Diálogos Revista Electrónica de Historia, 25(1): 1-32. Enero-junio, 2024. ISSN: 1409-469X · San José, Costa Rica1010
En la actividad de prensa del 7 de setiembre participaron Bernal Jiménez,
presidente ejecutivo del BCCR, Guido Sáenz, ministro del MCJD, Samuel Rowinski,
jefe del proyecto y del Departamento Cultural del BCCR, y los arquitectos Édgar
Vargas, Jorge Borbón y Jorge Bertheau, representantes de las empresas que elaboraron
los planos y construirían la obra (La República, 8 de setiembre de 1976, p. 14). En
dicha conferencia, se indicó una reducción del costo de la obra, pues con respecto a
los ochenta millones de colones anteriormente estimados para su construcción, ahora
se mencionaba un valor de sesenta millones de colones.
Seguidamente, el 15 de setiembre de 1976 se realizaron los actos inaugu-
rales del proyecto, en los que participaron Daniel Oduber, presidente de la repú-
blica, Bernal Jiménez, presidente ejecutivo del BCCR, y Guido Sáenz, ministro de
Cultura. En los discursos de la actividad, Sáenz González recordó cómo hacía 85
años el presidente de la república, José Joaquín Rodríguez, colocó la primera piedra
del Teatro Nacional. Bernal Jiménez aludió al papel del sector cafetalero en la cons-
trucción del Teatro Nacional y les propuso que, siguiendo el ejemplo del pasado, en
esta ocasión aportaran para la construcción de la plaza: “¿no sería la mejor forma de
venerar la memoria de nuestros antepasados, el usar la misma fuente de recursos para
exaltar la belleza de este teatro y complementar las instalaciones?” (La Nación, 16 de
setiembre de 1976, p. 8A). También, el presidente del BCCR hizo la misma exhor-
tativa ante la bonanza económica en las alzas del precio internacional del café (La
Nación, 16 de setiembre de 1976, p. 8A), pues tal como señala León (2014), Costa
Rica experimentó una corta bonanza de ese grano durante dicho periodo (p. 190).
En el imaginario histórico costarricense ha prevalecido la idea de que los
sectores cafetaleros de nales del siglo XIX aportaron cifras económicas signi-
cativas para la construcción del Teatro Nacional, pero la evidencia histórica cues-
tiona esa narrativa.2 Por ende, las armaciones hechas durante la inauguración de las
obras de la Plaza de la Cultura reprodujeron un imaginario histórico sobre el Teatro
Nacional, por lo que cabe la posibilidad de que los sectores políticos socialdemó-
cratas deseaban beneciarse de ese imaginario histórico para motivar la construcción
de la Plaza de la Cultura.
Al respecto, cabe destacar cómo ambos jerarcas asimilaron en sus inter-
venciones la construcción de la Plaza de la Cultura con la construcción del Teatro
Nacional. Se podría suponer que así como el Teatro Nacional representó en el imagi-
nario costarricense un símbolo cultural del proyecto liberal del siglo XIX, estos
sectores políticos miraron la Plaza de la Cultura como una potencial expresión mate-
rial y cultural del proyecto socialdemócrata.
En esta actividad, el presidente Daniel Oduber, representante del partido
PLN, agrupación dominante durante segunda mitad del siglo XX, mencionó una
serie de intervenciones urbanas realizadas durante su administración en la ciudad
de San José. En ese listado, señaló la importancia de construir el bulevar peatonal
de la Avenida Central como una obra complementaria a la plaza (La Nación, 16 de
setiembre de 1976, p. 8A).