Los límites que traza la división sexual del trabajo no son rígidos, sino por el contrario son
cambiantes y varían (Conway, Bourque, Scott, 2013), por lo que los roles asignados a
mujeres y a hombres cambian en el tiempo, un ejemplo de ello es la incorporación de las
mujeres al mercado laboral, ámbito tradicionalmente asignado a los hombres. La tasa de
participación de las mujeres en el mercado laboral ha ido en aumento (Bustelo, Suaya,
Viollaz, 2019). En Costa Rica, por ejemplo, la tasa de participación en los años setenta era
menos del 20%, para 1990 del 30% (Convenio entre el INAMU y el Programa Estado de la
Nación, 2009), para 1995 del 35% y según datos de la ENAHO para el 2021 fue del 43%. Esta
creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral se asocia con varios factores,
como la reducción de la fecundidad y una mayor calificación educativa (Jiménez, 2016). Sin
embargo, los hombres participan poco del trabajo de cuidados al interior de los hogares,
según la ENUT 2017, mientras que las mujeres dedican alrededor de 36 horas a la semana
al trabajo de cuidados no remunerado, los hombres, solo le dedican 14 horas.
Si bien, la tasa de participación femenina ha presentado importantes cambios, continua
muy por debajo de la tasa de participación masculina, que para el 2021 fue del 69%. La baja
tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral está directamente relacionada
con la imposición de trabajo de cuidados no remunerados. Según la Encuesta Nacional de
Hogares del 2021 (ENAHO 2021), el 51% de las mujeres que se encuentran fuera del
mercado laboral, manifiestan que no pueden hacerlo debido a “obligaciones del propio
hogar”. Por su parte, la carga global de trabajo es de una jornada adicional para el caso de
las mujeres. Estas tendencias se mantienen para los países del mundo, lo que muestra una
desigual distribución del trabajo de cuidados. (Torres, 2021)
Todas las personas necesitamos de cuidados en todas las etapas de la vida, en unas con
mayor intensidad que en otras, por ejemplo, durante la infancia, la vejez, durante una
enfermedad o discapacidad, según Romero y Rodríguez (2021):
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ISSN 1659-331
Revista Estudios, 2022
N. 45 | Diciembre 2022 - mayo 2023
Dossier: Abordajes interdisciplinarios para el desarrollo sustentable de la sociedad costarricense
Opiniones y percepciones de las mujeres amas de casa sobre el trabajo de cuidos...
| Sandoval-Carvajal , Irma
| Cordero Cordero, Stephanie
Cuando se alude al cuidado, se hace referencia al trabajo que permite sostener la
vida y garantizar determinados niveles de bienestar. Se refiere a las actividades
materiales que implican dedicación de tiempo, un involucramiento emocional o
afectivo y puede ser realizado de forma remunerada o no. (p.65)
A pesar de ser el eje fundamental para lograr el bienestar de las sociedades, el trabajo de
cuidados se le ha desvalorizado e invisibilizado y se les ha impuesto a las mujeres por su
condición de género. Cuando se realiza al interior de los hogares, no se le ha considerado
trabajo, la ENAHO 2017, evidenció que, del total de horas dedicadas al trabajo de cuidados
al interior de los hogares, el 72% lo realizan las mujeres (INEC, 2018). Cuando se realiza para
el mercado, el trabajo doméstico, se lleva a cabo en condiciones precarias y mal pagadas,
el salario mínimo establecido es un 41% inferior al salario mínimo minimorun, que se
establece a la ocupación de técnico no calificado. (Artavia-Jiménez, Quirós, 2020).