosa y San Andrés, diferenciándose del centro que se caracterizaba por las
inundaciones y bosque tropical pantanoso (Sevillano, 2022, p.15). Por otro lado,
la construcción de la estación para recargar agua al ferrocarril en la ruta Sant Ana-
Salvador durante el auge productivo del café, generó el aumento de asentamientos
campesinos: estacionarios medianos y pequeños propietarios, provenientes,
principalmente, del occidente -centro de El Salvador y de las cercanías del distrito
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 55
de Opico, dedicándose a la producción de granos básicos maíz-frijol, caña de azúcar,
y comercialización de agua que era trasportada desde el río el Jute, auente del
Sucio para la comercialización de los viajeros del ferrocarril que pernoctaban el
Chilamatal y las explotaciones agrícolas (Sermeño, 2010). En efecto la ubicación,
recursos tierra- agua, propiciaron la construcción de la estación de bombeo para
la ruta ferrocarrilera. Las oportunidades laborales que generó esta construcción
determinaron el alto número de establecimientos campesinos de subsistencia en su
mayoría de forma ilegal, y de pequeños y medianos propietarios.
Estos asentamientos ilegales tensionaron las relaciones en torno a los intereses
económicos en derredor de la tierra contra el latifundista Emeterio Ruano, propie-
tario de la Hacienda Zapotitán, especializada en la explotación ganadera y el Distrito
de San Juan Opico, generando organizaciones y resistencias. Entre los medianos
propietarios estaban: Carlos Argumedo, Jorge Alas, Miguel Arteaga, Coronado
Sevillano, Aureliano Moreno, Pablo Cándido (Arteaga, 2007, p.16), destacándose
Arteaga. Arteaga nació en San Juan Opico y se radicó en el Chilamatal, trabajó en
labores administrativas en la hacienda San Andrés y “era amigo de conanza de los
dueños de esta propiedad” en especial de Francisco Dueñas, de este trabajo y de
su amistad con Dueñas, se hizo de capital suciente para comprar parte de la nca
La Esperanza de la familia Jáuregui y los colindantes de esta propiedad, Francisco
Argueta, Alejandro Portillo y Rosa Marroquín, cultivando café, maíz, frijoles y caña
de azúcar procesada a través de molienda.
Arteaga era de los campesinos que tenía propiedades legales al momento de la
fundación del Chilamatal como pueblo, además de ser el primer alcalde entre 1922-
1924. Partiendo de lo anterior, la lucha por la tierra en el Chilamatal se desarrolla en
dos frentes: el primero fue contra Emeterio Ruano, dueño de la Hacienda Zapotitán,
seguidamente contra las autoridades de San Juan Opico. El motivo de la lucha por la
tierra contra Ruano se dio por los intereses económicos y sociales contrapuestos por
la explotación y tenencia de la tierra. En primer lugar, estaba la necesidad de desa-
rrollar la agricultura de subsistencia con base en maíz, frijol, y vivienda que tenían
los campesinos asentados de manera ilegal, y la urgencia de explotar la monopru-
dución de caña de azúcar por parte de los medianos propietarios. Estos intereses se
contrapusieron con los de Ruano. Para 1910, se desarrolla el primer conicto entre
medianos y colonos campesinos vs el campista o mandador de Emeterio Ruano, tal
como lo relata Juan Arteaga Morán, ex alcalde del Chilamatal-Ciudad Arce e hijo de
Miguel Arteaga:
Estos inmigrantes se avecindaron en terrenos de esta hacienda (Zapotitán) sin
la aprobación del dueño, don Segundo Emeterio Ruano, quien les mandó una
orden de desalojo de sus tierras y advirtió por medio de un campisto que sí no
se iban les mandaría a dar fuego a los ranchos. Ante esta inminente amenaza,
los vecinos se organizaron y le mandaron a decir a don Segundo Emeterio
Ruano, que, al quemar el primer rancho, le abrirían fuego con sus escopetas de
viento. Supuestamente por esto, don Segundo Emeterio Ruano desistió a dar
cumplimiento a sus advertencias. (Arteaga, 2007, pp.14)
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La primera movilización y organización se da a través del uso de las armas en defensa
de las tierras a partir de la unión de los campesinos de subsistencias y medianos propietarios.
Sin embargo, para principios de la década de 1920, la organización y movilización había
evolucionado hacia el nivel de gestión y dialogo político ante la Asamblea Legislativa y el
Ministerio de Gobernación. Así para 1921, bajo la presidencia de Jorge Meléndez y ante la
gestión de los medianos propietarios interesados en la producción de caña de azúcar Carlos
Argumedo, Napoleón Moncada, Miguel Arteaga, Coronado Sevillano, Pablo Cándido, se
erige como pueblo el Chilamatal (Arteaga, 2007, pp.14) permitiéndoles autonomía ante
el distrito de San Juan Opico y en especial ante Emeterio Ruano. Desde esta perspectiva,
la fundación como pueblo y alcaldía del Chilamatal propicia el asentamiento legal de los
colonos de la hacienda, al mismo tiempo consolida la producción de caña de azúcar en
los medianos propietarios como Arteaga, convirtiéndolos en elites locales, en tanto que es
elegido como el primer alcalde, accediendo a capital de trabajo por medio de las Cajas de
Créditos Rurales, fundadas durante el gobierno de Hernández Martínez, presididas por su
hijo Juan Darío Arteaga (Sermeño, 2010).
Sin embargo, con el título de pueblo el Chilamatal no adquiere plena auto-
nomía del Distrito de Opico:
Eríjase en pueblo con el nombre de El Chilamatal, el valle del mismo nombre,
correspondiéndole los cantones: Santa Rosa, Las Cruces, La Esperanza, San
Andrés, Zapotitán, El Espino y Caña de Tarro, del Distrito de San Juan Opico,
departamento de La Libertad. Dicho pueblo continuará siendo de la jurisdic-
ción de este distrito y departamento. (Gobierno de El Salvador, 1921, p.153)
La mayoría de las aldeas o cantones, como los llama la legislación salvado-
reña que conformaron el Chilamatal, eran parte de Opico, lo que provocó el resenti-
miento de este último, en tanto que se segregaba parte de su territorio con vocación
agrícola (Sermeño, 2010). La otra rivalidad entre Opico y el Chilamatal surge por
la autonomía alrededor de la recaudación de impuestos de los territorios otorgados
a la municipalidad Chilamateca. Si bien El Chilamatal gozaba de ciertos atributos,
estos no eran en su totalidad y seguían bajo la jurisdicción de Opico, entre ellos la
aplicación de la justicia por medio de la ocina del Juzgado Civil.
POLITICA DE MEJORAMIENTO SOCIAL DE HERNANDEZ
MARTÍNEZ: REPARTO DE LA HACIENDA ZAPOTITÁN
COMO ALTERNATIVA A LA CONFLICTIVIDAD
ENTRE EL CHILAMATAL Y OPICO (1934-1936)
El discurso del gobierno del general Martínez sobre el reparto de propiedades
en forma de arrendamiento tuvo tres componentes principales. El primero era
generar un clima de estabilidad social. El segundo, frenar las migraciones de
campesinos sin propiedades a las ciudades, principalmente la capital San Salvador.
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 77
Finalmente, el tercero, presentar esta actividad ante la opinión pública como un
elemento trascendental para mejorar las condiciones agrícolas del país, mostrando
a las haciendas adquiridas como tierras de buena calidad (Sevillano, 2022, pp.50).
La difícil situación económica que se vivía desde antes de 1920 y que se empeoró
con la crisis de 1929, generó en enero de 1932 uno de los principales levantamientos
armados de la historia nacional, protagonizado en su mayoría por campesinos
indígenas y ladinos jornaleros-colonos estacionarios sin propiedades, dejando una
cifra fatal cercana a los 25,000 individuos (Sevillano, 2022, pp.50). En vista de esta
problemática el gobierno adquirió grandes propiedades, deslindándolas y repartiéndolas
en arrendamiento a través de pequeños bloques de tierra a campesinos carentes de esta.
La república de El Salvador es un país que se inicia apenas en forma todavía
muy embrionaria en el proceso de su industrialización. A pesar de ello, su extensa
densidad demográca y el área muy reducida de sus tierras de labranza, engendraron
por la propaganda de ideas disuasorias que lograron ltrarse clandestinamente entre
nuestros proletariado urbano y rural, pero que merecieron desde un principio, la más
enérgica repulsa de parte de la mayoría consiente del país. En vista de esto el gobierno
de la república consideró con mucho acierto que los descontentos sociales tenían causas
más profundas de ideas disuasorias y se empeñó desde el primer momento mediante
una serena y atinada política de justicia social, alejar todo motivo de malestar de las
clases trabajadoras, con la compra de grandes extensiones de tierras laborales, que son
distribuidas entre el campesinado (Gobierno de El Salvador, 1936, p.3).
El gobierno pretendía mejorar las condiciones de vida del campesinado sin
propiedad con el reparto de tierras, con el objetivo de generar un clima de estabi-
lización social y evitar futuros levantamientos armados. Sin embargo, la realidad
del discurso fue todo lo contrario. Otro de los problemas que el régimen trató de
resolver fue el de las migraciones campo ciudad (Sevillano, 2022, pp.150). Estos
nuevos migrantes generaban diferentes problemas en las ciudades tales como prosti-
tución, mendicidad, y proliferación de mesones o vecindades por lo que el gobierno
de Martínez en su discurso menciona el reparto de propiedades y el favorecimiento
de esta a los colonos ancados en las haciendas nacionales (Sevillano, 2022, p.150).
Con el objetivo de adquirir terrenos nacionales en arrendamiento con promesa
de venta por un plazo de 10 años, el campesino beneciado con tierras tenía que
pagar el valor de la propiedad con dinero o cosechas de acuerdo al valuó que se hacía
dependiendo de la calidad y factibilidad de agua potable para el desarrollo agrícola
y de vivienda (Gobierno de El Salvador, 1935, pp.2165); al mismo tiempo debía
poseer ciertos requisitos, por ejemplo, no ser propietario de tierras, que tuvieran
hijos, conyugue y ser de buena conducta. Sin embargo, esta medida se transgredió,
en tanto que algunos beneciados con tierras nacionales eran propietarios. Durante
un plazo de 25 años, el peticionario no podía hipotecar ni vender su parcela. Con esta
medida de “bien de familia”, se pretendía evitar la concentración rápida de tierras
en pocas manos de acuerdo con el discurso del gobierno y garantizar la pequeña
propiedad (Gobierno de El Salvador, 1935, p.2165).
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La mayoría de arrendatarios que fueron beneciados con tierras nacionales
eran campesinos pobres, con hijos, requisitos indispensables de acuerdo a la ley
de arrendamiento de propiedades nacionales de 1932. Por otra parte, las dinámicas
del reparto de haciendas no solo obedecieron al contexto nacional, en tanto que se
entrecruzan dinámicas locales de conictos por la tierra. Para el caso de Zapotitán,
la recién creada municipalidad del Chilamatal, enfrentaba ante el gobierno central,
el reclamo por parte de Opico por las tierras segregadas de su posesión con vocación
de agrícola, entre ellas la hacienda Zapotitán (Sermeño, 2010). Si bien el reparto de
la hacienda Zapotitán sirvió para generar estabilidad a nivel nacional por el problema
de acumulación de la propiedad, esta también se utilizó para aplacar las necesidades
de tierras agrícola en el recién creado Chilamatal.
En efecto, tanto el contexto nacional, como local permitió el reparto de 700
lotes de propiedad a un número igual de beneciarios que habían solicitado tierras en
esta hacienda nacional con una extensión mínima de 3 y una máxima de 6 manzanas
(Sevillano, 2022, p.50). Los primeros 47 campesinos beneciados con tierras, en su
mayoría, eran del recién creado pueblo del Chilamatal, especícamente de la zona La
Cuchilla, antiguos colonos que se habían asentado de manera ilegal antes del reparto.
TABLA 2
Beneciados con tierras en Zapotitán 1935
NO. NOMBRE DEL
BENEFICIADO
LUGAR DE
PROCEDENCIA
NÚMERO DE HIJOS EXTENSIÓN DEL
TERRENO ENTREGADO
1 José Francisco
Canales
Cantón la Cuchilla
(Chilamatal)
6 hijos legítimos 4 manzanas
2Daniel Antonio
Rodríguez
Chalchuapa 2 hijos legítimos 4 manzanas
3 Modesto Guevara Chalchuapa 3 hijos legítimos 3 manzanas
4 Luís Payés Chilamatal 1 hijo legítimo a su cuidado 3 manzanas
5 Manuel Cantón Quezaltepeque 2 hijos legítimos a su
cuidado
4 manzanas
6 Miguel Sánchez Quezaltepeque 4 hijos legítimos a su
cuidado
4 manzanas
7María Valencia de
Flores
Cantón la Cuchilla
(Chilamatal)
3 hijos legítimos a su
cuidado
4 manzanas
8Manuel Anselmo
Figueroa
Chilamatal 3 hijos legítimos a su
cuidado
4 manzanas
9 Eliodoro Escobar Cantón la Cuchilla
(Chilamatal)
5 hijos legítimos a su
cuidado
4 manzanas
10 Simeón de Jesús
Guzmán
Cantón la Cuchilla
(Chilamatal)
5 hijos legítimos a su
cuidado
4 manzanas
11 Fernando Chávez
Ocampo
San Salvador 4 hijos a su cuidado 4/2 manzanas
12 Francisco Payés Chilamatal 6 hijos a su cuidado 4 manzanas
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 99
13 Gabina Martínez Chilamatal 4 hijos a su cuidado 4 manzanas
14 Melacio Chicas Quezaltepeque 3 hijos ilegítimos a su
cuidado
5 manzanas
15 Carlos Rosales
Barahona
Chilamatal 5 hijos legítimos a su
cuidado
5 manzanas
16 Ignacia Salazar
Viuda de Monge
Chilamatal 2 hijos legítimos a su
cuidado
5 manzanas
17 María
Concepción
Salazar
Chilamatal 2 hijos a su cuidado 5 manzanas
18 Enrique
Villacorta
Carranza
Jayaque 2 hijos legítimos a su
cuidado
5 manzanas
19 José Ferrara Suchitoto 1 hijo a su cuidado 5 manzanas
20 Agustín Díaz Soyapango 2 hijos legítimos a su
cuidado
5 manzanas
21 Pedro Paz Cantón Santa Rosa
(Chilamatal)
2 hijos ilegítimos a su
cuidado
5 manzanas
22 Pedro Avelar Cantón la Cuchilla
(Chilamatal)
6 hijos a su cuidado 5 manzanas
23 Elena Murillo La Cuchilla
(Chilamatal)
4 hijos a su cuidado 4 manzanas
24 Pedro Pascual
Hernández
La Cuchilla
(Chilamatal)
3 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
25 Andrés Avelino
Vásquez
Chilamatal 2 hijos ilegítimos a su
cuidado
3 manzanas
26 Fernando
Valdizón
Quezaltepeque 2 hijos ilegítimos a su
cuidado
3 manzanas
27 Alberto Portillo
Blanco
Chilamatal 2 hijos ilegítimos a su
cuidado
3 manzanas
28 Gumersindo
Hernández
San Salvador 3 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
29 Catarina Guillen
de Avalos
Chilamatal 4 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
30 Concepción
Sevillano
La Cuchilla
(Chilamatal)
3 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
31 Francisco
Moreno
Chilamatal 7 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
32 Mónico Avalos La Cuchilla
(Chilamatal)21
5 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
33 Catarino Guillen La Cuchilla
(Chilamatal)
5 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
34 Martina Andrade La Cuchilla
(Chilamatal)
6 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
35 Federico Azabar La Cuchilla
(Chilamatal)
2 hijos ilegítimos a su
cuidado
3 manzanas
36 Vicente
Argumedo
La Joyita (Chilamatal) 3 hijos ilegítimos a su
cuidado
3 manzanas
37 Salome Orellana San Salvador 3 hijos a su cuidado 4 manzanas
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38 Policarpio Rivas La Joyita (Chilamatal) 4 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
39 Victoriano
Moreno
Santa Ana 7 hijos legítimos a su
cuidado
3 manzanas
40 Ignacio Torres La Cuchilla
(Chilamatal)
7 hijos ilegítimos a su
cuidado
3 manzanas
41 Miguel Arteaga Chilamatal 2 hijos a su cuidado 3 manzanas
42 Mercedes Pleites Cuyagualo 4 hijos a su cuidado 3 manzanas
43 Juan Pleites Cuyagualo 4 hijos a su cuidado 3 manzanas
44 José Dolores
Marroquín
Izalco 3 hijos a su cuidado 3 manzanas
45 Félix Ramos Chilamatal 2 hijos a su cuidado 3 manzanas
46 Teólo Arteaga Chilamatal 2 hijos a su cuidado 3 manzanas
47 Eduardo Peraza Chilamatal 2 hijos a su cuidado 3 manzanas
Nota: La mayoría de los beneciados fueron campesinos asentados en el Chilamatal.
Elaboración propia, con base a Gobierno de El Salvador, El gobierno del general Martínez continúa desarro-
llando su política bien hechora a favor de las clases campesinas de la nación, la Republica, 8 de mayo de 1935,
Pág. 4.
Del total de las primeras personas que fueron beneciadas con propiedades
en Zapotitán, 31 eran colonos de la hacienda, principalmente del Chilamatal, La
Cuchilla, y La Joya dándoles prioridad como lo exigía la ley, todos eran madres o
padres de familia que garantizaban la mano de obra familiar para el trabajo de la
tierra, requisito para poder optar a propiedades nacionales.
El 66% de los primeros arrendatarios eran colonos de la hacienda Zapo-
titán, que equivaldría a un poco más de la mitad, mientras que un 9% eran
originarios de Quezaltepeque, le siguen los de San Salvador, que eran alre-
dedor del 7 %, seguidamente están los de Chalchuapa y Cuyagualo, actualmente
Colón, con un 4 %. Por último, están los de Santa Ana, Jayaque, Suchitoto,
Soyapango e Izalco con un 2% respectivamente. Con base a este porcentaje, se
observa que la mayoría de los arrendatarios eran del Chilamatal, y que en efecto
eran ex colonos de la hacienda Zapotitán. Luego estuvieron los arrendatarios
procedentes de la zona central del país, principalmente de Quezaltepeque, San
Salvador, Soyapango, Cuyagualo, Jayaque y Suchitoto. Por último, estaban los
arrendatarios de la zona occidental: Santa Ana, Chalchuapa e Izalco (Sevillano,
2022, pp.35).
Si bien los campesinos del Chilamatal fueron los principales beneciados
con el reparto de tierras, la falta de condiciones técnicas y económicas imposi-
bilitó el cultivo permanente de las parcelas entregadas (Grontmij de Bilt, 1961,
pp.190).
Por otra parte, el uso de tecnología fue muy limitado, tanto en abonos
como en insecticidas. El uso de estos insumos era mínimo, ya que de las 2,683.15
manzanas del valle, solamente 462.7 se explotaron, esto indica el escaso desarrollo
tecnológico-agrícola tanto para incrementar los rendimientos de producción como
para combatir las plagas, dando lugar a que las limpias, abonos, y recolecciones
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 1111
se realizaran de manera manual (Magaña Solano,1979, pp.28). Un ejemplo de
lo anterior lo constituyó la problemática del arado. Si bien para la época esta
actividad era realizada con tracción animal, muchos campesinos de Zapotitán
no poseían los recursos económicos sucientes para comprar bueyes, lo cual era
sumamente difícil por las condiciones climáticas y tipo de terreno (Sevillano,
2022, pp.150).
Al igual que la tecnología, el acceso al crédito fue determinante en el desa-
rrollo de la agricultura para los arrendatarios. El demasiado tiempo para realizar los
trámites, exceso de burocracia, y falta de sucursales descentralizadas, limitaron el
uso este recurso. En este contexto desfavorable en torno al acceso a créditos rurales,
muchos campesinos de Zapotitán se vieron obligados a vender o hipotecar sus tierras
con prestamistas o “coyotes” que eran en muchas ocasiones terratenientes que vivían
en las ciudades cercanas, principalmente Santa Ana y San Salvador (Sevillano, 2022,
pp.150).
El modelo de Cajas de Crédito se fundamentó en el cooperativismo (Rochac,
1942, pp.14-130), en tanto que su base monetaria provino de la compra de mil
acciones derivadas de los fondos del Estado y también de la venta de bonos a los
vecinos prominentes del Chilamatal, con el objetivo que ingresaran en calidad de
socios, y que fueran en última instancia los más favorecidos con este recurso. Para
algunos campesinos como dice Arteaga:
los prestamos no fueron beneficiosos porque a pesar de sus esfuerzos,
terminaron perdiendo las pequeñas parcelas, las cuales no les garantizaron
una producción suficiente para amortizar la deuda, sobre todo no tenían
diversidad de cultivos, aparte del maíz y del frijol. (Arteaga, 2007, pp.
162-163)
En todo caso, la función de las Cajas de Crédito fue insuciente y no
resolvió esta problemática, llevando a muchos campesinos a endeudarse con
prestamista- latifundistas quienes pedían como garantía las parcelas entregadas
por el gobierno.
Las parcelas repartidas eran inhabitables por falta de agua potable, exceso
de mosquitos e inundación que impidieron el uso de sus tierras. Aunado a los
anterior, estos campesinos tuvieron que afrontar la miseria económica reejada
en falta de letrinas, obligándoles a realizar sus necesidades siológicas al aire
libre (Sevillano, 2022, pp.152). Todos estos inconvenientes fueron generados por
falta de apoyo económico de parte del Estado, llevando a las familias favorecidas
a entregar, vender o hipotecar sus parcelas. Otro problema que afrontaron estos
arrendatarios fue el aislamiento de la zona. La falta de buenos caminos dicul-
taba el acceso de automóviles y carretas por las inundaciones, generando atascos
(Grontmij de Bilt, 1961, pp.65-68).
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Figura 1. Camino inundado de Zapotitán 1961.
Nota: El problema de las inundaciones fue una constante hasta la construcción del Distrito de Riego en la década
de 1970, lo cual imposibilitó el asentamiento permanente de campesinos. Tomado de: Grontmij de Bilt, p.69.
Muchos de estos caminos en invierno eran intransitables, creando incomuni-
cación entre el exterior e interior de la zona y viceversa, interrumpiendo la comer-
cialización. En la mayoría de casos, solo eran transitables en carretas y en época de
verano.
Figura 2. Campesino de Zapotitán en verano 1961.
Nota: Los campesinos de Zapotitán carecían de caminos en buen estado para el trasporte de sus cosechas problema
que persistió hasta la década de 1990. Tomado de: Grontmij de Bilt, p.69.
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 1313
Estas dicultades hicieron imposible la habitabilidad de los campesinos
beneciados con tierras en Zapotitán. Sin embargo, hubo excepciones, ya que el
reparto de propiedades favoreció a ciertos campesinos que poseían tierras de
extensión considerable, un caso de esto es el de Miguel Arteaga Ayala. Para la
época del repartimiento de propiedades se había convertido en mediano propietario
(Gobierno de El Salvador, 1935, pp.4). Arteaga era el único de los colonos que
tenía propiedades legales al momento de la repartición de la Hacienda Zapotitán,
además de ser alcalde del Chilamatal en dos ocasiones 1922-1924 y al momento de
la compra de la propiedad y de su repartición, es decir 1934-1936 (Arteaga, 2007,
pp.14), convirtiéndolo en funcionario público. Este favorecimiento de lotes hacia
Miguel Arteaga transgredió la ley de arrendamiento de propiedades, que prohibía
a los campesinos con tierras y funcionarios públicos optar a lotes nacionales.
Como consecuencia de esto, Arteaga y su familia fueron de los pocos campesinos
favorecidos con tierras que lograron conservar y ampliar sus propiedades (sus tierras
fueron vendidas en la década de 1990), ya que él y sus descendientes dispusieron
de capital suciente y recursos técnicos para realizar los trabajos necesarios para
transformar y explotar de manera eciente sus propiedades (Sevillano, 2022, pp.156).
El principal cultivo de Arteaga y sus descendientes fue la caña de azúcar. El acceso al
crédito le favoreció, ya que uno de sus hijos: Juan Darío Arteaga fue gerente-director
de la Caja de Crédito del Chilamatal (Sevillano, 2022, pp.156).
La situación económica y social de los campesinos beneciados en Zapotitán
fue sumamente difícil. A parte de afrontar los problemas de falta de crédito y apoyo
técnico tuvieron que lidiar con la mala calidad de la tierra que por su naturaleza aten-
taba contra la salud de sus habitantes. Las tierras atribuidas a los campesinos eran
bloques aislados, sin infraestructuras adecuadas a sus necesidades, carentes de pozos
de agua potable y ubicada en zonas insalubres (Sevillano, 2022, pp.156). La insalu-
bridad de la zona no permitía los asentamientos de campesinos debido a la ltración
de aguas subterráneas y proliferación de enfermedades tropicales ocasionadas por
estas características geográca, imposibilitando el desarrollo de cultivos (Grontmij
de Bilt, 1961, pp.4-5).
Una noticia de la Prensa Gráca de 1936 sobre el paludismo en Zapotitán,
pone de maniesto esta situación:
Ayer regresó la comisión de sanitarios enviada por la Dirección General de
Sanidad a hacer estudios relacionados con el total saneamiento de los pantanos
que se forman en los alrededores de la laguna Zapotitán, ubicados en terrenos
nacionales que están siendo loticados entre numerosas familias de campe-
sinos. Hablando uno de nuestros redactores con el señor ingeniero Simeón
Ángel Alfaro, éste le manifestó que el problema de saneamiento en el lugar es
muy sencillo y fácil de llevarse a cabo en corto tiempo, siendo el medio más
factible para ello el de desecación de las ciénagas que cubre un área como de
diez caballerías de supercie alrededor de la laguna, pudiendo efectuar dicho
trabajo con la suma de veinte a veinticinco mil colones. (La prensa gráca,
1936, p.1)
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El problema de Zapotitán era el tipo de mantos acuíferos pantanosos que
perjudicaban la salud de los campesinos, y al desarrollo agrícola. La propuesta de
desecación iniciada en este periodo es la que se retomó a nales de los años 60 y
principios de los 70 con la puesta en marcha del proyecto del Distrito de Riego:
Al ser desecadas dichas ciénagas el terreno sería de magnicas condiciones
para el cultivo, lo cual redundaría en positivo benecio de las personas que
han sido favorecidos con lotes en la nca Zapotitán. El saneamiento del lugar,
por medio de la desecación de los pantanos se hace de imperiosa necesidad,
debido a que, en el lugar, tal como está en la actualidad, es un peligroso foco
de infección lo cual hace inhabitable el lugar. Además, agrego que la mayoría
de habitantes del lugar están atacados de paludismo el cual no desaparecerá
hasta aniquilar por completo el foco de infección. (La prensa gráca, 1936, p.1)
La única manera de controlar este problema era el desecamiento de estos
mantos acuíferos, lo que hacía necesarios trabajos de saneamiento y desecación,
principalmente de la laguna que era donde se originaban la mayor parte de aguas
estancadas y subterráneas. Partiendo de lo anterior, el gobierno de Martínez no tuvo
la voluntad de realizar un trabajo efectivo de transformación del paisaje geográco
del valle Zapotitán, que consistía fundamentalmente en desecar los mantos acuíferos
del valle. En esta misma línea, la argumentación que daba el gobierno del porqué
no realizaba los trabajos de saneamiento y desecación, era evitar la disminución del
caudal del río Sucio:
La cuestión relacionada con el desagüe de la laguna de Zapotitán parece que
dará lugar a discusiones de parte de persona entendidas en estos asuntos. Hace
algunos días, en las columnas de la prensa, insertamos el parecer de un inge-
niero de la Dirección General de Obras Públicas en donde manifestaba que a su
juicio era poco práctico la sangría a que nos referimos. Además, agregaba que
al desecarse esa laguna se perjudicaría la corriente del río Sucio, que mueve la
planta eléctrica de importancia para la capital. El mencionado funcionario no
aludía ninguna persona, sino que se limitaba a considerar el asunto en términos
generales. (La prensa gráca, 1936, pp. 1-4)
La desecación de la laguna no hubiese afectado el desarrollo de la planta eléc-
trica, ni menos el suministro de energía en San Salvador, tal como lo sostenía el
Ingeniero Alfaro, por el contrario, según este profesional el caudal del río Sucio
hubiese aumentado:
El Talnique, Los Cobanos, Ateos, Copapayo, El Paso Hondo, Las Cañas y
el Naranjo, todos los cuales al buscar la conuencia en la planicie de 2000
manzanas en la hacienda Zapotitán forman el estancamiento de las ciénagas
mencionada, en donde se pierde gran parte de esas aguas por inltración, por
evaporación y por absorción de la vegetación que existe en todos sus contornos.
El río Sucio debería de tener mayor caudal, pero no es así por lo antedicho, una
vez hecho el desagüe, el caudal del río aumentaría en más de su tercera parte,
luego esta sería en provecho de la riqueza hidroeléctrico. (La prensa gráca,
1936, pp.1-4)
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Otra cuestión que se hubiera solucionado sí el gobierno hubiera invertido en
el desecamiento de estos mantos acuíferos, era el de los estancamientos de agua en
las parcelas cultivadas.
Las autoridades que entregaron estas propiedades estaban consientes del
problema. La propuesta de algunos funcionarios era reubicar a los campesinos en el
cantón La Cuchilla- Chilamatal y Tinteral, medida que fue propuesta por el jefe de la
estación de experimentación agrícola -Zapotitán Alejandro Morán al general Tomas
Calderón ministro de agricultura:
En cuanto al segundo punto de la citada comunicación, me permito informar
a Ud. Que si es de urgencia comunicar a los colonos de los alrededores de la
casa de la hacienda Zapotitán que desocupen las casas o ranchos que habitan, es
también de urgencia nombrar un ingeniero para que trace lo solares urbanos en
los cantones La Cuchilla y el Tinteral, así como los que trazarán en los alrede-
dores del Chilamatal, en donde se goza de buen clima y se bebe agua potable, a
n de que en esos lugares empiecen a construir sus viviendas los colonos que se
despidan de la hacienda porque en los lotes que se les ha entregado no conviene
que residan ni creo que ellos quieran vivir allí por ser inapropiados el clima, el
agua a larga distancia y no potable, pues esos lotes entregados están entre el río
Agua Caliente y río Sucio. (Moran, 1935, pp.1)
Es evidente la negligencia y poca voluntad del gobierno de Martínez en favo-
recer al campesinado beneciado de Zapotitán con buenas tierras e impulsar a nivel
nacional la pequeña propiedad. El problema de las inundaciones y falta de agua
potable volvían insalubres las propiedades y por tanto no eran aptas para su asenta-
miento. En efecto las propiedades entregadas en Zapotitán fueron de mala calidad
y no ofrecieron las condiciones mínimas para los asentamientos de campesinos y
desarrollo de la agricultura de subsistencia.
En vista de lo anterior, el gobierno de Martínez reinstala a los colonos bene-
ciarios con tierras nuevamente en el Chilamatal y la Cuchilla, incentivándolos con la
legalización de las propiedades otorgadas con la creación de villa (Sermeño, 2010).
Este decreto de creación permitía tener mayor autonomía del Distrito de Opico, y
control de las haciendas Santa Rosa y San Andrés convertidas en aldeas bajo la
jurisdicción del Chilamatal (Sermeño 2010). Al mismo tiempo, la creación de villa,
permitió ganar adeptos y evitar protestas por las malas condiciones de las tierras
entregadas en la hacienda Zapotitán, es decir que fue una medida de contención ante
la falta de voluntad de crear condiciones adecuadas para la agricultura de subsis-
tencia y mediana propiedad por parte del martinato y resolver con ello el problema
de la tierra con vocación agrícola entre las municipalidades del Chilamatal y Opico.
También es necesario mencionar que el martinato legaliza asentamientos de
campesinos que se venían dando con anterioridad, contradiciéndose entre discurso y
practica al no querer afectar los intereses de los terratenientes y resolver el problema
estructural de acumulación de la propiedad que inicia la desestabilización social
expresada en 1932. No obstante, gana apoyo local en el Chilamatal al darle mayores
atribuciones municipales y entregarle el control de nuevos territorios, en tanto que
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permitía mayor autonomía de San Juan Opico (Sermeño, 2010). Por otra parte, se
puede observar como las relaciones políticas dentro de las movilizaciones sociales
por la tierra en el Chilamatal no fueron verticales, sino más bien horizontales, ya que
tanto el gobierno de Martínez y los campesinos y las pequeñas elites beneciadas
con tierras llegaron a un acuerdo a partir de la conuencia de intereses económicos
de este recurso ambiental, el cual resulto “favorable” para ambas parte, ya que si
bien las propiedades que repartieron en la hacienda eran de mala calidad, el gobierno
reubica a los colonos campesinos en las propiedades con mejores condiciones para el
cultivo y asentamiento terminando de legalizar los títulos de propiedad a los pobla-
dores del Chilamatal; asimismo convierte al pueblo en villa, lo cual le de mayor
autonomía.
CONSIDERACIONES FINALES.
A partir del caso del Chilamatal se puede entender la problemática estructural
a nivel nacional en torno al acaparamiento de la tierra, la cual es generada por la
actividad agroexportación iniciada con las reformas liberales que se extiende no solo
en las regiones cafetaleras, sino también a los latifundios dedicados a la producción
agrícola nacional, generando asentamientos ilegales de campesinos como los de la
Hacienda Zapotitán. En esta misma línea, es imprescindible hacer notar la diferencia
en cuanto a intereses económicos sobre la explotación y tenencia de la tierra como
recurso natural, los cuales se maniestan en el binomio latifundio vs parcelarios y
medianos propietarios.
Por otra parte, es necesario explicar la construcción de sentidos existenciales,
modos de vida y actores sociales, a partir de la lucha por el recurso tierra e impul-
sados desde el ámbito local en el que conuyen intereses productivos. Desde esta
perspectiva, es interesante plantear que la política de repartición de propiedades
de Hernández Martínez, no solo obedeció a dinámicas nacionales; sino también a
problemáticas locales anteriores a la consolidación del régimen, como las del Chila-
matal, mismas que le sirvieron para ganar apoyo particular, con la creación o conso-
lidación de municipios en las propiedades repartidas, en tanto que sirvieron como
medidas de contención ante la falta de una política ecaz en favor de resolver el
problema estructural del acaparamiento de la propiedad.
FUENTES DE REFERENCIAS
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Salvador, Protexto.
Browning, D. (1975). El Salvador, la tierra y el hombre. Ministerio de Educación, Dirección de Publicaciones.
Dennis Sevillano Payes • El Chilamatal:Historia de las movilizaciones sociales por el recurso tierra en el valle de... 1717
Fonseca, P. (1913). Monografía departamental de La Libertad, San Salvador, Imprenta Nacional.
Grontmij de Bilt, (1961). Proyecto de Desarrollo Agrícola del valle de Zapotitán, San Salvador,
MAG&Grontmij de Bilt.
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Ciudad Arce.
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Sevillano, D. (2022). Política Rural de Mejoramiento Social del General Maximiliano Hernández
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Salvador, Editorial Universitaria.
ARTÍCULOS PUBLICADOS EN REVISTAS.
Folchi, M. (2001). Conictos de contenido ambiental y ecologismo de los pobres: no siempre pobres,
ni siempre ecologistas. Ecología política, 22, 79-100
NOTAS DE PERIODICOS.
Alfaro, (24 de abril de 1936 a) El Saneamiento de Zapotitán costará más de 20, 000 colones dicen el
Ingeniero Alfaro. Solo realizando este trabajo podrá desterrarse el paludismo de aquel lugar.
Las ciénagas cubren un área como de diez caballerías, La Prensa Gráca, P 1-
Alfaro, (9 de mayo de 1936 b) “El ingeniero Alfaro sostiene que se puede desecar Zapotitán”, La Prensa
Graca, P 1-4.
Gobierno de El Salvador, (7 de julio, de 1921) Decreto de creación de pueblo, con el nombre del
Chilamatal, Diario Ocial, P 153.
Gobierno de El Salvador, (26 de junio de 1936 a) Decreto conriendo el título de villa al pueblo del
Chilamatal, Diario Ocial, p. 143.
Gobierno de El Salvador, (23 de febrero de 1936 b) La obra de Mejoramiento Social, La República, p. 3
Gobierno de El Salvador, (8 de mayo de 1935) El gobierno del general Martínez continúa
desarrollando su política bien hechora a favor de las clases campesinas de la nación, La
República, P. 4
Diálogos Revista Electrónica de Historia, 25(1): 1-18. Enero-junio, 2024. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica1818
TESIS
Magaña, O. & Solano, J (1979) Evaluación socioeconómica del Distrito de Riego y Avenamiento
Zapotitán. [Tesis de licenciatura en economía] Universidad de El Salvador.
DOCUMENTOS DE ARCHIVOS.
Ministerio de Agricultura y Ganadería, (11 de marzo de 1935) Carta de don Alejandro Moran, al
señor ministro de agricultura Tomas Calderón: Señor ministro de Agricultura, sobre los lotes
entregados en Zapotitán, P1
FUENTES ORALES.
(E, Cándido, comunicación personal, 10 de julio de 2007)
(M. Sermeño, comunicación personal, 13 de abril de 2010).