Lingüística
Three Types
of Locative Non-verbal Predications in Trique (Otomanguean) Spoken in the
Poblado Miguel Aleman, Sonora
Reyna Veronica Quintanar Najera
Universidad de Sonora, Sonora, México
a211212514@unison.mx
https://orcid.org/0009-0003-8647-4310
Pafnuncio Antonio Ramos
Universidad de Sonora, Sonora, México
Pafnuncio.antonio@unison.mx
http://orcid.org/0000-0002-2254-2586
DOI: https://doi.org/10.15517/rfl.v50i1.57733
Recepción: 31-03-23
Aprobación: 25-08-23
RESUMEN
El presente
artículo analiza tres tipos de predicación no verbal (PNV) del dominio de la
locación: locativas, existenciales y posesivas, de la lengua triqui (otomangue,
familia mixtecana) hablada en el Poblado Miguel Alemán, Sonora, México (TPMA);
con tendencia a expresarse tipológicamente de manera similar. Este persigue los
siguientes objetivos: (i) definir la codificación de las PNV locativas, (ii)
evidenciar los diversos mecanismos de enunciación de estas y, (iii) presentar
sus similitudes y diferencias. Las PNV son unidades de análisis semántico y
morfosintáctico (Hengeveld, 1992). Los datos son de tipo cualitativo
provenientes de textos discursivos y elicitaciones, recopilados entre el 2019 y
el 2023 en el Poblado Miguel Alemán, Sonora, México; pertenecientes a mis
colaboradoras: Rosa y Hortencia Vázquez. En el análisis se obtuvo que las PNV
locativas y existenciales se expresan con cópula cero y tres cópulas verbales.
En contraste, las PNV posesivas se dividen en: genitivas, codificadas con la
cópula me3, y de tener, emitida con la cópula vaa32.
En TPMA, todas las PNV negativas documentadas se presentan con vaa32,
excepto las de posesión genitiva; la cual cuenta con características
particulares.
Palabras clave: predicaciones
no verbales; cópula; locativas; existenciales; posesivas.
ABSTRACT
This article analyzes three
types of non-verbal predication (PNV) in the domain of location: the locatives,
the existentials and the possesives of the Trique language (Otomanguean,
Mixtecan family) from the Poblado Miguel Alemán (TPMA); with a tendency to be
expressed themselves similarly in the languages of the world. This pursues the
following objectives: (i) define the coding of locative PNVs, (ii) demonstrate
the mechanisms of enunciate them, and (iii) present their similarities and
differences. The PNV are units of semantic and morphosyntactic analysis
(Hengeveld, 1992). The data is a qualitative type from discursive texts and
elicitations collected from 2019 to 2023, they belong to my collaborators: Rosa
and Hortencia Vazquez. The analysis found that locative and existential PNV are
expressed with zero copula and three verbal copulas. In contrast, possessive
PNVs are classified into genitives, codified with the me3 copula,
and of to have, emitted with the vaa32 copula. In
TPMA, all the negatives PNVs registered occurs with vaa32,
except those of genitive possession, which has specific characteristics.
Keywords: non-verbal predication; copula;
locatives; existential; possessive.
1. Introducción
En esta
investigación se describen tres tipos de predicación no verbal del ámbito de la
locación (locativas, existenciales y posesivas) del triqui (otomangue, familia
mixtecana) hablado en el Poblado Miguel Alemán (TPMA), Sonora, México; lengua
originaria del triqui de San Juan Copala, Oaxaca (TSJC). Sobre la lengua, se
puntualiza el lugar bajo estudio, debido a que presenta diferencias
gramaticales con el TSJC.[1]
Dichas diferencias son: (i) ambas lenguas poseen diferentes marcadores
negativos en las cláusulas verbales en TSJC dependen del aspecto gramatical, y
en TPMA no; (ii) taj32 es negativo de diversos tipos de PNV
en TPMA (Quintanar-Najera, 2020), y en TSJC, solo de las adjetivales
(Hollenbach, 2020); y (iii) en las PNV nominales de TPMA ocurren tres tipos de
cópula -cero, me3, vaa32- (Quintanar-Najera, 2020), y en TSJC, solo me3
(Hollenbach, 2008).
Desde una
perspectiva tipológica, estas forman parte de las predicaciones más comunes en
las lenguas del mundo (Hengeveld, 1992; Pustet, 2003 y Dryer, 2007). Las
predicaciones no verbales se examinan semántica y estructuralmente. Por un
lado, el predicado de la construcción expresa un atributo del sujeto (nombre,
adjetivo, locación, adverbio, etc.) y, por otro lado, pueden ocurrir con una
cópula verbal, no verbal y/o cópula cero,[2]
según sea el caso de la lengua.
En el TPMA,
se han identificado cinco tipos de predicaciones no verbales: nominales,
adjetivales, locativas, existenciales y posesivas (Quintanar-Najera, 2020). Sin
embargo, este artículo solo se enfoca en las predicaciones del dominio de la
locación: las locativas, existenciales y posesivas (Dryer, 2007). En las
cláusulas afirmativas, las PNV locativas y existenciales se codifican de la
misma manera,[3]
mientras que, las PNV posesivas cuentan con su propia estrategia gramatical. No
obstante, en las construcciones negativas presentan una estructura similar
entre ellas, con excepción de las predicaciones de posesión genitiva.
El estudio
de la negación se basa en Miestamo (2005; 2017) y Dryer (2013). Miestamo (2017,
p. 1) señala que la negación expresa representa el valor opuesto del valor de
verdad de una proposición. En esta investigación se aborda la negación clausal
no estándar, es decir, la negación que ocurre en las predicaciones no verbales.
De igual modo, se considera la propuesta de Dryer (2013) para diferenciar los
morfemas negativos de la lengua: afijo, partícula, verbo auxiliar negativo,
palabra negativa, variación entre palabra negativa y afijo, y doble negación.
En breve, para el análisis de las PNV negativas se toman en cuenta los
siguientes criterios: (i) marcadores negativos (Dryer, 2013) y su correlación
con el predicado, (ii) estructura sintáctica y (iii) doble negación opcional u
obligatoria.
La
metodología empleada en esta investigación es de tipo cualitativo, ya que se
consideran aspectos culturales, actitudinales, interacciones con la comunidad;
así como datos de textos discursivos y elicitaciones. Para ello, se tomó como
referencia el cuestionario de Archivo de Lenguas de México (s.f.), Smith-Stark
(1982), Stiles y Stiles (1983), Miestamo (2016),[4]
y datos de Quintanar-Najera (2020). Es importante mencionar que dichos
cuestionarios han sido modificados de acuerdo con el contexto sociocultural de
la comunidad bajo estudio.
El corpus,
recopilado del 2019 al 2023, consta de 188 construcciones locativas y
existenciales, y 67 posesivas (255 cláusulas en total). Dichos datos, fueron
proporcionados por Rosa Vázquez y su hija Hortencia Vázquez; colaboradoras de
esta investigación. Rosa es originaria de Putla Villa de Guerrero (Oaxaca) con
una residencia de 27 años en el PMA, y Hortencia nació en Sinaloa, pero siempre
ha vivido en el PMA, Sonora. Por último, el registro de los datos lingüísticos
en el trabajo de campo se realizó con una grabadora Marantz professional PMD661
y se transcribió en ELAN6.
Después de
esta introducción, en §2 se presentan los datos generales de la comunidad y de
la lengua; más adelante, en §3 se desarrolla la discusión teórica que antecede
al análisis y descripción de las PNV en TPMA. Así, en §4 se analiza el
comportamiento morfosintáctico y semántico de las predicaciones no verbales
locativas en la lengua TPMA. Finalmente, en §5 se presenta una síntesis general
y los últimos comentarios sobre las predicaciones no verbales del dominio de la
locación en TPMA.[5]
2.
Datos generales sobre la lengua y sus hablantes
2.1
Ubicación
La lengua
triqui bajo estudio se habla en el Poblado Miguel Alemán (PMA) en el estado de
Sonora, México. De acuerdo con la división política estatal, se ubica en el
municipio de Hermosillo con una superficie de 5 643 km2 (Aguilar et
al., 2018; INEGI, Censo de Población y Vivienda y SNIEG, 2020). En el mapa de
la Figura 1, se muestra la sede exacta del PMA en el estado de Sonora.
Figura 1.
Ubicación del PMA, Sonora
Fuente: SIDUR (2016, p. 2)
Cabe
destacar que en el estado de Sonora, Hermosillo no es el único municipio donde
radican triquis originarios de San Juan Copala, sino también en San Miguel de
Horcasitas (Estación Pesqueira) y en Caborca. Existe diverso material bibliográfico
sobre la cultura, migración e historia de los TPMA. Entre los más destacados,
se encuentran Barrios (2005); López (2008); París (2011; 2012); Cariño y
Martínez (2012); Bailón (2014); Aguilar et al. (2018) y Quintanar-Najera
(2020); a diferencia de los residentes de Estación Pesqueira y Caborca en donde
casi no hay materiales de esta naturaleza.
2.2 Clasificación lingüística
TPMA es una
lengua de una comunidad migrante, la cual proviene de los triquis de San Juan
Copala, Oaxaca. Dicha lengua forma parte del tronco otomangue y pertenece a la
familia mixtecana. Ethnologue (2018) establece que el triqui cuenta con
dos lenguas hermanas: mixteco (52 variedades) y cuicateco (2 variedades). Pese
a que, en esta fuente, el triqui cuenta con tres variedades, es muy probable
que haya más o ya estén en proceso de cambio, debido a que existen más
comunidades migrantes en otras partes del continente americano como Baja
California, Sinaloa y E.U.A, además de Sonora (Quintanar-Najera, 2020). En la
Figura 2, se presenta la clasificación de las lenguas otomangues, a la que
pertenece el triqui.
Figura 2.
Familia otomangue.
Fuente: Chávez-Peón (2014,
p. 4)
Con respecto
a la situación de vitalidad de las lenguas minorizadas, INALI (2012) mide el
riesgo de extinción de las lenguas indígenas mediante una escala de cuatro
niveles del 1 al 4, donde el nivel 1 indica ‘riesgo muy alto’ y el 4 ‘desaparición
no inmediata’. De acuerdo con estos datos, TSJC, de donde proviene TPMA, se
encuentra en el nivel 4, esto sin considerar la situación lingüística actual de
las comunidades triquis migrantes que se encuentran aisladas de su contexto
sociocultural.
2.3 Rasgos lingüísticos
2.3.1 Fonología y alfabeto de TPMA
El sistema fonológico de TPMA
consta de diez vocales y veintidós consonantes, estas últimas se clasifican
como fortis ‘fuertes’ y lenis ‘débiles’ (Hollenbach, 1977; 1984; 1985).
Asimismo, para la representación de los datos de la lengua, se usa el alfabeto
establecido por Hollenbach y Hollenbach (2009).[6]
En la Tabla 1, se expone el símbolo del AFI con su grafía equivalente en TPMA.
Tabla 1.
Equivalencias del AFI al alfabeto de TPMA
Símbolo AFI |
Grafía TSJC |
a |
<a> |
b |
<b> |
d |
<d> |
e |
<e> |
(f) |
<f> |
g |
<g, gu> |
i |
<i> |
k |
<c, k, qu> |
l |
<l> |
m |
<m> |
n |
<n> |
(ɲ) |
<ñ> |
o |
<o> |
p |
<p> |
(r) |
<r> |
s |
<s> |
ʃ |
<x> |
ʂ |
<xr> |
ts |
<tz> |
<ch> |
|
<chr> |
|
u |
<u> |
w |
<v, u, ü> |
x |
<j> |
y |
<y, i> |
z |
<s> |
<r> |
|
ʒ |
<x> |
ʔ |
<’> |
-cero- |
<h> |
En la
tonología de TPMA, se registran cinco niveles tonales: 1, 2, 3, 4 y 5, además
de tres tonos de contorno: 32, 31,13 (Hollenbach, 1984). Estos presentan dos
reglas principales para ocurrir en las sílabas no finales. La primera regla
señala que cuando el tono de la silaba final es 5, 4, 3, 32, 31, el tono no
final será 3. La segunda indica que cuando el tono final es 1, 2 o 13, el tono
no final será 2. Debido a este comportamiento, Broadwell (2017, p. 1) los
clasifica en altos (1, 2, 3, 31, 32, 4, 5) y bajos (1, 2 y 13). A continuación,
en la Tabla 2 se exponen algunos ejemplos de palabras en TPMA con cada uno de
los tonos.
Tabla 2.
El tono en el léxico de TPMA[7]
Tono |
Ejemplos |
Tono 1 |
nanj1 ‘morral’ |
Tono 13 |
guun13 ‘hacerse’ |
Tono 3 y 2 |
kohoo3 chij2 ‘siete tazas’ |
Tono 31 |
maruu31 ‘negro’ |
Tono 32 |
to32 ‘metate’ |
Tono 4 |
Juan4 ‘Juan’ |
Tono 5 |
yo’óó5 ‘tierra’ |
2.3.2 Morfología
En esta
sección se expone, brevemente, la morfología nominal y verbal de TPMA.
Primeramente, es importante mencionar que la lengua es aislante con cierto
grado de fusión. La característica de aislante se le atribuye porque la mayoría
de sus palabras equivalen a un solo morfema, por ejemplo, los nombres. Por su
parte, se considera con cierto grado de fusión, debido a que posee morfemas con
más de un significado gramatical, sobre todo en el caso de los verbos.
Dicho esto,
se evidencia que TPMA no es una lengua rica en morfología. Esto con excepción
de las frases posesivas que sí cuentan con marcación de persona, número y de
posesión en el nombre. En (1), se observa que -j tiene un valor
semántico de persona y número, el cual indica que el nombre nii3 pertenece
a la primera persona del singular. Igualmente, en (2), el nombre chuman’3
ocurre con el marcador posesivo se32- que señala que el
sujeto es de chuman’3.
1. nii3-j
madre-1/3SG
‘Mi mamá…’ (Quintanar-Najera, 2020,
p. 142)
2. paque me3 se32-chuman’3
a32
parque COP.INT.CONT POS-pueblo LM
‘El
parque es del pueblo’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 143)
Ahora bien,
los verbos en TPMA sí poseen marcadores de aspecto (continuativo,
no-continuativo, completivo, potencial y no-potencial),[8]
incoativo, iterativo, causativo, pasivo y pronominal; este último, solo en el
caso de la primera persona del singular. Respecto a la cópula verbal de la
lengua, solo cuenta con los marcadores de aspecto. En (3), aparece el prefijo v-
que indica el aspecto continuativo de la cópula.[9]
A su vez, en (4) se presenta la cópula flexionada por el afijo no continuativo g-.
3. luu tzin’5 v-aa32
gato pequeño CONT-COP.EX
‘El
gato es pequeño’ (Quintanar-Najera. 2020, p. 126)
4. ne’ej3 g-aa32 ya’aan13 rá4
bebé N.CONT-COP.EX.POT caliente dentro
‘El
bebé se enojó’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 128)
2.3.3 Sintaxis
En este
apartado se da cuenta del orden sintáctico de las predicaciones verbales (PV) y
no verbales en TPMA. En las PV intransitivas y transitivas, el orden es
flexible y el elemento que ocurre en primera posición es el que se desea
enfatizar. En las PV bitransitivas, el orden de sujeto y verbo es flexible, no
obstante, primero debe aparecer el objeto directo, y después, el indirecto; de
otra manera, es una construcción agramatical. Enseguida, en la Tabla 3 se
muestra el orden sintáctico más común en las PV de TPMA.
Tabla 3.
Orden prototípico de las PV en TPMA[10]
Predicaciones
verbales |
|
Tipo de
cláusula |
Orden
sintáctico |
Intransitivas |
VS |
Transitivas |
VSO |
Bitransitivas |
VSOdOi |
En general,
las PNV afirmativas presentan un orden recurrente, sin embargo, no es fija la
posición del sujeto. En el ámbito negativo, lo único fijo es el orden del
negativo y la cópula: Marcador negativo + Cópula. En primer lugar, las PNV
locativas afirmativas cuentan con un orden sintáctico rígido: Sujeto + Núcleo
semántico / Predicado,[11]
por lo contrario, en las negativas el sujeto puede aparecer antes o después del
negativo y la cópula. Segundo, las existenciales afirmativas también poseen un
orden fijo: Predicado existencial + Complemento, y al expresarse como
negativas, solo se agrega al inicio el marcador negativo y la cópula verbal.
Asimismo, las posesivas afirmativas tienen un orden rígido: Sujeto + Cópula +
Núcleo semántico, y en la negación, solo se añade el marcador negativo
inmediatamente antes de la cópula y en posición final, de forma obligatoria, la
PFC ma’3. Nótese que el único orden flexible ocurre en las
PNV locativas negativas; véase la Tabla 4 y §4.
Tabla 4.
Orden prototípico de las PNV en TPMA
Predicaciones no verbales |
||
Tipo de predicación |
Orden sintáctico |
|
Locativas |
Afirmativas |
S + P |
Negativas |
Negativo + Cópula + S + P S + Negativo + Cópula + P |
|
Existenciales |
Afirmativas |
P + Complemento |
Negativas |
Negativo + Cópula + P + Complemento |
|
Posesivas |
Afirmativas |
S + Cópula + P |
Negativas |
S + Negativo + Cópula + P + Negativo |
En los siguientes ejemplos, se puede
observar el orden sintáctico de las PNV en TPMA. En la construcción locativa de
(5), primero, se presenta el sujeto nój5, y después, el
predicado nanij32 a32. Posteriormente, en (6)
ocurre el Predicado existencial ’o2 me3ssá4 +
Complemento ve’3 a32. Por último, en la
construcción posesiva de (7), se expresa el sujeto yo’3,
seguido del predicado vaa32 vij1 tocua4 a32.
5. nój5
nanij32 a32
1PL.EXCL abajo
LM
‘Nosotras
estamos abajo’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 136)
6. ’o2
me3ssá4 ve’3 a32
una mesa casa LM
‘Hay una
mesa en la casa’ (Quintanar-Najera, 2020, p.139)
7. yo’3 v-aa32 vij1 tocua4 a32
3NT CONT-COP.EX dos casas LM
‘Él
tiene dos casas’ (Quintanar-Najera, 2020, p.143)
3.
Tipología de la predicación
En la
mayoría de los estudios lingüísticos que abordan la predicación no se
desarrolla el concepto como tal, a excepción de Hengeveld (1992), quien resume
el concepto de predicación en la siguiente fórmula (ei: [predß
(ɑ1) … (ɑn)] (ei)) (p. 25), la desarrolla y
establece: “… Predß es el predicado, ß es la categoría del predicado
(V, A, etc.), y (ɑ1) … (ɑn) son los argumentos requeridos
por ese predicado” y ei alude a toda la construcción (Hengeveld,
1992, p. 11). En otras palabras, el núcleo del predicado es atribuido al
argumento en función de sujeto, dicho núcleo puede ser un nombre, un adjetivo,
un adverbio, un verbo, etcétera, el cual también definirá el tipo de
predicación que es.
Ahora bien,
es necesario delimitar el concepto de predicación y oración, para establecer el
tipo de construcción precisa que se refiere en este estudio. De acuerdo con
Hengeveld (1992), la predicación es una unidad de análisis semántico,
principalmente, y la oración es una unidad de análisis morfosintáctico, ya que
la predicación puede contar con predicado verbal o predicado no verbal. En el
primer caso, el núcleo predicativo es un verbo (análisis morfosintáctico),
mientras que, en el segundo caso, el núcleo puede ser una frase nominal,
adjetival, adverbial, posesiva, etcétera (análisis semántico). Las
predicaciones verbales son las oraciones que ocurren con verbo (estado, proceso
o acción), por lo contrario, las predicaciones sin verbo cuentan con cópula
cero, no verbal o verbal.[12]
En
conclusión, se atienden los siguientes conceptos con las diferencias
correspondientes: predicación y predicado. Por un lado, el término predicación
alude a una construcción completa cuyo enfoque de análisis está en el
núcleo semántico del predicado; por otro lado, el término predicado se
emplea para señalar lo que se emite del sujeto donde se encuentra la cópula y
lo que se predica del argumento sujeto: su estatus, atributo(s), locación,
existencia, posesión, etcétera; todo ello según la intención comunicativa.
3.1 Predicaciones no verbales
Las PNV son
definidas por Hengeveld (1992, p. 26), estudioso en el tema, como
la aplicación del predicado no verbal a un número
apropiado de argumentos. Cualquier ejemplo de predicación sin verbo es
denominada predicación no verbal, término usado para referirse a todas las
construcciones, cuyo principal predicado es no verbal sin importar si este
predicado está acompañado de una cópula o no. (traducción de Quintanar-Najera,
2020, p. 79)
Las PNV son
unidades de análisis semántico y morfosintáctico (Hengeveld, 1992), debido a
que pueden presentarse con una cópula formal (verbal o no verbal) o con cópula
cero. Dicho comportamiento morfosintáctico varía según la lengua, sin embargo,
el comportamiento semántico es el que determina el tipo de predicado.
Hengeveld
(1992), por ejemplo, realiza una clasificación de las PNV de acuerdo con su
comportamiento morfosintáctico y semántico en las lenguas del mundo. El autor
toma la Gramática funcional de Dik (1980) y Siewierska (1991), quienes se basan
en estructuras semánticas subyacentes y reglas de expresión lingüística para
explicar las construcciones,[13]
de este modo, desarrollan la función de las PNV en las lenguas (Hengeveld,
1992, p. 3).
Stassen
(1997, p. 12) aborda la predicación intransitiva y la define como “la
aplicación de un concepto general a una entidad particular…una entidad
particular (representada por el argumento-sujeto) a la que le es asignada el
rol de participante en cierto estado de cosas (representados por el predicado)”
(traducción de Quintanar-Najera, 2020, p. 81). El autor hace una clasificación
semántica de esta, de acuerdo con el predicado de la construcción: (i) verbal,
(ii) adjetival, (iii) nominal y (iv) locativa; obsérvese que de (ii) a (iv) son
PNV.
Givón (2001,
p. 119), por su parte, establece una propuesta basada en las cláusulas
copulativas, de las cuales plantea cuatro rasgos principales: (i) aluden a
estados permanentes o temporales; (ii) el sujeto cuenta con el rol semántico de
paciente o dativo; (iii) constan con predicados verbales, nominales y
atributivos; y (iv) existe ausencia de cópula o es cópula verbal.
El cuarto
modelo es planteado por Pustet (2003), quien parte de la semántica y la
morfosintaxis para clasificar a las PNV; nótese que presenta varias similitudes
con la propuesta de Hengeveld (1992).[14]
La autora hace la distinción entre una predicación y otra, según el referente
semántico.
Finalmente,
Dryer (2007) estudia las predicaciones verbales y no verbales desde su
estructura interna y, a partir de ella, las clasifica. Por un lado, las
predicaciones verbales se diferencian por la transitividad del verbo y, por
otro lado, las predicaciones no verbales se caracterizan por el núcleo
semántico del predicado donde se menciona un atributo del sujeto, su ubicación,
etcétera. Obsérvese la semejanza de esta propuesta con la de Stassen (1997) y
Pustet (2003).
Concerniente
a las contribuciones de Hengeveld (1992), se toma la definición de predicación
no verbal y el concepto de las predicaciones del dominio de la locación: las
locativas, existenciales y posesivas pertenecientes a las predicaciones
relacionales. No obstante, no se considera el enfoque de Dik (1980),[15]
debido al uso de reglas de expresión lingüística que emplea para explicar
dichas construcciones, pues no coincide con la perspectiva tipológica funcional
de esta investigación.
La
aportación de Stassen (1997) no se considera porque parte de las predicaciones
intransitivas para su estudio y clasificación, por lo cual, abarca
construcciones verbales y no verbales solo con rasgos intransitivos, es decir,
con verbos y cópulas intransitivas. En esta línea, deja de lado las cópulas
transitivas o los casos donde la cópula es verbal y requiere de más de un
argumento. Por esta razón, resulta más certero el concepto de PNV de Hengeveld
(1992) para la presente investigación; además de que toma en cuenta la ausencia
o presencia de la cópula y sus diversos tipos.
Respecto a
la propuesta de Pustet (2003), en esta investigación no resulta útil clasificar
las PNV en identificativas y adscriptivas, ya que se centra en el tipo de
referente que ocurre en el predicado. Aunado a ello, este trabajo se enfoca en
identificar las PNV con las que cuenta la lengua, su codificación y si existe
una diferencia lingüística entre ellas según el núcleo semántico del predicado.
En relación
con Givón (2001) tampoco se considera su visión, debido a que estudia las
cláusulas copulativas con cópula cero y verbal, y el tema de las PNV también
abarca cópulas no verbales y el análisis semántico de la construcción, que es
necesario en la presente investigación.
Por último,
del modelo de Dryer (2007) se retoma la distinción que hace de la cláusula
desde su estructura interna: predicaciones verbales y no verbales. Pese a que
el autor se enfoca en la estructura de la construcción, en esta investigación
se le da prioridad al aspecto semántico.
3.2 Clasificación de las
predicaciones no verbales
En esta
investigación, se elabora una clasificación ecléctica de las PNV que parte de
las propuestas de Hengeveld (1992), Payne (1997), Stassen (1997), Pustet (2003)
y Dryer (2007). En la Tabla 5, se exponen las semejanzas y diferencias de cada
planteamiento teórico. Como se puede observar, las propuestas coinciden en
cinco PNV: en las nominales, adjetivales, locativas, existenciales y posesivas,
las cuales son las más comunes en las lenguas del mundo. Primeramente, Stassen
(1997) categoriza a la predicación intransitiva en tres: nominales, adjetivales
y locativas. Por su parte, Payne (1997), Dryer (2007), Pustet (2003) y
Hengeveld (1992) concuerdan en cinco PNV. No obstante, nótese que Hengeveld
(1992) y Pustet (2003) elaboran una clasificación más detallada de las
predicaciones.
Tabla 5.
Propuestas teóricas de las PNV
Autores |
Stassen (1997) |
Payne (1997) |
Dryer (2007) |
Pustet (2003) |
Hengeveld (1992) |
||
T I P O S D E P R E D I C A D O S |
Nominales |
I D E N T I F I C A T I V O S |
A D S C R I P T I V O S |
||||
Adjetivales |
|||||||
Locativas |
|||||||
|
Existenciales |
||||||
|
Posesivas |
||||||
|
|
Ecuativas |
Adverbiales |
Ecuativas |
|||
|
|
|
Cuantitativas |
Otras |
|||
|
|
|
Temporales |
|
|||
|
|
|
De caso oblicuo |
|
|||
|
|
|
|
|
Fuente: Quintanar-Najera (2020, pp. 86-87)
Las PNV del
dominio locativo son construcciones que expresan la locación del sujeto en el
predicado. Hengeveld (1992, pp. 94-6) identifica cuatro fenómenos similares de
dichas construcciones en las lenguas del mundo:
(i)
Hengeveld (1992) y Pustet (2003, p. 7) sostienen que
algunas de ellas comparten un marcador locativo en común.
(ii)
En ciertas lenguas, la función del predicado locativo
puede ser adverbial (modificar al verbo). Esto solo sucede cuando la
construcción cuenta con una cópula verbal.
(iii)
Al atribuírsele al nombre un rasgo locativo, se
presenta como frase locativa en el predicado.
(iv)
Recíprocamente, Dryer (2007) agrupa a las
predicaciones existenciales y posesivas en las PNV locativas por su
comportamiento similar en las lenguas a nivel global, de acuerdo con las
lenguas documentadas.
Dryer (2007)
menciona tres características principales de estas construcciones: (i) se
expresan con la misma cópula que ocurre en las PNV nominales y adjetivales,
(ii) plantea que algunas lenguas tienen una cópula de locación y (iii) que
pueden expresarse con un verbo posicional.
Enseguida,
se exponen ejemplos de predicaciones en otras lenguas del mundo. En (8a),
ocurre un predicado nominal cuyo núcleo semántico es jɔ ‘jefe’, después
en (8b), aparece un adjetivo como núcleo predicativo bĩnĩã ‘negros’;
aunque se trata de predicaciones diferentes, ambas se expresan con la cópula la.
Posteriormente, en (8c) se emite el predicado locativo wɛ dããnɛ, este, a
diferencia de los dos ejemplos anteriores, se presenta con la cópula locativa
wɛ. Esto evidencia las PNV locativas cuentan con una marcación especial en
la lengua.
Koromfe (Níger-Congo)
18.
a. mǝ la a jɔ
1SG COP ART jefe
‘Yo soy el
jefe’
b. dǝ lugni a bĩnĩã la
3SG gato.PL ART negro.PL COP
‘Los gatos
de él son negros’
c. dǝ wɛ dããnɛ
3SG COP.hacia hacia.casa
‘Él está en
casa’ (Renninson, 1997, como se cita en Dryer, 2007, p.
239)
Las
predicaciones existenciales son construcciones que predican la existencia del
sujeto, y por lo general, señalan la ubicación de este también, tal como establece
Lyons (1977, p. 723) “la existencia no es más que el caso límite de ubicación
en un espacio abstracto, deícticamente neutral-…”. Hengeveld (1992, pp. 96-7)
sostiene que las predicaciones existenciales pertenecen a las construcciones
locativas, las cuales mencionan la ubicación del argumento-sujeto sin
especificarla. Este hecho, desde una perspectiva tipológica, las posiciona como
un subtipo de las PNV locativas; similar a lo establecido por Dryer (2007).
A
continuación, se muestran datos de mixteco, lengua hermana de triqui, expuestos
en Pustet (2003). Primeramente, en (12a)
se presenta una PNV adjetival, cuyo núcleo semántico es el adjetivo lúlí,
a la par que se expresa con la cópula ka. Por lo contrario, (9b) y (9c)
se expresan con žoo, una cópula existencial que indica la existencia del
sujeto.[16]
Esto evidencia que esta variedad de mixteco cuenta con una cópula existencial
especial para este tipo de construcciones.
Mixteco de Chalcatongo (Otomangue)
12.
a. Xwã ka lúlí
Juan COP pequeño
‘Juan es pequeño’
b.
kɨsɨ žóó xáá
maceta EX nuevo
‘Ahí hay una nueva maceta’
c. inì kaxá wáã žoo tenànà
dentro caja ART EX tomate
‘En la caja, hay tomates’ (Macaulay, 1996,
como se cita en Pustet, 2003, p. 39)
Las
predicaciones posesivas, por su parte, son cláusulas que cuentan con un
predicado, el cual señala la pertenencia del nombre-sujeto. Por su parte,
Pustet (2003) las considera un subtipo de las predicaciones con caso oblicuo,
ya que tienen la posibilidad de expresar las relaciones posesivas a través del
caso.
La tipología
de la posesión predicativa ha sido abordada por varios investigadores desde
distintos enfoques como Heine (1997) y Stassen (2001). A pesar de ello,
coinciden en tres dominios semánticos basados en dos parámetros importantes:
(i) tiempo-estable (Givón, 2001) y (ii) control (Hopper y Thompson, 1980). Los
dominios de la posesión predicativa que abarcan dichos parámetros son:
(i)
Posesión inalienable, la relación entre el poseedor y
lo poseído es [+ tiempo estable] y [- control]. Este tipo pertenece a las
relaciones de: parentesco, de parte-todo, sociales, entre otras.
(ii)
Posesión alienable, la relación entre el poseedor y lo
poseído se representa [+ tiempo estable] y [+ control]. En este grupo, se
indica la pertenencia de una propiedad de forma jurídica o ética, la posesión
puede ser por venta, compra, traspaso, etcétera.
(iii)
Posesión temporal, la relación entre el poseedor y lo
poseído es [- tiempo] y [+ control], la cual alude a la posesión por un periodo
corto de tiempo o momentáneo.
En la
construcción (10), se presenta una predicación de posesión, doki es
poseído por yana, el poseedor-sujeto.
Hausa (Afroasiática)
10. yana da doki
3SG.ser
con caballo
‘Él
tiene un caballo’ (Schachter y Shopen, 2007, p. 15)
Dryer (2007,
p. 247) aborda las construcciones de posesión de diferente manera. Por un lado,
menciona a las PNV de posesión tener y, por otro lado, están las
predicaciones genitivas donde el núcleo semántico es un genitivo ‘mío, tuya…’.
En esta investigación, ambas se consideran dentro de la misma agrupación porque
su dominio semántico es el de pertenencia, no obstante, se considera la
distinción que hacen.
Igualmente,
Dryer (2007) expone ejemplos de awa pit y koyraboro. En (11), se presenta una
construcción cuyo núcleo semántico es el genitivo ap, por tanto, se
trata de una predicación genitiva. Por su parte, en (12) se expresa que zaŋka
hiŋka ‘dos niños’ pertenecen al sujeto a, lo cual señala que es una
PNV de posesión tener.
Awa Pit (Barbacoa)
11. an yal=na ap ka-y
DEM casa=TOP 1SG.POS ser.permanente-N.LOCUT
‘Esta casa
es mía’ (Curnow, 1997, como se cita en Dryer, 2007, p. 248)
Koyraboro senni (Songhai oriental)
12. a goo-nda zaŋka hiŋka
3SG estar-COM niño dos
‘Él tiene
dos niños’ (Heath, 1999, como se cita en Dryer, 2007, p. 249)
4.
Predicaciones no verbales en TPMA
En esta
sección, se analizan tres tipos de predicaciones no verbales del dominio de la
locación en TPMA: (i) locativas, (ii) existenciales y (iii) posesivas
(Quintanar-Najera, 2020). Para su
estudio, se analizan las predicaciones no verbales en su sentido afirmativo y
negativo, con la finalidad de dar cuenta de las estrategias que se emplean para
cada caso.
Dryer (2007)
menciona tres rasgos importantes que obtuvo de las construcciones locativas:
(i) la cópula de las PNV nominales y adjetivales ocurre también en estas, (ii)
cuentan con dos cópulas locativas,[17]
y (iii) pueden emitirse con un verbo posicional; donde se expresan como una
predicación verbal (PV).
En TPMA, las
PNV locativas cumplen tres de las características anteriores porque comparten
la misma cópula con las PNV adjetivales, sí tienen verbos posicionales
pertenecientes a las PV locativas y poseen dos cópulas exclusivas de la
locación (nuu32 y náj3).
Respecto a
su codificación, usan tres cópulas: la cópula cero, la cópula no verbal me3
y las cópulas verbales vaa32, nuu32 y náj3.
Estas ocurren de acuerdo con el tipo de predicación de la que se trate: (i)
las locativas con copula cero, cópula vaa32, cópula nuu32
y cópula náj3; (ii) las existenciales con cópula cero, la
cópula vaa32 y náj3; (iii) las de posesión
genitiva con me3; y (iv) las de posesión tener con vaa32
y nuu32 (Quintanar-Najera, 2020).[18]
En la Tabla 6, se presentan las formas en que se puede expresar cada
predicación, según su valor de verdad y su morfosintaxis (verbal y no verbal).
Como se puede observar, locativas y existenciales se emiten diferente según si
son afirmativas o negativas. Por lo contrario, las posesivas genitivas y las de
posesión tener emplean la misma cópula en ambos casos. Nótese que
la cópula más usada en estas PNV es la cópula existencial vaa32.[19]
Tabla 6.
Codificación de las PNV y PV en TPMA
Predicación |
Cópula |
||||||
Cero |
No
verbal |
Verbal |
|||||
Núcleo Semántico |
Morfosintaxis |
Valor
de verdad |
me3 |
vaa32 |
nuu32 |
náj3 |
|
Locativas |
PNV |
AFIR |
X |
|
|
X |
X |
NEG |
|
|
X |
|
|
||
PV |
AFIR |
|
|
|
|
|
|
NEG |
|
|
X |
|
|
||
Existenciales |
PNV |
AFIR |
X |
|
|
|
X |
NEG |
|
|
X |
|
|
||
PV |
AFIR |
|
|
|
|
|
|
NEG |
|
|
X |
|
|
||
Posesivas genitivas |
PNV |
AFIR |
|
X |
|
|
|
NEG |
|
X |
|
|
|
||
PV |
AFIR |
|
|
|
|
|
|
NEG |
|
|
X |
|
|
||
Posesión tener |
PNV |
AFIR |
|
|
X |
X |
|
NEG |
|
|
X
|
|
|
||
PV |
AFIR |
|
|
|
|
|
|
NEG |
|
|
X |
|
|
Fuente: Con base en (Quintanar-Najera, 2020, p. 117)
4.1 Predicaciones locativas
Las
predicaciones locativas son construcciones cuyo predicado expresa
características locativas del sujeto (Hengeveld, 1992; Pustet, 2003). Tipológicamente, dichas predicaciones se
agrupan en conjunto con las PNV existenciales y posesivas por su recurrente
codificación similar en las lenguas del mundo (Hengeveld, 1992; Pustet, 2003;
Dryer, 2007).
Uno de los
fenómenos planteados por Dryer (2007), es que las construcciones locativas
tienden a expresarse con la misma cópula que ocurre en las predicaciones
nominales y adjetivales. No obstante, también pueden presentarse con una cópula
locativa o con un verbo posicional. Es necesario señalar que en este último
caso, pierden sus características de PNV y se convierten en PV, por la
presencia del verbo posicional como predicado.[20]
En el caso de TPMA, la cópula que comparte con las PNV nominales es la cópula
cero, y con las predicaciones adjetivales, tiene en común la cópula cero y la
cópula vaa32.
Las
predicaciones locativas afirmativas en TPMA se expresan con: (i) cópula cero;
(ii) cópula cero junto con un nombre relacional y/o adverbio; (iii) cópula cero
con un nombre relacional y marcador locativo, a la par; y (iv) con las cópulas
verbales exclusivas de la locación: nuu32 y náj3.[21]
Igualmente, presentan un orden prototípico de Sujeto + (locativo) + Núcleo
predicativo / Sujeto + Predicado.
En (13), se
encuentra un ejemplo con el sujeto Pe3dro4 ‘Pedro’
y el locativo scuela4 ‘escuela’, este último como predicado,
la semántica de toda esta construcción es ‘Pedro está en la escuela’. Algo muy similar sucede en (14) donde tienda
es el sujeto y yo’3 squina ‘esquina’ el
predicado. Nótese que tampoco se expresa una cópula, es decir, ocurre la cópula
cero. En (15), se observa una inversión del orden, primero se presenta la
locación a través del adverbio nihánj5, y posteriormente, el
sujeto ‘unj1; con cópula cero también. Cabe destacar que no
existe evidencia de otro orden sintáctico en este tipo de construcciones con
cópula cero.
13. Pe3dro4 scuela4
Pedro escuela
‘Pedro
está en la escuela’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 134)
14. tienda yo’3 squina
tienda DEM esquina
‘La tienda está en esa esquina’
(Quintanar-Najera, 2020, p. 134)
15. nihánj5
‘unj1 a32
aquí 1SG:ECL LM
‘Yo estoy aquí’
(Quintanar-Najera, 2020, p. 136)
Las
construcciones de (16) a (18) se presentan con un nombre relacional que tiene
la misma función que la de una preposición, se prefiere la cópula cero y
presenta el mismo orden: Sujeto + Predicado. En (16) y (17), primero ocurre el
sujeto, y enseguida, los nombres relacionales cu’ro y raa31,
respectivamente, que indican la posición del sujeto en la locación. En (18), también se expresa un nombre relacional y la
ubicación del sujeto, además, coocurre con el locativo rej32.
Cabe destacar que dicho locativo indica una locación general sin alterar la
semántica de la construcción, y el nombre relacional es el que especifica la
postura del sujeto en el lugar señalado.
16. tani-j3 cu’ro ve’3 a32
hija-1/3SG enfrente.de casa LM
‘Mi hija está enfrente de la casa’
17. luu raa31 chruun3 a32
gato
arriba árbol LM
‘El
gato está arriba del árbol’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 137)
18. escuela
yo’3 rej32 xcó1 tiendá4
escuela
esa LOC hombro.de tienda
‘La escuela
está atrás de la tienda’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 135)
Otra forma
de codificar las PNV locativas se muestra con los ejemplos de (19) y (20). En
(19), se predica la locación del sujeto rej3, asimismo, es la
única predicación locativa en TPMA registrada con la cópula existencial vaa32.
Esto puede deberse a que es una locación de semántica simple ‘está en’; además,
puede haber otros procesos diacrónicos involucrados en la aparición de esta
cópula, pues se emite en las PNV locativas con negación. Es importante
mencionar que vaa32 también ocurre en las predicaciones
adjetivales, tal como se muestra en (20). En estas construcciones, se
evidencian dos rasgos tipológicos propuestos por Hengeveld (1992) y Dryer
(2007): el primero, la cópula prototípica que aparece con las PNV adjetivales
puede ser compartida con las predicaciones locativas también, aunque es poco
frecuente en TPMA, y segundo, la cópula altera la construcción, es decir,
aunque sí ocurre inmediatamente después del sujeto, no se expresa ningún
marcador locativo como de (13) a
(17).
19. re-j3 v-aa32
yo’3 suun32 a32
padre-1/3SG CONT-COP.EX cosa.INAN campo LM
‘Mi papá
está en el campo’
20. luu tzin’5 v-aa32
gato pequeño CONT-COP.EX
‘El
gato es pequeño’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 126)
En los
ejemplos de (21) a (24), las predicaciones no verbales se expresan con la
cópula verbal nuu32 ‘estar en’, la cual ocurre cuando la
construcción da un sentido de ‘estar en cierto lugar’. En (21), se observa que
el sujeto tucuya está dentro de la casa, de igual modo, en (22) el
sujeto sa’anj32 está dentro de una zona; por tanto, en ambas
se presenta nuu32.
21. xo’3
tucuya nuu32 rá4 ve’3 a32
3SG:A conejo estar.en.CONT dentro casa LM
‘El conejo
está adentro de la casa’
dinero estar.en.CONT bolsa
‘El dinero está en la bolsa’
De la misma
manera, las predicaciones locativas de (23) y (24) se codifican con la cópula nuu32.
En (23), la lectura de la construcción indica que el sujeto Rosa está en
un lugar, y en (24), también se menciona el lugar donde se ubica el sujeto: xe’
‘afuera’.
23. Rosa nuu32
squina
rosa estar.en.CONT esquina
‘Rosa está
en la esquina’
24. chuvee3
nuu32 xe’ a32
perro estar.en.CONT afuera LM
‘El perro
está afuera (de la casa)’
En (25) y
(26), la predicación se expresa con la otra cópula verbal náj3
‘estar acostado’, el cual solo se presenta cuando el sujeto de ella da la
imagen de estar recostado sobre algún objeto o lugar. Por ejemplo, en (25) el
sujeto luu está extendido en la cama, igualmente, en (26) el sujeto coj32
se encuentra tendido en la superficie; por tanto, en ambas ocurre la cópula náj3.
25. luu naj3 raa31 camá
gato
estar.acostado.CONT arriba cama
‘El gato
está sobre la cama’
26. coj32 naj3 ruu5 yo’oo5 a32
hoja estar.acostado.CONT rodilla suelo LM
‘(Lit.) Las
hojas están acostadas en el suelo’
Es
importante señalar que las predicaciones locativas con sujeto plural presentan
un comportamiento verbal,[22]
las cuales indican locación a través de una frase preposicional o verbo
posicional (Quintanar-Najera, 2020).
Las PNV
locativas con negación, a diferencia de las afirmativas, no muestran tanta
variación, estas siguen el orden y se expresan con los siguientes elementos:
(i) taj32 ‘NEG.EX’ + vaa32 ‘COP.EX’
+ nombre relacional y/o adverbio, (ii) tienden a modificar su estructura
interna cuando pasan de afirmativas a negativas,[23]
y (iii) no presentan doble negación como otras predicaciones de la lengua
(Quintanar-Najera, 2020).
El ejemplo
en (27a), se trata de una PNV afirmativa con cópula cero, donde la postura del
referente expresado por el sujeto uchruun se indica con el nombre
relacional x’nuu3. Posteriormente, en (27b) se niega el
predicado con el negativo taj32 y la cópula verbal vaa32.
En (28a), se presenta otra PNV afirmativa con la cópula vaa32,
y en su expresión negativa (28b), solo se agrega el marcador negativo.
Obsérvese que en las construcciones negativas (-27b- y -28b-) se evidencia solo
una diferencia en el orden sintáctico: la posición de la expresión negativa. La
sintaxis es un recurso común usado en las lenguas tonales.
27.
a. (u)-chruun x’nuu3 ve’3
a32
?-árbol a.lado.de casa LM
‘El corral
está junto a la casa’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 135)
b. u-chruun xe’ taj32 v-aa32 x’nuu3
ve’3 a32
?-árbol afuera NEG.EX
CONT-COP.EX a.lado.de casa LM
‘El
corral de afuera no está junto a la casa’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 137)
28.
a. re-j3 v-aa32
yo’3 suun32 a32
padre-1/3SG CONT-COP.EX cosa.INAN campo LM
‘Mi papá está en el campo’
b. taj32
v-aa32 re-j3 yo’3 suun32 a32
NEG.EX CONT-COP.EX padre-1/3SG cosa.INAN campo LM
‘Mi papá no está en el campo’
Por otra
parte, la predicación afirmativa en (29a) se codifica con la cópula nuu32,
y para enunciar la negación en (29b), se emite la expresión negativa taj32
vaa32 sin alterar el predicado de la construcción con
nuu32. Por tanto, la expresión negativa (taj32
vaa32) es necesaria para negar el predicado completo que incluye
a la cópula verbal nuu32, aunque esto implique que se
expresen dos cópulas.
29.
a. chuvee3
nuu32 tanuu rá4 caye4 a32
perro
estar.en.CONT mitad dentro calle LM
‘El perro está en medio de la
calle’
b. taj32 vaa32 (chuvee3
nuu32 tanuu rá4
caye4 a32)
NEG.EX
CONT-COP.EX perro estar.en.CONT mitad dentro calle LM
‘El perro no está en medio de la calle’
En suma, las PNV locativas afirmativas se expresan con
cópula cero en estos casos: (i) cuando ocurren en aspecto continuativo,[24] (ii) cuando el predicado cuenta solo con un elemento
lingüístico adverbio o lugar-, y (iii) cuando la preposición indica la posición
del sujeto + locación. Por su parte, dichas construcciones se emiten con cópula
verbal, de forma obligatoria, en los siguientes casos: (i) cuando son negativas
y (ii) cuando se enuncian en aspecto completivo o potencial. Asimismo,
enseguida se presentan los contextos donde puede aparecer la cópula cero o la
cópula verbal: (i) en las construcciones en aspecto continuativo, (ii) cuando
en el predicado coocurren un nombre relacional y el lugar, (iii) cuando se
expresa el adverbio o lugar como núcleo predicativo y (iv) en las situaciones
donde el predicado significa ‘estar en’.
Este
análisis en relación con lo documentado en las lenguas del mundo por Hengeveld
(1992), Pustet (2003) y Dryer (2007) presenta algunas coincidencias. Sobre las
aportaciones de Hengeveld (1992), en la mayoría de las lenguas registradas,
cuando se le atribuyen rasgos locativos al sujeto funciona como frase locativa;
lo mismo que sucede en TPMA cuando se enuncia rej32 introduce
a la frase locativa. Respecto a lo establecido por Pustet (2003), TPMA sí
cuenta con un marcador locativo rej32 como sucede en otras
lenguas; sin embargo, no lo comparte con las PNV existenciales ni de posesión.
De lo planteado por Dryer (2007), estas predicaciones sí cuentan con dos de
las cópulas pertenecientes a las PNV nominales y adjetivales (la cópula cero y
la cópula vaa32). Además, posee dos cópulas verbales para
situaciones semánticas específicas nuu32 ‘estar en’ y náj3
‘estar acostado en’.
Finalmente,
las PNV locativas con negación ocurren con la expresión negativa taj32
vaa32 inmediatamente antes o después del sujeto y
antes de la cópula verbal, en caso de aparecer, el orden de estas puede variar:
Marcador negativo + Cópula + Sujeto + Predicado o Sujeto + Marcador negativo +
Cópula + Predicado. El orden de la expresión negativa es lo único fijo:
Marcador negativo + Cópula.
4.2 Predicaciones existenciales
Las
predicaciones existenciales del tipo no verbal son aquellas que señalan la
existencia del sujeto con la opción de enunciar su locación, por esta razón se
consideran una extensión de las PNV locativas (Hengeveld, 1992). Pustet (2003)
menciona tres tendencias tipológicas de estas construcciones: (i) ocurren con
una cópula formal, (ii) la semántica de los marcadores es ambigua y (iii) la
cópula de estas PNV se expresa también en predicados cuantitativos (e.g.
inglés, There are six plants). En TPMA, se enuncian de la siguiente
manera: (i) Predicado existencial + Complemento como en (30); (ii) con cópula
cero, como en (31); (iii) con la cópula verbal vaa32 cuando
hay negación, como en (34); (iv) con la cópula verbal náj3,
como en (33a); y (v) la mayoría de las construcciones posee rasgos locativos en
el predicado, como en (33b).
Las
construcciones existenciales (30) y (31) ocurren con cópula cero. En ambas,
primero ocurre el sujeto, y enseguida, la locación de este: xe’ y ve’3,
respectivamente. En (32), el sujeto es plural y se expresa con cópula cero.
Esto es una excepción al comportamiento de las predicaciones existenciales en
TPMA, debido a que cuando se presenta sujeto plural se codifican con el verbo maá4;
lo mismo sucede con las PNV locativas.
30. ’o2 chruun3 xe’ a32
ART:INDF madera afuera LM
‘Hay
un tronco afuera’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 138)
31. ’o2
me3ssá4 ve’3 a32
ART:INDF mesa casa LM
‘Hay
una mesa en la casa’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 139)
32. ngaa3 a32
nube LM
‘Hay
nubes’[25]
(Quintanar-Najera, 2020, p. 139)
Por su
parte, las PNV existenciales cuentan con las siguientes características: (i)
expresan la negación con taj32 ‘NEG’ + vaa32
‘COP.EX’ en posición inicial, (ii) presentan un cambio estructural cuando
pasan de afirmativas a negativas y (iii) tienden a enunciarse con doble
negación.
En (33b), se
puede observar que el negativo taj32 y la cópula vaa32
niegan la existencia del predicado de la construcción, a la vez que hay un
cambio en el orden de naj3 yaij3 (33a) al pasar a
PNV negativa en (33b). Igualmente, en (34) taj32 ocurre como
negativo de la predicación en compañía de la misma cópula vaa32
en aspecto potencial. Cabe destacar que en estas construcciones la negación
aparece en posición inicial.
33.
a. náj3
yaij3 ‘o2 xe’ a32
estar.acostado.CONT piedra una afuera LM
‘Hay una piedra en el camino’
b.
taj32 vaa32
yaij3 naj3 ra4 chrej32 a32
NEG.EX CONT-COP.EX
piedra estar.acostado.CONT dentro camino LM
‘No hay una piedra en el camino’
34. taj32
g-aa2 ra-chruun ve’3 a32
NEG.EX N.CONT-COP.EX.POT dentro-madera casa LM
‘No
habrá pan en la casa’[26]
En (35),
como en los ejemplos (33b) y (34), se presenta el negativo taj32
en posición inicial, y al final, se emite la partícula al final de cláusula
(PFC) ma’3, donde se evidencia la doble negación opcional.
Nótese que esta no es obligatoria en (33b) y (34).
35. taj32
v-aa32 me3ssá4 cu(ro) ve’3 ma’3
NEG.EX CONT-COP.EX mesa enfrente.de casa PF:NEG.ENF
‘No hay una
mesa en la casa’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 139)
Por tanto,
tal como menciona Hengeveld (1992), en TPMA, las predicaciones existenciales
indican la locación del sujeto; véase del ejemplo (30) a (35). Asimismo, dichas
construcciones presentan la misma cópula de locación que las locativas: náj3;
algo común en las lenguas del mundo. En TPMA, esto coloca a las PNV
existenciales dentro del dominio de la locación, siendo parte de las
predicaciones locativas.
Para
concluir, las construcciones existenciales ocurren: (i) con cópula cero; (ii)
con la cópula vaa32; (ii) en ciertos contextos, con la cópula
de locación náj3; (iii) con un orden de Predicado existencial
+ Complemento. En cambio, las PNV existenciales negativas aparecen con: (i) la
secuencia negativa taj32 vaa32 al principio de la
construcción, (ii) hay una alteración en el orden de elementos cuando pasa de
afirmativa a negativa y (iii) doble negación opcional.
4.3 Predicaciones posesivas
Las
predicaciones posesivas indican pertenencia a través del predicado, estas
pueden ser genitivas o de posesión tener. La función adverbial se
excluye de estas PNV. Asimismo, su función se considera atributiva, porque se
puede usar como un modificador del nombre núcleo. Dryer (2007) plantea que
estas construcciones junto con las existenciales corresponden a una categoría
más general, conocida como predicaciones no verbales de locación.
La tipología
de posesión predicativa de Stassen (2001) plantea tres dominios de posesión
basados en dos parámetros principales: (i) tiempo-estable y (ii) control, de
los cuales se derivan los siguientes dominios: (i) posesión alienable, (ii)
posesión inalienable y (iii) posesión temporal. Por lo contrario, Dryer (2007)
distingue la posesión de dos formas básicas: posesión genitiva y posesión tener.
La primera indica la pertenencia del sujeto a través del verbo o una cópula
con el significado ‘tener’, en cambio, la segunda evidencia la relación de
posesión entre el sujeto y el predicado por medio de un genitivo que ocurre
como núcleo semántico.
Pese a que
la tipología de posesión predicativa sostiene que las lenguas, mayormente,
diferencian la posesión entre: alienable, inalienable y temporal (Stassen,
2001), TPMA no es compatible con este sistema, ya que se alinea más con la
propuesta de Dryer (2007) que hace la distinción de la posesión genitiva y la
posesión con el verbo tener; sistema común en las lenguas del mundo.
En TPMA, son
evidentes las dos formas posesivas, cuando el núcleo semántico del predicado es
genitivo, ocurre la cópula me3, como en (41), y cuando la
posesión es mediante el verbo tener, aparece la cópula vaa32,
como en (43). De igual manera, el orden prototípico de estas predicaciones es
Sujeto + Cópula + Núcleo semántico/Objeto.[27]
Asimismo,
existen dos formas principales de marcar la posesión: (i) de forma sintáctica
(Poseído + Poseedor) y (ii) de manera morfológica. Esta última, se presenta en
tres contextos: (i) cuando el pronombre daan4 señala al
poseedor del animal: daan4 + Poseedor + Poseído; (ii) cuando
el posesivo se32- indica al nombre poseído + un cambio tonal,[28] y
(iii) cuando es término de parentesco se sufija la primera y tercera persona
del singular.[29]
En (36), se
presenta la posesión por yuxtaposición: Poseído + Poseedor de un objeto,
igualmente, en (37a) el objeto caquij1 ‘arete’ es poseído por
no’3 ‘ella’ con la diferencia de que ocurre el prefijo
posesivo se32-. Obsérvese que sna3ve13 ’sombrero’
y caquij1 ‘arete’
pertenecen a un mismo campo semántico (son inanimados). Más adelante, en (37b) se expresa la
posesión de mo2sso4 ‘sirviente’ señalado por se32-
también. En (38), se puede observar que los términos de parentesco pueden
expresar posesión por yuxtaposición o por agregar el sufijo -j, el cual
indica que nii3 ‘madre’ pertenece a la primera persona del
singular.
36. sna3ve13 so’3
sombrero 3SG:M
‘Sombrero de él’ (Hollenbach, 2008, p. 27)
37.
a. se32-caquij1 no’3
POS-arete 3SG:F
‘El arete de ella’ (Hollenbach,
2008, p. 29)
b. se32-mo2sso4 so’3
POS-sirviente 3SG:M
‘Mozo
de él’ (Hollenbach, 2008, p. 26)
38.
a. nii3 so’3
madre 3SG:M
‘La mamá de
él’ (Hollenbach, 2008, p. 28)
b.
nii3-j
madre-1/3SG
‘Mi mamá…’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 142)
Por su
parte, en la posesión de referentes animales, el morfema daán4
ocurre inmediatamente antes del poseedor del animal: daán4 +
Poseedor + Poseído como en (39). Nótese que esta es una excepción de la
yuxtaposición en TPMA, ya que generalmente aparece lo Poseído + Poseedor.[30]
39. daán4 xnii3 chuvee3
POSD.A muchacho perro
‘El
perro del muchacho’ (Hollenbach, 2008, p. 29)
En (40), la
entidad poseída yaj32 que funciona como sujeto pertenece al
núcleo predicativo si’yaj, y este requiere a la cópula me3.
En (41), aparece que paque ‘parque’ es poseído por chuman’3
‘pueblo’ que para indicar la relación de posesión recurre al sufijo
posesivo se32-; nótese que es la misma cópula que se emplea
en (40). Como se puede observar, en ambos ejemplos se expresa una frase
genitiva como núcleo del predicado, cuya cópula es me3.
Después, en (42) tocua4 ‘casa’ es poseída por la primera
persona -j. Existen dos cuestiones importantes en estas predicaciones
genitivas, primero, se emiten con la cópula me3, y, segundo,
señalan tres marcadores posesivos: (i) el morfema si’yaj que se usa de
manera indistinta para expresar la primera persona singular o la tercera
persona de singular, (ii) el prefijo se32- para tercera
persona y (iii) el sufijo posesivo -j para la primera persona del
singular.
40. yaj32 nihánj5 me3 si’yaj a32
flor DEM COP.INT.CONT 1/3SG.POS LM
‘Esas flores
son de ella’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 168)
41. paque me3 se32-chuman’3
a32
parque COP.INT.CONT POS-pueblo LM
‘El
parque es del pueblo’ (Quintanar-Najera, 2020, p. 143)
42. me3 tocua4-j a32
COP.INT.CONT casa-1SG LM
‘(Lit.) Casa
es mía’
43. Rosa v-aa32
tunj2 ta’nii-j3 a32
Rosa CONT-COP.EX ocho hijo-1/3SG LM
‘Rosa tiene ocho hijos’
44. yo’3 v-aa32 o’2 dan32 luu a32
3NT CONT-COP.EX uno DEM gato LM
‘Ella tiene
un gato’
45. Pedro4 v-aa32 sa’anj32 a32
Pedro CONT-COP.EX dinero LM
‘Pedro tiene dinero’ (Quintanar-Najera,
2020, p. 144)
Estos
ejemplos evidencian que cuando ocurre un marcador posesivo o genitivo en el
predicado, aparece la cópula me3 como de (40) a (42). No
obstante, cuando la posesión alude al sentido de tener, se enuncia la
cópula vaa32 como de (43) a (45).
En cuanto a
la negación, estas construcciones presentan un comportamiento similar a las
locativas y existenciales como se muestra enseguida: (i) taj32
ocurre como negativo, (ii) tienden a no alterarse estructuralmente cuando pasan
de afirmativas a negativas, (iii) aparecen con doble negación obligatoria. El
orden sintáctico prototípico es Sujeto + Cópula + Núcleo semántico/Objeto. Es
importante mencionar que son las únicas PNV que cuentan con doble negación regular
y con poca alteración estructural al pasar de afirmativa a negativa.
En (46a) se
expone una PNV de posesión tener donde el núcleo semántico es o’2
cileta que se expresa con la cópula vaa32. Para negar el
predicado en (46b), se agrega el negativo taj32 y
la PFC enfática ma’3; nótese que se elide el artículo o’2.
Por lo contrario, en la predicación genitiva de (47a) aparece me3
con el núcleo predicativo. En su forma negativa (47b), se añade el marcador taj32,
la cópula cambia de posición y presenta doble negación. Obsérvese que a
diferencia de (46), sí se emite un cambio sintáctico.
46.
a. yo’3 v-aa32 ‘o2 cileta
3NT CONT-COP.EX uno bicicleta
‘Ella tiene una bicicleta’
b. yo’3
taj32 v-aa32 cileta ma’3
3NT NEG.EX CONT-COP.EX bicicleta PF:NEG.ENF
‘Ella no
tiene bicicleta’
47.
DEM COP.INT.CONT hija-1/3SG LM
‘Esa niña
es mi hija’
b.
xnii3 taj32 (ta)ni-j3 me3
ma’3
niño NEG.EX hijo-1/3SG COP.INT.CONT PF:NEG.ENF
‘Ese niño no es mi hijo’
En resumen, las construcciones posesivas se clasifican
en genitivas y de posesión tener, según su
codificación en la lengua. De estas, solo los nombres se comportan igual que
las predicaciones locativas y existenciales pertenecientes al dominio de la
locación (Hengeveld, 1992). Por un lado, la cópula me3 aparece
cuando el núcleo predicativo es genitivo y, por otro lado, la cópula vaa32
se emite cuando el predicado es de posesión tener. Esto evidencia que en
TPMA, las PNV de posesión genitiva no forman parte de las construcciones
locativas, sin embargo, sí comparten características lingüísticas con las
predicaciones de posesión tener como se muestra en la Tabla 7. La
negación en ambos tipos de PNV se marca con el negativo taj32,
con la PFC ma’3, de forma obligatoria, y tienden a conservar
su estructura cuando pasan de afirmativas a negativas. De esto último, es
importante señalar que conservan la misma cópula con y sin negación.
Tabla 7.
Comparación de la negación en las PNV de
locación y de posesión genitiva
Marcación negativa en
las PNV |
|
Predicaciones
de locación: locativas, existenciales y de posesión tener taj32 + vaa32 |
Predicaciones
de posesión genitiva taj32
+ me3 |
5.
Comentarios finales
En esta
investigación, se ha analizado en su dimensión morfosintáctica y semántica las
predicaciones no verbales que pertenecen al dominio de la locación (Hengeveld,
1992): las locativas, existenciales y posesivas. En dicho análisis se muestran
los siguientes aspectos: (i) el inventario de cópulas, (ii) el orden sintáctico
que las identifica, (iii) la codificación de cada grupo y (iv) si entran o no
en el comportamiento tipológico de las lenguas, según estudios anteriores
(Hengeveld, 1992; Payne, 1997; Stassen, 1997; Pustet, 2003 y Dryer, 2007).
La
investigación permitió mostrar que las predicaciones locativas ocurren con
cópula cero solo cuando el aspecto es continuativo y el sujeto es singular. En
este contexto aparecen con: (i) un nombre relacional que expresa locación, (ii)
nombre relacional + marcador locativo rej32, o (iii) un
adverbio. Por su parte, las PNV existenciales también se presentan con cópula
cero en dos situaciones: cuando el aspecto es continuativo y el sujeto es
singular; además de emitir la locación del sujeto.
Como se
puede observar, la codificación de las PNV locativas y existenciales cuentan
con varias similitudes, ya que dependen del sujeto, del aspecto y del dominio
afirmativo o negativo de la construcción. Primero, si el sujeto es singular
ocurre cópula cero, la cópula verbal nuu32 o la cópula verbal
náj3,[31]
pero si el sujeto es plural se expresa como una predicación verbal con el verbo
maá4. En segundo lugar, la cópula cero solo ocurre cuando el
aspecto de la PNV es continuativo. Tercero, en el dominio afirmativo se permite
dicha cópula, no obstante, en el negativo es necesaria que coocurra una cópula
formal con el marcador de negación, en este caso: vaa32.
Respecto a
las predicaciones de posesión tener se asemejan a las construcciones
anteriores porque aparecen con la cópula vaa32, además de
compartir el marcador negativo taj32. Sin embargo, estas
predicaciones no se emiten con cópula cero en su sentido afirmativo, se
expresan con vaa32 en el ámbito afirmativo y negativo, y
cuentan con doble negación obligatoria. En lo concerniente a las PNV de
posesión genitiva, solo muestra una coincidencia con las construcciones
anteriores: el marcador de negación taj32. Por lo demás, se
enuncian con la cópula me3 en el dominio afirmativo y
negativo, además de evidenciar doble negación obligatoria también.
De acuerdo
con los estudios tipológicos de las PNV en Hengeveld (1992), las predicaciones
locativas y existenciales tienden a pertenecer al mismo grupo por su
codificación similar en las lenguas, y en ocasiones, las predicaciones
posesivas (genitivas) también forman parte de este. En TPMA, el comportamiento
de dichas construcciones está sujeto al sentido afirmativo y negativo. En el
ámbito afirmativo, estas construcciones se clasifican en tres grupos: (i) en el
primer grupo, se encuentran las locativas y existenciales que expresan la
cópula cero y la cópula náj3; (ii) en el segundo grupo, están
las de posesión tener que ocurren solo con la cópula vaa32;
y (iii) en el tercer grupo, las de posesión genitiva se emiten solo con la
cópula me3; véase la Figura 3.[32]
Figura 3.
Codificación de las PNV afirmativas
Contrario a
lo anterior, en el sentido negativo se clasifican en dos grupos, según su
codificación: (i) en predicaciones locativas, existenciales y de posesión tener;
y (ii) en PNV de posesión genitiva, como se evidencia en la Figura 4. Sin
embargo, en las cuatro ocurre el negativo taj32 que también
aparece en las predicaciones adjetivales. Es importante mencionar que las PNV
de posesión genitiva son las únicas donde se expresa la cópula me3
cuando el predicado es negativo (Quintanar-Najera, 2020).
Figura 4.
Codificación de las PNV negativas
En suma,
tanto para el sentido afirmativo como para el negativo, las PNV locativas y
existenciales presentan el mismo comportamiento morfemático (con excepción de
nuu32 en las locativas), las cuales en el ámbito negativo se
diferencian solo por su orden sintáctico. Por un lado, las predicaciones
locativas expresan la negación al principio o en medio de la cláusula y, por otro
lado, las construcciones existenciales emiten la negación solo al inicio de la
cláusula. Recuérdese que las lenguas tonales tienden a usar el orden sintáctico
para distinguir ciertas cláusulas de otras. Por su parte, las PNV de posesión tener
ocurren con la misma cópula (me3) en ambos sentidos,
igualmente, las PNV de posesión genitiva se codifican con vaa32
en dichos valores (afirmativo y negativo). Además de que las tres predicaciones
comparten el mismo marcador de negación: taj32. Para la
explicación de las predicaciones verbales en TPMA, véase Quintanar-Najera
(2020).
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[1] Esto, de acuerdo con lo
documentado en Hollenbach (1992; 2020) sobre TSJC y en Quintanar-Najera (2020)
sobre TPMA.
[2] Esta
clasificación general de la cópula es basada en Stassen (1997),que habla de la
cópula cero, la cópula no verbal es desarrollada por Pustet (2003) y la cópula
verbal es explicada por Givón (2001). La cópula cero es la ausencia del
elemento formal que vincula el sujeto y el predicado en una construcción no
verbal; la cópula no verbal son todos aquellos elementos que no presentan
flexión verbal o provenientes de algún elemento que no es verbo; y la cópula
verbal es aquella que se comporta como los verbos de la lengua bajo estudio.
[3] Con la única excepción que las PNV cuentan con la cópula nuu32.
[4] Cabe destacar que Miestamo (2016) menciona que este cuestionario fue revisado por la investigadora Veselinova en 2019.
[5] 1= primera persona, 3= tercera persona,
A= animal, ART= artículo, COM= comitativo, CONT= continuativo, COP= cópula,
DEF= definido, DEM= demostrativo, ECL= exclusivo, ENF= enfático, EX=
existencial, F= femenino, IN=inclusivo, INAN= inanimado, INDF= indefinido, INT=
interrogativo, LM= linde múltiple, LOC= locativo, LOCUT= locutor, M= masculino,
N= no, NEG= negativo, NT= neutro, PL= plural, PF= partícula final, POS=
posesivo, POSD= poseedor, POT= potencial, PNV= predicación no verbal, PV=
predicación verbal, SG= singular.
[6] Nótese que la
variante estudiada por Hollenbach es TSJC, de donde proviene TPMA (comunidad
migrante en Sonora).
[7] Estos ejemplos pertenecen a
Broadwell (2014), Hollenbach (2020) y Quintanar-Najera (2020).
[8] Cada verbo cuenta con
aspectos gramaticales específicos, esto depende del verbo en cuestión
(Hollenbach 1992; 2008; Quintanar-Najera, 2020).
[9] En TPMA originario de TSJC, los verbos poseen tres formas de marcar el aspecto gramatical: (i) continuativo, completivo y potencial; (ii) continuativo y no continuativo; y (iii) potencial y no potencial. La cópula verbal vaa32 pertenece al segundo grupo (Hollenbach, 1992, pp. 328-330; Quintanar-Najera, 2020, pp. 52-53).
[10] Basada en Quintanar-Najera (2020, pp.
64-65).
[11] El núcleo semántico se refiere al núcleo
del predicado de la cláusula.
[12] Respecto a ello, Hengeveld (1992)
menciona que una predicación no verbal no es equivalente a una oración nominal
o sin verbo, es decir, hay predicaciones no verbales que son codificadas con
una cópula verbal (verbo), y, sin importar el tipo de cópula, pueden contar con
un núcleo-predicativo adjetival, verbal, locativo, etc., además de nominal.
[13] Estas reglas se clasifican en dos tipos
principales: reglas sustitutivas y reglas de soporte. En el primer caso, se
muestra el negativo del inglés que ocurre con un verbo auxiliar a través de la
siguiente regla: (ei: [predVaux not predV
(xi) … (xn)] (ei)). Por medio de estas reglas
funcionalistas, se explican las PNV; lo cual no se sigue en esta investigación.
[14] Primero, identifica la construcción con base en el referente del predicado, es decir, si el referente es constante se les nombra predicaciones identificativas, de lo contrario, si el referente es variable se trata de predicaciones adscriptivas. Ambos conjuntos cuentan con los mismos tipos de predicados, tales como: nominales, adjetivales, locativos, existenciales, posesivos, adverbiales, cuantitativos, de caso oblicuo, entre otros.
[15] Investigador en el que se basa Hengeveld
(1992).
[16] Nótese la diferencia tonal entre ambos
ejemplos (-11a- y -11c-), que puede indicar información gramatical o semántica.
[17] Sobre esta afirmación de Dryer (2007),
no es claro a qué tipo de cópula se refiere: verbal o no verbal.
[18] Los datos sobre nuu32
y náj3 son novedosos en esta publicación.
[19] La recurrencia de la cópula vaa32
en las PV también, se debe a que tiene un comportamiento verbal; es un
verbo.
[20] Esto se explica en Quintanar-Najera
(2020).
[21] Las cópulas nuu32 y náj3
se consideran verbales porque se comporta como el núcleo sintáctico
de la frase verbal con una carga léxico-semántica menor a la de un verbo
prototípico de la lengua (Givón, 2001). Además, poseen características de las
cópulas verbales de TPMA.
[22] Esto se deduce, debido a que en plural,
se codifican con un elemento con las características de los verbos regulares de
la lengua.
[23] Esto quiere decir que existe una
modificación sintáctica en el orden de palabras.
[24] La cópula cero no aparece en otro aspecto.
[25] No hay distinción entre el singular y
plural.
[26] La palabra ‘pan’ se compone del nombre
relacional rá’4 ‘dentro’ + el nombre chruun ‘madera’.
La composición de dicha palabra se deduce que se forma de la situación
cotidiana de cómo se cocina el pan: dentro de la estufa de leña/madera.
[27] El orden sintáctico es Sujeto + Cópula +
Núcleo semántico cuando el predicado genitivo, mientras que, el orden es Sujeto
+ Cópula + Objeto cuando el predicado es de posesión tener.
[28] En esta investigación, no se desarrolla
el comportamiento del tono.
[29] La marcación de la posesión parece
confusa, ya que se32- da la impresión de que alude a una
posesión alienable y que el sufijo -j indica una posesión inalienable
(términos de parentesco). Sin embargo, la aparición de se32-
es opcional en ciertos nombres, pues lo que determina la posesión es la
yuxtaposición de los elementos: Poseído + Poseedor; sea que se exprese o no el
prefijo.
[30] Hollenbach (1992; 2008) expone más
formas de expresar la posesión por medio de los prefijos: t-, ta-, ti-, s-,
x-, d- y omisión de la primera consonante en ciertos nombres; cuyo orden
sintáctico es Poseído + Poseedor. Sin embargo, son marcadores que no se han
encontrado en TPMA.
[31] Explicación de los fenómenos
relacionados con la cópula cero en las locativas.
[32] En la Figura 3, no se agrega la cópula nuu32
porque no es una característica en común con las PNV locativas y existenciales.