Universidad de Costa Rica, Posgrado en Gerontología, Anales en Gerontología

Número 14, Año 2022/ 1-26  ISSN: 2215-4647

Artículo

COMPARACIONES INTERGENERACIONALES EN LOS USOS Y MOTIVOS DE USO DE TIC EN PERSONAS ADULTAS MAYORES Y DE MEDIANA EDAD EN UNA CIUDAD ARGENTINA

INTERGENERATIONAL COMPARISONS IN THE USES AND REASONS FOR THE USE OF ICT IN ELDERLY AND MIDDLE-AGED PEOPLE IN AN ARGENTINE CITY

Liliana Tarditi1, José Alberto Yuni2, Claudio Ariel Urbano3

Recibido:04-10-2021 Corregido:14-12-2021 Aceptado:23-08-2022

RESUMEN

Las tecnologías constituyen un desafío para las personas adultas mayores y de mediana edad,en tanto requieren la adquisición de nuevos saberes para mantenerse incluidas socialmente. Objetivo: Determinar las diferencias intergeneracionales en el acceso, usos, intensidad, frecuencia y variedad de usos de las TIC, así como los motivos de su utilización.El estudio fue aplicado, cuantitativo, descriptivo y correlacional, de corte transversal. Se conformó una muestra intencional, no probabilística de 157personasadultas que asisten a cursos de informática básica y avanzada, de educación no formal para población mayor de Río Cuarto, Argentina. Se consideraron grupos de mediana edad (50 a 64 años)n=54, vejez temprana (65 a 74 años)n=84; y vejez avanzada (75 a 85 años)n=22.

Los datos se relevaron mediante cuestionarios autoadministrados,el análisis se realizó con el software SPSS. Los hallazgos evidencian que los usos de las TIC, su accesibilidad e intensidad de uso presentan leves variaciones cuantitativas. Resultan relevantes las diferencias en los motivos por los que cada grupo utiliza las TIC. Las prácticas digitales pretéritas o de la vida cotidiana, además de las motivaciones de quienes participaron,explican la variedad de usos, más que la impronta generacional.

PALABRAS CLAVE:Personas mayores, mediana edad, tecnologías digitales, inclusión digital.

ABSTRACT

Technologies constitute a challenge for the elderly and middle-aged as they require the acquisition of new knowledge to stay socially included. Objective: To determine the intergenerational differencesin access, uses, intensity, frequency and variety of uses of ICT, as well as the reasons for their use. The research was applied, quantitative, descriptive and correlational, cross-sectional. An intentional, non-probabilistic sample of 157 adults was formed, who attend basic and advanced computer courses, of non-formal education for older adults in Río Cuarto, Argentina. Middle age groups were considered (50 to 64 years) n = 54, early old age (65 to 74 years) n = 84; and advanced old age (75 to 85 years) n = 22.

The data were collected through self-administered questionnaires and the analysis was performed with the SPSS software. The findings show that the uses of ICTs, as well as their accessibility and intensity of use, show slight quantitative variations. The differences in the reasons why each group uses ICT are relevant. Past digital practices or everyday life, in addition to the motivations of the subjects, explain the variety of uses, rather than the generational imprint.

KEY WORDS:Older people, middle age, digital technologies, digital inclusion.

Introducción

En las sociedades contemporáneas, la vida cotidiana está cada vez más atravesada por las tecnologías de la información y la comunicación (en adelante TIC), la revolución digital de las últimas décadas propició el enlace de la informática con los medios de comunicación y la interconexión en red,gracias a Internet (Padial Espinosa et al., 2020). En ese marco epocal, diferentes dispositivos tecnológicos permiten realizar múltiples funciones y desarrollar una cantidad de actividades prácticas de la vida diaria, merced a la mediación de las tecnologías. Todas las generaciones se encuentran expuestas a esta dinámica sociocultural que está transformando las diferentes esferas de la vida y que, en el caso de las generaciones socializadas en el mundo analógico, requiere su adaptación a los códigos, lógicas y modos de uso propios del ecosistema digital.

En tal sentido, las personas mayores se enfrentan a crecientes demandas por tener que resolver situaciones cotidianas vinculadas al acceso a los beneficios de la seguridad social, la atención sanitaria, el pago de servicios e incluso para sostener sus redes de apoyo emocional a través de dispositivos digitales (Yuni y Urbano, 2016b). En este devenir, la cultura digital de los sujetos y de las generaciones a la que pertenecen se va construyendo atravesada por la existenciade brechas digitales, igualmente, por la heterogeneidad de competencias y deficiencias en materia de alfabetización digital (Ortega Gutiérrez y Pérez Quinteros, 2021).

De hecho, la Convención Interamericana de Protección de los Derechos de las Personas Mayores, incorporada por Argentina y otros países de Latinoamérica a sus leyes nacionales, se refiere al derecho a la educación enfatizando la responsabilidad de los Estados de ofrecer oportunidades formativas,orientadas a revertir el analfabetismo tecnológico que caracteriza a la población de mayor edad. De ese modo, la Convención reconoce que,en las sociedades contemporáneas,la alfabetización tecnológica es una condición relevante para sostener el principio de autonomía, a su vez,es un medio para favorecer la inclusión de las personas mayores (Casamayou y Morales González, 2017).

La literatura específica sobre la inclusión digital de las personas mayores se ha centrado mayoritariamente en el análisis de este grupo etario como un colectivo homogéneo, estableciendo sus perfiles de comportamiento en comparación con el de otros grupos de edad. Siguiendo a Rivoir (2019),el término “brecha digital gris” ha sido criticado por comunicar una homogeneidad inexistente en relación a las personas mayores y las TIC. A partir de la bibliografía internacional, este estudio considera el colectivo de personas mayores como un grupo social heterogéneo, con distintas características y condiciones de uso de las tecnologías e internet (Barrantes y Ugarte Villalobos, 2019). Como señala Muñiz Terra (2012),el análisis de los usos de las tecnologías en los grupos de mayor edad debe incorporar la noción de trayectorias tecnológicas,con énfasis en la relación de las personas a lo largo de su trayectoria biográfica con las tecnologías.

Esta mirada dinámica sobre las trayectorias tecnológicas de las personas mayores4se asienta en la concepción compleja del curso vital,en la cual los procesos de envejecer se dan con la articulación entre historia y biografía. En la trayectoria singular de cada envejeciente, las motivaciones de uso de las tecnologías se asocian con la puesta en tensión de una necesidad de adaptación psicosocial en búsqueda de ser satisfecha.

Las personas mayores y de mediana edad evalúan desde distintos puntales psicoafectivos sus deseos, necesidades y recursos para enfrentar tanto cambios como demandas que impone el crecimiento sostenido de la sociedad informacional, la generalización de las TIC y su irrupción en la vida cotidiana. En tal sentido, la investigación gerontológica requiere dar cuenta de las necesidades de formación emergentes de la sociedad tecnológica; las motivaciones, estrategias y modos de adquisición de conocimientos, destrezas y competencias de uso de las TIC por parte de las personas mayores y de mediana edad. Asimismo, la investigación psicogerontológica demanda investigar las diferentes posiciones subjetivas que modulan las perspectivas con las que se aprenden y se utilizan las nuevas tecnologías.

La alfabetización tecnológica y el desarrollo de competencias digitales suponen procesos novedosos por sus contenidos y por las habilidades que requieren para su uso, lo cual representa un desafío cognitivo y emocional para las personas mayores. Dicho de otro modo, el estudio de las relaciones entre aprendizaje de TIC y diferentes dimensiones del envejecimiento activo es tema relativamente reciente en el campo gerontológico (Casado-Muñoz et al., 2015; Rivoir, 2019; Ortega Gutiérrez y Pérez Quinteros, 2021).

Todo aprendizaje constituye una actividad compleja a través de la cual se despliega el proceso de humanización, continúa la complejización psíquica y se resignifica la identidad personal y social (Yuni y Urbano, 2016a). Esta noción de aprendizaje a lo largo de la vida supone también (entre otras) la adquisición de competencias que le posibiliten al sujeto optimizar su bienestar personal y su vinculación con el entorno social. Es allí que los usos que las personas mayores realizan de las tecnologías adquieren relevancia como variable explicativa de la inclusión digital, y como contenido que fortalece la integración a un orden social de pertenencia en cuanto promueve la adecuación del sujeto a un contexto vincular.Para las personas mayores y de mediana edad,el uso y la apropiación de las TIC surge como una necesidad de adaptación socio-cultural en el contexto de su trayectoria vital.

Contrario a otros grupos de edad, la alfabetización digital en este colectivo no se produce por “inmersión tecnológica” (Hernando y Phillippi, 2013),sino que es producto de otras formas de socialización tecnológica.

Afrontar la cuestión de la alfabetización tecnológico-digital de las personas mayores y de mediana edad requiere profundizar el estudio de la brecha digital generacional (Peral-Peral et al., 2017), a fin de identificar los obstáculos y barreras que dificultan el acceso y apropiación de las TIC por parte de estos grupos generacionales (Aguilar Flores y Chiang Vega, 2020).El proceso de alfabetización tecnológico-digital requiere ser abordado tanto en la dimensión instrumental relacionada con el uso de las herramientas y entornos digitales, como con la construcción de significados sobre las TIC por parte de las personas mayores (Casamayou y Morales González, 2017). De esta manera, adquiere relevancia el estudio de las trayectorias tecnológicas, más concretamente, de los perfiles de uso que realizan de las TIC, considerando que quienes tienen más de 50 años han tenido posibilidades restringidas de acceso y utilización de estas nuevas tecnologías (en comparación con los grupos más jóvenes); a mayor edad,han sido más las restricciones de acceso.

El uso y apropiación significativa de las tecnologías digitales se entiende como un proceso complejo y diverso,que se presenta como una oportunidad para el ejercicio de los derechos y el empoderamiento de las personas mayores; apropiarse implica hacer propias, incorporar las tecnologías en la vida cotidiana de acuerdo a las necesidades e intereses individuales, produciendo transformaciones subjetivas, intersubjetivas y en el entorno socio-cultural (Rivoir, 2019);supone desplegar procesos de aprendizajes singulares, vinculados a las particularidades que impone el dominio conceptual y procedimental de las tecnologías.

Numerosos estudios (Agudo Prado et al., 2013; Del Refugio y González, 2011; Schneller y Vandsburger, 2008) revelan que el uso de las tecnologías optimiza la integración social, promueve el autoaprendizaje y posibilita una mejor calidad de vida para las personas adultas mayores. Siguiendo a Casamayou y Morales González (2017),la inclusión digital de la población mayor puede inscribirse como una dimensión transversal para la integración social de las personas mayores.

Objetivo: Determinar las diferencias intergeneracionales en el acceso, usos, intensidad, frecuencia y variedad de usos de las TIC, así como los motivos de su utilización.

Metodología

Se realizó un estudio de tipo cuantitativo, transversal, de naturaleza descriptiva. Participaron 157 personas mayores cuyas edades oscilan entre 50 y 85 años,quienesasisten a talleres y/o cursos de educación no formal relacionados al uso de las tecnologías. Los mismos sondictados por organizaciones educativas de/para personas mayores de la ciudad de Río Cuarto, Argentina; ubicada en el centro del país, posee un 12 % de personas mayores de 60 años en el total de su población, lo que la identifica como una población de envejecimiento avanzado. Hace 30 años, en la ciudad existen ofertas de educación no formal para personas mayores, cursos que cuentan con un marcado reconocimiento social.

Este estudio incluyó personas mayores y de mediana edad que asisten al Programa Universitario de Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Río Cuarto y del Espacio Illia, dependiente de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de la Provincia de Córdoba.

Atendiendo al interés por indagar el nivel de conocimiento de las TIC,se seleccionaron personas mayores y de mediana edad que asisten a cursos de informática básica (con un mínimo de alfabetización digital),o que realizan cursos avanzados de informática. Las primeras cursan el proceso de adquisición de habilidades en el uso de las herramientas informáticas, mientras las segundas conforman un grupo con cierta competencia y autonomía en el uso de TIC.

Se conformó una muestra intencional, no probabilística, cubriendo cuotas de representatividad de género y grupos de edad. La muestra quedó conformada de la siguiente manera: mediana edad (50 a 64 años)n=54, vejez temprana (65 a 74 años)n=84; y vejez avanzada (75 a 85 años)n=22.El 72,6 % de esta muestra es de sexo femenino, mientras que el 27,4% es masculino.

Se aplicó un cuestionario autoadministrado de Usos de las Tecnologías construido ad-hoc. Dicho instrumento consta de dos partes: en la primera, se indaga sobre el uso de distintos dispositivos tecnológicos y de internet, la frecuencia de uso, cómo aprendió y cuánto tiempo hace que lo usa; en una segunda parte,se pregunta la frecuencia de los distintos usos de internet, además de los motivos y beneficios que percibe de utilizar las tecnologías.

El análisis de los datos se realizó con el software SPSS, se hizo un análisis descriptivo y uno exploratorio de las relaciones entre las variables del estudio.También se dio una indagación comparativa entre sujetos que asisten a cursos de distinta complejidad y usos de las TIC, a través de pruebas de comparación de medias.

Resultados yDiscusión

Van Dijk (2002) plantea que las personas mayores deben sortear diferentes obstáculos de accesibilidad en sus procesos de alfabetización digital, tales como el acceso físico a los dispositivos e internet,el acceso a habilidades o competencias,y las oportunidades de uso o acceso de uso.Quienes conforman la muestra de este estudio se encuentran realizando actividades sistemáticas de alfabetización digital, lo cual pone de manifiesto el interés por aprender y/o enriquecer sus competencias digitales en ámbitos educativos no formales para personas mayores. Por lo tanto,se entiende que la muestra ha superado lo que en la literatura se denomina la primera brecha digital, dado que han accedido a la alfabetización digital en diferentes grados. En términos de Van Deursen y Van Dijk (2014), los sujetos del estudio ya poseen el acceso motivacional a las TIC (la motivación de utilizar computadoras e Internet).

Formaciónen Tecnologías: Niveles de Conocimiento de lasTIC

Desde la década de los noventa,los programas de educación no formal para personas mayores de Argentina ya incluían cursos sobre informática en sus propuestas (Yuni, 2011). Con la evolución de las TIC, las instituciones fueron ampliando el tipo de cursos y las temáticas relacionadas con su aprendizaje. En la primera década del siglo XXI, la alfabetización digital fue considerada uno de los cuatro pilares de la educación de personas mayores, lo que hizo que se promovieran actividades de capacitaciónen la totalidad de propuestas de educación no formal de/para esta población. La convergencia digital incidió en la oferta institucional que se orientó al uso de dispositivos y aplicaciones, además,a la adquisición de habilidades de uso con fines específicos.

Entre la variedad de propuestas educativas sobre el uso de las TIC, se diferencian las que promueven una formación inicial de aquellas que suponen conocimientos avanzados sobre las tecnologías. Ello supone el reconocimiento de trayectorias diferenciadas entre quienes tienen nulas o escasas competencias digitales,y quienes las han adquirido por aprendizaje vicario, o por su práctica en el mundo del trabajo. Las propuestas de formación básica introducen al uso de los dispositivos tecnológicos y de la comunicación (computación inicial, internet, uso del celular), mientras que las propuestas de formación avanzada suponen determinados conocimientos previos sobre los dispositivos tecnológicos, o utilizan las tecnologías como un medio para el logro de otras habilidades (comunicación y prensa, diseño y fotografía digital, niveles avanzados de computación, etc.).

Los hallazgos del estudio muestran que el grupo de mediana edad es el de mayor participación en los cursos de formación avanzada (51%). En cambio, la proporción de personas mayores del grupo de vejez avanzada representa el 63,6% de participantes de los cursos de formación básica. Estos datos confirman la incidencia diferencial de la socialización en las prácticas digitales sobre las cohortes generacionales.

El uso y apropiación de las tecnologías estaría correlacionado de forma inversamente proporcional con la edad (coincidiendo con estudios de Abad Alcalá, 2016). Las personas de mediana edad han tenido mayor contacto con las tecnologías desde etapas más tempranas en su experiencia social y laboral, en tanto que el contacto con las tecnologías ha sido menor y ocasional para mayores de 65 años; por lo tanto, su experiencia con los entornos digitales es de baja intensidad o directamente nula.

Los datos coinciden con lo informado por Peral-Peral et al. (2017),quienes señalan la diversidad manifiesta en cuanto al acercamiento y uso de las tecnologías por parte de las personas mayores, lo que explica la mayor presencia de las personas del grupo de vejez avanzada en los cursos básicos de informática y tecnologías.

Factores VinculadosalUso De Dispositivos Tecnológicosen laMediana EdadylaVejez

La convergencia tecnológica ha hecho que diferentes dispositivos adquieran múltiples funcionalidades, modificando las prácticas de uso, de modo que los teléfonos o los equipos de televisión ampliaron sus funcionalidades al integrar herramientas digitales. En el equipamiento doméstico, objetos como las cámaras fotográficas, los reproductores de música, los dispositivos para medir la hipertensión arterial o la temperatura pasaron de lo analógico a lo digital, insertando el ecosistema tecnodigital en el interior de los hogares.

Lo anterior dio otro sentido al término de brecha tecnológica generacional, acuñado en la década de los noventa para dar cuenta de cómo los grupos de mayor edad presentaban más dificultades para acceder y apropiarse de las TIC. La ampliación de lo digital,y la colonización de la vida cotidiana a partir de sus dispositivos han generado su mayor utilización.

La encuesta utilizada relevó el conocimiento de uso de diferentes dispositivos, tanto de uso doméstico y personal como de uso público (cajeros automáticos),igual que aquellos que requieren su utilización con conexión o sin ella.También relevó cómo aprendieron a usarla, y la frecuencia e intensidad de su uso.

En esta sección se presenta el nivel de conocimiento de uso de los dispositivos digitales de mayor uso entre la población estudiada. Se entiende por conocimiento de uso la expresión de las personas de que saben utilizar cada dispositivo, independientemente del modo en que han adquirido ese saber (por práctica, por aprendizaje vicario o por formación sistemática),o la profundidad del mismo.

En la muestra de personas mayores y de mediana edad estudiadas, se observa que un número importante de ellas saben utilizar distintos dispositivos tecnológicos, especialmente los teléfonos móviles inteligentes, las computadoras de escritorio y portátiles, los cajeros automáticos y las cámaras digitales.

Tabla 1
Conocimiento de uso de dispositivos tecnológicos según grupos generacionales

 

Dispositivos

 

Sabe usar

Grupos Generacionales

 

Total

Mediana edad

Vejez

temprana

Vejez

avanzada

Con conexión

Teléfono celular

Inteligente

94,4

95,1

90,9

94,3

No

5,6

4,9

9,1

5,7

 

 

 

 

 

 

Computadora de escritorio

88,9

84

81,8

85,4

No

11,1

16

18,2

14,6

 

 

 

 

 

 

Computadora portátil

sin conexión

68,5

71,6

72,7

70,7

No

31,5

28,4

27,3

29,3

 

Cajero automático

81,5

95,1

77,3

87,9

No

18,5

4,9

22,7

12,1

 

 

 

 

 

 

Cámara digital de fotos

64,2

77,8

86,4

74,5

No

35,8

22,2

13,6

25,5

 

Nota.Elaboración propia.Los datos son presentados en porcentajes.

En la muestra estudiada, los datos revelan que el uso de dispositivos digitales está muy extendido, con leves variaciones entre los grupos generacionales. Los teléfonos móviles, los cajeros automáticos y las computadoras son los dispositivos de mayor uso; pese a lo cual se observa un efecto de cohorte generacional relacionado con el menor uso del teléfono móvil, la computadora de escritorio y el cajero automático que realizan quienes transitan la vejez avanzada. Por el contrario, este grupo es el que más utiliza la computadora portátil y la cámara digital de fotos, lo que podría asociarse a las ventajas de la portabilidad de estos dispositivos, sumado a sus características audiovisuales. De otro lado, las personas de mediana edad son quienes más saben usar la computadora de escritorio,dispositivo mucho más extendido y de múltiples usos en la sociedad a la que han accedido a edades más tempranas.

Por lo menos 7 de cada 10 encuestados saben usar los cinco dispositivos. El grupo etario que más dispositivos utiliza (los 5 sobre los que se consultó o más) es el que transita por la vejez temprana (65,4%), le sigue el grupo de la mediana edad (63%); por último, el de la vejez avanzada (59,1%). Si bien no se encontraron diferencias estadísticamente significativas, se observa una tendencia que asocia la mayor edad con una menor cantidad de uso de dispositivos en la vida cotidiana.

La tecnología es una forma de mediación cultural que, en las últimas décadas, ha ido atravesando las prácticas cotidianas progresivamente, transformando las existentes. En tal sentido, Aguilar-Flores y Chiang-Vega (2020) señalan que, debido al rápido desarrollo y la introducción de nuevas tecnologías, diferentes grupos de edades se enfrentan inevitablemente a diferentes generaciones de tecnologías, más aún con la aceleración e intensificación de las TIC en la vida cotidiana; por lo tanto,el grado de inmersión tecnológica y la apropiación de competencias digitales de las diferentes generaciones no son homogéneas.

Acerca de un mismo grupo generacional, los datos de la muestra revelan que las personas con mayor entrenamiento sistemático en el uso de dispositivos tecnológicos son las que utilizan más cantidad de dispositivos, y continúan involucrándose en actividades educativas.Al respecto,se observa que mayoritariamente personas de mediana edad que utilizan varios dispositivos asisten a los cursos iniciales de TIC (61,5%). Por el contrario, en el grupo que participa de cursos avanzados de TIC, quienes usan muchos dispositivos son los de la vejez avanzada (87,5%),y quienes usan menos dispositivos son los de la mediana edad (35,8%).

Estos datos muestran que no sería solamente la pertenencia a un grupo generacional lo que incide en la intensidad de las prácticas de uso, sino también la experticia digital alcanzada a través de la práctica, lo que es relevante para el análisis de los usos de las TIC en los grupos de mayor edad. Como lo señalaran Delfino et al.(2017), a mayor diversidad de dispositivos de acceso, más oportunidades tienen las personas mayores de obtener mejores usos de las TIC.A su vez, se puede inferir que quienes ya poseen ciertos conocimientos de uso, recurren a los espacios educativos para profundizar sistemáticamente sus conocimientos y desarrollar sus competencias digitales.

Cuando se indagó sobre cómo han aprendido a utilizar los dispositivos tecnológicos, las diferencias se acentúanmás por el tipo de dispositivos que por la pertenencia a un grupo etario. Aproximadamente la mitad de cada grupo generacional aprendió a utilizar el teléfono móvil a través de la ayuda de algún familiar (tendencias similares se dan en relación al cajero automático). 4 de cada 10 sujetos de mediana edad y de la vejez temprana, y 6 de cada 10 de los de vejez avanzada aprendieron con ayuda familiar a usar la cámara digital de fotos. Estos datos arrojan información acerca de la relevancia de las redes formales de apoyo, especialmente las familiares, en el proceso de alfabetización y socialización inicial en el uso de TIC.

Por el contrario, el aprendizaje para la utilización de computadoras se ha realizado fundamentalmente en cursos sistemáticos de educación tecnológica. Se registran algunas tendencias asociadas a las cohortes generacionales: 5 de cada 10 personas de la mediana edad y del grupo de vejez temprana aprendieron a usar la computadora a través de cursos, mientras que este número aumenta a 7 de cada 10 entre las personas de la vejez avanzada; la misma tendencia se registra en relación con el aprendizaje de la computadora portátil. Estos resultados pueden relacionarse con la mayor oferta de propuestas educativas sobre el uso de las computadoras en relación con otros dispositivos.

De igual forma, la demanda de los grupos de mayor edad por una formación sistemática sugiere que, al haber tenido menor contacto con las TIC en sus trayectorias biográficas, requieren de un sistema instruccional que les facilite un abordaje metódico y progresivo de las herramientas informáticas.

En el grupo estudiado pueden verse ciertas particularidades asociadas al grupo generacional, aunque los usos de las TIC parecen relacionarse con las experiencias vicarias, el apoyo informal, el ensayo y el error. Las personas mayores y de mediana edad del estudio tienen acceso, de forma que han desarrollado estrategias activas y variadas en la apropiación de herramientas digitales; en los grupos de mediana edad se registra una mayor proporción de estrategias basadas en la exploración del dispositivo, a través del ensayo y error, o por combinación de estrategias.

En los grupos generacionales de vejez temprana y vejez avanzada se recurre más a ayudas externas,como pueden ser las ayudas de familiares o las tutorías dadas en los cursos de formación en TIC. Estos tutores cumplirían la función del experto próximo, señalada por Escuder et al.(2020), dicho rol corresponde a quien facilita información y guía para el uso de las funciones de los dispositivos. Como señalan Luque et al.(2006), estos apoyos tutoriales serían fundamentales para reducir los temores y emociones negativas reportados por diferentes estudios, acerca del afrontamiento de los grupos de mayor edad a la manipulación de las tecnologías.

En cuanto al uso de los dispositivos con conectividad, se han analizado los accesos a la conexión medidos en el hogar, en el teléfono y en los espacios públicos. No se registran diferencias significativas estadísticamente en cuanto a las cohortes generacionales.Los sujetos de la mediana edad registran una alta intensidad de conexión en los espacios públicos (40 %) reduciéndose a una intensidad media en el uso dentro del hogar (39,2%) y en el teléfono (44,4%). El grupo de la vejez temprana presenta alta intensidad de uso de la conexión en los espacios públicos (43,6%), intensidad media en el hogar (39,7%), y baja en el teléfono (39,7%). Por último, el grupo de la vejez avanzada muestra una intensidad alta de uso en los espacios públicos (40%), intensidad media de uso de la conexión en el hogar(46,7%)y en el teléfono (42,9%).

Las diferencias entre grupos generacionales no son significativas estadísticamente, respecto a la conectividad y a los ámbitos de conexión. Estos datos son divergentes de los informados por Sunkel y Ullmann (2019),quienes señalan que decrecen las posibilidades de acceso a la conexión a medida que aumenta la edad. Tal vez los resultados de este estudio presenten un sesgo en tanto que todos los participantes tienen acceso motivacional a las TIC,acceso a los dispositivos y a algún tipo de conexión.

Dicho esto, se destaca también el uso activo que realizan de las TIC las personas mayores que están involucradas en las aulas de los programas educativos, a los fines de mostrar la importancia de estos espacios en la promoción de la inclusión digital.

En cuanto a la frecuencia de uso de los diferentes dispositivos, los datos revelan que el teléfono móvil y la cámara digital de fotos son utilizados con regularidad similar entre las personas que asisten a los distintos niveles de cursos; por lo tanto, presentan diferentes habilidades tecnológicas. Por el contrario,se observan diferencias significativas en la frecuencia de uso de la computadora (de escritorio y portátil), con un marcado incremento entre quienes participan de cursos avanzados de tecnologías, en relación a aquellos que asisten a los niveles iniciales.

Se destaca que quienes tienen competencias digitales avanzadas utilizan diariamente las computadoras (57,6%, la de escritorio; 56,6%, la portátil), mientras que quienes poseen competencias básicas las utilizan con una frecuencia semanal (56,7%, la de escritorio; 62,5%, la portátil). En otras palabras, quienes tienen mayores competencias computacionales e informáticas realizan un uso más intensivo de los ordenadores que aquellos que tienen una alfabetización digital incipiente.

Tipos y Motivos de Uso de lasTIC en la Vida Cotidiana de las Personas Mayoresy de la Mediana Edad

En esta sección, se presentan los resultados referidos al tipo de usos que los sujetos del estudio dan a las TIC en su vida cotidiana. Asimismo, se informa sobre los motivos que invocan para realizar esos usos, según los grupos generacionales de pertenencia. Llorente et al.(2015) entienden que las TIC son una fuente de oportunidades comunicativas, informativas, de entretenimiento y ocio, transaccionales y administrativas;que permiten optimizar los hábitos de vida y contribuir a un envejecimiento activo.

Siguiendo esta clasificación, la encuesta relevó los tipos de usos que los sujetos mayores y de mediana edad dan a las herramientas digitales: En el grupo de la mediana edad se destacan los usos comunicativos, en cuanto utilizan mayormente la tecnología para comunicarse con conocidos (48,1%); le siguen los usos informativos,orientados a la búsqueda de información de su interés (46%), además de la lectura de periódicos en línea (43,4%). Los usos de las tecnologías aparecen integrados a las actividades cotidianas.

Las personas del grupo de la vejez temprana se destacan por el predominio de usos comunicacionales de las tecnologías: para encontrar personas ya conocidas (25%), y utilizar el correo electrónico (38,7%). También destacan el uso informativo de las redes sociales (33,8%).La mayoría de las personas de este grupo generacional son recientemente jubiladas por lo que podrían encontrar en la web una forma de mantener su sociabilidad, encontrando en las TIC una herramienta que les permite sostener sus redes vinculares.

En el grupo de la vejez avanzada sobresale la búsqueda de información de su interés (73,7%) y la comunicación con conocidos (63,2%). En este grupo etario, la singularidad del uso de las TIC estaría asociada a la mayor disponibilidad de tiempo liberado de obligaciones, con la mayor frecuencia de conexión dentro del hogar. Las personas mayores de75 años son las que registran más porcentajes en usos transaccionales como pagar servicios (25%), hacer compras (11%); de ocio, por ejemplo, jugar (30%) y ver videos (26,3%), además de buscar conocer nuevas personas (15%). La utilización de las TIC posibilitaría a las personas que cursan la vejez avanzada seguir siendo activas, competentes y mantener su autonomía con la ayuda de las mediaciones tecnológicas.

Entre los motivos de uso de las TIC, los tres grupos de edad destacan el mantenerse activos y seguir aprendiendo; aparece así conjugado el carácter instrumental del para qué del aprendizaje de TIC, ligado a una acción que posibilita poner a prueba sus capacidades intelectuales como fuente de vitalidad y protección frente al paso del tiempo; lo que fortalece sus creencias de autoeficacia y el sentido de continuidad psíquica.

Las TIC,como contenido del aprendizaje, adquieren importancia en tanto garantizan tanto la vigencia como la adecuación de las personas mayores y de mediana edad al contexto actual de intercambios propios de la sociedad red y del conocimiento, facilitando su integración a un orden social de pertenencia.

Las personas que transitan la vejez temprana (65 a 75 años) refieren otros motivos tales como obtener información sobre temas concernientes a su bienestar (55,6%), y conocer más acerca de sus hobbies (52,5%). Estos beneficios pueden asociarse a la necesidad de renovar el posicionamiento subjetivo frente a los avatares del envejecer (cambios físicos más observables, jubilación, etc.); dichas investiduras posibilitan la recreación de la mirada de sí mismo,y las posibilidades de ser-estar consigo mismo o entre otras personas. Las TIC adquieren en este grupo generacional un carácter instrumental, constituyéndose en un nuevo recurso para apuntalar la actitud de apertura hacia lo nuevo, y sostener la capacidad de asombro ante los cambios propios y del entorno.

En el grupo de vejez avanzada (mayores de 75 años) aparecen otros motivos que ponen en evidencia diferentes posicionamientos subjetivos. Un alto porcentaje de personas manifiestan que el uso de tecnologías les hace sentirse más adecuadas a los tiempos que corren (54,9%), a la vez, les brindanla posibilidad de mantenerse más cerca de las otras generaciones (50%). La oportunidad de obtener estos beneficios a través del uso de las TIC afianza el crecimiento personal, motivo por el cual se constituye en una estrategia para sostener el movimiento existencial orientado a facilitar la integración socio-vincular, y continuar ligado a vínculos significativos.

En síntesis, se puede observar que os tipos y motivos de uso que los sujetos le otorgan al uso de las TIC varían entre los diferentes grupos generacionales, aspecto que parece relacionarse con un uso estratégico de los recursos cognitivos y del proceso de regulación del propio desarrollo; en tanto que, en las diferentes edades, el uso y apropiación de las TIC no puede disociarse del proceso de autocomprensión del desarrollo y a la autoexploración del sí mismo. Las personas del estudio atribuyen, al uso de las tecnologías, beneficios que se vinculan con el sentido de visibilidad que estas promueven, dado que favorecen el acceso a la sociedad de la información y del conocimiento, a su vez, facilitan la participación social.

Conclusiones

Los hallazgos investigativos permiten interpelar aquellas conceptualizacion esque refieren a la vejez como un colectivo homogéneo, y que sitúan a las personas mayorescomo inmigrantes digitales (Prensky, 2001). Los datos obtenidos en este estudio revelanque las personas mayores y de mediana edad son agentes activos que despliegan estrategias de adaptación a los entornos digitales cada vez más presentes en sus vidas, que se valen de las TIC para permanecer integradas subjetiva y socialmente. Siguiendo la metáfora de Yuni y Urbano (2016b),las personas del estudio sonnavegantes de la brecha digitalgeneracionalen cuanto presentan acceso motivacional,evidenciandistintas trayectorias de uso yperciben diferencialmente la utilidad en términos de los usos ybeneficios de las tecnologías.

Los resultados reafirman el carácter modulador de la edad y la generación en el uso de las tecnologías, hallazgo reportado también en diferentes estudios. Se observan tendencias que asocian la vejez avanzada con el menor uso de los dispositivos (en cantidad y frecuencia de uso). Si bien el perfil de la muestra posee un sesgo relacionado con la superación de la primera barrera de acceso a las TIC, igualmente se advierten los efectos residuales de las diferentes experiencias generacionales de socialización tecnológica, dado que lasdiferentes generaciones se enfrentaron inevitablemente a distintos tipos de tecnologías (variedad de dispositivos,multiplicidad de funciones,etc.).

La revolución digital de las últimas décadas produjo grandes avances de las tecnologías en poco tiempo. Como resultado, tanto la inmersión tecnológica como la adquisición de las competencias digitales, en el colectivo de mediana edad y de personas mayores, revelan un universo diverso y heterogéneo, vinculado a las posibilidades de acceso, igualmente, de práctica en diferentes momentos del curso vital, y a las estrategias que en el presente despliegan las personas mayores para sostener su autonomía.

Los datos del estudio revelan que la mayor edad cronológica no es una condición limitante para la adopción de las tecnologías ni para su aprendizaje. Se ha mostrado que hay personas mayores de 75 años que participan en cursos avanzados que usan varios dispositivos, diversifican más que otros grupos etarios los motivos de usos de las TIC. Empero, es posible que esa situación sea también resultado del mayor capital cultural de quienes integran este grupo generacional, y de ser mayoritariamente profesionales jubilados, con lo que el tipo de práctica laboral podría vincularse a su mayor dominio de las competencias digitales.

De todas maneras, este estudio sugiere la necesidad de considerar el impacto que tienen las trayectorias tecnológicas individuales en sus procesos de alfabetización digital, así como en su experticia de uso de dispositivos. En efecto, la variedad e intensidad de las prácticas digitales de las personas mayores y de mediana edad parecen estar más asociadas al acceso, frecuencia, intensidad y variedad de usos de las TIC que a la impronta de la pertenencia a un grupo etario.

En cuanto a los motivos de uso de las TIC estos se identifican con el sentido de visibilidad que su dominio promueve en los entornos de las personas del estudio. Sus beneficios se relacionan con la percepción de las tecnologías como instrumentos, al servicio del propio proceso de integración social y de desarrollo personal; en la mediana edad, los motivos de uso están más integrados a las actividades cotidianas, por lo que favorecen sus desempeños ocupacionales y sociales; en la vejez temprana, se perciben como una forma de continuación de las redes vinculares y de mantenimiento de la vigencia social tras la jubilación y los cambios propios del envejecimiento; finalmente, en la vejez avanzada hay un mayor aprovechamiento de la ubicuidad de las tecnologías en cuanto perciben la utilidad de una mayor cantidad de usos, lo que les posibilita mantener la autonomía y seguir siendo competentes.

Estos hallazgos no pueden generalizarse a la población mayor y de mediana edad,en tanto que la muestra se ha seleccionado entre participantes de actividades educativas orientadas a la adquisición de conocimientos tecnológicos, por ello, pueden tener un mayor interés y usos ya adquiridos en la experiencia social.

Sin embargo, permiten recuperar algunas cuestiones valiosas para la organización de actividades formativas de alfabetización digital: en primer lugar, que la enseñanza de TIC no puede abordarse solamente desde una perspectiva instrumental orientada al uso de dispositivos y aplicaciones, sino que deben atenderse las motivaciones y necesidades de aprendizaje sentidas por las personas mayores en relación con el conocimiento, uso y apropiación de las TIC. En segundo lugar, la convergencia digital y la expansión de los teléfonos móviles con múltiples funcionalidades imponen su abordaje como dispositivo integrado que facilita la realización de múltiples acciones para la vida cotidiana.

Desde la perspectiva de la Gerontología Educativa, deben considerarse cuestiones vinculadas a la accesibilidad y la funcionalidad de los dispositivos, de modo que se mitiguen las dificultades derivadas de las limitaciones sensoriales y motoras que se asocian al incremento de la edad. Asimismo, deben atenderse las dificultades que implica el uso de pantallas táctiles para la población de mayor edad, tanto para la mejora de los equipos como para la oferta de espacios de aprendizaje de destrezas y habilidades de manipulación de los dispositivos.

No debe olvidarse que la brecha digital generacional es una nueva forma de exclusión social de las personas mayores, debe enfatizarse la importancia de las ofertas de formación en tecnologías que promuevan la inclusión digital en los programas educativos, como un objetivo inherente a los derechos de esta población.

Por otra parte, los resultados de este trabajo ponen en evidencia que, aunque las personas mayores y de mediana edad sepan utilizar algunas o varias TIC, requieren y demandan espacios de formación sistemática que les permitan eficientizar los usos y ampliar su dominio competencial. En tal sentido, se hace necesario desarrollar nuevos estudios que exploren los procesos de complejización de las habilidades tecnológicas por parte de los grupos de mayor edad y con diferentes trayectorias tecnológicas.

De igual forma, se deben continuar los estudios sobre cómo utilizan las TIC las personas mayores, ya que el consumo tecnológico no implica el desarrollo de la capacidad crítica que posibilita el acceso cultural a través de las nuevas tecnologías. Esta apropiación tecnológica, según Casamayou y Morales González (2017) se concibe trascendiendo usos y beneficios concretos para constituirse en un facilitador de la integración de las personas mayores como sujetos activos, ciudadanos agentes de cambio, participantes en una sociedad que se enriquece con el intercambio entre las distintas generaciones, lo cual debe orientar las propuestas de alfabetización digital con las personas mayores.

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1 .

Magister en Gerontología.

Afiliación Institucional:Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba,Argentina. E-mail:lilianatarditi@gmail.com

2 .

Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación.

Afiliación Institucional:Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Villa María. Córdoba, Argentina. E-mail:joseyuni@yahoo.com.ar

3 .

Doctor en Ciencias Humanas.

Afiliación Institucional:Instituto Académica Pedagógico de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Villa María. Córdoba, Argentina. E-mail:claurbano@hotmail.com

4 .

Siguiendo las recomendaciones de la Convención Interamericana de Protección de los Derechos de las Personas Mayores, en este trabajo se utiliza la denominación personas mayores para referirse a todos aquellos sujetos mayores de 65 años y que, con fines analíticos, se clasifican en dos subgrupos: de vejez temprana y de vejez avanzada. Los sujetos de entre 50 y 64 años se clasifican como miembros de la mediana edad, utilizando los criterios clasificatorios provistos por las corrientes psicogerontológicas basadas en los enfoques de la Psicología del Desarrollo y el Enfoque del Curso Vital. Cabe señalar que, a partir de la obra de Leopoldo Salvarezza, el campo gerontológico argentino reivindica la utilización del término viejo para designar a los sujetos que atraviesan el ciclo vital de la vejez, sin que ello implique un uso peyorativo o de sentido negativo. Para evitar el uso de ese término que puede considerarse con una concepción viejista, en este trabajo se utilizan las expresiones ‘personas mayores’ y ‘de mediana edad’.