EDITORIAL
Este número presenta una variedad de
temas y enfoques sobre el quehacer de la Bibliotecología y ciencias
afines, que hacen evidente el papel que juegan las Tecnologías de la
Información y de la Comunicación para el manejo, tratamiento y difusión
de la información en formatos tradicionales y digitales.
De hecho, la sociedad moderna continuamente nos impone nuevos retos y
desafíos, por lo que ya no es suficiente producir información por
producirla. Todo lo contrario hoy en día las interrogantes clave son:
¿para qué producir información?, ¿para quién o quiénes está dirigida
esa información?, ¿cómo la vamos a producir, en formato impreso o
digital?, ¿dónde se va a generar esa información, en el país, en el
barrio, en la oficina, en el centro de investigaciones?, ¿con qué
recursos se cuenta para producir la información? y, sobre todo, ¿cuál
es el objetivo de producir esa información y para qué fines?. Si
respondemos a estas interrogantes, entonces, tendremos claro para qué
las bibliotecas y los bibliotecólogos, o bien, para qué las unidades de
información y los especialistas en información, más aún, para qué los
archivistas y la preservación de los documentos.
Ello nos conduce a reflexionar sobre las competencias que deben
desarrollar los especialistas que trabajan con la materia prima del
conocimiento: la INFORMACION; en ese sentido,se requiere de un recurso
humano, con una amplia cultura general, con una gran capacidad para
resolver problemas, emprendedor e innovador, que utilice las
tecnologías como una herramienta para hacer eficiente y eficaz su
desempeño, que sea flexible y versátil, con capacidad de adaptabilidad
al cambio y al cambio constante.
Asimismo en uno de los artículos de este número se plantea que los
archivistas son los profesionales cuya misión es preservar el
patrimonio documental impreso y digital de una Nación, es decir, por
medio de diversos formatos, herramientas y soportes, registran el
contenido de un determinado documento, como prueba viva de un hecho,
asunto o acontecimiento de un país, pues ellos también deben
desarrollar importantes habilidades y destrezas de tipo gerencial para
gestionar el acervo documental de una Nación, de manera tal que sea
accesible, público, que esté descrito con normas internacionales, que
sea un documento auténtico y fiel, y que se garantice su existencia por
siempre.
De igual manera, en este número, como en los anteriores, se destaca la
importancia de crear la cultura por el software libre, para que nos
conduzca crear una sociedad más solidaria, más equitativa, con igualdad de
oportunidades y, sobre todo, más informada. Aquí urge la pregunta: ¿qué
se entiende por acceso abierto y las implicaciones que trae?, señalar o
indicar que una aplicación es libre, o bien, que se puede descargar sin
costo alguno, habrá que pensar ¿todos nuestros equipos de cómputo están
dispuestos para trabajar aplicaciones de “software libre”?, ¿estamos
capacitados para el uso y manejo de estas herramientas y aplicaciones?,
en fin, esto pone sobre el tapete el trabajo de los expertos y el
trabajo conjunto entre el informático y el bibliotecólogo.
Además, se presentan artículos que llaman la atención sobre el tema de
la seguridad de los datos, particularmente los datos en la WEB,
enfatizando en la inquietud respecto a qué tan seguras son las páginas
y los sitios en la Internet, qué factores son los que pueden hacer
vulnerables dichas herramientas o servicios en la WEB, en tal caso, se
plantea una solución sumamente interesante que se denomina CAPTCHA, por
eso, valdría la pena concentrar el estudio de estas herramientas para
garantizar a los usuarios finales un uso seguro y fiable de los
servicios y productos disponibles en la WEB.
Asimismo, se hace mención a un aspecto medular de la actividad
bibliotecaria: la labor de referencia, una actividad clave para
explorar, descubrir y conocer a profundidad lo que piensa, requiere o
necesita el usuario de la información, en este sentido, el artículo
incluido en este número, reivindica el trabajo que hacer el
bibliotecario referencista en una unidad de información, que es el
enlace o el puente entre el acervo que tiene a su disposición y la
necesidad de información del usuario.
Para finalizar, se cuenta con un artículo que muestra una metodología
para la migración de datos y la importancia de interoperabilidad de los
sistemas de información, es una experiencia profesional de los autores
que se pone a disposición de los profesionales de la información,
quienes día a día se debaten por garantizar a sus usuarios el acceso
libre a la información.
Y como corolario de este número se muestra, paso a paso, cómo escribir
un artículo científico con la rigurosidad que ello implica, basado en
la experiencia de las autoras que tienen una trayectoria y autoridad
académica para escribir sobre el tema.Magda Cecilia Sandí S.
Universidad de Costa Rica. Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la
Información, Costa Rica. magda.sandi@ucr.ac.cr