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Actitudes ambientales en educación primaria...
Revista humanidades, 2025 (Enero-Junio), Vol. 15, Num. 1, E58575
se ha utilizado de manera transversal en todas las áreas del saber, ¿sabemos verdaderamente su
signicado? Ramírez (2021) dene los conceptos de ambiente y medio es quién señala que:
El ambiente contiene el medio que sirve de sustrato para que determinado ser vivo se desarro-
lle, por lo que, es una redundancia decir “medioambiente” cuando se reere a todo el espacio
físico que rodea al “ser vivo”, debido a que se supone que para que este organismo “esté vivo”,
requiere de un sustrato (medio) con condiciones favorables para la supervivencia. (párr. 3)
Otra de las referencias que se hace respecto a la diferenciación de los conceptos es que:
Suelen usarse como sinónimos, pero no lo son: el primer vocablo alude al conjunto de elementos
naturales y sociales, relacionados e interdependientes, en un lugar y tiempo determinado, que
en forma directa inuye a todos los seres vivos y al medio físico (sea éste acuático, aéreo o te-
rrestre); mientras que el segundo es el sustrato físico o natural en el cual se desenvuelve la vida,
o donde ocurren diversos procesos ecológicos esenciales entre factores bióticos (seres vivos) y
los abióticos (elementos sin vida como los minerales); o sea, el agua, el aire o el suelo. (Kong et
al., 2022, párr. 8)
A pesar de que medioambiente es un concepto que se ha utilizado cotidianamente, es impor-
tante evitar frases que carezcan de contenido o tengan un signicado distorsionado. Es por ello que,
durante el transcurso de la presente investigación, se utilizará el concepto de ambiente, basándonos
en lo indicado precedentemente por los autores.
António Guterres, actual secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
advirtió que “los patrones insostenibles de consumo y producción están alimentando la triple emer-
gencia planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, y la conta-
minación y los desechos” (ONU Programa para el medio ambiente, 2022, párr. 6). Esto ha genera-
do una problemática ambiental sin precedentes. La tríada mencionada por Guterres se considera
la principal amenaza existencial en la historia de la humanidad. Dicha amenaza se hace evidente
cuando la humanidad decide considerar esta acción como un problema, tal que “la crisis ambiental
no existiría si no la deniéramos socialmente como tal y que esta denición no es compartida por
“todo el mundo” (Meira, 2013, p. 33). Bajo dicha responsabilidad compartida, se destaca que:
La UNESCO en 1997 en torno a la necesidad de impulsar una educación para el desarrollo sus-
tentable, en paralelo o subsumiendo a la Educación Ambiental, también puede ser enmarcado
en este escenario de reformulación de las interpretaciones que sobre la cuestión ambiental se
deben hacer llegar a la sociedad. (Meira, 2013, p. 30)
Debido a lo anterior, “la educación en general, y la educación ambiental, en particular, debe
centrarse en transmitir aquellos conocimientos cientícos que permitan construir una imagen real
de su entorno” (Meira, 2013, p. 32). No obstante, existen conocimientos actitudinales ligados a la
educación ambiental. Es aquí donde se debe formar un compromiso en la valoración, cuidado y
protección del ambiente, lo cual cobra relevancia al educar a los individuos. Para ello, es necesario