Universidad de Costa Rica Posgrado en Gerontología Anales en Gerontología

Número 11, Año 2019/ 141-157 ISSN: 2215-4647

FACTORES RELACIONADOS AL SENTIMIENTO DE SOLEDAD DURANTE LA VEJEZFACTORS RELATED TO THE FEELING OF LONELINESS DURING OLD AGE

Ivannia Fonseca Céspedes1

RESUMEN

La soledad puede ser vista desde varias aristas: mientras que en el contexto europeo se asocia mayormente con independencia, en el entorno latinoamericano se considera como un factor de riesgo.Es importante definir soledad desde varias posturaspara,posteriormente,dar respuesta a la pregunta ¿Qué lleva a las personasadultasmayores a sentirse solas? Para esto,se integran los temas de salud percibida durante la adultez mayor y las diferencias que el género establece con respecto a la percepción de soledad. También,se brindan estrategias para afrontar la soledad durante la vejez.Se concluye quela cultura, el momento sociohistórico, el nivel socioeconómico, la salud y el género influyen en la percepción de soledad en las personas mayores.

PALABRAS CLAVE:soledad, persona adulta mayor, salud, género, cultura.

ABSTRACT

Loneliness can be seen from several edges: while in the European context it is mostly associated with independence, in the Latin American environment it is considered such as a risk factor. It is important to define loneliness to later answer the question: What does make elderly people feel lonely? For this, health issues faced during adulthood and the differences that gender establishes with respect to the perception of loneliness are integrated. Strategies are also provided to deal with loneliness during elderly age. Conclusions: culture, socio-historical moment, socioeconomic status, health and gender influences the perception of loneliness in the elderly

KEY WORDS:loneliness, elderly, health, gender, culture.

Introducción

La vivencia del sentimiento de soledad es distinta tanto culturalmente como de persona a persona. Con el fin de indagar en este sentimiento y en los motivos que, en alguna medida, llevan a las personas a experimentarlo, se ahondará, a continuación, en una serie de aspectos para tratar de explicar este asunto.

DesarrolloEntender el término de soledad

El tema de la soledad ha sido ampliamente trabajado, la mayoría de autores coinciden en que se trata de un fenómeno universal de carácter biológico, en el cual la cultura juega un rol importante, dado que el término ‘soledad’ puede diferir según la manera en que las culturas influyan en las expectativas de las personas con respecto a la cantidad de conexiones sociales que deben tener(McHugh Power, Hannigan, Carney, y Lawlor, 2017).

En este sentido, interiorizar la idea de la influencia de la cultura en las distintas áreas de la vida no es una tarea difícil, ya que el contexto en que cada persona se desarrolla define en gran medida sus áreas de interacción, desde los pensamientos hasta las actitudes y, en este caso específico, la forma en que la cantidad de relaciones sociales pueden definir si una persona está o no sola.

Stall, Savage y Rochon (2019)brindan una definición de la soledad menos general, al afirmar que se trata de un estado emocional de aislamiento social percibido que no está clasificado como una enfermedad ni como un trastorno mental. Esta definición coincide con la deAzeredo y Afonso (2016)al hablar de lo percibido, ya que, para estas autoras, la soledad es un sentimiento cargado de dolor y angustia en el que la persona se siente sola a pesar de estar rodeada de personas.

Asimismo, la percepción de soledad está permeada por varios factores externos, como pueden ser la cultura, la época, la historia y el estilo de vida que haya llevado la persona(Acosta, García, Vales, Echeverría y Rubio, 2017).

Otro aspecto importante de aclarar es que, en la actualidad, la soledad según indicanDe La Mata, Luque y Freixas (2018)—, se puede presentar en cualquier grupo o clase social y puede ser elegida; mientras que en la mitad del siglo XX, se asociaba con sujetos sin familia o en condiciones de marginalidad.

Todos estosaspectosculturales y emocionalesdefinen, de una u otra forma, si las relaciones interpersonales que mantiene una persona son suficientes en cantidad y calidad. En la medida que lo sean, la probabilidad de sentirsesolo o sola será menor.

¿Por qué se presenta la soledad en algunas personas mayores?

Las causas que llevan a una persona adulta mayor a vivir sola, o bien, a sentirse sola pueden ser muy diversas.Gajardo (2015)menciona, por ejemplo, la muerte de su cónyuge o una red social reducida de acuerdo con algún estándar (el autor no menciona cuál). En este sentido, una red social reducida puede deberse al fallecimiento de amigos y amigas, a la ausencia de oportunidades para integrarse a la sociedad o a la comunidad de la cual forma parte, entre otras razones.

Por su parte,Azeredo y Afonso (2016)mencionan otras causas, entre ellas: el cambio demográfico relacionado con el envejecimiento de la población, la jubilación de losbabyboomersy la baja en la natalidad, la urbanización de las áreas rurales, el uso cada vez mayor de las nuevas tecnologías y el establecimiento de relaciones virtuales. Además, las autoras mencionan la viudez y la salida del hogar de los hijos e hijas.

Sin duda, los factores mencionadosanteriormenteinfluyen en que las personasadultasmayores vivan solas en sus hogares. Este hecho puede ser visto, incluso, comoun factor de riesgo, según lo afirmaGajardo (2015);pues, así está establecido en la Política Integral de Envejecimiento Positivo de Chile.

De igual modo, otros aspectos relacionados con las causas de la soledad mencionados porGajardo (2015), son aquellos relacionados con la condición o el estado emocional de la personaadultamayor cuando se siente incomprendida y distanciada, o bien, rechazada por otros y, también, cuando carece de los recursos económicos para asistir a actividades de las cuales le gustaría participar.

Estas causas mencionadas, se relacionan con la Teoría de la Desvinculación, en la cual se afirma que con la vejez llega un desentendimiento mutuo, que provoca una disminución de la interacción entre la persona adulta mayor y el resto de la sociedad(Robledo, 2016). Si bien es cierto, esta teoría ha sido muy criticada desde la Gerontología, también es innegable su similitud con las características mencionadas por Gajardo (2015), al afirmar que lapersona adulta mayorse siente incomprendida y esto la lleva a aislarse.

En esta misma línea,Hawkley (2015)menciona algunos factores de riesgo que podrían influir en que la persona se sienta sola. Dentro de estos factores se encuentran características de personalidad, como: pocas habilidades sociales, timidez, introversión, pesimismo y baja autoestima. También, el nivel socioeconómico influiría en la percepción de la soledad de laspersonas adultas mayores; pues, un alto nivel educativo y un alto ingreso económico, se asocian con niveles más bajos de soledad. Por esta razón, la autora los nombra recursos protectores.

Entonces, el factor socioeconómico es muy importante en la medida que puede facilitar o entorpecer las oportunidades de las personas, ya que quienes cuenten con altos ingresos económicos pueden optar por una residencia con las característicasquemencionaErikson (2000): entornos maravillosos, programas inteligentesde entretenimiento, atención y supervisión excelente, con árboles, estanques y senderos para caminatas. Todo esto, propiciaría la creación de nuevos vínculos con otras personas residentes; sin embargo, es una minoría quienes puede tener acceso a este tipo de lugares.

Asimismo,Singh y Srivastava (2014)apuntan algunos factores de mayor vulnerabilidad para la soledad en laspersonas adultas mayores, los cuales se relacionan con cambios, como: la viudez y la reubicación; esta última, puede ser voluntaria o no. Por supuesto, cuando se trata de una reubicación involuntaria, la probabilidad de que surjan sentimientos de soledad es mayor.

En Costa Rica, muchas familias abandonan a las personasadultasmayores(Vega, 2018), este acto implica reubicación parala persona adulta mayory viene acompañado de sentimientos de dolor. Asimismo, se dan casos en que las personasadultasmayores son internadas en unCentro deLargaEstancia contra de su voluntad; es decir, otros han elegido por ellas, lo cual causa sentimientos negativos como la tristeza, el abandono y la soledad.

En este sentido,Dahlberg, Andersson, McKee y Lennartsson (2015)trabajan el tema de predictores de soledad y afirman que una de las características más asociadas a la soledad es el género; pues, las mujeres reportan mayor sentimiento de soledad que los hombres. Este dato tiene sentido, debido a que, por la expectativa de vida, las mujeres suelen vivir más y, por ende, la cantidad de mujeres viudas es mayor.Otro predictor consiste enestar en edad muy avanzada, dado que a mayor edad más pérdidas, tanto a nivel de contactos sociales, como a nivel fisiológico (como padecer problemas de movilidad), lo cual aumenta la posibilidad de sentirse solo o sola.

Por último, los predictores sociales están relacionados con el estado civil, la muerte de la pareja y, además, con la frecuencia, la calidad y el significado que se les asigna a los contactos sociales.

Todas las causas mencionadas anteriormente pueden desembocar en que la persona adulta mayor esté o se sienta sola. Ahora, si bien es cierto que los avances tecnológicos acortan las distancias, también es preciso enfatizar que en muchas ocasiones no es una estrategia viable por varios motivos: primero, porque algunas personasadultasmayores tienen una posición negativa hacia la tecnología; segundo, porque esta modalidad no sustituye la cercanía que brinda el afecto físico. Sin embargo, hay personasadultasmayores que sí utilizan la tecnología y se muestran satisfechas al establecer contacto por este medio con sus seres queridos.

Salud y soledad

En la literatura, los términos salud y soledad se encuentran estrechamente relacionados, un ejemplo de ello es la propuesta deStall et al. (2019), quienes afirman que la soledad contribuye al uso de los servicios de salud. Este punto sugiere que aquellaspersonas adultas mayoresque se sientan solas acudirán más a los servicios médicos, con el fin de obtener contacto social, independientemente de su estado funcional o de salud.

En este caso específico, la soledad es la causa de búsqueda de atención médica, sin que necesariamente la salud esté deteriorada; no obstante, estos autores también afirman que la soledad se relaciona con la disminución de la salud. Además, existe evidencia contundente que demuestra que la soledad puede acelerar el envejecimiento fisiológico y está asociada a enfermedades cardiovasculares e hipertensión; así como que se asocia con deterioro funcional, depresión y demencia(Stall et al., 2019).

Es decir, diversas enfermedades, tanto físicas como mentales, pueden aparecer como producto de la soledad. Por su parte,Dahlberg et al. (2015)afirman que la salud física y mental forman parte de los predictores de la soledad. Dificultad en la movilidad y depresión pueden significar barreras para las relaciones sociales y, a su vez, desencadenar en soledad.

En tal sentido, es muy importante tomar en consideración la salud mental, ya que al igual que la salud física juegan un papel vital en el estado integral de la persona. No solo la depresión podría tener injerencia directa en la forma en que las personas se interrelacionan con otras, sino también los distintos síndromes demenciales. Esto debido a que personas con estos padecimientos pueden ser excluidas y aisladas, y, por ende, ser más vulnerables a quedar solas. Es preciso resaltar que la depresión es muy frecuente en laspersonas adultas mayores,Runcan (2013)indica que es aún más frecuente en aquellas que se encuentran institucionalizadas dado que no cuentan con apoyo social.

En esta línea,Hawkley (2015)afirma que el factor salud se asocia con la soledad, debido a que en la medida en que la salud sea percibida como deficiente, se predicen niveles más altos de soledad; de igual manera, los eventos estresantes y el estrés percibido tiene afectación.

Por tanto, la salud se convierte en un factor determinante con respecto a la vivencia de la soledad. Una salud deficiente implica mayores cuidados y atenciones, por lo cual, se torna necesaria una red de contactos tanto a nivel familiar como comunitario, que puedan atender las necesidades propias de la enfermedad. Si no se cuenta con esta red, sobrevienen los sentimientos de soledad.

Diferencias en la vivencia de soledad entre hombres y mujeres

En el tema de la vivencia de soledad entre hombres y mujeres existen distintas posturas. Esta observación también la realizaHawkley (2015), la autora indica que, cuando se trata de género y soledad, los estudios son inconsistentes, ya que algunos muestran que la soledad es predominante en hombres, mientras que otros afirman que se da en mayor grado en mujeres e, incluso, algunos no encuentran diferencias. Asimismo, destaca que la redacción de las preguntas que indagan sobre el tema de soledad podría incidir sobre dicha inconsistencia, ya que algunos hombres tienden a obviar información cuando se les hace preguntas directas sobre la soledad en lugar de preguntas indirectas. Posiblemente se deba a que el estigma de la soledad es mayor entre los hombres que entre las mujeres.

En tal sentido, cuando los hombres se quedan solos, su tendencia es buscar compañía. Es difícil determinar la causa de este comportamiento, ya que puede deberse al estigma que menciona la autora, al temor de quedarse solos o a la necesidad que sienten de tener una pareja a su lado.

Por su parte,Rico-Uribe et al. (2018)realizan una asociación entre soledad y mortalidad. Por medio de un análisis de género, estos autores y autoras mencionan algunas razones por las cuales hombres y mujeres de todas las edades tienen una vivencia diferente de la soledad. Primeramente, mencionan que la mayor expectativa de vida en las mujeres incrementa la posibilidad de viudez; lo que implica que los sentimientos de soledad pueden ser más comunes en mujeres que en hombres.

De igual modo,Rico-Uribe et al. (2018)destacan la diferencia en la construcción de redes sociales entre unos y otros, puesto que los hombres son quienes tienen menos redes de apoyo y a su vez estas se caracterizan por ser menos íntimas.

Lo anterior puede explicarse a partir de los roles de género en la cultura, al caracterizar a los hombres como personas a las cuales se les resulta menos aceptable expresar sus emociones, y esto también afecta la forma en que se vive la soledad; así como, los factores de riesgo, por ejemplo: depresión en mujeres y alcoholismo en hombres.

Por lo general, las mujeres tienen más y mejores amigas, la expresión de emociones es algo permitido y esto propicia el fortalecimiento de la amistaden ellas. En cambio, los hombres no cuentan con este permiso social y establecer relaciones de amistad cercanas, sea con otros hombres o con mujeres, podría ser mal visto o malinterpretado.

De la misma manera, los autoresSingh y Srivastava (2014)trabajan el tema de soledad y hacen una diferenciación entre hombres y mujeres. Dentro de la revisión bibliográfica, encontraron que las mujeres sienten más soledad que los hombres y esta puede ser un área de preocupación al estar relacionada con el sentimiento de bienestar de las mujeres. A su vez, explican que las mujeres, al estar solas, pueden experimentar angustia emocional; al mismo tiempo que se vincula la soledad con diversos problemas de salud en las personasadultasmayores.

Asimismo, estos autores mencionan que, por una parte, los hombres puntuaron más alto en calidad de vida y más bajo en soledad; mientras que, en las mujeres, sucedió lo contrario. Por otra parte, las mujeres viudas tenían una calidad de vida más baja y un mayor sentimiento de soledad que mujeres casadas. Sin embargo, el grupo que puntuó con una calidad de vida más baja fue aquel que sufrió la pérdida de su pareja.

Además, paraSingh y Srivastava (2014), los procesos de influencia social juegan un papel crucial en la forma en que hombres y mujeres experimentan la soledad.Para probar esta afirmación, los autores recurrieron a un experimento en el cual se les presentaba a las personas el historial clínico de una persona solitaria cuya única variación fue el sexo. Se comprobó, por medio de sus participantes, que las personas rechazan más a un hombre solitario que a una mujer solitaria. Para los autores, este experimento apoya la idea de que las mujeres son más propensas a reconocer la soledad que los hombres, ya que las consecuencias negativas de admitir la soledad son menores para las mujeres.

En esta misma línea,Dahlberg et al. (2015)mencionan en relación con los temas de soledad y género que, dadas las diferentes situaciones de vida de mujeres y hombresadultosmayores, resulta esperable que los factores predictivos de la soledad varíen según el género. Además, es importante destacar que, además de que las mujeres tienden a vivir más años, es común que se casen con hombres mayores; por lo cual aumentan sus posibilidades de enviudar a una edad relativamente temprana.

La viudez trae implicaciones diferentes para hombres y mujeres. Un ejemplo de esto es que las mujeres tienen niveles más altos de contactos sociales con su familia, amigos y vecinas, lo cual puede aliviar los efectos negativos de la viudez. En contraste, se ha demostrado que la viudez tiene más efectos negativos en la salud de los hombres(Dahlberg et al., 2015); debido al proceso de socialización diferenciado entre hombres y mujeres, pues tiene una gran influencia en la vivencia de la soledad,desde los predictores hasta las consecuencias.

Debido a la ideología machista que ha predominado históricamenteenCosta Rica, se ha educado a las personas de forma diferenciada. Las mujeres han sidoeducadas más en la empatía, en el acompañamiento y en el cuido, lo cual incide en que, para ellas, sea más fácil buscar ayuda cuando sea necesario. En cambio, a los hombres se les ha incentivado más la competencia, el individualismo y, en muchos casos, han aprendido a no expresar sus emociones.

Estrategias para afrontar la soledad en la adultez mayor

Stall, Savage, y Rochon (2019)mencionan la prescripción social como una intervención emergente para tratar la soledad, la cual consiste en conectar a personas adultas mayores con fuentes de apoyo en la comunidad. Para este fin, existe una página web denominada “https://www.socialprescribingnetwork.com/” en donde médicos y otros profesionales de salud pueden remitir a sus pacientes con necesidades emocionales, sociales e, incluso, prácticas, para que reciban atención personalizada y en conjunto con profesionales de la red, puedan encontrar soluciones que mejoren la salud y el bienestar.

Estapágina webaparece como una alternativa viable que puede darse tanto de manera formal, como informal. Es decir, si una persona conoce a otra que está sola y que, en apariencia, esta condición no la hace feliz, podría recomendarle asistir a actividades de la comunidad, en donde tenga la oportunidad de conocer y compartir con otras personas.

Por su parte,De La Mata et al. (2018), tras trabajar con un grupo de mujeresadultasmayores de 75 años que viven solas, mencionan algunas estrategias para la vida en la cuarta edad. Estas autoras enfatizan en la importancia del autocuidado, tal como: tener una buena alimentación, hacer ejercicio y mantener la belleza, ya que, a las mujeresadultasmayores del estudio, además de mantener la salud, también les interesa no parecer descuidadas.

Asimismo, el uso del tiempo aparece como una estrategia determinante para sobrellevar la soledad; pues, las actividades a las cuales asisten estas mujeresadultasmayores ahora están determinadas por el placer y no por el compromiso; así como, por la priorización de los intereses propios y por las capacidades físicas. En este sentido, las actividades cotidianas se adaptan a los cambios físicos.

En el tema de redes,De La Mata et al. (2018)afirman que las relaciones familiares albergan más expectativas de cuido en las mujeres de la familia, mientras que los hombres no están incluidos dentro de estas expectativas. Otro aspecto importante que se menciona con respecto a la familia es que los vínculos se valoran satisfactoriamente en relación con la frecuencia y el contacto, sin importar si este se da vía telefónica, física o virtual.

Las mujeres participantes del estudio deDe La Mata et al. (2018)destacaron la importancia de poseer bienes económicos o culturales en la medida que son beneficiosos para su calidad de vida. La espiritualidad y la religión, también, aparecen como elementos importantes dado que les ayuda a orientar sus vidas, les permite una conexión interior y, a su vez, son parte de su participación social.

De igual manera, la recomendación clave de estas mujeres para otras que viven también solas es mantener la independencia física, emocional y económica, y ensayar nuevas formas de cultivar la autonomía propia. También, hacen hincapié en tener actitudes que las alejen del aislamiento; así como, fortalecer y extender las redes de apoyo(De La Mata et al., 2018). En suma, todas estas estrategias son sumamente interesantes y, aunque las últimas han sido dadas por mujeres, aplican para cualquier persona.

Otro aspecto para recalcar es que, para las mujeres del estudio de De La Mata et al. (2018), vivir solas no tiene una implicación negativa, debido a que buscan constantemente permanecer en contacto con otras personas, ya sean miembros de la comunidad, iglesia o familiares. A pesar de ser mujeresadultasmayores, todas ellas son independientes y disponen de los recursos económicos que les permite tener acceso a las actividades que son de su interés.

Con base en lo anterior, se observa que aparece nuevamente el factor económico como determinante para el buen vivir durante la vejez, al igual que en las otras etapas del ciclo vital. Sin embargo, en esta etapa, este factor se da con otra connotación, porque las mujeres mayores afirmaron que ya no les interesa adquirir cosas u objetos, sino que el dinero se hace necesario para realizar sus actividades diarias, es decir, la forma en que se emplea el dinero cambia.

Conclusiones

En el tema de soledad y vejez hay diversidad de opiniones, se proponen distintas maneras de afrontarla y se vive diferente según la cultura y el momento sociohistórico. Por tanto, la percepción puede variar, incluso, de persona a persona; sin embargo, se puede llegar a algunas conclusiones generales.

Primeramente, puede afirmarse que el proceso de socialización diferenciado para hombres y mujeres tiene una gran influencia en la vivencia de la soledad. A las mujeres les está más permitido sentirse solas y expresarlo; mientras que, para los hombres, admitir que sienten soledad es más complicado, ya que se asocia con debilidad y falta de independencia.

Asimismo, se presenta una gran afectación si la forma en que se vive la soledad es impuesta o voluntaria. Esto debido a que si una personaadultamayor esalejadade sucasa en contra de su voluntad, aun cuando quien tome la decisión lo haga con la mejor intención, se generarán consecuencias negativas para la persona, máxime, si el destino del traslado es un centro para laspersonas adultas mayores, en donde las visitas son restringidas o en donde no pueda tener acceso a medios de comunicación como los tenía en su propia casa. Caso contrario, si la soledad es voluntaria, es decir, si es la persona quien decide vivir sola, sentirá bien esa condición y respetada su decisión.

También, la influencia de la cultura es un factor que se debe destacar con respecto a la vivencia de la soledad. Mientras que, en Chile, por ejemplo, una persona adulta mayor que vive sola se le considera como un factor de riesgo; las mujeres de España se sienten bien en esta condición y no se relaciona con riesgo.

De igual modo, el factor socioeconómico aparece como un elemento importante que puede facilitar o entorpecer la vivencia de la vejez y, por supuesto, de la soledad. En este sentido, aquellas personasadultasmayores que cuenten con recursos económicos tendrán, ya sea una mayor oportunidad de aplicar la estrategia de priorizar sus intereses y participar de actividades e involucrarse con otras personas; o bien, pagar un centro en donde se cuente con todas las comodidades para personasadultasmayores. No obstante, si se carece de este recurso, las posibilidades se reducen en un alto porcentaje, lo que podría desembocar en sentimientos de soledad.

Además, a partir de losdocumentosrevisados,no quedó claro si la soledad interfiere en la percepción de la salud o si la salud en la percepción de soledad. Entonces, podría decirse que están interrelacionadas: una mala percepción de la salud, puede desencadenar sentimientos de soledad, y la soledad puede tener implicaciones negativas en la salud. Sin embargo, tanto salud como soledad deben tratarse, ya que una persona que se siente sola y acude a consulta médica porque quiere hablar con alguienpuede estar en riesgo de depresión debido a que carece de una red social. Por tanto, la salud mental es una razón de peso para tratar la soledad y no tomarla como un tema sin importancia.

Finalmente, es difícil no aludir a la Teoría de la Desvinculación como causante de soledad en las personas adultas mayores, ya que esta se relaciona con el aislamiento social producto de la falta de contacto con familiares y amigos.Al hablar de aislamiento social, se hace referencia al alejamientoque algunas personas realizan con respecto a su contexto, es decir, ya no interactúan con otras ya sea de su comunidad o de algún determinado grupo social.

A su vez, queda claro que se necesita adoptar una postura de respeto, ya sea para comprender y apoyar a aquellas personasadultasmayores que deseen vivir solas y mantener su independencia; o bien, para prevenirel sentimiento de soledaden aquellas que sientan temor haciael mismoy, en este caso, buscar soluciones viables compartidas.

Referencias

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Artículo recibido:02 Octubre, 2019

Artículo aprobado:09 Diciembre,2019

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Estudiante del Posgrado en Gerontología Universidad de Costa Rica, Licenciada en Psicología de la Universidad Nacional (UNA). Especialista en Entornos Virtuales de Aprendizaje. Investigadora Independiente,Costa Rica.E-mail:psico.ivannia.fonsecac@gmail.com