I Sección: Entre la historia colonial y la historia contemporánea
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ISSN 1659-331
Rediscove of 1921. Coto- Almirante
| Quesada, Juan Rafael
Revista Estudios, 2022
N. 45 | Diciembre 2022 - mayo 2023
Las citas anteriores son algunas de las muchas referencias que demuestran que en 1921 la
Campaña Nacional fue un referente identitario notable.
Igualmente, el edificio Juan Rafael Mora es utilizado como centro de operaciones de la
Cruz Roja. Julio Acosta lanza manifestaciones al país al estilo de Juan Rafael Mora, se
integra un batallón de exploradores compuesto por scouts, con el nombre de Mora Porras,
y en Alajuela se organiza un batallón que lleva el nombre de Juan Santamaría.
Adiós, compatriotas […]. El momento es solemne. Nosotros tenemos ahora el
privilegio de suceder a nuestros abuelos del 56 y del 57 en sus hechos heroicos».
Así se expresaba Julio Acosta el 27 de febrero de 1921, al despedir «a las tropas
que se disponían a salir para Golfo Dulce.
La Prensa, periódico cuyo propietario y director era Vicente Sáenz, tituló un
reportaje de la siguiente manera: «La sangre de los costarricenses es la misma
que la de Juan Santamaría», y el Diario del Comercio, el 4 de marzo afirmaba: «El
ejemplo de estas activas mujeres (cuatro mujeres que se pusieron al servicio de
la Cruz Roja para salir hacia Coto) será seguido sin duda por todos, porque ellas
descienden de los bravos abuelos del 56 y 57 que, en iguales circunstancias,
supieron darnos libertad y honor (1921, 4 de marzo, Diario del Comercio, La mujer
ante la guerra, p. 2).
¡Hermanos sí, extranjeros no!” “Hermaniticos”. “El conflicto ha sido la mejor
oportunidad de conocernos y apreciarnos nacionales y extranjeros… “El ala del
peligro nos unió. “Los hemos visto a todos, a los colombianos, a los cubanos, a los
franceses, a los sirios, a todos en general alistarse en las filas de los
expedicionarios, con la alegre expresión que satisface un alto sentimiento de
humanidad (1921, 9 de marzo), Diario del Comercio, p. 1)
Títulos de editoriales de periódicos y comentarios como los arriba citados dan cuenta del
efecto amalgamador que tuvo sobre la sociedad costarricense la guerra de 1921, pues las
llamadas colonias extranjeras no solo ofrecieron voluntariamente contribuciones en dinero
y en especie, sino que incluso se incorporaron a los cuerpos expedicionarios. Un caso
particular fue el del aviador italiano Luis Venditti, quien vino a Cota Rica a hacer unas
expediciones y luego se incorporó a la Campaña del Pacífico.
Del viejo y arraigado mito de la «blancura» del costarricense se presentan numerosos
ejemplos, incluso de racismo. Eso sería otro estudio. En algunos se dice “que en la línea del
Atlántico el entusiasmo es tal, que hasta los negros piden ser enganchados para ir a
combatir, que Panamá es un aborto de un infeliz engendro, aborto de los amores ilícitos e
inmundos que sostuvo Theodore Roosevelt con la más inicua y negra de las traiciones”
(1921, 27 de febrero), La Prensa, p.2). También, que: “los Estados Unidos nos trata como
blancos que somos, y, que haría volver a su chiquero a los chombos (mulatos) panameños”
(1921, 23 de marzo), El Renacimiento, p.2). Ya existía en el país legislación que impedía el
ingreso de «razas indeseadas» en ella se afirmaba que «la inmigración, europea (desde
luego) era un ideal tanto tiempo acariciado en Costa Rica (1921, 15 de abril), Diario del
Comercio, p. 3)