Yanina Ruiz Siles
Revista humanidades, 2024 (julio-diciembre), 14(2), e56672
(Canal 7). Esta primera producción tuvo una extensión de 17 episodios, de los cuales tres estuvieron a
cargo de estudiantes de secundaria y se centraron en temas científicos, mientras que el resto estuvo a
cargo de estudiantes de primaria y se enfocó en temas artísticos (Vargas, 1961).
Visto desde afuera, el acercamiento del gobierno con las televisoras puede considerarse temprano,
dado que apenas un 6 % de los hogares contaban con un aparato, en contraposición con un 56 % de
los que tenían radio durante la misma época (Vega, 1998). No obstante, esta alianza se dio de la mano
con una ampliación educativa del país, en otras palabras, la creación de escuelas y colegios. Esto
convirtió a los medios audiovisuales en aliados de la expansión educativa nacional.
La alianza con Canal 7 fue continua y los programas se transmitían regularmente los martes a las
4:30 de la tarde. Estos contaban con una duración de media hora, salvo algunas excepciones donde la
emisión era de una hora. Los contenidos emitidos eran variados, entre los cuales se encontraban
programas en directo, con participación de personal docente y estudiantado, películas educativas, así
como audiovisuales proporcionados en su mayoría por alguna embajada (Vargas, 1963).
El 6 de setiembre de 1962 se iniciaron las transmisiones por la Televisora Tic-Tac (Canal 9).
Originalmente, los programas también tenían una duración de media hora y se emitían los jueves a las
6:20 p. m., pero más tarde, en 1963, se cambió a la franja horaria de 5:30 p. m. Además de los
programas sobre el MEP, algunos contenidos se realizaron en conjunto con diferentes instituciones
como la Comisión Americana de Mujeres y con la Cruz Roja (Vargas, 1963).
En la Figura 2 se observa que la oferta televisiva no difiere mucho de la radial, ya que se centraba
en los programas educativos, seguido de los artísticos e informativos. La reforma de 1965 también tuvo
implicaciones en la oferta televisiva. El cambio más significativo es que se llevó a cabo cursos de
introducción a la televisión, lo que permitió capacitar al profesorado en la elaboración de material
didáctico. Así es como se planteó la producción de material propio para las materias de Biología,
Magnetismo, Electricidad y Mecánica. La propuesta consistía en utilizar diez minutos de una película y
que el resto fuese una asesoría a cargo del personal docente, lo cual permitía orientar el contenido de
acuerdo con los intereses del ministerio y abaratar los costos de producción (Vargas, 1965).
Conscientes de que es la utilización de los medios, y no los medios en sí, cuya influencia es positiva o
negativa, para 1968, los programas educativos y culturales ya eran transmitidos por todos los canales
existentes del país (Malavassi, 1968).
En la década de 1970, el MEP impulsó los programas dirigidos para la población infantil y rural en
los canales 2, 4, 6, 7 y 9, hasta que estas funciones fueron absorbidas por el MCJD. No obstante, el
alcance de dichos medios y su relevancia para la divulgación educativa hicieron que el MEP mantuviera
su presencia en medios audiovisuales, pues, a pesar de que los Departamentos de Radio, Televisión y
Cine desaparecieron, se creó la Sección de Tecnología Educativa, la cual, en 1975, nombró un
productor de radio que permitió un aumento en los programas. Por su parte, el cine se utilizó,
principalmente, con fines educativos, mientras que la televisión tuvo un rol protagónico gracias a la
creación de la Unidad de Televisión Educativa (Gámez, 1971; Gámez, 1973; Volio, 1976).
El MCDJ también inició la transmisión de musicales, incluyendo conciertos de la Orquesta Sinfónica
Nacional y de artes plásticas en Telecentro (Canal 6). En 1974, comenzó la emisión de los documentales