Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LXIV (169) Mayo-Agosto 2025 / ISSN: 0034-8252 / EISSN: 2215-5589


iii. ARTÍCULOS

Ricardo J. Herrera Luna

TFG de grado y posgrado en filosofía defendidos en la Universidad de Costa Rica (1944-2024). Análisis de un tópico en la historia del pensamiento filosófico costarricense

Resumen: Esta investigación pretende estudiar los trabajos finales de graduación (TFG) producidos en el área de filosofía en la Universidad de costa Rica (UCR) durante el periodo 1944-2024 para aportar evidencia a la propuesta del texto Crítica de los guardianes del reino (Arlekín, 2018) de que la década de los setenta del siglo XX significó una nueva forma de producir filosofía en Costa Rica.

Palabras Clave: Filosofía costarricense; Historia intelectual; Cienciometría; Bibliometría.

Abstract: This paper aims to examine the dissertations presented in the field of philosophy at the University of Costa Rica during the years comprehended between1944 and 2024 in order to contribute with evidence that will broaden the proposal in the book Crítica de los guardianes del reino (Arlekín, 2018) which argues that the seventies, in the twentieth century, had a significant impact as a new way to produce philosophy in Costa Rica.

Keywords: Philosophy in Costa Rica; Intellectual History; Scientometrics; Bibliometrics.

Introducción

En el estudio recopilatorio publicado en el año 1996 por la Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica Libros filosóficos costarricenses, se puede inferir una proposición: es probable que en la década de los años setenta del siglo XX comenzará «la producción más original y variada del pensamiento filosófico costarricense» (Jiménez Matarrita 1996, 187). Sin embargo, tal tesis es solo una propuesta. Alexander Jiménez, autor de este estudio, pretendía recopilar los libros de filosofía publicados en Costa Rica entre 1940 y 1996, el texto no analiza rigurosamente las variaciones en la producción filosófica.

Pese a que Libros filosóficos costarricenses es un estudio publicado hace casi treinta años, aún la propuesta de que existe un cambio en la producción filosófica a partir de la década de los setenta del siglo XX no ha sido analizada con rigor. Para el año 2018, en el texto Crítica de los guardianes del reino, Jiménez retoma la propuesta y sostiene que «en la década de los setenta comienza una nueva forma de producción del trabajo filosófico en Costa Rica» (2018, 109); pero, asume que la idea es solo una «impresión, sin estudiar el panorama» (Jiménez Matarrita 2018, 109). Ahora, Jiménez sí se explayará sobre lo que él considera son las características del cambio en la producción filosófica costarricense. Afirmará que «hacia 1975 aparecen nuevos actores, nuevos discursos teóricos, nuevos intereses, hay un tipo de publicación que es más rigurosa terminológica y conceptualmente. Antes de 1975 lo usual es que la filosofía en Costa Rica se muestre bajo la forma de manuales, antologías, introducciones» (2018, 109). También, propondrá algunas causas posibles para la variación en la producción, «hacia 1975 [afirma Jiménez] vienen profesores de varios países, regresan otros que se doctoraron afuera. En 1974 el Departamento de Filosofía pasa a ser Escuela de Filosofía y eso institucional y materialmente significa un cambio» (2018, 109).

Así las cosas, parece necesario profundizar en el planteamiento del cambio propuesto por Alexander Jiménez, es ello lo que el trabajo aquí presentado pretende. A través de un estudio detallado de los trabajos finales de graduación (TFG), tanto del grado como en del Posgrado en Filosofía en el periodo 1944-2024, describiremos la producción, los cambios, las continuidades y las variaciones en las investigaciones para determinar si la década de los setenta del siglo XX posee alguna diferencia remarcable. Aunque no nos ocuparemos de la producción filosófica profesional costarricense consideramos que una variación en el desarrollo profesional de la filosofía debe verse reflejada en la formación de futuros profesionales. Una muestra indirecta también genera evidencia.

El periodo de estudio es extenso, pues abarcará una muestra de toda la producción existente de tesis y seminarios de graduación defendidos en el área de filosofía en la Universidad de Costa Rica (UCR); pero, tal extensión es necesaria. Pretendemos generar evidencia que apoye o contraríe la propuesta Jiménez; por tanto, se debe analizar en profundidad la producción de TFG anterior y posterior a la década de los setenta del siglo XX para determinar si en ella existe un cambio.

Los estudios sobre filosofía y tesis en Costa Rica

Este trabajo es un análisis inicial exploratorio. Hasta el presente día no se ha realizado una investigación sobre la producción de tesis en filosofía en la Universidad de Costa Rica; es decir, se ignora lo que las y los estudiantes de filosofía han producido, tanto en el grado como en el posgrado. Lo que no es lo mismo a afirmar que en Costa Rica no se han elaborado estudios o sistematizaciones sobre la producción de tesis o sobre la producción filosófica nacional.

En 1987, el historiador y archivista Eduardo Fournier García publicó en la Revista de Historia la Lista de tesis presentadas en la Escuela de Historia y Geografía de la Universidad de Costa Rica y en el Programa de Maestría en Historia 1945-1986. Esta investigación no pretendía ser más que un inventario de las tesis defendidas en historia y geografía de la UCR hasta la fecha de su publicación. Los pocos trabajos que en Costa Rica se han realizado sobre la producción de tesis llevan la caracterización de listados. Por ejemplo, en la misma década de los ochenta la Comisión de Trabajos Finales de Graduación de la Facultad de Educación de la UCR recopiló el listado de TFG presentados a la facultad en sus distintas carreras hasta ese año. Otro ejemplo es la Base de Datos creada por el historiador Iván Molina sobre los trabajos de graduación en historia presentados tanto en Costa Rica como por costarricenses en el extranjero (Molina 2010). Este último, utiliza el trabajo de Fournier y lo complementa.

Las investigaciones sobre TFG son pocas, pero no sucede lo mismo con la investigación sobre la producción filosófica costarricense. Para empezar, tenemos la citada recopilación realizada por Alexander Jiménez Libros filosóficos costarricenses, aparecida en la número 87 del volumen XXXV de la Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica. Esta recopilación, al igual que los estudios sobre tesis citados, es un listado por autores, años y temas; pero, a diferencia de lo citado, problematiza la cuestión de la filosofía. La producción filosófica, en la concepción de esta recopilación, trasciende el ambiente profesional de la filosofía y recopila inclusive trabajos elaborados por artistas o ensayistas. El estudio de Jiménez, por ser un listado pensado para apoyar investigaciones posteriores y no una investigación que pretenda conclusiones sobre el desarrollo y la producción de la filosofía costarricense, no posee un método específico para el análisis; no obstante, es un trabajo exhaustivo.

En la preocupación por la producción filosófica en Costa Rica encontramos cuatro autores que se han acercado a la problemática. El primero es Constantino Láscaris con su texto fundacional Desarrollo de las Ideas Filosóficas en Costa Rica (1984). Tal trabajo, busca comprender la manera en que la filosofía fue pensada en Costa Rica a través de dos periodos claros y diferenciados: el antes y el después de la UCR. Genera además una recopilación de autores y obras que él considera de carácter filosófico. Después de Láscaris, Arnoldo Mora Rodríguez ha investigado la producción filosófica costarricense en sus textos La identidad nacional en la Filosofía Costarricense (1997), Historia del pensamiento costarricense (1992) y El pensamiento filosófico en el Repertorio Americano (1989). Los trabajos de Arnoldo Mora siguen la metodología de Láscaris de interpretar el tránsito de la filosofía costarricense a través de las obras escritas por los filósofos e intelectuales, pero ninguno de ellos Mora se pregunta por la producción filosófica a nivel de formación.

Una investigación con un método distinto es las presentada por Alexander Jiménez Matarrita El imposible país de los filósofos (2015). Este texto, se ocupa de la producción de imaginarios y metáforas sobre la identidad nacional en los filósofos costarricenses y describe la producción de una metafórica: el nacionalismo étnico-metafísico. Aunque en su investigación referencia algunas tesis de filosofía defendidas en la Universidad de Costa Rica, El ser de nuestra nacionalidad defendida por José Abdulio Cordero (1960) por ejemplo, no es realizar una exposición de tesis uno de sus objetivos.

Para finalizar, los estudios de Ana Lía Calderón. Su tesis de licenciatura en filosofía El quehacer filosófico en la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica (1976) trabaja sobre las líneas históricas, de dependencia económica e ideológica, el análisis estadístico y el quehacer en general que la filosofía costarricense ha perfilado alrededor de la Escuela de Filosofía de la UCR. Calderón, describe aquí el papel de los y las estudiantes, partícipes importantes en la Escuela de Filosofía; por tanto, su línea de investigación es cercana a lo que aquí planteamos. No obstante, no se ocupa en específico de la investigación en los TFG.

Aunque no lo hemos referenciado, hay un interés contemporáneo en la filosofía costarricense expresado en los seminarios de graduación de la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica dirigidos por el profesor Jethro Masís y sus recientes artículos sobre pensamiento costarricense. No obstante, consideramos que esta es una línea de investigación en desarrollo que ha analizado polémicas y producción de autores específicos pero tiene aún el potencial de explorar otras temáticas.

Diseñar una investigación cuyo objeto es la filosofía

Al acercarnos al estudio de la tradición filosófica costarricense podemos notar que la investigación sobre la producción en TFG es inexistente; por ello, hemos clasificado este análisis como una exploración inicial. En exploraciones iniciales el método y la recopilación de los datos presentan una gran dificultad, pero para desarrollar esta investigación tenemos algunas posibilidades. Siguiendo anteriores investigaciones sobre tesis podríamos crear un listado de los trabajos defendidos como requisito de graduación al igual que se ha realizado en Costa Rica para otras disciplinas; sin embargo, los listados no son la forma principal de investigar la producción de TFG en una disciplina, aportan poco y están a la espera de investigaciones posteriores que definan resultados. Cuando se analizan TFG hay dos metodologías que son comunes y preferibles al listado: la bibliometría y la cienciometría. Ambas son cercanas.

La cienciometría y la bibliometría son métodos que buscan medir el impacto de la investigación a través de fuentes como libros impresos, libros digitales, artículos científicos o tesis. Diana Cooper, ha definido la labor de la bibliometría en la de medir «la influencia o el impacto de artículos de investigación (…) por medio de una cuenta del número de citación del artículo después de su publicación» (Cooper 2015, 217; traducción propia). Es decir, la bibliometría tiene por objeto de estudio el desarrollo e impacto de los textos en sí mismos. La cienciometría, por otra parte, amplia el objeto de estudio de la bibliometría al comprender que las producciones bibliográficas (artículos, libros, tesis, etc.) son parte constituyente de una estructura más amplia: las ciencias y los saberes. No genera la misma riqueza el estudiar el desarrollo de un texto por sí mismo como estudiarlo dentro de la red en la que se desenvuelve; por ello, consideramos la cienciometría un método más apropiado. Sebastián Robledo-Giraldo reconoce en la cienciometría la labor de hacer no el estudio de un texto, sino «el estudio cuantitativo de la ciencia, tecnología e innovación» (Robledo-Giraldo 2024, 1; traducción propia).

No se entienda que la cienciometría supera la labor bibliométrica, la necesita. La cienciometría, al estudiar la producción científica, busca «comprender la estructura normativa de la ciencia a través de las prácticas de los científicos» (Millán et al. 2017, 18), y tal es un estudio precisa del análisis de «patrones de publicación, redes de citación y tendencias de investigación» (Robledo-Giraldo 2024, 1; traducción propia), es decir, de un cierto análisis bibliométrico. Consideramos que la cienciometría, antes que la bibliometría, es un método más adecuado a nuestros intereses, pues la bibliometría aplicada a nuestro objeto, la filosofía, generaría solo datos de interés pragmático y vacío. Aquí no pretendemos estudiar los TFG por sí mismos, ni sus índices de citación, tampoco buscamos comprender el impacto y desarrollo de alguna investigación en específico, sino que deseamos ver en la recopilación de trabajos un reflejo del desarrollo de la filosofía a la interno de la UCR.

Pero, antes de asumir el método cienciométrico debemos tener en consideración que la cienciometría es un método propio de la sociología de la ciencia y aquí no pretendemos hacer sociología. Al aplicar un análisis cienciométrico se busca comprender de qué manera un grupo social progresa al producir saber y cómo el saber producido se desenvuelve en el medio social. Robledo-Giraldo ha afirmado que la cienciometría comprende «las dinámicas del progreso científico y el impacto de la investigación en la sociedad» (Robledo-Giraldo 2024, 1; traducción propia.). Sin embargo, nuestros intereses son más modestos. Aquí queremos ahondar en las dinámicas de la investigación sin un interés en su significación social; por tanto, deberíamos medir solamente las dinámicas de progreso dejando de lado su impacto social. Sin duda, tratar la cuestión del significado social de la filosofía es un tema complejo que excedería los márgenes de este trabajo; pero, aunque no tratemos el impacto social de la filosofía, medir el progreso es también complejo.

La filosofía, siguiendo a Richard Rorty, es un diálogo perpetuo que no necesariamente tiene una dirección (2009). La filosofía es una «conversación en la que cada filósofo toma su parte» (Rorty 2009, 411; traducción propia)1. Es decir, los filósofos compartimos una misma disciplina por una única cohesión: un «conocimiento compartido de la filosofía» (Rorty 2009, 411; traducción propia). Para Rorty, aquello que unifica la filosofía es menos una problemática de investigación fija y más un diálogo constante con la tradición que le precede. Tal concepción apareció también en el pensamiento de Maurice Mandelbaum. Siguiendo su trabajo The History of Ideas, Intellectual History and the History of Philosophy, podemos afirmar que la filosofía es un saber unitario por el único hecho de que los filósofos particulares han sido movidos a pensar y escribir considerando que ello afecta lo que sus predecesores escribieron (1965, 59). La filosofía, para Mandelbaum, es una disciplina unitaria porque los filósofos tienen un ímpetu por filosofar que sigue a la tradición del filosofar (Mandelbaum 1965, 62). ¿Se podría afirmar que en un saber con tales características existe progreso? No con facilidad.

Siguiendo al filósofo costarricense Sergio Martén, «una conversación [lo que es la filosofía] no necesariamente progresa» (2019, 231). La filosofía, afirma Martén, es «un ir y venir de lo que Aristóteles llamaría, razonamientos dialécticos, no demostrativos» (2019, 231). El objetivo final de la filosofía radica en la conversación misma sin ansias ulteriores. No es sencillo afirmar que en filosofía hay progresos. «Un pensador como Heidegger [propone Martén] continúa explícitamente ciertos temas introducidos muchos siglos antes por Aristóteles, al igual que varios de sus conceptos» (2019, 230). Es más adecuado proponer la filosofía como una dialéctica circular que como una conversación progresiva. Por tanto, si tenemos a la filosofía por objeto de estudio no es fácil establecer un método cienciométrico, pues no es evidente que la filosofía progrese. Las técnicas de investigación de la cienciometría se deben adaptar a la comprensión de nuestro objeto.

Además, no se debe obviar que a las técnicas de investigación que como la cienciometría y la bibliometría buscan expresar de modo cuantitativo las dinámicas de creación del conocimiento se les ha criticado por «generar indicadores sujetos a imperios editoriales y a escalafones que no develan ni descubren nada significativo de la producción científica» (Millán et al. 2017, 17). Se ha propuesto que los indicadores cienciométricos solo incentivan «un sistema mundial de cuantificación de la investigación y del saber cuyo trasfondo es una visión pragmática y mercantilista de la ciencia, concebida y diseñada según cánones tecnocráticos-cienciaométricos» (Beatriz Irizar et al. 2015, 162) y esta crítica la compartimos. En conclusión, los ajustes de medición deben adaptarse no solo para que mesuren la investigación filosófica, sino para que expresen las variables que deseamos evaluar sin que medie una visión mercantilista o pragmática de la filosofía.

Aunque hasta ahora la cienciometría se muestra difícil de aplicar no se puede negar que la conversación que constituye el saber filosófico precisa de una comunidad que la sostente. La filosofía tiene al menos una semejanza con la ciencia: es una práctica social de comunicación. El conocimiento filosófico es, al igual que en las ciencias, construido por comunidades y las prácticas de una comunidad pueden ser mesurables. ¿De qué modo podemos apreciar las prácticas de la comunidad filosófica de la UCR sin los patrones de medición típicos de la cienciometría? La respuesta está en los campos.

El filósofo costarricense Luis Camacho, al preguntarse en qué sentido puede afirmarse que hay investigación en filosofía, argumenta que en la filosofía no existe una investigación lanzada a resolver problemas urgentes, ese es el caso de la ciencia. No obstante, ello no implica que en filosofía no haya investigación. Para Camacho, en filosofía hay investigación y esta es «una actividad (…) enriquecedora del caudal de conocimientos y procedimientos» (1977, 38); pero, para comprender a profundidad la capacidad creadora de la filosofía se debe distinguir «los campos muy diferentes dentro de lo que globalmente se conoce como filosofía» (Camacho 1977, 38): la lógica, la epistemología, la ética, la estética, la metafísica y las diversas filosofías de…, entre las que encontramos: la filosofía del arte, de la ciencia, de la historia, de la mente, etc. (Camacho 1977, 38). Cada campo posee distintos materiales de trabajo, distintos métodos y procedimientos y sus investigaciones generan aplicabilidades muy variadas.

He aquí una variable a partir de la cual podemos seguir el pulso de la conversación filosófica en los y las estudiantes de grado y posgrado en filosofía de la Universidad de Cota Rica, la producción con respecto al campo2. Analizar los campos nos permitirá establecer patrones métricos que generen evidencia a favor o en contra de la hipótesis de que en la filosofía costarricense, durante la década de los setenta del siglo XX, aparecieron nuevos discursos e intereses. Nuevos intereses y discursos deben reflejarse en una mayor diversidad de campos tratados. No obstante, esta forma de medición, aunque viable, es limitada. La propuesta expresada por Jiménez no solo argumentaba una variedad, también aboga por una mayor producción; por tanto, además de un análisis del campo debemos establecer un trazado longitudinal que mida la producción en la forma típica de la cienciometría. En un análisis longitudinal podemos medir la producción investigativa de cada época, las producciones totales y establecer diferencias de producción con respecto al género3.

Lamentablemente, la hipótesis de Jiménez no podrá ser rechazada ni confirmada con los datos que se generarán. Se ha mencionado que esta investigación, por la carencia de análisis anteriores, se perfila como una exploración inicial; por tanto, sus conclusiones son limitadas. Para llegara a conclusiones más rigurosas que puedan rechazar o confirmar la hipótesis de Jiménez restaría aún investigar si aparecieron nuevas metodologías, trabajos más rigurosos, doctrinas y corrientes diversas, etc. Además, tal análisis debería abordar no solo en la producción de TFG de una universidad, sino el total de la producción filosófica costarricense. Esta tarea quedará pendiente, aquí solo brindaremos fuerza enunciativa a la propuesta de Jiménez, evidencia necesaria pero no suficiente.

Entonces, en pro de establecer diversificaciones en la producción de filosofía debemos seguir la producción de TFG en una escala de seis variables: lógica, epistemología, ética, estética, metafísica y las distintas filosofías de… Pero, al acercarnos a nuestro objeto de estudio y caracterizarlo por estos campos nos percatamos que en la producción de TFG se realizan investigaciones que no se puedan considerar con total propiedad pertenecientes a estética, lógica o metafísica. Por citar un ejemplo, el estudiante del grado en filosofía Adrián Barrantes Pineda defendió una tesis intitulada La fundamentación científica de la epistemología en Jean Piaget (1983), aunque podríamos clasificarlo como una investigación en el campo de la epistemología no es eso con total propiedad, no pretende abordar un problema epistemológico, sino una problemática en la obra de Piaget. Lo que se realiza en la citada tesis es diferente del problema abordado en el trabajo de grado de Claudio Gutiérrez Carranza Teoría del nexo real (1954), el cual sí es una investigación que profundiza problemas del campo de la epistemología por sí mismo y no problemáticas epistemológicas presentes en un único autor. En el proceso de investigación se hallaron una cantidad considerable de trabajos del estilo de la tesis de Barrantes Pineda, investigaciones que se enfocan en problemáticas a lo interno de la obra de un autor. Tal cuestión no sorprende, era esperable, pues se trabajó con investigaciones realizadas por estudiantes de filosofía.

En el texto editado por la Universidad de Princeton Teaching New Histories of Philosophy, se analiza la cuestión de la enseñanza de la filosofía en la contemporaneidad. En él, Ulrich Johannes Schneider argumenta que la filosofía «se ha convertido, desde el siglo XIX, en una actividad profundamente devota de leer textos antiguos» (2003, 75; traducción propia). No se pretende afirmar que la filosofía no posea una relación con el presente o que su enseñanza este desactualizada, sino, se trata de hacer énfasis en que, en la contemporaneidad, el filosofar precisa del conocimiento de la historia de la filosofía. No se hace filosofía si no es en diálogo con la tradición filosófica misma. Por tanto, es de esperar que a nivel formativo encontremos investigaciones que no se pueden ubicar en ninguno de los campos establecidos, pues de lo que tratan es de aprender a entrar en el diálogo que es la filosofía, tratan de aprender a acercarse a la tradición. La filosofía, en el nivel formativo al menos, tiene una vinculación cercana con su historia.

Ante dicha situación hemos decidido crear una variable para introducir en ella los trabajos que realicen un análisis de problemáticas a lo interno de un autor y la hemos titulado: crítica/ interpretación de autor. Además, hemos notado que algunos trabajos no analizan un autor, sino que centran su investigación solo en una obra de un autor, a estos los hemos clasificado como crítica/ interpretación de obra. En otros casos no se analiza un tema en un solo autor, sino que se pone en comparación con otros; a este tipo de investigación la hemos calificado como comparación de autores. Por último, por la ubicación geográfica y cultural en la que se ancla la UCR hemos querido que se diferencie cuando el análisis se está realizando en un autor de la tradición costarricense o latinoamericana, tales investigaciones las hemos designado como pensamiento costarricense y pensamiento latinoamericano, respectivamente. No se entienda que estamos introduciendo múltiples variaciones a la división por campos de Camacho. Entre todas las variables mencionadas no hay más diferencia que las fuentes utilizadas. Todas ellas se pueden considerar trabajos en el campo de la historia de la filosofía; campo que sí se debe introducir en la diferenciación realizada por Luis Camacho, consideramos que ha faltado4.

En resumen, hemos diferenciado la escala de medición en once variables para su análisis: lógica, epistemología, ética, estética, metafísica, crítica/ interpretación de autor, crítica/ interpretación de obra, comparación de autores, pensamiento costarricense, pensamiento latinoamericano y filosofías de…Para hacer un análisis de los trabajos finales de graduación en la formación de filósofos y filósofas de la UCR tenemos como centro la diversidad de producción en cada uno de estos campos. En lugar de preguntarnos por los autores referenciados o los avances logrados, preguntas típicas de la cienciometría, nos haremos preguntas del tipo: ¿ha habido periodos de especial interés por la metafísica, o por la estética o por la lógica? ¿han existido periodo en los que se dé una mayor diversificación de campos en la investigación? Estas no son preguntas típicas de un análisis cienciométrico, son preguntas que buscan medir las formas en la que se expresa la investigación realizada por los estudiantes de filosofía en la UCR para determinar si en ella aparecieron nuevos discursos e intereses en una época determinada.

Crear una Base de Datos (BD) para el análisis

El objeto de estudio de esta investigación son los TFG de grado y posgrado en la disciplina filosófica defendidos a lo interno de la UCR en el periodo 1944-2024. Sin embargo, no existe una recopilación del objeto; por tanto, para poder desarrollar la metodología propuesta fue necesario construir una Base de Datos (BD) que recopilara el objeto de la investigación y volviera el análisis realizable.

La construcción de la BD se ha realizado a partir de un sistema de triangulación de cuatro fuentes. La primera, la fuente base, es la Colección de Trabajos Finales de Graduación del Sistema de Bibliotecas e Información de la Universidad de Costa Rica (SIBDI). La segunda fuente fue el trabajo de archivo con los Libros de Actas de la antigua Facultad de Filosofía y Letras (1941-1957) y con las Crónicas publicadas por la Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica. La tercera de las fuentes fue la Lista de tesis de Grado presentadas a la Universidad de Costa Rica, publicación periódica del SIBDI desde 1957 hasta 1996 que recopila los TFG de grado defendidos en la Universidad desde su creación en 1941 hasta su última publicación en 1996 y los trabajos de posgrado desde la década de los setenta, después de la creación del Sistema de Estudios de Posgrado (SEP), hasta la última publicación de la lista. La cuarta y última de las fuentes fue el Repositorio Institucional Kerwa, el cual recopila TFG defendidos en filosofía en la Universidad de Costa Rica desde el año 2006 hasta la actualidad.

En esta triangulación encontramos un margen de error bajo. Solamente dos trabajos ubicados en otras fuentes no fueron localizados en la fuente que tomamos como base, la Colección de Trabajos Finales de graduación del SIBDI. La no localización de estos dos trabajos puede deberse a que fueron prestados y no devueltos antes de la digitalización de los sistemas por lo que quedaron perdidos sus ejemplares en bibliotecas y no cuentan con un registro digital. Esta propuesta gana plausibilidad al notar que las tesis no ubicadas son antiguas, una del año 1946 y otra del año 19565. Si fueron perdidos en los años anteriores al siglo XXI, al digitalizarse los sistemas no fueron recopilados. La simple destrucción del material no es una opción plausible, el SIBDI prioriza restaurar las obras y no desecharlas.

Aunque el margen de error sea bajo, y pese a que hemos procurado la mayor exhaustividad, no proponemos esta BD como una recopilación total y completa. Algún error de nuestra parte en el proceso de recopilación pudo dejar por fuera algunos trabajos. Tal error sería lamentable, pues hemos procurado una BD completa, pero no imposible. Aunque la BD no sea una recopilación íntegra, ello no implicaría que la muestra generada no sea representativa para los objetivos que esta investigación se plantea. La BD constituye una muestra de 324 TFG. De ellos, 235 corresponden a trabajos de grado, con un total de 266 estudiantes graduados, y 89 a trabajos de posgrado (60 de maestría y 29 de doctorado)6.

La BD se dividió en licenciatura, maestría y doctorado y recopiló las siguientes variables:

  1. Código de identificación.
  2. Año de defensa.
  3. Unidad académica en la que está adscrito el trabajo (Facultad de Filosofía y Letras, Departamento de Filosofía, Escuela de Filosofía, Sistema de Estudios de Posgrado).
  4. Nombre del estudiante.
  5. Modalidad de graduación (Seminario, Tesis).
  6. Género del estudiante.
  7. Director (a) de tesis y lectores (as).
  8. Grado académico obtenido.
  9. Título del trabajo.
  10. Campo de investigación.
  11. Datos para ubicación en el SIBDI.

La selección de estos indicadores tiene la intención de robustecer los tipos de análisis sobre producción filosófica universitaria realizada por estudiantes. Nótese que la BD no es un listado simple, permite analizar dinámicas de género, comités de defensa, temáticas y de campos de interés, tendencias y quiebres en la investigación. El esfuerzo de sistematización que conllevó la creación de la BD creó una matriz comprensiva sobre el proceso de formación de filósofos y filósofas en la UCR que no existía hasta ahora y era necesario para responder a las inquietudes planteadas en esta investigación. Algunos de los datos recopilados (por ejemplo los comités de defensa) no han sido utilizados para este trabajo; sin embargo, se espera realizar investigaciones posteriores sobre el análisis de redes filosóficas en la UCR, una tarea pendiente que este estudio permitió identificar.

Por último, dos labores presentaron una dificultad considerable en esta investigación. La primera fueron las tesis defendidas en la antigua Facultad de Filosofía y Letras. Esta facultad no tuvo un Departamento de Filosofía como la antigua Facultad de Ciencias y Letras o una Escuela de Filosofía como la actual Facultad de Letras; por tanto, las tesis no se asocian a una unidad específica. Además, la facultad solo entregó el grado de Licenciatura en Filosofía y Letras y sus acarreadores se desenvolvieron profesionalmente en áreas como la filología, la historia, la filosofía y la enseñanza secundaria. Por tanto, surgió la pregunta ¿cuáles de las tesis defendidas en esta Facultad las consideramos trabajos filosóficos? Hemos designado dos criterios. El primero, el título del trabajo, algunos son de carácter claramente filosófico, investigaciones sobre filosofía griega, epicureísmo, tomismo, etc. El segundo criterio fue el comité examinador. Los trabajos de índole filosófica eran siempre dirigidos por los profesores que impartían los cursos de filosofía: Moisés Vincenzi, Jorge Volio o Ligia Herrera.

La segunda dificultad de esta investigación ha sido el criterio de selección para el campo. Aunque es más sencillo diferenciar los trabajos de estética de los de metafísica, o estos de los de lógica, ¿cuándo consideramos que un trabajo es del campo de la estética o es una investigación sobre un autor u obra específica que trata temas estéticos? El criterio de colocación se basó en la forma en que se redactó el tema de investigación. Los temas de investigación de los trabajos son bastante específicos para diferenciar si una investigación trata asuntos propios de un campo de la filosofía o trata sobre esta problemática en un autor específico. Por regla general, si se analiza un autor, una obra o una comparación el nombre de estos se incluye en el tema. Por ejemplo, la tesis de licenciatura del filósofo Roberto Murillo Comunicación y lenguaje en la filosofía de Bergson (Murillo Zamora, 1964) es una investigación que trata temas de filosofía de lenguaje, pero en su desarrollo se trabaja con Bergson. Es más una investigación sobre el pensamiento de Bergson que sobre la filosofía del lenguaje. Se ha procurado que la designación del campo sea lo más objetiva posible; aun así, reconocemos que el sistema de clasificación puede tener un grado de subjetividad no superable: clasificaciones distintas solo reflejarán concepciones subjetivas diversas.

Las estudiantes y el rol femenino en la producción de filosofía

Ana lía Calderón, al estudiar en rol de las mujeres en su artículo Filósofas costarricenses, ha señalado que la producción filosófica de las mujeres costarricenses se ha realizado del lado de los hombres «quienes han dirigido la filosofía en Costa Rica» (2002, 127). En el citado artículo, Calderón tiene por objetivo describir la labor de las filósofas costarricenses, no ahondar en las causas de su exclusión de la filosofía, una tarea de la que ninguna investigación hasta ahora se ha ocupado, de ahí que abordar el tema es un trabajo complejo. La investigación aquí presentada, aunque no tiene por objeto las dinámicas de género, ha tornado evidentes situaciones que no se deben dejar de mencionar.

Aunque no se pueda afirmar que sea la única causa de la situación de desventaja en que se encuentra las filósofas costarricenses con respecto a la producción de investigación en filosofía, al estudiar la defensa de tesis de mujeres se puede mencionar una baja representación. Existen brechas de género importantes en la obtención del grado o el posgrado en filosofía (figuras 1, 3 y 4). En la figura 1 se puede apreciar que la formación filosófica en la UCR ha estado marcada por una brecha de género profunda. En el periodo analizado, del total de 266 estudiantes que defendieron y aprobaron su TFG de grado solamente el 27,1% de la muestra (72 estudiantes) fueron mujeres. Si dividimos el análisis de género por quinquenios (figura 2) podemos apreciar que la brecha de género en la formación filosófica no presentó una diferencia mayor durante la época de la Facultad de Filosofía y Letras (1944-1957). Inclusive, la brecha es poco importante en el primer quinquenio de existencia del Departamento de Filosofía (1957-1961). Las razones de esta relativa paridad pueden deberse a que en la Facultad de Filosofía y Letras no se obtenía un grado en filosofía. Las personas que allí estudiaban lo hacían con el objetivo de formarse como profesores de segunda enseñanza y la enseñanza ha sido históricamente una profesión sin brechas de género desfavorables a las mujeres. Pero, cuando se crea el grado de Licenciatura en Filosofía con el Departamento de Filosofía en 1957, la brecha de género comienza a aumentar y se profundiza a partir de la década de los setenta para una diferencia marcada entre esta década y la de los ochenta. Es decir, si la hipótesis de Jiménez es correcta y en la década de los setenta se evidencia un cambio en la filosofía con una producción filosófica mayor y más variada, durante ese cambio se generó también una exclusión femenina considerable. Al menos en el nivel formativo. Por tanto, debería estudiarse en profundidad el papel de las mujeres en la filosofía costarricense durante los años setenta y ochenta.

Desde la gran disparidad descrita la brecha de genero mantendrá un tamaño considerable hasta la actualidad. Es importante prestar atención a la figura 2 que muestra una dinámica digna de atención: no solo durante la década de los años setenta se evidencia una disparidad de género mayor, en todas las épocas de mayor explosión de graduados en filosofía la brecha crece. Es decir: cuando en la filosofía crece el número de sus nuevos profesionales, la disparidad de género se profundiza. En la historia de la filosofía costarricense, incentivar la graduación de filósofos no conlleva un aumento en la graduación de filósofas, sucede lo contrario: al aumentar la formación en filosofía la brecha de género se profundiza. Este factor debe ser considerado si se planea estudiar las brechas de género presentes en la filosofía.


Figura 1. Recuento de tesiarios licenciatura por género
(1944-2024).

Fuente: Base de Datos Tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Figura 2. Recuento de tesiarios licenciatura por género (1944-2024),
dividido por quinquenios.

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Por otra parte, en el posgrado la situación es la misma. En las figuras 3 y 4 podemos notar que la brecha por género se mantiene en los estudiantes del posgrado de maestría y doctorado. Desde que se defendió la primera tesis de Maestría en Filosofía en la UCR las tesiarias representan solo un 25% de la muestra (15 estudiantes). En el doctorado, desde que se defendió la primera tesis para optar por el Doctorado en Filosofía en 1973, las estudiantes aprobaron su tesis representan solo un 27,6% de la muestra (8 estudiantes). Es decir, aunque la brecha generada en la licenciatura no aumenta, se mantiene.


Figura 3. Recuento de tesiarios maestría por género
(1978-2024).

Fuente: Base de Datos Tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Figura 4. Recuento de lesiarios doctorado por genero
(1973-2024).

Fuente: Base de Datos Tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Si dividimos la muestra en quinquenios (figura 5) notamos que la brecha se abre al incrementarse la cantidad de tesis defendidas y aprobadas después del año 2013. Sigue el mismo patrón de las defensas de TFG a nivel de grado: la brecha de género, a nivel de maestría, también incrementa conforme crece la cantidad de TFG. Conforme hay mayor formación a nivel de posgrado, mayor es la brecha de género. La figura 5 también muestra una relación inversamente proporcional entre los tesiarios hombres y las tesiarias mujeres: los periodos de crecimiento de hombres defendiendo sus tesis son periodos de decrecimiento para mujeres tesiarias y viceversa. Las causas de esta dinámica deberían estudiarse en investigaciones posteriores. Por otra parte, el doctorado no muestra ninguna información concluyente al expresarlo en quinquenios. La muestra no posee un tamaño suficiente para establecer relaciones.


Figura 5. Recuento de tesis maestría por género (1978-2024),
dividido por quinquenios.

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).

Análisis longitudinal de TFG en filosofía UCR

Cuando analizamos el total de la muestra de TFG de licenciatura aprobados en el periodo de estudio notamos una tendencia creciente desde la creación del Departamento de Filosofía en 1957 que se torna exponencial durante la década de 1970, alcanzando su pico máximo en el periodo 1977-1981 (figura 6). Después, notamos una caída de graduados importante hasta el inicio del siglo XXI con un periodo de crecimiento en el quinquenio 1987-1991. A partir quinquenio 2002-2006 se iniciará una recuperación para volver a apreciar una disminución en el periodo 2017-2021. La baja de este último quinquenio puede explicarse por la pandemia por COVID-19 que afectó los años 2020 y 2021. La figura 6 nos permite apreciar que, al medir la producción de investigación en el grado, el valor de frecuencia máxima se ubica en la década de los setenta. Hasta, hoy no se han alcanzado los niveles de crecimiento mostrados en el periodo 1977-1981.Por tanto, hay evidencia que respalda la propuesta de que la década de los setenta del siglo XX fue un periodo de gran producción de filosofía, al menos en el nivel formativo.

Si analizamos el posgrado (Figuras 7 y 8), notamos una estabilidad en las defensas de tesis hasta el quinquenio 2013-2017 cuando las tesis defendidas en la Maestría crecen de manera importante. Este es el periodo de mayor crecimiento de investigación en el Posgrado en Filosofía, tanto a nivel de maestría como doctoral. Aunque no se evidencia (como sí lo hizo en el grado) una mayor producción de investigación en la década de los setenta, esta es la década en que inicio en la UCR la formación de posgrado en filosofía. Desde finales de la década de los sesenta un programa piloto de doctorado en filosofía es impulsado por el Departamento de Filosofía. Antes de la creación del Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad de Costa Rica, ya el Departamento había doctorado a Jorge Enrique Esquivel, Teodoro Olarte, Carlos de la Ossa y Rose Marie Karpinsky. Luego, con la creación del Sistema de estudios de Posgrado (SEP) en 1975, la formación filosófica en el alto nivel se establecerá.

Considerando la información arrojada por la BD podemos afirmar que la década de los setenta del siglo XX sí representó una variación importante para los estudiantes que se formaban en filosofía en la UCR. El número de estudiantes que defendieron y aprobaron su TFG para optar por el grado en filosofía alcanzó un volumen que no se ha vuelto a generar. Además, en el país se inicia la producción de investigación a nivel doctoral y de maestría, resultando de ahí trabajos que marcarán la historia de la filosofía costarricense, por ejemplo, la tesis de doctorado de Teodoro Olarte El ser y el hombre (1973).


Figura 6. Total de TFG de licenciatura defendidos por quinquenio
(1944-2024).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Cost


Figura 7. Total de tesis de maestría defendidas por quinquenio
(1978-2024).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Figura 8. Total de tesis de doctorado defendidas por quinquenio
(1973-2024).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Análisis del campo

Al categorizar los TFG de licenciatura por campos obtenemos por resultado que la mayoría pertenecen al campo de la crítica/interpretación de autor con un total de 102 sobre la muestra de 235 trabajos, es decir, un 43,3% (figura 9). Por tendencia general los y las estudiantes del grado en filosofía de la UCR no investigan sobre las problemáticas de campo descritas por Camacho, sino que dialogan con los autores clásicos de la tradición filosófica de occidente. Existe un marcado interés por el diálogo con la tradición histórica de la filosofía. Lo adelantábamos en la descripción del método. Al ser la filosofía una disciplina dialógica lo esperable es que, en su nivel formativo, la mayoría de las investigaciones busquen aprender a establecer diálogos con la tradición. Vemos el reflejo de que aprender a hacer filosofía es aprender a dialogar con ella.

Anteriormente mencionamos que los campos crítica/ interpretación de autor, crítica/ interpretación de obra, comparación de autores, pensamiento costarricense y pensamiento latinoamericano son variables que marcan una variación por las fuentes, pero todas pertenecientes a un solo campo que agregábamos a la propuesta de Camacho: la historia de la filosofía. Si dejamos de lado cada variable y las consideramos como un solo campo este representaría un 82,5% del total de la muestra, es decir194 trabajos. Por ello, hemos procurado en este campo establecer una diferenciación por las fuentes: es notablemente el de mayor producción (Tabla 1).

También, afirmamos anteriormente que para determinar si la filosofía de la década de 1970 tuvo en su nivel formativo una producción mayor y más variada, estableceríamos un estudio de la producción en los campos. Ya con una medición longitudinal hemos confirmado, como conclusión parcial, una producción mayor de TFG en licenciatura y el inicio de la producción de investigación doctoral en la década de los setenta del siglo XX. Ahora, en pro de buscar una producción más variada, el análisis del campo (tabla 1) nos permite apreciar que en la década de los setenta la producción de TFG de licenciatura en la variable critica/ interpretación de autor baja en comparación con décadas anteriores. No obstante, esta variación en la producción no tiene que ver con el campo, sino con las fuentes. En la tabla 1 es apreciable que la producción de trabajos de investigación en historia de la filosofía sigue manteniendo un nivel alto. Entonces, podemos afirmar que durante la década de los setenta se dejan de estudiar a autores de la tradición filosófica occidental para darle paso a autores del pensamiento costarricense y latinoamericano, una variación evidente. En esta década, los TFG sobre pensamiento costarricense representan un 22,2% y los de pensamiento latinoamericano un 14,3%. ES decir, en la década de los setenta sí existe una variación en las temáticas y las fuentes, mas no en el estilo de investigación, pues el campo se mantiene con pocas variaciones.

Distinto a la década de los setenta del siglo XX una variación en las temáticas se presenta en la segunda década del siglo XXI. En la tabla 1 se puede apreciar una baja significativa no solo en el estilo de estudio que tradicionalmente ha sido el dominante crítica/ interpretación de autor, sino en la producción general en el campo de la historia de la filosofía. Lo que es lo mismo a decir: incrementaron las investigaciones en otros campos como la metafísica, la epistemología, la ética, etc. Si recordamos, esta es también la década en la que hay un crecimiento en la producción investigativa a nivel de maestría y doctorado. Por tanto, aunque la década de los setenta sí representa una diferencia para la filosofía en su nivel formativo, se debe prestar atención a la segunda década del siglo XXI, en ella se aprecia una mayor producción de investigación en el posgrado y una mayor variedad de los campos de investigación en el grado. Son necesarios estudios de este periodo para explicar las causas de lo que aquí presenciamos.

El posgrado no muestra una mayor diversidad con respecto al grado. De la muestra total de 60 trabajos de maestría (figura 10) 30 trabajos (50%) se clasifican como crítica/ interpretación de autor y 43 trabajos (71,6%) están ubicados como investigaciones sobre la historia de la filosofía. Al analizar la producción por década, encontramos una mayor diversidad en la década de los ochenta y noventa. Durante el siglo XXI se mantiene una alta investigación en historia de la filosofía, pero con una diversidad de fuentes (tabla 2). En el doctorado (figura 11), de la muestra total de 29 investigaciones el 55.1% (16 investigaciones) se clasifican en el campo de historia de la filosofía, de los cuales, el 31% (9 trabajos) se clasifican como crítica/ interpretación de autor. Al igual que en la muestra dividida por quinquenios, la división por décadas no muestra conclusiones vinculantes.

Tabla 1. Recuento de campo "crítica/ interpretación de autor'
en TFG licenciatura por porcentajes y décadas (1951-2020).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Figura 9. Recuento de campo de investigación en TFG de licenciatura
(1944-2024).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofía Universidad de Costa Rica (1944-2024)


Tabla 2. Recuento de campo "crítica/ interpretación de autor"
en TFG maestría por porcentajes y décadas (1980-2020).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofĩa Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Figura 10. Recuento de campo de investigación en tesis de maestría
(1978-2024).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofĩa Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Figura 11. Recuento de campo de investigación en tesis de doctorado
(1973-2024).

Fuente: Base de Datos tesis en filosofĩa Universidad de Costa Rica (1944-2024).


Conclusiones

Siguiendo lo demostrado mediante el análisis de los TFG en el grado y el posgrado en Filosofía de la Universidad de Costa Rica durante el periodo 1944-2024, existe evidencia que apoya la propuesta de una diversificación y mayor producción filosófica durante la década de los setenta del siglo XX. Fue así al menos en el nivel formativo. La filosofía se transformó durante esta década, pero no fue un cambio en el modo de investigar, sino una variación en los intereses y las fuentes de investigación; ambos se diversifican. Los cambios institucionales en la filosofía producidos durante la década de los setenta del siglo XX facilitaron una mayor producción filosófica en la UCR; no obstante, esa mayor producción de filosofía no conllevó una diversificación en las investigaciones, solo una diversificación de los intereses y de las fuentes. Se ha demostrado que, pese a que en la década de los setenta se estaban defendiendo y aprobando más investigaciones, la tendencia de investigación se mantenía.

Aunque existe una variación importante en la producción de filosofía durante la década de los setenta, también se presencian variaciones importantes en la segunda década del siglo XXI. Esta década puede representar un cambio igual o más significativo que el de la década de los setenta. Tal variación afectó más la producción filosófica a nivel de posgrado. Además, se experimentó una diversificación de los campos de investigación que romperá con el modo típico de investigar filosofía a lo interno de la UCR.

No se puede obviar que las mujeres se encuentran en una posición de desventaja en la formación filosófica de la UCR. Hacen falta estudios que se dediquen a esta problemática y expliquen las causas y consecuencias de lo que en esta investigación se ha descrito: las épocas de mayor explosión en la formación filosóficas son épocas de una profunda brecha de género.

Como un lugar contemporáneo de enseñanza de la filosofía, la Escuela de Filosofía en la UCR pretende menos que los estudiantes aprendan a dialogar con problemáticas propias de la disciplina y más que aprendan a insertarse en la conversación continua que es la filosofía. Prueba de ello es la poca cantidad de tesis que existen (tanto en el grado como en el posgrado) sobre problemáticas propias de la ética, estética, metafísica, etc. Frente a ello, una gran cantidad de trabajos se dedican a interpretar, criticar o discutir con teorías y sistemas propuestos por otros autores de la tradición filosófica occidental y latinoamericana. No obstante, se debe afirmar que los TFG que se defienden, tanto en el grado como en el Posgrado en Filosofía de la UCR, no son el reflejo de la producción en investigación filosófica de esta universidad. Para analizar en profundidad toda la investigación que se produce en filosofía se debe estudiar a detalle los TFG en conjunto con la Revista de Filosofía de la Universidad de Cota Rica, los proyectos del Instituto de Investigaciones Filosóficas y de acción social.

Notas

1. Aunque seguimos la concepción de Richard Rorty de que la filosofía es un diálogo continuo que se ocupa de problemas constantes, no compartimos su consecuencia de que las respuestas a estos problemas son también constantes. Apoyamos la tesis de un problema-diálogo perpetuo no la de una única respuesta.

2. También se podría generar una división que analice la producción de trabajos por doctrinas o corrientes: fenomenología, empirismo, filosofía analítica, realismo, idealismo, etc. Este análisis está pendiente y debería integrar no solo los TFG, sino también los artículos de la Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica.

3. Aunque medir variables de género no es el objetivo principal de esta investigación, un análisis inicial exploratorio como el que aquí se presenta no puede obviar el rol de género. La filosofía ha sido históricamente una disciplina con preponderancia masculina y este asunto debe ser investigado en profundidad. Esperamos que esta investigación funcione como incentivo.

4. En el estudio se notará la necesidad de haber dividido el campo de historia de la filosofía en tantas variables, este es el campo de mayor producción.

5. TFG no ubicados en el SIBDI: Ligia Herrera Mata. 1946. Estudio comparativo de Dante Alighieri y Arcipreste de Hita. Mario Fernández Lobo. 1956. Historia comentada del pensamiento costarricense.

6. La cantidad de estudiantes de licenciatura es mayor a la cantidad de trabajos defendidos pues en el grado existe la posibilidad de presentar seminarios (un TFG del que pueden ser partícipes hasta seis investigadores) y tesis en pareja.

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Ricardo J. Herrera Luna (ricardo.herreraluna@ucr.ac.cr) es Licenciado en filosofía por la Universidad de Costa Rica, estudiante de la Maestría Académica en Historia en el Posgrado Centroamericano en Historia (SEP, UCR) y docente de Estudios Generales, Sección de Filosofía y Pensamiento, en la Sede del Sur de la Universidad de Costa Rica.

Recibido: 26 de febrero, 2025. Aprobado: 09 de marzo, 2025.