George García Quesada
De la serie “Estados del alma” Carlos Roberto Lorenzana
(Técnica mixta, 90x70cm., 2019)
La serie “Estados del Alma”, del artista Carlos Roberto Lorenzana, explora las relaciones entre lo humano – desde la mínima representación de su figura: esqueletos completos o subsistemas de huesos – y objetos que refieren a sus instituciones sociales – principalmente billetes, pero también estampillas postales. Resalta el juego de superficies: los esqueletos aparecen como una impresión sobre una tela vetusta, casi siempre sobre el fondo de colores más o menos difusos que comparte con los impresos – estos últimos planos, a diferencia de las osamentas, las cuales poseen volúmenes. Adicionalmente, aparece otra superficie con quemaduras de plancha, huellas del maltrato de lo artificial sobre su trasfondo: ¿alegoría de los efectos del capitaloceno sobre la naturaleza?
En la obra que reproducimos en la portada de este número, la superficie en la que el esqueleto descansa (¿en paz?) sentado y meditabundo es una obra dentro de la obra, tal y como nos lo indica la firma del autor sobre la tela además de sobre la superficie de la obra en su conjunto. La línea recta roja que pasa sobre las sienes de la calavera enfatiza su apariencia reflexiva a la vez que unifica el cráneo con el fondo compartido con el billete. Con todo, la corporalidad que se nos muestra en el cuadro va más allá de la desnudez que a menudo ha simbolizado un estado presocial; no es siquiera nuda vita, sino vestigio de una vida que ya no está.
A su vez, la bidimensionalidad del billete – símbolo del valor de cambio, casi sobra decir – se impone sin arrugas ni dobleces, incólume, sobre el fondo borroso, flotando por sobre los restos de humanidad en el cuadro. Retomando la formulación heideggeriana, diríamos que la obra nos presenta al humano como un ser-para-la-muerte, pero no porque encare la muerte como su horizonte de futuro sino porque su cuerpo está ya sometido a un mundo social opuesto a la vida. El espacio del cuadro sitúa como protagonista al cuerpo muerto, enfatizando con ello su condición frente a los demás elementos a su alrededor. Es, pues, una crítica humanista de ese mundo que precariza al ser humano y a la naturaleza.
De allí que el contraste entre la osamenta y el billete en la obra enmarca apropiadamente el tema central de este número: el capital, con sus implicaciones sociales y naturales. Un sistema idealizado y abstracto que se enfrenta a cuerpos regidos por otros principios, como materialidades biológicamente irreductibles. Dicho de otro modo, nos habla de un sistema que antepone la ganancia de una pequeña minoría a corto plazo sobre las condiciones más básicas para la reproducción de la vida.
La persona lectora encontrará en este número, además del dossier sobre el capital y la entrevista al doctor Horacio Machado Aráoz en torno a las relaciones entre ecología y capitalismo, la Sección de Cátedras, en esta ocasión a cargo de la Cátedra de Estudios sobre Religiones de la Escuela de Filosofía. Los artículos allí presentan una variedad importante de aproximaciones a su tema, que también pueden relacionarse de varios modos con la serie de Lorenzana y con la obra de portada específicamente. Del mismo modo podríamos poner a dialogar la obra pictórica con la propuesta de la profesora Lapoujade de leer hoy en día a Meister Eckhart.
Por su parte, la sección de artículos de temáticas libres nos ofrece temas diversos, desde lecturas de Spinoza hasta teoría queer. Cerramos el número con una reseña sobre el notable y reciente libro de Ashley Bohrer, Marxism and Intersectionality. Esperamos, pues, que este número sea provechoso para las reflexiones de las personas lectoras.