Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X
Volumen 6 Número 2 Agosto 2005 - Febrero 2006.
Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm
( páginas 175-186) p. 176
DIÁLOGOS. REVISTA ELECTRÓNICA
DE HISTORIA
Escuela de Historia. Universidad de Costa Rica
La Historia Cultural en Panamá: Un Campo Incipiente. Dra. Miriam Miranda
Comité Editorial:
Director de la Revista Dr. Juan José Marín Hernández jmarin@fcs.ucr.ac.cr
Miembros del Consejo Editorial: Dr. Ronny Viales, Dr. Guillermo Carvajal, MSc.
Francisco Enríquez, Msc. Bernal Rivas y MSc. Ana María Botey
Miembros del Consejo Asesor Internacional: Dr. José Cal Montoya, Universidad de San
Carlos de Guatemala; Dr. Juan Manuel Palacio, Universidad Nacional de San Martín y Dr.
Eduardo Rey, Universidad de Santiago de Compostela, España
Diálogos Revista Electrónica de Historia” se publica interrumpidamente desde octubre de 1999
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Palabras claves: Historia Cultural, Panamá, Centroamérica, Balance, Historiografía y
Cultura.
Key words: Cultural History, Panamá, Central America, Balance, Historiography and
Culture.
Resumen
El artículo aborda el desarrollo de la Historia Cultural en Panamá a partir de diversas
interrogantes, tales como ¿cuál ha sido la trayectoria de los estudios históricos en Panamá
de manera general?, ¿Cuáles son las tendencias historiográficas de mayor aceptación y
divulgación en el país?,¿Qué es Historia Cultural en Panamá?, ¿Qué campos de
investigación son considerados parte de la Historia cultural panameña? Y ¿Cuáles son las
premisas teóricas y metodológicas que utilizan los investigadores de la cultura en Panamá?.
Tomando como eje las reflexiones de Peter Burke y Roger Chartier con respecto a la
trayectoria seguida por la Historia cultural en el mundo académico internacional.
Abstract
The article approaches the development of the Cultural History in Panama from diverse
questioning, such as which has been the path of the historical studies in Panama of a
general way?, which are the trends historiographic of major acceptance and spreading in the
country?, what is A Cultural History in Panama?, what fields of research are considered to
be a part of the cultural Panamanian History? And which are the theoretical and
methodological premises that the researchers of the culture use in Panama?. Taking as an
axis the reflections of Peter Burke and Roger Chartier with regard to the path followed by
the cultural History in the academic international world.
.
Dra. Miriam Miranda. Profesora e investigadora de la Escuela de Historia, Universidad de
Panamá. Colaboradora de Revista del Centro de Estudios Latinoamericanos, (CELA
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La Historia Cultural en Pana
Un campo incipiente
Miriam Miranda
Email: mdmiranda@tutopia.com
Un acercamiento a la Historia Cultural en Panamá supone tener en cuenta dos
consideraciones importantes. Primero ¿cuál ha sido la trayectoria de los estudios históricos
en Panamá de manera general?, ¿Cuáles son las tendencias historiográficas de mayor
aceptación y divulgación en el país?, y segundo precisar el carácter teórico metodológico,
es decir ¿Qué es Historia Cultural?, ¿Qué campos de investigación son considerados parte
de la Historia cultural? ¿Cuáles son las premisas teóricas y metodológicas que utilizan los
investigadores de la cultura?.
Respecto a la primera consideración, la enseñanza de la Historia en Panamá a nivel de
escuela secundaria es una decisión ejecutiva que data de la década de 1910. A nivel
universitario sólo después de 1935 cuando se funda la Universidad de Panamá. La
fundación de este centro de estudios superiores coincide con la llegada a Panamá de varios
profesionales de origen español que como consecuencia de la guerra civil vienen hacia
nuestro país en busca de asilo.
Con personalidades como Juan Aguilar se inician los estudios históricos en el país con
cierto nivel de sistematización, pero a partir de los años 50 la universidad abre carreras para
preparar docentes en atención a la demanda del Ministerio de Educación que requería
profesores para dictar las asignaturas de Geografía, Historia y Cívica. A partir de entonces
se crea un Departamento de Historia que de manera conjunta con los Departamentos de
Geografía y de Filosofía atienden la formación de Licenciados en Geografía e Historia o
Filosofía e Historia. En consecuencia la tarea fundamental del Departamento consistió en
atender la formación de licenciados, que luego se convertían en docentes con escasa
vinculación a las tareas de la investigación histórica.
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En este sentido es prudente recordar que la historiografía panameña estuvo en manos de
historiadores autodidactas, es decir personas interesadas en divulgar la historia del país pero
que no tenían preparación académica en esta rama del conocimiento, por tanto no se
vinculaban mucha a las teorías o herramientas metodológicas para la interpretación de los
acontecimientos estudiados. Su principal preocupación consistió en establecer los nexos
históricos de la sociedad panameña del siglo XX con aquellas formaciones del periodo
colonial y del siglo XIX. Gran parte de esta preocupación tenía relación con la polémica en
fue determinante, centrada en su expectativa de controlar el derecho de construcción del
canal de Panamá.
En general, tanto a nivel universitario como de escuela secundaria, la orientación de la
historia panameña estuvo dentro de los parámetros de la historia política y positivista,
característica, que a mi juicio, encontramos en la mayor parte de la historiografía
latinoamericana hasta avanzado el siglo XX, pero que en nuestro país mar
profundamente el quehacer de los historiadores panameños hasta entrado el siglo XXI.
Situación que ha sido difícil revertir a pesar de la creación de la Escuela de Historia que a
partir de 1994 empezó a formar licenciados en Historia, quienes han terminado en las filas
del Ministerio de Educación ejerciendo como docentes.
Considero que el itinerario antes expuesto, ha contribuido a mantenernos, en términos
generales, en un evidente atraso respecto a la difusión de nuevas tendencias
historiográficas, entre ellas la denominada Historia cultural, sin embargo, sería arriesgado
decir que es un campo totalmente olvidado.
En cuanto a la segunda premisa y por razones metodológicas me apoyaré en los aportes de
Peter Burke respecto a la trayectoria seguida por la Historia cultural. Para Burke este no es
un campo totalmente novedoso, se pueden identificar autores y trabajos de historia cultural
por lo menos a partir del Renacimiento. En su opinión la versión clásica de la historia de la
cultura incluye además de los campos de la literatura, las artes y la música, la historia de las
doctrinas, las disciplinas del conocimiento, las invenciones y los modos de pensamiento.
*
A partir de esta consideración resultará s fácil identificar la producción historiográfica
panameña durante el siglo XX en el plano cultural. Sin embargo es necesario considerar
*
Ver Peter Burke. Formas de Historia Cultural. Madrid, Alianza 2000. pp 15 - 33
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que así como ha variado la definición de cultura también el campo de la historia cultural ha
sufrido cambios en la concepción misma, en los campos de estudio e inclusive en su base
teórica y metodológica. Los aportes de uno de los maestros de la historia de la cultura como
Roger Chartier son de invaluable ayuda para que este diagnóstico resulte más completo.
Según Chartier cualquier definición de cultura debe tener en cuenta por un lado “
las obras y
las prácticas que son objeto de juicio estético o intelectual, y por otro, la trama de relaciones
cotidianas que expresan la vida de una comunidad en un tiempo y lugar”, porque a partir de estas
ideas se puede
: “Pensar históricamente las formas y las prácticas culturales...”
1
Pensar las formas y las prácticas culturales en Panamá, país que registra en su historia
continúas oleadas migratorias de diversas procedencias, resulta una tarea ardua, vasta y
compleja. Las primeras aproximaciones con algún nivel de sistematización, que tenemos
disponibles, datan del siglo XX aunque no proceden precisamente del campo de la Historia,
por el contrario están estrechamente ligadas a la definición de cultura proveniente de
Europa y que gozaban de gran aceptación dentro de los grupos dominantes de la época.
A inicios del siglo XX Panamá se separa de Colombia, se proclama país independiente y se
inicia un proceso de búsqueda y reafirmación de identidad. Este proceso llevó a muchos
profesionales a manifestar de diversas formas su preocupación por la cultura y la necesidad
de reconocer y defender nuestras prácticas culturales, especialmente aquellas heredadas de
los colonizadores españoles, consideradas ideales para cualquier sociedad.
En el campo de la educación encontramos nombres como José Dolores Moscote,
constitucionalista, cuyos trabajos se dedican especialmente a rescatar la influencia de la
cultura europea en nuestro medio y la necesidad de conservar y cultivar a través del sistema
escolar dichas ideas. Un breve ensayo titulado Historia de la instrucción pública en Panamá
escrito en 1915, por el literato y primer rector de la Universidad de Panamá, Octavio
Méndez Pereira. Por estos mismos caminos Juan Antonio Susto, un historiador de vocación
y gran lector, publicó en la Revista Lotería (de noviembre – diciembre de 1965), una
Cronología de la Educación de la mujer panameña en el siglo XIX y para la provincia de
1
Chartier Roger. El mundo como representación. Historia Cultural entre práctica y representación. España.
Gedisa.1996. Prólogo. X- XI.
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Coclé, otro historiador aficionado Gaspar Rosas Quirós, escribió a principios de la década
de 1980, la obra la Educación en Coclé en del siglo XIX al siglo XX. La característica
común a estos trabajos es su carácter descriptivo, pero valiosos por la importante cantidad
de datos que ofrecen.
Bajo el prisma filosófico, Diego Domínguez Caballero e Isaías García Aponte definieron
desde la década del 40, incluyendo a Rodrigo Miró, con su Teoría de la Patria (1946), las
características esenciales de lo panameño y del panameño, motivados por la popular idea de
la falta de identidad de los panameños cuya cultura parecía desvanecerse ante la avasallante
presencia de la cultura estadounidense y de otros grupos como lo afroantillanos, tema
planteado por Eusebio A. Morales desde los años 20. Unas décadas s tarde Ricardo
Arias Calderón volverá sobre este tema.
Una de las obras más destacadas y completas es la de Rodrigo Miró, quien desde el plano
de la valoración estética literaria intentó sistematizar los aportes a la cultura panameña a
través de la literatura durante la colonia y en la contemporaneidad. La obra de Miró es
quizás uno de los primeros intentos en el país de acercar la Historia a la Literatura, aunque
valga decir es sólo un amante de la historia.
Desde la valoración estética encontramos otros estudiosos como Jaime Ingram reconocido
maestro de la música clásica, quien no sólo se ha dedicado a enseñar sino que ha escrito
diferentes obras sobre la trayectoria de la música clásica en Panamá. En el campo de las
artes tenemos las contribuciones de Pedro Prado, y Eric Wolfschoon, sobre la historia de la
pintura en Panamá, y las ideas estéticas.
Los aportes de Ricardo J. Alfaro quien dio vida a importantes publicaciones como el
Heraldo del Istmo, Anales del Ateneo y Nuevos Ritos, espacios para la reflexión en torno a
la cultura panameña y la necesidad de cultivarla como un camino de reafirmación nacional,
constituyen un valioso aporte en el campo de la prensa escrita.
En e campo de la historia de las ideas el mayor representante fue indudablemente el doctor
Ricaurte Soler con su historia de las ideas en Panamá, que desde la cátedra creada por él,
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desarrolla una línea de investigación en la que analiza las influencias de las corrientes
ideológicas del siglo XIX y XX, en el pensamiento panameño y el desarrollo de procesos
intelectuales autónomos, que el denominó el positivismo autóctono en América, tanto
panameño como argentino.
La historia de la doctrina, entendida como historia de las ideas religiosas han sido
estudiadas por el catedrático Alberto Osorio, en su obra Historia de la iglesia en Panamá.
Sin embargo otros temas de la historia de la cultura no han llamado la atención de
historiadores y tampoco de aficionados, como la historia del derecho o de las invenciones.
Los estudios de la cultura desde un punto de vista más amplio que incluyera no sólo los
grupos de poder y/o ilustrados, llevaron a muchos estudiosos a ocuparse de la cultura
popular. Desde una perspectiva folklórica Narciso A. Garay publicó en 1930 el ensayo
Tradiciones y Cantares de Panamá, producto de su investigación de campo en recorridos
por varias provincias, registrando en los grupos indígenas e hispano bailes, danzas y
canciones, enriqueciendo la obra con algunas pinturas y múltiples fotografías.
A este estudio pionero siguieron las investigaciones de los esposos Manuel y Dora rate,
quienes trabajaron desde la década del 40 las manifestaciones de la danza, el baile, la
música, los cuentos, el habla, la comida y tradiciones de campesinos hispano-indígenas y
negros de origen colonial. Se trata de estudios que reflejan en su momento, una fotografía
de estas manifestaciones, sin análisis históricos profundos, aunque intentan establecer
aproximaciones de sus relaciones con las culturas hispanas, negras o indígenas del periodo
colonial.
En el campo de la sociología la obra de John y Mavis Biesanz, escrita en la década de los
50 titulada Panamá y su gente nos ofrece un estudio muy completo de la cultura panameña
y sus actores. Este estudio es una obra impresionista e interesante porque es la mirada del
otro. Estos autores - sociólogos estadounidenses nos presentan un trabajo de sociología
histórica que abarca tanto la cultura urbana como rural y sus expresiones más
representativas.
Las investigaciones de la geografía humana de Ángel Rubio, que incluye un estudio sobre
la vivienda rural, el primero en introducir el concepto de grupo humano, luego utilizado
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tanto por Hernán Porras en El papel histórico de los grupos humanos de Panamá, y Reina T.
de Araúz, en Los grupos humanos de Panamá, fueron trabajos pioneros que reflejan el
intento de analizar la cultura de los indígenas panameños, desde fines de la década del 50.
A ellos se suman las obras de antropólogos extranjeros sobre los grupos indígenas, tema
clásico de la antropología, y que se desarrolló con mayor énfasis a partir de los años 70.
A partir de esta misma época aparecen algunos trabajos que se ocupan especialmente de la
cultura popular urbana. Destacan dentro de los estudios aquellos que se ocupan
mayoritariamente de los afroantillanos, de chinos y de algunos otros grupos de fuerte
presencia en las ciudades terminales Panamá y Colón –, destacando los aportes de estos
grupos étnicos a la cultura nacional. Podemos mencionar obras como las de George
Pristley, Gerardo Maloney y Agatha Williams, y menos conocido a Bryce Laporte,
Para los grupos afro hispanos, de ascendencia colonial, está la relativamente reciente obra
de Carol Joplin, antropóloga norteamericana, con la recopilación de documentos en el
archivo de Indias en Sevilla, en su libro Indios y Negros en Panamá en los siglos XVI y
XVII), y Armando Fortune, quien en la década del 60, intentaba establecer las relaciones
de los grupos afro -hispanos del istmo y sus orígenes tribales africanos.
A partir de la década del 90 del siglo XX podemos apreciar la
aparición de algunos estudios de historia
cultural hechos por historiadores profesionales, aunque a mi juicio, son investigaciones
cuyos temas son parte del interés personal de los investigadores y no un trabajo sistemático
e identificado con la metodología y la teoría de la historia cultural. No he encontrado
ninguno que se suscriba a la historia cultural dentro de los parámetros que la caracterizan
en la actualidad. Tampoco está presente en estos trabajos un planteamiento que haya
generado discusiones de orden metodológico o epistemológico en nuestro quehacer. No es
notoria la influencia de los estudios culturales muy desarrollados en el mundo
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anglosajón por ejemplo, aunque debo reconocer que la cultura panameña en general ha sido
fuertemente influida a través del siglo XX por la cultura estadounidense.
Comenzado el siglo XXI y con motivo de la celebración de los cien años de vida
republicana muchos estudiosos - no sólo historiadores intentaron buscar y sistematizar la
mayor cantidad de información posible sobre algunos temas del campo de la historia de la
cultura, muchos podríamos decir pioneros como La Historia de la Medicina en Azuero del
doctor Julio Vicente Suárez. La música Salsa en Panamá y algo más del músico Francisco
Buckley.
También aparecieron otras obras más completas que le dieron gran importancia a la historia
cultural. En este caso es importante destacar los trabajos del Doctor Alfredo Castillero
Calvo quien desde su área de especialización - la historia colonial nos ha presentado
recientemente varios estudios que se ocupan de temas de la historia cultural en Panamá
durante la época colonial. En obras como Historia General de Panamá, la ciudad imaginada
y Vida cotidiana en Panamá Viejo nos ofrece parte de los resultados de su trabajo de
investigación.
La cultura del siglo XX en su versión urbana cosmopolita aparece en la obra Génesis de la
Ciudad Republicana de Damaris Szmirnov quien destaca las formas de vida cultural que se
desarrollaron en la ciudad de Panamá a partir de la instalación de los vecinos
estadounidenses. Es notoria en este trabajo la influencia de la escuela de los Annales.
Especialmente por la temática que aborda. Desde el punto de vista metodológico constituye
un valioso aporte que ofrece pistas sobre como abordar temas y fuentes poco usuales en la
historiografía nacional.
La cultura rural menos investigada en términos generales - aparece en obras como
Producción y Comercio en la sociedad rural de Penonomé de Marcela Camargo. La
novedad metodológica que nos ofrece es de incalculable valor, gran parte de la información
se recoge a través de las herramientas que para este menester nos brinda la historia oral.
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Destaca fundamentalmente el quehacer del sector campesino en comunidades de la región
central del país y sus formas de producción e intercambio a través del tiempo.
La vida de los habitantes del campo la encontramos en otras obras como: Cuando se acaban
los montes: los campesinos santeños y la colonización de Tonosí de Stanley Heckadon M,
cuyo enfoque está más orientado a la visión sociológica del problema ecológico. También
existen publicaciones de Francisco Herrera sobre la vida de los grupos humanos del Darién,
apoyado en una interpretación antropológica de las condiciones de vida de estos sectores de
la población.
Sin embargo la mayor parte de los estudios e investigaciones están dedicadas a
manifestaciones y expresiones de la cultura en la zona de tránsito. Muy pocas se ocupan de
aquellas regiones denominadas “interior de la república”. La zona de tránsito sigue
predominando no sólo desde el punto de vista económico, también acapara la atención de
nuestros estudiosos.
En términos generales no podemos decir que no se haya hecho historia cultural en Pana
lo que podemos decir, es que dentro del colectivo de los historiadores, no encuentro el
paradigma que ocupe un lugar preferencial. Los temas fueron elegidos y abordados a partir
de los propios intereses y disciplinas y no siempre por historiadores sino por estudiosos de
otras disciplinas muchas veces poco relacionadas con la teoría y el método histórico. En el
caso de los historiadores muy fieles a la tradición - hemos trabajado muy
pragmáticamente, de espaldas a los aportes de antropólogos, sociólogos, filósofos, literatos
y quienes han dedicado su trabajo a la investigación de distintos ámbitos de la cultura.
Quizás ello haya contribuido a un escaso manejo teórico que a su vez genere debates con el
consiguiente enriquecimiento de los temas estudiados. Aunque hay excepciones, la mayor
parte de los trabajos ofrecen una descripción de las representaciones culturales de las que se
ocupan, otros generan preguntas a partir de la información
recopilada, pero la mayor parte
adolece de una base epistemológica que indique el manejo de teorías a la luz de las cuales
se haya examinado el tema.
¿Es posible convertir la Historia Cultural en un espacio de trabajo para los historiadores
panameños?.
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La historia cultural es un espacio muy amplio de trabajo como indicaba al inicio. Pienso
que esta característica puede favorecer la adopción de este campo dentro de la
historiografía panameña, pues cada día encontramos más personas interesadas en realizar
investigaciones sobre temas relacionados con la cultura, sin embargo es imperante la
necesidad de buscar/ofrecer las herramientas teóricas y metodológicas que puedan orientar
el estudio desde la historia de la cultura panameña que hoy en día refleja ampliamente el
cruce de múltiples líneas culturales paralelas y sobre puestas.
Esta tarea concierne a la Universidad de Panamá, único centro que forma historiadores en
el país donde además se concentra la mayor parte de los historiadores activos, pero es
urgente que los colegas entren en una fase de revisión de su quehacer que oriente las
investigaciones hacia estas nuevas áreas temáticas como metodológicas. Quizás el papel
de la universidad es plantear las preguntas pertinentes. Cuáles han sido las tendencias del
desarrollo cultural de la población de Panamá, considerando su diversidad cultural, la
histórica marginalidad de algunos grupos, el predominio de actividades económicas
centradas en la economía de tránsito, las mutuas influencias de unos grupos sobre otros,
considerando ahora los procesos migratorios /exógenos-endógenos/ y la acentuación de la
globalización, que en Panamá siempre fue una constante después del Siglo XV.