Cuasimodo, Magazine: Junio de 1919; Marzo, Mayo, Junio y Agosto de 1920.
Orientación Feminista. Revista del Partido Nacional Feminista, No. 6 de junio de 1926.
The Star and Herald: Marzo de 1923 y Junio de 1926.
NOTAS
1
Tomamos el concepto de patriarcado liberal en el sentido que le otorga Victoria de Grazia. Grazia lo define así:
“…[es] el régimen opresivo de relaciones de género predominante en las sociedades occidentales durante el siglo
XX, ...basado en la minimización del consumo y un ejercicio restringido de los derechos de ciudadanía, y con el
refuerzo de una ideología de escasez, el liberalismo europeo anterior a la Primera guerra Mundial había medrado
exigiendo a sus súbditos estricta disciplina social y costumbres puritanas. El gran movimiento de emancipación
que surgió entre las mujeres europeas (ya visible en los movimientos sufragistas de preguerra), y con raíces más
profundas en la revolución demográfica y en la expansión de las ideas liberales a mediados del siglo XIX, se
hizo irreversible una vez movilizadas millones de mujeres de acuerdo con las exigencias de la economía de
guerra…” (Grazia. 2000: 159-160).
2
El Diario de Panamá de octubre de 1915 tenía entre los miembros de su Cuerpo de Redacción a Ricardo Miró
y a J.B. Duncan.
3
A título de ejemplo mencionaremos: “La moda al día” por la feminista española Carmen de Burgos (1/11/15),
“Elegancias y coqueterías” por Salomé Núñez y Topete (1/11/15), “Impresiones de París –Moda y guerra-“, por
M. Ciges Aparicio.
4
En el artículo “Congreso internacional feminista. A favor de la paz, las delegadas. Actitud de las francesas. La
verdadera opinión de las inglesas. Un deseo bueno y un congreso estéril” (13/11/15), firmado por la Marquesa de
Crespón. El artículo informa de la iniciativa holandesa del congreso que se celebró en La Haya, y enfatiza la
división de las delegaciones de los diversos países presentes, mencionando la opinión de Christabel Pankhurst,
quien, a nombre propio y de su madre, protesta por este congreso que no considera representativo ya que, según
ellas, la guerra debería ser proseguida “por las mujeres, por el conjunto de la humanidad, por la libertad y la
belleza (...) hasta que el dominio alemán en Europa sea una aspiración imposible”. Los ecos del feminismo
internacional, de la división entre feministas “nacionalizadas” por la guerra mundial y las feministas pacifistas
aparecen con toda claridad en este artículo.
5
En la sección “Notas y noticias” bajo el epígrafe “Para las damas”, el 22/11/15.
6
Conviene recordar aquí que en 1916 un grupo de maestras había creado el Club Ariel, del que formaban parte
sólo mujeres, con fines culturales, artístico y educativos.
7
Guillermo Patterson Jr. afirma que Enriqueta R. Morales escribía en El Diario de Panamá, e identifica a
Esperanza Guardia de Miró como la autora de los artículos publicados en La Estrella de Panamá bajo el
pseudónimo de Clara (a la que identificamos erróneamente en otro trabajo como Clara González) (Patterson.
1923). María Isabel Mendoza, secretaria de Enriqueta R. Morales en la Cruz Roja nos habló en una entrevista de
que ésta era redactora de “las sociales” en varios periódicos y en varias épocas.
8
El ambiente intelectual de esos años, así como el papel que desempeñaba en él Lola Collante nos fue descrito
por Diógenes de la Rosa en la entrevista realizada en 1996.
9
Según A. Lavrin, las feministas latinoamericanas defendieron la femineidad como parte esencial del feminismo
y como elemento no discorde con el ejercicio de la ciudadanía, haciendo una limpieza sanitaria de la femineidad
como sumisión y convirtiéndola en agente de cooperación con el hombre y cambio de la sociedad. Eso les
permitió granjearse el apoyo de los hombres y, a la vez, descubrir otra faceta de la femineidad, la femineidad al
servicio de la nación que con la dulzura, sensibilidad, dedicación y amor, podía ser un agente de cambio social,
de legislación en pro de madres e hijos, de reforma y moralización del proceso político mismo (Lavrin. 1999:11).
10
La propiedad el periódico pasó en febrero de 1920 a manos de Tomás Gabriel Duque, propietario también de
La Estrella de Panamá, pero todavía se mantuvo como director-gerente José D. Moscote un tiempo más hasta
que poco después lo dejó y pasó a trabajar en el periódico El Tiempo, propiedad de Jeptha B. Duncan, que fue