III.
CONMEMORACIÓN
María Noel Lapoujade
De la perspectiva pre-crítica a la filosofía crítica
en el pensamiento holístico de Kant. 1770-2020
El núcleo de este texto es una lectura minuciosa, que no exhaustiva, de la Dissertatio. Sobre la forma y los principios del mundo sensible y del inteligible,hilo conductor de mi paper. A partir de allí, el artículo despliega nociones que se volverán claves en la futura filosofía crítica.
El método: consiste en tender puentes entre la Dissertatio y la obra crítica. De esta manera presento a Kant por él mismo.
Conclusión: en general planteo mi propuesta acerca del pensamiento holístico de Kant como un tejido integral total. En particular, aplico esta tesis al caso específico de la Geografía física y de la Antropología del punto de vista pragmático, en su relación con temas relevantes de la Dissertatio, profundizados en las tres Críticas entre otras obras de nuestro filósofo.
Armonía, como si, síntesis, experiencia, espacio-tiempo, fenomenología.
Desde hace cerca de un año, he llegado, como yo me alabo, a esta idea que no me preocupa cambiar jamás, sino más bien de poder extender, idea por la cual se pueden examinar todo tipo de preguntas metafísicas según criterios completamente seguros y fáciles, y decidir con certidumbre hasta qué punto ellas pueden ser resueltas o no.
Kant 1770 1
Con esta declaración clave, Kant se refiere explícitamente a la Dissertatio de 1770, Sobre la forma y los principios del mundo sensible e inteligible.2 Asumo la Disertación como el punto de inflexión del tránsito de la perspectiva precrítica a la filosofía crítica. Efectivamente ella contiene los gérmenes de la futura Filosofía Crítica de Kant y toda la obra futura de Kant, de quien Fichte afirma que es “el hombre que ha vuelto inolvidable para siempre esta segunda mitad del siglo para el progreso del espíritu humano.3
I
El tema de la Dissertatio: sobre la forma y principios del mundo sensible e inteligible, evoca su punto de partida. Retoma de Platón la concepción de dos mundos: mundo sensible y mundo ininteligible.4 De manera muy propiamente kantiana evoca el tránsito del mundo sensible al inteligible, lo cual se da en los usos de las facultades de conocimiento del sujeto. De este modo, la Dissertatio se presenta en el contexto de la filosofía pre-crítica, desde la cual irrumpe la filosofía crítica.
Podría decirse que la filosofía crítica kantiana se construye sobre la base de una analogía hipotética con base en la hipótesis inicial de Copérnico, que su teoría comprueba. El supuesto copernicano que Kant retoma como hipótesis, se expresa en una imagen visual pregnante. Así como Copérnico supone que la tierra gira alrededor del sol, con lo cual elimina las posturas heliocéntricas, así Kant da un giro revolucionario en la filosofía: suponer que el objeto gira en torno del sujeto, de manera de trasladar la investigación al examen minucioso de las facultades del sujeto en su función epistémica teórica: K.r.V; así como del sujeto en el terreno de la acción, función ético práctica: K.p.V y del sujeto como espectador y como creador (el genio) en el ámbito estético: K.U.5
La innovación revolucionaria de Kant, la muy trillada pero no por ello menos importante Revolución copernicana se apoya en una imagen que emerge de su procedimiento lógico retórico analógico, y que a mi juicio constituye una metáfora. Así la perspectiva crítica se explica a partir de una metáfora.
En la Respuesta a Eberhard, obra imprescindible, nuestro filósofo plantea claramente a ese profesor que tuvo la fortuna de pasar a la historia gracias a Kant, la siguiente puntualización básica:
Se entiende por dogmatismo en metafísica, la Crítica entiende: una confianza general en sus principios, pero sin hacer una crítica previa del poder mismo de conocer, por sólo el amor de su éxito; por escepticismo, una desconfianza general en la razón pura, sin previa crítica, en vista solamente del fracaso de sus aserciones. El criticismo del método, en todo lo que se refiere a la metafísica es por el contrario… la desconfianza universal, respecto de todas las proposiciones sintéticas de la metafísica, hasta que se haya reconocido un fundamento universal de su posibilidad, en las condiciones esenciales de nuestro poder de conocer.6
Estas definiciones básicas que Kant explica a Eberhard. en palabras similares constituyen el párrafo final de la K.r.V:
En lo que respecta a los seguidores de un método científico deben optar por el dogmático o el escéptico, pero siempre están en la obligación de proceder sistemáticamente. Yo nombro al conocido Wolff entre los primeros y a David Hume entre los segundos. … El camino crítico es el único que aún está abierto.7
El único camino seguro es el método crítico, el cual exige que, antes de tirar al blanco del objeto, es preciso conocer qué alcances tiene el rifle.
II
La Dissertatio transcurre entre la postura dogmática en cuanto conocimiento de las sustancias, hasta sus partes simples, y el mundo como totalidad de las sustancias.8 Es decir, su mirada se dirige al mundo, hacia la materia con sus partes, concebidas como sustancias . La forma se entiende como la coordinación de las sustancias. La universalidad es entendida como la totalidad de las partes conjuntas, en los “estados del universo” que se suceden eternamente.9
Sus reflexiones sobre las ciencias del mundo son permanentes en la obra de Kant da capo a fine, lo que cambia de manera radical es la perspectiva, de pre-crítica, dogmática y escéptica, a la filosofía crítica.
En su diálogo con la tradición, reconoce en general su deuda con Leibniz, En este punto en particular, el que se refiere a las fuerzas vivas, Kant se distancia de él ya en su primera obra, en perspectiva pre-crítica: Pensamientos sobre la verdadera evaluación de las fuerzas vivas, (1746-47).10
Argumenta sus desacuerdos con las tesis de la noción de espacio como continente exterior, receptáculo de cuerpos que ocupan un lugar en él y la noción de tiempo como un fluido continuo externo objetivo.11
En múltiples pasajes de la Dissertatio sobreviven los términos del pensamiento metafísico dogmático tales como sustancias, esencias, espíritu, alma entre otros.
III
Recorrido por la Dissertatio
En la Primera Sección asoma, entre otras, la futura idea de totalidad, que en la Kr.V aborda como un movimiento de aproximación indefinida hacia una idea que no podrá ser alcanzada y lo explica con una línea asintótica.
La Dissertatio se abre con conceptos fundamentales: métodos de síntesis y de análisis. A partir de las “sustancias” simples, por síntesis sucesivas, es decir, por composición se alcanza “el todo”: el Mundo. Por descomposición, esto es, por análisis es posible ir del todo a las partes. Sin embargo, este doble movimiento que señala Kant, no puede ser completo ni por síntesis, ni por análisis.
En la K.r.V, son eliminadas las sustancias, pues en la filosofía kantiana crítica nos las habemos con procesos, no con esencias o sustancias. Respecto de la totalidad Kant asume que es una Idea de la razón (sin correlato empírico), a la que el sujeto sólo puede aproximarse indefinidamente en un movimiento asintótico sin poderla alcanzar jamás.12
En la Segunda Sección, establece la distinción de materia y forma de la Sensibilidad, y su noción de conocimientos sensibles. Asimismo, respecto del Entendimiento, aquí nombrado Intelecto, función de los conceptos, manifiesta desde ya su postura que no acepta la definición aristotélica del concepto como producto de la abstracción y generalización de los caracteres esenciales de un objeto. Ya desde la Dissertatio Kant sostiene que los conceptos universales puros no derivan de un proceso inductivo:
Por lo que toca a lo intelectual en sentido estricto…tales conceptos, tanto de los objetos como de sus relaciones, se dan por la misma naturaleza del intelecto y no son abstraídos por ejercicio alguno de los sentidos…Aquí es necesario notar la máxima ambigüedad de la palabra abstracto, la cual es necesario limpiar de antemano para que no vicie nuestra indagación del conocimiento intelectual.13
Reivindica la dicotomía clásica de fenómeno-noúmeno, una noción cardinal del pensamiento kantiano en toda su obra, si bien con sus vacilaciones y variaciones respecto de cómo entender la cosa en sí.
La sensibilidad recibe impresiones, impactos sensoriales desorganizados, los que organiza según sus funciones a priori, espacio y tiempo. El producto resultante son los fenómenos. De modo que los fenómenos siempre lo son para un yo empírico, reductible a un yo trascendental.
En consecuencia, sostiene Kant en la Dissertatio en un pasaje muy problemático:
lo pensado sensiblemente es representación de las cosas como ellas se nos aparecen, lo pensado intelectualmente, de las cosas como ellas son.14
No obstante aquí alude a la dicotomía fenómeno-noúmeno; distinción muy fundamental para la filosofía crítica.
Ciertamente, con base en sus premisas, los fenómenos implican la relación con las cosas para el sujeto; no las cosas en sí. Lo problemático es que, si bien introduce diversas precisiones vacilantes permanece sin univocidad la respuesta a la pregunta ¿cómo entender el noúmeno?. La cosa en sí, noúmeno sería propiamente lo que la cosa es en relación consigo misma, sin la mediación del sujeto; lo cual es imposible. En la Crítica de la razón pura afirma que “es =X,” que es un signo de interrogación, es un misterio.15
La Tercera Sección de la Dissertatio, entra de lleno en su concepción del tiempo y el espacio, como condiciones formales puras a priori de la posibilidad de los fenómenos, esto es funciones universales y necesarias de la sensibilidad. Y la sensibilidad juega un papel decisivo en la filosofía kantiana.
Tiempo es una intuición pura que interviene como condición que permite organizar los fenómenos según “los tres éxtasis del tiempo”, evoco la expresión de Heidegger: en antes, después y simultáneos.16
Aclara que no es algo “objetivo y real, ni sustancia, ni accidente ni relación”. No es objetivo en el sentido de lo exterior al sujeto pero sí objetivo en tanto universal y necesario, es decir, a priori. Real, es un término equívoco que la Dissertatio no llega a precisar. Importa retener que no es sustancia, ni accidente. más adelante agrega que no es una “intuición innata”. Importante pues Kant rechaza las doctrinas metafísicas del innatismo porque como afirma renglones abajo, el innatismo “abre camino a esa filosofía perezosa” que recurre a la Causa primera para evitar continuar la indagación. A priori no es sinónimo de innato.17
Qué es el tiempo en sí, es una pregunta ontológica que Kant deja deliberadamente fuera. Kant reflexiona sobre los usos de la función tiempo, como se da y usa en el ámbito de la sensibilidad, no trabaja sobre lo que es en sí.18
El siguiente parágrafo de la Dissertatio se centra en la “noción” kantiana de espacio. No es sustancia, ni accidente, ni innato, ni un continente donde se emplazan los entes, sino un “esquema coordinador” dice en esta obra. Es la forma que permite organizar la exterioridad sensible en arriba-abajo, izquierda-derecha, anterior-posterior. Nuestro filósofo estudia cómo surgen estas nociones espaciales en un opúsculo titulado: El primer fundamento de la diferencia de las regiones del espacio, de 1768. En este Opúsculo denota las relaciones de las regiones empíricas del espacio con el espacio que llama absoluto, según la terminología de Newton (1687) Sin embargo, Kant introduce características del espacio absoluto que lo distancian de Newton.19
Es importante remarcar que las regiones del espacio: arriba- abajo, izquierda- derecha, anterior-posterior surgen de la consideración de la geometría, aplicándola en la imaginación, a nuestro cuerpo. Es posible trazar un plano corporal vertical, que denota las regiones arriba y abajo. Este plano puede ser cortado por otro plano horizontal, intersecciones en líneas rectas que representan una cruz. El plano corporal horizontal permite comprender las regiones anterior- posterior, e izquierda y derecha.
Es muy relevante la siguiente afirmación de Kant: “las regiones del universo resultan determinadas por los lados de nuestro cuerpo”. Ello permite construir en astronomía, un mapa del cielo; y en geografía los mapas de los lugares, ríos, montañas, mares, ciudades, etc.20
Kant concluye que las determinaciones empíricas del espacio son posibles porque el sujeto está equipado con una intuición pura a priori que permite organizar los datos empíricos. No obstante, en este Opúsculo tan original la anticipación de la noción de espacio, aún en germen, no alcanza el lenguaje más preciso de la Dissertatio, y debe aguardar años de maduración en el pensamiento de Kant hasta encontrar desde la K.r.V en adelante el lenguaje crítico que le da mayor precisión a su pensamiento. Es una intuición pura, a priori, que organiza las percepciones de la exterioridad sensible.
Si bien es cierto que respecto de la sensibilidad es preciso evocar la concepción aristotélica del conocimiento que pasa necesariamente por los sentidos, sin embargo Kant demarca claramente su pensamiento. Es importante tender un puente con la Antropología (1798) porque allí pone de manifiesto el papel epistémico de la sensibilidad en su pensamiento. En esta obra, con un lenguaje preciso, sazonado con un humor penetrante netamente kantiano y la evocación del humor sarcástico de Swift, subrayo especialmente la participación sine qua non de la sensibilidad en los procesos de conocimiento, que Kant aclara de manera explícita cuando afirma: “la sensibilidad es algo muy positivo y una adición necesaria a la representación del entendimiento para producir un conocimiento”.21
Kant es explícito al respecto cuando en el mismo pasaje subraya:
…toda experiencia (conocimiento empírico), tanto la interna como la externa, no es sino el conocimiento de los objetos tal como nos aparecen y no tal como son (no como ellos a sí mismos se consideran). … El carácter formal de esta receptividad no puede ser sacado a los sentidos sino que debe ser dado a priori como intuición sensible, esto es, en la experiencia interna del tiempo.22
De inmediato se aboca a lo que él llama: Una apología para la sensibilidad, que finaliza con una afirmación drástica:
La perfección interior del hombre consiste en esto: que tenga en su poder el uso de todas sus facultades para someterlo a su libre voluntad. Ahora bien, para hacer esto, se requiere que el entendimiento ordene, sin debilitar por ello la sensibilidad, pues sin ella no puede haber materia que pueda ser elaborada para el uso del entendimiento legislador.23
El estudio de la sensibilidad continúa con varios apartados dedicados a justificar la sensibilidad frente a acusaciones diversas que se oponen a su decisiva participación epistémica, tales como que los sentidos perturban, que pretenden someter al entendimiento, que ellos engañan.
Posteriormente analiza el papel de cada uno de los cinco sentidos, y sus relaciones con el sentido externo e interno, espacio y tiempo.
He incorporado esta consideración para apoyar mi lectura de Kant en estos pasajes explícitos acerca de su propia teoría de la sensibilidad.
La Cuarta Sección, pone en evidencia cómo el pensamiento de Kant, en su lacónico esfuerzo se debate por desprenderse de la filosofía pre-crítica sobreviviente.
Nuestro pensador comienza por asentar que la noción de espacio “se refiere más a las leyes de la sensibilidad del sujeto que a las condiciones del objeto”.24
La interrelación de las “sustancias mundanas” denota su armonía. Entre los matices de esta noción Kant incluye la concepción de la “armonía preestablecida” de Leibniz: armonía de alma-cuerpo, y armonía entendimiento-sensibilidad que hace posible la armonía hombre-mundo, las cuales según Leibniz, han sido pre-establecidas por Dios. Esto es, en general la tesis de la “armonía preestablecida”.25
En su Respuesta a Eberhard, Kant explica sin ambages la evidencia que la armonía de la sensibilidad con el entendimiento, es la que hace posible el conocimiento de las leyes universales de la naturaleza, porque sin ella no habría experiencia posible.
En última instancia, las múltiples leyes de la naturaleza funcionan como leyes y se pueden establecer porque coinciden exactamente “como sí”, als ob, la naturaleza se adecuara a las funciones de conocimiento.26
La decisiva noción leibniziana de “armonía preestablecida”, que es una noción metafísica se convierte en una “suposición trascendental” en la filosofía crítica. Un supuesto anclado en la fundamental filosofía del “como si”, als ob.
En la K.U se despliega este supuesto cardinal para la filosofía crítica.27
El principio sine qua non de la relación hombre- mundo, sujeto-objeto, que es el principio de la finalidad formal de la naturaleza, establecido como suposición trascendental, als ob, como si. Kant lo enuncia así:
Este principio no puede ser otro que: como las leyes generales de la naturaleza tienen su principio en nuestro entendimiento que las prescribe a la naturaleza… deben ser consideradas según una unidad tal, como si un entendimiento (aunque no fuera el nuestro) él al propósito, al fin de nuestra capacidad de conocimiento, para hacer posible un sistema de la experiencia según leyes especiales de la naturaleza. … Esta Idea del principio sirve para reflexionar, no para determinar; antes bien esta facultad se da una ley a sí misma pero no a la naturaleza.28
En la Introducción a la Crítica de la Facultad de Juzgar Kant establece este principio pilar de su pensamiento, que incluye varias aserciones claves.
En primer lugar: es decisivo tener presente que las leyes generales de la naturaleza tienen su fundamento en nuestro entendimiento, que las prescribe a la naturaleza.
En la Segunda Introducción de la K.r.V, Kant reivindica a Galileo y a Francis Bacon como los dos referentes necesarios para comprender los avances revolucionarios de la física. Sin embargo se distancia de ellos.
No se trata de leer las leyes en la naturaleza, la tradición que en este punto puede expresarse en la fórmula de Galileo: “El libro de la naturaleza está escrito en caracteres matemáticos”. Tampoco implica simplificar la tesis de Francis Bacon: “A la naturaleza no se la vence sino obedeciéndola”. Porque Bacon es a quien Kant tiene muy presente, véase el epígrafe de la K.r.V y las múltiples referencias a lo largo de su obra. Sin ir más lejos En la Antropología leemos: “Bacon de Verulam ha dado en su Organon un ejemplo impactante de la manera cómo la experiencia puede descubrir la naturaleza escondida de las cosas”.29
Kant sostiene que la razón “como un juez le obliga a la naturaleza a responder a los principios racionales, en vez de ser la naturaleza quien los imponga al sujeto”.
En fin, según Kant las leyes de la naturaleza son efectivamente leyes, porque el cartabón de la experiencia, según Kant como según F. Bacon y Galileo verifica que los fenómenos se comportan como el sujeto legislador propone en sus principios.30
En segundo lugar, el enunciado del principio que estamos analizando introduce un giro que trastoca toda la tradición filosófica anterior, lo cual no es poco decir. El Principio asienta que las leyes empíricas generales deben considerarse como si, als ob, un Entendimiento que no fuera el nuestro las hubiera dado como fin a nuestras facultades de conocimiento.31
De tal modo la expresión como si, establece de manera radical que la “armonía” de las leyes de la naturaleza con las facultades de conocimiento es un supuesto. Es un supuesto trascendental.
La “armonía preestablecida” de la naturaleza con el hombre, pieza clave del pensamiento de Leibniz, queda convertida en un supuesto, es decir, es preciso presuponer que la naturaleza funciona en armonía con el sujeto epistémico, el hombre en cuanto sujeto de conocimiento.
La armonía preestablecida es una noción metafísica en Leibniz, se afirma para el hombre en sus relaciones de conocimiento con la naturaleza.
Por su parte Kant, asume aquí con claridad indiscutible su postura crítica, previa a toda posible futura metafísica. Noción que Kant en su formulación radical de este principio alude en su tercera aserción.
En tercer lugar, el supuesto de la armonía hombre-naturaleza, sujeto-objeto natural hace posible un “sistema de la experiencia” según leyes especiales.
En cuarto lugar, Kant establece que este principio está al servicio de la Facultad de juzgar reflexionante, esto es, de las operaciones de la Facultad de juzgar que consisten en subsumir lo particular dado en lo general, en la búsqueda de principios universales que rijan su uso, es decir en su función reflexionante.32
Para concluir este punto introduzco la argumentación de mi lectura. Por mi parte he argumentado que la función reflexionante y la función determinante de los juicios es un doble movimiento complementario, en direcciones diferentes: de los datos a sus imágenes, representaciones y de ellas al movimiento de las facultades del sujeto (movimiento centrípeto, función reflexionante) y un movimiento desde las facultades del sujeto hacia sus representaciones, desde las cuales salta a los datos y fenómenos de la exterioridad (movimiento centrífugo), que en el plano estético da lugar a los juicios de lo bello y lo sublime y en el plano epistémico a los juicios determinantes que requieren imperativamente hacer como si la armonía hombre mundo estuviera dada a las facultades epistémicas del sujeto, única vía para hacer posible que el sujeto epistémico se sitúe como juez ante la naturaleza y construya las leyes naturales como relaciones necesarias entre los fenómenos, cuyo último aval será la comprobación empírica de su corrección, en cuanto se verifica que efectivamente así se comportan los fenómenos necesariamente.
Las relaciones hombre-naturaleza tal como quedan establecidas en la K.U atraen la admiración de Goethe a quien la K.r.V había dejado impávido. Goethe afirma:
…vino a mis manos la Crìtica del Juicio y a ésta debo una época muy feliz de mi vida. …las grandes ideas maestras de la obra eran, sin embargo, muy análogas a mi manera de producir, de actuar y de pensar hasta entonces…33
En suma, hemos tendido varios puentes entre la Dissertatio y la filosofía crítica, con el propósito de poner de manifiesto el despliegue y precisión del pensamiento kantiano en su lenta gestación.
La Sección Cuarta de la Dissertatio, termina con una metáfora marina, de este amante experto de la geografía física. Hago énfasis en que la metáfora es inherente al estilo y pensamiento de Kant.34
parece más aconsejable costear el litoral de los conocimientos, otorgados a la mediocridad de nuestro intelecto, que no lanzarse en la alta mar de tales indagaciones místicas, como hizo Malebranche… 35
La metáfora expresa con belleza en lenguaje estético propio de Kant: la importancia de los límites: no cometer la hybris de pretender ir más allá de los límites de la experiencia posible, munidos de un método crítico, sin aventurarse a infundadas especulaciones metafísicas. En espacios solamente imaginarios. En su carta a Alexandre von Beloselsky en 1792 Kant ratifica su temprana metáfora de la Dissertatio con estas palabras, que también incluyen sus metáforas:
Desde hace algunos años me ocupo en limitar las fronteras del saber especulativo en general, al simple dominio de los objetos sensibles, porque después, la razón especulativa, cuando ella se arriesga más allá de estas esferas, cae en los “espacios imaginarios”…dónde no hay más ningún fundamento, ninguna orilla, es decir dónde absolutamente ningún conocimiento es posible para ella.36
La Sección Quinta de la Dissertatio parte del final de la sección cuarta y continúa su concepción del método. El método diseña una investigación crítica propedéutica de la función o facultad del sujeto de la que se trate, comenzando por la sensibilidad, siempre dentro de los límites de la experiencia posible, antes de pretender erigir una metafísica.
En suma, el trayecto es método, crítica, límite, metafísica. Sin embargo, la historia de la filosofía anterior muestra que las diversas escuelas y orientaciones han comenzado por la metafísica, lo cual afirma Kant “debe ser rechazado como sueños de la razón”.37
Peor aún, señala Kant en la Dissertatio: “la temeraria apelación a lo sobrenatural es el comodín del intelecto perezoso”.38
Los “sueños de la razón” quedan retratados en la concepción de E. Swedenborg, que Kant pinta en la obra temprana: Los sueños de un visionario explicado por los sueños de la Metafísica 1766 y cuyo partenaire surge en su obra de vejez: La religión dentro de los límites de la simple razón de 1793.39
El primer párrafo del Prefacio de la K.r.V de 1871 establece que la razón humana por su propia naturaleza es una razón desgarrada entre su impulso a la trascendencia, y su límite señalado por la experiencia posible.
La razón humana está agobiada por cuestiones que no puede evitar porque su propia naturaleza las crea y no puede resolver porque no están a su alcance... La arena de estas discusiones sin fin es la metafísica.40
Ello lo conduce a la necesidad de establecer un tribunal, en el cuál la Crítica, en términos jurídicos, se ocupa de dirimir la legitimidad de las pretensiones de conocimiento de cada una de las facultades, en sus funciones epistémicas.
En cuanto a la razón, en sentido estricto, ella produce Ideas, (conceptos sin correlato sensible).
La razón, razona, aplicando la lógica binaria kantiana a la lógica aristotélica, podemos separar: las inferencias inmediatas e inferencias mediatas (silogismos).
Los usos de la razón ponen en evidencia según Kant que la razón es “por naturaleza” dialéctica, es decir, sofística: por su propia naturaleza genera paralogismos, sofismas, pseudo razonamientos. Por ello es preciso someterla a un tribunal, introduce el lenguaje jurídico, para determinar la legitimidad de sus usos.
Todo ello implica la noción de razón, en sentido amplio, esto es como la “estructura” de todas las facultades epistémico-ético-estéticas de la subjetividad.
Por mi parte, con base en ello y un minucioso examen del pensamiento de Kant he argumentado y concluido que el pensamiento de Kant decreta el principio del fin del reinado de la razón, por cuanto es necesario poner límites a sus usos, para aceptar sólo los usos legítimos. Entre tanto, otra función va creciendo en la filosofía crítica: la imaginación, que termina por ser una conditio sine qua non para el desarrollo de la crítica en general.41
Renglones más abajo en la Dissertatio Kant describe el estado de la metafísica con la metáfora mítica de Sísifo, con la cual niega el progreso de la metafísica tal como se construyó hasta ese entonces:
por esto no es extraño que los que se ocupan con esta investigación (la metafísica), dando vueltas eternamente a su piedra de Sísifo, parezca que hasta ahora han logrado hacer algún progreso”.42
Esta certeza engrana con el pasaje citado que remata con esa multicitada bella metáfora, con la cual cierra su descripción del estado de los conocimientos en su tiempo: “la arena de estas discusiones sin fin es la metafísica”.
Llegados al Canon de la Razón pura Kant reitera una vez más su tesis: “la razón por inclinación de su naturaleza es impulsada a ir más allá del uso empírico, a arriesgarse más allá de todo conocimiento en un uso puro… y no halla sosiego hasta que… se encuentra en un todo sistemático absoluto.43
IV
¿Cómo evitar estas transgresiones epistémicas que traban el conocimiento como tal?
Como expresamos en el parágrafo I, la Dissertatio, evoca a Platón en la denotación de dos mundos: mundo sensible y mundo inteligible. Sin embargo el tránsito del mundo sensible, al mundo inteligible es problemático en Platón. El mundo inteligible se inaugura con la geometría para alcanzar por intuición los Eidos, modelos inteligibles, prototipos. Los Eidos que son figuras, formas inteligibles, “lo visto”, se aprehenden por intuición intelectual.44
En la Dissertatio la huella de Platón está presente, pero Kant diseña la separación de ambos mundos, mediante la introducción de límites entre las operaciones inherentes a cada una de las facultades del conocimiento, por ahora en el pensamiento de Kant: sensibilidad y el entendimiento.
La sensibilidad es la facultad que intuye. La intuición es un producto exclusivo de la sensibilidad. Kant limita la intuición a su sentido etimológico intuir significa “ver”, en sentido amplio sólo la sensibilidad puede “ver” es decir, intuir. De este modo Kant descarta otras nociones de intuición, entre ellas, explícitamente, la noción de intuición inteligible de Platón.
Esta neta dicotomía entre sensibilidad y entendimiento ha promovido una crítica acerba de Hegel, quien en su capítulo sobre Kant, en las Lecciones sobre la Historia de la Filosofía afirma que “en Kant el entendimiento pensante y la sensibilidad son factores especiales, que sólo se combinan de un modo externo, superficial, como un pedazo de madera y un hueso atados con una cuerda”.45
Esta concepción deja en evidencia el papel fundamental de la sensibilidad en el pensamiento de Kant, en cuanto recepción de los impactos sensoriales de la exterioridad y asimismo de las propias sensaciones en el yo psicológico, empírico.
Razonemos por el absurdo, sin sensibilidad no es posible conocer, puesto que sólo es cognoscible lo que entra en los límites de la experiencia posible. La construcción de la experiencia posible comienza con la experiencia fáctica, empírica, que la sensibilidad hace posible.
Kant comienza desde ya a esbozar la dicotomía empírico-a priori, en cuanto formas, funciones puras de las distintas facultades. En el uso de las facultades en general, y en este caso de la sensibilidad, los datos empíricos son organizados, sintetizados por las formas puras espacio y tiempo. De tal modo que el caótico impacto de sensaciones se ordena espacial y temporalmente.
La Psicología de raigambre wolffiana que subyace en el pensamiento kantiano es la que establece en la psique tres grupos de funciones: intelectuales, volitivas y afectivas. A cada una de ellas dedica cada una de sus Críticas. Las funciones intelectuales son sometidas a minuciosa disección en la Crítica de la razón pura. La voluntad, con matices de afectividad es objeto de la Crítica de la razón práctica, la afectividad es estudiada en la Crítica de la Facultad de Juzgar. Ello no significa en absoluto que nuestro filósofo profese un psicologismo sino que Kant establece los usos trascendentales de todas las facultades como la piedra de toque de su filosofía crítica.
En los parágrafos siguientes Kant se detiene a refutar una falacia muy frecuente que, en otro orden de cosas, prevalece como articulación del argumento ontológico de la existencia de Dios, falacia consistente en la confusión intellectus et rei. Es preciso siempre ir a las fuentes y ahora recordar la célebre formulación del argumento ontológico de San Anselmo:
El insensato tiene que convenir en que tiene en su espíritu la idea de un ser por encima del cual no se puede imaginar ninguna otra cosa mayor. … Este objeto del cual no se puede concebir nada mayor no existe en la inteligencia solamente, porque si así fuera, se podría por lo menos suponer que existe también en la realidad, nueva condición que haría a un ser mayor que aquel que no tiene existencia más que en el puro y simple pensamiento.46
En suma, tenemos la idea de un ser por encima del cual no es posible imaginar otro mayor, por lo tanto debe existir. No es posible sostiene Anselmo imaginar que Dios no exista. Después complementa su argumento mediante el recurso de la noción de perfección como atributo de Dios. No sería perfecto si no existiera. Posteriormente Santo Tomás, Descartes, Leibniz, Kant y Hegel, entre otros, asumen diversas posturas acerca del argumento ontológico anselmiano.
En la Dissertatio Kant afirma que la falacia de este razonamiento consiste en saltar de la posibilidad de intuir algo, a afirmar la posibilidad del objeto mismo intuido.47
Este tema es retomado en profundidad y extensión en la Crítica de la Razón Pura analiza “los argumentos de la razón especulativa para inferir la existencia de un ente supremo” y plantea “la imposibilidad de una demostración ontológica de la existencia de Dios”. El concepto de Dios, es posible, no es contradictorio. Pero su posibilidad lógica no asegura ni demuestra su posibilidad real. Es decir, Kant señala la invalidez del salto del pensamiento (intellectus) a la cosa (res), porque precisamente por ser una idea, carece de correlato sensible, por ende no puede ensanchar el conocimiento.48
V
¿Cómo engranar la Sensibilidad con los impactos sensoriales de la exterioridad?
En este contexto Kant esgrime lo que llama “principio de conveniencia”, que funciona como si fuera un axioma, sin cuyo supuesto no podría plasmarse ningún juicio de un objeto dado. “Suponemos que en el universo todo se hace según un plan dado”, únicas bases que hacen posible los juicios acerca de la exterioridad.49
Acerca de la materia, acepta su existencia con base en el sentido común, y de ella sostiene el principio de Lavoisier que “nada se crea, nada se destruye sino que todo se transforma”, y sostiene que las transformaciones sólo atañen a la forma que asumen esos cambios.
Finalmente concluye con su certidumbre que si el método “alguna vez llega a ser redactado con todo detalle, después de una cuidadosa indagación, llenará el lugar de una ciencia propedéutica de inmenso provecho para cuantos intenten penetrar en los más íntimos entresijos de la Metafísica”.50
He aquí su proyecto de vida: la construcción de las Tres Críticas como propedéutica para su futuro sistema de metafísica que la muerte le impide erigir.
VI
¿Cuál es el esbozo temprano de este pilar del pensamiento crítico kantiano?
En la carta a Lambert ya citada, Kant lo formula así:
Las leyes generales de la sensibilidad juegan sin duda un gran rol en metafísica, dónde todo depende, sin embargo de conceptos y principios que pertenecen a la razón pura. Parece que una ciencia particular, aunque simplemente negativa (phaenomenologia generalis) debe preceder a la metafísica; los principios de la sensibilidad verán allí fijar su validez y sus límites… tal disciplina propedéutica, que preserva la metafísica…se dejará fácilmente llevar sin grandes esfuerzos hasta un uso extenso y hasta la evidencia.51
He aquí esta primitiva certidumbre de lo que todo el pensamiento kantiano posterior no es sino su despliegue, precisión y depuración de la filosofía dogmática aún presente en la Dissertatio. Esta certidumbre es la filosofía crítica entendida como una propedéutica al futuro Sistema cuya construcción quedó trunca por la muerte de nuestro filósofo.
El genio de la sensatez y su proverbial modestia concibe su obra sólo como una propedéutica, una fenomenología que avanza por síntesis regresivas, de lo empírico a lo a priori, de los productos de las facultades a sus fuentes, una suerte de genealogía.52
Sin embargo, en la Dissertatio, se destila sin prisa su futura filosofía crítica y separa por “decantación” lo empírico de lo a priori, y sienta las bases firmes de toda su obra posterior. En ella se pone de manifiesto lo que Kant afirma en la K.p.V respecto de la filosofía práctica pero cuyos alcances atañen a toda la filosofía crítica consistente en:
un procedimiento similar al de la química, el de la separación de lo empírico y lo racional. … En una palabra, la ciencia (buscada con crítica y conducida con método) es la puerta angosta que conduce a la teoría de la sabiduría…ciencia cuya guardiana debe ser siempre la filosofía…53
Deseo poner énfasis en esta noción de la filosofía como guardiana de la sabiduría. Kant abre una puerta a la filosofía, que no se agota en sí misma, sino que puede prolongarse en el horizonte de la sabiduría.
Efectivamente el método crítico procede por un proceso químico de separación de elementos, lo que en física son los procesos de decantación: separación de los usos empíricos y los usos a priori de cada una de las facultades epistémicas del sujeto: sensibilidad, entendimiento, imaginación, facultad de juzgar, razón en sentido acotado.
La función (facultad) de la sensibilidad recibe impactos, con los cuales produce intuiciones. Es preciso decantar las intuiciones empíricas de las intuiciones, formas, puras a priori: espacio y tiempo.
El entendimiento produce conceptos, que en la perspectiva binaria kantiana se separan en: empíricos y a priori, es decir, las categorías.
En su pensamiento subyace la lógica aristotélica: conceptos, juicios, razonamientos en los que Kant separa por decantación las operaciones empíricas de las funciones a priori.
VII
¿Qué papeles juega la imaginación en el pensamiento de Kant?
En la Dissertatio, la imaginación es mencionada de manera esporádica y es aquí una facultad que produce irrealidad, fantasías, disfraza los conocimientos y aleja de ellos. Kant le asigna un papel secundario, usos del sentido vulgar del término, que no proceden de estudios profundos de la imaginación, ni de las imágenes, ni de los imaginarios, constelaciones de imágenes construidas por la imaginación humana. Parece más próximo a la “imaginación como la loca de la casa”.
En la Primera Sección, introduce el término respecto de una noción de mundo que él descarta: “impropiamente llamado mundo, a no ser tal vez considerándolo como imaginario”.54
En cuanto al tiempo declara que “el tiempo en sí un ente imaginario”.55
En la IV Sección distingue entre “el todo mundano que merece ser llamado real, no ideal o imaginario”.56
En la V Sección, introduce una nota a pie en la cuál de manera explícita sale a luz que esta facultad aún no ha sido vislumbrada para la filosofía crítica. En esta nota rechaza varios prejuicios respecto del espacio y el tiempo, y uno de ellos no es más que:
un espejismo de la fantasía”. … aquellos cuyos conceptos son más crasos están firmemente atados a esta ley de la imaginación, sin embargo aún ellos mismos verán fácilmente que esto sólo pertenece al esfuerzo de la fantasía por esbozar una imagen de las cosas, pero no a las condiciones de su existencia.57
En el intervalo entre la Dissertatio y la K.r.V de 1781 estas nociones de la imaginación, sumergidas en la bruma conceptual pre-crítica, se van liberando de ese papel de “malas compañías” del conocimiento auténtico.
La imaginación va ganando protagonismo en el desenvolvimiento del pensamiento de Kant, hasta asumir un papel protagónico ineludible, a partir de la K.r.V. en adelante.
La imaginación es una protagonista sine qua non de la filosofía crítica. Sin ella la K.r.V hubiera abortado. Cito la aserción repetida cientos de veces porque es capital: “pensamientos sin contenido son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas”.58
En las operaciones de la imaginación Kant establece la dicotomía fundamental en la filosofía crítica: sus usos empíricos, y sus operaciones a priori. Ella produce imágenes, pero sus usos a priori constituyen los schemas trascendentales.
La imaginación empírica y el esquematismo son las operaciones que hacen posible dotar de mirada a las intuiciones y de contenidos a los conceptos. Mucho más aún, Kant sostiene enfáticamente que “la experiencia sólo es posible por medio de la función trascendental de la imaginación”.59
El análisis de la función trascendental de la imaginación, se concentra en el capítulo sobre el schematismo de los conceptos puros del entendimiento.60
Al respecto pongo énfasis especial en que la acción de juzgar, es aún una de las operaciones del entendimiento. El papel de la imaginación, en relación con la afectividad en cuanto Lust-Unlust, agrado-desagrado, placer-displacer es objeto de la Tercera Crítica, obra en la cual, la acción de juzgar (Urteilskraft) se vuelve una “facultad” propiamente tal.
En la K.U los juicios son el producto de la Facultad de juzgar, que también está sometida a crítica, como lo indica el título de la obra. Aquí los Juicios que según la lógica aristotélica son relaciones enunciativas de conceptos, con su forma [S es P] pasan por el tamiz de la lógica binaria kantiana a manera de separar los juicios empíricos, de los juicios a priori. En este ámbito la filosofía crítica binaria despliega una teoría fundamental: juicios analíticos y sintéticos. Entre ellos, surge una cuestión clave: cómo son posibles los juicios sintéticos a priori.
Propongo leer la primera parte de la K.U, como subdividida en dos partes: la que atañe al espectador del arte, y la segunda parte la que establece su teoría de la creación artística, que Kant denomina: Teoría del genio, anticipando las corrientes románticas inmediatas.
En lo que concierne al espectador en la K.U. la imaginación vuelve a jugar un papel principal en lo Bello como goce (Lust) del libre juego armónico de imaginación con entendimiento ante la imagen del objeto x y en lo Sublime, el goce (Lust) de la desarmonía imaginación razón.61
Entre las funciones inherentes de la Facultad de juzgar Kant introduce unos juicios muy peculiares, pues se arman sin conceptos, y ellos son el juicio de lo bello [Esto es bello] y el juicio de lo sublime [Esto es sublime].62
En lo que respecta al artista, el creador en el arte, Kant afirma que él crea la regla del arte, crea su escuela, su corriente. En su subjetividad la imaginación es “la reina de las Facultades” (evoco a Baudelaire). Ella puede crear Ideas, únicas Ideas que no proceden de la razón.63
Conclusión
La conclusión es mi propuesta para pensar con Kant, a partir de Kant para reflexionar más allá de él, con base en su pensamiento.
La filosofía crítica de Kant produce una revolución sin parangón en la historia de la Filosofía de occidente. Ha transformado radicalmente toda la historia de la filosofía anterior y posterior. Indiscutiblemente su aporte es un gran parteaguas de la historia, antes de Kant, después de Kant.
1. Pensamiento holístico. Primero, es preciso abordar el pensamiento global de Kant, porque es un inmenso encaje finamente tejido.
Demás está declarar que en los límites de esta comunicación sería desmedido pretender haber recorrido y denotado esa totalidad. He dejado deliberadamente de lado, entre otros, el campo práctico en el cuál la revolución kantiana ha sembrado semillas fundamentales.
Schiller en su Sobre la gracia y la dignidad (1793), desde su perspectiva estética romántica, nacida en gran medida del pensamiento del Maestro, con acierto señala:
Así como tenía a la vista la moral de su tiempo, tanto en el sistema como en la práctica, así por una parte debió ofenderle el grosero materialismo en los principios morales que la complacencia indigna de los filósofos había ofrecido como almohada al relajado carácter de la época… Dirigió por lo tanto la mayor fuerza de sus razones hacia dónde más declarado era el peligro y más urgente la reforma.64
No obstante más adelante dirige severas críticas a la dureza del deber y la ética kantiana. La respuesta de Kant (antes de 1794) es escueta pero contundente:
Si todos los hombres cumpliesen gustosa y voluntariamente la ley moral, tal como la razón la contiene como norma, entonces el deber no existiría para nada.65
Su revolución en la ética parte de tesis cardinales: la noción de la voluntad humana, la que por no ser santa, necesita ser orientada por la brújula del imperativo categórico, que en última instancia es una manera de hacer pensable la convivencia social y la naturaleza humana, madera retorcida que muestra una insociable sociabilidad, y siempre se necesita de un señor. Kant piensa su ética como antídoto a las costumbres disolutas de su tiempo, como medicina para pretender una vida humana digna y libre. Es una ética de la libertad.66
La obra que nos ocupa, la Dissertatio, se integra en el tejido conceptual kantiano. En esta obra tan significativa, pues el pensamiento kantiano comienza a soltar sus amarras de la tradición, puse en evidencia algunos nexos con su filosofía crítica teórica posterior.
Más aún, considero fundamental afinar con precisión el tema de los nexos, los vínculos de las ciencias empíricas con la filosofía crítica en general.
Un breve pasaje de la K.r.V. da la clave:
No tomamos de la experiencia más que lo necesario para darnos un objeto, en parte del sentido externo en parte del sentido interno. Lo primero sucede por medio del mero concepto de materia (extensión inerte impenetrable), lo segundo por medio del ente pensante, (en la representación empírica interna: yo pienso).67
Ello es posible, como todo conocimiento humano de cualquier tiempo y cualquier espacio, gracias a la síntesis última o primera de la apercepción, el yo pienso como síntesis que hace posible la experiencia. Hace posible la relación del sujeto epistémico consigo mismo como objeto de conocimiento, es la respuesta crítica al problema (¿aporía?) metafísico de las relaciones alma-cuerpo. Además, al hacer posible la experiencia, tiende un puente a la exterioridad, para su determinación, juicios determinantes, epistémicos, y para la reflexión, juicios reflexionantes estéticos, que culminan con los juicios ético-estéticos de lo sublime.68
Aún es necesario algo más, que haga posible la relación del sujeto epistémico-ético-estético con la exterioridad, con el objeto exterior, la materia de los fenómenos. La materia que Kant considera una “extensión inerte impenetrable”.69
Lo que hace posible esta relación sujeto-objeto es el principio de la finalidad formal de la naturaleza, la suposición trascendental, la decisiva concepción del como si que hace posible la reflexión sobre los objetos (juicios reflexionantes) Como vimos es la metamorfosis de la noción leibniziana de armonía preestablecida para responder a la pregunta por qué hace posible las relaciones hombre-mundo.70
En términos precisos desparramados en la obra de Kant que en lo que sigue enhebro textualmente, Kant afirma que su pensamiento es una fenomenología, en cuanto descripción de los fenómenos, la manera como aparecen las facultades a los ojos del sujeto; una genealogía como una suerte de arqueología, síntesis regresiva, reductiva, en la cual como el químico se en el decanta, se separa los usos empíricos de las formas funcionales a priori; a modo de describir la fisiología de la subjetividad, sus usos o funcionamientos; y cuyas formas móviles se arman en una arquitectónica. La postura crítica es la propedéutica para el sistema futuro de la metafísica inmanente a construir. Por ende sin duda es un pensamiento procesal holístico.
Todo lo anterior es el fundamento del primer punto de mi conclusión derivado del desarrollo del presente texto, la cual apunta a asumir el pensamiento de Kant como una totalidad.
Se ratifica en gran medida por su concepción de la arquitectónica de la razón, razón aquí entendida en sentido amplio. Los conocimientos no pueden ser “una rapsodia”, no son un simple agregado, sino que se ensamblan en una estructura arquitectónica o arte de los sistemas.71
A mi juicio, la arquitectónica del pensamiento kantiano es una estructura móvil, la que como un móvil de Calder, va presentando diversas figuras. Esto porque en el pensamiento de Kant no hay nada fijo, quieto, inmóvil, desde la indefinida pluralidad desordenada de los impactos sensibles hasta el yo pienso, son síntesis regresivas, reductivas, realizadas por las funciones epistémicas en sus operaciones empíricas y a priori, hasta llegar a la síntesis última o primera de la apercepción trascendental. Uniendo las dos puntas del compás, es ella, el sujeto trascendental quien hace posible la experiencia, cuyos límites también son móviles, pues es la experiencia no de facto, sino el horizonte de posibilidades empíricas.
2. Segundo punto de la conclusión. Algunos nexos de las Ciencias empíricas con filosofía crítica teórica. Efectivamente en el pensamiento de Kant todos los hilos se tejen sin desgarraduras. No hay más que evocar una casi imperceptible nota a pie de su autor en la Antropología (1798), donde nos informa que:
Cuando primero libremente y después por obligación docente me he ocupado de filosofía pura, he dado durante unos treinta años dos cursos que tenían por fin el conocimiento del mundo: (en invierno) la Antropología y (en verano) la Geografía física.72
Pero esos cursos de Antropología y Geografía, entre otras ciencias cuya erudición abarca, no son en absoluto simples divertimentos.
El conocimiento del mundo
Kant concentra su interés por la historia, en una serie de escritos estos sí muy difundidos, donde establece una perspectiva innovadora, en sus análisis de la Revolución francesa que sigue día a día (1789), en su Idea de una historia universal en sentido cosmopolita (1784) donde además asume tesis antropológicas fundamentales acerca del hombre y en su obra sobre la Paz perpetua.
Kant pedagogo traza los lineamientos de una pedagogía muy humana basándose en sus agudas observaciones psicológicas de la infancia, sin duda recogidas en su proximidad con los niños y adolescentes durante sus años como Privat Docent.
Kant astrónomo y cosmógrafo lanza simultáneamente con Laplace la teoría de la nebulosa original. Sostiene la existencia de otros mundos, y de otros mundos habitados.
Kant antropólogo sin haber salido de Königsberg y sin internet conoce de manera sorprendente los seres humanos en sus culturas en Europa, Asia, África y América. Traza sus tipologías y un estudio de las mentalidades, anticipándose una vez más a ciencias aún no existentes en su tiempo. Sin olvidar su estudio sobre El origen presunto de la historia humana (1786).
Kant geógrafo experto concentra su sabiduría al respecto de las ciencias de la tierra en una pequeña gran obra, la Geografía física, arrumbada porque sería una “obra menor”, no obstante su riqueza y su vigencia esenciales.
Kant otorga un amplio terreno a la geografía, la cual implica diversas áreas tales como la Geografía física, que se ocupa de los conocimientos de la naturaleza; la geografía matemática, que corresponde a la cosmografía; la geografía moral, que trata de las morales en las costumbres; la geografía política que enfoca fundamentalmente la relación de las instituciones políticas sobre todo, pero no exclusivamente, con la geografía física; la geografía económica y finalmente la geografía teológica, que vincula las instituciones religiosas con las condiciones geográficas.73
Aún más, Kant considera que la geografía cumple un papel pedagógico fundamental.
Este breve registro demuestra que la geografía, lejos de ocupar el lugar secundario de una ciencia amena y popular, por el contrario, ocupa un lugar importante en el pensamiento holístico kantiano.
Nuestro geógrafo toma distancia de Linneo, quien propone un sistema de la naturaleza, en el cual se clasifican los seres según sus diferencias específicas, sus caracteres propios de los géneros y especies.
Kant considera que este sistema no considera que es preciso estudiar los seres en sus lugares donde viven y sus épocas. De este modo, las ciencias geográficas implican el espacio y el tiempo. Así como la geografía privilegia el espacio, así la historia es según nuestro filósofo “geografía continua”.74
La pregunta en particular es: ¿cómo se tienden los puentes entre la geografía y la filosofía crítica teórica?
La respuesta está dada en todo lo anterior, y la Dissertatio hace su aportación fundamental, por cuanto pone en evidencia la importancia cardinal de espacio y tiempo.
La respuesta está implícita en la propia noción de Geografía física y de Antropología pragmática según Kant. Esto es, gracias a que el ser humano está equipado con la acción universal de la sensibilidad de espacializar y temporalizar, gracias a estas formas funcionales a priori, es posible la Geografía y la Antropología, y todas las ciencias del mundo.
En fin, espacio-tiempos astronómicos, geológicos: normalmente tiempos largos, cuyos ritmos son alterados por catástrofes naturales, tales como tsunamis, temblores de tierra, tornados, erupciones volcánicas, entre otros, así como cambios climáticos provocados en buena medida por las conductas destructoras de la especie, derivadas de los egoísmos ciegos, enfermizos, que rigen los intereses financieros. Todo lo cual afecta los espacio-tiempos histórico-sociales: compuestos por periodos de menor duración, en los que habita la especie humana, constructora de las culturas en que transcurren esos tiempos histórico-sociales. En todos estos espacio-tiempos transcurren los tiempos personales, individuales. Tiempos además multiplicados de manera exponencial indeterminable, porque cada individuo, habita en sus propios intransferibles espacio-tiempos imaginarios propios, con los cuales camina por el mundo.75
Notas
1. I.Kant, Correspondance, Paris, Gallimard, 1991. Lettre à J.H.Lambert, 2 septiembre, 1770, p.69. Las traducciones son mías.
2. Dissertatio de 1770, Sobre la forma y los principios del mundo sensible e inteligible. Madrid, Ediciones Encuentro Bilingüe, latín-español, trad. Ramón Ceñal, S.J., 2014.
3. Op.cit Lettre de J.G.Fichte, 17 (?) junio 1794,
p. 608.
4. Platón, Oeuvres Complètes, (2 Vol). Paris, Gallimard, 1950. Cfr. vol I., La République, Livre VI, 509e-514.
5. Kant´s gesammelte Schriften, Königlich Preussilchen Akademie der Wissenschaften, Bd 3, K.r.V.1787. Berlin, Georg Reimer,1911, Vorrede S. 11-13. En adelante A.A.
6. A.A.Bd. 8. Berlin- Leipzig, Walter Grunter,1928 Uber eine Entdeckung nach der reinen Vernunft durch eine ältere entbehrlich gemacht werden soll, S.197, S. 226-227. Kant, Por qué no es inútil una nueva crítica de la razón pura. Respuesta a Eberard, Madrid, SARPE, 1984, II, p.98-99. Sur une découverte selon laquelle toute nouvelle critique de la raison pure serait rendue superflue par une plus ancienne. Réponse a Eberhard, Paris, Vrin 1959, II p.78.
7. Op.cit, Bd. 3, K.r.V (1787), Methodenlehre. Die Geschichte der reinen Vernunft, S. 552.
8. Dissertatio, I, 1, p. 45.
9. Ídem. p 55.
10. Kant, Pensamientos sobre la verdadera evaluación de las fuerzas vivas, Madrid, Editorial Reus, 1921.
11. Dissertatio, III, p. 81, y 15, p. 91.
12. A.A,Bd.3, Anhang zur transcendentalen Dialektik, S. 439
13. Dissertatio.II, 6, p.5. El subrayado es mío. Esta misma metáfora es empleada por Wittgenstein cuando afirma: “algunas veces es necesario sacar una expresión del lenguaje y mandarla a limpiar-después se la puede volver a poner en circulación”. Observaciones, Mèxico, Siglo XXI, 1981, p. 76.
14. Dissertatio, IV, 4, p. 61.
15. A. A, Bonner-Kant-Korpus, Bd 4, K.r.V (1781),3.Deducción trascendental de los conceptos puros intelectuales (A). He analizado este punto en mi artículo: El misterio construido, Costa Rica, Revista de Filosofía de la U de Costa Rica, XXXII, 1994, p. 103 a 107. Homo Imaginans, vol.II, México, FFyL, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2017, https://lafuente.buap.mx Homo Imaginans.
16. Dissertatio, III, 14, p. 81.
17. Íd. p. 83, p. 85.
18. Íd p. 87.
19. I. Newton, Principios matemáticos de la filosofía natural , Madrid, Alianza Editorial, 1998. Newton establece las nociones de espacio y tiempo absolutos, como independientes, inalterables, sustancias inmateriales.
20. A.A, Bd 2, Von dem ersten Grunde des unterschiedes der Gegendem im Raume. 1768. Opúsculos de filosofía natural, Madrid, Alianza Editorial, 1992, Del primer fundamento de la diferencia de las regiones del espacio, p. 167-177.
21. A.A, Bd 7, Berlin, Georg Reimer,1917, Anthropologie, I, 7, n.S. 140-141. Anthropologie, Paris, Vrin, 1979, I, 7, p. 27.
22. Id.
23. A.A Id., S. 143., Anthropologie, id., p. 29. Los subrayados son míos.
24. Dissertatio, IV, 16, p. 101.
25. G.W. Leibniz, La monadologie 1714, Paris, Librairie Delagrave, 1983, 80, p. 185. Además, Confessio Philosophi La profession de foi du philosophe, Paris, Vrin, 1993, p. 45, p. 49.
26. AA, Bd 8,.2, III, 25, p. 249-250.
27. A.A Bd.5, Berlin, Georg Reimer, 1913 K.U. Einleitung, IV y V.
28. A.A, Bd.5, K.U. Einleitung, IV, XXVII-XXVIII, S. 180.
29. Anthropologie, p. 88.
30. A.A, Bd 3, K.r.V,1787, Vorrede 7, 10. M.N.Lapoujade, Bacon y Descartes. De la coincidencia de los opuestos. México, FFyL.Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2002., cap I: Kant, p. 94-101. He investigado el tema in extenso en Galileo y la relación Bacon-Kant.
31. Hans Vaihinger, Die Philosophie des als ob.System der theoretischen, praktischen und religiösen Fiktionen der Menscheit auf Grund eines idealistischen Positivismus. Berlin, Reuther und Reichardt, 1913. Fuente ineludible para la filosofía del como sí.
32. A.A, Bd.5, K.U., Einleitung IV, S.180-184.
33. J. W. von Goethe, Influencias de la filosofía reciente (1820), en F. Schiller, Sobre la gracia y la dignidad. Sobre poesía ingenua y sentimental y una polémica Kant, Schiller, Goethe, Hegel. Barcelona, Icaria, 1985, p. 210-212.
34. María Noel Lapoujade, Imaginación y Metáfora: Kant de otro modo, en Homo Imaginans, vol.II, cap.1: Kant, 2017 México, p. 294-303. https://lafuente.buap.mx Homo Imaginans.
35. Dissertatio, p. 111.
36. Correspondance, Lettre à A. von Beloselsky, été 1792.
37. Dissertatio, V, p. 115.
38. Op cit., V, p. 133.
39. Kant, Traüme eines Geistersehers erläutet dur Träume der Metaphysik 1766. Die Religion Innerhalb der Grenzen der blossen Vernunft, 1793.
40. Bonner-Kant-Korpus, AA Bd. 4 K.r.V 1781, Vorrede S. 7.
41. María Noel Lapoujade, Filosofía de la imaginación, México, Siglo XXI, 1988, Cap I, p. 23-25.
42. Dissertatio, V. p. 115.
43. Bonner-Kant-Korpus, AA Bd.3 K.r.V 1787, II, I, 518.
44. Platon, Oeuvres complètes.Paris, Gallimard, 1960, 2 vol. La República libro IV. Timeo, 52,53,54.
45. G.W. Hegel, Lecciones sobre la historia de la filosofía. México, F.C.E. 1981, vol 3, p. 431.
46. San Anselmo, Obras Completas, Madrid, BAC, 1952, vol. I, Proslogio, cap II, p. 367.
47. Dissertatio, V, 26-29 p. 129-132.
48. A.A.Bd.3, Buch II, Abs. 4, 5, S. 397-403.
49. Op.cit., V, 30, p. 133.
50. Íd. p. 135.
51. Correspondance, Paris, 1991, Lettre à Lambert 1770, p. 70-71.
52. María Noel Lapoujade, La noción de síntesis en el pensamiento kantiano y su función en la estética. México, FF y L. UNAM. 1982. p. 177-189 y Homo Imaginans, vol. II, México, 2017, Parte II, Kant, p. 83-294, p. 159-173. Filosofia de la imaginación, México, 1988, cap I, IV,. p 63-67.
53. A:A, Bd.5, K.p.V., Beschluss, S. 291-292 y K.p.V. Frankfurt, Suhrkamp, 1982, 7 S. 292.
54. Dissertatio, I,.2, p. 51.
55. Op.cit,, III, 15, p. 92.
56. Idem, IV. 17, p. 103.
57. Id. V. 27, n.9, p. 121.
58. AA, Bd.7, 2, S. 75.
59. Bonner-Kant-Korpus, A.A.Bd 4,K.r.V 1781, S. 95-96, 33-37.
60. María Noel Lapoujade, Filosofía de la imaginación, México, Siglo XXI, 1988, cap I, p. 63-101.
61. K.U., En el presente estudio me centro en la Primera Parte: La Crítica de la Facultad de juzgar estética. Omito la Segunda parte. Crítica de la Facultad de Juzgar teleológica.
62. M.N.Lapoujade, Kant-Proust, une rencontre esthétique, en Kant und Frankreich, Kant et la France, Kant-Proust, une rencontre esthétique, en Kant und Frankreich, Kant et la France, Georg Olms Verlag, Hildesheim, Zurich, New York, Georg Olms, 2005, p. 157-167.
63. María Noel Lapoujade, Idem.
64. F. Schiller, Sobre la gracia y la dignidad, Barcelona, Icaria, 1985, p. 42.
65. BonnerKant-Korpus, AA, Bd.23 I, p. 98-101. “Sobre el tratado de Schiller de la gracia y la dignidad”, Barcelona, 1985, p. 165.
66. A.A, Bd. 4, Grundlegung zur Methaphysik der Sitten. Bd.V, K.p.V; Idee zu einer allgemeinen Geschichte in weltbuergerlicher Absicht. Bd. 7, K.U. María Noel Lapoujade, Filosofía de la imaginación, 1988, VII, p. 229-236.
67. A.A, Bd 3., K.r.V 1787. Methodenlehre III, S. 547-548.
68. Idem. K.r.V, 1787, Die Transcendentale Analytik, I, 3; II, 2, A, B.
María Noel Lapoujade La noción de síntesis en el pensamiento kantiano y su función en la estética, México 1982. p 177-189. La revolución kantiana acerca del sujeto (Problemática del yo puro). Costa Rica, Revista de Filosofia de la Universidad de Costa Rica, 1992, p. 125-134. Homo Imaginans, México, FFyL, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2017, vol II, p. 294-303. https://lafuente.buap.mx Homo Imaginans.
69. AA Bd.3 K.r.V. 1781, Methodenlehre, Der Kanon der reinen Vernunft, S. 860 y ss.
70. Cfr.supra, p. 3-4.
71. A.A.Bd.3, K.r.V. Der Kanon der reinen Vernunft, S 860 y ss.
72. A.A. Bd.7, Anthropologie, Vorrede, n.S. 122. Anthropologie du point de vue pragmatique, Paris, Vrin, 1979, p. 13.
73. AA, Bd.9, p. 160 y ss.
74. A.A. Bd.9, Berlin u.Leipzig, Walter Grunter, 1923.
75. María Noel Lapoujade, Reflexions et experience en confinement, Reflecții și experiență în izolare, Rumania, Próxima publicacion, Université “1 decembrie 1918” Alba Iulia, 2020.
Bibliografía
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, Homo Imaginans vol II, México, FFyL, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2017, https://lafuente.buap.mx Homo Imaginans.
, Reflexions et experience en confinement, Reflecții și experiență în izolare, Rumania, Université “1 decembrie 1918” Alba Iulia, 2020. Próximo.
María Noel Lapoujade, Montevideo 1942. Doctora en Filosofía por la Universidad de París y también Doctora en Filosofía por la UNAM, México. Posgrado en la Universidad de Heidelberg. Dos Pos-doctorados en la Universidad de Paris 8. Profesora de Tiempo Completo en la FFYL-UNAM 1975-2012. Su obra erige una filosofía original: Filosofía de la imaginación, las imágenes y los imaginarios, desde una perspectiva antropológica-estético-ética-epistemológica, con base en su concepción del Homo Imaginans. Premios en España, México, Uruguay. Incluida en el Biographical Dictionary of Twentieth-Century Philosophers, London-New York, en Identidad, Integración y Creación cultural en América Latina, UNESCO. Incluida en la Enciclopedia electrónica de la filosofía mexicana, México, 2018. Artículos en: en Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela, El Salvador, Costa Rica, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Italia, Bulgaria y Rumania.
Libros: Filosofìa de la Imaginación, México, 1988. Bacon y Descartes. De la coincidencia de los opuestos, México, 2002. La imaginación estética en la mirada de Vermeer, México, 2007. Diálogo con Gaston Bachelard acerca de la Poética, México, 2011. L’imagination esthétique. Le regard de Vermeer, EME éditions- L’Harmattan, Belgique-France, 2017. Homo Imaginans, Ensayos completos, en 4 volúmenes, vol I, 2014, y vol II, 2017, México. Compiladora de Espacios Imaginarios, México 1999, Imagen, Signo y símbolo, Mexico,2000, Tiempos imaginarios :ritmos y ucronías, México,2002
Libro colectivo: Homenaje a María Noel Lapoujade, 70 años de vida, 2012, México, 2018.
Dra. María Noel Lapoujade. 09.06.2020
Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LIX (155), 183-199, Setiembre-Diciembre 2020 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589