Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X
Volumen 7 Número 1 Febrero 2006- Agosto 2006.
Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm
( página 191 - 207)
dólares en promedio, aunque mucho depende de las fases, así como del período de
estudio–.
10. Las investigaciones involucran varios tipos de profesionales, en especial
profesionales de la enfermería, de la microbiología y, por supuesto, de la medicina
de un buen número de especialidades.
La primera reacción que puede tener quien contempla estos hechos desapasionadamente
quizás sería negativa, sobre todo porque parecen superponerse las condiciones
cuestionables a las loables; incluso en este resumen hemos dejado ver una tendencia quizás
cargada contra la privatización de la investigación clínica. Mas nuestra intención está sobre
todo en describir lo que acontece, para que su valoración sea menos pasional o retórica. Y
es que en general se llega a perder una necesaria perspectiva fenomenológica, es decir,
remitida a las cosas que nos son manifiestas, ya sea cuando se hacen dictámenes negativos
desde las primeras impresiones que se tienen, a las que suelen sumarse presupuestos
morales excesivos o ahistóricos, o, por el contrario, más bien positivos, muchas veces al
partir de ciertos intereses muy específicos, que se unen a criterios excesivamente laxos o
que conciben la ética, e incluso la moral, como un lugar común de justificación solo
discursiva.
La cuestión desde estas dos lecturas llega al punto de promocionar un suerte de dualismo de
tipo maniqueo en ambas posiciones,
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que es el que creemos importante sacar a relucir en
este ensayo. Es esto lo que desarrollamos en los dos siguientes apartados,
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concluidos los
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La religión de Mani (216–277), que llegaría a tener una enorme influencia sobre Oriente y Occidente (es
particularmente conocida por ser un adepto inicial suyo San Agustín), sostiene que existen dos fuentes o
principios de lo que es: la Luz (el Bien o Dios) y la Oscuridad (Mal o Materia), siendo ambas eternas e
igualmente poderosas. En general se podría suponer que sostener semejante dualismo implica un
reconocimiento del valor del mal; pero más que ello nos interesa aquí destacar que las cosas terminan
determinándose conforme a la fuente de que proceden: hay buenos y malos, hijos de la Luz e hijos de la
Oscuridad, el traslado significativo de un lado al otro no parece posible, pese a que sí podrían concebirse
grados de purificación y redención, en la medida en que se aleje del reino puro del mal..
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Las dos líneas discursivas que ofrecemos se basan en argumentaciones que podemos conocer en los
congresos de Bioética –religiosos, técnicos, divulgativos o incluso comerciales–, en proclamas, de tipo
político en especial, que salen a la luz pública, o en la defensa específica de los proponentes de protocolos
ante comités reguladores, entre otros lugares comunes. No hemos querido citar casi ninguna fuente en