Helio Gallardo

Franz J. Hinkelammert: La opción político-cultural por los empobrecidos y el deseo de Dios

Resumen: El presente artículo parte de que, actualmente, religiosidades e instituciones religiosas poseen un alcance político determinante en ciertas coyunturas. Se retoma el planteamiento de Hinkelammert según el cual las decisiones políticas emancipadoras ofertadas por referentes religiosos y no religiosos en América Latina contienen serias mistificaciones, siendo la principal El Hombre. Se sostiene que, en lugar de esas mistificaciones, se debe voltear la mirada a los sectores sociales, cuya existencia está garantizada, procurando la opción por los empobrecidos, en cuanto que opción sociohistórica.

Palabras clave: América Latina, Teología de la liberación, ídolos, Hinkelammert, sectores sociales.

Abstract: This article starts from the fact that, currently, religiosities and religious institutions have a determining political impact in certain situations. Hinkelammert’s approach is taken up according to which the emancipatory political decisions offered by religious and non-religious referents in Latin America contain serious mystifications, the idea of Man being the main of them. It argues that, instead of these mystifications, one should look at the social sectors, whose existence is guaranteed, seeking the option for the impoverished, as a sociohistorical option.

Keywords: Latin America, Liberation Theology, idols, Hinkelammert, social sectors.

1.- Solo en función de estereotipos que se hacen pasar por sentido común puede discutirse y negar/rechazar la función política de los sentimientos religiosos y su usual decantación, en las condiciones de existencia latinoamericanas, en instituciones religiosas. No se trata de afirmar que las iglesias, en particular la católica, agoten su sentido en lo político y la política, sino de indicar que religiosidades experimentadas individual y colectivamente e instituciones religiosas (nombradas usualmente como ‘iglesias’) juegan un papel o papeles que, en condiciones específicas, tienen un alcance político que se quiere determinante en coyunturas precisas. Si pueden hacerlo, es porque estas religiosidades hacen parte significativa del sistema de ‘orden’ y de su reproducción. Ejemplo de esto es la incidencia del escrito Libertatis nuntius (Congregación para la Doctrina de la Fe, 1984) en la guerra centroamericana sobredeterminada por la intervención estadounidense en la década de los 80 del siglo pasado. El documento vaticano “congeló” la simpatía por sandinistas y farabundistas que, hasta ese momento, atraían hacia su causa a creyentes religiosos de distintos sectores, laicos y ordenados (lo hacían bajo el manto de una cordialidad difusa respecto a una Teología latinoamericana de la liberación y su opción por los pobres/empobrecidos y el socialismo). Un palmario segundo ejemplo, que linda con lo grotesco, es el apoyo, en 1974, de las principales iglesias evangélicas, vía sus dirigentes, de Chile al golpe militar de 1973. Además de justificar las brutales violaciones de derechos humanos por la existencia de un fantasioso “estado de guerra” sentenciaron: “El pronunciamiento de las Fuerzas Armadas (…) fue la respuesta de Dios a la oración de todos los creyentes que ven en el marxismo la fuerza satánica de las tinieblas en su máxima expresión”. Posteriormente estos sectores protestantes se dividieron en afines al terror de Estado y críticos agudos de él, pero esta división, que habla bien de los segundos, confirma las concurrencias políticas de los sentimientos religiosos en los asuntos ciudadanos y públicos. Un tercer ejemplo se puede dar con la cercana, por centroamericana, Honduras. El golpe de Estado de junio del 2009 (rapto y expulsión del presidente constitucional por sus subordinados, los militares) fue grotescamente negado principalmente para evitar una sanción internacional. Pero encabezó y publicitó esa falsedad absurda el entonces cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Incluso esta autoridad apareció en cadena nacional de televisión, con todas sus vistosidades clericales, en un set producido para él, para amenazar con un “baño de sangre” al presidente derrocado, Juan Manuel Zelaya, si osaba retornar al país. La Conferencia Episcopal de Honduras votó mayoritariamente la sentencia de ausencia de golpe de Estado en Honduras. Uno de sus miembros rechazó la mentira. Un día después el obispo disidente se plegó a la mayoría.

2.- Aunque la amplia y aguda reflexión de Franz J. Hinkelammert no es acogida con fervor excesivo por algunos teólogos profesionales de la Teología latinoamericana de la liberación (ningún artículo suyo figura en Mysterium Liberationis, de Ellacuría y Sobrino, aunque se trata de dos gruesos tomos) conviene recordar que su tesis, la de Hinkelammert, “así en la tierra como en el cielo”, y su inversión: “así como en el cielo, en la tierra”, con la que coincide la crítica de Marx a la religión, prolongada en una crítica de los fetichismos y de los ‘sábados’ (instituciones) que empequeñecen y matan a los seres humanos, contienen un mensaje teológico: “Si deseas efectivamente el Cielo, avísalo con tus testimonios y palabras aquí en esta esta tierra”. Si el Cielo será habitado por prójimos o sus almas (incluye a Dios o su esencia) compórtate como prójimo hoy aquí en la familia, en la economía, en la cultura, en las relaciones internacionales, por hacer cuatro referencias de existencia humana, o sea socio-histórica. O, si se prefiere, política.

2.1.- El punto anterior amerita analizar y discutir el capítulo 9 del libro de Hinkelammert (La maldición que pesa sobre la ley) que está en el centro de estas discusiones. Lleva como título: “A propósito de Clodovis Boff”. Este Boff (n. 1944) es el hermano menor de Leonardo Boff (n. 1938) y fue, con él, uno de los fundadores del Movimiento de TLL. Sin embargo, el encuentro de Aparecida (CELAM, mayo del 2007) y la breve alocución en él del efímero Papa Benedicto XVI, convencieron a Clodovis de que lo único que podía hacerse con esta teología era fumigarla, como una mala hierba. Hinkelammert estima que aquí “fumigar” es sinónimo de “exorcizar”. Es decir, para el imaginario de C. Boff (n. 1944) y otros, el Gran Productor de TLL era el Diablo. Pintoresco y metafísico, por decir lo menos.

3.- Hinkelammert centra su análisis acerca del espectacular vuelco de Clodovis Boff respecto a una TLL que contribuyó a fundar en que ahora este Boff vuelve a aceptar la antiquísima doctrina que sostiene que la institución católica obtiene su legitimidad directamente de Dios (p. 263). Así, una eventual opción por los empobrecidos, fundamento de la TLL, no resulta obligatoria para una institución con carácter divino. Puede prescindir de ella y seguirá siendo una institución absolutamente legítima por su carácter esencial sobrenatural. No importa lo que dice-haga aquí y ahora o siempre sino lo que es. Por su esencia. El criterio para determinar algo así se sigue del tomismo aristotélico o de Platón. La opción por los empobrecidos es, en cambio, enteramente sociohistórica y ha de ser desplazada y reemplazada por una central/axial opción por Cristo: “…de Cristo se va necesariamente al pobre, pero no necesariamente del pobre a Cristo”. En efecto, la opción por los empobrecidos no es monopolio de los cristianos, aunque lo fuera en un principio (por esto se habla de una Buena Nueva), sino también de criterios antropológicos y políticos no-cristianos que la postulan desde sus propias racionalidades socio-históricas o convicciones. En Marx, por ejemplo, la opción por los empobrecidos (explotados sistémicamente) se sigue de una crítica de la Economía Política. Pero este empobrecimiento resulta de tramas sociales. Ella media en el efecto de empobrecimiento. Ciertas o determinadas compasiones o sexualidades (no precisamente de homosexuales) pueden alcanzar asimismo empobrecimientos radicales. Y también pueden causarlo las opulencias materiales. Quienes avisan el infierno (la negación del cielo) podrían ser aquí los millonarios. No se trata de una ironía sino de la seriedad radical con que Hinkelammert piensa lo que dice o escribe. Pese a esta seriedad serena, Hinkelammert cultivó siempre el buen humor. Ahora, también las instituciones religiosas pueden contener y provocar empobrecimientos. El análisis determinaría si se trata de empobrecimientos sistémicos (estructurales) o situacionales.

3.1.- Hinkelammert recuerda su infancia para ilustrar el anterior punto de vista. Una señora lo reclutaba a él y otros niños para recoger las ciruelas ya maduras en sus árboles. Pero les pedía que mientras lo hacían, cantaran. Anota Hinkelammert que los niños se dieron cuenta pronto que la dama les pedía cantar porque mientras lo hacían no podían comer ciruelas. Igual comían, pero menos. La esperanza es que en el cielo se pueda comer y cantar al mismo tiempo. Si no, no se trataría del cielo sino de otra tierra con una autoridad que oculta, o intenta ocultar, lo que es. Pese a la anécdota, que contiene una crítica del Génesis, Hinkelammert se reconocía católico, pero no esperaba que la tierra reprodujera el cielo ni que el cielo reprodujera la tierra que le tocó caminar. Ello no le impidió pensar, decir y testimoniar que en América Latina se requerían revoluciones populares y que ya todos en el cielo, ahí se vería. Conversar y discutir con Dios no sería la menor ni la peor de las tareas. Hablar y luchar pueden generar conversiones que quienes no luchan ni discuten —es decir quienes siempre imponen — no imaginan. A quienes querían escucharlo, Hinkelammert siempre presentó, hablando y escribiendo, oportunidades de comprensión y discusión. Alternativas. Quiso ser un guía y logró, tal vez sin proponérselo, la estatura de un maestro enorme. Sus artículos y libros y conferencias buscan/desean que uno piense. Hinkelammert no buscó enseñar sino acompañar en crecimientos. El sabio alemán devino compañero latinoamericano. Quienes tuvimos el privilegio de escucharlo y quererlo, de aprender con él y para todos, fuimos afortunados. Hinkelammert se quiso alemán y latinoamericano y lo consiguió.

4.- Hinkelammert tiene razón cuando en sus trabajos indica, en muchos lugares, que la opción por los empobrecidos (resultado de procesos, de instituciones), no la opción por los pobres (una presencia, situación o dato do es el explotado. Y se puede ser mujer explotada, varón explotado, niño o niña explotados, oficinista explotado, migrante expulsado y explotado, religiosos explotados y empobrecidos. Su señalamiento, el de Hinkelammert, plantea ídolos. La propuesta de Hinkelammert contra ellos habla con firmeza y en un solo movimiento muestra que las decisiones políticas emancipadoras ofertadas por referentes religiosos y no religiosos existen, pero al mismo tiempo, y al menos en América Latina, contienen serias mistificaciones. La principal de ellas es que existe El Hombre. Lo que existe son sectores sociales ninguno de los cuales alcanza una efectiva existencia humana. Así, la revolución de algunos puede resultar la humana transformación liberadora para todos. Y Dios encantado en el Cielo. Y en la tierra, integración, solidaridad, construcción y, en el horizonte, paz.

Referencias

Gallardo, H. (2019). Franz J. Hinkelammert: Emancipación y Redención. Arlekín.

Hinkelammert, F. (2013). La maldición que pesa sobre la ley. Las raíces del pensamiento crítico en Pablo de Tarso. Arlekín.

Helio Gallardo (helio.gallardo@ucr.ac.cr) chileno radicado en Costa Rica. Filósofo y escritor, es profesor de la Universidad de Costa Rica. Conocido por sus estudios sobre la realidad social y la política popular de América Latina. Dentro de sus publicaciones más recientes se encuentran: El ave María del Hombre Nuevo (2020); Derechos humanos y religiosidades (2019); y Objeción de conciencia (2021), estas dos últimas publicadas en Siwô’ Revista De Teología/Revista De Estudios Sociorreligiosos,

Recibido: 25 de julio, 2022.

Aprobado: 1 de agosto, 2022.


Revista Filosofía Universidad de Costa Rica, LXII (162), Enero - Abril 2023 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589