@article{Muñoz Barquero_2005, title={El Toloa, un anónimo y una esperanza}, url={https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/filosofia/article/view/7517}, abstractNote={El Toloa, un barco de Compañía Bananera, zarpó de Cuba con rumbo a Puerto Limón, Costa Rica, en 1940. Llegó a su destino el 16 de febrero de ese año. Como parte de su cargamento traía a un inquieto joven de 32 años: Teodoro Olarte Sáenz del Castillo, un vasco nacido el 20 de mayo de 1908 en Vitoria, quien se graduó como abogado en la Universidad Central de Madrid, donde también estudió filosofía. En esa institución escuchó a Ortega y Gassett, a García Morente. La Guerra Civil Española lo impulsó a abandonar España y por Vigo se dirigió a los Estados Unidos. Ejerció el periodismo en California durante tres años y también estuvo en México. Viajó a La Habana con el objeto de irse luego a Caracas, a trabajar en la Universidad. Pero resulta que en Cuba entró en contacto con el Cónsul de Costa Rica y este le habló tales maravillas, que nuestro Teodoro decidió embarcarse (creo que por partida doble). Así, se hizo a la mar, y nos llegó como periodista.}, journal={Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica}, author={Muñoz Barquero, Elizabeth}, year={2005}, month={may} }