Resumen
Costa Rica se mantiene como un país altamente centralizado y presidencialista. Los signos de los tiempos modernos no le han impactado en este campo, aunque el resto de América Latina sí lo ha hecho. Si bien los países de la región no han mejorado grandemente su desempeño sociopolítico a raíz de sus grandes esfuerzos de descentralización, han mostrado mayor madurez y decisión colectiva que Costa Rica. El artículo demuestra por qué el modelo centralizado se ha agotado para lograr desarrollo integral, y cómo avanzar hacia un sistema político e institucional realmente descentralizado sin incurrir en los errores de los países latinoamericanos. Ello exige reconocer los vicios producto de nuestra cultura política de origen colonial, todavía hegemónica en la forma en que se gobierna y administra el país. Se demuestra también cómo Costa Rica debió ser ya un país plenamente desarrollado con base en su actual marco normativo constitucional y legal superior, y cómo todavía puede serlo en una etapa de transición hacia un modelo descentralizado y cuasi-parlamentario.Comentarios
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Derechos de autor 2014 Ciencias Económicas
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