Revista Educación
42(1), 138-155, e-ISSN: 2215-2644, enero-junio, 2018
DOI: https://doi.org/10.15517/revedu.v42i1.22714
Encuesta a profesorado
universitario sobre el déficit de atención e hiperactividad en personas jóvenes
adultas
Teachers’ Survey about the Attention
Deficit Disorder and Hyperactivity in College Students
Juanita González[1]
Colegio Marine Academy of Science and
Technology
New Jersey, Estados Unidos de Norteamérica
Recibido: 24 diciembre 2015 Aceptado: 13 julio 2017 Corregido: 5
diciembre 2017
Resumen
Este estudio fue realizado con el fin de evaluar y conocer el conocimiento que tiene
el personal docente sobre la condición del
ADD/ADHD en jóvenes de universidad. En la investigación se identificaron los
métodos de enseñanza administrados por el profesorado al detectar el ADD/ADHD en su alumnado. Se conoce que el trastorno
de déficit de atención o el trastorno del déficit de atención con
hiperactividad (según sus siglas en inglés ADD Y ADHD) es una condición
neurológica que puede afectar el bienestar físico, social y emocional de una
persona. Los síntomas más comunes que se presentan son: distracción,
impulsividad e hiperactividad, y han sido relacionados con bajos resultados académicos.
Debido al impacto que este déficit ejerce en la educación, es importante
reconocer la condición en estudiantes del nivel superior y de esta manera dar
la ayuda educativa necesaria. Se entrevistó un variado grupo de docentes que impartían clases en
diferentes universidades y colegios de Puerto Rico. Se observó que una gran
parte (más del 60%) tiene conocimiento de la existencia del déficit de atención
e hiperactividad en la sociedad (en la niñez). Quedó establecido que la mayoría,
un 80 porciento de participntes no tiene conocimiento
de que esta condición deficitaria persiste a lo largo de la vida y que el
individuo puede manifestar síntomas del ADD/ADHD en su edad adulta.
Palabras
clave: Trastorno de déficit de atención con hiperactividad, síntoma, niñez, educación,
estudiante.
Abstract
This study was performed to to
evaluate and recognize the teachers’ knowledge about the ADHD/ADD in their students.
In the investigation, we identified the teachers’ learning methods applied when
they recognize the deficit on the students. The Attention Deficit Disorder and
Hyperactivity (known as ADD and ADHD) is a neurological condition that might
affect the physical, social, and emotional condition of an individual. The
common symptoms that might be presents are: distraction, impulsivity and
hyperactive. These symptoms have been related with academic failure. Due to the
impact that this deficit has on the education, it is important to recognize the
condition in college students and give them the necessary help. We interviewed
a group of teachers from different universities and colleges in Puerto Rico. It
was observed that a substantial part of the teacher (more than 60%) interviewed
had knowledge about the prevalence of the ADHD/ADD in the society (in
children). It was established that most of the teachers don’t know that the
conditions persist during adulthood and adults can show symptoms of ADD/ADHD
during adult hood.
Keywords: attention deficit disorder
with hyperactivity, education, symptoms, childhood, student.
I. Introducción
El trastorno de déficit de atención o el trastorno del déficit de
atención e hiperactividad (conocidos por sus siglas en inglés ADD Y ADHD) es
una condición neurológica que puede afectar el bienestar físico, social y
emocional de una persona. El diagnóstico clínico “oficial” es ADHD, dentro de este
se encuentran quienes tienen un diagnóstico en donde predomina la falta de
atención y quienes tienen un diagnóstico en los que predomina la impulsividad e
hiperactividad (Fowler, 1995; Neuwirth, 1994; Ortiz, Sáenz, Escalona, y Vargas, 1996).
Esta condición se presenta comúnmente en la niñez; pero no solo se
limita a esta etapa, ya que además es un problema que generalmente persiste a
lo largo de la vida. Probablemente, este desorden lo causen factores biológicos
que influyen en las actividades de los neurotransmisores en ciertas partes del
cerebro, A su vez, tienen una base genética (Bond,
2000; Fowler, 1995; Searight, 2000).
Los síntomas más comunes que se presentan son: distracción, impulsividad
e hiperactividad. Es sumamente importante una evaluación profunda con terapeutas
especialistas en el tema. La evaluación debe incluir un análisis exhaustivo de
la historia familiar, médica y académica de las personas, como también todas
las pruebas de habilidad y logros especializados para este diagnóstico (Bond, 2000; Fowler, 1995; McCormick,
1994).
Cada persona joven-adulta llega a niveles académicos, profesionales o
personales en el transcurso de su vida, donde, si su problema o condición de
ADHD no es atendida correctamente, puede llegar a sentir su autoestima baja e
incluso, sentir una especie de frustración hacia sí (Bond,
2000; Nadeu, 1996).
A medida que pasan los años, son más las personas adultas diagnosticadas
con esta condición, incluyendo aquellas que aún no se encuentran diagnosticadas.
Además de que, con el paso del tiempo, muchas de estas diagnosticadas o no
diagnosticadas pueden verse atraídas por adquirir una educación superior o
universitaria.
Esto trae consigo un gran reto en la educación, ya que la gran mayoría
de las personas con ADD tienden a mostrar conductas de inhibición, son inatentas
y tienen muchas dificultades en mantener la atención en una tarea o actividad.
Entre estos grupos existe quien puede poner atención a su tarea, pero pierde el
enfoque por la posibilidad de hiperactividad e impulsividad (Asherson, 2010; Ortiz, et al., 1996).
Ello crea, en estos grupos, la dificultad de controlar sus impulsos y
actividades, limitando las oportunidades de obtener su grado universitario, ya
que pueden reflejar conductas inquietas o nerviosas al enfrentarse a
actividades excesivas en los colegios o universidades (Quesada
y Sáenz, 2009).
Por tanto, deben poner en práctica ciertas estrategias para el control
de las aptitudes, que les faciliten el manejo de una conducta adecuada y que les
ayuden a disminuir la conducta inadecuada en el salón de clases y en su
ambiente. Deben recibir orientación y ayuda en cómo completar sus tareas
educativas, sus actividades en los hogares, en las comunidades y hasta en sus
trabajos, a fin de que puedan tener un mejor manejo y éxito de estos (McCormick, 1994;, Latham y Latham, 1994; O’Connor, 1994).
Es de conocimiento que existen personas con ADHD o ADD y que pueden ser
encontradas en las universidades. Sin
embargo, muchos maestros y maestras de educación universitaria se encuentran
con el creciente problema de conducta, en jóvenes de universidades o colegios.
Esta conducta, que para el personal docente resulta inadecuada, puede crear
cierto nivel de “estrés” (tensión
agobiante) entre ambas partes. Esta fricción puede provocar el desinterés del
estudiantado al curso tomado y puede crear bajas académicas (Lanberg y Epstein, 2008;
Trampush, Miller, Newcorn y
Halperin, 2009).
Con
estas referencias, se debe investigar más a fondo el nivel de conocimiento del
personal docente universitario. La falta de información o de conocimiento del
ADHD pudiera estar impidiendo el debido reconocimiento y manejo del déficit de
atención e hiperactividad en el estudiantado adulto universitario y se va
haciendo difícil su detención.
No solo
esta condición afecta el bienestar académico de este individuo, sino que remite
contra todo lo que está a su alrededor. Estudios refieren que jóvenes con ADHD
pueden involucrarse en problemas en sus trabajos, en sus hogares y hasta pueden
abusar de sus medicamentos o drogas (Trampush, et al., 2009).
II. Marco teórico
Estudios generales
En un estudio sobre las investigaciones contemporáneas realizadas por
CHADD, Children and Adults with Attention
Deficit/Hiperactivity Disorder
demostró que de la niñez diagnosticada con ADHD, un 67% continúa presentando
los síntomas del trastorno en su edad adulta.
Estas manifestaciones interfieren
significativamente con el funcionamiento académico, vocacional o social de su
vida adulta. Estos datos destruyen la creencia en muchos profesionales de que
niños, niñas y adolescentes superan sus síntomas de ADHD al llegar a la pubertad
y seguramente al llegar a la adultez.
En adición, esta organización nos informa que los síntomas reflejados en
la adultez comienzan a manifestarse en su niñez (alrededor de los 7 años) pero estos
no fueron diagnosticados para ese entonces. Lo que provoca una identificación
tardía en las personas adultas con ADHD.
Se indica que los síntomas en la edad adulta son llamados trastornos escondidos (síntomas asociados a otras condiciones). Estas
señales se suelen esconder detrás de las relaciones personales, la
organización, los trastornos del estado de ánimo, el abuso de sustancias, el
empleo u otras dificultades psicológicas.
Es un trastorno complejo y difícil de evaluar. Solo debe ser
diagnosticado por una persona profesional capacitada y con experiencia en el
campo. Además, se puede reconocer el ADHD en el individuo adulto cuando este presenta
problemas como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, el control de
impulsos o cuando sus niños o niñas reciben este diagnóstico (Amen, 2001; Kessler, et al., 2006).
Según informes realizados por CHAD, esta condición afecta entre el 3 y
el 5 % de toda la niñez, quizás tanto como a 2 millones de estadounidenses. Los
varones se ven afectados dos o tres veces más que las niñas. Al menos, un niño
de cada aula escolar en los Estados Unidos necesita ayuda o tratamiento médico
a fin de paliar los síntomas de este trastorno (CHAD
The National Resource on ADHD, 2005). aunque
se puede estimar que en los Estados Unidos se encuentra un 4.4% de la población
general (de 18 a 44 años) que está presentando la condición del déficit de
atención e hiperactividad (Bauermeister, 2017,
Kessler et al., 2006)
En el caso de Puerto Rico, Bauermeister (2017)
indica que el 7.5% de la población común de la niñez y la juventud
puertorriqueñas entre las edades de 4 a 17 años presentan la condición del
ADHD. Esta información fue revelada a raíz de una investigación que hizo
Bauermeister en el 2007. En esta investigación, Bauermeister y su equipo
entrevistaron varios grupos de padres y madres (1,886) niños, niñas y
adolescentes de pueblos rurales.
En la muestra utilizada, se encontró un grupo de participantes que recibía
servicios mentales y de drogadicción por el sistema público en la isla. Mientras
que en otra muestra se representó un grupo de la comunidad no asociados a los servicios
sociales. Al comparar ambos participantes encontraron que los niños son más
propensos a tener el ADHD que las niñas (CHAD, 2005).
Aunque se reflejó que los síntomas del déficit de atención e hiperactividad se
destacaron más en los grupos de niños y niñas que en los de adolecentes (Bauermeister, 2017).
De esta muestra se desprendió que el ADHD se manifiesta en grupos de
niños y niñas con un historial médico, problemas educativos y de comportamiento.
Además, se indicó que el déficit pudiera estar relacionado con aquellos
tratamientos dados a los niños y niñas que nacieron prematuramente, a los problemas
generales del habla y lenguage, a problemas en el dormir y a otros desórdenes
encontrados en el Manual DSM-IV (2000).
Bauermeister (2017) indica que participantes que habían mostrado la condición deficitaria
estaban con más propensión a recibir consejería, educación especial y podían
tener un historial de suspenciones o expulsiones de las escuelas a las que
asisten. Según los reportes tomados de las entrevistas hechas a las personas
(padres, madres o familiares) que cuidan de los niños y niñas entrevistados, se
encontró que habían sufrido en su niñez síntomas de hiperactividad o
impulsividad.
Incluso reportaron haber tenído enfermedades como la depresión, pérdida
de trabajo, expulsiones o arrestos y haber estado sin ayudas sociales o económicas.
Se refleja que estos grupos tienden a tener una baja calidad en la relación con
el niño o la niña y proceden a hacer uso de diciplinas negativas con más
amplitud en comparación con padres o familiares que no tienen un niño o niña
con el déficit de atención e hiperactividad (Bauermeister
et al., 2007). Se entiende que estos factores, además de la edad y el
género pudieran estar específicamente relacionados con el ADHD en comparación con
otros factores ya investigados.
No obstante, al comparar ambos grupos de participantes, Bauermeister (2017) encontró que los síntomas son
más pronuciados en quienes participan del servicio de salud que en el grupo de
niños y niñas de la comunidad que no había sido tratado por este programa. Las
investigaciones (Bauermeister et al., 2007) refieren
que para el momento del niño o niña llegar a la edad de 12 a 17 años, están más
propensión a que se les refiera y trate por síntomas relacionados con desórdenes
internos o conductas externas no relacionadas al ADHD. Se piensa que se debe estudiar
más la relación que tiene la edad en los efectos del déficit de atención e
hiperactividad y, a su vez, se recomienda que se lleven a cabo estudios
longitudinales.
El déficit de atención e hiperactividad
continúa manifestándose en algunas personas a lo largo de su vida, ya sea en la
condición o en la manifestación de los síntomas. En ciertas investigaciones
científicas se ha reportado que un 70 a 80% continúan presentando la condición
en la adolescencia. Un 8 al 68% sigue presentando esta condición o al menos en un
50 a un 70% los síntomas persisten sobre todo en aquellas personas que reflejan
dificultades en sus funciones ejecutivas (Barkley,
2006; Barkley, Murphy y Fisher, 2008;
Barkley, Murphy y Bauermeister, 1998; Bauermeister 2017).
Por otra parte, en una investigación longitudinal realizada a un grupo de
primaria en Estados Unidos se comparó a los niños y niñas con déficit versus
aquellos grupos de niños y niñas que no tienen la condición (Sheffler citado por Ramsey, 2009). A su vez, se
comparó la relación de medicamentos con sus logros académicos. En ella se
encontró que los niños y las niñas con ADHD tienden a tener bajos grados en
matemáticas y en lectura. Además, son muestran más propensión a repetir grados
o a salirse de la escuela. Sheffler (citado por Ramsey, 2009), de University of
California Berkeley, y sus colegas analizaron una muestra de 594 niños y niñas
con diagnóstico ADHD.
El grupo participante fue parte de un estudio de largo alcance mientras
cursaba los grados escolares de primaria hasta el quinto grado. El estudio
estaba enfocado en las asignaturas dirigidas a las matemáticas y a la lectura.
Se pretendía corroborar si el uso de los medicamentos para tratar el ADHD estaba
asociado a los logros y a los resultados académicos de estos grupos de
estudiantes en la escuela elemental.
El estudio encontró que quienes tomaban medicamentos
tenían una puntuación en matemática de 2.9 y en literatura reflejaban un 5.4
puntos más altos de quienes no tomaban medicamentos, pero que sí sufrían la
enfermedad (Sheffler, 2009). Este progreso
gradual se observó en las matemáticas durante el primer año de los 5 años
estipulados del estudio. Mientras que en el área de la lectura se observaron
los cambios en el primer tercio del año.
El estudiantado mejoró rápidamente en la lectura. Sin embargo, esto fue
visto solo en aquel alumnado que había tomado medicamentos al menos por los
primeros 2 años del estudio. Lo que puede indicar que una intervención temprana
podria ayudar al individuo con ADHD en su cognición.
Luego, en
otro estudio realizado por Biederman,
Petty, Ball y Doyle (2009) se tomaron el tiempo de analizar una muestra de 217 sujetos entre las
edades de 15-31 años con ADHD o sin este, quienes fueron evaluados en 3
periodos durante 10 años en su adolescencia y adultez.
Los sujetos
presentaban la condición de ADHD entre moderado y persistente. Los grupos con
ADHD se compararon con aquellos que no poseían la condición y se encontró que
tenían puntuaciones bajas en todo lo relacionado a la cognición. Esta
deficiencia cognitiva es relativamente estable en personas jóvenes adultas y
parece ser independiente en el curso del ADHD.
Estos datos y
otras investigaciones apuntan a que el ADHD se asocia con los bajos grados,
problemas con la lectura y las matemáticas, bajas puntuaciones en los exámenes
estándares y que tienen relación con un gran incremento en la retención de
grados (repetición de grados). Además, esta condición se asocia con un alto uso
de servicios escolares, aumento de detenciones y expulsiones, y últimamente, a
un relativo bajo nivel de estudiantado graduando en la escuela superior (Fletcher y Wolfwe, 2008; Nadeau,
1996).
Estudios a docentes
No hay muchos estudios enfocados en docentes que imparten clases en las
universidades. Sin embargo, se encontró este estudio enfocado en la opinión o
percepción que tenían los maestros y maestras cuando trabajaban con adolescentes con diagnóstico
de déficit de atención e hiperactividad.
Rush
y Harrison (2008), ambos de la universidad de Alabama, usaron la técnica de “conceptos mentales” donde examinaron la
percepción de los maestros sobre los adolescentes con ADHD. Los investigadores
entendían que era preciso conocer la percepción de los maestros ya que es
importante que los profesores consideren realizar planeaciones y que estos
creen estrategias para ayudar al estudiante académicamente.
En esta
investigación participaron 100 docentes de educación general. Estos fueron escogidos
de cuatro escuelas superiores en la Florida. Se les entregó un paquete de
tarjetas que incluían datos o temas perceptuales. Debían dividir cada tema y
combinarlo con los datos que aplicara, según su percepción. La clasificación de
los temas fue evaluada a través de escalas o valoraciones numéricas y mapas
grupales.
Se seleccionaron
cinco temas principales sobre la percepción docente. El primer tema estaba
relacionado con la confidencia y los retos al enseñar a esta comunidad. Se
indicaron temas o percepciones como deseo
que el/la adolescente se sienta más aceptado/a y cada adolescente es diferente (Rush y
Harrison, 2008).
El segundo tema
estaba relacionado a la frustración y dificultades de los maestros y maestras
al educarles. Se indicó temas como: me
siento incómodo/a enseñando a adolescentes con ADHD y me siento frustrado/a con los padres de adolescentes con ADHD (Rush y Harrison, 2008).
En el tercer tema
se relacionó con los problemas de comportamiento donde se incluyó: el comportamiento de un/a adolescente con
ADHD es siempre disruptivo y “los/las
adolescentes con ADHD usan la condición como una excusa (Rush y Harrison, 2008).
El cuarto tema
estuvo relacionado con problemas en el salón de clases (ayudas) indicando que:no tengo mucho material para ayudar a
adolescentes con ADHD y yo cambio el
currículo a causa de adolescentes con ADHD (Rush
y Harrison, 2008)
Por último, el
grupo cinco fue relacionado con la necesidad de un entrenamiento sobre el
déficit del ADHD, el uso de la disciplina y el manejo del salón de clases,
donde indicaba que: necesito más entrenamiento, específicamente en adolescentes
con ADHD y adolescentes con ADHD no deben estar en clases grandes (Rush y Harrison, 2008).
Este último tema
fue clasificado en el área central del mapa conceptual. Lo que indica que su
percepción gira en torno a la necesidad de tener o adquirir conocimiento sobre
las técnicas de disciplina y un buen manejo de clase.
Otra
interpretación es que docentes con una percepción negativa sobre el trabajar
con adolescentes con ADHD pueden sentir incomodidad o encontrar que es difícil
tener a estos grupos de estudiantes en clase, debido a que no han recibido un
entrenamiento adecuado sobre el ADHD, que les prepare para una adecuada
atención.
También se observó
que los maestros y maestras que tienen una percepción positiva al trabajar con
adolescentes con ADHD pueden conceptualizar que el educar a esta población
puede ser más productivo si ellos o ellas tienen más entrenamientos en ADHD.
En resumen, su
percepción está enfocada en expandir los conocimientos generales sobre el ADHD
y aumentar las destrezas en el uso de estrategias que intervengan con el estudiantado
adolescente y su condición. Si el personal docente es educado y entrenado para
trabajar con esta comunidad deficitaria, el alumnado tendrá más posibilidades
de alcanzar sus metas.
Siguiendo la línea
investigativa en el personal docente, este estudio realizado por Jarque y Tárraga (2009) comparó el conocimiento
que tiene el activo y el futuro sobre el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) y sus características.
En el estudio que
realizaron Jarque y Tárragas (2009)
participaron tres grupos en total. El primer grupo compuesto por 265
estudiantes de 1ro de Magisterio de la Escuela Universitaria de Magisterio. La muestra estaba
compuesta por 208 mujeres y 48 varones; 19 sujetos no especificaron su género.
La edad media de
los sujetos participantes era de 21 años, sin incluir 5 sujetos que no
aportaron esta información. El 45.5% indicó que había recibido formación
específica en TDAH durante una media de tres horas. Mientras que un 6.9% tenía
experiencia docente con niñas o niños hiperactivos durante una media de 0.57
meses.
El segundo grupo
estaba formado por 130 estudiantes de 3ro de Magisterio de la
Escuela Universitaria de Magisterio. Había 120 mujeres y 10 varones que
participaron en la investigación. La edad media era de 28 años. Un 89% había recibido
formación del TDAH por un tiempo medio de 9.5 horas. El 32.3% tenía experiencia
docente con estudiantes con TDAH, durante una media de 1.39 meses.
En el tercer grupo
conformado por 193 docentes activos, de cuyo grupo 67 impartían docencia en la
etapa de Educación Infantil y 125 en la etapa de Educación Primaria. La muestra
estuvo compuesta por 130 mujeres y 43 hombres. La edad media de los sujetos era
de 42 años (Jarque y Tárragas, 2009).
Tenían una media
de 17 años de enseñanza docente y más de la mitad había tenido alguna
experiencia docente con niñez con TDAH, durante una media de 14 meses. Además,
un 51.6% había recibido formación sobre el TDAH, durante una media de 7.80
horas.
Se le administró
un cuestionario que estaba agrupado por temas específicos. Se le llama el KADDS
(Knowledge of Attention Deficit
Hyperactivity Disorder) adaptado al español, compuesto por 36 preguntas de
tres alternativas de respuesta (verdadero, falso, no sé).
Estas preguntas
estaban agrupadas por categorías: información general sobre la naturaleza,
causa y repercusiones del TDAH (15 preguntas); síntomas/diagnóstico de TDAH (9
preguntas) y tratamiento del TDAH (12 preguntas). Se utilizó este sistema ya
que ha mostrado ser eficaz y fiable según indican las investigaciones (Jarque y Tárragas, 2009).
Para evaluar la
autoeficacia percibida se añadió una pregunta que decía: “¿Hasta qué punto
consideras que puedes enseñar de forma efectiva a un/a niño/a con TDAH?” Esta
pregunta debía ser contestada utilizando una escala de valor de 7 puntos, donde
1 era el extremo inferior (personal no preparado para enseñar de forma efectiva
a un niño o niña con TDAH) y 7 era el extremo superior (personal totalmente
preparado).
De la data se
desprende que, al analizar las tres muestras de sujetos, estas indicaron que el
nivel de conocimiento sobre el TDAH es bastante escaso, ya que han contestado
adecuadamente a menos de la mitad de las preguntas del cuestionario. Los
hallazgos son sensiblemente inferiores a datos encontrados en otros estudios
previos que, también han empleado muestras de estudiantes de magisterio y personal
docente activo.
De estos hallazgos
se deriva una reflexión sobre la necesidad de ampliar la formación continuada
que recibe el personal docente a lo largo de su carrera, sobre aquellos
trastornos, con tanta incidencia como el TDAH (Jarque
y Tárragas, 2009).
Jarque
y Tárragas (2009) indican que el personal docente activo y en formación está en la necesidad
de recibir una formación teórico-práctico en el manejo del TDAH en la escuela.
Mejorar sus relaciones con la confianza en sí, para dar respuestas educativas
adecuadas a este tipo de estudiantes. Se debe, por tanto, continuar más
investigaciones que ayuden a entender el porqué de las limitaciones, para recibir
entrenamiento sobre el déficit a todo nivel escolar.
En otro estudio
realizado por Martinussen, Tannock y Chaban (2011),
investigaron a docentes de educación especial y educación regular (general)
sobre el nivel de entrenamiento que tenían del déficit de atención e
hiperactividad (ADHD) y la relación entre el nivel de entrenamiento en el ADHD
y el uso instruccional recomendado al enfocar el manejo del comportamiento en
estudiantes que exhiben un problema de conducta.
El análisis reveló
que la mayoría de docentes regulares (76%) y casi la mitad (41%) de educación
especial, reportan no haber tenido ningún o muy poco entrenamiento/desarrollo
profesional sobre el ADHD.
El profesorado regular que cuenta con un
moderado o mayor número de entrenamientos extensivos sobre el ADHD reporta un
marcado aumento en el uso de recomendaciones enfocadas al manejo del
comportamiento, que el regular con poco o ningún entrenamiento sobre el ADHD.
Martinussen,
Tannock y Chaban (2011) indican que recientes estudios han demostrado que los niños o niñas que
exhiben problemas de comportamiento en la clase, particularmente quienes muestran
inatención o hiperactividad, están a riesgo de tener un bajo rendimiento
académico y de salirse de la escuela.
Se sugiere que el
personal docente debe tener un buen entendimiento del tipo de instrucción por
utilizar, que esté enfocada en el manejo del comportamiento, y que,
efectivamente, promueva un compromiso y un progreso académico en el estudiantado.
Sin embargo,
algunos datos tienden a puntualizar que los maestros y maestras pueden sentir
que no tienen preparación para enseñar a niñez con problemas de atención o de
comportamiento, limitando el éxito académico del estudiantado.
Se entiende que
mucho de este estudiantado con ADHD es mayormente enseñado en una clase regular
por docentes regulares. Se ha encontrado que gran cantidad de docentes regulares
está falta de entrenamiento sobre la condición del ADHD. En un estudio
realizado en América y Canadá, se encontró que los maestros o las maestras
practicantes no reciben entrenamiento sobre la condición del ADHD durante su
programa de preparación.
Otro reporte
informó que la mayoría (77%) de una muestra de practicantes en Australia no
recibió un preentrenamiento sobre la condición del ADHD. Bekle (2004) encontró que muy poco personal practicante
recibió un “comprensivo”
entrenamiento (oportunidad de desarrollo profesional) que abarcara el tema del
ADHD. Esta falta de entrenamiento puede
afectar el progreso académico del estudiantado.
Martinussen,
Tannock y Chaban (2011) refieren que hay una preocupación sobre la educación, ya que docentes regulares
con muy poco entrenamiento en la condición del ADHD pueden tener un bajo nivel
de conocimiento sobre esta condición y poca actitud positiva hacia estudiantes
con ADHD (Bekle, 2004).
Los resultados
obtenidos de esta investigacion sugieren que, si se les provee entrenamiento a
los maestros y maestras generales de cómo trabajar efectivamente con
estudiantes con ADHD, puede aumentar el uso de las instrucciones recomendadas,
enfocadas en el manejo del comportamiento y el manejo de estrategias de las
ayudas instruccionales (Zental y Javorsky, 2007,
citado por Martinusen et al., 2011).
Por lo tanto,
participar en un entrenamiento sobre estudiantes con problemas de conducta debe
ser facilitado a ambos tipos de profesorado, novato y experimentado. Estos
entrenamientos pueden ayudarles a trabajar, en clase, más efectivamente con
estudiantes que exhiben problemas en su comportamiento. Ayudará a fortalecer su
conocimiento y asegurará el éxito académico del estudiantado.
Se deben hacer más
investigaciones que examinen la forma en la que mejor se pueda expandir el
conocimiento de los maestros y las maestras regulares y de educación especial,
sobre el ADHD y el uso de más instrucción individualizada que ayude y enfoque
el manejo del comportamiento para facilitar el éxito académico de estudiantes
con problemas de conducta.
Objetivos generales (Tabla 1)
* Conocer las opiniones o el conocimiento del profesorado acerca del TDAH
(ADHD siglas en inglés) en las personas jóvenes adultas.
* Recopilar datos sobre los diferentes métodos que utilizan para impartir
la enseñanza a jóvenes de universidad con esta condición.
* Conocer las opiniones del profesorado sobre el trato, acomodo y apoyo
ofrecidos en las universidades para estudiantes con TDAH (ADHD).
Tabla 1
Objetivos e indicadores
Objetivos |
Indicadores de evaluación |
Conocer las opiniones o el conocimiento del profesorado acerca del
TDAH (ADHD siglas en inglés) en las personas jóvenes adultas. |
Se realizó un cuestionario donde se les preguntaba cuánto conocían
sobre el tema del ADHD. Si habían escuchado sobre esta condición en las personas
adultas. |
Recopilar datos sobre los diferentes métodos que utilizan para
impartir la enseñanza a jóvenes de universidad. |
Se hicieron preguntas abiertas en el cuestionario sobre los métodos de
enseñanza que utilizaban en sus salones de clases. Se les preguntó si hacían
cambios en el uso de métodos. |
Conocer las opiniones del profesorado sobre el trato, acomodo y apoyo
que son ofrecidos en las universidades. |
Esta información fue recopilada a través del cuestionario administrado
al profesorado. Se le preguntó su opinión al respecto. |
Para realizar esta investigación, se contó con la colaboración de varios
colegios y universidades en las zonas rurales y metropolitanas del país. En
estos centros educativos se obtuvo la participacion de 100 docentes que
impartían clases en diferentes facultades. Las universidades y colegios
participantes fueron: la Universidad Metropolitana, la Universidad del Este, la
Universidad de Cabo Rojo y el Colegio Columbia College. Se utilizó un
cuestionario con 27 preguntas abiertas y semiabiertas formuladas con base en
los objetivos establecidos para esta investigación (Anexo 1).
Las edades del cuerpo docente fluctuaban entre los 25 y 55 años. Este
está compuesto de 48 hombres y 52 mujeres. Su
nivel socioeconómico al momento de la investigación era de nivel medio a un
nivel alto. Además, se encontró que un 35% contaba con 1 a 5 años de experiencia,
22% tenía unos 6 a 10 años de experiencia y un 43% tenía más de 10 años de
experiencia en el ejercicio docente.
Diseño y procedimiento
En este estudio se
prefirió utilizar un método cualitativo a fin de rocoger ciertos datos y
opiniones del profesorado entrevistado. Para obtener dicha información, se
elaboró una entrevista que constaba con preguntas abiertas y cerradas. De
acuerdo con los parámetros de una entrevista, esta es considerada como una
técnica que provee información profunda sobre un problema en particular. En este
caso, teníamos la necesidad de conocer cuánto sabían el profesorado sobre el
tema del déficit de atención e hiperactividad en la persona adulta.
Como ya establecimos, una de las
modalidades utilizadas en el cuestionario fue el uso de preguntas abiertas o
semiabiertas, lo que se asemeja más a una conversación natural, donde se
obtiene una información valiosa, sin tener que recurrir a un estilo de interrogación
directa, por lo que se elaboró un cuestionario de 27 preguntas relacionadas con
los objetivos trazados para dicha investigación. Este medio de recogida de
información permitió ampliar los datos obtenidos y le ofreció al sujeto entrevistado
la flexibilidad necesaria para formular sus respuestas y la oportunidad de aclarar sus propias
declaraciones.
Se señaló un
día entre semana, para hacerles llegar los cuestionarios al profesorado del
colegio técnico y otro día diferente para hacer entrega en las universidades.
El cuestionario contaba con 27 preguntas. Luego de contestarlo, se hacía una
entrevista personal para aclarar o expandir algunas de sus respuestas.
La
entrevistadora le indicó al profesorado el propósito principal (saber acerca del
conocimiento de los maestros y las maestras sobre las personas adultas con ADHD
en los centros de estudios) de la investigación sin informar sobre los
objetivos planteados en el estudio.
Además, se entregó
un cuestionario donde debían llenar sus datos sociológicos, el cual incluía
datos comunes como nombre, apellido, edad, entre otros. También contenía
preguntas relacionadas con las nacionalidades de sus padres y madres, tiempo
ejercido como docentes y el lugar de estudios superiores.
Ambos días,
se le pidió al profesorado que, en confidencialidad, depositara en el
cuestionario todo el conocimiento que tenía con relación al tema de las personas
adultas con déficit de atención e hiperactividad. La entrevista tuvo una
duración de 45-60 minutos, incluido el tiempo de entrevista personal a fin de
aclarar algunas respuestas.
Mientras
contestaban las preguntas, también se indicó la existencia del cuestionario
específico sobre el ADHD del manual de diagnóstico DSM-IV para identificar los
posibles individuos con ADHD. Esto se hizo con el propósito de que,
eventualmente, busquen este formulario y se lo administren a sus estudiantes.
Variable contemplada
Debido
a la amplia muestra de profesorado entrevistado, se señaló como una variante
los años de experiencia que este tenía en el campo educativo. Frecuentemente,
se tiende a creer que una persona que lleve más años en un campo profesional
específico es una persona experimentada versus aquel profesional que solo
cuenta con varios años de trabajo en su campo profesional, en este caso la educación.
Se deseaba saber si los años de trabajo como educativo intervendrían en la
capacidad docente para reconocer el déficit en el estudianado, ya que se ha
observado que la “experiencia” no
define el conocimiento docente sobre estudiantes con ADHD (Jarque y Tárraga
2009). Se estableció que los años de
experiencia no afectan o intervienen en la capacidad que pueda tener un maestro
o una maestra sobre la condición deficitaria. En otras palabras, la experiencia
no determina el conocimiento del profesorado sobre el tema.
En
la tabla 2 “Años de experiencia” se muestra
el tiempo dedicado a la educación de las maestras y los maestros entrevistados.
Tabla 2
Años de experiencia
1 a 5 años de
experiencia
35 profesores/as |
6 a 10 años de
experiencia
22 profesores/as |
10 o más años de
experiencia 43 profesores/as |
Al
realizar la entrevista, una de nuestras preguntas estaba enfocada a evaluar el
conocimiento del profesorado sobre el TDAH (ADHD) en las personas jóvenes adultas.
Se les preguntó; ¿Ha escuchado hablar sobre
el déficit de atención e hiperactividad (ADHD) en personas jóvenes adultas? ¿Como qué? ¿Cuánto conoce del tema?
Se recopilaron respuestas tales como; “si, conozco algo, un poco, bastante”, “no, conozco muy poco, necesito
más información”, “niños que nacen prematuramente, tienen problema de
aprendizaje, se distraen, necesitan medicamentos, falta de comunicación,
dificultad para expresarse…” (Tabla
3).
Tabla 3
Conocimiento del ADHD
Nota: a.si, el nacimiento prematuro desarrolla esta
condición. Condición que no ayuda en la concentración. Interrumpen clases y
hablan mucho. b. si, solo he
escuchado el tema en niños, se de algunos adultos con esta condición,
actualmente se habla de la condición en adultos. c.si, llaman la atención de todos alrededor, intranquilos, se
distraen con facilidad, la mayoría son competentes e inteligentes. d. si, se vuelven agresivos y necesitan
medicamentos, problemas de aprendizaje, problemas de aprendizaje
específicos. e. si, después de adultos muchos son diagnosticados, no desean
tomar medicamentos, hacen tareas que para ellos son agotadoras. f. si, a través de medios de
comunicación, falta de habilidades como la concentración, comunicación y formas
de expresarse. g. no, muy poca
información, e desea saber más sobre el tema. h. no, n/a
Con base en los datos encontrados, se observó que una gran parte del
profesorado (más del 60%) tiene conocimiento del déficit de atención e
hiperactividad en el individuo. Este conocimiento está basado en la información
suministrada sobre los niños y las niñas con ADD o ADHD. De la muestra que aquí
referimos, se desprendió que un 45% reconoce la condición en la niñez y alrededor
de un 20% refiere conocer sobre la condición en la adultez.
De acuerdo con la entrevista personal, este conocimiento está basado en
lo que han escuchado, visto o les han dicho a lo largo del tiempo o de ejercer
sus carreras educativas. Este detalle
nos indica que aún ignoran el hecho de que este problema persiste a lo largo de
la vida (Colleen y Elliot, 1995) no
importando sus años de experiencia en el campo educativo.
Cabe señalar que los sujetos entrevistados
contribuyeron con sus opiniones e indicaron la falta de información que se
tiene sobre el ADHD. Refieren conocer sobre los problemas de aprendizaje e
incapacidades mentales; pero no tienen la información necesaria que les indique
sobre la perseverancia de los síntomas en las personas adultas con ADHD y sobre
el trato educativo para esta comunidad (Martinussen, Tannock y
Chaban, 2011). Por tanto, la variable contemplada sobre los años de
experiencia no produjo mayor efecto sobre su conocimiento acerca del déficit de
atención e hiperactividad.
Otras
de las preguntas estuvieron enfocadas en los métodos que el profesorado
utilizaba al reconocer la condición en sus estudiantes. La pregunta fue la
siguiente: ¿Hace usted algunos
cambios en su método de enseñanza-aprendizaje cuando identifica algún problema
de aprendizaje o conducta en sus estudiantes?
Algunas de las respuestas recopiladas fueron las siguientes; “si, utilizo métodos variados y llamativos
que ayuden a captar la atención del alumno, adaptar la enseñanza, uso de horas
extras”, “si, asistencia
individualizada, dibujos, juegos explicativos, uso de apuntes, dictado, lápiz y
papel”, “realizo cambios educativos, aunque no tenga el debido adiestramiento…”
(Tabla 4).
Tabla 4
Métodos de aprendizaje
Nota: a. si, utilizo métodos
variados, llamativos que me ayudan a captar su atención por periodos más
largos, dar horas extras. b. si,
adapto la enseñanza, creo actividades para aquellos estudiantes que son más
lentos, adapto según habilidades y necesidades, uso de demostraciones. c. si, trabajar más cerca del
estudiante, uso de estudiantes como recurso en clase, estudiante trabaje con
otro estudiante. d. si, educación,
asistencia individualizada, dinámica en grupos, capten atención e interés del
estudiante, uso de preguntas para comprobar lo aprendido, uso de apuntes,
dictado, uso de papel y lápiz. e. dibujos,
juegos explicativos, traducción de términos usados en clase, uso de
audiovisuales, explicar materiales educativos. f. combinar enseñanza con métodos visuales y auditivos/computadoras,
hacer cambios, aunque no tenga el debido adiestramiento, seguimiento de guía
educativa/currículo. g. n/a
Al preguntarle al profesorado
acerca de su pericia a la hora de identificar alguna condición en sus salones
de clases observamos que cada docente hace lo pertinente para captar la
atención de su estudiantado. Alrededor de un 60% a un 80% de docentes indica
que utiliza diferentes métodos educativos que le ayudan a atender las
necesidades de sus estudiantes. Trabaja con el estudiantado a fin de adaptar
las clases a sus habilidades. Realiza trabajos en grupos, da horas extras para
realizar trabajos, entre otros (Nadeau, 1996;
Zeigler, 1995).
Cuando el maestro
o la maestra puede identificar a este alumnado, refieren que deben recurrir a
libros, internet y otros recursos para complementar sus clases/currículo y
cubrir sus necesidades educativas, lo que indica que el centro académico no
está proveyendo la información o herramientas necesarias para trabajar con
estos individuos (Rush y Harrison, 2008).
Otro grupo de docentes
refiere que, de tener algún o alguna estudiante con dificultades académicas,
consulta al profesorado más experimentado, a fin de
conocer y poner en práctica algún método factible y apropiado. Además, indica
que recurren a clases continuas para mejorar sus conocimientos y poder así
trabajar con esta población (Martinussen, Tannock y
Chaban, 2012).
Se le hizo una
pregunta al profesorado en referencia a su opinión sobre el trato educativo de
este estudiantado. La pregunta fue la siguiente; ¿Cuál es su opinión en
relación con el trato educativo que reciben jóvenes con ADHD?
Las respuestas
fueron variadas y en la mayoría de los casos, negativas. Estas fueron algunas
respuestas; “es pobre, el estudiante está
pasando desapercibido, caen en manos de maestros inadecuados, suelen desertar o
fracasar…” (33%), “creo que se les trata bien, depende del maestro, los
profesores necesitan educarse, no todos sabemos lidiar con el problema…” (10%),
“depende, hay ayudas para estos estudiantes si se conoce la situación…” (10%),
“no, se les trata a todos por igual…” (25%), “no, deberían recibir acomodos,
los profesores deben estar capacitados para ayudarles…” (17%), “no sé, n/a, no…”
(5%).
La mayoría del
personal docente entiende que el trato y el acomodo académico no es el “ideal” para ayudar a estos grupos de
jóvenes con discapacidades. La falta de
información o desarrollo profesional esta impidiendo un mejor reconocimiento
del ADHD y, por consiguiente, le está impidiendo al estudiantado el obtener
mejores resultados académicos (Jarque y Tárraga,
2009).
Del estudio se desprende que el profesorado no tiene una basta
información sobre los individuos adultos con ADHD. Este resultado se ha visto
en otras investigaciones realizadas a docentes en otras áreas educativas (Jarque
y Tárraga, 2009; Martinussen, et al., 2011). La falta de información o de talleres educativos sobre el tema puede
crear barreras en el aprendizaje del individuo.
Aunque el cuerpo docente reconoce la necesidad de capacitarse sobre el
tema, el ADHD sigue siendo la causa en los problemas de cognición y de bajos
grados académicos obtenidos por estudiantes (Fletcher y Wolfwe, 2008). Por tanto, es imprescindible que el profesorado sea capacitado y
entienda las repercusiones académicas del deficit de atención e hiperactividad en
personas jóvenes adultas.
Una detección temprana del déficit y su pronta atención podrían ayudar a
la persona en el manejo de su condición. Esto le ayudaría en su organización y
en su capacidad para desarrollar favorablemente su cognición (McCormick, 1994). Es necesario entender que el estudiantado
joven está expuesto a un incremento de los síntomas deficitarios con el paso de
los años. Por lo que una intervención en la niñez podría controlar los síntomas
y el individuo podría tener mejor calidad de vida.
Por otra parte, en la investigación se observó la disposición del
profesorado por utilizar métodos de enseñanza-aprendizaje que pudieran ayudar a
estudiantes con su discapacidad y en su adquisición del conocimiento (McCormick, 1994; Latham y Latham, 1994; O’Connor, 1994).
Los métodos utilizados pueden ser de gran ayuda cuando se implementan
adecuadamente, ya que el “método” puede ser efectivo si es acompañado de los
objetivos que se quieren alcanzar con el estudiantado.
Se entiende que, aunque el profesorado no había tenido el debido
adiestramiento sobre el tema, estaba dispuesto a atender las necesidades estudiantiles
(de tener algún caso en su clase) y tenía el compromiso de hacer llegar la
educación de una manera u otra. Aquí se vio la necesidad de evaluar al
estudiantado, para lo cual se utilizó un cuestionario usado para detectar sintomas
asociados al déficit.
Este hecho fue una de las limitaciones del estudio, ya que la
universidad no permitió la administración de este cuestionario a
estudiantes. De esta forma, se limitó la
corroboración (a través del cuestionario DSM-IV) de la existencia de estos
síntomas en el alumnado.
Por otra parte, Rush y Harrison (2008) concuerdan en que el personal
docente debe expandir los conocimientos generales sobre el ADHD y debe aumentar
las destrezas en el uso de estrategias que intervengan con adolescentes y su
condición. Según indican, si el profesorado recibe educación y entrenamiento
para trabajar con esta comunidad deficitaria, el alumnado tendrá más
posibilidades de alcanzar sus metas.
Otro aspecto que no se puede
ignorar es el trato y acomodo que se les da a este estudiantado en el colegio.
La mayoría de docentes (alrededor de 80%) en nuestro estudio refiere que no se
está haciendo lo necesario para ayudar a jóvenes con problemas deficitarios
(entiendase el ADHD). El “déficit” no está siendo debidamente reconocido en las
universidades y el estudiantado no esta recibiendo las ayudas necesarias que
requiere su condición.
En resumen y de cara al
futuro, se necesita una pronta atención y orientación de los cuerpos docentes y
centros educativos hacia esta comunidad, ya que su falta de información y de reconocimiento
pueden estar generando los bajos números de retención en las universidades. La incapacidad de maestros, maestras e
instituciones en reconocer y tratar, apropiadamente, el ADHD puede estar
afectando el éxito académico del individuo a nivel universitario.
Se recomienda hacer más
estudios que permitan recolectar información sobre el tema. Esto nos ayudará a
tener un mejor entendimiento sobre cómo esta condición pudiera estar afectando
el rendimiento académico del estudiantado universitario.
Se puede sugerir que dichos
estudios estén relacionacionados con investigaciones que identifiquen las nuevas alternativas y
estrategias educativas aplicadas en las universidades, que estén ayudando al
sistema cognoscitivo del estudiantado universitario. También se podría
corroborar la existencia de recursos profesionales que sean necesarios para
trabajar y educar a las personas con déficit.
Se debiera, a su vez, investigar y evaluar las alternativas académicas
vigentes que permitan un cambio en el sistema educativo. Evaluar cuáles son
aquellas limitaciones en los centros académicos que están impidiendo un acomodo
fiable para esta comunidad estudiantil o los aspectos que contribuyen a la
falta de orientación del personal docente activo, entre otros.
Amen, D. G. (2001). Healing ADD
The Breakthrough Program that Allows you to See and Heal the 6 Types of ADD
[Sanando el déficit de atención. Un progreso en el programa que permite ver y sanar
los seis géneros del déficit de atención]. New York, NY: Pinguin Group.
Asherson, P., Adamou, M. and Bolea, B. (2010). Is ADHD a valid diagnosis in Adult? Yes [¿Es el ADHD un diagnóstico válido en Adulto?
Sí]. doi: https://doi.org/10.1136/bmj.c549
Barkley, R. A. (2006). Attention-deficit hyperactivity disorder: A handbook for diagnosis and
treatment [
Trastorno de déficit de
atención con hiperactividad: un manual para el diagnóstico y el tratamiento]. (3era ed.). New York: Guilford Press.
Barkley, R., Murphy, K. y Bauermeinster, J. (1998). Trastorno por déficit de
atención e hiperactividad: Un manual de trabajo clínico. New York: Guilford Press.
Barkley, R. A. Murphy, K. R. y Fischer, M. (2008). ADHD in adults. What the science says [TDAH en adultos. Lo que dice la ciencia]. New York: Guilford.
Bauermeister J. J. (2017). El trastorno
del déficit de atención e hiperactividad (TDAH) Recuperado de http://atenciondrbauer.com/el-tdah-en-puerto-rico/
Bauermeister, J. J. Shrout,
P. E., Ramírez, R., Bravo, M., Alegría, M., Martínez-Taboas, A., … Canino,
G. (2007). ADHD Correlates, Comorbidity, and Impairment in Community and Treated
Samples of Children and Adolescents [Déficit de atención e hiperactividad,
correlaciones, comorbilidad y discapacidad en comunidades y una muesta
atendida/medicada de niños y adolescentes]. J Abnorm Child
Psychol, 35(6), 883-898. Doi: 10.1007/s10802-007-9141-4
Bekle, B. (2004). Knowledge and attitudes about attention-deficit hyperactivity disorder (ADHD): A comparison between practicing teachers and undergraduate education students [Conocimientos y actitudes sobre el trastorno por déficit de atención / hiperactividad (TDAH): una comparación entre los profesores en ejercicio y los estudiantes de educación de pregrado]. J Atten Disord, 7(3), 151-61. Doi: 10.1177/108705470400700303
Biedermand, J., Petty, C. R., Ball, S. W. y Doyle, A. E. (2009). Are
Cognitive Deficits in ADHD related to the course of the Disorder? A prospective
controlled Follow-up Study of Grown up boys with Persistent and Remitting
Course [¿Está el déficit cognitivo
asociado al trayecto del desorden? Un estudio longitudinal en niños que han
crecido con un trayecto persistente y remitido]. Journal of Psychiatry, 170(2-3), 177–182.
Bond, K. (2000). Adult ADHD, Could you have this disorder? [Adultos con déficit de
atención e hiperactividad: ¿Podría tener este déficit?]. Recuperado de http://www.todayschristianwoman.com/articles/2000/november/18.74.html
CHAD The National
Resource on ADHD. (2005). Children and Adults with
Attention Deficit/Hyperactivity Disorder [Niños y adultos con déficit de
atención e hiperactividad]. Recuperado de http://www.chadd.org
Colleen, A. R. y Elliot, P. T. (1995). ADHD & Teens A parent’s Guide to Making it Through the Tough Years
Déficit de atención e hiperactividad y adolescentes. Una guia a padres para que
pasen los años difíciles]. Lanham MD: Rowman &
Littlefield, Publishing Group.
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. DSM-IV. (2000). Manual
de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. American Psychiatric Association.
USA: APA. Publisher in United States of America.
Fletcher, J. y Wolfe, B. (2008). Child mental health and
human capital accumulation: the case of ADHD revisited[
La salud mental infantil y la acumulación de capital humano:
el caso del TDAH revisitado]. J Health Econ. 27(3): 794-800. doi: 10.1016/j.jhealeco.2007.10.010
Fowler, M. (1995). Desorden déficitario
de la atención [Trad. B. McCormick].
Recuperado de http://www.ldonline.org/article/5788/
Jarque, S. y
Tárraga, R. (2009). Comparación de los conocimientos sobre el trastorno por déficit de atención
con hiperactividad (TDAH) de los maestros en activo y los futuros educadores. Fundación Infancia y Aprendizaje, 32 (4), 517-529.
Kessler, R.C.,
Adler, L., Barkley, R., Biederman, J., Conners, C., Demler, O. … Zaslavsky, A. (2006). The Prevalence and Correlates of Adult ADHD
in United States. Results from the National
Comorbidity Survey Replication [La prevalencia y correlaciones del adulto con
déficit de atención e hiperactividad en la Unión Europea. Resultados en la
réplica de encuestas en la comorbilidad nacional]. Am J Psychiatry,
163(4), 716–723. Doi: 10.1176/appi.ajp.163.4.716
Lanberg, J. M. y Epstein, J. (2008). Make the Transition from Elementary School to Middle School Difficult
for Kids with ADD [Haciendo la transición
de escuela elemental a la intermedia difícil para niños con déficit de atención].
Cincinnati University. Journal of Child and Adolescent Psychology, 15(2), 113-121.
Latham, P. y Latham, P. H. (1994). Legal Rights for
students with ADD. In P. Quinn (Ed.). ADD
and the College Student: A Guide for High School and College Students With Attention
Deficit Disorder [ADD y el estudiante universitario: Una guía para
estudiantes de secundaria y universitarios con trastorno por déficit de
atención] (pp. 139-148). Washington, DC: Magination Press
and American Psychological Associtation.
Martinussen, R.,
Tannock, R., Chaban, P. (2011). Teachers’ Reported Use of Instructional and Behavior
Management Practices for Students with Behavior Problems: Relationship to Role
and Level of Training in ADHD [Maestros reportan
uso de prácticas instruccionales y del comportamiento en los estudiantes con
problemas de comportamiento: relación entre función y nivel de entrenamiento en
el déficit de atención e hiperactividad]. Child Youth Care Forum, 40, 193-210.
Nadeau, K. G. (1996). Adventure in
Fast Forward. Life, Love, and Work for the ADD Adult [Aventuras adelantadas. Vida, amor y trabajo para
el adulto con déficit de atención e hiperactividad]. New York: Brunner Routledge
Neuwirth, S. (1994). Attention
Deficit Hyperactivity Disorder [Trastorno
hiperactivo de déficit de atención]. Betheseda: National Institutes of
Health.
Ortiz, I. E.,
Sáenz, S., Escalona, P. R. y Vargas, M. A.
(1996). Trastorno por déficit de atención
con hiperactividad en niños y adultos. Recuperado de: http://users.rcn.com/icps//Medico/MEDICO96/Septiempbre/Ortiz.html
O’Connor, K. (1994). Looking at collage programs. In P. Quinn (Ed.). ADD and the College Student: A Guide for
High School and College Students With Attention Deficit Disorder [ADD y el estudiante
universitario: Una guía para estudiantes de secundaria y universitarios con
trastorno por déficit de atención]. (pp.67-73). Washington, DC: Magination
Press and American Psychological Associtation.
Quesada, G. y
Saenz, Y. (2009): Adult with ADHD (Adulto
con déficit de atención e hiperactividad).
Recuperado de http://www.univision.com/content/enfermedades
Ramsey, S. (2009). ADHD Medication can Help Children Perform at School [La medicina para
el déficit de atención e hiperactividad puede ayudar el rendimiento en la
escuela]. Recuperado de
http://www.topnews.us/content/25017-adhd-medication-can-help-children-perform-better-school
Rush, C. y
Harrison, P. (2008). Ascertaining Teachers’ Perceptions of Working with Adolescents Diagnosed
with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder [Percepción asertiva de maestros que trabajan con adolescentes
diagnósticados con el desorden del déficit de atención e hiperactividad]. Educational Psychology in Practice, 24(3), 207-223.
Trampush, J. W.,
Miller, C. J., Newcorn, J. M. y Halperin, J. M. (2009). The Impact of Childhood ADHD
on Dropping out of High School in Urban Adolescents/Young Adults [El impacto
del déficit de atención e hiperactividad en la niñez en las bajas de la escuela
superior en adolescentes/jóvenes adultos urbanos]. Journal Attention Disorder, 13(2), 127–136.
Searight, H. R.
(2000). Adult ADHD: Evaluation and Treatment in Family Medicine [Adultos con déficit
de atención e hiperactividad: evaluación y tratamiento en la medicina de
familia]. Am Fam Physician;
62(9):2077-2086. Recuperado de
https://www.aafp.org/afp/2000/1101/p2077.html
Zeigler, C. A. (1995) Teanegers with ADD: A Parent’s Guide. Massachusetts, MA; Woodbine
House
Anexo 1
Cuestionario a maestros y maestras
1. ¿Qué métodos usted utiliza para impartir
la enseñanza a sus estudiantes?
2. ¿Hace usted algunos cambios en su método
de enseñanza-aprendizaje cuando identifica algún problema de aprendizaje o
conducta en sus estudiantes? Explique.
3. ¿Ha escuchado hablar sobre el déficit de
atención e hiperactividad (ADHD) en personas jóvenes adultas? ¿Como qué?
4. En la universidad/colegio o vocacional
donde usted labora como profesor/ra, ¿ha encontrado estudiantado joven
matriculado con esta condición?
5. ¿Es su universidad/colegio o vocacional
un lugar apto o seguro para estos grupos de jóvenes con ADHD en referencia a la
calidad educativa que estos imparten? Explique.
6. Como profesional de educación, ¿cuánto
conoce del tema del ADHD en las personas adultas? ¿Qué ha
escuchado?
7. Durante el periodo que usted se ha
desarrollado como profesor/ra, ¿ha notado esta condición en sus estudiantes?
8. Estos o estas jóvenes que usted
identifica como posibles personas candidatas a padecer el ADHD,
¿conocen
su problema? Si la respuesta es sí, ¿desde cuándo tienen este
conocimiento?
Si es no, ¿cómo usted les hace llegar la información
pertinente para que se percaten de sus síntomas y puedan recibir ayuda?
9. ¿Sabe usted o tiene algún conocimiento
de cuantos estudiantes con la condición del ADHD en su centro de trabajo
reciben ayuda? ¿Qué clase de ayuda?
10. Actualmente, en su salón de clases, ¿tiene
jóvenes con la condición del ADHD?
11. ¿Qué métodos de enseñanza utiliza o
utilizó para hacer factible el aprendizaje en jóvenes con ADHD?
12. ¿Qué
métodos de evaluación académicas utiliza con este tipo de estudiante?
13.
¿Toma o ha tomado algún tipo de curso o
seminario que esté enfocado en cómo educar a las personas jóvenes adultas con
ADHD en centros destinados a ofrecer estudios superiores? ¿Qué aprendió?
14.
¿Conoce o tiene idea de cuales políticas son
ejercidas en su centro/colegios o universidad
en relación con estos grupos
de jóvenes? Describa brevemente.
15.
¿Conoce o tiene idea de las leyes que
protegen a jóvenes con ADHD en los centros de estudios superiores? ¿Podría
mencionarlas?
16.
¿Cuál es su opinión en relación con el trato
educativo que reciben jóvenes con ADHD?
17.
¿Cree usted que se está haciendo lo
pertinente para que estos grupos de jóvenes reciban igualdad universitaria?
Explique.
18.
¿Considera usted que las universidades se
encuentran preparadas con profesorado educado para llevar la enseñanza a estos
grupos de estudiantes a través de métodos adecuados que les permitan expandir
sus conocimientos? Explique.
19.
¿Qué recomendaciones haría usted en relación con
el método de enseñanza impartido a estudiantes con ADD o ADHD?
20.
Si usted no tiene suficiente conocimiento
sobre el tema tratado o nunca lo ha escuchado, ¿cuál es su reacción luego de
contestar este cuestionario sobre estudiantes que cursan estudios superiores
con ADD o ADHD?
21.
¿Qué efectos o cambios se produjeron en usted
al conocer que puede tener este alumnado en su salón de clases?
22.
¿Qué medidas toma o tomará para lograr que su
clase sea eficaz para jóvenes con ADHD?
23.
¿Está de acuerdo o se siente conforme con el
sistema educativo que impera o por el que se rige su centro de trabajo? ¿Por qué?
24.
Si pudiera lograr un cambio, ¿Qué cosas
cambiaría en su centro de trabajo y por cuáles las sustituiría? ¿Por qué?
25.
¿Considera que su cultura es una influencia
en su estilo de impartir la educación superior? ¿En qué
aspecto? Explique.
26.
¿Ha padecido alguna vez depresión laborar? ¿Cuál fue la
causa?
27.
¿Cree o considera usted que algún tipo de
enfermedad o depresión laboral pueda afectar la enseñanza educativa que reciben
las personas adultas universitarias? ¿Por qué?
Cuestionario
para diagnósticar el déficit de atención e hiperactividad (DSM-IV)
Atención
¿Has
experimentado dificultades con algunas de las siguientes, en más de un
escenario (escuela, hogar, sociedad) y por más de 6 meses?
Escala de
autodetección para personas adultas (frecuencias). Donde 1 es Nunca
y 5 es Muy frecuente Nunca (1), Raramente (2), A veces
(3), Frecuentemente (4), Muy frecuentemente (5)
10.
¿Luchas por mantener la atención a tareas o
juegos?
11.
¿A menudo te descuidas haciendo problemas
escolares?
12.
¿A menudo pierdes cosas necesarias de tarea o
actividades? (ej. libros)
13.
¿A menudo tienes dificultad para realizar
tareas o actividades?
14.
¿A menudo evitas o te desagrada ocuparte en
tareas que requieren mucho esfuerzo mental?
15.
¿A menudo pareces no estar escuchando cuando
te hablan directamente?
16.
¿Encuentras dificultades en seguir
instrucciones y dejas de terminar una tarea?
17.
¿A menudo eres olvidadizo en tus tareas
diarias?
18.
¿Te distraes fácilmente?
Hiperactividad/Impulsividad
¿Has
experimentado dificultad con algunas de las siguientes situaciones en más de un
escenario (escuela, hogar, sociedad) y por más de 6 meses?
21.
¿A menudo juegas con las manos o los pies o
te retuerces en tu asiento?
22.
¿A menudo dejas el asiento en clases o en
otra situación donde se espera se permanezca sentado/a?
23.
¿A menudo corres o saltas excesivamente en
situaciones donde es inapropiado?
24.
¿A menudo tienes dificultad jugando o
trabajando en actividades pasivas?
25.
¿A menudo actúas como si fueras conducido/a
por una moto?
26.
¿A menudo contestas sin pensar una pregunta
que no ha estado completada?
27.
¿A menudo interrumpes o te introduces en
otras conversaciones? (entremeterse en conversaciones o juegos)
28.
¿A menudo tienes dificultad de esperar tu
turno?
29.
¿A menudo hablas excesivamente?
[1] Estudiante de
Doctorado en la Universidad Nacional a Distancia de Madrid, España. Profesora
de Español del Colegio Marine Academy, Science and Technology. Profesora de
Técnico Quirúrgico en el Colegio Start Career. Master en Educación General y
Primaria.