Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe

Vol. 20, No. 2, junio-diciembre, 2023

Natalia Armijo Canto y Mónica Toussaint (Coords.). (2020). Guerra y posguerra en Centroamérica. México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.

Reseñas (sección no arbitrada)

Natalia Armijo Canto y Mónica Toussaint (Coords.). (2020). Guerra y posguerra en Centroamérica. México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.

María Patricia González Chávez *
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, México

Natalia Armijo Canto y Mónica Toussaint (Coords.). (2020). Guerra y posguerra en Centroamérica. México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.

Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe, vol. 20, núm. 2, e55212, 2023

Universidad de Costa Rica

Armijo Canto Natalia, Toussaint Mónica. Guerra y posguerra en Centroamérica. 2020. México. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. 513pp.

El encuentro del pasado con el presente en tiempos deslineales, porque la vida transcurre en simultáneos procesos de actores y sociedades, ha sido siempre una ardua tarea, ya que requiere de un trabajo concienzudo, sentido y riguroso para armonizar ese conjunto de certezas, interrogantes y emociones de una realidad ya pasada, y que solo se consigue cuando se textualizan eventos, recuerdos y fuentes, articulados desde una interpretación de esa realidad narrada.

Desde esta mirada, la obra Guerra y Posguerra en Centroamérica, nos convoca a la armonización e interpretación de la historia reciente de una región compleja, que transcurrió a un ritmo desmesurado entre la paz y la guerra, mostrando un gran lienzo de colores, crudo y conmovedor, desde las más hondas profundidades del sentir humano.

Es una obra extraordinaria, que sobresale en su temática y abordaje respecto a los trabajos que hemos intentado en las décadas recientes, para colocar a la región centroamericana como objeto de estudio en la academia mexicana. Es también un trabajo que ofrece un panorama de análisis riguroso con un aparato crítico muy robusto, brindándonos al mismo tiempo, una narrativa profundamente sensible de las subjetividades que construyen imaginarios, pero con un rasgo amable y cuidado ante los sueños, luchas, atrocidades e infortunios vividos en esta región, desde la voz de los protagonistas, mediada por los relatores.

El gran esfuerzo de esta narración es un recorrido que tiene una doble mirada. Por una parte, nos presenta la región de Centroamérica como un lugar compartido por distintos pueblos y naciones, que tienen experiencias en común; y por otro lado, al mismo tiempo, explora los procesos que se han vivido en cada país en particular.

Divido en dos grandes apartados, de siete capítulos cada uno, la obra da cuenta de dos grandes momentos, el primero titulado “La Guerra” con textos sobre El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y México ante el contexto centroamericano; el segundo, “La Posguerra”, con textos de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Centroamérica como región.

Con el título “La historia de la propaganda política en la lucha revolucionaria guatemalteca. El caso del PGT-PC y sus raíces en la lucha estudiantil universitaria”, el capítulo de Juan Carlos Vázquez Medeles, nos adentra en la labor organizativa clandestina del Partido Guatemalteco del Trabajo-Partido Comunista (PGT-PC), con énfasis en las formas que utilizaron para enfrentar y desarrollar diversas estrategias para la difusión de su lucha, materializado en folletos como los “mosquitos” y los “riusitos”, así como otro tipo de documentos que producían alrededor de 1980. De manera que este texto contribuye a ampliar y profundizar en cómo la organización, la reflexión y la creatividad, se abrían paso en medio de uno de los contextos de violencia política más difíciles vividos en la región.

En el segundo capítulo de este primer segmento, “Como los hombres de Panfilov: literatura soviética y disposición combativa de los jóvenes sandinistas en los batallones 30-62 y 30-72”, Guillermo Fernández Ampié presenta un novedoso trabajo sobre los diversos aspectos que impactaron a las juventudes nicaragüenses en dos momentos de lucha: en los primeros jóvenes sandinistas de la década de 1970, y aquellos que integraron las milicias que fueron a combatir a la Contra en los años 80 en territorio hondureño, de los cuales destacaron los dos batallones indicados en el título, estudiantes de secundaria en su mayoría. Resulta revelador el efecto de elementos culturales como la literatura, así como el registro comparado de ambas experiencias, que se extendió más allá de la propia Nicaragua, abarcando toda una región que siempre ha tenido vasos comunicantes.

El siguiente capítulo de Jazmín Benítez López, “´Territorio, lucha de clases y división del trabajo´ la participación de la familia Flores Hernández en la revolución de El Salvador, 1977-1992”, ofrece un relato acerca de cómo se fueron gestando los distintos momentos de la historia reciente del país: la conformación de las oligarquías dominantes, la revolución de la década de 1970, los Acuerdos de Paz en 1992, así como este largo proceso constituyó la materialización de la lucha de clases. Y enmarcado en este espacio-tiempo, el papel de los actores que culmina con los relatos de lucha y compromiso de una familia que comprendió valientemente el tiempo que les tocó vivir, contribuyendo desde su contexto real e inmediato, a la lucha revolucionaria.

Con el título de “La influencia del Batallón de Inteligencia 601 de Argentina en la creación del Batallón 3-16 de Honduras”, el cuarto capítulo de Emiliano Francisco Balerini Casal introduce uno de los temas más complejos de investigación y registro, que fue la intervención militar extranjera de las potencias regionales dominantes en la época en los conflictos centroamericanos, articulados desde una vasta organización en la cual participaron las fuerzas de seguridad, locales y extranjeras, con un papel relevante de los Estados Unidos de América, con el fin de desarticular los esfuerzos revolucionarios con prácticas altamente represivas como la desaparición de personas. Un novedoso esfuerzo literario de investigación que incorpora diversos tipos de fuentes documentales, que no solo enriquecen el propio texto, sino que muestra el valor y necesidad de adiestrarse en este tipo de recursos para la investigación de pasados represivos.

En el siguiente capítulo, de Mónica Toussaint, “Un plan de México para Centroamérica: ´escudo protector frente al garrote imperialista´ 1981-1982”, la autora construye una narración que aporta una necesaria y urgente mirada de la interacción entre los países de la región, desde esa dinámica extendida en la cual estamos todos inmersos, al reseñar con datos precisos y fuentes rigurosas, el momento en que México como país comprende que las luchas y procesos revolucionarios de la región al sur de su frontera, representaban un riesgo, pero sobre todo una oportunidad, de formular e implementar procesos creativos que mostraban un camino de retorno desde las dinámicas violentas, para ofrecer salidas negociadas y alcanzar con un gran esfuerzo colectivo, la paz. Un conocimiento imprescindible sobre la historia reciente de este gran territorio compartido.

En el sexto capítulo “Madre, no sólo somos historia. somos el agua del pez y la raíz de la tierra”, de Yosahandi Navarrete Quan, desde una mirada profunda que interioriza los significados de las narrativas indígenas en el contexto del conflicto armado guatemalteco, la autora construye una interpretación de las experiencias de la represión en las comunidades indígenas, así como el papel de la narrativa literaria en esta construcción de significados. Al final de su texto, la autora reflexiona al respecto: si bien el escenario de la narrativa de guerra es desolador, el fin de esta, la firma de la paz firme y duradera, la denuncia de las atrocidades por medio de los testimonios, así como los juicios a los perpetradores, arrojan un rayo de esperanza para las comunidades indígenas.

En el último capítulo de esta primera parte, “´¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita!´: testimonios sonoros de la guerra, la posguerra y la crisis de gobernabilidad”, su autora Natalia Armijo Canto elabora una muy documentada, pero al mismo tiempo conmovedora, historia del recorrido musical que, interactuando permanentemente con el contexto sociopolítico del momento, da cuenta de los distintos cambios que ha atravesado este país centroamericano en las décadas recientes. Continuidades y rupturas marcan los procesos que sus actores y sociedades han vivido, colocándose en un amplio espectro político, y la ruta sonora es como un hilo conductor que acoge la creatividad, las luchas y los sentimientos que acompañan a sus autores. Destaca en este recorrido la familia Mejía Godoy, que conserva ese lugar privilegiado del recuerdo, aún y siempre presente de toda una época.

Para iniciar la segunda parte del libro, dedicado a la posguerra, el autor Alan Marcelo Henríquez Chávez, en su capítulo “Nuestras montañas son las comunidades: el proyecto obsidiana y las comunidades de excombatientes como factor de reinserción y protección en El Salvador posconflicto”, coloca uno de los temas más complejos vividos en los países con legado de cruentas guerras, la desmovilización y reintegración de los excombatientes. El difícil relato de los actores que transitan en estos procesos, se convierte en el registro de los enormes esfuerzos por reconstruir la vida. Las nuevas luchas después del conflicto significaban también nuevos desafíos, como la experiencia del Proyecto Obsidiana para excombatientes desmovilizados del FMLN. El autor, con recursos documentales y testimoniales, se asoma a ese crítico momento en que las comunidades construían su futuro, pero reivindicando su paso de lucha, ejerciendo “una nueva tarea política de lucha constante contra el olvido”.

El siguiente capítulo, “Desmovilización, desmilitarización y rearme: el Plan Leonard de George H. W. Bush y la estrategia internacional para Nicaragua”, de Verónica Rueda-Estrada, se sitúa en el año 1990 con la llegada a la presidencia de Violeta Barrios de Chamorro, un proceso que constituyó un momento crítico en la coyuntura de la transición política del país. Con un continuado esfuerzo de la intervención extranjera desde los Estados Unidos de América, en el marco del fin de la Guerra Fría, se presenta un proyecto para contribuir a la desmovilización de fuerzas excombatientes y a la desmilitarización del país. La estrategia fue impulsar el Plan Leonard, cuyos cuestionados efectos son analizados y documentados en esta narración, de los cuales destacan los desafíos y limitaciones vividas por los excombatientes, al haberse dejado fuera las demandas más importantes, como tierras, vivienda y trabajo.

La autora Kristina Pirker, en el siguiente capítulo, “(Re) Transformaciones de la militancia sandinista: trayectorias políticas y estrategias narrativas de (Re) Construcción identitaria después de 1990”, ofrece una reconstrucción histórica de los distintos momentos políticos que se vivieron en la historia reciente de Nicaragua, lo cual aporta un registro valioso de los dinámicos procesos de continuidades y rupturas de las distintas representaciones del espectro político. Elaborado a través del análisis de las trayectorias de vida de militantes y simpatizantes sandinistas de origen popular, provee un interesante material para adentrarse en los procesos identitarios de sus actores y colectividades, que permiten ampliar la comprensión de tan complejas transformaciones.

En el siguiente y cuarto capítulo, con el título de “El horror después del horror: continuidad y reconfiguración de la violencia en El Salvador de la posguerra”, de la autora Marisol Garzón, se abordan temas difíciles y comprometidos para ser narrados, ya que da cuenta de las graves consecuencias del conflicto armado interno. El balance de una redacción profundamente dura pero humana, contribuye a esa difícil comprensión de lo que vive y enfrenta una sociedad que transita de una violencia política sistemática, a una violencia social como efecto y consecuencia. En clave de aprendizaje, la autora adelanta para las conclusiones una reflexión importante: se precisan políticas integrales y no medidas meramente coercitivas, sino acciones que traten de resolver las causas estructurales profundas de la violencia.

En el capítulo siguiente, de Eva Leticia Orduña Trujillo “La Sentencia ´Masacres del Mozote y lugares aledaños´, emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en contra del Estado de El Salvador”, la temática se construye desde un ángulo analítico jurídico, que tiene como objetivos, en voz de su autora, analizar los aspectos más importantes de la sentencia en mención, así como identificar sus aportes más sobresalientes en relación con la justicia transicional. El trabajo recoge el tratamiento sobre la sentencia en los ámbitos académico y periodístico; los instrumentos jurídicos que la Corte utilizó en la resolución del caso y los derechos que se violaron; y finalmente, los aportes de la sentencia en los ejes de la justicia transicional, justicia, reparaciones, garantías de no repetición y verdad. Sin duda, este material es una contribución significativa, no solo para conocer eventos de graves violaciones a los derechos humanos en el país centroamericano, sino porque aporta recursos y métodos para el análisis de estos procesos en la región y otros contextos con experiencias similares.

En el penúltimo capítulo de Nathalie Mercier, “Viudas y sujetas de derechos: mujeres guatemaltecas en el posconflicto”, la autora desarrolla particularmente la persecución de las mujeres durante el conflicto armado interno de Guatemala, sucedido entre 1960 y 1996, con especial atención en las mujeres indígenas. Es un trabajo que se aborda desde la teoría de la interseccionalidad, explica su autora, que postula que la perspectiva de género y la persecución étnica no son líneas de interpretación mutuamente excluyentes. Esta narrativa, producto de un minucioso y elaborado trabajo de investigación, da cuenta de cómo las mujeres guatemaltecas han tenido un protagonismo sumamente importante en el posconflicto y en la lucha para reconocer el doloroso pasado del país.

El último capítulo de María del Pilar López Martínez, “El camino del héroe. Continuidades y rupturas en la narrativa centroamericana de Guatemala, El Salvador y Nicaragua”, ofrece un panorama de la literatura regional en un recorrido en el tiempo, a partir del análisis de elementos estéticos y de la construcción simbólica de significados. Con un gesto sensible hacia la historia reciente de estos países. que transitaron de los conflictos a la paz, recurre a la figura del “camino del héroe”, para observar su permanencia o transformación, y a veces su desaparición, como elementos que contribuyeron a la reflexión sobre las continuidades y rupturas en el arte literario de esa región. Un notable esfuerzo para ofrecer un panorama general en este campo, principalmente de la novelística, de los últimos 50 años.

Así, el libro Guerra y posguerra en Centroamérica se convierte en una hermosa obra que presenta infinitos esfuerzos para recuperar, registrar y analizar un pasado reciente desafiante para ser narrado, por lo cruento de las guerras, pero al mismo tiempo, como legado, huella y testimonio, que recoge la experiencia y lucha de muchas mujeres y hombres por una sociedad mejor, no solo de cada uno de sus países, sino para toda la región.

Con un armonioso balance entre tono, ritmo y textura, este texto recurre a nuevos esfuerzos del quehacer investigativo y narrativo, con temáticas como los artefactos culturales y visuales de las épocas de los conflictos armados; así como al uso de universos documentales como los sistemas archivísticos para el rescate de la memoria y el registro histórico de esos eventos del pasado.

Por todo ello, es una obra que ofrece la oportunidad de mirarse como sociedad que transita entre guerras y posguerras, en su cercanía de espacio y tiempo, y como una gran lección de vida para pensarse en colectivo. Así, es también un trabajo sentido, que transcurre en un tiempo deslineal entre la narración y lo acontecido, que te distancia, pero también te abraza en el tiempo, como una metáfora de la vida, porque te hace sentir desde este mismo presente, esos otros mundos de las representaciones de los hechos que ocurrieron en el pasado cercano.

La evocación de una guerra, como el presente trabajo nos muestra, penetra siempre en lo más íntimo de un discurso de la conciencia colectiva, porque revela y expone los claroscuros entretelones de las realidades, y a través de sus personajes, de sus sueños y luchas, nos convoca a mirar más allá de sus representaciones, porque la memoria no es pasado, sino recurso permanente para siempre dejarse habitar por la esperanza.

Referencias

Armijo Canto, Natalia y Toussaint, Mónica (Coords.). (2020). Guerra y posguerra en Centroamérica. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.

Notas de autor

* Mexicana. Doctora en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Académica en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, México. Correo electrónico: patygonzalezchavez@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3393-4531
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