MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D547D0.AC138DF0" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como archivo de almacenamiento web. Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos, como Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01D547D0.AC138DF0 Content-Location: file:///C:/2A65B32F/4Hoffmannpaginawebsolounarchivo.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Revista Estudios, (37),
2018.
Diciembre 2018=
-Mayo
2019 =
Martín
Hoffmann
I
Sección: 500 Años de la Reforma Luterana
El
impacto de la Reforma protestante
Martin Hoffmann
Universidad Bíblica
Latinoamericana, Costa Rica
https://orcid.org/0000-0002-9765-6924=
span>
Recibido:
9 de setiembre de 2018
Aceptado:
12 de octubre de 2018
Resumen: =
b>Se lleva a cabo un recorrido por=
los
principales aportes de la Reforma Luterana, no únicamente desde el punto de
vista religioso, sino también de sus implicaciones políticas, culturales,
educativas y sociales para el mundo occidental de su época. En el ámbito re=
ligioso,
se da seguimiento a temas como el clima mental e ideológico de la Edad Medi=
a y
a los conceptos de “libertad cristiana” y “teología de la cruz”, que Lutero
opone a la Iglesia Romana. En lo político, se analiza la separación entre la
Iglesia y el Estado planteada por el reformador, la cual abre el camino par=
a la
Modernidad política al liberar lo político del dominio eclesiástico y depos=
itar
la confianza en la razón para estructurar el gobierno. Con ello, también se
abre el camino para el concepto moderno de “libertad de conciencia” y para =
los
Derechos Humanos en general. Por lo tanto, se afirma que la Reforma Protest=
ante
está en la base misma de la Ilustración del siglo XVIII. En el plano económ=
ico
y social, se estudia la crítica de Lutero al capitalismo temprano. Con todos
estos elementos, se plantea que la Reforma sigue viva en sus críticas al ac=
tual
entorno globalizado.
Palabras clave: =
span>Reforma Protestante; Martín Lute=
ro; Modernidad;
Ilustración; Derechos Humanos; Teología
The impact of the Protestant Reformatio=
n
Abstract: A complete review of the main assets of the Luther=
an
Reform is undertaken, not only from a religious stand point, but also from =
it’s political, cultural, educational and social
implications for the Western World of Luther’s times. In the religious fiel=
d,
subjects such as the mentality and ideology of the Midd=
le
Ages and the concepts of “christian freedom” and
“theology of the cross”, proposed by Luther as opposed to the Roman Catholic
doctrine, are treated. Concerning politics, the article analyzes the separa=
tion
between Church and State suggested by the reformer, an idea that opens the =
way
for political Modernity, through the liberation of politics from the contro=
l of
the Church, and the renewed confidence on reason to structure government. T=
his
opens the way for the modern concept of “freedom of co=
nciusness”
and for Human Rights in general. Concerning the economic and social aspects,
the Lutheran criticism towards early capitalism is studied. With all these
elements, it is suggested that Protestant Reformation is still alive in its
criticism towards nowadays Globalization.
Keywords: Protestant Reformation; Martin Luther; Modernity; =
Enlightenment;
Human Rights; Theology
1. El alcance de la Reforma
Si
se plantea la pregunta de cuál fue el impacto de la Reforma, se podría habl=
ar
sobre una gran variedad de las influencias en las area=
s
de la iglesia, de la política, de la económia y=
de
las ideologías, en diferentes partes del mundo. Se podría hablar acerca de =
un
nuevo modelo de iglesia en contra del modelo romano católico. Se podría hab=
lar
sobre la distinción entre Iglesia y Estado, que es una herencia del
Luteranismo. Se podría hablar sobre el aporte del espíritu del Protestantis=
mo
para el desarrollo del capitalismo moderno, que es una tesis del sociólogo
Alemán Max Weber. Se podría hablar tambien sobre
fenómenos como el fundamentalismo protestante y el pentecostalismo, que
Muc=
has
veces se ha minimizado la trascendencia del movimiento de la Reforma: algun=
os la
ven como una crítica necesaria a los problemas de la Iglesia romana de la Edad Media. En este caso el Concilio Tridentino, un=
os
años después de la Reforma, habría cumplido con las pretensiones de
purificación y renovación del movimiento. Otros ven esta Reforma como una m=
era
discusión teológico-académica sobre la correcta comprensión del sacramento =
de
la penitencia y de la doctrina de la justificación. Pero la importancia del acto reformador de Lutero =
va
más allá de eso.
1.1
La crítica de un sistema hegemónico
Al clavar sus 95 Tesis contra las indulgencias en la
Iglesia del Castillo de Wittenberg en Alemania,
Martín Lutero tocó inadvertidamente la fibra más sensible de todo un sistem=
a.
La Edad Media fue marcada por la lucha entre el Papa =
y el
Emperador. Se trató dirimir la controversia acerca del predominio del poder
papal sobre el imperial. Esta lucha ganó una nueva dimensión cuando se crearon los grandes bancos a p=
artir
del siglo XV. El Papa, los obispos, el Emperador, los príncipes, los nobles=
y
la recién surgida clase de los comerciantes y banqueros se disputaron el
dominio de distintos aspectos de la vida, las cuestiones sociales, económic=
as,
políticas y eclesiástico-religiosas, y lo hicieron siempre en desmedro de la
clase social baja, la cual era política, económica y religiosamente
dependiente.
La crítica de Lutero al sistema de indulgencias tuvo,=
sin
duda, una base religiosa, esto es, motivada en las Sagradas Escrituras, per=
o al
mismo tiempo denunció los fundamentos de la institución religiosa actual: la
instrumentalización de los sacramentos para el poder espiritual de la Igles=
ia
sobre las almas, el poder jurídico del Papa, la sacralización de un sistema
jerárquico tanto en la Iglesia como en la sociedad y, además, las implicaci=
ones
de la Iglesia en el ámbito tanto político como económico. Todo eso para Lut=
ero
resultó en un sistema opresor ideológico y social.
Al criticar este sistema hegemónico, Lutero impactó
profundamente los ámbitos religiosos, políticos y sociales.
2=
. El
impacto de la Reforma
2.1 El ámbito religioso
a)
El clima mental y espi=
ritual
de la Edad Media
En primer lugar se tiene que ver=
que
Martín Lutero era originalmente un monje agustino que intentó muy severamen=
te
cumplir con los mandamientos, reglas y normas de su orden y de la Iglesia
católica para ganar la certidumbre sobre su salvación eterna.
En este sentido Lutero era un hi=
jo de
su tiempo. El sentimiento religioso predominante de la Edad Media era el miedo. La muerte estaba continu=
amente
presente en la vida medieval. Epidemias como la peste, enfermedades, una
esperanza de vida muy corta, una alta tasa de mortalidad infantil, guerras,=
cacerías
de brujas y brutales penas físicas y tortura fueron factores que crearon un
sentimiento de continuo peligro y temor.
La Iglesia católica aprovechó es=
te
miedo. Sus doctrinas y prácticas hasta lo fortalecieron. La Iglesia enseñó
imágenes de Dios como un juez riguroso, el Juicio Final y el infierno etern=
o.
Los pintores de la época usaron colores estridentes para representar tanto =
la
crueldad del infierno como la beatitud del cielo.
Las
ofertas de salvación
de la Iglesia retomaron este senti=
miento
de miedo y la búsqueda de una salvación segura en el más allá. Cerca del año
1500 se produjo una inflación de las peregrinaciones, presentaciones de
colecciones de reliquias y el sistema de indulgencias. Lutero sintió que es=
taba
fracasando en todos su esfuerzos de conseguir certeza de su salvación media=
nte
sus prácticas piadosas y buenas obras. Siempre le quedó un resto de
incertidumbre acerca de si merecía esa salvación. Eso le llevó a frustracio=
nes
y a la depresión. Y entonces descubrió en su estudio de la carta del apóstol
Pablo a los Romanos el versículo clave de toda su teología: “El justo vive por la fe.”
b) El redescubrimiento del evang=
elio
Lutero explicó este tema en un
prescripto de sus textos de la siguiente manera:
Yo odiaba la frase «justicia de Dios», porque por =
el
uso y la costumbre de todos los doctos se me había enseñado a entenderla
filosóficamente como la llamada justicia formal o activa, por la cual Dios =
es
justo y castiga a los pecadores y a los injustos.
Empero, aunque yo vivía como monje irreprochable, =
me
sentía pecador ante Dios y estaba muy inquieto en mi conciencia sin poder
confiar en que estuviese reconciliado por mi satisfacción. No amaba, sino m=
ás
bien odiaba a ese Dios justo que castiga a los pecadores. ...
Entonces Dios tuvo misericordia de mí. Día y noche=
yo
estaba meditando para comprender la conexión de las palabras, es decir: «La
justicia de Dios se revela en él, como está escrito: el justo vive por la f=
e».
Ahí empecé a entender la justicia de Dios como una justicia por la cual el
justo vive como por un don de Dios, a saber, por la fe. Noté que esto tenía=
el
siguiente sentido: por el Evangelio se revela la justicia de Dios, la justi=
cia
«pasiva»; mediante la cual Dios misericordioso nos justifica por la fe, como
está escrito: «El justo vive por la fe». Ahora me sentí totalmente renacido.
Las puertas se habían abierto y yo había entrado en el paraíso. [...]
Si antes había odiado con gran encono la frase «jus=
ticia
de Dios», con tanto más amor la ensalcé ahora porque me resul=
taba
dulcísima. De este modo aquel pasaje de Pablo fue para mí la puerta del par=
aíso.(Lutero, trad. 1967, tomo I, p.338; citado en Hoffmann 2014, p.83).=
Como resultado de este descubrim=
iento,
Lutero rechazó energicamente la teoría de las
indulgencias, por carecer de fundamento bíblico. Para él la justificación ú=
nicamente
por la gracia fue la gran liberació=
n de
su vida.
Esa liberación la quizo
transmitir Lutero. Tenía consecuencias muy prácticas. El legado de Martín
Lutero y de la Reforma protestante, que conecta también con los nombres de<=
span
style=3D'mso-spacerun:yes'> Felipe Melanchton<=
/span>,
Ulrico Zuinglio y Juan Calvino tiene una enorme
amplitud.
· =
Lutero tradujo por
primera vez la Biblia directame=
nte
desde los idiomas antiguos Griego y Hebreo al Al=
emán.
Por eso le dio a toda la gente la posibilidad de leer la Biblia por sí mism=
a, y
de no confiar solamente en las interpretaciones de los sacerdotes y de la
Iglesia. Creó con eso la primera lengua Alemana común, después de un largo
tiempo de predominio de diferentes dialectos. Esto se puede considerar como=
un
gran acto de democratización y alfabetización.
· &nb=
sp;
Los reformadores
crearon un nuevo sistema de educaci=
ón
escolar basado en las lenguas y las ciencias humanas. Por siglos la gra=
mática
del Griego de Melanchton sirvió como lectura bá=
sica
incluso en escuelas católicas.
· &nb=
sp;
Otra consecuencia=
fue
la composición de una nueva liturgi=
a en
alemán y de canciones populares=
para difundir el evangelio en todas partes de la sociedad.
· &nb=
sp;
También los catecismos de Lutero, el Gran Catecismo y el Catecismo Menor, de=
l año 1529,
ayudaron a los padres en la educación religiosa de sus hijos. Con ellos la
evangelización se hizo tarea de todos los creyentes y no solo de la iglesia=
.
c)
La libertad cristiana
La „libertad cristiana“resulta
sólo de esta fe, es decir, de la confianza que goza el creyente de ser acep=
tado
por Dios y de tener dignidad humana ante él, independientemente de sus prop=
ios
logros y méritos. La dignidad humana es la raíz de todo movimiento liberado=
r.
Lo que Lutero descubrió en las c=
artas
del apóstol Pablo fue una relación directa del creyente con Dios. Esta rela=
ción
no es mediada por méritos, rendimientos ni por los sacramentos consagradas y
administradas por la institución de la iglesia, sino solo por Jesucristo, a=
traves de la fe. Eso es el principio fundamental del
protestantismo: El justo vivirá por=
la
gracia, mediante de la fe.
Ese concepto fue, por un lado, u=
n acto
de la liberación de las almas del poder de la iglesia, es decir una liberac=
ión
espiritual. Lutero denominó esa liberación la libertad cristiana y la verif=
icó
personalmente en la dieta imperial el año 1521. Ante el Imperador, él debó
rechazar su nueva teología para evitar divisiones dentro del Imperio. Pero
Lutero no rechazó su teología, sino que la remitió a su libre conciencia
diciendo públicamente:
=
Si
no me convencen mediante testimonios de las Escrituras o por un razonamiento
evidente (puesto que no creo aI Papa ni a los
concilios solos, porque consta que han errado frecuentemente y contradicho =
a sí
mismos), quedo sujeto a los pasajes de las Escrituras aducidos por mí y mi
conciencia está cautiva de la Palabra de Dios. N=
o puedo
ni quiero retractarme de nada, puesto que no es prudente ni recto obrar con=
tra
la conciencia (Lutero, trad. 1967, tomo I, p.271; citado en Hoffman, 2014, =
p.
58).
Los criterios de su argumentación son evidentes: L=
as
Escrituras y la razón. Para él, la Biblia es la única fuente de su
posicionamiento y, por “razón”, entiende la lógica del razonamiento. Eso
significa una ruptura con toda la tradición de la iglesia católica, ruptura=
con
la interpretación autoritaria por la curia, la eva=
lución
de la tradición de la historia eclesial en si m=
isma y
los dogmas impuestos por el poder del Papa. Por eso amenazó también la unid=
ad
espiritual del Imperio. No es extraño entonces que Lutero recibiera no solo=
la
excomunión de parte del Papa, sino también la proscripción de parte del
Imperador.
Podemos resumir, así, que la lib=
ertad
cristiana, según Lutero, en primer lugar, es
la libertad de la conciencia. =
Pero,
al reclamar esa libertad, él atacó indirectamente el sistema hegemónico de =
su
tiempo, la alianza entre Iglesia, Estado y economía. La libertad siempre
empieza con un acto de liberación.
d)
La teología de la cruz
Muy poco después de sus 95 tesis,
Lutero presentó su nueva teología en la disputa de Heidelberg, en el año 15=
18.
La llamó teología paradójica o teología de la cruz.
No se trata de sangrientes
hechos de reconciliación o de ideas de poder patriarcal, sino, antes bien,
Lutero diseña una lógica diferente de teología. Esta no sigue la razón huma=
na,
que trata de entender a Dios a medida que asciende de un ser menor a un ser
mayor. Así corre siempre el riesgo de proyectar las ilusiones del ser human=
o al
cielo y a la imagen de Dios. Por eso la justicia de Dios toma los rasgos de=
la
justicia humana, que es una justicia distributiva de premio y castigo, segú=
n méritos
o deficiencias. Por lo contrario, Lutero descubre en la cruz de Cristo una
justicia muy distinta, que rompe las imágenes y medidas humanas. Más bien, él descubre a Dios en el
sufrimiento del débil y en el amor del que da su vida por otros.
La teología de la cruz rompe con la
lógica cotidiana cuando ve en la humanidad (de Jesús) lo divino, en la
debilidad la fortaleza, en la impotencia la omnipotencia y en la necedad de
estos actos la sabiduría última. La realidad en su conjunto adquiere entonc=
es
un nuevo significado, a la luz de la cruz. Se revela en una dialéctica prop=
ia.
La lucha de Jesús por condiciones más justas desemboca en el martirio del j=
usto
y manifesta que aquello que los seres humanos l=
laman
justicia (por ejemplo, que sería mejor si se muriera uno que el pueblo ente=
ro)
es la máxima injusticia.
La cruz,=
como
perspectiva, significa finalmente el entendimiento de la humanidad desde el
margen de lo que es el consenso dominante. El mensaje de Jesús apunta
justamente a los márgenes de la sociedad, él descubre y concede dignidad hu=
mana
a los pobres, a los de corazón roto, a los cautivos, los ciegos, los oprimi=
dos
(ver Lc 4.18). Su cruz significa una identifica=
ción
última con las víctimas de la sociedad y él se convierte, por lo tanto, a sí
mismo en víctima por esa interpretación de la humanidad. En este sentido, D=
ios
se da a conocer como Dios de amor en especial y de la forma más profunda en=
la
cruz. Pensar a la luz de la cruz significa, por eso, pensar críticamente y
practicar la crítica ideológica.
Evidente=
mente
se muestra aquí un puente a la Teología de la Liberación con su “opción preferencial por los pobres”, y=
a
cada teología como pensamiento crítico.
Interesa=
nte es
que para Lutero esa opción no es solamente una actitud ética, sino que toca=
la
fe en si misma. La fe en la justicia propia de =
Dios
cumple con el primer mandamiento: “=
No
tendrás Dioses ajenos.”
e) El
principio del sacerdocio universal de todos los creyentes.
En la
base de esta teología, Lutero desarrolló un nuevo concepto de la
iglesia. Esa teoría se deriva directamente de la justificación de cada crey=
ente
mediante la fe. Es un acto de gracia de Dios para todos, sin diferencia ent=
re
ellos. Por eso no existen diferentes grados de la espiritualidad o de la
consagración en la iglesia. Lutero dice:
“Pues el que ha salido =
deI agua bautismal puede gloriarse de haber sido orde=
nado
sacerdote, obispo y papa” (Lutero, trad. 1967, tomo I, p.76).
Con eso Lutero rompió el muro en=
tre
los clérigos y los laicos en la iglesia. En palabras de Shaull:
“No puede existir una posición más digna en la iglesia que la del creyente =
que
recibe la enorme dádiva del perdón y la justificación” (1993, p.33). Por el
mismo bautismo, cada creyente es llamado por Dios para convertirse en un
mensajero del evangelio y un servidor del amor. En palabras de Lutero, cada
persona es “un Cristo para el prójimo”, capaz de presentarse ante Dios,
proclamar el perdón, orar por otros y enseñarles las cosas de Dios. Cada
creyente es “capaz de hacer todas las cosas que vemos hechas y prefiguradas=
en
las obras externas y visibles del sacerdote” (Lutero, trad. 1967. Tomo I,
p.202). Sobre esa base, Lutero fundó su nuevo modelo de la iglesia como pue=
blo
de Dios, en palabras bíblicas, el “linaje escogido y reino sacerdotal” (1 Pe
2.9).
Este entendimiento de la iglesia=
ha
tenido dos consecuencias históricas: Una es el desarrollo de la igualdad de los géneros en la igle=
sia. Casí todas las iglesias luteranas han aceptado en el
transcurso de la historia la ordena=
ción
de las mujeres. Es la expresión adecuada de la misma vocación por Dios.=
La otra es la formación de la ig=
lesia
como asamblea de las comunidades. En
vez de una jerarquía de los sacerdotes, toman el rol principal el derecho y=
el
poder de las comunidades. En palabras seculares, es un acto de la
democratización. Eso se expresa muy obviamente en el escrito de Lutero de 1=
523:
“Que una comunidad cristiana tiene
derecho de juzgar sobre toda doctrina, llamar a maestros y despedirlos – causa y razón desde la
Escritura”.
Este escrito es uno de los más
tempranos y además más radicales de Lutero sobre el orden reformador de la
iglesia. La pequeña ciudad Leisnig habia pedido a Lutero contestar su pregunta acerca de=
si
tenía derecho de nombrar un nuevo pastor, o si debían esperar la decisión d=
e un
obispo. Además le preguntaron por la responsabilidad de sus fondos comunale=
s y
del orden del culto. Las respuestas de Lutero a estas consultas fueron
radicales, porque voltearon el orden vigente de la iglesia de arriba abajo.
Lutero respondió que, según los principios bíblicos, la comunidad tenía el
derecho de juzgar, de eligir, de ordenar y de
administrar sus finanzas. Una comunidad que escucha la voz de Cristo, como =
las
ovejas escuchan la voz de su pastor, es capaz de juzgar. Eso es la base de =
una
iglesia limpiada, renovada y transformada en el sentido reformador. Por lo
tanto, Lutero apoyó a las comunidades para hacerse independientes y
responsables, a través de su traducción de la Biblia, los catecismos, canci=
ones
y escritos populares.
En la historia de la Reforma esa=
idea
de las comunidades de base no fue realizada consecuentemente. Por ejemplo en
Alemania las comunidades necesitaron la protección del principe
de su región y por eso se originó otra vez una iglesia estatal. Pero en otr=
as
partes del mundo las comunidades se han organizado de esa manera, especialm=
ente
en los Estados Unidos, o en las denominaciones de los Menonitas o
presbiterianos. De todos modos, ese concepto de la iglesia deja una gran vi=
sión,
y tiene un poder crítico y transformativo.
2.2
El ámbito político
En el ámbito político otra disti=
nción
de Lutero logró gran impacto:
a)
La distinción entre Iglesia y Estado
Lutero habla sobre dos reinos y dos gobiernos por los
cuales Dios actúa en la realidad humana y en el mundo. Estos gobiernos son =
el
gobierno espiritual y el gobierno temporal.
En el gobierno espiritual, que es la Iglesia, reina Dios por medio de su Palabra y sin
espada, o sea sin uso de la fuerza. Mediante este gobierno, las personas de=
ben
volverse piadosas y justas para poder obtener la vida eterna. Este tipo de
justicia es regalada por medio de la Palabra del Evangelio, que se les conf=
ía a
los predicadores.
El otro gobierno es el gobierno temporal del Estado. Se basa en el derecho y en el poder que tiene como símb=
olo
la espada del juez. Este gobierno sirve para defenderse de las personas
malvadas y para mantener la justicia civil en el mundo. El gobierno espirit=
ual
está determinado por el Evangelio, el temporal por la razón.
Esta
distinción libera el ámbito político de la dominación eclesial y guía a la =
época de la Modernidad, que confía
solamente en la razón humana.
Sin embargo es importante ver, en relación con la
Modernidad, que se trata en Lutero de una distinción
de los reinos o gobiernos y no de una separación.
Lutero está convencido de que el poder de Dios se encuentra en l=
ucha
con el poder del mal en todos sus
gobiernos. Pues los dos reinos coin=
ciden
en dos puntos: uno es Dios mismo. Él quiere realizar derecho y paz mediante=
el
gobierno temporal y busca la conversión del ser humano mediante el gobierno
espiritual. El otro punto de la coincidencia es la persona del cristiano; e=
ste
se encuentra en el gobierno espiritual por su fe, mientras en su vida cotid=
iana
forma parte del gobierno temporal. Entonces el cristiano debe diferenciar e=
n su
actuar que como cristiano actúa según el Evangelio, por ejemplo según los
mandamientos del Sermón del Monte, y renuncia a la violencia. Como persona =
en el
mundo temporal, actúa según su razón y puede utilizar la violencia en cargos
públicos para resistir a la injusticia.
b) El aporte a la Modernidad
Se puede re=
sumir: La confianza en la razón guía a =
la
Modernidad, pero evaluar el Es=
tado
según los criterios de derecho y paz, que son la voluntad de Dios, significa
una limitación crítica de la Modern=
idad.
Este legado=
de
Lutero es importante en nuestro tiempo de secularización de la sociedad. Es=
tá
en contra de una religión del Estado y a favor de una libre religiosidad de=
los
ciudadanos.
La libertad
cristiana de la Reforma era una lib=
ertad
de la conciencia, pero luego, en la época de la Ilustración, llevó a la
libertad de la fe para enfrentar la institución de la iglesia e incluso a
enfrentar la autoridad de la Biblia. Sobre
esa base se formuló también la libe=
rtad de la culto frente al Estado. Esos tres principios, la liberta=
d de
la conciencia, la libertad de la fe y la libertad de la=
culto han sido incluidos entonces en los Derechos
Humanos. En este sentido Lutero fue uno de los iniciadores decisivos
de la Modernidad. Sin embargo, las ideas básicas de la Revolución
Francesa, libertad, igualdad, fraternidad, en las cuales los Derechos Human=
os
se apoyan, fueron realizadas en contra de las iglesias. Pero Lutero abordó =
estos
temas, que luego fueron trabajados en la Declaración de los Derechos Humano=
s,
desde una perspectiva teológica. Históricamente el proceso del desarrollo d=
el
principio de la libertad pasó por muy diferentes caminos:
· =
La Ilustración In=
glesa
y Americana ha sido marcadamente protestante, no-conformista, basada en
comunidades libres y muy religiosa, hasta hoy en dia=
span>.
· &nb=
sp;
La Ilustración fr=
ancesa
fue anti-clerical, laica, areligiosa y atea lue=
go de
las brutales persecuciones de los hugonotes.
· =
La Ilustración al=
emana
era protestante, pero contraria a las iglesias estatales. Abogó por el dere=
cho
del individuo a una religión privada.
El cristianismo de la Ilustració=
n se
expresa en las nuevas denominaciones protestantes. Se originó el movimiento=
de
los cuáqueros, que destaca la experiencia religiosa de la luz interna del
Espíritu. Se originaron los Bautistas que resaltan la decisión personal de =
la
fe; y los Metodistas, que se concentran en la
experiencia de la fe, que es cosa del corazón y del sentimiento, y además e=
n la
santificación personal por auto-control y auto-disciplina.
El descubrimiento del individuo = y del derecho del sujeto domina el protestantismo moderno. A través de las mision= es y de la inmigración, esas formas del protestantismo vinieron también a América Latina. No se debe olvidar el movimiento del pentecostalismo y neo-pentecostalismo, que cuentan mucho con la influencia directa del Espíri= tu Santo en los creyentes, y toman esa experiencia como criterio del mensaje.<= o:p>
Así, el impacto de la Reforma en
cuanto al concepto de la libertad salta a la vista. Pero lo que juega un rol
menor es la dimensión social de=
la
libertad.
Por razones de la situación hist=
órica
el Protestantismo en Europa tuvo que luchar por los derechos individuales. =
Es
un producto del ecumenismo del siglo XX que las iglesias, católicas y
protestantes están descubriendo más y más la importancia del aspecto social=
de
la libertad. Aquí existe un puente entre el protestantismo como religión de=
la
libertad y la Teología de la Liberación. Se puede observar que en las últim=
as
décadas sobre todo las iglesias luteranas se han acercado a los objetivos d=
e la
teología de la liberación. Su característica
– si se puede generalizarla tan simplemente – es la contextualidad
de la teología, el análisis y la confrontación con la situación social, y el
descubrimiento del potencial liberador de la Biblia. De ese modo la iglesia
consigue un nuevo modelo en forma de las comunidades de la base. Estas se
convierten en intérpretes autónomos de la Biblia y, por lo tanto, en libres
para ser actores políticos independientes.
3.
El ámbito social y económico
Desde sus inicios, la Reforma de Lutero vislumbró ya los mencionados cambios, especialmente en los programas= de la educación pública, pero lo que me parece imprescindible es ver que Lutero fue al mismo tiempo uno de los más fuertes críticos de la Modernidad. Especialmente su crítica del capita= lismo temprano es significativa.= <= o:p>
Ya en sus 95 tesis y más tarde en sus escritos económ= icos, Lutero aludió a las relaciones comerciales de la Iglesia con la casa bancar= ia Fugger, denunciando sus características principales.<= o:p>
Así=
, en
su escrito Comercio y usura afi=
rmó:
=
Los
comerciantes tienen entre sí una regla común que es su máxima principal y la
base de todos los ardides financieros. Dicen: Venderé mi mercadería tan cara
como pueda. Esto lo consideran un derecho. Ahí se da lugar a la avaricia y =
se
abren de par en par las puertas y ventanas del infierno. ¿No significa esto=
: no
me preocupo de mi prójimo? …
=
Algunos
no tienen escrúpulos de conciencia en vender sus mercaderías a crédito y a
plazo más caro que al contado. Algunos no quieren vender mercancías al cont=
ado,
sino todo a plazo sólo para ganar por todos los medios más dinero en la
operación. …
=
span>Si algunos no pueden imponer de otra manera sus
monopolios y compras para beneficio propio, porque hay otros que tienen las
mismas mercancías y bienes, entonces vienen y venden sus mercaderías tan ba=
rato
que los demás no pueden competir y con ello los obligan a dejar de ofrecer =
o a
vender a un precio tan bajo como ellos y arruinarse. De esta manera, a pesa=
r de
todo, consiguen el monopolio (Lutero, trad. 1967, tomo II, pp.103-120; cita=
do
en Hoffmann, 2014, pp.218-220).
Desde los orígenes del capitalismo, Lutero reconoc=
ió
los principios fundamentales de esta forma de la economía muy claramente:
-&nb=
sp;
La fijación de precios=
span>
por gremios de comerciantes y cofradías: vender la mercancía al precio más =
alto
posible se convierte en la finalidad principal de todo negocio. Según Lutero
esto infringe la ley del amor cristiano y la ley natural, o sea la justicia=
y
la equidad. Entonces, el precio de la mercancía no sólo debe justificarse l=
egal
sino también éticamente.
-&nb=
sp;
Los avales
-&nb=
sp;
El préstamo económico=
se orienta exclusivamente al beneficio propio, como se puede observar en los
intereses que se cobran. Según la doctrina tradicional, prestar para obtener
más o algo mejor no es otra cosa que “usura pública y maldita”.
-&nb=
sp;
Múltiples abusos y
engaños: la venta de mercancías a crédito con un determinado plazo de p=
ago
en vez de al contado, las operaciones comerciales especulativas a plazo, la
venta monopólica de bienes, las ventas a bajo precio para dañar a los
concurrentes más débiles, el abuso de estados de emergencia, la fijación de
precios en cárteles, la participación empresarial con intereses fijos y la
manipulación de mercaderías, medidas y pesos.
- =
En conclusión, la formación de monopolios
sobresale como el mal principal. Estos monopolios comienzan a formarse con =
la
creación de grandes sociedades comerciales que, como en el caso de la casa
comercial Fugger, reúnen en una misma firma el
naciente comercio global y el sistema bancario. Las grandes sociedades
obstaculizaban el sistema de pequeñas y medianas empresas y manufacturas.
Lutero incluso llega a decir: son “realmente un monopolio vanidoso. Oprimen=
y
arruinan a todos los comerciantes más débiles, como el lucio a los pequeños
peces en el agua” (Lutero, trad. 1967, tomo II, p.120).
Además, Lut=
ero reveló
el nexo estructural entre las diversas formas de capital (el comercial, el
financiero y el productivo) y, por lo tanto, el paso de una economía de tru=
eque
feudal a una nueva era monetaria capitalista. Para él estaba claro que esto
implicaba también una transformación social. Esto se demuestra cuando hace
referencia, además de la consciencia y del amor cristiano, a la justicia y =
a la
equidad como principios de la ley natural, a los cuales debe someterse el
comercio. Lutero teme el desarrollo hacia una economía financiera sin freno=
ni
regulación, que amenazara con destruir la sociedad. Por eso puede exigir qu=
e la
autoridad pública se opusiera activamente a la manipulación de precios y a =
la
explotación: para orientar el comercio al bien común era necesaria la
regulación estatal, por ejemplo, en la fijación de un marco de precios adec=
uado
(equidad). Aquí Lutero está anticipando el concepto de la responsabilidad
social de la empresa.
En su Ca=
tecismo
Mayor del año 1529 Lutero profundiza aún más su análisis y relaciona al
principio el problema económico con el séptimo mandamiento “no hurtarás”. P=
ara
él las prácticas comerciales mencionadas no son otra cosa que ejemplos
concretos de hurto:
Porque,
repitámoslo, hurtar no consiste meramente en el hecho de vaciar cofres y
bolsillos, sino que también es [...] en todas las partes donde se comercia
recibiendo o dando dinero a cambio de las mercancías o en pago de trabajo.
[...]Lo mismo, además, sucede con más fuerza e intensidad en el mercado y en
los negocios comunes, donde uno trata de engañar al otro públicamente, medi=
ante
mercancías, medidas, pesas y monedas falsas y con embustes y extrañas astuc=
ias
o malévolas tretas de explotación (Lutero, trad. 1967, tomo V, pp.79-81; ci=
tado
en Martin Hoffmann, 2014, p.223).
En consecue=
ncia,
el Catecismo Mayor transfiere los asuntos económicos del séptimo al primer
mandamiento “Yo soy El Señor, tu Dios. No
tendrás dioses ajenos delante de mí” (Marquardt=
, 1983,
pp.176-216). La economía se transforma entonces, a través del concepto de “=
mammón”, en un problema del ámbito de Dios. Pasa de s=
er un
problema ético a un problema teológico. Lutero se opone a las presiones
sistémicas del capitalismo, sometiéndolo a la crítica del mandamiento divin=
o.
Esas prácticas económicas son idolatría pura, porque la mayoría de las pers=
onas
desprecian a Dios y siguen al Mammón, venerando=
su
propia justicia:
Alg=
unos
piensan tener a Dios y a todas las cosas en abundancia, cuando poseen diner=
o y
bienes. En esto se confían y se engríen de tal modo, con tal firmeza y
seguridad en lo que tienen que para ellos nada hay que valga la pena. Observad, tal persona tiene ya también =
un
dios que se llama Mammón, esto es, el dinero y =
los
bienes en que tal persona ha puesto su corazón. Por lo demás, este es el íd=
olo
más común en el mundo (Marquardt, 1983, pp.176-=
216).
Aquí se rec=
onoce
y se denuncia claramente la explotación capitalista: el egoísmo absoluto y =
la
búsqueda del propio beneficio. Esto caracteriza a la persona que pone su
confianza en sí misma y que se convierte a sí misma en dios. Porque en lo q=
ue
una persona confía y en lo que se fía, ahí está su Dios.
Estos princ=
ipios
fundamentales de la economía del tiempo de la Reforma se han desarrollado más y más a lo=
largo
de la historia, hasta el capitalismo financiero neoliberal de nuestro tiemp=
o.
La actualidad de esa crítica queda clara. Por lo tanto la Federación Luterana Mundial ya pudo calificar la globalización
económica neoliberal como “idolatría” en Winnipeg, Canadá en 2003.
Por todo eso se debe considerar a Lutero por un la=
do
como iniciador de la Modernidad=
en
temas como libertad, derechos humanos, democracia y división de poderes. Por
otro lado redescubrió el potencial
crítico del evangelio ante las ideologías opresoras del abuso del poder=
y
de un capitalismo sin límites.
4.
Conclusión
Para resumir el impacto de la Re=
forma,
una cita del teólogo Giacomo Cassese es util. Él ha publicado un excelente libro sobre Lutero=
, una collección de importantes textos originales. El carac=
teriza
la Reforma así:
=
La
Reforma es ante todo un proceso y no sólo un evento, un método no sólo una
gesta; un movimiento de renovación dentro de la iglesia y no una nueva igle=
sia.
La Reforma sigue estando vigente porque como proceso sigue fermentando camb=
ios
y transformaciones, porque como método sigue proveyendo pautas para repensa=
r.
Reinterpretar el quehacer teológico y como movimiento la Reforma sigue
interesada en renovar y reorientar a la iglesia hacia una forma de existir
relevante y afirmativa para el ser humano (Cassese, 2005,
p.XIII).
=
Proceso,
método y movimiento
como características, mantienen la teología y la iglesia funcionando de un =
modo
fluido. Una tradición fija, un sistema cerrado de dogmas o una iglesia
institucional perderían el espíritu de Jesús.
· =
“Ser un proceso” significa que la Reforma siempre es una Reforma inconclusa, porque =
el
estado de la teología y de la iglesia nunca corresponden completamente con =
el
esperado Reino de Dios.
· &nb=
sp;
“Ser un método”
significa que la Reforma recibe su dinámica por el recurso a la fuente de la
Biblia y por el descubrimiento de sus perspectivas de una vida plena más al=
lá
de las puras letras.
· =
“Movimiento”
significa que la iglesia en el fondo debería ser una comunidad en movimient=
o,
enfrentándose con los desafíos contemporáneos y renovándose siempre para
cumplir con esto. El fermento de esa dinámica es el mensaje de la cruz, la
justicia de Dios como visión de una vida humana y el amor al prójimo como n=
orma
general de la ética.
Una teología y una iglesia que s= e basen en este paradigma, crean un pensar y actuar crítico en contra de otros para= digmas dominantes de la civilización moderna, como el paradigma del economicismo.<= o:p>
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Diciembre 2018=
-Mayo
2019 =
Martín
Hoffmann
La Revista Estudios es editada por la=
span>&n=
bsp;Universidad de Costa Rica&n=
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