Los Estándares
para el Sistema de
Bibliotecas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) son una herramienta
de normalización. Como organizaciones especializadas en gestionar
información, las bibliotecas requieren implementar una serie de
procesos que abarcan desde el procesamiento de información hasta
garantizar la satisfacción del usuario. La mayoría de estos están
normalizados, y forman parte de la enseñanza en bibliotecología: las
normas de descripción bibliográfica, los sistemas de clasificación, las
reglas de catalogación, los tesauros, los sistemas de identificación
bibliográfica, las normas sobre resúmenes científicos.
A este conjunto de
codificación se
agrega el reclamo surgido a fines del siglo XX por parte de la
ciudadanía y de las instituciones de una mayor transparencia: la
exigencia de accountability, entendida como el proceso de dar cuenta de
lo realizado en el desempeño de los cargos públicos. Son las
actividades de las organizaciones dirigidas a proporcionar información
sobre diversos aspectos de sus políticas y prácticas de actuación.
Así, las
bibliotecas universitarias
adquieren una visibilidad institucional ante los organismos externos de
evaluación y acreditación académica, hecho que requiere contar con
normas actualizadas respecto de la calidad de los servicios que ofrecen.
Los estándares
propuestos para la
Universidad de Buenos Aires (UBA) surgen de una institución compleja y
masiva. La UBA es una de las megauniversidades más grandes de América
Latina, con una población similar a la de una gran ciudad: su matrícula
supera los 330.000 estudiantes, emplea a más de 30.000 profesores y
8.700 investigadores.
A nivel formativo, la UBA ofrece 105 títulos de grado, 120
maestrías, 42 doctorados y 3 posdoctorados. Con respecto a su
estructura, la UBA tiene 13 facultades, 6 hospitales, 87 institutos de
investigación (incluyendo laboratorios), 4 establecimientos de
enseñanza media, 7 centros culturales, la Editorial Universitaria de
Buenos Aires (EUDEBA) y varias editoriales de facultades, y 14 museos.
En este contexto, el Sistema de Bibliotecas y de Información de la
UBA coordina un núcleo principal de dieciocho bibliotecas, que incluye
las bibliotecas centrales de las trece facultades y las bibliotecas del
Colegio Nacional de Buenos Aires, de la Escuela Superior de Comercio
Carlos Pellegrini, la del Ciclo Básico Común, el Hospital de Clínicas y
la propia biblioteca de la Dirección General del Sistema, especializada
en bibliotecología y educación superior. El Sistema de Bibliotecas y de
Información (SISBI) cuenta además con un núcleo extendido de
bibliotecas que reúne un total de más de sesenta unidades de
información pertenecientes a institutos, departamentos, laboratorios, y
programas especiales de la Universidad.
Todo este conjunto de bibliotecas reúne un acervo bibliográfico
que posee alrededor más de seiscientos mil títulos de monografías, unas
treinta mil publicaciones periódicas, más de veinte mil tesis y
numerosos recursos especiales.
La definición de estos estándares se enmarca en el contexto de los
objetivos académicos, la política de gestión del conocimiento y la
información, y los valores de la Universidad.
Con este fin, el SISBI conformó una comisión técnica integrada por
bibliotecarios y profesores de bibliotecología de la UBA, cuyos
integrantes aportaron los fundamentos teóricos del ejercicio docente,
de la investigación bibliotecológica, y los conocimientos de su
práctica profesional. Además de este trabajo en equipo, los estándares
cuentan con la peculiaridad de haber sido consensuados por los
directores de las bibliotecas integrantes del nodo central del Sistema,
y con un carácter normativo, al haber sido aprobados por el Consejo
Superior de la UBA.
La obra consta de una introducción, seguida de un capítulo para
cada estándar y finaliza con una extensa bibliografía, dividida en dos
partes: una de obras generales y otra específica por cada estándar.
Se definieron nueve estándares: 1) el Sistema de Bibliotecas de
la UBA; 2) Desarrollo de la colección; 3) Procesos técnicos; 4)
Servicios y productos; 5) Recursos humanos; 6) Infraestructura
edilicia y tecnológica; 7) Conservación del fondo documental; 8)
Gestión financiera y administración presupuestaria; 9) Gestión de
calidad.
El primer estándar indica la integración y funciones del Sistema
de Bibliotecas y de Información, y la estructura e interrelaciones de
la biblioteca universitaria. Parte de la premisa central de la misión
del Sistema de Bibliotecas de la UBA “es la coordinación y la
cooperación entre las Unidades de Información de la Universidad para
brindar servicios y productos de excelencia a diferentes usuarios y
propiciar la capacitación continua de todo su personal”
(Comisión
Técnica de Estándares del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de
Buenos Aires, 2013, p. 15). Contiene una breve reseña histórica del
Sistema de Bibliotecas y de Información (SISBI), luego un apartado
sobre las bibliotecas de la UBA, donde se recuerda que según la
normativa “la misión de las bibliotecas universitarias consiste en ser
una herramienta de apoyo a la enseñanza de grado, a la educación
continua de postgrado y al desarrollo de la investigación y de la
extensión”
(Comisión Técnica de Estándares del Sistema de Bibliotecas
de la Universidad de Buenos Aires, 2013, p. 9). Se repasa la estructura
y se presentan las áreas funcionales con las que debería contar cada
biblioteca: gestión, procesamiento de la información, servicios,
conservación documental, tecnologías de la información y comunicación,
y administración. Finaliza con un mapa conceptual de la biblioteca
universitaria.
El segundo estándar de la colección sobre desarrollo, denota la
necesidad del establecimiento de una política de desarrollo de la
colección y describe su proceso, que incluye las fases tradicionales de
selección, adquisición (compra, canje o donación), la evaluación
(métodos cuantitativos y cualitativos), y finaliza con las
consideraciones sobre el descarte.
El tercer estándar, sobre procesos técnicos, trata sobre la
descripción y accesibilidad de los recursos documentales de acuerdo con
las normas vigentes. Aborda el procesamiento de los recursos
bibliográficos, con precisiones sobre el análisis documental (la
catalogación, el análisis temático y el control de autoridades) y los
registros bibliográficos. Finaliza definiendo los catálogos y
describiendo los catálogos colectivos de la UBA, los cuales son de
libros, revistas y tesis, y facilitan el acceso del usuario final a
todas las colecciones de recursos de la Universidad.
El cuarto estándar sobre los servicios y productos son la razón de
ser de la biblioteca. Cada biblioteca deberá establecer, promover y
mantener servicios y productos de calidad para cumplir con su misión,
la cual debe responder a las necesidades y características de cada
Unidad Académica. Se enumeran y detallan los principales servicios: la
consulta, el préstamo (in situ, a domicilio, interbibliotecario, la
provisión de copias de documentos), la hemeroteca, la referencia, los
Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI ), la
página web, y el repositorio institucional. También se incluyen en este
estándar, orientaciones sobre formación de usuarios, y actividades de
difusión y extensión.
El estándar número cinco señala la tipología y funciones de los
recursos humanos requeridos en la biblioteca universitaria. Parte de la
premisa que las “bibliotecas deben contar con bibliotecarios para la
gestión del conocimiento y la prestación de los servicios, además de
personal auxiliar de apoyo a estas tareas. Deberán contribuir también
profesionales y técnicos de otras disciplinas, según corresponda en
cada Biblioteca”
(Estándares, 2013, p. 45). Contiene una tipología del
personal de las bibliotecas universitarias con las funciones de los
profesionales bibliotecarios, los profesionales de otras disciplinas,
así como del personal no profesional.
El sexto estándar describe las instalaciones edilicias y el
equipamiento que necesitan las bibliotecas para brindar sus servicios.
Se recomienda que cada biblioteca contenga, al menos, los siguientes
sectores: un área de servicios al público y un área de trabajo interno
con sus condiciones ambientales y de seguridad. Con respecto al
equipamiento, se enumeran las necesidades de mobiliario y recursos
informáticos.
El séptimo estándar trata sobre el establecimiento de una Política
de Conservación del Fondo Documental, ya que las bibliotecas deben
mantener sus colecciones en condiciones óptimas de conservación para el
uso y accesibilidad de los usuarios. Se describe la Política de
Conservación, se exponen planes de conservación preventiva y de acción
ante un siniestro, así como las prevenciones necesarias sobre rescate y
salvamento de la colección, junto con la necesaria capacitación del
personal. Finaliza con una tabla con los valores medios de temperatura
y humedad relativa recomendados para papel.
El estándar ocho trata sobre el presupuesto asignado a la Unidad
Académica, articulado con el presupuesto de la Universidad, con base en
el marco normativo de la gestión financiera y administración
presupuestaria. Se abordan las cuestiones relativas a la obtención de
recursos, el presupuesto (elaboración y aprobación, implementación,
control), la identificación de sus componentes, así como las fuentes de
financiamiento.
El noveno estándar, sobre gestión de la calidad, determina la
evaluación de las actividades de la biblioteca para garantizar con la
satisfacción del usuario la calidad de los servicios y productos. Las
bibliotecas deben evaluar en forma periódica la calidad, eficacia,
eficiencia, utilidad y relevancia de sus servicios, instalaciones y
recursos asignados en relación con su misión, metas y objetivos, los
cuales están en consonancia con los objetivos de la institución mayor.
Aborda la cuestión de la evaluación y la medición, y ofrece una serie
de definiciones y una lista de indicadores de desempeño de bibliotecas.
En tanto que los estándares son una herramienta fundamental que
complementan y actualizan las normas existentes, permitirán que cada
biblioteca del sistema defina sus propios indicadores de tiempo,
calidad, cantidad y costos, para así ofrecer un conjunto de criterios
básicos para la planificación y la toma de decisiones, que colaborarán
con una mejor administración de los servicios bibliotecarios.
Si bien los
estándares fueron creados para las
bibliotecas de la Universidad de Buenos Aires, conforman un conjunto de
criterios básicos de referencia y consulta que pueden ayudar a
planificar, definir, aplicar y evaluar los servicios y productos de
otras bibliotecas universitarias de América Latina.
2. REFERENCIAS
Comisión Técnica de Estándares del Sistema de Bibliotecas de
la Universidad de Buenos Aires. (2013). Estándares del Sistema
de Bibliotecas de la Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires: Sistema de
Bibliotecas y de Información, Universidad de Buenos Aires. Recuperado de http://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=libuba&d=HWA_171
(1) Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Carrera de
Edición. ARGENTINA. egiordan@filo.uba.ar