II.

Dossier

Realismos y materialismos en la escena filosófica

Editor invitado:

Facundo Nahuel Martín


Facundo Nahuel Martín

Presentación
Realismos y materialismos en la escena filosófica
contemporánea

A lo largo de los últimos lustros, emergieron algunas nuevas discusiones en los campos de la filosofía continental y la teoría social crítica. El materialismo y el realismo reaparecen en la escena de la teoría, en un contexto que revisa algunos consensos preexistentes en torno al giro lingüístico y el constructivismo social como marcos epistemológicos fundamentales. La misma primacía filosófica de la epistemología parece puesta en cuestión. Si ponemos el foco en las teorías críticas, tomando el vocablo ampliamente, podemos destacar tres «giros» o, al menos, tres campos de estudio que cobran nueva relevancia.

Primero, un «giro ambiental», ligado a la recepción, en las humanidades, del debate geológico sobre el Antropoceno como posible época geológica. La conversación intelectual con la ciencia del sistema de la Tierra, la climatología y la estratigrafía parece forzar una rediscusión de los marcos categoriales en las ciencias sociales. Las humanidades ambientales debaten intensamente la autonomía de lo social y la excepcionalidad de lo humano. Buscan elaborar ontologías, marcos categoriales, que no dividan el mundo en dos categorías escindidas: la cultura y la naturaleza, el sujeto y el objeto, la sociedad y el ambiente. Aparecen varias preguntas en torno a las políticas del Antropoceno capaces de informar a una teoría social a la altura de la crisis ecológica en curso.

Segundo, se dibuja un «giro técnico», que discurre en torno a las nuevas rondas de automatización de la producción (con sus perspectivas políticas), el desarrollo de la inteligencia artificial, la ubicuidad de los sistemas de datos y la penetración de las redes sociales en la capilaridad de la vida colectiva. Perspectivas como el aceleracionismo, la idea de tecnodiversidad y el xenofeminismo discurren en torno a las políticas de la tecnología necesarias para navegar el acelerado cambio de las infraestructuras materiales de la vida social.

Tercero, se da una serie de discusiones sobre la relación entre biología y subjetividad incorporada, en especial en el campo de la teoría feminista. Emerge una nueva ronda de feminismos materialistas que prestan especial atención a la biología, la plasticidad corporal, la modulación neuronal y la interacción enmarañada entre la vida orgánica, la estructura social y la cultura. Estas discusiones remiten a la necesidad de darnos políticas de la vida misma en relación con cuestiones como el consumo de psicofármacos, las hormonas sintéticas, la interacción biología- cultura y la relación enmarañada entre subjetividad y corporalidad.

En relación a los tres ejes problemáticos de arriba, aparecen algunos nuevos lenguajes de objetos que abordan los problemas propios de una teoría social crítica (problemas normativos o políticos que demandan una teoría con intencionalidad emancipatoria), pero que no asumen un dualismo fuerte de naturaleza contra cultura, vida material contra vida simbólica, mecanicismo físico contra libertad espiritual. Corrientes teóricas como el posthumanismo, los nuevos materialismos, la teoría del actor-red, el ecomarxismo, el giro planetario en el pensamiento postcolonial, el giro ontológico en antropología, por citar algunas, buscan desplegar formas de pensamiento menos dualistas para dar cuenta de los dilemas de la práctica y la transformación social en un presente crispado y enmarañado. Esto no significa que una nueva escena homogénea reemplace en bloque a viejas tradiciones anquilosadas. Se trazan líneas mixtas de continuidad y ruptura, donde corrientes preexistentes se renuevan de manera parcial, reactualizan debates y reorganizan líneas de discordia.

Finalmente, la nueva escena alberga también debates filosóficos especulativos, propiamente ontológicos, en especial en torno a los llamados «realismos postcontinentales». Planteos como el materialismo especulativo o la ontología orientada a objetos buscan construir marcos categoriales capaces de descentrar el antropocentrismo imputado a las humanidades del siglo XX, con su énfasis en la «correlación» entre los humanos y el mundo como piedra de toque de toda filosofía crítica. Filosofías de lo no-correlacional intentan recuperar, en clave realista, un pensamiento del «gran afuera», de lo que excede a la subjetividad humana y sus marcos categoriales, para pensar una vuelta al pensamiento de las cosas mismas.

Proponemos un dossier temático amplio sobre los problemas del realismo y el materialismo en la filosofía continental y la teoría crítica actuales. Sugerimos tres preguntas-eje para orientar las contribuciones, sin necesariamente agotar el espectro de preocupaciones a recoger. 1) ¿Ǫué juego de continuidades y rupturas se dibujan en esta «nueva escena»? ¿Ǫué categorías de la teoría preexistentes es preciso conservar, y cuáles revisar? 2) ¿Ǫué cismas, rupturas y quiebres novedosos aparecen? ¿Cuáles son las líneas de fisura que organizan el nuevo contexto? ¿Ǫué debates permanecen abiertos? 3) ¿Ǫué perspectivas se abren para la investigación filosófica y social latinoamericana en este marco?