Revista Educación, 2021, 45(1), January-June, ISSN: 0379-7082 / 2215-2644
Artículos Científicos
Aplicación de un modelo pedagógico para desarrollar la inteligencia espiritual en estudiantes de primer grado de educación secundaria
Implementing a Pedagogical Approach to Develop Spiritual Intelligence in First Year High School Students
Aplicación de un modelo pedagógico para desarrollar la inteligencia espiritual en estudiantes de primer grado de educación secundaria
Revista Educación, vol. 45, núm. 1, pp. 1-43, 2021
Universidad de Costa Rica
Recepción: 18 Febrero 2020
Aprobación: 25 Agosto 2020
Resumen: El objetivo de la investigación es proponer un modelo pedagógico para desarrollar la inteligencia espiritual en estudiantes de primer grado de educación secundaria. Las teorías que se relacionan con la investigación son la inteligencia unitaria, las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional. El enfoque de la investigación es de tipo cuantitativa, el paradigma de la investigación es positivista, el alcance de la investigación es de tipo predictiva, el método predominante de investigación es experimental y el diseño es cuasi experimental. La población fue de 134 estudiantes y la muestra abarcó a 34. En la fase de diagnóstico se utilizó el escalamiento de Likert, para la fase de estudio teórico se aplicó el análisis documental y para la fase del diseño del modelo pedagógico se utilizó el método de modelación y el analítico sintético. En conclusión, se logró identificar el nivel de desarrollo de inteligencia espiritual en los y las estudiantes de primer grado, se investigaron las principales teorías y aportes sobre inteligencia espiritual, se ha elaborado y validado empíricamente el Modelo Pedagógico y los resultados del post test evidencian que la intervención ha logrado revertir la situación inicial.
Palabras clave: Inteligencia espiritual, Dimensiones, Modelo pedagógico.
Abstract: A pedagogical model for developing spiritual intelligence among first-year high school students was developed using theoretical research on unitary, multiple and emotional intelligence. This is an experimental, predictive and quantitative study based on a positivist research paradigm and a quasi-experimental design. The study sample included 34 students from a larger population group of 134 students. Likert Scaling was used during the diagnostic phase, documentary analysis for the theoretical study phase and synthetic analytical modeling for the design phase of the pedagogical model. The conclusion highlights the possibility of identifying different levels of spiritual intelligence among first year, high-school students. The pedagogical model was developed and validated empirically based on the main theories and contributions regarding spiritual intelligence. Post-test results demonstrate that intervention may likely reverse baseline scenarios.
Keywords: Spiritual Intelligence, Dimensions, Pedagogical Approach.
Introducción
El estudio de la dimensión espiritual del ser humano abre el debate para que desde diferentes perspectivas se asuma una postura a favor o en contra. Se parte de la premisa de que el ser humano posee una inteligencia espiritual, el panorama actual podría reflejar cuán desarrollada se encuentra dicha dimensión. La Organización Mundial de la Salud (2018) sostiene que cada año se suicidan en el mundo más de ochocientas mil personas; según Garmendia (2016), el índice de suicidio en el Perú también va en aumento. El incremento del terrorismo internacional, el deterioro ambiental, los altos índices de corrupción, el incremento de la violencia como el bullying, los feminicidios o el maltrato en cualquiera de sus formas, todo ello refleja cuál es el nivel de desarrollo de la inteligencia espiritual en la actualidad.
Para Torralba (2012), Gallegos (2005) y Zohar y Marshall (2001), la inteligencia espiritual es superior a la emocional y a la intelectual, según Gallegos los animales y las computadoras evidencian inteligencia emocional e intelectual, pero la inteligencia espiritual es una actividad humana; la primera está arraigada al cuerpo y la segunda al cerebro, mientras que la inteligencia espiritual está arraigada a la totalidad del ser, a su esencia; la inteligencia espiritual aglutina a las demás inteligencias. Según Pérez (2016), las personas desarrollan esta capacidad cuando se crían con adultos que han desarrollado su inteligencia espiritual, pero aquellas que no la han desarrollado desde la infancia, no logran adquirirla de manera plena.
Según Vidal (2016), conviene incorporar la inteligencia espiritual en la educación porque favorece la maduración del ser humano; en esta formación es importante el rol que cumple el cuerpo docente. El informe Mc Kinsey (Choque, Salazar, Quispe y Contreras, 2015) concluyó que la calidad cada docente es el principal impulsor del aprendizaje del estudiantado y que hay pocas posibilidades de recuperarse académicamente si el profesorado no cuenta con la preparación necesaria. Por ello, la investigación se ha ejecutado en el nivel secundario, porque el ser humano aún se encuentra en proceso de formación.
La hipótesis que se plantea es si la aplicación de un modelo pedagógico mejora el desarrollo de la inteligencia espiritual del estudiantado de primer grado C de la Institución Educativa José Leonardo Ortiz – 2019. Por ello, se plantea un modelo pedagógico que ayude a desarrollar la inteligencia espiritual en el alumnado de primer grado de educación secundaria, lo cual parte de la necesidad de formarles de manera integral.
El artículo se ha estructurado de la siguiente manera: primero se dan a conocer las investigaciones que han antecedido a esta investigación; luego se explicitan las teorías o conceptos que se relacionan con el tema en estudio; posteriormente, se describen los procedimientos metodológicos que se han utilizado, luego, se analizan y discuten los resultados y se termina con las conclusiones. El objetivo del artículo es dar a conocer los efectos de la aplicación de un modelo pedagógico de inteligencia espiritual, en estudiantes de primer grado de educación secundaria de la Institución Educativa José Leonardo Ortiz.
Antecedentes
Se han identificado diversos trabajos de investigación sobre el tema en estudio, aquí se priorizarán algunos de ellos. Filliot (2007) sostiene que existe un vacío en la educación actual, pues no se hace referencia a la dimensión espiritual, por ello, hay que repensar a la educación desde una perspectiva más amplia que considere otras formas de pensamiento, que no solo se circunscriban a la racionalidad humana. Este trabajo aporta a la investigación porque plantea la necesidad de considerar en la educación cuestiones espirituales; al estimar estos temas se acepta que el ser humano posee también una dimensión espiritual; por lo que las escuelas se convertirían en los principales escenarios para desarrollar la dimensión espiritual del estudiantado.
Hosseini, Elias, Krauss y Aishah (2010) afirman que se puede mejorar con el entrenamiento la inteligencia espiritual y que la espiritualidad se asocia a procesos cognitivos racionales como el logro de objetivos y la resolución de problemas, proporciona el significado en la vida, la búsqueda de metas y el cumplimiento de objetivos significativos. Aporta a la investigación porque los autores relacionan a la inteligencia espiritual con los procesos cognitivos racionales, pues apoya la premisa de que la inteligencia espiritual desarrolla capacidades de orden superior y que aglutina a la inteligencia cognitiva.
King y DeCicco (2009) han elaborado un modelo de inteligencia espiritual con cuatro factores: el pensamiento existencial crítico, la producción de significado personal, la conciencia trascendental y la expansión del estado consciente; han fusionado la inteligencia con la espiritualidad. Aporta a la investigación por la bibliografía que ha utilizado y porque analizan las capacidades que desarrolla la inteligencia espiritual.
El Departamento Pedagógico Pastoral de las Escuelas Católicas de Madrid (2009) considera que el curso de Educación Religiosa ayuda a desarrollar la inteligencia espiritual. El aporte a la investigación, además de la bibliografía que ha revisado y la cual enriquece el marco teórico, observa la existencia de competencias espirituales y plantea tipologías en cada competencia; si bien la investigación no ha considerado las competencias que plantea el Departamento Pedagógico Pastoral, ha ayudado a plantearse la posibilidad de que existen competencias específicas de la inteligencia espiritual.
Green y Noble (2010) desarrollaron una investigación en estudiantes de la Universidad de Washington sobre inteligencia espiritual, la investigación duró cuatro años, concluyeron que el estudiantado estuvo más consciente de sí mismo y más abierto a temas de autorreflexión y de meditación, reconoció el impacto de sus acciones en los demás, lo cual favoreció una mejor relación consigo mismo y con los demás. El aporte a la investigación es que en diversos niveles educativos e instituciones se evidencia los beneficios de la inteligencia espiritual y se reflexiona que las acciones individuales repercuten favorable o desfavorablemente en los demás y el entorno.
Rodríguez (2013) afirma que en países como Estados Unidos y Canadá se está pensando la posibilidad de educar la inteligencia espiritual desde la niñez; asimismo, sugiere desarrollarla en la etapa universitaria, en la carrera de educación, para que el futuro profesorado contribuya a desarrollar la inteligencia espiritual de su alumnado. El aporte al estudio es que considera que las escuelas deben contribuir al desarrollo de la inteligencia espiritual, en dicha formación cada docente cumple un rol importante.
Singh y Sinha (2013) sostienen que no se es inteligente ni emocional ni espiritualmente a pesar de que se nace con un cableado para las emociones y para la espiritualidad, a medida que se envejece se logra mejorar dichas inteligencias. El aporte a la investigación es que los autores afirman que se nace con esa predisposición para desarrollar la espiritualidad y que la inteligencia espiritual se puede ejercitar, esto le atañe a la educación por ser agente formativo.
Esmaili, Zareh y Golverdi (2014) afirman que la inteligencia espiritual ayuda a crecer en el campo ético, emocional, cognitivo e interpersonal y brinda una visión general de la vida; aporta a la investigación porque explica los beneficios que trae desarrollar la inteligencia espiritual, a nivel personal y social. Arias y Lemos (2015) realizan un análisis bibliográfico de diversos autores que definen la inteligencia espiritual y la ubican en el cerebro, a través de procesos electromagnéticos que se producen cuando las personas efectúan prácticas espirituales. Aporta significativamente a la investigación porque evidencian que la inteligencia espiritual no está en un plano abstracto, sino que tiene una base biológica al ubicarse en el cerebro.
Pérez (2016) también presenta estudios acerca de la ubicación de la inteligencia espiritual en el cerebro, de Persinger y Ramachandran, por ejemplo, quienes a través de tomografías han logrado identificar cómo se activan algunas zonas del cerebro cuando se habla de temas espirituales; afirma que es importante desarrollar la inteligencia espiritual desde la niñez, concluye que una sociedad que no desarrolla la dimensión espiritual tendrá en un futuro sociedades espiritualmente analfabetas. El trabajo aporta a la investigación porque le da base científica a la inteligencia espiritual y apoya la formación de la inteligencia espiritual durante la etapa formativa del ser humano.
McGhee y Grant (2017) aplicaron una investigación a veinte profesionales en un lapso de dos meses, con el objetivo de comprender cómo los profesionales usaban su inteligencia espiritual para solucionar problemas cotidianos, debían describir un incidente de hace dos años en donde tuvieron un dilema ético; el estudio llegó a la conclusión de que el desarrollo de la inteligencia espiritual mejora la práctica ética y eso podría contribuir a transformar las culturas organizacionales.
Marco teórico
Desde finales del siglo XIX se han propuesto diferentes teorías y definiciones sobre inteligencia. La palabra inteligencia deriva del latín intelligere y está compuesta por dos vocablos intus que significa entre y legere que significa escoger o leer (Arias y Lemos, 2015). Antunes (2002) considera que la inteligencia es la “… capacidad cerebral por la cual conseguimos penetrar en la comprensión de las cosas eligiendo el mejor camino” (p. 9). La inteligencia permite comprender el mundo y dar soluciones a los problemas que se puedan suscitar; por lo tanto, se puede ejercitar.
El concepto de inteligencia no es el mismo desde que apareció en el siglo XIX. La primera teoría relacionada con la investigación es la inteligencia unitaria. Arias y Lemos (2015) sostienen que el dato más antiguo que se tiene es desde que Galton intentó medirla, Binet y Simon crearon pruebas escolares para tal fin; luego Wilhelm Stern propuso que el coeficiente intelectual (CI) se podía medir, se atribuyó a la inteligencia un carácter cuantificable y unidimensional. Desde fines del siglo XIX, se atribuyó gran importancia a la inteligencia cognitiva, se creía que el ser humano poseía una sola inteligencia.
La siguiente teoría que se relaciona con la inteligencia espiritual es la de las inteligencias múltiples, teoría propuesta por Gardner (2012), quien sostiene que la inteligencia no es una sola, sino que existen más de una, se nace con todas ellas pero se desarrollan unas más que otras, todas tienen el mismo grado de importancia y el entrenamiento en una determinada capacidad ejercita a otra; en un primer momento propuso siete inteligencias, más adelante agregó tres más: la naturalista, la espiritual y la existencial.
La inteligencia emocional es la tercera teoría que se relaciona con la investigación. Goleman (2000) la define como la “[…] capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos” (p. 430). La dimensión afectiva ocupa un lugar importante en la educación porque predispone al estudiantado para aprender.
La inteligencia intelectual y la emocional se relacionan con la inteligencia espiritual. Para Gallegos (2005) sí existen jerarquías entre las inteligencias, afirma que la más básica es la inteligencia emocional, la cual está relacionada al cuerpo y al sentir; mientras que la inteligencia intelectual se ubica en el segundo nivel y está más relacionada al cerebro y al pensar; el tercer nivel lo ocupa la inteligencia espiritual y se relaciona con el ser, incluye a la inteligencia emocional e intelectual pero estas no incluyen a la inteligencia espiritual.
Antes de abordar qué es la inteligencia espiritual es necesario precisar qué es la espiritualidad o a qué se refiere lo espiritual. El vocablo espíritu deriva del latín y significa aliento (Buzán, s.f.). Para Gallegos (2005) la espiritualidad es experimentada como la ausencia de conflicto, como amor universal, no es un asunto de desarrollo personal, pues trasciende al ego, hacen que el ser humano sea más universal y menos egocéntrico, lleva a interesarse en el bienestar de los demás.
También es necesario precisar que la inteligencia espiritual no se relaciona con la religión. Zohar y Marshall (2001) sostienen que una persona con alta inteligencia espiritual puede tener grandes cualidades espirituales sin ser religioso, aunque la religión puede ser un modo para expresarla, ser religioso no garantiza tener un alto coeficiente de inteligencia espiritual. Gallegos (2005) agrega que un líder religioso puede tener una baja inteligencia espiritual y que, en cambio, una persona sin ninguna afiliación religiosa puede poseer una alta inteligencia espiritual. Los seres humanos no solo piensan con la cabeza, sino que utilizan la cabeza y todo el cuerpo, esto es parte de la inteligencia emocional; también se piensa con el espíritu y con las esperanzas, esto es parte de la inteligencia espiritual (Arias y Lemos, 2015)
El término de inteligencia espiritual fue acuñado por Zohar y Marshall (Gómez, 2011). No existe una única definición de inteligencia espiritual. Torralba (2013) la define como una forma de inteligencia a la cual denomina existencial o trascendente, es esta la que permite preguntarnos por el sentido de la existencia. Gardner (2012) considera que la inteligencia espiritual no se puede abordar desde una perspectiva cognitiva porque se encuentra en un campo fenomenológico, es más, afirma que algunos autores consideran que lo espiritual se relaciona más con lo afectivo o emocional.
Debe recordarse que la inteligencia espiritual tiene su origen en la propuesta de inteligencias múltiples dadas por Gardner, si bien él no profundizó su estudio, dejó abierto el camino para que otros investigadores lo hagan, con ello abrió la posibilidad de plantearse si el ser humano tiene o no una inteligencia relacionada a aspectos espirituales. Tradicionalmente, la psicología occidental se ha basado en dos procesos psicológicos; el primario, el cual se relaciona con los instintos y las emociones; y, el secundario, este se relaciona con la conciencia y la razón; pero la inteligencia espiritual ofrece un posible proceso terciario que “unifica, integra y posee el potencial de transformar el material que surge de los otros dos procesos. Facilita un apoyo para el crecimiento y la transformación. Brinda al ser un centro activo y unificador que da sentido a las cosas” (Zohar y Marshall, 2001, p. 22)
Beauregard y Paquette (2006), en un estudio de tomografía computarizada por emisión de fotón único aplicado a religiosas en oración, registraron cambios en la actividad cerebral, en la corteza prefrontal, en los lóbulos frontales inferiores y en el lóbulo parietal inferior; concluyeron que varias regiones y sistemas cerebrales se activan durante las experiencias místicas. La ciencia ha demostrado los procesos neurales de la inteligencia espiritual en el cerebro, lo que significa que el desarrollo de la inteligencia es posible y no solo queda en un plano abstracto, sino que se relaciona con el cerebro.
En la investigación se han considerado tres dimensiones: personal, interpersonal y relación con el medio. La dimensión personal se refiere a la relación del ser humano consigo mismo, según Torralba (2012), la inteligencia espiritual ayuda a preguntarnos por el sentido de la existencia, a elaborar proyectos de vida, a trascender la materialidad. El desarrollo de la inteligencia espiritual favorece a que el ser humano se plantee un propósito en la vida, un propósito en el que no solo esté él, sino que incluya a las personas que ama, su familia, sus amigos y las personas que le rodean; y que en sus acciones cotidianas deje huella.
En la dimensión personal, para Zohar y Marshall (2001) la inteligencia espiritual ayuda a ser más conscientes de los problemas existenciales y permite resolverlos o encontrar cierta paz a pesar de ellos, ayuda a desarrollar el potencial y a afrontar los problemas de la vida y de la muerte, del mal y el bien. Además, la inteligencia espiritual, desarrolla en el ser humano su capacidad benevolente, a actuar con calma y a no juzgar con ligereza; produce una transformación interior y desarrolla la capacidad para afrontar los obstáculos (Muñoz, 2011).
La dimensión interpersonal se refiere a la relación del hombre con sus pares, según Zohar y Marshall (2001), la inteligencia espiritual se experimenta en la compasión y en el sentido de vocación, la primera, es la capacidad de sentir lo que le sucede al otro y, el segundo, es la capacidad de servir. La compasión permite sentir el sufrimiento del otro, llorar con las desgracias del prójimo y regocijarnos con sus éxitos; si recogemos las palabras de Gallegos (2005), la inteligencia espiritual “[…] es la fraternidad entre los seres […] La utilizamos para entender el sufrimiento humano y ponerle fin” (p. 09), porque se abandona un pensamiento egoísta para ayudar al prójimo, y se ponen en práctica valores como la solidaridad, la equidad y la justicia.
En la dimensión con el medio, se refiere a la relación del ser humano con el medio natural y cultural, el primero se refiere a la capacidad de amar y proteger al planeta y la vida que existe en él; el segundo, es amar y proteger el patrimonio cultural que se ha heredado de los antepasados, es sentirse orgulloso de las diversas manifestaciones culturales de la comunidad. La inteligencia espiritual integra la dimensión intra e interpersonal, es esta inteligencia la que ayuda a “…comprender quiénes somos y lo que significan las cosas para nosotros, y cómo estas dan a los demás y a sus significados un sitio en nuestro propio mundo” (Zohar y Marshall, 2001, p. 28). De una forma holista, la inteligencia espiritual desarrolla todas las dimensiones del ser humano, he ahí su importancia para ser desarrollada en estudiantes del nivel secundario de Educación Básica Regular.
Materiales y métodos
El enfoque de la investigación es de tipo cuantitativa, este enfoque, según Hernández, Fernández y Baptista (2014), “utiliza la recolección de datos para probar hipótesis con base en la medición numérica y el análisis estadístico, con el fin de establecer pautas de comportamiento y probar teorías” (p. 4); por lo que se utilizará la estadística para la interpretación de resultados. El diseño es cuasi experimental porque la población no se ha asignado al azar, sino que son grupos que han estado formados antes del experimento (Hernández, Fernández y Baptista, 2014).
La población del primer grado de la Institución Educativa José Leonardo Ortiz fue de 134 estudiantes, la muestra abarcó a 34, tanto en el grupo control como en el grupo experimental. La institución educativa es pública, las edades oscilan entre 11 y 15 años, pertenecen a estratos sociales medios y bajos, sus padres se dedican al comercio o a trabajos independientes y muy pocos de ellos han estudiado alguna profesión; en otros casos, no han concluido la Educación Básica Regular (abarca los niveles educativos de inicial, primaria y secundaria)
Durante la investigación se revisaron teorías afines al tema de estudio, asimismo, se solicitó el permiso a la institución educativa en donde se iba a desarrollar la investigación. Para identificar el desarrollo de la inteligencia espiritual en el estudiantado de primer grado C se utilizó como instrumento la escala de Likert (pre test), la cual fue elaborada por la investigadora y validada por juicio de expertos, dicha escala consideró tres dimensiones (Tabla 1):
DIMENSIONES | CRITERIOS | ÍTEMS |
Personal (consigo mismo) | 1. Practica una vida virtuosa | · Se esfuerza por crecer en lo personal · Sabe perdonar sus errores. · Dice con frecuencia la verdad. · Se esfuerza por hace el bien a los demás. · Evalúa su conducta con frecuencia. |
2. Busca la plenitud | · Se esfuerza en hacer realidad sus sueños. · Le agrada observar el amanecer. · Gozas con las obras de arte. · Disfruta de los pequeños detalles de la vida · Disfruta del silencio interior. | |
3. Desarrolla el sentido de la existencia | · Se formula preguntas como ¿de dónde venimos? ¿A dónde vamos? · Es capaz de afrontar el sufrimiento. · Elabora proyectos de vida considerando a los demás. · Lee a profundidad los mensajes de personas como Gandhi, Madre Teresa de Calcuta, Martin Luther King, Jesús, etc. · Se conecta con un ser superior. | |
4. Expresa felicidad en las cosas que hace | · Conoce claramente lo que le motiva en la vida. · Hace las cosas con alegría. · 18. Se da a los demás tal cual es. · Es feliz por quien es. · Es feliz a pesar de los problemas. | |
Interpersonal (con los demás) | 1. Muestra actitudes benevolentes | · Ama a los demás a pesar de las ofensas. · Evita hacer daño a los demás. · Se compadece ante el sufrimiento ajeno. · Se esfuerza por hacer el bien a los demás. · Colaboras siempre con el progreso de su familia/comunidad. |
2. Desarrolla el sentido de vocación | · Se interesa por ayudar a su familia. · Sirve con agrado a los demás. · Se esfuerza por solucionar el problema de la basura de su comunidad. · Se esfuerza por dar solución al problema de la delincuencia en su comunidad. · Organiza acciones de ayuda para la gente más necesitada. | |
3. Desarrolla habilidades blandas | · Sabe ponerse en el lugar de los demás. · Le agrada dialogar con los demás. · Se esfuerza por comprender a los demás. · Sabe perdonar las ofensas. · Pone en práctica la escucha activa. | |
4. Desarrolla la capacidad de trascendencia | · Practica la oración. · Es agradecido cuando alguien le ayuda. · No actúa por intereses personales cuando ayuda a los demás. · Pone en práctica los mandamientos o normas de vida. · Escuchas con frecuencia la voz de Dios o piensas en algo trascendente. | |
Con el medio (natural y cultural) | 1. Observa el mundo con despego | · No se aferra a las cosas materiales. · Los bienes materiales que tiene es producto de su esfuerzo. · Se esfuerza por tener más que los demás. · Cuida el patrimonio de su localidad. · Promueve acciones para el cuidado del patrimonio cultural de su localidad. |
2. Desarrolla la conciencia de la humanidad | · Se siente orgullos@ de las expresiones culturales de su comunidad. · Difunde su riqueza cultural. · Se esfuerza por conocer las expresiones culturales de otras comunidades. · Respeta la diversidad cultural de otras sociedades. · Muestra una actitud inclusiva. | |
3. Desarrolla la capacidad de conectarse con la naturaleza | · Evita arrojar residuos a la calle. · Evita desperdiciar el agua al jabonarse las manos o al ducharse. · Desahoga su cólera o frustración con los animales. · Evita el consumo excesivo de aerosoles u otros químicos que deterioran el medio. · Protege la vida en cualquiera de sus manifestaciones. | |
4. Desarrolla la conciencia de lo universal | · Es consciente de que sus acciones repercuten en el mundo. · Le gustan los paseos al aire libre. · Le agrada cualquier tipo de clima. · Es consciente de la grandeza de todo ser viviente. · Valora la belleza del universo. |
Ante la necesidad de mejorar el nivel de desarrollo de inteligencia espiritual en el estudiantado de primer grado C, se elaboró el modelo pedagógico denominado A despertar el espíritu, en el cual se utilizó una metodología activa, participativa y vivencial; se ejecutaron doce talleres los cuales fueron elaborados a partir de la teoría de las fuentes revisadas, los talleres consideraron dinámicas de motivación, de integración, de reflexión y de trabajo en equipo. Los primeros talleres abarcaron temas sobre el autoconocimiento, la autoestima y la autoaceptación, se consideraron trabajar dichos temas para que para que el alumnado proceda a una introspección, mire su yo interior y conozca las cualidades y aspectos que tiene por mejorar.
Resultados y discusión
Para identificar el nivel de desarrollo de la inteligencia espiritual se consideraron tres dimensiones: personal, interpersonal y con el medio. A continuación, se detallan los resultados obtenidos en el grupo control y en el grupo experimental por cada dimensión:
1. Descripción comparativa en la dimensión personal sobre el nivel de inteligencia espiritual del estudiantado del primer grado de educación secundaria, según los resultados del pre test.
En la dimensión personal, se aprecia en la Tabla 2, que el nivel preponderante es el bajo tanto en el grupo experimental como en el grupo control, seguido del nivel medio, ello significa que el 35% de estudiantes alcanzó dicho nivel en el grupo control, mientras que el 38% en el grupo experimental; en ninguno de los grupos se ha obtenido el nivel alto.
Nivel | Personal | ||||
G.C. | G.E. | ||||
F | % | F | % | ||
Bajo | 22 | 65% | 21 | 62% | |
Medio | 12 | 35% | 13 | 38% | |
Alto | 0 | 0% | 0 | 0% | |
Total | 34 | 100% | |||
2. Descripción comparativa en la dimensión interpersonal sobre el nivel de inteligencia espiritual del estudiantado del primer grado de educación secundaria, según los resultados del pre test.
En la dimensión interpersonal, se observa en la Tabla 3, que el nivel preponderante es el bajo en ambos grupos, alcanzando el 53% en el grupo control y el 56% en el experimental, seguido del nivel medio; en ninguno de los grupos se ha obtenido el nivel alto.
Nivel | Interpersonal | |||
G.C. | G.E. | |||
F | % | F | % | |
Bajo | 18 | 53% | 19 | 56% |
Medio | 16 | 47% | 15 | 44% |
Alto | 0 | 0% | 0 | 0% |
Total | 34 | 100% |
3. Descripción comparativa en la dimensión con el medio sobre el nivel de inteligencia espiritual del estudiantado del primer grado de educación secundaria, según los resultados del pre test.
En la dimensión con el medio, se observa en la Tabla 4 que el nivel bajo también es el preponderante en ambos grupos, alcanzando el 68% en el grupo control y el 59% en el experimental, seguido del nivel medio; en esta dimensión tampoco se ha obtenido el nivel alto en ambos grupos.
Nivel | Con el medio | |||
G.C. | G.E. | |||
f | % | F | % | |
Bajo | 23 | 68% | 20 | 59% |
Medio | 11 | 32% | 14 | 41% |
Alto | 0 | 0% | 0 | 0% |
Total | 34 | 100% |
4. Descripción comparativa en la dimensión personal sobre el nivel de inteligencia espiritual del estudiantado del primer grado de educación secundaria, según los resultados del post test.
Se aprecia en la Tabla 5 que el nivel preponderante en el grupo experimental es el medio con un 41%, hay estudiantes que han alcanzado el nivel alto, llegando a un total de nueve de ellos; en el grupo control los valores son parecidos a los resultados del pre test.
Nivel | Personal | |||
G.C. | G.E. | |||
f | % | F | % | |
Bajo | 23 | 68% | 11 | 32% |
Medio | 11 | 32% | 14 | 41% |
Alto | 0 | 0% | 9 | 27% |
Total | 34 | 100% |
5. Descripción comparativa en la dimensión interpersonal sobre el nivel de inteligencia espiritual del estudiantado del primer grado de educación secundaria, según los resultados del post test.
En la Tabla 6, en el grupo experimental, se aprecia que la mitad del alumnado se ubica en el nivel medio, seguido del nivel bajo, siete estudiantes han alcanzado el nivel alto lo que representa el 21%; en el grupo control, los resultados son parecidos a los obtenidos en el pre test.
Nivel | Interpersonal | |||
G.C. | G.E. | |||
F | % | f | % | |
Bajo | 19 | 56% | 10 | 29% |
Medio | 15 | 44% | 17 | 50% |
Alto | 0 | 0% | 7 | 21% |
Total | 34 | 100% |
6. Descripción comparativa en la dimensión con el medio sobre el nivel de inteligencia espiritual del estudiantado del primer grado de educación secundaria, según los resultados del post test.
En la Tabla 7, en el grupo experimental, se aprecia que más de la mitad de la se ubica en el nivel medio, es decir, 18 estudiantes, en esta dimensión siete estudiantes han alcanzado el nivel alto, lo que representa el 21%; en el grupo control, los resultados son parecidos a los obtenidos en el pre test.
Nivel | Con el medio | |||
G.C. | G.E. | |||
F | % | F | % | |
Bajo | 24 | 71% | 9 | 26% |
Medio | 10 | 29% | 18 | 53% |
Alto | 0 | 0% | 7 | 21% |
Total | 34 | 100% |
Los resultados revelan que la aplicación del modelo pedagógico A despertar el espíritu ha logrado revertir la situación inicial de las y los estudiantes del primer grado C de educación secundaria de la Institución Educativa José Leonardo Ortiz, en el post test, la mitad o más de la mitad del grupo experimental alcanzó el nivel medio y alto; en comparación a los resultados del pre test, en donde la mayoría de ellos alcanzó el nivel bajo y ninguno el nivel alto.
Contrastación de hipótesis
Para contrastar la hipótesis se aplicó la Prueba de normalidad para saber si se debía aplicar la prueba de Kolmogorov-Smirnova o el test de Shapiro-Wilk, la primera se aplica cuando los datos provienen de una distribución normal y, la segunda, cuando se ha aplicado una escala de Likert para obtener información y, por ende, presenta datos no normales (Tabla 8).
Kolmogorov-Smirnova | Shapiro-Wilk | |||||
Estadístico | Gl | Sig. | Estadístico | Gl | Sig. | |
Pre_test | ,316 | 34 | ,000 | ,745 | 34 | ,000 |
Pos_test | ,316 | 34 | ,000 | ,768 | 34 | ,000 |
Al ser la muestra menos de 50 estudiantes, la prueba de normalidad fue atendida con el test Shapiro Wilk, los valores sig. (0,000) son menores que 0,05 lo que indica que los datos provienen de una distribución no normal; por lo tanto, la prueba de contrastación de hipótesis se desarrolló a través de Wilcoxon.
Al aplicar la Prueba de Wilcoxon se obtuvieron los siguientes resultados (Tabla 9):
Post test – Pre test | |
Z | -3,011b |
Sig. asintótica (bilateral) | ,003 |
Dado que el valor de Sig. (0,003) es menor que 0,05, entonces H0 es rechazada porque la aplicación del Modelo Pedagógico para desarrollar la inteligencia espiritual del estudiantado de primer grado de la Institución Educativa José Leonardo Ortiz ha generado cambios en ellos, por lo que queda demostrada la hipótesis.
Discusión
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (2012) afirma que no hay jerarquía entre ellas; sin embargo, autores como Torralba (2012), Gallegos (2005) y Zohar y Marshall (2001) afirman que la inteligencia espiritual es superior a la inteligencia emocional y cognitiva; mientras que la inteligencia emocional de Goleman (2000) se centra en el sentir y la cognitiva en el pensar, la inteligencia espiritual abarca la totalidad del ser, por ello, se afirma que es superior a las demás porque las integra.
El sistema educativo peruano en la actualidad no está considerando de una manera concreta el desarrollo de la dimensión espiritual del alumnado, a pesar de que los documentos pedagógicos hacen énfasis en la importancia de una educación integral. Instituciones como el Departamento Pedagógico Pastoral de las Escuelas Católicas de Madrid (2009) y autores como Pérez (2016) y Vidal (2016) argumentan la importancia de desarrollar la inteligencia espiritual desde la niñez. Por ello, se debe repensar la educación e incluir otras formas de pensamiento que considere aspectos espirituales, la inteligencia espiritual se debe desarrollar en la etapa formativa del estudiante; aquí las escuelas cumplen un rol fundamental.
Singh y Sinha (2013) sostiene que la persona nace con un cableado para la espiritualidad pero no es inteligente espiritualmente, la inteligencia espiritual debe ejercitarse a medida que uno crece. Por ello, se debe incorporar el cultivo de la inteligencia espiritual desde etapas tempranas de formación para asegurar su adecuado desarrollo; si bien hay una predisposición biológica en el ser humano para desarrollar dicha inteligencia, es el ejercicio continuo el que asegura su desarrollo; la escuela debe incorporar aspectos espirituales en la formación de estudiantes, ello garantiza que reciban una educación holística.
La inteligencia espiritual tiene una base biológica, es decir, se le puede ubicar en el cerebro. Autores como Beauregard y Paquette (2006), al hacer uso de tecnología computarizada, han logrado ubicar la inteligencia espiritual en los lóbulos frontales inferiores y en el parietal inferior. Con tecnología avanzada, diversos autores, han logrado demostrar que varias zonas del cerebro se iluminan cuando se hablan de temas espirituales, como el núcleo caudado, la región mesencefálica, la corteza insular y el lóbulo parietal.
La inteligencia espiritual moviliza las capacidades del ser humano y promueve el desarrollo de habilidades de orden superior. Autores como Green y Noble (2010), Deolalkar y Phatak (2014), Esmaili et al. (2014), McGhee y Grant (2017) sostienen que la inteligencia espiritual permite experimentar un significado existencial y desarrolla la dimensión ética como el respeto a la vida, la libertad, la verdad; mejora la convivencia con la humanidad –porque desarrolla las habilidades blandas– y con el mundo, porque lo hacen sentirse parte de una comunidad y, por ende, ser más conscientes de sus acciones.
A partir de la teoría se han propuesto tres dimensiones para identificar el nivel de inteligencia espiritual de estudiantes de primer grado de educación secundaria: personal (relación consigo mismo), interpersonal (relación con los demás) y con el medio (relación con lo natural y cultural). Autores como Gallegos (2005), Zohar y Marshall (2001), Torralba (2013), Pérez (2016), Vidal (2016), entre otros, explican los beneficios de la inteligencia espiritual, como el desarrollo de la dimensión ética del ser humano.
Al aplicar el pre test a estudiantes de primer grado de educación secundaria de la Institución Educativa José L. Ortiz, los resultados revelaron que en el grupo control y experimental el nivel bajo era el predominante seguido del nivel medio, es decir, había un bajo nivel desarrollo de inteligencia espiritual. En el grupo experimental, de 34 estudiantes el 62%, 56% y 59% habían obtenido un nivel bajo en las dimensiones personal, interpersonal y con el medio, respectivamente; mientras que en el grupo control, fue el 65%, 53% y 68% en el nivel bajo, respectivamente.
Ante esta necesidad se aplicó el Modelo Pedagógico A despertar el espíritu con el objetivo de desarrollar la inteligencia espiritual en estudiantes de primer grado de educación secundaria. Después de ejecutar el Modelo Pedagógico, se aplicó el post test, a través de los resultados se evidenció que algunos/as estudiantes habían alcanzado el nivel alto con un 27%, 7% y 7% en la dimensión personal, interpersonal y con el medio, respectivamente; mientras que el nivel bajo disminuyó su porcentaje y alcanzó un 32%, 29% y 26%, respectivamente; todo ello confirma que la aplicación del modelo pedagógico logró revertir la situación inicial del estudiantado.
Conclusiones
Se logró identificar el nivel de desarrollo de inteligencia espiritual en estudiantes de primer grado C de educación secundaria de la institución educativa José L. Ortiz, para lo cual se aplicó un pre test al grupo control y al grupo experimental, a través de una escala de Likert. Los resultados del pre test revelaron que el alumnado tenía un bajo nivel de desarrollo de inteligencia espiritual y que era necesario aplicar una intervención para revertir dicha situación.
El instrumento que se aplicó a estudiantes de primer grado de educación secundaria para conocer su nivel de desarrollo de inteligencia espiritual, fue elaborado por la investigadora a partir de la teoría revisada, se consideraron los aportes de autores como Torralba (2012), Gallegos (2005), Zohar y Marshall (2001), entre otros; quienes afirman que la inteligencia espiritual debe ejercitarse desde la etapa formativa porque favorece el desarrollo integral y desarrolla capacidades como el sentido a la vida, mejora la convivencia al desarrollar las habilidades blandas y motiva a alcanzar objetivos comunes en beneficio de la humanidad y de la naturaleza, etc. Dicho instrumento consideró tres dimensiones: personal, interpersonal y relación con el medio.
Las teorías que se relacionan con la inteligencia espiritual son la inteligencia unitaria, las inteligencias múltiples de Gardner (2012) y la inteligencia emocional de Goleman (2000); la inteligencia espiritual tiene su origen en la propuesta de Gardner (2012) a la cuales se les agregaron tres inteligencias más: la naturalista, la espiritual y la existencial.
Gardner, cuando propuso la teoría de las inteligencias múltiples, consideró que no había jerarquía entre ellas y que una complementaba a la otra, es decir, una inteligencia ejercitaba a otra; pero para Gallegos (2005), Torralba (2012), Zohar y Marshall (2001), entre otros, sí hay jerarquías en las inteligencias, aunque la inteligencia espiritual es superior a la inteligencia cognitiva y emocional; es decir, la inteligencia espiritual aglutina a las demás pero estas no integran a la inteligencia espiritual.
Por la teoría revisada se ha llegado a la conclusión de que la inteligencia espiritual es superior a las demás, debido a que la inteligencia emocional e intelectual solo se relaciona con aspectos específicos del ser humano, la primera se relaciona con el sentir y la segunda con el pensar; mientras que la inteligencia espiritual abarca la totalidad del ser humano, abarca todo en su ser. En palabras de Zohar y Marshall (2001) la inteligencia espiritual es parte de un tercer proceso psicológico que integra a las demás inteligencias.
Al referirse a aspectos espirituales se puede creer que se está hablando de temas abstractos que poco o nada tienen que ver con la ciencia, es más, si se hace referencia al campo educativo se podría llegar a afirmar que no se puede observar ni medir el desarrollo de la inteligencia espiritual; pero la teoría ha logrado ubicar, a través de tecnología computarizada, a la inteligencia espiritual en el cerebro ya que algunas zonas se activan cuando se está viviendo alguna experiencia espiritual; por lo tanto, la inteligencia espiritual se puede observar, se puede medir y ejercitar, como se dijo líneas anteriores, aquí cumple un rol fundamental la educación porque garantiza la formación integral del estudiante.
A partir de los resultados del pre test se aplicó el modelo pedagógico A despertar el espíritu para desarrollar la inteligencia espiritual en estudiantes de primer grado C, de la institución educativa José L. Ortiz; después de aplicar el post test al grupo experimental y al grupo control, los resultados validaron el modelo pedagógico porque se logró revertir, en el grupo experimental, los resultados obtenidos en el pre test, lo que evidencia la pertinencia del estímulo aplicado, por lo que es importante aplicarlo en las escuelas.
A partir de esta investigación, se sugiere desarrollar nuevas investigaciones aplicadas a estudiantes de la carrera de educación en universidades o en instituciones superiores pedagógicas, en este aspecto se coincide con Rodríguez (2013), porque son ellos quienes deben contribuir a desarrollar la inteligencia espiritual de sus estudiantes.
Referencias Bibliográficas
Antunes, C. (2002). Las inteligencias múltiples. Cómo estimularlas y desarrollarlas. México: Narcea.
Arias, R. y Lemos, V. (junio, 2015). Una aproximación teórica y empírica al constructo de inteligencia espiritual. Enfoques, 27(1), 79-102. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/287816346_Una_aproximacion_teorica_y_empirica_al_constructo_de_inteligencia_espiritual
Beauregard, M. y Paquette, V. (2006). Neural correlates of a mystical experience in Carmelite nuns. Neuroscience Letters, 405(3), 186-190. Recuperado de https://institutpsychoneuro.com/wp-content/uploads/2015/08/Beauregard2006-Carmelites-fmri.pdf
Buzán, T. (s.f.). El poder de la Inteligencia Espiritual. Recuperado de https://docfoc.com/download/el-poder-de-la-inteligencia-espiritual-tony-buzan
Choque, R., Salazar, V., Quispe, V. y Contreras, H. (2015). Los Maestros que el Perú necesita: Determinación del déficit de docentes para la escuela básica peruana en el 2021. En: H. Contreras. (Ed.). Evidencia para políticas públicas en educación superior (pp. 161-182). Recuperado de http://aplicaciones.pronabec.gob.pe/CIIPRE/Content/descargas/evidencia-cap6.pdf
Deolalkar, S. y Phatak, S. (2014). Spiritual intelligence develops innovators. Scholarly Research Journal for Humanity Science & English Language, 1(4), 572-578. Recuperado de https://bit.ly/32aBT7E
Departamento Pedagógico Pastoral de las Escuelas Católicas de Madrid (febrero, 2009). Reflexiones en torno a la competencia espiritual. Religión y Escuela. Recuperado de https://santiagovidal.files.wordpress.com/2013/03/compespiritual.pdf
Esmaili, M., Zareh, H. y Golverdi, M. (2014). Spiritual Intelligence: Aspects, Components and Guidelines to Promote It. International Journal of Management, Accounting and Economics, 1(2), 163-175. Recuperado de https://bit.ly/2T8oCsb
Filliot, P. (2007). L’éducation spirituelle ou l’autre de la pédagogie. Essai d’approche laïque de la relation maître-élève-savoir dans les spiritualités de l’Orient et de l’Occident (yoga, sagesses chinoises, bouddhisme zen, christianisme). (Tesis doctoral). Universidad París VIII, París, Francia. Recuperado de https://bit.ly/2SUYnoH
Gardner, H. (2012). Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. España: Paidós.
Gallegos, R. (2005). Inteligencia espiritual. En R. Gallegos Nava (Ed.) Educación y espiritualidad (pp. 1-13). Guadalajara, México: Ed. Fundación Internacional para la Educación Holista. Recuperado de https://segundosilva.com.ar/segundosilva/wp-content/uploads/2016/02/Gallegos-Nava-Ramon-Inteligencia-Espiritual.pdf
Garmendia, F. (2016). La violencia en el Perú 2015. Anales de la Facultad de Medicina, 77(2), 153-161. doi: https://doi.org/10.15381/anales.v77i2.11838
Goleman, D. (2000). La inteligencia emocional. Por qué es más importante que el cociente intelectual. Argentina: Javier Vergara Editor.
Gómez, I. (2011). La inteligencia espiritual como oportunidad educativa de la ERE. Conferencia Interamericana de Educación Católica. Recuperado de https://bit.ly/39HoB51
Green, W. N. y Noble, K. D. (junio, 2010). Fostering Spiritual Intelligence: Undergraduates Growth in a Course About Consciousness. Advanced Development Journal, 12, 26-48. Recuperado de https://bit.ly/2SUQQGx
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2014). Metodología de la Investigación. México: Mc Graw Hill.
Hosseini, M., Elias, H., Krauss, S. E. y Aishah, S. (2010). A Review Study on Spiritual Intelligence, Adolescence and Spiritual Intelligence, Factors that May Contribute to Individual Differences in Spiritual Intelligence, and the Related Theories. International Journal of Psychological Studies, 2(2), 179-188. Recuperado de http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.666.7552&rep=rep1&type=pdf
King, D. B. y DeCicco, T. L. (2009). A Viable Model and Self-Report Measure of Spiritual Intelligence. In International Journal of Transpersonal Studies, 28(1), 68-85. doi: https://doi.org/10.1037/t58722-000
McGhee, P. y Grant, P. (2017). Using Spiritual Intelligence to Transform Organisational Cultures. Electronic Journal of Business Ethics and Organization Studies. 22(1), 4-14. Recuperado de http://ejbo.jyu.fi/pdf/ejbo_vol22_no1_pages_4-14.pdf
Muñoz, S. ( 2011). La inteligencia espiritual (II): su cultivo y sus beneficios. Asociación Viktor Frankl Boletín informativo (33), 1-10. Recuperado de https://es.scribd.com/document/174295792/la-inteligencia-espiritual-pdf
Organización Mundial de la Salud [OMS], (2018). Suicidio. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide
Pérez, M. (2016). Inteligencia espiritual. Conceptualización y cartografía psicológica. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 63-69. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/3498/349851777007.pdf
Rodríguez, T. (diciembre, 2013). Inteligencia espiritual. Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, 14(1), 11-21. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/410/41059088006.pdf
Singh, M. y Sinha, J. (mayo, 2013). Impact of Spiritual Intelligence on Quality of Life. International Journal of Scientific and Research Publications, 3(5), 1-5. Recuperado de http://www.ijsrp.org/research-paper-0513/ijsrp-p1705.pdf
Torralba, F. (2012). Inteligencia espiritual. Barcelona: Plataforma Editorial.
Torralba, F. (2013). El cultivo de la inteligencia espiritual. Recuperado de https://www.gazteok.org/wp-content/uploads/2013/11/CF-Cultivo-de-la-inteligencia-espiritual.pdf
Vidal, M. (2016). Reflexiones en torno a la inteligencia espiritual y la educación. Perspectiva teológico-histórica. Recuperado de http://recursos.facultadseut.org/gestion/opac/doc_num.php?explnum_id=336
Zohar, D. y Marshall, I. (2001). Inteligencia espiritual. Barcelona: Plaza & Janés Editores.