Artículo Científico 1 | Recibido: 31 de enero de 2018 | Corregido: 01 de setiembre de 2018 | Aceptado: 26 de octubre de 2018| Publicado: 01 de enero de 2019

DOI:https://doi.org/10.15517/eci.v1i1.32224


¿Cómo citar este artículo?

Arias, F.G. (2019). Citación de fuentes documentales y escogencia de informantes: un estudio cualitatico de las razones expuestas por investigadores Venezonalos. e-Ciencias de la Información, 9(1). doi: https://doi.org/10.15517/eci.v1i1.32224


e-Ciencias de la Información, volumen 9, número 1, Ene- Jun, 2019 ISSN-electrónico: 1649-4142

CITACIÓN DE FUENTES DOCUMENTALES Y ESCOGENCIA DE INFORMANTES: UN ESTUDIO CUALITATIVO DE LAS RAZONES EXPUESTAS POR INVESTIGADORES VENEZOLANOS

CITATION OF DOCUMENTARY SOURCES AND CHOICE OF INFORMANTS: A QUALITATIVE STUDY OF THE REASONS GIVEN BY VENEZUELAN RESEARCHERS

Fidias G. Arias 1

RESUMEN

La presente investigación se propuso interpretar las razones que expone un grupo de investigadores para citar y descartar fuentes de información documentales y vivas. Para cumplir dicho propósito se realizó un estudio desde un enfoque cualitativo. Como técnicas se utilizaron la entrevista y el grupo focal de discusión. Los participantes en la investigación fueron doce investigadores activos, quienes aportaron la información en función de su experiencia y percepción subjetiva de la realidad. Los resultados se contrastaron con los criterios de fiabilidad y calidad de las fuentes de información expuestos en la literatura especializada. Entre los hallazgos más relevantes destaca la coincidencia en razones objetivas de selección y la diferencia entre las razones subjetivas de cada investigador. Por último, se presentan algunas recomendaciones para la selección de fuentes impresas y digitales, así como para la escogencia de fuentes vivas (informantes clave y expertos).

Palabras Clave: fuentes de información, citas bibliográficas, análisis de citas, investigación cualitativa, investigadores, Venezuela.

ABSTRACT

The current investigation intends to interpret the reasons exposed by a group of researchers to cite and discard sources of live and documentary information. To achieve this goal, a study from a qualitative focus was carried out. Interviews and focal groups of discussion were used as techniques. The participants in the research were 12 active researchers, who provided the information based on their experience and subjective perception of reality. The results were contrasted with the reliability and quality criteria of the information sources exposed in the specialized literature. Among the most relevant findings, the coincidence in objective reasons of choice and the difference among the subjective reasons of each researcher stand out. Finally, some recommendations are presented for the selection of printed and digital sources, as well as for the choice of live sources (key informants and experts).

Keywords: sources of information, bibliographical citations, citation analysis, qualitative research, researchers, Venezuela.

1. INTRODUCCIÓN

Más que un conjunto de datos, la información es el elemento esencial para la generación del conocimiento científico. Puede considerarse el insumo básico o materia prima que se obtiene y se procesa mediante la investigación. Sin embargo, no se trata de cualquier información. Para que se traduzca en conocimiento cierto o probable, sistemático y verificable, la información debe cumplir ciertos requisitos para su publicación en revistas científicas arbitradas, principalmente, debe superar filtros de evaluación por pares y, posteriormente, debe ser considerada por las comunidades científicas.


En general, toda fuente de información pertinente y fiable para una investigación científica posee las siguientes cualidades: credibilidad, vigencia y accesibilidad (Arantón 2008; Fornas, 2003; Salvador, 2001). Asimismo, la información debe provenir de fuentes fiables y de calidad, tanto documentales como fuentes vivas, entendidas como aquellos individuos o personas que, de manera directa, suministran información en una investigación, a diferencia de las fuentes documentales que son soportes materiales.


No obstante, en la decisión de citar y seleccionar fuentes inciden diversas razones, por lo que el análisis de citas ha sido objeto de estudio en varios trabajos, entre los que se destacan los realizados por Davies y Calma (2017), quienes realizan un análisis de citas en publicaciones sobre educación superior para describir las redes de influencia de los principales autores y temas que, a su vez, revelan los intereses y las prácticas de los investigadores. Luego, Higashiyama y Marchiori (2017) estudiaron el comportamiento de la citación en una revista científica-académica brasilera, específicamente, las motivaciones de los investigadores para citar a otros autores, identificando como la principal motivación, la necesidad de estructurar y argumentar sus ideas.


King, Correll, Jacquet y Bergstrom (2017) establecen la relación entre la autocitación y el género, encontrando una cantidad mucho mayor de autocitas en investigadores masculinos. Más tarde, Calver (2015) hace una crítica de la tendencia a escribir artículos para recibir una alta cantidad de citas. Mientras que Erikson y Erlandson (2014) construyen una taxonomía de los motivos para citar, agrupándolos en las categorías argumentativa, social, económica y de datos. Por último, Macedo y Pagano (2011) analizaron la citación en la escritura de textos académicos por parte de investigadores expertos y noveles de una institución universitaria brasilera reportando que los expertos utilizan una mayor variedad de citas, mientras que los noveles emplean las citas de otros autores para refutar ideas presentes en sus textos.


Con base en lo anterior, la investigación se planteó responder las siguientes preguntas: ¿cuáles son las razones expuestas por un grupo de investigadores venezolanos para citar o descartar fuentes documentales: impresas y electrónicas?, por una parte, y por otra, ¿qué razones exponen para seleccionar a informantes clave y a expertos a ser entrevistados?


En cuanto a la justificación del presente estudio, al considerar toda la gama de fuentes de información y, específicamente, las fuentes electrónicas como categorías de análisis en la muestra seleccionada, esta investigación adquiere importancia en la actualidad, debido al rápido avance tecnológico, específicamente en el área de informática con la red de redes: la Internet, donde existen millones de contenidos y documentos que deben ser filtrados por estudiantes e investigadores para elegir fuentes creíbles y fidedignas.


Además, el estudio aporta algunas pautas para la selección de fuentes documentales, informantes clave y de expertos, no sólo derivadas de la literatura especializada, sino, también, producto del testimonio brindado por los investigadores consultados, de modo que las fuentes vivas sean tan confiables como las provenientes de documentos. Concretamente, el estudio se propuso como objetivos, en primer lugar, conocer las razones por las cuales un grupo de investigadores venezolanos selecciona y cita, o descarta y deja de citar determinadas fuentes documentales (impresas y digitales). En segundo lugar, explorar las razones por las cuales los investigadores seleccionan algunas fuentes vivas: informantes clave y expertos y, por último, se planteó interpretar algunos testimonios de los investigadores sobre sus experiencias significativas en la escogencia de fuentes de información documentales y vivas.

2. REFERENTES TEÓRICOS

2.1 Las Fuentes de Información

Fuente de información es cualquier elemento, objeto, sujeto o hecho que suministra datos que tienen un sentido para quien los obtiene. Según su naturaleza, las fuentes de información pueden ser documentales definidas como soportes materiales que proporcionan datos secundarios, y fuentes vivas, es decir, la persona o personas que suministran datos primarios al investigador, como se aprecia en la Figura 1.

Figura 1

Clasificación de las fuentes de información


Fuente: Elaboración propia

Es importante aclarar que, aun cuando las fuentes documentales aportan datos secundarios, por cuanto estos han sido obtenidos, procesados y publicados por otro autor, estas fuentes, a su vez, se clasifican en documentales primarias u obras originales, y fuentes documentales secundarias o trabajos en los que se hace referencia a la obra original de otros autores (Arias, 2016).

Actualmente, en la literatura especializada existen diversas clasificaciones de las fuentes documentales. No obstante, a los efectos de esta investigación se adoptó la clasificación de la American Psychological Association (APA), institución que las agrupa en tres grandes categorías: impresas, audiovisuales y electrónicas; por supuesto, cada clase tiene varias subclases o sub-categorías de fuentes documentales. Para citar un ejemplo, entre las clases de fuentes impresas se encuentran libros, revistas científicas, anuarios estadísticos, tesis y cualquier otra publicación sobre papel.

2.2. Los conceptos de fiabilidad, calidad, pertinencia y relevancia de las fuentes de información

Fiabilidad y calidad de las fuentes de información son conceptos que dependen de una serie de criterios establecidos que se utilizan para evaluar si una fuente cumple con los requisitos para ser considerada, consultada y citada en una investigación.


En general, fiabilidad es sinónimo de credibilidad, seguridad y autenticidad. Mientras que calidad es un concepto complejo y relativo, porque depende del contexto y de múltiples factores (Camisón, Cruz y González, 2006). No obstante, en muchas áreas se han construido indicadores para definir o evaluar de la manera más objetiva y precisa los estándares de calidad. Por ejemplo, existen indicadores de calidad de un producto, calidad de servicio, calidad educativa, entre muchos otros.


En relación con las fuentes de información, la complejidad del concepto de calidad se concreta en un conjunto de variables o criterios, incluida su fiabilidad, que permiten evaluar una fuente de información. Específicamente, estos criterios son:


Pertinencia: es la correspondencia o adecuación de los datos a las necesidades, temática y objetivos, de modo que sea de utilidad para la investigación: “La información ha de tener calidad y ser fiable, pero lo más importante es que nos resulte útil” (Universidad de Alicante, 2015, p. 5).


Fiabilidad: es una característica determinante en la calidad de la información y, como se ha dicho antes, se asocia a la credibilidad, veracidad, certeza, carácter fidedigno y autenticidad de los datos (Arantón 2008; Fornas, 2003).


Relevancia: entendida como sinónimo de significativo o importante en función de su valoración universal (Naidorf, 2011).


Vigencia: se refiere a la utilidad y posibilidad de aplicación del contenido de una fuente durante un tiempo determinado. Es importante señalar que la vigencia de un documento no se refiere a la actualidad o a una reciente publicación, sino al mantenimiento de su aceptación por una comunidad científica, mientras sus contenidos no sean refutados o desplazados por nuevos y más impactantes conocimientos. Un documento publicado hace siglos puede mantenerse vigente.


En este sentido, la Universidad de Alicante (2015) expresa: “La actualidad de la información puede ser relevante en los ámbitos científicos en que esta envejece rápidamente. En otros ámbitos, donde es importante la perspectiva histórica, una menor actualidad puede resultar enriquecedora” (p. 5). Asimismo, se debe tener en cuenta que la obsolescencia de la literatura científica es relativa, por cuanto depende de factores como la disciplina y el tema objeto de estudio (Arias, 2017).


En el mismo orden de ideas, Salvador (2001, p. 9) agrega:


Algunos trabajos son intemporales, otros tienen una vida limitada debido a los avances de la disciplina temática; por ejemplo, un documento de historia publicado en 1990 puede ser perfectamente válido y actual a lo largo de los años, mientras que un documento sobre el tratamiento del SIDA, publicado el mismo año, probablemente no tendrá mucho valor debido a que se han producido nuevos métodos y descubrimientos en la forma de tratar la enfermedad…


En síntesis, la vigencia de una fuente no está determinada por la fecha de publicación o antigüedad, sino que está asociada a diversos factores. En principio, depende de la trascendencia o impacto que pueda tener durante un tiempo en una comunidad científica. Por ejemplo, la obra de Watson y Crick, “Molecular structure of nucleic acids” [“Estructura molecular de ácidos nucleicos”], publicada en 1953, se sigue citando en el campo de la Genética y otras áreas vinculadas. Al mismo tiempo, el trabajo de Lowry, Rosebrough, Farr y Randal “Protein measurement with the folin phenol reagent” [“Medición de proteínas con el reactivo folin fenol”], publicado en 1951, según Web of Science citada por Alonso (2016), es el artículo más citado de la historia de la ciencia. De lo que puede inferirse también que existe una relación proporcional entre los años de antigüedad del artículo y la cantidad de citas recibidas.

2.3. Fiabilidad y calidad de las fuentes documentales impresas

Las fuentes documentales impresas son aquellas que utilizan el papel como soporte material. Entre los principales documentos impresos para el medio académico, desde sus orígenes, se destacan el libro y la revista científica, que cumplen un rol de gran importancia en la comunicación y divulgación del conocimiento científico. De allí la necesidad de su evaluación.


Entre los autores que han señalado indicadores para evaluar la calidad y la fiabilidad de las fuentes documentales impresas se destaca Fornas (2003), quien recomienda no usar información que no pueda ser contrastada, referenciada o verificada con otras fuentes, y cuya veracidad de los datos relativos a la autoridad y acreditación pueda comprobarse. Por último, sugiere cerciorarse de la originalidad del documento para descartar copias o plagios.


Por su parte, Arantón (2008) agrega criterios como autoría, contenido, actualización y alcance, sobre lo que expresa: “El contenido y la autoría (a la que va ligada la validez y fiabilidad del contenido) son los factores más importantes a tener en cuenta tanto para los documentos impresos como para los electrónicos” (p. 4). En resumen, los principales indicadores para evaluar la fiabilidad y la calidad de las fuentes documentales impresas se refieren al contenido, autoría y casa editorial.


Sobre el contenido de artículos de investigación, Buela-Casal (2003) menciona los siguientes criterios de calidad: a) aporte de resultados relevantes con implicaciones teóricas o prácticas; b) generación de ideas y enfoques novedosos; c) correcta interpretación de los resultados; d) validez interna producto del empleo de un método adecuado; e) validez externa o posibilidad de generalizar los resultados; f) descripción detallada del método que permita replicar el estudio; g) posibilidad de implementar los resultados en beneficio de la sociedad.

2.4. Fiabilidad y calidad de las fuentes documentales electrónicas

A diferencia de los documentos impresos sobre papel, las fuentes documentales electrónicas se encuentran en sistemas computarizados o dispositivos que almacenan la información digitalizada. Una característica de las fuentes electrónicas es que gran parte es de libre acceso en la Internet, donde convergen millones de contenidos de distinta naturaleza y calidad. De allí la necesidad de aplicar rigurosos criterios para su evaluación y selección.

En este sentido, Salvador (2001) establece dos grandes categorías de indicadores para evaluar la calidad de fuentes en la web: “1. Aquellos relacionados con la calidad de la información o del contenido. 2. Los relacionados con la calidad formal del sitio (facilidad de acceso y uso o navegación, diseño, organización, etc.)” (p. 5).


Sobre la calidad del sitio, Duarte (2003) señala que la fiabilidad de una página web está determinada por su editor, autoría, fecha y número de publicación, calidad del autor y un poco de sentido común, entre otros. Más tarde, Ayuso y Martínez (2006) incluyen tanto criterios de contenido como del sitio: autoría y solvencia de la fuente, así como calidad y cantidad de la información, pero agregan parámetros de navegación y recuperación de la fuente, ergonomía, comodidad y facilidad de utilización de la página o portal web.


En síntesis, la evaluación de fuentes electrónicas considera no sólo la fiabilidad y calidad del contenido, cuyos indicadores son muy similares a los empleados para valorar el contenido de fuentes impresas, sino que, además, incluye también el examen del sitio web de donde se extrajo la información.

2.5. Fiabilidad y calidad de las revistas científicas impresas y electrónicas

La revista científica es el principal medio de comunicación y reproducción del conocimiento científico. Se diferencia del libro en el carácter periódico de su publicación, es decir, por su aparición cada cierto tiempo: trimestral, semestral o anual. Por supuesto que las primeras versiones de revistas científicas fueron impresas, pero con la aparición de la Internet, se han incorporado en formato electrónico. No obstante, hoy día coexisten ambos formatos: impreso y digital.


En cuanto a la fiabilidad y la calidad de las revistas científicas, Delgado, Ruiz y Jiménez (2006) valoran los contenidos en función de su originalidad, novedad, actualidad, interés, rigor metodológico y relevancia. En otro sentido, Camacho, Rojas y Rojas (2014), señalan como indicadores específicos para evaluar la calidad de revistas científicas, el sistema de arbitraje, indización en Bases de Datos y Directorios, factor de impacto, información para autores y árbitros, y políticas de publicación. De igual manera, se pueden agregar las agencias de indexación nacionales e internacionales donde la revista ha sido evaluada, por ejemplo, Internacional Science Index (ISI), Social Science Citation Index (SSCI) y Emerging Source Citation Index. Mientras que en Iberoamérica, se destacan Scielo, Clasificación Integrada de Revistas Científicas (CIRC) y el Índice de Revistas de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).


En una dirección similar, Márquez y Baltierra (2017) utilizan el Proceso Analítico Jerárquico (PAJ) como método multicriterio para tomar decisiones al momento de seleccionar una revista para optar por la publicación de un artículo. Expresan:


… es posible recomendar a los estudiantes o jóvenes investigadores que los elementos mínimos que se deben analizar para la selección de la revista de publicación son los siguientes seis puntos: 1) el FI de la revista (sin que sea un criterio de exclusión el que una revista carezca del mismo), 2) el tiempo de aceptación promedio, 3) el número de artículos publicados anualmente, 4) el tipo de indización 5) que la revista candidata sea citada en el artículo que se pretende publicar y 6) cargos por publicación de artículo (p. 15).


Como se observa en la cita anterior, un criterio de gran importancia en la evaluación de las revistas científicas es su Factor de Impacto (FI), definido como el cociente resultante de la división del total de citas que, en un año específico, reciben los artículos publicados durante un período anterior, entre la cantidad total de artículos publicados en ese mismo período.

No obstante, es necesario aclarar que el FI no denota calidad de las publicaciones y como indicador bibliométrico posee un carácter relativo, debido a que está condicionado por distintas variables, principalmente, el área o disciplina, lo que ocasiona que, generalmente, el FI de las publicaciones de Ciencias Físicas y Naturales sea mayor al de las Ciencias Sociales y Humanidades.


Es importante señalar que, además del FI, en la actualidad existen otros indicadores bibliométricos para comparar y evaluar las revistas científicas, como el CiteScore, utilizado particularmente para calcular el impacto de las revistas indexadas en Scopus, y que se diferencia del FI en que el denominador equivale a la cantidad de artículos publicados en los tres años anteriores.


También, existen métricas para medir el impacto de las publicaciones de los investigadores, como el índice h que relaciona el número de publicaciones que han recibido cada una cantidad de citas igual a dicho número, es decir, se obtiene un índice h=5, si se cuenta con cinco publicaciones que hayan recibido, al menos, cinco citas cada una.

2.6. Fiabilidad y calidad de las fuentes vivas para investigaciones de campo

2.6.1 Informantes clave

En una investigación de campo de enfoque cualitativo, generalmente la información proviene de fuentes vivas, es decir, personas que cumplen con una serie de criterios que los hace ideales para los efectos de esa investigación. A estas personas se les denomina informantes clave, definidos por Robledo (2009) como: “aquellas personas que, por sus vivencias, capacidad de empatizar y relaciones que tienen en el campo pueden apadrinar al investigador convirtiéndose en una fuente importante de información a la vez que le va abriendo el acceso a otras personas...” (p. 1).


El éxito en la selección de informantes clave radica en la diversidad de los actores porque de esta manera se garantizan diferentes percepciones e interpretaciones acerca de un mismo fenómeno. En este sentido, pueden suministrar información muy valiosa, desde un portero hasta el más alto directivo de una organización.

2.6.2 Expertos

Los expertos son fuentes vivas de información consultadas en razón del criterio de autoridad, es decir, se trata de una persona con un conocimiento amplio y profundo de un tema o materia por lo que ostenta prestigio y reconocimiento por parte de los miembros de esa comunidad. Según Crespo (2012)


Se entiende por experto a un individuo, grupo de personas u organizaciones capaces de ofrecer con un máximo de competencia, valoraciones conclusivas sobre un determinado problema, hacer pronósticos reales y objetivos sobre el efecto, aplicabilidad, viabilidad y relevancia que pueda tener en la práctica la solución que se propone, y brindar recomendaciones de qué hacer para perfeccionarla (p. 13).


En este estudio se considera, específicamente, al experto de una disciplina científica que, por su experiencia y sapiencia, posee credibilidad por parte de una comunidad académica. En este orden de ideas, Font (2012) agrega: “En el contexto de la investigación científica moderna un experto debe ser capaz no sólo de evaluar sino, también, de aportar sus experiencias al investigador, al especialista, así como también al científico en el momento solicitado” (p. 1).


Ahora bien, ¿cómo seleccionar a un experto? Al igual que en los casos anteriores, existen indicadores que permiten evaluar esta cualidad. Skjong y Wentworht (2000) proponen los siguientes criterios de selección: experiencia en la emisión de juicios y toma de decisiones con base en la experticia (grados académicos, investigaciones publicadas, puesto dentro de una organización, años de experiencia y premios obtenidos), prestigio en la comunidad; disposición y motivación para colaborar con la investigación; imparcialidad y cualidades personales como confianza en sí mismo y adaptabilidad.


Asimismo, Cruz y Martínez (2012) incluyen como requisitos que califican a un experto, la categoría docente, grado científico, formación académica, independencia de juicios, profundidad de pensamiento, imparcialidad, autoconfianza, ética profesional y capacidad de análisis.


Por último, Font (2012) propone, entre otros, los siguientes indicadores para identificar expertos: años de experiencia; grado académico y/o científico; publicaciones; participación en eventos científicos; opinión del colectivo de profesionales acerca del candidato; nivel de conocimiento mostrado sobre la materia objeto de estudio y grado de actualización.

3. METODOLOGÍA

Para el logro de los objetivos planteados, se realizó una investigación de enfoque cualitativo que se propuso comprender e interpretar la perspectiva de los investigadores y expertos participantes en función de sus experiencias y cómo perciben subjetivamente la realidad, en particular, sus razones para citar y excluir fuentes documentales e informantes, en sus artículos de investigación. Se llevó a cabo entre los meses de julio 2017 y agosto de 2018.

3.1. Diseño y técnicas

Se utilizó un diseño cualitativo microetnográfico (Creswell, 2005) dado que se exploraron prácticas, costumbres y experiencias de los investigadores participantes, en relación con la citación, la selección y la exclusión de fuentes, es decir, únicamente un aspecto específico, como parte de su cultura investigativa.


Las técnicas de recolección de datos utilizadas fueron entrevistas individualizadas en profundidad y grupos focales de discusión desarrollados en sesiones de 45 minutos cada una. Tanto para las entrevistas, como para los grupos de discusión, se convocó con anticipación a los participantes y las actividades se realizaron en los ambientes naturales de las instituciones universitarias en las que prestan servicio. En ambos casos, el investigador previamente comunicó los términos de la investigación y del consentimiento informado, el cual fue aceptado y firmado por los participantes. La recolección de información se llevó a cabo entre los meses de julio 2017 y agosto 2018, período durante el cual, además de las entrevistas, se interactuó con los participantes en labores conjuntas de investigación. Los datos suministrados por los entrevistados fueron registrados en los cuadernos de notas del autor o directamente en una computadora portátil.

3.2 Categorías y subcategorías

De acuerdo con Strauss y Corbin (2002): “La categoría central, algunas veces llamada categoría medular, representa el tema principal de la investigación” (p. 160). En la presente investigación, la categoría central preconcebida quedó definida como las razones para citar y seleccionar informantes. De la categoría central se derivaron las subcategorías, luego, del trabajo de campo realizado, emergieron las propiedades presentadas en el Tabla 1. Recuérdese que según Strauss y Corbin (2002) las subcategorías son “conceptos que pertenecen a una categoría, que le dan claridad adicional y especificidad.” Mientras que las propiedades son “características de una categoría, cuya delineación la define y le da significado” (p. 110).


Tabla1

Categoría central, subcategorías y propiedades

cATEGORÍA CENTRAL

sUB-CATEGORÍAS

propiedades

Razones para citar y seleccionar informantes

Razones para citar

-Alto factor de impacto

-Vigencia

-Cuartil

-Relevancia

-Pertinencia

Razones para descartar

Bajo factor de impacto

-Publicaciones no arbitradas

-Documentos sin lista de referencias

-Antigüedad

-País de origen de la revista

Razones para seleccionar

Conocimiento sobre el tema

-Vivencias

-Rol dentro de la comunidad

-Experiencia

Razones para descartar

-Inaccesibilidad

-Prepotencia

-Arrogancia

-Egoísmo

-Envidia


Fuente: Elaboración propia



3.2. Participantes en el estudio

En cuanto a los participantes en el estudio, el grupo estuvo conformado por 12 investigadores activos (IA) de nacionalidad venezolana: 5 de género femenino y 7 masculinos, cuya selección fue intencional u opinática basada en criterios, propia del enfoque cualitativo.

Los criterios generales para seleccionar los investigadores activos fueron los siguientes: experiencia comprobada como investigador en el medio académico, publicaciones arbitradas recientes, ejercicio de la docencia universitaria y disposición para contribuir con el estudio. Es importante señalar que los participantes proporcionaron su consentimiento informado para colaborar con esta investigación, la cual cumple con los principios éticos del manejo de la información.

3.3. Procedimiento de análisis de los datos

El análisis de los datos obtenidos fue de tipo cualitativo y los hallazgos más relevantes de las técnicas aplicadas: entrevistas en profundidad y grupos focales, fueron interpretados siguiendo el procedimiento de codificación abierta definido por Strauss y Corbin (2002) como “el proceso analítico por medio del cual se identifican los conceptos y se descubren en los datos sus propiedades y dimensiones” (p. 110).

Concretamente, sólo se consideraron los hallazgos más significativos, es decir, los fragmentos y las frases de respuestas que permitieron develar nuevos conceptos y sus propiedades, para así responder las interrogantes planteadas en la investigación. Otras respuestas fueron obviadas por constituir casos de saturación de información, o sea, expresiones coincidentes que no aportaban nuevos conceptos o propiedades.

4. RESULTADOS

Al consultar a los investigadores activos ¿cuáles razones expone usted para seleccionar y citar fuentes de información (impresas y digitales) para sus trabajos de investigación? Los participantes respondieron:


“En primer lugar cito autores clásicos que tengan un alto factor de impacto en el tema que estoy investigando. En segundo lugar, veo que la publicación sea lo más reciente posible y un tercero es que provengan de revistas de alto impacto”. (IA-1)


“1) Que se encuentren en bases de datos indexadas. 2) De ser posible, que sean de autores reconocidos en las áreas y contextos de estudio que abordo en cada trabajo. 3) Con excepción de algunos clásicos que deben ser citados casi obligatoriamente (a pesar de la antigüedad), trato de que sean fuentes recientes. 4) He perdido la fe en la mayoría de las revistas nacionales. Si no son cosas muy locales, trato de buscar en fuentes internacionales. 5) Considero las revistas que son referencia en determinados temas, igual que con las universidades e instituciones que las respaldan. Por ejemplo, para antropología social, las revistas colombianas y mexicanas son mis favoritas. Así, identifico cierto perfil ideológico e intereses comunes que no tienen otras tradiciones académicas, eso es importante a la hora de buscar”. (IA-2)


La información suministrada inicialmente por la investigadora (IA-2) fue ampliada en una segunda entrevista en profundidad, en la que reveló sus razones por las que ha perdido la fe en revistas nacionales (venezolanas): “falta de periodicidad y puntualidad en la publicación, lo que se relaciona con números atrasados. Hay revistas que apenas van por el año 2015. Además, se refirió a la “gestión ineficiente de la revista en lo que concierne a la ausencia de canales de comunicación. Uno envía un artículo y no recibe respuesta”.


Por otra parte, la entrevistada expresó:


“Mis revistas favoritas son las colombianas y mexicanas debido a la celeridad con la que responden y revisan los artículos postulados. Específicamente, las revistas colombianas se caracterizan por ser altamente exigentes y muy rigurosas en el arbitraje, sobre todo en la evaluación inicial o de primer filtro. Esto permite mejorar el artículo y ayuda a crecer como investigador. Mientras que las revistas mexicanas responden en lapsos muy cortos y además tienen alta visibilidad. También considero el aspecto estético de la revista, su diseño y diagramación”.


Sobre el mismo tópico, otros investigadores respondieron:


“Utilizo varios criterios: después de seleccionar la revista en la que deseo publicar, veo cuáles son las revistas de la misma área. Trato de seleccionar revistas con alto factor de impacto, en especial si el de la revista escogida es de alto impacto. Luego veo quiénes son los autores más citados en esa área para ese momento, grupos de investigadores con alto nivel de publicaciones en el área. También, esto es más por política, citamos a los árbitros o evaluadores que sugerimos, si los sugerimos es porque son pioneros en el área. Por último, hay varias estrategias según la sección del artículo: en la introducción se trata de citar evaluadores, pero que sean muy buenos. Además, citamos mucho nuestro propio grupo, para demostrar nuestro nivel y que tenemos bien cubierta esa área, o cómo hemos llegado a ese punto”. (IA-3)


“1. La relevancia 1 de la fuente para la investigación que realizo. 2. La actualidad del contenido que ofrece 3. La autoridad de quien o quienes elaboraron el documento y el editor que respalda la publicación”. (IA-4)


“Pertinencia 2con el tema de investigación, tanto teórica como metodológica, trabajos innovadores. -Vigencia y actualidad de la literatura. También algún texto clásico que tenga notoriedad en el área de trabajo y sea seminal para establecer una genealogía del tema. - Referencias etnográficas de acuerdo a la región de estudio. - Las fuentes son por lo general artículos de revista, capítulos de libros y libros, alguna puede ser digital”. (IA-5)


“En mi caso, como el target es una revista, uso criterios un tanto diferentes. Por ejemplo, el ranking de la revista. Empleo un criterio si nuestro artículo lo dirigimos a una revista del primer cuartil y otro criterio si nuestro Target está en el segundo cuartil3. También varío el criterio si el artículo es conducido por la teoría o impulsado por los datos. Dentro del mismo artículo, varío el criterio si se trata de la introducción o de la discusión. En la introducción uso referencias tema tendencia o tema del momento para indicar al editor que mi artículo puede ser muy leído y en la discusión uso el criterio del impacto de los resultados para otros estudios. También consideró el factor h del autor en un año específico, y utilizó modelos para estimar si cierta referencia aumentaría mi factor h”. (IA-6)


“Otra métrica que uso es si el artículo está siendo leído, aunque no citado, con alta frecuencia algo como si es un tema tendencia. Para ello veo el factor Rg y las estadísticas de mis seguidos y seguidores en Researchgate. En general, en el mundo del publicar o perecer, directa o indirectamente el criterio de selección de una referencia lo dicta, para mí, y me atrevo a generalizar, el que ella afecte la probabilidad a priori de que nos publiquen el artículo. En todo caso, el criterio de inclusión difiere si se trata de una tesis o un artículo”. (IA-6)


De las respuestas emitidas emergieron las siguientes propiedades o características de la categoría razones para citar: Factor de Impacto (FI), relevancia, pertinencia, vigencia, país de origen de la revista y cuartil de posición de la revista.


Otras razones de orden subjetivo, como la vinculación entre autores y la presión para que se citen algunas fuentes, se ven reflejadas en el testimonio aportado por uno de los investigadores entrevistados:


“Existen casos en los cuales un equipo de investigadores desarrolla una misma línea o trabajan temas muy vinculados, de esta manera se citan constantemente entre ellos. Es decir, existe una preferencia a la hora de escoger las fuentes y no consideran otros criterios de selección”. (IA-9)


“También existe la presión de algunos profesores y tutores, quienes exigen a sus alumnos y tesistas que citen sus trabajos, tesis, libros de texto o artículos, sin darles la libertad de evaluar la fuente según los criterios recomendados en la literatura especializada”. (IA-9)


En la pregunta ¿cuáles razones argumenta usted para descartar y dejar de citar fuentes en sus trabajos de investigación? Los investigadores respondieron:


“Descarto las que provengan de publicaciones no arbitradas y de publicaciones muy viejas y exista información más reciente”. (IA-1)


“1) Descarto páginas informales, blogs y fuentes no indexadas en bases de datos. 2) Descarto artículos en alemán, francés y otros idiomas que no pueda leer, ni traducir fácilmente. 3) La presentación es importante. Me causan desconfianza las publicaciones que lucen muy artesanales. 4) Como mínimo me gusta que los artículos que voy utilizar como referencia aparezcan en Google Académico”. (IA-2)


“Para descartar generalmente es dependiendo del factor de impacto de la revista, también el factor de impacto del profesor o jefe del grupo de investigación. Otra razón se refiere a cuántas publicaciones tiene un determinado grupo en esa área. Esto último dice mucho porque así sabemos la historia, que saben lo que hacen y hacia dónde van”. (IA-3)


“Referencias de segunda mano o trabajos que sean una repetición de obras primarias, es decir, artículos que son compilaciones de otras revisiones o citas de citas de citas, que no utilizan como referencias las fuentes originales. También descarto trabajos que ya no tengan relevancia o que ya no tengan vigencia teórica metodológica o etnográfica”. (IA-5)


Nuevamente, los investigadores entrevistados coinciden en algunas razones para descartar y dejar de citar algunas fuentes documentales, como ausencia de arbitraje, vigencia de la información, bajo Factor de Impacto, así como poca pertinencia y relevancia para la investigación que se realiza. No obstante, se identifica como categoría emergente: las fuentes de carácter terciario, es decir, trabajos que utilizan fuentes secundarias y no las originales.


Adicionalmente, otros investigadores consultados aportan su testimonio:


“Hay artículos muy buenos de autores que apenas se inician en la labor de investigar y publicar, mientras que hay autores con mayor trayectoria, que publican artículos de baja calidad e intrascendentes que no merecen ser citados”. (IA-10)


“Dada la facilidad que hay para publicar contenidos en la web, mucha gente sube sus trabajos sin que hayan sido sometidos a una evaluación o arbitraje. Lamentablemente, por cuestiones de marketing digital, esos documentos llegan a tener un gran impacto en cuanto a visitas, lecturas y descargas se refiere. Como docentes, debemos alertar que estas prácticas pueden resultar negativas si no se aplican rigurosos criterios de selección que verifiquen la fiabilidad de la fuente”. (IA-10)


Sobre este tópico emergieron las siguientes categorías: contenidos de baja calidad e intrascendentes y páginas y contenidos no arbitrados e indizados.

4.1. Sobre las razones para seleccionar informantes clave y expertos

Además de los criterios señalados en la literatura especializada, ¿qué razones considera usted a la hora de seleccionar informantes clave para ser entrevistados?


“Informantes clave: si tienen la vivencia que, ante un fenómeno a estudiar, cualitativamente lo conocen o tienen la experiencia de vivirlo”. (IA-4)


“Para los informantes claves o también colaboradores, así se llaman ahora en los trabajos de antropología, los criterios dependen del proyecto de investigación, pero básicamente, estos colaboradores deben ser personas con conocimiento del tema que se va abordar, actores sociales que forman parte de alguna organización comunitaria y que tengan un rol y estatus relevante en la comunidad. Por lo general son adultos, hombres y mujeres de la comunidad. Ancianos, si se va a tratar temas que tienen que ver con memoria histórica y grupos focales: el trabajo con grupos focales para abordar y discutir asuntos de la comunidad es una herramienta que utilizamos cada vez más”. (IA-5)


De lo anterior se deriva que, en el caso de los informantes clave, no es prioritario poseer títulos o credenciales académicas, el principal requisito es tener conocimientos, experiencias e información que le permita suministrar datos pertinentes y relevantes para una investigación.


Además de los criterios señalados en la literatura especializada, ¿qué razones asume usted a la hora de seleccionar expertos para ser entrevistados?


“Su trayectoria en el campo del tema que se investiga”. (IA-4)


“Los expertos deben tener conocimientos y experiencia en el tema”. (IA-5)


“Hay supuestos expertos que cuestionan cualquier cosa que se les consulte, desde los objetivos de la investigación hasta las preguntas del cuestionario. Esa es su naturaleza. Quizás ven en el investigador que accede a ellos, un rival o competidor. No hay que ser psicólogo para notar su megalomanía, es decir, me refiero a esos profesores que creen saber más de lo que en realidad saben y se comportan como si fuesen superiores al resto, como si fuesen el centro de la academia. Por eso se debe averiguar antes quién es el experto, no sólo como académico, sino también sus cualidades personales, para evitar conflictos innecesarios”. (IA-10)


Las categorías relacionadas con la escogencia de expertos que emergieron son: trayectoria, conocimientos sobre el tema, experiencia y cualidades personales como accesibilidad, humildad, generosidad y honestidad. Contrariamente, para descartar a un experto, se inducen categorías como prepotencia, arrogancia, egoísmo y envidia.

4.2. Experiencias más significativas de los investigadores en la escogencia de fuentes de información documentales y vivas

Frente a la interrogante ¿Cuáles han sido sus experiencias más significativas relacionadas con la escogencia de fuentes de información documentales y vivas? Los investigadores respondieron:


“Haber contactado con autores nacionales y dos extranjeros a través de sus obras. El haber recibido respuesta a mis inquietudes, lo cual demuestra espíritu de colaboración, profesionalismo y sencillez de estos profesionales”. (IA-7)


“Haber seleccionado a un informante altamente especializado en el tema, sin ningún tipo de nivel académico, ni publicación indizada alguna, y tener que justificarlo con mucha dificultad, pero con éxito”. (IA-8)


“En la universidad trabajan profesores que, por envidia, celos profesionales o mediocridad, dicen a sus alumnos que no citen determinados textos, aun cuando estos libros sean reconocidos y citados en otros países, y hayan obtenido premios”. (IA-9)


“En Venezuela existen algunas revistas de reconocidas universidades que prácticamente son un club de amigos, donde el arbitraje doble ciego es riguroso para unos y flexible para otros. Si bien es cierto que estas revistas mantienen un prestigio por su antigüedad, su calidad es muy variable. El problema radica en la inclusión por amiguismo, o en la exclusión deliberada de algunos autores, por tanto, no son fuentes fiables”. (IA-10)


“Me he topado con casos de supuestos expertos que se sienten aludidos cuando se les consulta sobre asuntos críticos relacionados con la investigación en Venezuela. Esto hace que se molesten y no colaboren con el estudio, o peor aún, que respondan con agresiones hacia el entrevistador. Estas manifestaciones los deja al descubierto y les quita el traje de experto y de persona”. (IA-10)


5. DISCUSIÓN

Es importante advertir que, por el enfoque cualitativo del estudio, no se pretende generalizar los resultados, sino que se consideran válidos sólo para el grupo y contexto objeto de esta investigación, es decir, el medio universitario venezolano.


En principio, los investigadores entrevistados coinciden en las razones para citar publicaciones científicas: arbitraje, indización, vigencia y calidad del contenido, en correspondencia con Buela-Casal (2003), Fornas (2003) y Delgado, Ruiz y Jiménez (2006). Se destaca la consideración que se hace del factor de impacto como criterio objetivo de selección, en concordancia con lo expuesto por Camacho, et al., (2014) y Márquez y Baltierra (2017), así como la mención que hace un investigador (IA6) del Índice h.


Luego, al contrastar lo expresado en las entrevistas en profundidad y grupos focales, los investigadores mencionaron algunas razones subjetivas como la relevancia y pertinencia de la fuente, preferencia entre investigadores de la misma línea o grupo, citación de trabajos que puedan contribuir a que la investigación que se realiza también sea publicada y preferencias por algunas revistas según su país de origen.


Estas motivaciones subjetivas se aproximan a lo que Camacho y Núñez (2009) han denominado “selección preferencial” basada en prejuicios subjetivos como nacionalidad del autor, género, raza, universidad de procedencia y estatus académico. No obstante, en el presente estudio, la “selección preferencial” de los investigadores consultados responde a criterios distintos a los reportados por Camacho y Núñez (2009). En este caso, los investigadores participantes nunca mencionaron o coincidieron con los prejuicios antes mencionados.


En cuanto a la selección de informantes clave, lo expuesto por los entrevistados refleja que las razones pueden ser muy variadas y dependen de las características de cada investigación. Sin embargo, las razones básicas de escogencia mencionadas, como las vivencias y relaciones con el entorno, coinciden con la definición de informante clave presentada por Robledo (2009).


Para la escogencia de expertos, los investigadores concuerdan con Skjong y Wentworht (2000), Cruz y Martínez (2012), y Font (2012), en cuanto a los requisitos básicos que debe cumplir un experto como fuente de información, fundamentalmente, la experiencia y trayectoria en un área, además de sus certificaciones. Sin embargo, al triangular con entrevistas y grupos focales, se devela una menor importancia a las credenciales académicas, como lo expresó el investigador (IA-8).


En síntesis, las principales razones de carácter objetivo para seleccionar y citar fuentes documentales, asumidas por los participantes son el Factor de Impacto, tanto de la revista como del artículo, el arbitraje e indización de la publicación. Entre las razones subjetivas resaltan la pertinencia y la relevancia de la información, así como las preferencias de los investigadores, referidas principalmente al país de origen y gestión de la revista.


Dejar de citar una fuente documental relacionada con el tema de investigación no necesariamente implica plagio o egoísmo por parte del investigador, porque dicha fuente, además de ser primaria y pertinente, debe cumplir con otros requisitos como ser novedosa, de calidad y que provenga de un autor con altas condiciones éticas dentro del medio académico.


La selección de informantes clave debe responder a razones como las vivencias, conocimientos y relaciones de los participantes con el entorno. Mientras que la escogencia de expertos como fuente de información para una investigación, no debe limitarse sólo a criterios académicos y profesionales, también debe considerar las condiciones personales del elegible, como accesibilidad, humildad, generosidad y honestidad para evitar situaciones indeseables que puedan afectar el estudio. Entre las experiencias más significativas relacionadas con la escogencia de fuentes documentales e informantes, narradas por los entrevistados, se identifican situaciones positivas y negativas que se presentan eventualmente y que pudiese confrontar cualquier investigador.


6. CONCLUSIONES

Sin intención de generalizar, en el grupo y contexto del estudio se concluye que la citación de fuentes documentales y la selección de informantes están condicionadas por razones objetivas y subjetivas expuestas por los investigadores entrevistados. Sin embargo, se aspira que la decisión de escogencia esté fundamentada, principalmente, en criterios racionales de fiabilidad y calidad de la fuente, disminuyendo, en lo posible, factores subjetivos que pudiesen influir en el producto final de la investigación.


La temática del análisis de citas y selección de informantes adquiere gran importancia en la actualidad por cuanto los resultados develan algunos aspectos relevantes en la cultura académica de los investigadores, como sus prácticas en la redacción de artículos, así como sus intereses y tendencias en relación con determinados tópicos y autores.


Por último, se recomienda ser muy crítico y selectivo antes de citar páginas web personales o documentos contenidos en ella, incluso trabajos publicados mediante arbitraje; blogs que presenten trabajos sin las debidas referencias; conferencias o ponencias no arbitradas; artículos publicados en revistas no arbitradas ni indizadas; libros publicados por sistema de autoedición e impresión por demanda y cualquier texto que no presente lista de referencias.


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1 Relevancia en el mismo sentido de lo señalado por Naidorf (2011), sección 2.2.

2 Pertinencia en el mismo sentido de lo expresado en la sección 2.2.

3 Cuartil de una revista científica es una medida internacional de posición que equivale al 25% o una cuarta parte del listado total de revistas de la misma área, ordenadas según su Factor de Impacto (FI). En el primer cuartil se ubican las revistas con más alto FI y viceversa.


1Correo electrónico: fidias20@hotmail.com

Colegio Universitario de Caracas, Venezuela