Revista humanidades
Enero-junio, 2016 • Volumen 6, número 1 • ISSN 2215-3934 • pp. 1-8
DOI: http://dx.doi.org/10.15517/h.v6i1.25111
Ángel Ocampo Álvarez
Doctor, profesor Catedrático en la sección de Filosofía y Pensamiento de la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica. Correo electrónico: angelocampoalvarez@gmail.com
Presentación
En momentos en que el desencanto mundial por la política sienta las condiciones espirituales para un salto hacia el ensimismamiento mayor de los países que no han sido los más perjudicados por el orden planetario actual -antes bien, han sido históricamente los beneficiados-, aparece la endogamia de los poderosos cuya utopía o anti-utopía está poblada de más muros de los que fue testigo el siglo XX. No es de extrañar que en este contexto la preocupación por las humanidades se presente como un aditamento enteramente prescindible, un adorno obsoleto. Es cierto que hay un llamado recurrente -y hasta machacón- al libre tránsito y a la globalización, vía ineludible hacia el progreso luminoso -según se dice- sin advertir, casi nunca, que tal llamado al libre tránsito está referido exclusivamente a las mercancías, no a los seres humanos, y menos aún a los dammnés de la terre (Frantz Fanon). A estos solo les queda la resignación ante la condena de muerte implícita en la miseria y la guerra de la que el orden mundial es portador. Esta es la globalización de las cosas, no de la humanidad.
En este contexto aparece el volumen 6, número 1, de la revista, constituida en esta oportunidad por seis de sus habituales secciones. Por segundo año consecutivo y gracias a la cantidad importante de colaboraciones que nos siguen llegando de distintas partes de América Latina y fuera de ella, mantenemos la periodicidad semestral de la revista. No dudamos que este importante paso acaecido desde el año 2015, no tiene marcha atrás. Todo lo contrario, por los resultados, no sería de extrañar que en un futuro próximo, se cuente con los recursos debidos para acortar la periodicidad, y hacer de humanidades una revista cuatrimestral. El incremento de las colaboraciones nos está obligando a considerar de nuevo, reducir los plazos para poder satisfacer el flujo de estas. Con el proceso de indización sucede otro tanto. Hemos logrado llevar el proceso con un resultado exitoso, sobre todo si se toma en cuenta que se trata de una revista relativamente joven. Todo ello es un claro indicador de que el diagnóstico hecho en su oportunidad, sobre la necesidad del espacio que ha venido a cubrir la revista, fue acertado.
La primera sección del presente volumen, Desde el arte y la cultura, ofrece cinco artículos. El primero, “Identidad, cohesión y patrimonio: evolución de las políticas culturales en México”, es un artículo que nos llega de México, en el que sus autores, Ángeles Ortiz Espinoza, Mario Gutiérrez Díaz y Luis Alberto Hernández Alba, revisan las estrategias y mecanismos a través de los cuales se han implementado, en México, las políticas culturales, a modo de reseña estructurada en dos periodos: el post-independiente hasta el Porfiriato, y en la época contemporánea, para finalmente reflexionar sobre el desarrollo futuro de las políticas culturales en ese país; de Guillermo Navarro, Bahía, Brasil, presentamos el artículo, “El mito del trópico y la medicina en la experiencia colonial europea del África Tropical”, el que, a partir de un análisis descriptivo-relacional entre el mito del trópico y el nacimiento de la medicina tropical, el autor analiza la experiencia y condiciones socio-históricas, así como las variantes míticas y pseudocientíficas que formaron parte la experiencia colonial en lo que respecta a la medicina.
De la profesora argentina, Guillermina Guillamon, presentamos el interesante trabajo, “Todo se dice en música: La presencia de la estética romántica en la prensa musical porteña (Buenos Aires, 1837- 1838)”, el que indaga la función social, política y estética atribuida a la música en el diario Boletín Musical (1837) y en La Moda (1837-38), a partir del paradigma de pensamiento implícito en el romanticismo a fin de erigir la música como una práctica inclusiva, al alcance de la totalidad del pueblo, que se consideraba destinatario de un programa civilizador impulsado por una supuesta nueva generación romántica, con el propósito de enfrentar las políticas culturales del gobierno precedente para afirmar su apoyo al gobernador actual, Juan Manuel de Rosas; también del escritor Benjamín Valdivia, profesor de la Universidad de Guanajuato, México, esta sección presenta el artículo, “Sensibilidad y políticas de la sensación”, que analiza cómo las políticas culturales afianzan las permanencias simbólicas de las identidades sociales, con significados culturales que mientras premian la pertenencia, disuaden la divergencia, a través de la prohibición del ejercicio de la sensorialidad, a favor de la subsistencia de la tradición, con lo cual el artículo discute las contradicciones en las políticas de la sensación como las trata el autor; y de Jimena Sánchez Zumbado, esta sección presenta la colaboración “Arte y Currículum: La Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (1897-2015)”, que da seguimiento a la influencia de la Escuela de Artes Plásticas desde su fundación en 1897, y luego del ingreso de esta al crearse la Universidad de Costa Rica en 1940, en el desarrollo de las artes plásticas en el país, por medio de este recorrido de 118 años, para analizar con ello el devenir histórico y curricular de la Institución de enseñanza del arte en la UCR.
Por su parte, la sección segunda, Desde los estudios de género y el ambientalismo, contiene dos artículos: “La moral, los roles, los estereotipos femeninos y la violencia simbólica” de la autora Nazira Álvarez, que analiza las principales teorías de evolución socio-cognitiva y su relación con la creación de las normas, instituciones, la cultura y la moral, así como la relación entre los roles sociales y la moral, creando los estereotipos femeninos de género a través de los cuales sancionan y regulan la conducta femenina transgresora de los valores establecidos por la colectividad; y en esta sección también se encuentra, “Fruta podrida: La reivindicación de la vida y de la muerte, desde un cuerpo enfermo, desechado” de Teresa Fallas, en el cual se analiza la desmemoria y el olvido en la novelea de Lina Meruane, Fruta Podrida, que es una recreación de la implementación salvaje de la economía de mercado realizado en Chile, desmonta los dispositivos violentos y coercitivos sobre los cuerpos, reivindicando el derecho a la vida y a la muerte, denuncia la red de poderes deshumanizantes del sistema neoliberal-dictatorial-patriarcal, red que controla el territorio y los cuerpos, haciendo de Chile un gran galpón desmemoriado.
En la sección tercera, Desde la ciencia, la tecnología y el conocimiento, se encuentra el artículo de los autores de Monterrey, México, Julio Ernesto Rubio y Rodrigo Esparza Parga, “¿Qué es la tecnología? Una aproximación desde la Filosofía: Disertación en dos movimientos”, en el que se parte de la tesis según la cual, como especie, somos seres eminentemente tecnológicos en la medida en que estamos condenados a transformar, y con ello a producir, premisa desde la que surge la interrogante, a modo de imperativo impostergable, qué es la Tecnología, motivado por las repercusiones que el ejercicio tecnológico ha tenido, tiene, y habrá de tener, sobre la especie y el lugar que los humanos ocupan en el mundo; además, esta sección ofrece el trabajo, “Crisis humanitaria: El rol de las redes sociales en el proceso migratorio de adolescentes migrantes” de Óscar Bernardo Rivera García, de Hermosillo, Sonora, México, que analiza una alternativa teórica y metodológica para dimensionar el alcance de las redes sociales, particularmente en su potencial negativo al inducir, por ejemplo, a la “crisis humanitaria" de adolescentes que migran con la falsa esperanza de recibir asilo en Estados Unidos.
El artículo, “La forma semiótica artística-textual de decir y hacer lo in (debido): La meningitis y su sombra de Horacio Quiroga”, de Ricardo Vargas, presentado en la sección cuarta, Desde el lenguaje, la comunicación y la literatura, constituye una lectura semiótico sociológica y del reconocimiento de los diferentes mensajes que se estructuran en el sistema “multimodal del texto” del cuento de Horacio Quiroga, como referencialidad discursiva que enmascara razonamientos más allá de la estilización propia de una literatura que usa lo extraño, lo raro y lo sorpresivo, como realidades que explican las relaciones sociales entre clases en vías de cambio y clases emergentes.
Por su parte, la sección quinta, Desde la educación y la universidad-sociedad, contiene dos colaboraciones valiosas. Una de Miguel Ángel Estrada, de Durango, México, “La escuela y las nuevas formas de convivencia”, aquí el autor analiza el aumento del mobbing y el bullying, acoso del docente al alumno y acoso del alumno al docente, dinámicas de convivencia negativas, más viejas de lo que suelen considerarse, a partir de detonantes como el ambiente escolar; y otra de Santiago Ospina García de Colombia y Mercè Pujol Berché de Francia, “La Universidad en España y Colombia en la era de la globalización”, que analiza la actualidad de la Universidad en España y en Colombia, a partir de problemáticas compartidas, para advertir que las políticas económicas neoliberales aplicadas en estos países resultan nefastas, para reflexionar sobre el estado actual de la Universidad en ambos países.
Finalmente, en Galería abierta se presentan dos ensayos. Primero, un valioso trabajo del profesor Roberto Marín Guzmán, “El estudio de la muerte en el Islam: Una filosofía de la vida”, acerca del significado de la muerte y la vida en el islam, en un análisis comparativo con la tradición cristiana occidental. El autor plantea no tanto estructura dicotómica como suele encontrarse, sino más bien una continuidad complementaria entre ambas visiones culturales. Segundo, desde Beijing, China, la profesora Jiaoyue Liu presenta “Las Fiestas de San Fermín en España: ¿Pasión o violencia?”, un aporte histórico al debate sobre si suprimir, conservar -o incluso promover y hasta fortalecer- las festividades conocidas como los sanfermines en Pamplona, España, dado la dimensión de maltrato animal que conllevan.
Curioso que en momentos en los que resulta más urgente la reflexión de las humanidades, es cuando se fortalece una tendencia a debilitarlas o desaparecerlas del todo. La crueldad es el signo reconocido institucionalmente de nuestro tiempo. Lo llamativo es que este signo claro en el terrorismo sea condenado desconociendo su origen. Jean Paul Sartre se preguntó ya en 1961 ante la represión despiadada que Europa, y en particular Francia, desplegaba en contra de la independencia de la Argelia musulmana: “¿cómo no reconoce -Europa- su propia crueldad dirigida ahora contra él mismo?”. Sin duda deplorable en el sentido que vaya, pero sin desconocer la autoría y por tanto responsabilidad de las partes involucradas. En última instancia, las humanidades deben mostrar al ser humano tal cual se hace o se produce a sí mismo, en toda su dignidad o en todo su oprobio, directo y de frente, ese que desde el fondo del espejo vine a nuestro encuentro.
En esta dirección, este número confirma, al evocar la frase atribuida -al parecer erróneamente- a José Zorilla: “los muertos que vois matáis gozan de buena salud”. Los artículos de este volumen muestran que las humanidades constituyen una preocupación palpitante que requiere un diálogo diverso de disciplinas en las que coinciden, como este número, investigaciones provenientes de diversas latitudes.
Ángel Ocampo Álvarez
Director
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