Artículos científicos
El estudiantado universitario de UNESPAR-Brasil: sus percepciones sobre el desarrollo sostenible
University students of UNESPAR-Brazil: their perceptions about sustainable development
El estudiantado universitario de UNESPAR-Brasil: sus percepciones sobre el desarrollo sostenible
Revista Educación, vol. 43, núm. 1, 2019
Universidad de Costa Rica
Recepción: 26 Mayo 2017
Aprobación: 09 Noviembre 2018
Resumen: El artículo aborda las percepciones sobre medioambiente y desarrollo sostenible de los jóvenes universitarios de UNESPAR, Brasil, con el objetivo de comprender sus apreciaciones, analizarlas a partir de la diversidad de criterios y juicios para valorar la contribución de estos a la sustentabilidad. El estudio se realizó con estudiantes de tercer año de las carreras de Pedagogía, Historia, Geografía y Economía. Se efectuó desde una perspectiva interdisciplinar en las ciencias sociales, se aplicó el método de Indagación Apreciativa, se aplicaron entrevistas y cuestionarios; el estudio develó que los estudiantes participan poco en actividades ecológico- ambientales a pesar de reconocer la importancia del medioambiente y poseer un juicio crítico al respecto, muestran saber los problemas ambientales globales y locales sin embargo no revelaron una clara percepción sobre la condición ecosistémica y compleja del mundo, por lo que son limitadas sus ideas sobre desarrollo sostenible, se recomienda que la educación ambiental en la Universidad Estadual de Paraná ocupe un papel más protagónico en el currículo y se promuevan prácticas transformadoras a través de proyectos, acciones de conservación, restauración y protección del medio ambiente.
Palabras clave: Estudiantes universitarios, Desarrollo sostenible, Medio ambiente.
Abstract: The article addresses the perceptions on environment and sustainable development of university students of UNESPAR-Brazil, with the aim of understanding their assessments, analyzing them from the diversity of criteria and judgments to assess their contribution to sustainability. The study was carried out with third year students from the careers of Pedagogy, History, Geography and Economics. The research was carried out from an interdisciplinary perspective in the social sciences. The Appreciative Inquiry method was applied. Interviews were conducted and questionnaires were applied. The study revealed that students participate little in ecological-environmental activities despite recognizing the importance of the environment and possessing a critical judgment about it, they show knowledge of global and local environmental problems. However, they did not reveal a clear perception about the ecosystemic and complex condition of the world. It is recommended that environmental education at the State University of Paraná occupy a more prominent role in the curriculum and practices that are promoted through projects and actions of conservation, restoration and protection of the environment.
Keywords: University students, Sustainable development, Environment.
Introducción
El término desarrollo sostenible ha cobrado relevancia y ha sido incluido en las diferentes agendas de gobiernos y organismos nacionales e internacionales, se ha tornado popular tomando fuerza en los últimos años (García, Flores y Venegas, 2016). Políticos, científicos y periodistas suelen utilizarlo frecuentemente con diversos propósitos, como una muestra de su compromiso con los enfoques de desarrollo que superan la visión tradicional que considera al desarrollo solo como crecimiento económico.
Los países latinoamericanos enfrentan el reto de gestionar adecuadamente su ambiente, los jóvenes desempeñan un papel importante, el estudiantado conforma un actor social clave con capacidad de influir en el debate público (Pavez-Soto, Leòn- Valdebenito y Triadù- Figueras, 2016). Conocer sus percepciones es relevante pues devela sus actitudes y comportamientos proambientales. “Los jóvenes que estudian en las universidades constituyen un agente protagónico, su participación es crucial en el desarrollo sostenible” (Pavez-Soto, et ál., 2016). Por esa razón esta investigación pretende problematizar su papel como actores del desarrollo sostenible, a partir de sus apreciaciones sobre sustentabilidad. El objetivo es comprender sus percepciones, analizarlas a partir de la diversidad de criterios y juicios para valorar la contribución de los mismos a la sostenibilidad.
Resulta necesario en este estudio hacer un breve análisis sobre el debate actual del desarrollo sostenible, este término surge a partir de pesquisas de las Naciones Unidas sobre la crisis ambiental, es así que en 1987 en el informe Nuestro Futuro Común se exponen las ideas fundamentales de este: “Está en manos de la humanidad hacer que el desarrollo sea sustentable, es decir, asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones” (Brundtland, 1987).
A pesar del consenso logrado en relación con la definición de desarrollo sostenible, se reconocen problemas conceptuales intrínsecos en él, lo cual se presenta en la amplia literatura que existe sobre este, se aborda como un concepto polisémico, cargado de matices, multidimensional y de gran complejidad (García et al., 2016). Una de las principales ideas debatidas posterior al informe fue la equidad como condición para la participación efectiva de la sociedad en la toma de decisiones a través de procesos democráticos, también se comienza a tratar con fuerza los temas socioeconómicos como problemas ambientales; a pesar de ser un concepto cuestionable por no definir cuáles son las necesidades del presente, ni cuáles serán las del futuro (Barbosa, 2008).
Son diversos los criterios sobre desarrollo sostenible unos a favor y otros lo consideran una utopía; sin embargo la implementación de políticas públicas ambientales, representa uno de los mayores desafíos, si se considera que la degradación es resultante de un proceso social, determinado por el modo en que la sociedad se apropia de los recursos naturales; esos caminos necesarios para la sustentabilidad solo pueden ocurrir con nuevos comportamientos y procesos sociales (Batista y Albuquerque, 2007).
Es indiscutible que el tema del desarrollo sostenible es un dilema que la sociedad actual enfrenta por las complejas interrelaciones que se producen entre lo natural, lo social, cultural, tecnológico, institucional y lo económico que se entrelazan y superponen estableciendo las reglas del juego, lo que complica la problemática del desarrollo (Gómez y Gómez-Sal, 2013). Las concepciones sobre desarrollo sostenible son de gran relevancia en un contexto en el que predomina el uso desmedido de los recursos naturales, la sostenibilidad supera la visión limitada del desarrollo al incorporar otras dimensiones esenciales como lo sociocultural, político y ambiental, dejando atrás las ideas que solo enfatizan en lo económico como la única alternativa para el progreso.
Es importante que los estudiantes universitarios incorporen las concepciones de sustentabilidad y sean capaces de tener una mirada crítica hacia el desarrollo, y que comprendan que las respuestas a los problemas existentes está en la forma que se establecen las relaciones socioambientales, las cuales han de dirigirse a contener la destrucción del planeta a través del uso racional de los recursos naturales; por ello resulta interesante analizar las percepciones de los jóvenes universitarios sobre desarrollo sostenible, se comparte el criterio que corresponde a las actuales generaciones iniciar las transformaciones sociales que se requieren para garantizar la sostenibilidad del desarrollo.
Marco Teórico: Estudiantes universitarios y desarrollo sostenible
Los estudiantes universitarios de hoy representan un grupo más amplio y diverso, a pesar de que se mantienen niveles evidentes de desigualdad socioeconómica y en acceso a Universidad. Además, los jóvenes universitarios son los que encarnan aquellas trayectorias sociales denominadas de integración o trayectorias de tipo profesionales/académicas según (Du Bois-Reymond, citado por Hatibovic, Sandoval y Cárdenas, 2012).
En los últimos quince años, Brasil exhibe las más elevadas cifras en la matrícula universitaria, resultante de una política pública del Gobierno Federal, que elaboró una estrategia para la expansión del acceso a la educación superior para las clases más pobres, en especial a partir del mandato de Lula (2002 a 2009). Entre las iniciativas para la democratización están el Programa Universidad para Todos (PROUNI), el Fondo de Financiamiento Estudiantil (FIES), el Programa de Apoyo a los Planes de Reestructuración y Expansión de las Universidades Federales (REUNI), la Universidad Abierta de Brasil (UBA), la Ley de Cuotas y expansión de la red federal de educación profesional y tecnológica (Fundação Perseu Abramo, 2015).
En Brasil los estudiantes universitarios, según Perondi, Scherer.y Cardoso (2015), se caracterizan por: predominio del sexo femenino sobre el masculino; el grupo etario mayormente representado entre las edades de 16 a 24; la composición por raza representada en su mayoría por blancos, y el porcentaje de negros, pardos e indígenas es significativamente inferior.
Los estudiantes universitarios se acercan a las concepciones de desarrollo sostenible a través de las diferentes disciplinas que reciben como parte de los planes de estudio, la información que aparece en la prensa y otras influencias que reciben de la sociedad. Se han realizado varios estudios en los cuales se ha tratado el tema del desarrollo sostenible con jóvenes universitarios, en uno de ellos se destaca que estos se encuentran más sensibilizados por los problemas que enfrenta el medio físico que los del medio social y cultural o aquellos que muestran el quebranto moral y ético de nuestras sociedades (Murga, 2009). El equipo de investigación no considera que esos resultados tengan relación con la influencia de la sociedad y la educación que reciben.
Las concepciones de desarrollo sostenible constituyen un avance en relación con las ideas que sostienen que los factores económicos son los únicos y los más importantes que intervienen en los procesos de desenvolvimiento, la sostenibilidad promueve ideas de racionalidad, sin embargo el consumismo continúa siendo un problema que amenaza el uso de los recursos ambientales. En estudios de juventud y medioambiente se ha abordado el tan delicado tema del consumo por ser piedra angular para el desarrollo sostenible; en investigación efectuada por González-Anleo, en España entre 2005 y 2012 se exhibe un bajo compromiso de los jóvenes con el consumo responsable.
En la investigación referida anteriormente se habla de contradicciones y cinismo juvenil, en nuestro criterio las conductas juveniles respecto al consumo son el reflejo de una sociedad globalizada que evidencia una cultura antropocéntrica y aunque se ha ganado en el conocimiento y la concientización, todavía muchas personas no están dispuestas a renunciar al modo de vida consumista, no es solo un problema de las nuevas generaciones, está arraigado en la cultura de la sociedad.
El tema del consumo también fue abordado en la investigación realizada por Montenegro, do Vale y Sousa (2014) en un Centro Universitario de Fortaleza, Brasil, develando que el 80% de los jóvenes universitarios prefieren comprar un nuevo producto antes de reparar el que poseen, aunque esto implique pagar más dinero por ello. Además, se reveló la relación de la obsolescencia programada con el comportamiento de los jóvenes y el impacto causado al medio ambiente. A pesar de la cultura de consumo los estudiantes que participaron en el estudio no se consideran consumistas, existen diferencias entre sus percepciones y acciones.
El tema del consumo es esencial en el debate sobre el desarrollo sostenible, este está vinculado al modo de producción capitalista donde se produce no para la satisfacción de necesidades sino por las demandas del mercado, lo que mercantiliza la naturaleza al prevalecer una economía sin límites que impacta negativamente al ambiente y pone en riesgo el sustento de la vida. Es por ello necesario que la educación ambiental que se trabaje en las universidades problematice el término desarrollo sostenible y este sea utilizado para definir el modelo donde los recursos naturales del presente sean aprovechados de manera racional para así garantizar la sobrevivencia de las generaciones futuras.
En los últimos años ha crecido la preocupación por el tema ambiental y los estudiantes universitarios han mostrado interés por la preservación del entorno, como revelan los resultados del estudio realizado en Santiago de Chile, en el cual se concluyó que los jóvenes universitarios encuestados tienen una actitud altamente positiva hacia el medio ambiente, pues la mayoría señaló que los problemas ambientales les preocupan (Pavez-Soto, et ál., 2016).
En una investigación realizada por De Matos (2011) se expresa que en el área ambiental la participación de los jóvenes brasileños a través de movimientos y organizaciones de denuncia y lucha ambiental es histórica, la que viene contribuyendo a la implementación de políticas públicas ganando espacio en las formas no tradicionales que permitan acciones colectivas y que garanticen las demandas de la categoría juvenil, como un agente para la construcción de una sociedad sustentable. Los resultados de ese estudio se diferencian del que se efectúa en UNESPAR, donde los estudiantes universitarios participan poco en actividades ambientales, la diferencia puede estar dada por el contexto pues el estudio citado se realizó en el nordeste del país con jóvenes que colaboraban de un proyecto ambiental y el nuestro en el sur con estudiantes no vinculados directamente a proyectos ambientales.
En investigación realizada en Uruguay por Díaz y Facal (2011) se develó que para la gran mayoría de los alumnos encuestados, la Universidad no ha estimulado ni incentivado una conciencia sobre los problemas ambientales actuales, a pesar de que ellos consideran que son importantes, tanto en su formación profesional como personal. Los resultados de esa investigación coinciden con la pesquisa que desarrollamos en UNESPAR, donde se ha trabajado poco lo ambiental y la sustentabilidad, a pesar de ser en contextos diferentes se evidencia que las universidades han de contribuir más en la formación para el desarrollo sostenible.
Al abordar el tema del desarrollo sostenible en las universidades se precisa trabajar no solo la dimensión ambiental que es destacada en los estudios citados, además se ha de enfatizar en lo humano, colocando en reflexión elementos éticos dirigidos a respetar la diversidad social y la disminución de las desigualdades que son resultados de una economía que no permite el acceso de todos. Para los autores el desarrollo sostenible es portador de valores como respeto a la vida, democracia, solidaridad, libertad y equidad, entre otros derechos humanos.
El desarrollo sostenible tiene el propósito de mejorar la calidad de vida defendida por Sen (2000) para quien el desarrollo es ampliación de las libertades individuales y aumento de las potencialidades humanas, lo que facilita ampliar las posibilidades y oportunidades para escoger. Es por ello que el desenvolvimiento necesita garantizar que las personas tengan una vida digna con pleno acceso a la alimentación, salud y educación.
El problema del desarrollo es esencialmente de visión de quienes lo conducen porque solo se prioriza el crecimiento económico y no la necesaria interacción entre múltiples dimensiones, se precisa analizar los problemas en su totalidad y proponer soluciones integrales. De ahí la importancia de trabajar la educación ambiental desde la complejidad, coincidimos con Saheb y Rodriguez (2017) al expresar que el contexto impone la necesidad de sustituir saberes y prácticas pedagógicas con una visión reduccionista por conocimiento interdisciplinar como un camino para la reflexión de las cuestiones socioambientales.
El desarrollo sostenible es multidimensional por ello la educación ambiental en las instituciones de educación superior ha de ser trabajada desde la interdisciplinaridad y la complejidad. No es posible acercarse a las concepciones de desarrollo sostenible si no se tiene un enfoque holístico, por lo que se precisa formar a los estudiantes universitarios como personas que perciban el mundo integrado por subsistemas interdependientes y relacionados.
Los jóvenes universitarios reciben la influencia de las instituciones de educación superior, estas no pueden limitarse a generar conocimientos disciplinares, como parte de un sistema cultural más amplio su rol es también el de enseñar y desarrollar valores morales y éticos requeridos por la sociedad, se trata de abordar el proceso educativo de manera holística y vinculada con la vida cotidiana de un futuro profesional; el desarrollo sostenible necesita individuos que además de compartir sus axiomas principales asuman sus postulados como parte de la vida cotidiana (Rosell, 2007).
En las universidades se precisa incorporar la educación ambiental en el currículo, para ello deben establecerse lineamientos que contribuyan a superar la reacción inmediata y poco reflexiva que se genera por lo mediático de la crisis ambiental; en el ámbito universitario se precisa procesos educativos estructurados y centrales en la vida universitaria, y así promover un mayor protagonismo de las instituciones de educación superior, en la formación de profesionales y ciudadanos que tengan nuevas ideas y acciones que muestren que se relacionan con el medioambiente de forma racional (Tovar-Gálvez, 2017); lo que significa que son portadores de valores ecológicos, de justicia y equidad presentes en las concepciones de desarrollo sostenible.
La Universidad debe garantizar una educación para la sustentabilidad, como un proceso continuo de producción cultural, dirigido a formar profesionales comprometidos con la búsqueda permanente de las mejores relaciones posibles entre la sociedad y el medio ambiente para el sostenimiento de ambos, teniendo en cuenta principios éticos coherentes como justicia, solidaridad, equidad o respeto a las diversidades biológicas y culturales (Aznar y Ull, 2009).
Procedimientos metodológicos
El estudio se realizó desde una perspectiva interdisciplinar en las ciencias sociales, con triangulación de métodos y técnicas cualitativas y cuantitativas. Las cualitativas se utilizaron para abordar y profundizar en las categorías que hacen parte del estudio a través del contacto directo con los estudiantes de la enseñanza superior en el contexto en que se desenvuelven, para intentar comprender el fenómeno a partir de la representación de los participantes.
Las cuantitativas permitieron develar las relaciones entre las variables, además de inferir los resultados para una población mayor a partir de la muestra. Si creemos que hay una realidad por revelarse, cualquier método puede proporcionar nueva información sobre esta realidad, ambos métodos cuantitativos y cualitativos pueden contribuir a nuestro conocimiento sobre el mundo social empírico (Patta, 2013).
La investigación se realizó con los estudiantes universitarios de la Universidad Estadual de Paraná (UNESPAR) en Brasil, institución pública multicampi de enseñanza superior, ubicada en distintas mesorregiones del estado de Paraná. Los participantes son estudiantes del campus Campo Mourão, localizado en el municipio con el mismo nombre, cuya población cuenta con más de 90 mil habitantes. Con una urbanización de 94,8%, Campo Mourão forma parte de una mesorregión con una población de más de 300 mil habitantes, marcada por grandes asimetrías socioeducacionales.
El campus posee 2.482 estudiantes de graduación, alrededor del 60% está en la faja etaria de 18 a 27 años, con una mayor presencia femenina, y con el número de blancos superando a otras razas. El 43% posee una renta por domicilio de entre dos y cinco salarios mínimos y más del 60% de estos jóvenes trabajan (Mezzomo y Pátaro, 2015).
En el trabajo de campo se aplicó de forma creativa el método de Indagación Apreciativa (IA) a través de su ciclo de cuatro fases, definido por Whitney y Trosten-Bloom (2003) como las 4-D, que incluye el Descubrimiento, Sueño, Diseño y Destino. En la fase de descubrimiento se aplicó un cuestionario para conocer las ideas sobre desarrollo sostenible de los estudiantes que participaron en la investigación, en la fase del sueño se les solicitó que imaginaran el desarrollo según sus deseos, en la tercera fase, diseño, se les orientó a escribir sus sueños y en la cuarta fase, destino, los estudiantes realizaron una planificación de las acciones que a su criterio materializarían sus sueños.
Se tomó como muestra los estudiantes de tercer año de las carreras de Pedagogía, Historia, Geografía y Economía de la Universidad Estadual de Paraná (UNESPAR), la selección de cuatro carreras diferentes de las ciencias humanas permitió valorar si la formación curricular que reciben influye en sus concepciones sobre desarrollo sostenible. La aplicación de las 4-D se realizó a través de la creación de equipos en cada una de las carreras, pues la metodología privilegia el trabajo colectivo, además el desarrollo sostenible no se construye individualmente.
Los equipos (aparecen en Tabla 1) se reunieron en tres encuentros, realizados en los meses de mayo y junio de 2016. Como parte de la fase de descubrimiento en el primer encuentro respondieron el cuestionario que permitió a los investigadores analizar las percepciones de los jóvenes en relación con el desarrollo sostenible. En el segundo encuentro, soñaron el desarrollo y lo diseñaron exponiendo sus deseos, visualizando el futuro, expresaron cómo querían el desarrollo. Finalmente, en el tercero, plasmaron qué debe hacerse para materializar sus sueños y, a través de la planificación de acciones, colocaron algunas ideas de lo que hay que concretar para que el desarrollo acontezca según sus concepciones. Con el fin de ampliar el conocimiento acerca de las representaciones de los jóvenes y contrastar la información que aportó la IA, se llevó a cabo una entrevista semiestructurada, en esta se indagó sobre el desarrollo sostenible.
El número de estudiantes que aparece en la Tabla 1 es de tercer año, se seleccionó esta muestra en las carreras de humanidades por interés del programa de Posgrado Sociedad y Desarrollo de UNESPAR, pues una de sus líneas de investigación es la formación humana y los procesos socioculturales, en el año anterior se trabajó con esa misma muestra, por lo que está investigación es continuación y ampliación de ese estudio, al cual se incorporó la variable desarrollo sostenible. Es necesario apuntar que UNESPAR es la sede del programa de Posgrado Sociedad y Desarrollo, esto posibilita dar seguimiento a las recomendaciones derivadas de la pesquisa, además se seleccionaron los alumnos de tercer año por estar próximos a finalizar sus estudios, lo que permite valorar la formación recibida.
Resultados
Percepción de los jóvenes de UNESPAR campus de Campo Mourão sobre medio ambiente y desarrollo sostenible
Los estudios de percepciones ambientales proporcionan un panorama general sobre el conocimiento local, permiten conocer pensamientos, sentimientos y emociones que conllevan o influyen tanto en el deterioro como en la conservación de los recursos naturales (Portugal y García, 2012). A través de la Indagación Apreciativa se analizó la visión de los estudiantes de UNESPAR sobre desarrollo sostenible. En el cuestionario aplicado en el primer encuentro de la (I A) se buscó conocer cuáles son las concepciones que tienen los estudiantes en relación con el medioambiente y el desarrollo sostenible, para ello se indagó sobre las relaciones naturaleza sociedad, a continuación se expone en la Tabla 2 el resumen de las respuestas de los 20 equipos que participaron en el estudio.
Como se puede observar, en la Tabla 2 no hubo homogeneidad en las respuestas, el mayor consenso estuvo en las preguntas 1, 3 y 6, lo cual significa que la mayoría de los participantes considera que los cambios al medio ambiente solo por beneficio personal causan grandes problemas y casi la totalidad de los equipos reconocen que las acciones humanas causan daños a la naturaleza, esto hace pensar que los estudiantes reconocen la necesidad de preservar el medio ambiente.
Como se refleja en la Tabla 2, el 95% de los equipos reconocen que el consumismo es una de las causas del deterioro ambiental, sin embargo esto es algo que no se ha logrado detener, por lo que coincidimos con González-Anleo, (2012) cuando planteó tanto la evolución como la distribución de este tipo de comportamiento indica una implicación bastante modesta por parte de los jóvenes con el desarrollo sostenible, una conciencia de responsabilidad compartida bastante débil.
La Tabla 2 muestra cómo solo el 50% de los equipos que participaron en la indagación apreciativa reconocen que la especie humana es una entre otras del planeta, esto dice que no todos poseen una concepción ecosistémica, lo cual significa reconocer la interdependencia fundamental entre todos los fenómenos y el hecho de que como individuos y sociedades, estamos todos inmersos en (y finalmente dependientes de) los procesos cíclicos de la naturaleza (Capra, 1998).
Las respuestas computadas en la Tabla No.2 indican que un 66% considera que preservar la naturaleza para las futuras generaciones es una restricción para las actuales, los autores consideramos que esta interpretación es un problema cultural porque consumir menos en función de preservar la naturaleza no debe ser considerado una restricción, pues las personas no necesitan restringirse sino consumir racionalmente, lo que ocurre es que se asocia la idea de tener más al bienestar, se trata de cambiar las concepciones que valorizan la satisfacción personal a través de la posesión de cada vez más objetos materiales.
Los estudiantes de UNESPAR que participaron en el estudio mostraron más deseo de proteger el medio ambiente que una conducta proactiva, es así que coincidimos con Parra, Castillo y Vallejos (2013) cuando expresaron que se instalan básicamente en el conocimiento del sentido común, en parte influenciados por los medios de comunicación y la cultura popular. El nuevo desafío es frente a una realidad donde fácilmente se identifica el alto consumo de los recursos naturales y la creciente degradación ambiental, sin comprender que la esencia del desarrollo sostenible está en el entendimiento que para materializarlo necesariamente habrá que acudir a la racionalidad (Batista y Albuquerque, 2007).
Es interesante que todos los estudiantes de Historia que participaron en la investigación reconocen a la especie humana como una más de las que existen en el planeta, sin embargo en Geografía, Economía y Pedagogía fueron diversas las respuestas, podría pensarse que los jóvenes de Geografía por su formación curricular debían tener una concepción ecosistémica, no obstante eso no es lo que muestran los resultados, es así que convenimos con Parra et ál. (2013) cuando explicó que las áreas de formación no resultan ser un factor determinante a la hora de saber más o menos de medio ambiente.
Al analizar si concebían lo ambiental en las demás dimensiones del desarrollo, se conoció que los estudiantes de Economía solo en dos equipos de ocho se refieren a lo ambiental en otras dimensiones, uno en política y otro en la social. En Geografía e Historia solo un equipo consideró lo ambiental en la definición de desarrollo y Pedagogía fue quien más visibilizó lo ambiental en otras dimensiones del desarrollo, pues tres de los cinco equipos consideraron lo ambiental en la dimensión sociocultural y dos en la económica.
Los jóvenes de UNESPAR que participaron en la investigación reconocen la preservación del medio ambiente como una condición necesaria para garantizar la calidad de vida, además muestran saber los problemas ambientales globales y locales, sin embargo no dejaron ver una posición clara sobre la condición ecosistémica y compleja del mundo, elemento esencial en las ideas de sostenibilidad. El estudio evidenció que las ideas de los estudiantes están influenciadas por el contexto y son el reflejo de una cultura que no ha logrado superar aún el antropocentrismo.
Comprender el desarrollo como algo multidimensional y complejo, esto debe ser trabajado en UNESPAR, pues está en la esencia del desarrollo sostenible, el que tiene que ver, por consiguiente, con la formulación y gestión de un nuevo tipo de políticas públicas, con el potenciamiento de los actores sociales colectivos, con decisiones concertadas y planificadas, que guíen las actuales y futuras inversiones públicas y privadas, que tomen en cuenta los criterios de balance y resguardo de la capacidad reproductiva y regenerativa de los distintos tipos de capital: el humano, el natural, la infraestructura física, el económico-financiero e institucional (Ramírez y García, 2003).
Al analizar la percepción sobre desarrollo sostenible de los estudiantes de UNESPAR por carreras el 100% de los estudiantes de la carrera de Economía que participó en el estudio consideraron que la naturaleza siempre está en equilibrio a pesar de las acciones de los seres humanos, adoptando una posición antropocéntrica. Es preocupante que estudiantes de Economía no reconozcan que las actividades humanas básicamente productivas ocasionan impactos negativos al medio ambiente, pues al afirmar que la naturaleza siempre está en equilibrio no visibilizan los daños que causan los seres humanos al interactuar de forma irracional con los recursos naturales, dejando de reconocer uno de los principios básicos del desarrollo sostenible, que es la racionalidad.
Sin embargo, el 75% de los estudiantes de Economía manifestaron tener una concepción ecosistémica al reconocer que la especie humana es una entre otras del planeta y mantiene una relación de interdependencia con las demás especies. No obstante, no tienen incorporada las principales ideas de sostenibilidad pues el 75% considera una restricción preservar la naturaleza para las futuras generaciones, no reconociendo los límites de la naturaleza, las respuestas muestran que solo se interesan por el presente y no les preocupa las generaciones futuras.
Los estudiantes de la carrera de Historia que participaron en la investigación expusieron una visión ecosistémica y holística pues el 100% de los participantes considera que la especie humana es una entre otras del planeta y mantiene una relación de interdependencia con las demás especies. También el 100% planteó que el consumismo es una de las causas del deterioro ambiental y el 66% no considera una restricción preservar la naturaleza para las futuras generaciones. Como muestran los datos anteriores los estudiantes de Historia tienen ideas acordes con el desarrollo sostenible.
Fue bajo el porcentaje de alumnos de Geografía que revelaron ideas acordes a las concepciones de sustentabilidad solo el 50% consideró que la especie humana es una entre otras del planeta y mantiene una relación de interdependencia con las demás especies. El 75% consideró una restricción preservar la naturaleza para las futuras generaciones. Sin embargo, coinciden con los presupuestos del desarrollo sostenible al manifestar que el consumismo es una de las causas del deterioro ambiental expresado por el 100%.
En la carrera de Pedagogía los estudiantes que formaron parte del estudio en un 60% expresaron que la especie humana es una entre otras del planeta y mantiene una relación de interdependencia con las demás especies, ese mismo porcentaje dijo que no es una restricción preservar la naturaleza para las futuras generaciones y el 100% planteó que el consumismo es una de las causas del deterioro ambiental. Consideramos que los de Pedagogía, al igual que los de Historia, se acercaron más a las ideas de desarrollo sostenible en sus percepciones.
Al realizar un análisis por carreras es visible que se necesita trabajar las ideas de sostenibilidad en las cuatro carreras que formaron parte del estudio, las percepciones de los estudiantes de Historia y Pedagogía muestran mayor acercamiento a las concepciones del desarrollo sostenible mientras que las de los jóvenes de Economía y Geografía aún están permeadas por el antropocentrismo y las concepciones tradicionales de desarrollo. Los resultados de la investigación exhiben la necesidad de la educación ambiental a través de la cual se han de trasmitir los conocimientos, habilidades y valores que se requieren para el desarrollo sostenible.
En opinión de los autores el desarrollo sostenible es un proceso complejo y multidimensional, sin embargo las prácticas contemporáneas continúan valorizando lo económico por encima de lo social, cultural y ambiental es así que la sostenibilidad se convierte en aspiración en un mundo globalizado que solo ha logrado realizar buenas prácticas en la conservación y protección de los recursos naturales, continua aún el uso irracional de estos. El planeta está ante una situación de insustentabilidad, resultado del desarrollo capitalista, es así que el desenvolvimiento sostenible es un modelo a alcanzar aún idealizado, motivo por el cual se indagó en los sueños de los estudiantes pues corresponde a las futuras generaciones materializar las concepciones de desarrollo sostenible.
En la segunda etapa de la Indagación Apreciativa los alumnos de UNESPAR registraron algunos de sus sueños sobre medio ambiente y desarrollo sostenible, colocando lo siguiente: “Deseamos que se elimine la contaminación, la deforestación incontrolada, la degradación ambiental, que exista una mayor concientización de las personas, desestimular el consumo, que exista armonía entre la naturaleza y la sociedad, que la educación ambiental sea una disciplina del currículo al igual que el portugués, que todos los líderes del país tengan plena conciencia de la importancia que tiene el medio ambiente y que la producción sea verdaderamente sostenible”.
Los sueños de los equipos coincidieron en querer un mayor nivel de conciencia de la población en relación con los problemas ambientales, reflejaron sus deseos de que no continúe la destrucción de la biodiversidad al expresar que quieren vivir en una sociedad donde no exista más tala de árboles, aspiran a vivir en comunidades donde los niveles de contaminación sean bajos o inexistentes y dejaron plasmada su aspiración en que se realice el desarrollo sostenible.
Al desear que sean resueltos los problemas ambientales de hoy, los universitarios coinciden en que para lograr un verdadero desarrollo sostenible es importante que se considere lo ambiental, como el uso y aprovechamiento de los recursos naturales de forma racional y equilibrada. Es así que los estudiantes concuerdan con lo expresado por Quiroz, Del Amo y Ramos, (2011) cuando señalaron la necesidad de que no se destruyan ni degraden los ecosistemas ni las especies que los habitan; se debe buscar asimismo la eficiencia y el crecimiento económico y la distribución justa y equitativa de los ingresos para mejorar el bienestar de la población.
Los sueños de los estudiantes plasmaron los problemas ambientales de hoy solucionados en el mañana, lo que muestra que en sus preocupaciones y aspiraciones está la materialización de sociedad más equitativa y responsable en el uso de los recursos socioambientales; que se encuentre entre sus visiones ideas de la sostenibilidad ya es un primer paso, parece que están conscientes de los desafíos, es por ello que coincidimos con la CEPAL, (2000) al expresar que los jóvenes latinoamericanos tienen el reto de conducir un proceso de desarrollo que reduzca la pobreza, desigualdad, basados en fundamentos sustentables en pos de mejorar la calidad de vida.
Sin embargo, al analizar integralmente todas las dimensiones del desarrollo sostenible en sus sueños la dimensión ambiental está poco reflejada, como se observa en la gráfica de la Figura 1, la cual se expone a continuación.
Es perceptible en la Figura 1 que los sueños de los estudiantes de UNESPAR se concentraron en las mejoras de la calidad de vida de la población y en la eliminación de la corrupción, este segundo elemento reiterado por ellos debido a la influencia del contexto pues cuando se aplicó la IA la prensa del país divulgó mucho los resultados de la operación Lava Jato la cual se efectúa contra políticos corruptos. Al realizar un análisis cuantitativo de las ideas reflejadas en los sueños lo ambiental y el desarrollo sostenible aparecieron muy poco, solo en el 10%, como refleja la Figura 1, este resultado dice que lo ambiental no forma parte de sus prioridades inmediatas.
Otro aspecto interesante al analizar los sueños es que los estudiantes de UNESPAR que participaron en el estudio no reconocen la multidimensionalidad del desarrollo sostenible, lo asocian más a los temas ambientales, reduciéndolo a una de sus dimensiones, esto fue corroborado pues muy pocos relacionaron la dimensión ambiental con la económica, política y sociocultural.
Los jóvenes de UNESPAR en la fase de destino de la IA, realizaron la planificación de acciones que conduciría a materializar los sueños, expresaron su esperanza de tiempos mejores al colocar cuestiones que vislumbran la posibilidad de cambio, donde serán superados los problemas ambientales presentes; mostraron preocupación de que sean solucionados en el futuro. La Tabla 3 que se detalla a continuación contiene algunas de las acciones propuestas por los estudiantes.
Como puede apreciarse en la Tabla 3 las acciones propuestas por los estudiantes enfatizan el papel del Estado y en menor cantidad por otras instituciones y la población, no colocan ninguna acción que los involucre directamente, lo que denota falta de corresponsabilidad al ver la solución de los problemas en otros, sin embargo sitúan en la fecha de cumplimiento de inmediato en algunas acciones, lo que puede significar que conocen que resolver el presente garantizará un mejor futuro. Para los autores, el futuro se garantiza desde el presente en coincidencia con Duarte (2011) que plantea que el futuro que remite a la responsabilidad desde el ahora con un mañana adquiere materialidad por las labores que se realizan.
Los estudiantes de las carreras de Economía, Historia, Geografía y Pedagogía de UNESPAR que formaron parte del estudio plasmaron en sus sueños las aspiraciones de vivir en una sociedad sostenible, pero al planificar acciones para materializar sus posiciones, no se incluyeron como actores protagónicos, lo que denota escaso compromiso con los valores de la sostenibilidad, expresaron más deseos que responsabilidad, se observan contradicciones entre lo que dicen y la manera en la que se involucran.
El no situar acciones que los involucre en la planificación realizada por ellos denota poca participación de los estudiantes en movimientos ecológicos ambientalistas lo que se corresponde con los resultados del estudio realizado por Mezzomo y Pátaro, (2015) con los mismos estudiantes que fueron muestra en esta investigación, el que mostró un mayor involucramiento en campañas solidarias el 66%, visitas a instituciones caritativas el 53% y en movimientos ecológicos ambientalistas solo el 13%. Para contrastar ese resultado en la entrevista se les preguntó sobre las acciones en las cuales participaban y solo el 50% refirió haber colaborado en acciones de solidaridad, lo que evidencia su poca contribución a la sostenibilidad.
Los resultados de la Indagación Apreciativa y la entrevista develan que los estudiantes concurren poco a actividades socioambientales, es insuficiente la implicación personal con el paradigma de la sostenibilidad, es así que le presente coincide con Murga (2009) al expresar que la sensibilidad ambiental mostrada por los jóvenes no se refleja con firmeza en comportamientos comprometidos con la transformación social. En opinión de los autores se ha de estimular la participación de los alumnos de UNESPAR en la solución de los problemas de su entorno a través de su involucramiento en problemas reales de índole político, social, económico o ambiental, con mayor protagonismo en los cambios socioambientales que promuevan el desarrollo sostenible.
En las tres etapas de la Indagación Apreciativa los alumnos respondieron preguntas sobre las dimensiones: política, sociocultural, económica y ambiental, en las entrevistas también se inquirió sobre esas dimensiones los resultados fueron analizados de forma integral. La entrevista además de indagar sobre cada una de las dimensiones del desarrollo sostenible preguntó si el desarrollo sustentable era posible, de los diez entrevistados solo una expresó no creer en el desarrollo sustentable, el 90% cree en él como algo a futuro, es ineludible desterrar esa idea del mañana en los jóvenes universitarios, se coincide con Duarte (2011) al declarar que el futuro parece como algo inexistente, es ubicado como algo que vendrá, lo que tiende a la invisibilidad de las responsabilidades de lo que debe ser realizado hoy.
La estudiante que manifestó no creer en el desarrollo sostenible lo dijo no porque considere que este es irrealizable sino por los problemas del presente, en sus argumentos expone “que las concepciones de sustentabilidad son buenas, mas las empresas procuran mucho lucro, se vive mucho el hoy y no se piensa en las próximas generaciones”. Una estudiante de Pedagogía expresó que era utópico el desarrollo sostenible, que se habla mucho de él, mas no se practica. A partir de estos cuestionamientos es evidente que para lograr la sostenibilidad, es cuestión de buena voluntad, sobre todo de los gobiernos del mundo, se vive en un planeta donde los sistemas económicos y políticos contradicen todo principio de sustentabilidad (Ramírez y García, 2003).
Al argumentar por qué cree en el desarrollo sostenible, una estudiante de Geografía expresó que hay medios para lograrlo a través de políticas públicas, más inversión en tecnologías limpias, que las personas se concienticen; es importante el planteamiento de la estudiante porque denota que las posibilidades son reales, pero se requiere de voluntad política y la participación de todos los actores. Varios de los estudiantes entrevistados manifestaron que hay acciones que se están aplicando que contribuyen con la sostenibilidad, como las energías renovables, técnicas de reciclaje, los protocolos internacionales que responsabilizan a los estados, la existencia de empresas que trabajan con tecnologías limpias, es relevante que los estudiantes reconozcan en las buenas prácticas acciones a favor del desarrollo sostenible.
Los planteamientos de los estudiantes universitarios acerca del desarrollo sostenible, muestran que en su mayoría creen en él, pero las prácticas actuales se alejan de esta concepción, es así que el estudio concuerda con Gómez-Contreras, (2014) al expresar que, aunque la denominación de desarrollo sostenible ha sido ampliamente aceptada básicamente por las instituciones gubernamentales, se ha mantenido el modelo económico dominante. Es así que el medioambiente no significa necesariamente una preocupación verdadera para su salvaguarda.
El análisis de los resultados de la aplicación de la Indagación Apreciativa muestra que los estudiantes que participaron en la investigación de las carreras de Economía, Historia, Geografía y Pedagogía de UNESPAR no tienen una visión clara sobre desarrollo sostenible, se precisa dar un papel prioritario a la educación ambiental para la sostenibilidad en la educación superior porque esta contribuirá a una actuación más responsable de los futuros profesionales. Es así que los autores aconsejan trabajar las concepciones de desarrollo sostenible en el currículo, actividades extracurriculares y en proyectos de extensión.
Se recomienda además que la educación ambiental que se ejecute sea contextualizada y transformadora, que proporcione comprensión sobre el proceso de desarrollo sostenible, la realización de actividades prácticas que posibilite el intercambio de saberes y la actuación en la solución o mitigación de problemas ambientales. También que la educación ambiental se desarrolle a partir del principio de la complejidad e interdisciplinariedad, promoviendo valores de respeto a la vida, democracia, paz, libertad, solidaridad y responsabilidad, además que se aborde la equidad social e intergeneracional, y que la sostenibilidad sea considerada una meta a alcanzar para la cual hay que trabajar todos los días.
Conclusiones
Las concepciones de desarrollo sostenible permiten visualizar el desenvolvimiento como un proceso multidimensional, sin embargo las prácticas contemporáneas continúan valorizando lo económico más que lo ambiental, es así que la sostenibilidad se convierte en aspiración en un mundo globalizado que solo ha logrado materializar acciones aisladas a favor de la protección de los recursos naturales. Los jóvenes de UNESPAR no reconocen la multidimensionalidad del desarrollo sostenible, lo asocian más a los temas ambientales, reduciéndolo a una de sus dimensiones, esto fue corroborado pues muy pocos relacionaron la dimensión ambiental con la económica, política y sociocultural.
Los estudiantes universitarios que participaron en la investigación reconocen la preservación del medioambiente como una condición necesaria para garantizar la calidad de vida, además muestran saber los problemas ambientales globales y locales sin embargo no revelaron una clara percepción sobre la condición ecosistémica y compleja del mundo, elemento sustancial en las ideas de sostenibilidad. Las percepciones de ellos están influenciadas por el contexto y son el reflejo de una cultura que no ha logrado superar aún el antropocentrismo.
Los jóvenes universitarios de UNESPAR que participaron en el estudio plasmaron en sus sueños las aspiraciones de vivir en una sociedad sostenible, pero al planificar acciones para materializar sus visiones, no se incluyeron como actores protagónicos, lo que denota escaso compromiso con los valores de la sostenibilidad, expresaron más deseos que responsabilidad, se observan contradicciones entre el discurso y la manera en la que se involucran.
El desarrollo sostenible requiere el compromiso de todos los actores que integran la sociedad, sin embargo el estudio develó que los estudiantes de UNESPAR participan poco en actividades ecológico-ambientales, a pesar de reconocer la importancia del medioambiente y poseer un juicio crítico al respecto, requieren pasar de la idea a la acción, mostrar más una conducta proambiente. Estos jóvenes precisan conocer mejor los elementos esenciales de la sostenibilidad, pues en la medida que conozcan tienen mayor posibilidad de incorporar valores y actitudes que les impulsen a transformar la sociedad de la que son parte importante.
La sostenibilidad debe ser incluida en los aprendizajes del currículo universitario en UNESPAR, la educación ambiental en los espacios universitarios necesita ocupar un papel protagónico, pues la educación superior tiene la responsabilidad de formar las competencias que precisan los profesionales para actuar a favor el desarrollo sostenible, lo que significa cambiar la relación ser humano-naturaleza, realizando un uso racional de los recursos naturales y reduciendo los niveles de consumo.
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