Revista Educación 39(1), 91-119, e-ISSN: 2215-2644, enero-junio, 2015

DOI: http://dx.doi.org/10.15517/revedu.v39i1.17850

Nicaragüenses inmigrantes en Costa Rica: Patrones de participación en actividades recreativas

Immigrant Nicaraguans in Costa Rica: Participation patterns in recreational activities

Carmen Grace Salazar-Salas1

Universidad de Costa Rica

Escuela de Educación Física y Deportes

San José, Costa Rica

carmengrace.salazar@ucr.ac.cr

Recibido: 24 julio 2013 Aceptado: 4 diciembre 2014 Corregido: 23 noviembre 2014

Resumen: En Costa Rica, las personas nicaragüenses constituyen el mayor grupo inmigrante. Este artículo reporta la tercera y última parte de los hallazgos de un estudio cualitativo que investigó cómo se recreaban trece nicaragüenses que vivían en el Área Metropolitana costarricense. Los datos reportados se obtuvieron de entrevistas. Los hallazgos de este estudio fenomenológico se relacionan con (1) tres tipos de actividades recreativas en las que se dejó de participar, (2) cuatro tipos de actividades recreativas en las que se continuó participando como en Nicaragua, (3) dos tipos de actividades recreativas que se modificaron para seguir realizándolas en Costa Rica, (4) cinco tipos de actividades recreativas que se iniciaron o retomaron en Costa Rica, porque casi no se habían realizado en Nicaragua, y (5) dos tipos de actividades recreativas en las que a las personas les gustaría participar en el futuro. Además, se presentan los efectos positivos y negativos del cambio de país y su impacto en la recreación de las personas entrevistadas.

Palabras claves: cambios en patrones de actividades recreativas, modelo, impacto de inmigración.

Abstract: In Costa Rica, Nicaraguan people constitute the largest immigrant group. This article reports the third and last part of the findings of a qualitative research that investigated how thirteen Nicaraguans who lived in the Costa Rican Metropolitan Area spend their spare time. The data reported was obtained through interviews. The findings of this phenomenological research are related to (1) three types of recreational activities not performed after migration, (2) four types of recreational activities in which participation was kept like in Nicaragua, (3) two types of recreational activities modified to continue doing them in Costa Rica, (4) five types of recreational activities started or re-started in Costa Rica because they were seldom performed in Nicaragua, and (5) two types of recreational activities in which people would like to participate in the future. In addition, the positive and negative effects of the change of country and its impact on the recreation of the interviewees are reported.

Key words: changes in recreational activity patterns, model, impact of immigration.

Introducción

La sociedad actual se caracteriza por el quehacer constante de las personas. El tiempo libre es reducido por las tareas laborales o los compromisos sociales y, a veces, no es aprovechado para alcanzar paz y quietud o para realizar actividades alternativas al trabajo. Ese poco aprovechamiento del tiempo libre se debe, en gran medida, a la falta de valorización de las actividades que se pueden realizar durante él, entre ellas, la recreación.

“La recreación incluye actividades experienciales agradables de educación no formal, escogidas voluntariamente para ser realizadas en el tiempo libre y que promueven el desarrollo integral de las personas” (Salazar Salas, 2013, p. 2). Las actividades recreativas en las que se puede participar se agrupan en (1) recreación física, (2) recreación artística, (3) recreación intelectual, (4) recreación al aire libre, (5) pasatiempos, (6) recreación social, (7) recreación turística, (8) recreación educativa, (9) recreación espiritual (Salazar Salas, 2013) y (10) voluntariado (Salazar Salas, 2014).

La práctica de la recreación durante el tiempo libre fomenta uno de los derechos humanos de la Carta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (1948). Este derecho debe ser ejercido por todas las personas, se encuentren o no en su país natal.

En Costa Rica, el uso del tiempo libre de grupos inmigrantes mediante la recreación no ha sido muy estudiado. Las investigaciones de esta población se han enfocado en temas económicos, culturales, salubres, educativos, entre otros; especialmente con personas nicaragüenses, quienes constituyen el grupo inmigrante mayoritario.

Para conocer cómo se recreaba una parte de la población nicaragüense que residía en el país, la Escuela de Educación Física y Deportes de la Universidad de Costa Rica promovió un estudio cualitativo. La tercera y última parte de los resultados de esta investigación es reportada en este artículo. Las otras dos partes pueden ser consultadas en Salazar Salas (2010 y 2013).

Este artículo tiene como objetivo el reportar parte de los hallazgos de la investigación en mención y que se relacionan con (1) los cambios en los patrones de participación de personas nicaragüenses en actividades recreativas en Costa Rica luego de la inmigración y (2) el impacto del cambio del país en la recreación de estas personas.

Revisión de literatura

Motivación intrínseca y recreación

La motivación extrínseca influye en la ejecución de una actividad para obtener un provecho externo a dicha actividad; en contraste con la motivación intrínseca, la cual implica realizar una actividad por la satisfacción inherente de la actividad misma (Walker, 2008).

La motivación intrínseca está involucrada en la recreación y la hace única entre las experiencias humanas. La recreación es universal y la motivación intrínseca es un aspecto importante de ella. Aun si la motivación intrínseca fuera común en la recreación de todas las culturas, las investigaciones indican que los factores que promueven la motivación intrínseca variarían entre culturas (Walker, 2008).

La teoría de la auto-determinación propone que la motivación intrínseca es facilitada por condiciones que permiten la satisfacción de necesidades psicológicas. Esta presunción indica que se deben satisfacer tres necesidades para mantener el bienestar psicológico y emocional: (1) autonomía (deseo de auto-organizar experiencias y comportamientos y que la actividad sea congruente con el sentido que la persona tiene de sí misma; o sea, la posibilidad de escogencia personal), (2) competencia (sentimiento de confianza al sentirse capaz de emplear las destrezas adquiridas o poseídas para vencer retos. La confianza y la motivación aumentan cuando se recibe retroalimentación positiva) y (3) relación (deseo de sentirse seguro y conectado con otros al amar, al cuidar, al ser amado y al ser cuidado). La literatura indica que la satisfacción de algunas de estas necesidades puede facilitar la motivación intrínseca de unos grupos, mientras que la satisfacción de otras contribuye a la motivación intrínseca de otros grupos (Hein y Hagger, 2007; Ryan, 2013; Ryan, Williams, Patrick y Deci, 2009).

Walker (2008) encontró que la posibilidad que tuvieron en su estudio las personas participantes (británico-canadienses y chino-canadienses) de escoger una actividad recreativa interesante y agradable para compartir con un amigo, permitió que la motivación intrínseca aumentara como resultado de la autonomía de seleccionar la actividad.

Migración y Recreación

La participación en actividades recreativas por parte de diversos grupos en muchos países ha sido estudiada desde diferentes perspectivas. En 1995, Karlis y Dawson señalaban que la recreación, como parte de la cultura, es más importante que la religión o el lenguaje para preservar la etnicidad.

El estudio de la recreación como fenómeno social ha sido divulgado principalmente en países como Estados Unidos y Canadá. Al principio, se efectuó con grupos que vivían en esos países desde hacía muchas décadas. Estos grupos eran llamados “minorías”, por no pertenecer al grupo dominante de personas blancas de descendencia noreuropea, quienes fueron los primeros inmigrantes de esos países. Ahora, los grupos son denominados “étnicos”.

La separación de grupos en los estudios de recreación se ha visto afectada por las investigaciones de las ciencias sociales, las cuales se han enfocado en categorizaciones raciales o étnicas y discursos de individuos catalogados como los “otros”. Estos estudios revelan afirmaciones históricas, políticas y socio-estructurales de clasificaciones subjetivas y resaltan el hecho de que esas nomenclaturas, a veces, son establecidas por orientaciones etnocentristas de academistas y periodistas. Las clasificaciones raciales y étnicas se basan en prejuicios del ser humano, pues no han sido establecidas por la naturaleza. Bajo esta perspectiva, las personas son ubicadas en diferentes razas y grupos étnicos, con base en criterios físicos y biológicos y en la creencia de diferencias culturales inherentes. Las categorías raciales y étnicas son difíciles de erradicar porque son usadas en la vida diaria; no obstante, pueden ser debatidas y podrían ser vencidas con el tiempo (Onana Atouba, 2006; Sasidharan 2002).

Las percepciones de desigualdad relacionadas con los conceptos de raza, etnia y cultura provocan prejuicios, estereotipos negativos y falta de confianza entre diferentes grupos étnicos. Estas sensaciones son el producto de la carencia de experiencias intergrupales positivas y de la comprensión étnica y cultural de otros grupos. Las personas prejuiciosas y con estereotipos negativos suelen evitar la interacción interétnica directa y por eso refuerzan esa clase de comportamiento (Kim, 2012).

En algunos estudios efectuados en Estados Unidos, se ha evidenciado el uso errado de términos como “raza” y “etnicidad”, ya sea porque los consideraban sinónimos o porque conceptualizaban el primer término como la apariencia física de las personas, específicamente el color de piel o de ojos, y al segundo como la pertenencia a un grupo con base en el país de origen, lenguaje, tradiciones culturales y religión; características diferentes a las de la sociedad dominante (Gramman y Allison, 1999; Juniu, 2000; Irwin, Gartner y Phelps, 1990). Desde 1996, Karlis y Kartakoullis insistían en que se debe realizar más investigación para confirmar los hallazgos de todos los estudios efectuados con tanta variedad en el significado de estos términos.

Otro de los problemas de ciertas investigaciones realizadas en Estados Unidos acerca de grupos étnicos ha sido el énfasis que hacen en las diferencias que se presentan entre tales colectividades y no en sus semejanzas. La premisa de que los grupos étnicos son homogéneos puede negar importantes diferencias dentro de estas agrupaciones en cuanto a valores y, posiblemente, en otros aspectos de la cultura (Li, Chick, Zinn, Absher y Graefe, 2007). Estos autores consideran que la variabilidad cultural dentro de los grupos étnicos es tan grande o mayor que la variabilidad cultural entre los grupos.

El estudio de la etnicidad en recreación inició en Estados Unidos en la década de 1960. Desde entonces, se han investigado diferentes grupos, entre ellos las poblaciones afroamericana, asiática, blanca, indígena, europea y latinoamericana, en especial la de México. En Canadá se han estudiado principalmente cinco grupos étnicos en relación con la recreación: griegos, hindúes, polacos, surasiáticos y latinos (Karlis, 1997; Stodolska, 2000; Stodolska y Santos, 2006; Tirone y Goodberry, 2011; Tirone y Shaw, 1997).

Los hallazgos en estudios con personas latinas en EE.UU. muestran que estos grupos se recrean en familias numerosas; les gustan las áreas recreativas desarrolladas con instalaciones y servicios, no las primitivas; prefieren actividades pasivas; comparten las actividades con personas de diferentes edades y ambos sexos y el idioma es una barrera (Floyd, Gramman y Saenz, 1993; Irwin, Gartner, y Phelps, 1990; Hutchinson y Fidel, 1984).

Aparte de estudiar la recreación de los grupos “étnicosque residen en Canadá y Estados Unidos, en estos países se ha empezado a investigar cómo se recrean las personas que inmigran y tienen poco tiempo de vivir en el país o a las que inmigran por temporadas. Este grupo de transmigrantesno suele establecer fuertes lazos con el país anfitrión sino que los mantiene con su país natal y así preserva su cultura. Muchas de estas personas tienen hogar en cada país y cruzan las fronteras físicas y culturas de un lado al otro (Stodolska y Santos, 2006).

Stodolska y Santos (2006) señalan que las personas inmigrantes son parte de la población de Estados Unidos y que se han incrementado en las últimas décadas porque dejan su país para buscar una vida mejor para sí y sus familias. De ese modo, estos individuos llegan a ser parte de la fuerza laboral del país anfitrión para mantener a sus familias a la distancia. La mayoría de esta población es indocumentada.

Con el afán de determinar la recreación que efectuaban individuos que migraban por temporadas, Stodolska y Santos (2006) estudiaron la recreación transnacional de personas mexicanas transmigrantes. Las autoras hallaron que estos individuos tenían problemas con la separación física de la familia y convivían mucho con las personas con las que compartían vivienda y trabajo; la mayoría no tenía estabilidad laboral y los trabajos que desempeñaban eran físicamente extenuantes y con horarios prolongados. La recreación que disfrutaban en Estados Unidos era poca con el objetivo de ahorrar dinero al máximo y regresar a su país natal lo antes posible. Además, parte del dinero que lograban ganar lo enviaban a su país como remesas para mantener a su familia; la falta de documentación para estar de manera legal les dificultaba trabajar y recrearse por temor a que Migración los atrapara y los deportara. Stodolska y Santos recalcaron que los sacrificios que hacían muchas de las personas entrevistadas duraban más tiempo (meses y años) del que, inicialmente, ellas habían planeado para reunir suficiente dinero y volver a México a comenzar un negocio u obtener casa propia.

La recreación en la que participaban estas personas trasnacionales migrantes era una fuente de recuperación de energía y un medio para mantener contacto con las familias en el país natal. Algunas de las actividades realizadas consistían en llamar telefónicamente, enviar tarjetas, videos y grabaciones a familiares, leer periódicos mexicanos y ver noticias mexicanas por televisión, así como descansar. Por otro lado, la recreación de este grupo se vio afectada por la falta de deseo de participar en alguna actividad y la depresión de estar lejos de la familia o el sentimiento de culpa si se recreaba en solitario; esto además del bajo presupuesto causado por las remesas y por la cantidad de dinero ganado (Stodolska y Santos, 2006).

Cuando las condiciones socio-económicas mejoran, la recreación de las personas inmigrantes se ve afectada positivamente al igual que la asimilación al país anfitrión. Sin embargo, eso no ocurre con los grupos migrantes temporales ya que los objetivos de ellos no son establecerse y adaptarse sino recaudar dinero y regresar a su país lo más pronto posible. Entonces, la recreación queda supeditada a la disponibilidad de tiempo libre y dinero, y a las prioridades (Stodolska y Santos, 2006).

Así como las costumbres son diferentes entre las personas inmigrantes y las del país anfitrión, también suele serlo la recreación. El compartir actividades recreativas elimina las divisiones culturales y ofrece la oportunidad para que las personas experimenten otras actividades y conversen de diferencias entre culturas con individuos que provienen de distintos países y regiones del mundo (Tirone y Goodberry, 2011).

En un estudio con mujeres coreanas en Canadá se encontró que la participación en actividades recreativas permitió desarrollar amistades entre distintos grupos al aprender diferentes valores culturales, eliminar estereotipos negativos y descubrir perspectivas culturales distintas; es decir, la recreación fue un facilitador de contactos intergrupales positivos (Kim, 2012).

van Meeteren (2012) señala que, usualmente, en la literatura de la Recreación se considera que las personas migrantes irregulares, aquellas que viven sin permiso oficial, sin tener presente si ingresaron o no de manera legal o si son económicamente activas o no, viven socialmente aisladas y no se involucran en actividades recreativas.

En un estudio con personas migrantes irregulares(indocumentadas) en los Países Bajos, personas provenientes de Europa (Bulgaria, Moldavia, Turquía), África (Argelia, Marruecos, República del Congo, Sierra Leona), Asia (India, Siria) y América del Sur (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador), van Meeteren (2012) reportó tres tipos de aspiraciones que tenían esos grupos. El primero tenía aspiraciones económicas o de inversión; es decir, deseaba trabajar, ahorrar dinero y volver a su país de origen para rehacer su vida o iniciarla con algún negocio propio. El segundo buscaba asentarse de forma permanente en el país anfitrión; empezar una nueva vida sin necesidad de documentación legal. Su vida se centraba en vivir bien mejor que en su país natal. Si la oportunidad de lograr la legalización de su estatus se presentaba, la aprovechaban, pero esta acción no era su objetivo principal. El tercer grupo mostraba aspiraciones de legalización; o sea, obtener la residencia legal para iniciar realmente una mejor vida. Veían como transitoria su situación sin documentos y esperaban que ella fuera corta. De no obtener la residencia, consideraban el regresar a su país de origen o intentarlo en otro país.

Las personas migrantes de inversión no participaban en muchas actividades recreativas debido a sus aspiraciones y no por causa de las barreras estructurales que las rodeaban. Estos grupos, por trabajar, tenían poco tiempo libre, y lo ocupaban laborando en otro lugar. Trataban de gastar la menor cantidad posible de dinero en recreación. Para lograr esto, se quedaban en casa y compartían con personas con las que vivían. Cuando las aspiraciones no se lograban rápidamente o en el tiempo esperado y el estilo sacrificado de vida lo demandaba, las aspiraciones eran cambiadas y promovían que estas personas pasaran a ser migrantes de asentamiento o de legalización (van Meeteren, 2012).

En lo que respecta a las personas migrantes de asentamiento, ellas valoraban su tiempo libre porque no deseaban trabajar en todo momento . También participaban en diversas actividades recreativas individuales o grupales, planeadas por ellas mismas o por alguna organización o por la comunidad. Algunos individuos usaban su tiempo libre en diversión negativa. Al querer emplear su tiempo libre fuera del hogar, este grupo solía movilizarse y conocer el país en el que querían vivir. Algunas barreras estructurales, como el no tener carro propio, afectaron a estas personas (van Meeteren, 2012).

Las personas migrantes que carecían de documentos, a pesar de tener mucho tiempo libre, estratégicamente, trabajaban poco para evitar ser detenidas y perder la oportunidad de obtener la residencia. Para algunas, ese tiempo no era realmente libreporque todo el día era de tiempo libre. En consecuencia, ese tiempo no tenía una connotación tan positiva como se esperaría. Por eso, algunas de estas personas eran parte de programas de voluntariado mientras realizaban los trámites para obtener la residencia y limitaban sus viajes dentro del país. Algunos hombres visitaban lugares sociales cercanos para encontrar pareja y casarse, pues ésta era una opción de conseguir residencia (van Meeteren, 2012).

A pesar de que los estudios con ciertos grupos de inmigrantes de Estados Unidos, Canadá y los Países Bajos son específicos a estas agrupaciones, muchos de los hallazgos son similares entre varias poblaciones de esos países y con inmigrantes en otras latitudes, como el caso de las personas inmigrantes nicaragüenses en Costa Rica.

Patrones de participación para recrearse

Los patrones que utilizan las personas al participar en recreación han sido estudiados desde hace décadas. En 1988, Jackson y Dunn propusieron un modelo de patrones de participación en actividades recreativas al estudiar los resultados de una encuesta de la provincia de Alberta, Canadá. Este modelo consiste en cuatro tipos de personas y su relación con actividades recreativas:

Diversos autores han utilizado el modelo de Jackson y Dunn (1988). McGuire, O’Leary, Yeh y Dottavio (1989) lo emplearon en Estados Unidos; Brayley, Mactavish y Searle (1993), en Manitoba, Canadá y Iso-Ahola, Jackson y Dunn (1994), en Alberta, Canadá.

El modelo de Jackson y Dunn (1988) fue usado por Stodolska (2000) con personas inmigrantes polacas. Dicho modelo permitió identificar los cambios que los individuos experimentaron después de la inmigración y cómo esas variaciones obligaron a estas personas a modificar actividades recreativas en las que participaban en su país natal.

En el estudio con personas polacas, Stodolska (2000) indicó que la experiencia de la inmigración fue la razón por la cual este grupo había dejado de realizar actividades recreativas, las había cambiado o iniciado. La adaptación a un ambiente que era física y socialmente diferente constituyó la causa de cambios en el comportamiento recreativo porque las actividades en las que se participaba en el país natal no estaban disponibles en el país anfitrión; eran caras, percibidas como peligrosas, requerían más tiempo y no calzaban con el nuevo estilo de vida. Además, el comportamiento social de quienes inmigraron cambió al estar lejos de la familia y amigos (para las personas polacas el contacto con la familia extendida es importante) y las personas experimentaron depresión (por causa de otras razones como problemas con el idioma, la falta de socialización y el temor al nuevo ambiente). Conforme pasó el tiempo, las personas polacas del estudio ampliaron su repertorio de actividades, pues su nivel de asimilación a la sociedad anfitriona aumentó. El deseo de incrementar y establecer nuevas amistades motivó a participar en nuevas prácticas recreativas (Ver también Foner, 1997).

La continuación de actividades recreativas proporcionó al grupo inmigrante polaco tranquilidad psicológica, relación con el país natal, una forma de escape de los problemas diarios, del estrés, de la rutina, de la discriminación y de los problemas de adaptación. No obstante, algunas de esas actividades fueron afectadas por factores como los cambios en los contactos sociales, el nuevo ambiente, las nuevas instalaciones y la falta de transporte (Stodolska, 2000).

Personas nicaragüenses en Costa Rica

Desde hace algunos años, la migración se ha acentuado en el mundo. Millones de personas se trasladan a otros países con la esperanza de encontrar condiciones que les permitan vivir de mejor manera u obtener el sustento necesario para sobrevivir (Paniagua Arguedas, 2007).

En Costa Rica, la migración ha aumentado en las últimas décadas (Avendaño Flores, 2011). Personas de América del Norte, América del Sur, el Caribe, Europa, Asia, África, Oceanía y América Central migran a Costa Rica en búsqueda de obtener una mejor vida. El grupo inmigrante más numeroso proviene de Nicaragua (Costa Rica, Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2012; Otterstrom, 2008). El aumento de personas inmigrantes nicaragüenses se triplicó de 1973 al 2000 (Avendaño Flores, 2011).

La población nicaragüense ha inmigrado a Costa Rica más acentuadamente desde que el conflicto civil en Nicaragua terminó en 1990. Este éxodo ha sido provocado por la mala situación económica nicaragüense y porque en suelo costarricense la posibilidad de encontrar trabajo es alta. Las personas inmigrantes nicaragüenses han llegado a conformar gran parte de la fuerza laboral costarricense (Gindling, 2008). Las remesas enviadas desde Costa Rica empezaron a ser la fuente de subsistencia de muchas familias en Nicaragua (Garzón, 2007).

La inmigración desde Nicaragua se caracterizó por el aumento entre 1950 y el año 2011, como lo demuestran los datos del Censo del 2011 (Costa Rica, Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2012). Según estos, en 1950, había 18.904 personas nicaragüenses identificadas en el país; en 1963, 18.722; en 1973, 11.871; en 1984, 45.918; en el 2000, 226.374 y en el año 2011 había 287.766. No obstante esta información, se supone que muchas personas están indocumentadas en el país o inmigran por temporada y no están reportadas en ningún informe; por lo que, realmente, las cifras son mayores. El censo del 2011 también indica que en ese año había 136.118 (47,3%) hombres nicaragüenses y 151.648 (52,7%) mujeres nicaragüenses (Costa Rica, Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2012. Ver Avendaño Flores, 2011). A pesar de esta situación, las mujeres nicaragüenses ganan menos que sus compatriotas hombres; aún así, ambos sexos ganan más dinero que la población nicaragüense que permanece en su país natal (Otterstrom, 2008).

En Costa Rica, la población nicaragüense inmigrante se ha asentado principalmente en la zona norte (Guanacaste, Upala, San Carlos, Alajuela), la zona central (Cartago, Heredia, San José) y la atlántica (Siquirres, Talamanca, Limón), según la naturaleza del trabajo que desempeña (Avendaño Flores, 2011; Cortés Ramos, 2006; Otterstrom, 2008; Paniagua Arguedas, 2007). La mayoría de las mujeres reside en la Gran Área Metropolitana (GAM) porque trabaja en oficios domésticos y servicios de comida. Los hombres se dedican a labores agrícolas, a la construcción y vigilancia privada. Algunas mujeres también laboran en la agricultura (Avendaño Flores, 2011; Gindling, 2008; Paniagua Arguedas, 2007).

Las personas nicaragüenses inmigrantes laboran en los empleos que a la población costarricense no le agradan (Ogliastri, 2006; Paniagua Arguedas, 2007). Realizan todo el trabajo duro, repetitivo, peligroso o desprestigiado que ya nadie quiere hacery se les paga muy poco(Ogliastri, 2006, p. 10). Algunos de esos trabajos son la construcción, la agricultura por estaciones, la ganadería, la seguridad privada, los oficios domésticos y el comercio (Cortés Ramos, 2006; Ogliastri, 2006; Paniagua Arguedas, 2007).

Por la baja educación, las personas inmigrantes nicaragüenses adquieren trabajos con los salarios más bajos y ocupan estatus sociales bajos. La poca preparación profesional provoca que individuos de otros países con mayor educación obtengan mejores trabajos y mejor pagados (Gindling, 2008).

El grupo inmigrante de nicaragüenses suele trabajar bajo condiciones injustas, tales como recibir menos salario del que le corresponde, laborar jornadas más largas de las que debe, no recibir pago por las garantías sociales ni las horas extras. Además, estas personas suelen ser despedidas antes de los tres meses de contrato y recibir menos pago, y hasta ser arrestadas y deportadas por Migración antes del día de paga sin recibir el salario ya ganado (Cortés Ramos, 2006). Más específicamente, Paniagua Arguedas (2007) señala

En múltiples ocasiones los patronos evaden sus obligaciones legales (aseguramiento, salarios justos, pagos de vacaciones, cesantías, aguinaldo, etc.) por lo cual las personas migrantes viven diversos tipos de discriminación, se les somete a intensas y extensas jornadas de trabajo (a veces de lunes a lunes), a desgaste físico, maltratos y, en ocasiones, al acoso y el hostigamiento sexual. También deben realizar los trabajos más pesados, de gran esfuerzo físico, con mayor exposición a accidentes laborales, y de gran inestabilidad habitacional, experimentando, además, la falta de recursos para invertir en salud, educación, vivienda y recreación. (p. 68)

En cuanto a las actividades recreativas que realiza la población nicaragüense inmigrante en Costa Rica, la literatura es escasa. Se conoce que parte de este grupo suele reunirse, principalmente, los fines de semana en el Parque La Merced, en el centro de San José, porque ahí socializan entre ellos, degustan comida nicaragüense y refuerzan lazos de apoyo (Diario Nica, 2012; Bravo, 2006; Observatorio de Migración, 2010). Una de las actividades de recreación espiritual que celebra la comunidad nicaragüense en Costa Rica es “La gritería”; la cual consiste en la festividad de la Virgen de la Inmaculada Concepción, el 7 de diciembre, víspera de la efeméride. Esta celebración se ha realizado en diversos lugares como la Embajada de Nicaragua en San José, la Catedral Metropolitana, el Parque Central, y en otros sitios en los que vive gran cantidad de personas con raíces de Nicaragua, tales como el asentamiento La Carpio (Fiesta de “La Gritería”, 2007; Servicio Nicaragüense de Noticias, 2011). Esta población también ha festejado otras fechas patrias como la Batalla de San Jacinto y el Día de la Independencia en el Parque de Nicaragua, en el Cen Cinai de Zapote y en la Escuela de Nicaragua. La celebración suele incluir bailes nicaragüenses y costarricenses, música de bandas colegiales, artesanías y poesía (El Nuevo Diario, 2006; Bravo, 2010).

Diversas instituciones públicas y privadas han efectuado estudios acerca de la población nicaragüense en Costa Rica. Muchos trabajos universitarios de graduación se han enfocado en este grupo. Los temas han sido muy variados, pero en Recreación sólo se han hallado los reportes de Salazar Salas (2010, 2013).

Metodología utilizada

Investigación empleada

La investigación conducida fue cualitativa, específicamente, fenomenológica. Es decir, aquella en la que se estudian “los fenómenos tal como son vividos y percibidos por los distintos actores” (Picado Mesén, 2006, p. 73). Como en la fenomenología se evalúan “las realidades cuya naturaleza y estructuras peculiares solo pueden ser captadas desde el marco de referencia interna del sujeto que las vive” (Picado Mesén, 2006, p. 75), es importante aprender a ver, comprender, interpretar y describir las situaciones según las perciben las personas que las experimentan (Rodríguez Gómez, Gil Flores y García Jiménez, 1996).

Esta investigación se enfocó en analizar cómo percibieron y experimentaron personas de origen nicaragüense la recreación en Costa Rica, luego de la inmigración; es decir, el significado de participar en diversas actividades recreativas en el país anfitrión.

Participantes y su selección

Las personas participantes en el estudio fueron seleccionadas por conveniencia. Se obtuvo apoyo de personas costarricenses y de algunas de las personas entrevistadas para localizar al resto del grupo colaborador. Las condiciones que se estipularon para ser parte del estudio fueron: (1) ser de nacionalidad nicaragüense, (2) tener más de 18 años, (3) haber residido por lo menos tres meses en Costa Rica, (4) participar en una entrevista grabada, (5) revisar la versión escrita de la entrevista y (6) participar en una actividad de recreación mientras se le observaba.

El grupo de nicaragüenses participantes en el estudio estuvo conformado por seis mujeres y siete hombres. La edad de estas trece personas osciló entre 18 y 50 años. Ellas reportaron (1) educación formal: una persona no había recibido escolarización; dos, tenían estudios incompletos de primaria; dos, estudios completos de primaria; siete, estudios incompletos de secundaria y una persona tenía aprobado el undécimo año de la educación secundaria, (2) estado civil: tres personas eran casadas; seis, no se habían casado; tres vivían en unión libre y una se había separado, (3) lugar de procedencia de Nicaragua: cinco individuos eran oriundos del Departamento de Chinandega; dos procedían del Departamento de Chontales; dos venían del Departamento de Jalapa; dos eran del Departamento de Boaco; uno provenía de León y uno era originario de Managua, (4) lugar de residencia en Costa Rica: seis residían en Montes de Oca; tres habitaban en La Unión, Cartago; tres vivían en el Cantón Central de San José y una persona moraba en Curridabat, (5) tiempo de residencia en Costa Rica: tres personas habían vivido entre tres y seis meses en el país; siete personas habían residido entre uno y menos de cinco años; tres habían permanecido entre cinco y nueve años.

En cuanto al trabajo y al estudio:

En Nicaragua, de los siete hombres, cinco se dedicaban sólo a trabajar. Las otras dos personas compartían el trabajo con el estudio. La sastrería era la fuente de ingresos para un hombre; la agricultura, para cinco, y el cobrar los pasajes de un autobús, para el otro hombre. Las seis damas requerían trabajar. Dos se enfocaban en el quehacer de sus casas; una, en agricultura, y tres, en fábricas o tiendas.

En Costa Rica, todas las personas tenían trabajo. Las opciones laborales eran mayores para los varones que para las mujeres. Casi todos los trabajos en Costa Rica eran distintos a los que ejercieron en Nicaragua. Cinco mujeres efectuaban trabajos domésticos: dos en su propia casa y tres, en otros hogares. La sexta mujer era parte del personal que cocinaba en un restaurante. En lo que respecta a los hombres, uno hacía jardines, uno trabajaba en una sastrería, uno laboraba en una urbanización como guarda, uno se desempeñaba en la cocina de un restaurante y tres se dedicaban al oficio de la construcción.

Recolección y análisis de la información. Procedimientos

La información de este reporte es parte de una investigación, cuyos hallazgos fueron tan vastos que se publicaron en varios artículos. En este escrito sólo se incluye la información de entrevistas porque los datos obtenidos en las observaciones y el grupo focal no fueron significativos para el tema que se reporta. Por lo tanto, tampoco se explican los procedimientos usados en esas técnicas. Para conocer más detalles del uso de esas otras dos técnicas en el estudio, se puede consultar a Salazar Salas (2013).

La entrevista utilizada en este estudio fue la de enfoque guiado porque ella permite tener explícito un tema de interés. Además, es abierta y estructurada (Gurdián Fernández, 2007).

Para aplicar esta técnica, se utilizó un cuestionario que había sido usado anteriormente por la investigadora (Salazar Salas, 2000), pero se actualizó para la población de esta investigación. Las preguntas fueron traducidas del idioma inglés al español, refinadas y ajustadas al grupo por estudiar. El cuestionario fue revisado por personas expertas en investigación cualitativa. El instrumento quedó integrado por 10 datos demográficos; 27 preguntas abiertas con los temas por consultar y una, para comentar lo que se deseara. Las preguntas abiertas se dividieron en cuatro temas: cinco preguntas indagaban acerca de “Recreación en Nicaragua”; 15, de “Recreación en Costa Rica”; dos, de “Barreras que impiden recrearse” y cinco, del “Cambio de país”. Este artículo reporta los hallazgos del último tema del cuestionario.

Previo a la entrevista, el consentimiento informado fue firmado por cada persona. Además, cada individuo seleccionó el seudónimo que se usaría para su identificación en el estudio. Las entrevistas se grabaron y transcribieron. El contenido de ellas fue revisado por cada persona. Al revisar el documento, éste podía ser modificado al eliminar o incluir oraciones o palabras que aclararan la idea. Sólo varios párrafos de una de las 13 entrevistas fueron cambiados. Los detalles de tres entrevistas fueron aclarados.

En el análisis de las entrevistas transcritas, se examinaron los datos de las 13 respuestas de cada pregunta se triangularon y se identificaron categorías. En las categorías más importantes de cada pregunta se identificaron frecuencias para hombres y para mujeres. En este artículo se reportan algunos de los temas más mencionados.

Hallazgos y discusión

Este apartado del artículo reporta parte de los temas hallados en el estudio y su discusión. Las principales categorías de las entrevistas se resumen al comienzo de cada subapartado. Luego, se amplían varias de ellas. Para sustentar la discusión de varios temas, se utilizan investigaciones de Recreación.

Los hallazgos del estudio se reportan con la inclusión de palabras de varias personas entrevistadas para enfatizar lo que dijeron. Las transcripciones empleadas como ejemplos usan la simbología original de las entrevistas. Para indicar una pausa de la persona durante la entrevista, se usa “/”; cuando se excluyeron frases o palabras de la entrevista, se emplea “”; y cuando se incluyeron palabras para aclarar la idea, se utiliza “[ ]”.

Los temas de esta sección corresponden a las categorías identificadas en algunas de las respuestas de las entrevistas. Los subapartados que se reportan son:

  1. los cambios en los patrones de participación en actividades recreativas: (a) en las que se dejó de participar, (b) en las que se continuó participando como en Nicaragua, (c) las que se modificaron para seguir realizándolas en Costa Rica, y (d) las que se iniciaron o retomaron en Costa Rica porque casi no las habían realizado en Nicaragua. También se indican las actividades recreativas que les gustaría realizar en el futuro,
  2. el impacto del cambio de país en la recreación.

Cambios en los patrones de participación en actividades recreativas

En el año 2000, Stodolska confirmó que el modelo propuesto por Jackson y Dunn (1988) de cuatro tipos de individuos en relación con su participación en recreación (las que dejaban, agregaban, continuaban y reemplazaban actividades) era aplicable a las personas inmigrantes. En la presente investigación se detectó que la recreación de las personas nicaragüenses varió luego de la inmigración.

A diferencia de los estudios de Jackson y Dunn (1988) y Stodolska (2000), éste no clasificó a los individuos entrevistados en un tipo de persona, según su participación en actividades recreativas luego de inmigrar a Costa Rica. Más bien, enfatizó en las actividades que las personas entrevistadas dejaron de realizar, las continuadas, modificadas, iniciadas o retomadas, pues a estas personas se les consultó cuáles actividades hacían en Costa Rica con respecto a las que realizaban en Nicaragua. También se les preguntó cuáles actividades les gustaría hacer en el futuro. Con base en las respuestas brindadas, en términos generales, se detectó que:

Las actividades mencionadas por estas personas se detallan a continuación, de manera más específica.

Actividades recreativas en las que se dejó de participar

De las 13 personas entrevistadas, un hombre señaló que había dejado de realizar todas las actividades que efectuaba en su país. Dos mujeres y un hombre manifestaron no haber dejado de participar, en Costa Rica, en las actividades que hacían en Nicaragua.

Las otras nueve personas (cuatro mujeres y cinco hombres) indicaron haber dejado de participar en ciertas actividades recreativas:

Pancho dejó de realizar en Costa Rica actividades que hacía en Nicaragua. Él señaló, “yo diría que todas”. “La mayoría de lo que hacía allá, no lo hago acá… Ir al cine… Sí, toda la diversión la dejé”.

Alba indicó, “allá, mi diversión era estar con mis hijos y aquí no, porque no los tengo. Yo, aquí, sola”.

Luis comentó que una de las actividades en las que había dejado de participar en Costa Rica era “ir a los ríos”. “Por ejemplo, aquí se me hace difícil ir a los ríos… no es como allá que los tenía casi… tenía mi tiempo libre, bastante para ir, y después de eso, que estaba cerca. Aquí no, tengo poco tiempo libre, están muy lejos”.

Julio dijo que sí había dejado de realizar actividades que hacía en Nicaragua. “Sí, claro, porque aquí a uno poco el tiempo le queda para… como para ir a pescar, porque eso de pescar es como diversión. Uno lo agarra como una diversión. Uno sale a correr allá. Aquí, no me queda tiempo de salir a correr porque las actividades que yo tengo son muy incómodas… Algunas costumbres las he dejado… no corro, no salgo a los ríos”. Por lo tanto, Julio ya no pescaba, no mantarrayeaba, ni se bañaba en los ríos. Aclaró que “aquí puede haber alguna parte en que uno se puede divertir, pero…como uno no tiene sus amigos”; entonces, no salía mucho.

Con respecto a la recreación física, Stodolska y Alexandris (2004) indican que ella no es una prioridad para las personas inmigrantes, pues éstas deben adaptarse al medio, ganan bajos salarios, tienen trabajos físicamente demandantes y casi no tienen tiempo libre. Estos autores agregan que estudios en Norteamérica señalan que las personas de grupos socio-económicos más altos participan más en actividades recreativo-deportivas. Las personas que tienen negocios prefieren actividades individuales, por sus horarios. Las personas con más educación formal tienen mayor conocimiento de los beneficios de la recreación deportiva y participan en ella.

Lorenzo mencionó que unas actividades no las podía hacer por el horario. “Otras, que las hacemos allá, como por tradición, aquí no... como béisbol. Allá se juega por todas partes, aquí no; aquí, en lugares, nada más. Más bien, uno hace los lugares… Otras costumbres, como comidas... Yo ordeñaba… Lo extraño”. También añoraba el sembrar.

Ernesto comentó que en Nicaragua conversaba con las personas conocidas y que aquí, le costaba “conversar con alguien. Ellos [compañeros de casa] trabajan y todo; entonces, no pasan en la casa. Y allá, sí”. Contó que junto con un amigo, “la pasábamos muy divertido, ahí en mi casa, y aquí no, no”. “Me traía más alegría… Mientras que aquí no”. Aquí, estaba solo.

El socializar poco en el país anfitrión suele ser una característica de las personas recién inmigradas. Según Juniu (2000), muchas personas latinas que emigraron a Estados Unidos señalaron que socializaban más en sus países natales, pues las formas de interactuar eran menos rigurosas y protocolarias y porque tenían más tiempo libre que en el país anfitrión.

Actividades recreativas en las que se continuó participando como en Nicaragua

Todas las personas entrevistadas manifestaron continuar realizando en Costa Rica algunas actividades que efectuaban en Nicaragua. Usualmente, cuando las personas inmigrantes arriban al país anfitrión, algunas adoptan valores y estilos de vida de la mayoría de los habitantes, pero otras mantienen lazos con sus familiares en su país natal (Stodolska y Alexandris, 2004). Una manera de mantener el vínculo con el pasado es continuar haciendo lo que se realizaba antes. Las actividades mencionadas fueron:

Alba señaló que los martes eran sus días de descanso. Por eso, aprovechaba ese día e iba de compras. Lo hacía, por lo menos, una vez al mes para mandarle algo a sus hijos a Nicaragua.

José puntualizó: “los viernes/ Si yo llego y está la doña; entonces, salgo con ella/ a comprar algo, o llego a la casa y tal vez comemos rico y/ estamos un rato viendo tele y ya. Los domingos es diferente. Salimos siempre a San José… A comer/ ahí, a algún restaurante… o a alguna soda que encontramos, almorzamos. También, vamos de compras”.

Luis indicó que veía televisión y películas en DVD. No salía, pues le quedaba poco tiempo libre, después del trabajo.

Liz comentó que “leía la Biblia y otros libros que la patrona tenía”.

Mariana narró que “los domingos, vamos a la iglesia… y donde mi amiga Eli… Yo voy donde ella y ella viene donde mí… Las dos nos visitamos”.

Stodolska (2000) manifiesta que algunas personas continúan realizando varias actividades que hacían desde la niñez por el bienestar psicológico que experimentan. Este actuar está relacionado con la estabilidad y la familiaridad de esas actividades, pero también para no abandonar su recreación tradicional y para mantener elementos de su vida pasada y disfrutarlos en el nuevo país.

Muchas personas inmigrantes no dejan de realizar actividades tradicionales porque éstas les brindan sensación de comodidad psicológica; les permiten mantener conexión con formas previas de vida y les facilitan la retención de elementos deseados de la propia cultura. También, esas actividades ayudan a que esas personas se mantengan distanciadas de los problemas que les ocasiona la nueva vida y su ambiente y sirven de amortiguador para que la experiencia sea menos traumática (Stodolska, 2000).

Actividades recreativas que se modificaron para seguir realizándolas en Costa Rica

Siete de las trece personas comentaron que no habían modificado actividades recreativas que realizaban en Nicaragua para efectuarlas en Costa Rica. Las otras seis personas mencionaron que habían cambiado algunas actividades luego de inmigrar. Dos mujeres indicaron que todo había cambiado en Costa Rica, pues sus vidas eran completamente diferentes aquí. Las actividades modificadas fueron:

Erika indicó que “no he tenido que modificar nada. Si yo quiero ir al parque, voy al parque.

Luis manifestó que el no jugar beisbol “podría ser falta de comunicación con los demás, porque es gente nueva. Son otra gente que uno tiene que conocer. No sabe quiénes son”. Ha ido los domingos a La Sabana y ha jugado, “pero no, así frecuente, como lo hacía allá”.

Liz declaró que “aquí, uno puede ir de compras”. Ella iba de compras una vez al mes. En Nicaragua, se le dificultaba por las limitaciones de dinero.

Actividades recreativas que se iniciaron o retomaron en Costa Rica porque casi no se habían realizado en Nicaragua

De las 13 personas, dos hombres indicaron no haber iniciado ninguna actividad. Uno de ellos enfatizó que no le interesaba hacerlo. Las otras 11 personas mencionaron que habían iniciado o retomado las siguientes actividades en Costa Rica:

Ernesto mencionó, “¿para entretenerme? No, es que no tengo nada para que entretenerme... No tengo nada de entretenimiento, nada… Entretenimiento era allá ir al colegio, yo me entretenía… Conversar con mis amigos. Aquí, no lo hago”.

Pancho también manifestó no haber tenido la oportunidad de hacer algo nuevo en Costa Rica que no hubiera hecho en su país.

Mariana contó que prácticamente lo nuevo que había hecho en Costa Rica fue “ir al cine… Una vez fui allá, cuando estaba en quinto grado… Voy … seguido, aquí”.

Luis indicó que la única actividad nueva que había realizado en Costa Rica fue jugar fútbol. Dijo que “ya me estoy acostumbrado a jugar fútbol. Fue una actividad nueva que allá nunca la hice. Allá, sólo béisbol. Aquí vine a conocer el fútbol. Esa actividad es nueva para mí”. Allá, él también jugaba baloncesto.

María indicó “allá no se hace un cumpleaños, esto y lo otro… no es como aquí. Aquí, sí. Aquí, lo invitan a uno a cumpleaños y a todo. Allá, no”.

Julio narró que había participado en pocas actividades nuevas. “Casi no tengo actividad para divertirme. A veces, me voy a San José. Digo, ‘voy a ir a San José, voy a ir donde un chino a comerme algún pollito’… Esa es mi diversión. Me voy a un parquecito y me estoy un ratito en el parque, viendo… esas palomitas… viendo que la gente les tira granitos de maíz… Eso no se mira allá”.

Actividades recreativas que le gustaría realizar en el futuro

De las 13 personas entrevistadas, cuatro (dos mujeres y dos hombres) comentaron no interesarles el realizar alguna actividad nueva en Costa Rica. Una de las mujeres manifestó que ya había hecho todas las actividades que quería.

Las restantes nueve personas entrevistadas indicaron que lo que les gustaría hacer en el futuro era:

La Señora Zambrana manifestó, “creo que he realizado todas las actividades para divertirme aquí, ya que he podido ir a playas, a bailar y restaurantes, a parques zoológicos y creo que me he divertido mucho”.

A la pregunta de si le gustaría hacer en Costa Rica alguna actividad que no hubiera podido hacer antes, Pancho respondió “yo diría que no”. Por su parte, Ernesto señaló que “mi propósito no es ése. No es ése mi propósito: divertirme… [sino] salir adelante, luchando por mí”. Ernesto recalcó que no le interesaba divertirse. Por ejemplo, contó que un compañero de trabajo “me invitó al circo… pero qué va. No puedo ir… porque voy a trabajar ahora en la noche… de emergencia… de guarda. ¡Qué casualidad, pero ése no es mi trabajo! Eso es algo que me impide, verdad. Aunque no; aunque no me hubiera impedido, no hubiera ido”.

Lorenzo comentó que quería “salir de paseo”. “Los paseos bonitos son los fines de semana”, pero él no podía ir por el horario del trabajo.

Mariana dijo, “me gustaría escalar una montaña… [el Chirripó e iría] con mi esposo y mi hijo. [Llevaría al hijo], alzado”. Mariana agregó riéndose, “me gustaría viajar a otro país. Me gustaría viajar a… Hong Kong”.

María indicó, “no conozco el mar y la playa. Me gustaría ir. Es bonito ir a conocer”.

Julio señaló, “me gustaría ir a La Sabana. Dicen que es muy bonito… Otro lugar que dicen que es muy bonito, pero yo solo he pasado… en autobuses, es el Parque de Diversiones. Tampoco he tenido la ocasión de ir... Cuando tengo el tiempo libre… se me complican las cosas. A veces, porque no tengo dinero… Cuando tengo dinero, no tengo el tiempo, y así paso”.

Erika comentó que sí le gustaría realizar actividades nuevas. “A mí me ha encantado mucho visitar lugares que yo no conozco. Pero, el problema es que… no tengo muchos amigos para salir, y eso me impide”. Indicó que le gustaría ir “a Heredia, a visitar algún parque. Me han contado que es muy bonito. Es un lugar un poco colonial. Y siempre he querido ir, pero, claro, no tengo con quien ir. Entonces, tengo que dejar el tiempo para estarlo mejor en mi casa. Y, qué sé yo, otros lugares, como ir en el tren… a Puntarenas”.

Luis enfatizó que le gustaría “salir a los ríos. Yo lo hacía frecuente… Me gusta mucho nadar. Es que es una diversión muy sana y muy bonita”.

Liz manifestó, “a veces queremos ir a la playa, pero no podemos, porque... ella [la hermana] no puede ir por mí, porque dice que si vamos por el lado de Puntarenas, es peligroso que me puedan agarrar, y me puedan regresar. Me dice, ‘si en un momento dado, te agarra Migración y nosotros no nos damos cuenta.’”

Impacto del cambio de país en la recreación

Esta subsección incluye el reporte del impacto que el cambio de país provocó en los patrones de participación recreativa en las personas entrevistadas en esta investigación.

El migrar a otro país implica cambios estructurales, culturales, económicos y muchos efectos psicosociales para las personas migrantes y para las que quedaron en el país natal. Al ser la recreación parte de la vida del ser humano, se esté consciente o no de este fenómeno, los cambios en el estilo de vida influyen en la participación en actividades recreativas.

Las personas nicaragüenses de este estudio fueron impactadas psicológica, social y económicamente por el traslado a Costa Rica. Dicha situación podría haber afectado su participación en actividades recreativas, pues la recreación no es una actividad aislada en la vida. Este grupo también indicó los sentimientos que experimentó (1) al llegar a Costa Rica y que pudieron haber estado ligados al choque cultural y (2) en el momento de la entrevista y que podrían haber reflejado su nivel de adaptación al país, hasta ese día. Por eso, es importante conocer el impacto que provocó la inmigración sobre la recreación, por medio de sus efectos, y los sentimientos de las personas entrevistadas acerca de ese cambio en sus vidas.

Efectos generales del cambio de país en la recreación

El impacto del cambio de país en la recreación de las personas entrevistadas se reflejó en efectos de tendencia positiva y efectos negativos. En cuanto a los efectos más positivos del cambio de país para recrearse, nueve personas reportaron que en Costa Rica:

  • Podían conocer muchos lugares: dos personas (una mujer y un hombre).
  • Tenían más tiempo libre y seguridad: dos personas (una mujer y un hombre).
  • Se podían recrear: dos mujeres.
  • Cambió los patrones de participación en actividades para seguir recreándose: un hombre.
  • La recreación era igual que allá: una mujer.
  • Tenía tiempo libre para ver televisión más a menudo: un hombre.

José dijo que el cambio de país lo había impactado; había influido en él. “Diay, yo digo que diferente, porque habían actividades que yo no/ ni por la mente me pasaba hacer… Por lo menos, tener un tiempo libre/ como, como cuando estaba más pequeño, verdad/ Cuando teníamos 16-17 años. Decía, ‘voy a irme a jugar’/ Voy a hacer tal cosa, o me voy a ir a jugar. No/porque siempre andaba pensando en lo que era el trabajo [en Nicaragua], por salir adelante”.

La Señora Zambrana manifestó que, en lo referente a la recreación, aquí era “mejor, porque allá como no tenía tiempo para hacerlo; entonces casi no tenía actividades recreativas allá… Una no puede recrearse con más libertad porque allá hay muchos problemas de robos. Uno no puede andar mucho tiempo en la calle. Es muy peligroso. Entonces, uno lo repiensa para salir… Uno, aquí, sale con más libertad”.

Erika dijo que lo positivo del cambio era que “hay mucho que conocer, aquí en Costa Rica, como, por ejemplo, los edificios, para uno es algo muy llamativo, porque en Nicaragua casi no hay edificios [altos]. Los parques [urbanos] son más cuidados. Aquí, hay mucho que conocer realmente. Algunas cosas me han impactado, como, por ejemplo, eso de ir al Mall… el edificio tan grande que es, con muchos centros comerciales. En Nicaragua, que yo sepa, es muy poco.

Mariana dijo que “ahora, ya me siento mucho mejor… porque ahora ya conozco. Ahora, salgo, y ahora ya tengo a mi familia, aquí, también”.

La mayoría de las personas entrevistadas también mencionó efectos negativos del cambio de país, aunque varios no eran sobre la recreación. Cinco personas señalaron los efectos negativos relacionados con actividades recreativas en Costa Rica:

  • No tenía tanto tiempo libre como en Nicaragua: una mujer.
  • Sólo se piensa en fútbol. No podía jugar baloncesto: un hombre.
  • Actitud negativa hacia la recreación: una mujer.
  • Las tradiciones y costumbres eran diferentes, por ejemplo, Semana Santa: un hombre.
  • Había mucho que hacer, conocer; pero no tenía con quién: una mujer.

Julio comentó que “en Nicaragua, son diferentes las actividades que acá… Cada país tiene sus costumbres. Son costumbres típicas. Allá hay costumbres que definitivamente aquí no se ven. Por decir así, en Nicaragua, para los tiempos de Semana Santa, se hornea, se hace almíbar, se hace esto, se hace el otro, se adoban gallinas y eso. En cambio, aquí, en Costa Rica, se pasan las actividades, como Semana Santa… como que aquí, no tienen esa tradición. Es un poco más diferentes las actividades… En cambio, allá en los tiempos de Semana Santa, se usa mucho el pinolillo, hornadas [empanadas de maíz con cuajada y dulce adentro], almíbar. Hacen un montón de cosas… Cuando uno llega a visitar a alguien, lo primero que le salen es con un puño de pinolillo, con un montón de rosquillas, hornadas y con un vaso de almíbar. Esa tradición, tienen allá; en cambio, aquí, es un poco más diferente. Parece que la gente no tiene esas tradiciones”.

Erika también manifestó que una razón para no recrearse con frecuencia era que “mi tía trabaja los sábados y es la única con la que yo me llevo. No podemos salir mucho porque ella trabaja los sábados”.

Juan mencionó que “lo único que extraño es a mi familia, que no los puedo ver”. Por su parte, Julio manifestó que recién llegado se sentía “afligido porque cuando uno está largo de su familia… uno piensa mucho en la familia y viviendo aquí, donde no tenía conocidos, no tenía amistades; entonces, eso desmotivaba mucho… En cambio, hoy, no, porque hoy ya tengo más conocidos en Costa Rica. Tengo amigos. Yo tengo muchos amigos, aquí. Ya eso, le sostiene un poquito la moral.

Efectos de la inmigración para recrearse al recién llegar a Costa Rica

Los efectos inmediatos de la inmigración a Costa Rica se vieron reflejados en sentimientos encontrados. Las trece personas del estudio indicaron haber experimentado el impacto del cambio de país en sus actividades recreativas. Para algunos individuos, la consecuencia inmediata de la inmigración había sido positiva y para otros, negativa.

En respuesta a la pregunta de cómo se sintieron en cuanto a la recreación al llegar a Costa Rica, cinco personas (tres mujeres y dos hombres) mencionaron que se sintieron bien:

  • tener pasatiempos (paseos): tres mujeres
  • tener más tiempo libre: un hombre
  • no tener problemas para recrearse: un hombre.

Erika señaló que “algunas veces, sí salí. Mi tía me convidaba a conocer muchas cosas, como, por ejemplo, el Mall, los parques, y me pareció muy bonito”.

José comentó que, en cuanto a tiempo libre, se sintió mejor al venir a Costa Rica porque tenía mayor cantidad que en Nicaragua.

Juan indicó que, en recreación, no percibió problemas al llegar a Costa Rica.

Ante la misma consulta, dos hombres mencionaron efectos negativos con respecto a las actividades recreativas que realizaron luego de arribar a Costa Rica. Además, con nostalgia, las 13 personas mencionaron cómo se sintieron al recién llegar al país, aunque no era relacionado con la recreación. Estos sentimientos fueron:

  • Sentirse mal con respecto a la recreación por:
    • dificultad para volver a hacer las actividades que hacía en su país: un hombre
    • falta de entretenerse : un hombre.
  • Sentirse mal con respecto a otros temas:
    • Choque cultural (ambiente de ciudad, forma de hablar, mal de patria): diez personas (tres mujeres y siete hombres).
    • Depresión, tristeza por estar lejos de familia, soledad: siete personas (cinco mujeres y dos hombres).
    • Afectación por el clima frío: cinco personas (dos mujeres y tres hombres).
    • Desmotivación por no tener trabajo: dos personas (una mujer y un hombre).

Alba dijo que al recién llegar a Costa Rica no se sentía bien porque “me hacían falta mis hijos. Era la primera vez que los dejaba solos. Tal vez, no solos, sino con la abuela, pero todo el tiempo habían estado conmigo y, entonces, ellos me hacían falta”.

Juan contó que al llegar a Costa Rica “me sentía triste porque no estaba, no estaba todavía acostumbrado al clima, al clima, que es bastante helado. Allá, por ejemplo, en Nicaragua, es caliente, caliente, y aquí es bastante helado”. Juan dijo que se sentía “bastante extraño… porque no estaba en mi tierra. Al no estar en mi tierra, me sentía bastante triste”.

José indicó que al llegar a Costa Rica se sintió “diferente. Lo primero, verdad, al ambiente [el clima], lo fresco. Lo segundo… buscar cómo adaptarme a una tierra extraña/ a lo del clima y el lenguaje… Al trabajo, porque lo que vine a ejercer aquí, no lo hacía allá. Nunca lo había ejercido… Más suave el trabajo. Cuando vine aquí, llegué directo a coger café, primero. Una actividad que yo jamás la había hecho/ y tenía que acostumbrarme. Ya después/ adaptarme a lo que era construcción”.

Luis comentó que recién llegado al país se sentía “estresado, bastante rarillo por la cultura de aquí. Es diferente a la de Nicaragua. Confundido, muy confundido… El ambiente es diferente. Nosotros no somos de la ciudad, de un ambiente tan estresado, tanta bulla”. “Me sentí bastante rarillo al conversar con las personas aquí, porque el acento es bastante diferente al de uno. Cambia. Entonces, uno al conversar, se siente todo raro, como incómodo al platicar”. Stodolska y Alexandris (2004) comentan que el lenguaje es una barrera psicológica difícil de superar y por él algunas personas inmigrantes no interactúan con individuos del país anfitrión.

Ernesto manifestó que cuando llegó a Costa Rica, se sentía “muy desanimado… Porque pasé un mes, sí, un mes y 19 días sin hacer nada. Y recién llegado… me hacía falta” todo lo que tenía allá.

Efectos de la inmigración para recrearse en el momento de la entrevista

Cuando fueron entrevistadas, las personas señalaron efectos positivos y negativos que la inmigración estaba causándoles en ese momento de sus vidas. Estas personas indicaron efectos que se manifestaban en tres sentimientos positivos en el momento de la entrevista y que les permitía sentirse bien en Costa Rica. Tales sentimientos pudieron haber influido indirectamente su participación en actividades recreativas:

  • Adaptación a Costa Rica, a la forma de hablar, conocía más el país y salía, no se sentía bien en Nicaragua: diez personas (cinco mujeres y cinco hombres).
  • Adaptación al clima: seis personas (dos mujeres y cuatro hombres).
  • Alegría por tener amistades, por tener tiempo para recrearse: dos hombres.

Alba contó que “ahora no me gusta estar en Nicaragua. Ahora me hace falta estar aquí. Pero no puedo porque tengo allá a mis hijos y ellos no quieren venirse y, entonces, siempre tengo que estar allá y aquí”. “Pero no me gusta para nada. Ahora, llego y no me hallo, allá. “El ambiente de la gente. Aquí, es diferente al de allá… hasta en la forma de hablar”.

La Sra. Zambrana comentó que se sentía muy bien. “Yo pienso que ya yendo allá, ya no me sentiría como antes. Creo que me haría falta estar acá” por “el clima y porque uno se acostumbra al lugar donde está, y yo estoy muy acostumbrada acá… al lugar donde estoy…, la buena vida de aquí”. Ella indicó que no creía que fuera a volver a su país.

María dijo que “ahora se siente bien”. Al consultarle si volverá a Nicaragua, dijo, “sí, no puedo decir que no porque algún día tengo que volver”. No había regresado, por “lo que tengo aquí”, ya que eso era mejor que lo que tenía allá.

José indicó que experimentaba “una diferencia muy grande... Por ejemplo, el vocabulario, en lo que es tiempo libre, en todo/ es diferente aquí. Estoy adaptado aquí”. José indicó que le gustaría estar en Nicaragua con el horario con el que trabajaba aquí. Agregó que los que estaban allá seguían haciendo lo mismo, “porque el trabajo siempre sigue igual/ No ha cambiado”.

Juan señaló que “ya me estoy adaptando al clima y al ambiente también… Incluso, pues, ya tengo amistades. En el trabajo, tengo amistades”. Según Stodolska y Alexandris (2004), las personas que participan en actividades con grupos étnicos que no son el propio desarrollan contactos interpersonales, se ven expuestas a otros patrones culturales y podrían adoptar valores de otras agrupaciones.

En cuanto a los efectos negativos del cambio de país en el momento de ser entrevistadas, seis personas mencionaron dos sentimientos negativos, aunque no relacionados directamente con actividades recreativas:

Erika indicó no entender el sentir de las personas a las que les agradaba estar en Costa Rica. Comparó y dijo que “en Nicaragua, la vida es más libre… Allá como que es más abierta la vida… la forma en que vive uno aquí es como más encerrado. Como, por ejemplo, nosotros vivimos en un lugar que no es tan abierto, no hay patio… y aparte de eso… aquí como que la vida es más privada, más fino, más privado, hasta la gente… Aquí el nicaragüense no se lleva mucho con la persona tica, porque, según la persona tica, es más, como más orgullosa y siempre la persona tica se fija mucho en la persona nicaragüense, pero en sus defectos”. Erika dijo que se sentía “como encerrada”.

Lorenzo comentó, “yo no me he podido adaptar como al cien por ciento, pero, uno tiene que hacerse el duro”. Cuando había visitado Nicaragua, no había extrañado nada de Costa Rica: “sería sólo el trabajo, nada más. Allá no hay trabajo como aquí. Ya después, no me hace falta nada”.

Ernesto señaló “no tengo a nadie de familia a quien ver aquí. Uno se siente solo… Uno se siente mal”. Ernesto mencionó que donde vivía, en Nicaragua, podía visitar a su familia.

Con base en los testimonios anteriores, se nota cómo algunas personas pudieron adaptarse a Costa Rica y tratar de recrearse; pero otras no. Quizá, la razón por la que la recreación no fue prioritaria para varios individuos fue que el objetivo de ellos era ahorrar dinero para volver pronto a su país natal (Stodolska y Santos, 2006); el recrearse, en algunos casos, requiere dinero. Indudablemente, el estar solo no fomentó la motivación intrínseca para que todas las personas entrevistadas pudieran satisfacer sus necesidades de relación, pues sus amigos y familiares no estaban presentes para reforzarlas (Hein y Hagger, 2007).

Factores influyentes en la participación recreativa de personas inmigrantes

Al analizar el actuar de las personas entrevistadas de este estudio, en cuanto a su participación en actividades recreativas luego de inmigrar a Costa Rica, se deben tener en cuenta varios factores que pudieron haber influido en ese proceder.

Por ejemplo, es importante recordar que las personas amigas juegan un papel determinante en la vida de quienes han inmigrado a otro país. Se ha detectado que en las culturas occidentales, la amistad no es institucionalizada, sino que se entabla por iniciativa personal y oportunidad social. La amistad se inicia y termina libremente. Este vínculo involucra relaciones sociales íntimas con un intercambio de afecto entre las personas (Glover y Parry, 2008). Las personas inmigrantes experimentan los beneficios de la amistad, por eso valoran a sus amigas y amigos porque en estos grupos encuentran apoyo emocional. Las personas entrevistadas en este estudio experimentaron esta situación.

Al cambiar de país, todas las personas inmigrantes se enfrentan al choque cultural, el cual es una experiencia resultante de diversos factores estresantes que se activan con el contacto de una cultura diferente (Winkelman, 1994). Uno de los choques más obvios en este estudio fue el de los deportes en los hombres. Aunque algunos habían podido jugar béisbol en Costa Rica, varios habían tenido que cambiarlo por el fútbol. Ernesto, por ejemplo, indicó que el cambio de país le había impactado, “sí, claro que sí... en los deportes… puede ser en el fútbol, que aquí se juega mucho el fútbol y son aficionados a ese deporte y, al menos, allá, no. Allá, [se juega] de todo. Puede ser básquet, futbol, béisbol, y todo. Aquí, aman a ese deporte. Lo aman. Lo adoran. Es como su dios, de aquí… Es mucho más diferente… [En Nicaragua], no existe eso, esa afición”. Ernesto contó que allá, había jugado fútbol, “en mi barrio, pero nunca jugué en ninguna liga”.

La participación en actividades de recreación deportiva permite que grupos étnicos refuercen su identidad, retengan elementos de su cultura natal y fortalezcan lazos con miembros de otras comunidades étnicas (Stodolska y Alexandris, 2004). En este caso, la participación en un deporte propio del país anfitrión demostró un grado de asimilación de la cultura dominante. Además, se notó cómo estas personas trataban de preservar su cultura original, por un lado, y adaptarse a la cultura anfitriona, por otro; es decir, se manifestó el modelo de las dos dimensiones de Sasidharan (2002).

El realizar una actividad sólo por la satisfacción que ella provoca refleja la motivación intrínseca que el individuo experimenta (Walker, 2008). En este estudio se notó cómo algunas personas poseían una alta auto-determinación y por eso pudieron seguir recreándose sin motivación extrínseca, a pesar del cambio de país, y cómo otras no lo lograron, aunque recibieron motivación extrínseca de familiares y allegados (Hein y Hagger, 2007).

Los factores reportados anteriormente pudieron haber tenido influencia en los cambios detectados en las actividades recreativas en que participaron las personas entrevistadas. Es importante seguir ahondando en este tema para conocer en detalle las razones que llevan a las personas a ser resilientes ante las adversidades o cambios extremos que enfrentan en sus vidas. Al conocer esa información, ella se podría utilizar para apoyar a las personas que lo requieran.

Conclusiones

  1. Las personas inmigrantes nicaragüenses que fueron parte de este estudio cambiaron sus patrones de participación en actividades recreativas de cuatro maneras: (a) dejaron de participar en algunas actividades, (b) continuaron la participación en unas actividades como lo hacían en Nicaragua, (c) modificaron actividades que hacían en Nicaragua para seguir realizándolas en Costa Rica y (d) empezaron nuevas actividades o retomaron otras en Costa Rica porque casi no las habían realizado en Nicaragua. Estos cambios concuerdan con los hallazgos reportados en estudios con inmigrantes en otros países. Estas modificaciones en el actuar recreativo suelen experimentarlas las personas inmigrantes, en mayor o menor grado.
  2. Las actividades recreativas en las que algunas personas inmigrantes de este estudio dejaron de participar fueron de tres tipos: actividades sociales, actividades físicas y actividades de recreación al aire libre. Este actuar podría haber sido provocado, como indica van Meeteren (2012), por el aislamiento que algunas de estas personas experimentaron en Costa Rica y por la decisión de no salir para no gastar dinero y ahorrarlo para regresar pronto a su país.
  3. Las actividades recreativas en las que algunas personas inmigrantes de este estudio continuaron participando como lo hacían en Nicaragua fueron de cuatro tipos: pasatiempos, actividades cognoscitivas, actividades sociales y actividades espirituales. La autodeterminación (Hein y Hagger, 2007) podría haber influido en estas personas para mantenerse participando en recreación. La autonomía para decidir seguir recreándose, el sentirse competente para participar en actividades recreativas y el deseo de mantenerse en relación con otros pudieron haber tenido influencia en este grupo de personas para continuar recreándose.
  4. Las actividades recreativas que algunas personas inmigrantes participantes en este estudio modificaron para seguir realizándolas en Costa Rica fueron de dos tipos: actividad física y pasatiempos. El modificar actividades recreativas para seguir realizándolas podría reflejar que estas personas se percataron de los beneficios de la recreación, los cuales promueven el contacto entre diferentes grupos y facilitan la adaptación al país anfitrión (Kim, 2012). La autodeterminación también puedo haber influido en el actuar de estas personas.
  5. Las actividades recreativas que algunas personas inmigrantes participantes en este estudio iniciaron o retomaron en Costa Rica porque casi no las habían realizado en Nicaragua fueron de cinco tipos: actividades sociales, actividades físicas, actividades al aire libre, pasatiempos y actividades espirituales. El iniciar o retomar actividades recreativas podría ser una señal de que estas personas estaban adaptándose a Costa Rica, asimilando sus actividades recreativas y deseaban asentarse en el país; por lo cual decidieron recrearse mientras residían en él (van Meeteren, 2012).
  6. A la mayoría de las personas inmigrantes nicaragüenses de esta investigación le gustaría, en el futuro cercano, participar en pasatiempos y actividades físicas como nuevas actividades recreativas. Estos deseos recreativos podrían haber sido parte de las aspiraciones de estas personas, sobre todo si pensaban formalizar su estadía en Costa Rica. Quizá, anhelaban estas actividades porque tenían la esperanza de quedarse viviendo definitivamente en el país o porque querían tener una mejor calidad de vida mientras regresaban a Nicaragua.
  7. Las personas inmigrantes nicaragüenses que fueron parte de esta investigación indicaron que el cambio de país afectó positiva o negativamente su participación en actividades recreativas en Costa Rica. En algunos casos, el efecto del cambio fue positivo porque les permitió recrearse y, en otros, negativo porque la recreación se redujo o no pudo ser realizada. El participar en actividades recreativas depende de muchos factores. Uno de esos factores es ambiente del país anfitrión y otro es la actitud que toma la persona inmigrante ante las nuevas situaciones. Como todo cambio de país afecta el estilo de vida; los patrones de recreación de quien inmigra se ven afectados por esa circunstancia. Las personas más abiertas “a lo nuevo” estarán más dispuestas a experimentar actividades recreativas desconocidas y a disfrutarlas. Por el contrario, quienes temen a lo diferente, verán dificultada su interrelación con personas del país anfitrión e inclusive con coterráneos.

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Nicaragüenses inmigrantes en Costa Rica: Patrones de participación en actividades recreativas by Revista Educación Universidad de Costa Rica is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Costa Rica License.
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1 Doctora en Comportamiento del Esparcimiento de Indiana University, Estados Unidos. Obtuvo la Maestría en Recreación in Southern Illinois University y la Licenciatura en Educación Física en la Universidad de Costa Rica. Labora en la Escuela de Educación Física y Deportes de la Universidad de Costa Rica. Fue Directora de esa Escuela. Fue Vicedecana de la Facultad de Educación. Ha sido Coordinadora de la Comisión de Acreditación de la Escuela de Educación Física y Deportes y de la Maestría en Recreación. Fue Directora de la Revista Educación, Directora de la Comisión de Posgrado en Ciencias del Movimiento Humano y la Recreación y miembro del Consejo Científico del Instituto de Investigación en Educación de la Universidad de Costa Rica. Es parte de la Comisión de Posgrado en Ciencias del Movimiento Humano y la Recreación. Ha brindado cursos en grado y en posgrado, entre ellos Educación Física Básica, Bailes Populares, Bailes Internacionales, Juegos Organizados, Introducción a la Recreación, Recreación y Programación, y Trabajo Práctico Aplicado en Recreación. Algunos de sus temas de investigación, publicación e interés incluyen: efectos de estudiar en el extranjero, diferencia en la preparación profesional de las carreras de recreación y educación física, recreación como fuente de beneficios infinitos, recreación y mujeres, la recreación de personas inmigrantes nicaragüenses en Costa Rica y playgrounds.